Eternamente Agradecido
Diciembre 15, 2024 – 2:00PM | Salmos 100 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Vamos a abrir la palabra en el Salmos 100. ¿Qué le parece si leemos juntos este precioso y corto Salmos?
Salmo 100 (RV-60): 1Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. 3Reconoced que Jehová es Dios, Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. 4Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. 5Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones.
¡Qué belleza! ¡Alabado sea nuestro bendito señor! ¡Qué Dios bendiga esta palabra que hemos leído!
¿Cuántos pertenecen al club de la queja? ¿Usted conoce gente que se la pasa quejando toda la vida? Hay personas que están insatisfechos, que no están contentos con su vida, todo les molesta. Si hace frío, porque hace frío; si hace calor, yo no soporto el calor, en fin, se quejan de todas las cosas.
He titulado al mensaje de esta hora: Eternamente agradecido.
Son muchísimas las razones por las cuales adorar y exaltar el nombre de nuestro Dios.
Salmos 34:1(RV-60): Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
En esta oportunidad, por varias cosas, quiero dar gracias; no usaré el orden que me gustaría.
- Agradecido por la salvación.
1 Pedro capítulo 1: 9 (RV-60): obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Una vez me dijo una persona: Y a usted, ¿qué lo hace estar seguro de que usted se va a salvar? La fe que tengo en Cristo y en la obra que hizo en la cruz por mí. Yo no soy salvo porque yo sea una buena persona, yo no soy salvo porque yo hago cosas buenas, yo soy salvo por gracia y por misericordia de Dios. Yo estoy eternamente agradecido con mi Señor Jesucristo por mi salvación. Alabo, exalto, glorifico con toda mi alma al Señor, porque yo sé a quién he creído. Le doy gracias a Dios porque mis pecados han sido perdonados, y son muchos, yo tengo la plena seguridad, la plena convicción que mis pecados han sido perdonados.
Estoy agradecido con el Señor porque Dios ha tenido misericordia de mí siempre. ¿Cómo es posible que el Dios de la gloria pudo haber puesto sus ojos en personas tan insignificantes como nosotros? Siempre me he preguntado eso, y la respuesta es la misma: por gracia y por misericordia. Esto es algo por lo cual yo voy a estar eternamente agradecido.
Yo puedo dudar de muchas cosas en la vida, de muchas, pero jamás de mi salvación. Porque la salvación no es algo que viene de mí, sino es algo que viene de Él; y Dios cumple lo que promete.
La salvación significa, mis queridos y amados hermanos, que el día que yo cierre los ojos aquí, los voy a abrir ante la presencia de mi Dios. Yo tengo una seguridad plena, estoy plenamente convencido de que mis pecados han sido perdonados, de que Dios ha tenido misericordia de mí a pesar de ser culpable Dios me ha justificado por su obra en la cruz del Calvario.
Yo no merezco ser salvo, tampoco usted, pero Él me ha justificado, me ha hecho justo, me ha santificado. Tengo una herencia en los cielos porque Él lo ha prometido. Sé que soy hijo de Dios, sé que soy libre de condenación, sé que estoy en paz con Dios, sé que soy bendecido. Por su honra y por su gracia sé que Dios me lleva de triunfo en triunfo, sé que Él me protege, sé que él me ama, sé que todo lo puedo en Cristo que me fortalece, yo sé que Cristo vive en mí. Por la fe sé que soy templo del Espíritu de Dios, que tengo entrada al trono de la gracia, que la verdad de Cristo me ha hecho libre, que he pasado de muerte a vida, que el día que cierre los ojos en la tierra los voy a abrir en el cielo. Que un día le veré como Él es, que un día veré al príncipe de los pastores, que un día voy a escuchar las palabras de Jesús diciendo: “Bienvenido a casa”.
Le doy gracias infinitas a Dios por la salvación. Yo no sé cuántas veces usted ha dedicado tiempo para darle gracias a Dios por la salvación eterna, por el perdón de los pecados, por habernos puesto en una posición que nosotros no merecíamos. De todas las cosas buenas en esta vida, que tenga usted, la salvación es un regalo eterno. Yo estoy eternamente agradecido con mi Señor cada día que pasa, y a medida que pasa el tiempo con mayor razón. Señor, gracias. ¡Bendito sea tu nombre! ¡Alabado sea tu nombre! Soy salvo por tu gracia y por tu misericordia.
- Agradecido por su fidelidad.
Salmos 36:5(RV-60): Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Dios es fiel a sus promesas, es decir, lo que Dios promete lo cumple.
La Biblia dice que, aunque nosotros seamos infieles, Él permanece fiel. Ese es Dios. Dios nunca falla. Te pueden olvidar tus amigos, te puede olvidar tu familia, pero Dios jamás porque Dios es fiel. Todas las cosas que Dios ha prometido llegan, aunque algunas veces tardan más de lo que deseamos. Él va a suplir tus necesidades, no te adelantes a hacer cosas que Dios no te ha pedido hacer. Tenga paciencia, no se mueva del lugar donde está, espere en Dios.
Usted dice: “Pastor, pero es que no tengo trabajo. Ya han pasado dos meses y no sé qué es lo que voy a hacer”. Tenga paciencia, siga confiando, siga creyendo; porque fiel es el que prometió. Dios te ha dicho que nunca te va a abandonar, que siempre va a estar con nosotros, ¿cuánto tiempo? Todos los días. ¿Hasta cuándo? Hasta el fin del mundo. Usted podrá estar en una cama, usted podrá estar en un lecho de enfermo, y ahí tiene al Señor a su lado, porque Dios lo ha prometido.
Muchas veces en la vida uno se siente solo, pero solo no estamos. Dice una alabanza (Francisco Orantes): Solo no estoy, Jesús está a mi lado. El Señor está contigo. A veces tenemos que quitarnos ese pensamiento de que estoy solo, cambiarlo por: Dios está conmigo. Eso permite que la presencia de Dios caiga sobre tu vida, te hace sentir que Dios está contigo, que usted no está solo; y que cualquier batalla que usted tenga que liberar, Dios le va a ayudar.
Dios es fiel iglesia, Dios es fiel, cualquiera que sea la situación por la que usted esté atravesando en este momento, crea en la fidelidad del Señor. Yo estoy eternamente agradecido por la fidelidad de Dios en todos los sentidos.
Recuerdo cuando me gradué de bachiller, tenía 17 años, ya conocía a Cristo, y le dije a mi familia: ya no quiero seguir trabajando aquí. Eso a mis tíos no le gustó, porque yo era el burrito de trabajo de ellos. Ellos me sentaron, me dijeron: Mira David, si quieres trabajar, está bien, vas a trabajar (Yo iba a ganar dinero, en la casa nunca ganaba nada), pero vas a tener compromisos en la casa. Vas a pagar el teléfono (teléfono que yo no podía usar), vas a pagar la luz, vas a pagar aquí… Yo dije: mi abuela, quieren que los mantenga a todos. Me fui con un hermano de la iglesia a vender seguros de carros. Uno tenía que ir a la calle, tocar puertas para buscar a quien vender los seguros, estoy hablando de 17 añitos ¡Por amor de Dios! Yo me moría de hambre como vendedor, la verdad, pero Dios fue fiel. Este hermano iba conmigo y me ayudaba. Yo creo que la gente a mí me compraba por lástima. Muchas son las historias que yo puedo hacerle hoy que muestran la fidelidad de Dios. ¡Bendito sea su Santo nombre!
Lamentaciones 3: 22 (RV-60): Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. ¡Ay hermano! Solo porque Dios es fiel no hemos sido consumidos. ¿Cuántas veces le ha dicho usted a Dios ya no lo vuelvo a hacer más? Ni me diga.
- Agradecido por su misericordia.
Nehemías 9:31 (RV-60): Más por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.
Hace unos días yo les leí a usted esto, que le voy a leer otra vez: Una madre le solicitó a Napoleón el perdón de su hijo. El emperador dijo que era el segundo delito que cometía este hombre, y que la justicia exigía ejecución. No pido justicia, dijo la madre, pido misericordia. Pero señora, respondió el emperador, no merece misericordia alguna. Su excelencia, dijo la madre, si la mereciera no sería misericordia. Y misericordia es todo lo que le pido. Muy bien, dijo el emperador, tendré misericordia. Y así salvó la vida de su hijo.
La misericordia tiene que ver con compasión. La misericordia tiene que ver con darte algo que no mereces. ¡Bendito sea el Señor! Yo estoy eternamente agradecido con el Señor por su gran misericordia. Por guardarnos, porque vivimos un mundo tan complicado, tan difícil, pero la misericordia del Señor está ahí, nueva cada mañana. ¡Bendito sea Dios!
- Agradecido por el gozo.
Salmos 30: 11 (RV-60): Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Salmos 40: 1-2 (RV-60): 1Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, de lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Muchas personas vinieron a Cristo en medio de una crisis emocional. Conozco a personas que estuvieron a punto de quitarse la vida por alguna situación traumática, otras personas tocaron fondo en su vida y Dios los libró. Personas que perdieron a su familia, trabajo, pertenencias y el Señor ha tenido misericordia de ellos.
Quiero hablarles algo de mi vida. Yo vivía con mi mamá, y ella se había ido de la casa porque salió embarazada de Román, fue ahí donde yo me quedé con mis tíos. Mi niñez fue triste, pero triste, fue una cosa increíble. Llegaba la Navidad y a mí nunca me dieron un regalito de Navidad, porque mis tíos les regalaban a sus hijos. Llegué a jovencito, era un jovencito siempre triste. Yo decía que eso era porque no tuve un papá. Esa etapa de mi vida fue muy triste; pero, cuando conocí a Cristo a los 17 años, Dios me ha dado 1000 veces más de lo que no tuve cuando era niño, es que el Señor se desbordó conmigo.
Yo puedo decir que: Él cambió mi lamento en baile. El Señor me dio el gozo, la satisfacción, todo lo que una persona puede anhelar.
Dios cambió mi lamento. A un amigo mío lo andaban buscando allá en su país, él había estado metido en la policía, y de la noche para la mañana tuvo que salir del país; decidió agarrar camino para Estados Unidos. Llegó a EEUU con una mano adelante y otra atrás, afligido, preocupado, sin conocer a nadie. Por esas cosas de la vida llegó a San Francisco, a una de las calles más conocidas donde está la gran cantidad de latinos; y uno de ellos le dijo: Sabes, yo voy a una iglesia ¿por qué no me acompañas? Mi amigo aceptó, aunque pensaba que ni loco en su país entraría nunca a una iglesia. Ese día que llegó, recibió a Cristo, y cuando terminó el culto habló con el pastor y le dijo: Pastor, mi nombre es “fulano de tal”, llegué hace muy pocos días, he dormido en el autobús de camino para acá, no tengo a dónde ir, no tengo qué comer, no tengo nada. El pastor le dijo: tú le entregaste tu vida a Cristo ahora, ¿verdad? Sí pastor, respondió mi amigo. Yo no te conozco, le dijo el pastor, yo no sé quién eres tú; pero voy a confiar en ti. Te garantizo que: si tú le eres fiel al Señor, si tú permaneces firme delante de Dios, en este lugar vas a conseguir papeles, vas a conseguir esposa, vas a conseguir trabajo. Hoy él da testimonio, él consiguió trabajo, consiguió esposa y consiguió papeles; y dice: esto sucedió por haber sido firme y fiel al Señor. Solo Dios cambia tu lamento en baile, hermanos. No importa que tan difícil haya sido tu vida, Dios cambia tu lamento en baile, es por eso estoy eternamente agradecido.
Agradecido con Dios por mi salvación, por la fidelidad de Dios, por su misericordia, porque ha cambiado mi lamento en baile.
- Agradecido por esta iglesia.
Hablo por esta iglesia, como dice Jorge, la mejor del mundo. Esta iglesia no es perfecta, pero ninguna iglesia es.
Filipenses 1:6 (RV-60): Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. La Biblia dice que el que comenzó la obra en nosotros la va a terminar un día.
Quiero darle gracias a Dios por la paciencia que han tenido con este servidor durante estos 36 largos años al frente de ustedes. Por su generosidad, porque han creído en cada locura que este pastor les ha expuesto en este púlpito. Por sus atenciones, tan lindas, durante los 36 largos años, por estar pendientes de cada cosita. Recuerdo que durante el tiempo de la pandemia en nuestra casa jamás hizo falta la comida de parte de ustedes. Gracias a Dios por ser enseñables, no saben el aprecio especial que tengo por aquellas personas que han estado conmigo por estas generaciones, por tantos y tantos años. Aprecio a aquellas personas que, por alguna u otra razón, salieron y volvieron y hoy están acá con nosotros. Estoy eternamente agradecido con el Señor por todo esto.
Por el valor, porque, aunque no lo digamos en el púlpito o no expresemos ciertas cosas, todos los pastores necesitan sentirse valorados. Algunas veces las palabras y las acciones cuentan más que cualquier otra cosa. Porque me permitieron cambiarles la mentalidad, porque llegaran a entender que la iglesia no tiene a un empleado, que tiene a una persona que Dios ha puesto en ese lugar.
Si yo tuviera que elegir ser empleado, yo no hubiera elegido ser empleado de una iglesia, yo estaría en una multinacional, ¿me entiende? Y así no estaría lidiando con tantos problemas de ustedes durante tanto tiempo.
Si yo fuera solo un miembro de esta iglesia, si no fuera el pastor, si yo fuera una persona como ustedes que tengo mi trabajo secular, yo me congregaría en esta iglesia, esta sería mi iglesia. Porque es una iglesia que evangeliza, una iglesia que discipula a los creyentes, una iglesia que bautiza a los nuevos convertidos, una iglesia que envía y bendice a los misioneros en diferentes partes del mundo, esta es una iglesia bíblica. Así es que, ¡Alabado sea el Señor por mi iglesia!
- Agradecido porque Cristo me libertó.
Juan 8: 36 (RV-60): Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Yo le doy gracias a Dios porque Cristo me libertó, ¿de qué me libertó? Hermanos, me libertó de amargura, soy libre de resentimiento, no siento deseo de venganza.
Hace poco me invitaron a un programa donde yo tenía que hablar acerca del Partido Republicano y Demócrata en los Estados Unidos. Ellos saben que soy canadiense y todo, pero; si yo viviera en Estados Unidos sería del Republicano, con el perdón de muchas personas. Yo soy pro-Trump, ¿por qué? Porque tengo valores cristianos. Yo no le estoy diciendo que se coma al Sr. Trump, ni que lo acepte como su salvador personal, ¡no! Yo sé que el hombre es vulgar, yo sé que es soberbio, sí lo sé, pero él fomenta la palabra del Señor.
A mí no me interesan sus actitudes, sus comentarios, las cosas que usted pueda decir de mí o pueda pensar de mí; no crea que eso me van a llenar de rencor, de odio, de amargura, yo soy libre porque Él me hizo libre. Por la gracia y misericordia del Señor no tengo quejas contra la vida, en absoluto, puedo decir como dice el poema de Amado Nervo: “Era muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida porque nunca me diste ni trabajos injustos ni pena inmerecida”. Y dice muchas cosas más, al final dice: “vida, nada me debes vida”. Yo no tengo un resentimiento contra una persona, ni dentro ni fuera de la iglesia. Algunas personas me han dicho un montón de cosas feas, me las han dicho; que Dios los bendiga, simplemente que el Señor le bendiga. Errores he cometido, pero usted también, usted también.
¿Quejas contra Dios? ¡Jamás! Mi esposa tiene ya 25-26 años de estar en una silla de ruedas, tiene una buena actitud. Por mucho tiempo le pedimos a Dios sanidad, sanidad, sanidad, pero el Señor ha querido que sigan las cosas así y no tenemos ninguna queja contra Dios. ¿Por qué? Porque Él es soberano, porque Él es Dios y su nombre será eternamente bendito, y yo sigo eternamente agradecido con mi Señor. Hay dos cosas, en realidad, de parte de Miriam que me producen una profunda satisfacción y quizás ella ni se da cuenta. Unas palabras que ella dijo un día en la casa de oración: “Yo le pedí por muchos años a Dios caminar, y Dios no me ha contestado. Entonces Dios le dijo: si no puedes caminar en la tierra yo te garantizo que cuando vengas en el cielo aquí sí vas a poder caminar”. Y la otra cosa es: Cada risa que ella tiene, ¡se pega cada risas! Cada vez que ella ríe, es como una caricia para mí; yo digo ¡Gracias Dios! Porque usted puede estar enfermo de su cuerpo, pero es más complicado cuando está enferma del alma.
- Agradecido por la persona de Jesucristo. (Esto debía ser lo primero).
Filipenses 3:8 (RV-60): Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo. Yo no cambiaría absolutamente nada por mi Cristo.
El dinero que tiene Elon Musk, que lo disfrute; pero mi Cristo vale mil veces más que eso, mil veces más que eso.
Alguien escribió:
No me mueve, mi Dios para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar de defenderte.
Tú me mueves Señor. Me mueve el verte clavado
en una cruz y escarnecido
Me mueve ver tu cuerpo tan herido
Me mueven tus afrentas y tu muerte.
Me mueve en fin tu amor, y en tal manera, que,
aunque no hubiera cielo Yo te amara
Y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Pues, aunque lo que espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera.
Cristo es digno de toda alabanza y de toda adoración. Yo quiero que al morir sepan todos ustedes que: Yo con mi Señor, estoy Eternamente agradecido.
Oremos al Señor: Padre, te damos gracias infinitas en esta hora porque a cualquier lado que veamos, podemos ver tu bondad. Cualquier lado que veamos, vemos tu misericordia. A cualquier lado que veamos, vemos tu amor eterno, fiel, ¡Bendito sea tu nombre! Señor esta iglesia te adora, esta iglesia te exalta, esta iglesia proclama que Jesucristo es el único camino a la gloria, el único camino al Padre. En este día Señor, yo he querido expresar mi más profunda gratitud por tanta bondad, por tanta misericordia de parte tuya. Todo esto nos compromete a servirte, nos compromete a amarte, nos compromete a entregarte lo mejor de nosotros, el todo de nosotros para tu honra y para tu gloria. Ayúdanos Padre a permanecer firmes, a permanecer fieles delante de tu presencia.
Mientras todos oramos, si usted nunca ha conocido a Cristo como el Señor de su vida, si nunca ha hecho una oración de fe invitando a Cristo a venir a su corazón, a venir a su alma; este momento es el mejor momento para decirle al Señor: Señor yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. En este día te entrego mi corazón Señor, y te recibo como el Señor y Salvador de mi vida. Si usted hizo esta oración yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor, Espíritu Santo de Dios haz la obra que solamente tú sabes hacer. Despídenos con tu paz y con tu bendición en el nombre de Jesús, amén y amén.
Eternamente Agradecido
Diciembre 15, 2024 – 2:00PM | Salmos 100 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Vamos a abrir la palabra en el Salmos 100. ¿Qué le parece si leemos juntos este precioso y corto Salmos?
Salmo 100 (RV-60): 1Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. 3Reconoced que Jehová es Dios, Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. 4Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. 5Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones.
¡Qué belleza! ¡Alabado sea nuestro bendito señor! ¡Qué Dios bendiga esta palabra que hemos leído!
¿Cuántos pertenecen al club de la queja? ¿Usted conoce gente que se la pasa quejando toda la vida? Hay personas que están insatisfechos, que no están contentos con su vida, todo les molesta. Si hace frío, porque hace frío; si hace calor, yo no soporto el calor, en fin, se quejan de todas las cosas.
He titulado al mensaje de esta hora: Eternamente agradecido.
Son muchísimas las razones por las cuales adorar y exaltar el nombre de nuestro Dios.
Salmos 34:1(RV-60): Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
En esta oportunidad, por varias cosas, quiero dar gracias; no usaré el orden que me gustaría.
- Agradecido por la salvación.
1 Pedro capítulo 1: 9 (RV-60): obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Una vez me dijo una persona: Y a usted, ¿qué lo hace estar seguro de que usted se va a salvar? La fe que tengo en Cristo y en la obra que hizo en la cruz por mí. Yo no soy salvo porque yo sea una buena persona, yo no soy salvo porque yo hago cosas buenas, yo soy salvo por gracia y por misericordia de Dios. Yo estoy eternamente agradecido con mi Señor Jesucristo por mi salvación. Alabo, exalto, glorifico con toda mi alma al Señor, porque yo sé a quién he creído. Le doy gracias a Dios porque mis pecados han sido perdonados, y son muchos, yo tengo la plena seguridad, la plena convicción que mis pecados han sido perdonados.
Estoy agradecido con el Señor porque Dios ha tenido misericordia de mí siempre. ¿Cómo es posible que el Dios de la gloria pudo haber puesto sus ojos en personas tan insignificantes como nosotros? Siempre me he preguntado eso, y la respuesta es la misma: por gracia y por misericordia. Esto es algo por lo cual yo voy a estar eternamente agradecido.
Yo puedo dudar de muchas cosas en la vida, de muchas, pero jamás de mi salvación. Porque la salvación no es algo que viene de mí, sino es algo que viene de Él; y Dios cumple lo que promete.
La salvación significa, mis queridos y amados hermanos, que el día que yo cierre los ojos aquí, los voy a abrir ante la presencia de mi Dios. Yo tengo una seguridad plena, estoy plenamente convencido de que mis pecados han sido perdonados, de que Dios ha tenido misericordia de mí a pesar de ser culpable Dios me ha justificado por su obra en la cruz del Calvario.
Yo no merezco ser salvo, tampoco usted, pero Él me ha justificado, me ha hecho justo, me ha santificado. Tengo una herencia en los cielos porque Él lo ha prometido. Sé que soy hijo de Dios, sé que soy libre de condenación, sé que estoy en paz con Dios, sé que soy bendecido. Por su honra y por su gracia sé que Dios me lleva de triunfo en triunfo, sé que Él me protege, sé que él me ama, sé que todo lo puedo en Cristo que me fortalece, yo sé que Cristo vive en mí. Por la fe sé que soy templo del Espíritu de Dios, que tengo entrada al trono de la gracia, que la verdad de Cristo me ha hecho libre, que he pasado de muerte a vida, que el día que cierre los ojos en la tierra los voy a abrir en el cielo. Que un día le veré como Él es, que un día veré al príncipe de los pastores, que un día voy a escuchar las palabras de Jesús diciendo: “Bienvenido a casa”.
Le doy gracias infinitas a Dios por la salvación. Yo no sé cuántas veces usted ha dedicado tiempo para darle gracias a Dios por la salvación eterna, por el perdón de los pecados, por habernos puesto en una posición que nosotros no merecíamos. De todas las cosas buenas en esta vida, que tenga usted, la salvación es un regalo eterno. Yo estoy eternamente agradecido con mi Señor cada día que pasa, y a medida que pasa el tiempo con mayor razón. Señor, gracias. ¡Bendito sea tu nombre! ¡Alabado sea tu nombre! Soy salvo por tu gracia y por tu misericordia.
- Agradecido por su fidelidad.
Salmos 36:5(RV-60): Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Dios es fiel a sus promesas, es decir, lo que Dios promete lo cumple.
La Biblia dice que, aunque nosotros seamos infieles, Él permanece fiel. Ese es Dios. Dios nunca falla. Te pueden olvidar tus amigos, te puede olvidar tu familia, pero Dios jamás porque Dios es fiel. Todas las cosas que Dios ha prometido llegan, aunque algunas veces tardan más de lo que deseamos. Él va a suplir tus necesidades, no te adelantes a hacer cosas que Dios no te ha pedido hacer. Tenga paciencia, no se mueva del lugar donde está, espere en Dios.
Usted dice: “Pastor, pero es que no tengo trabajo. Ya han pasado dos meses y no sé qué es lo que voy a hacer”. Tenga paciencia, siga confiando, siga creyendo; porque fiel es el que prometió. Dios te ha dicho que nunca te va a abandonar, que siempre va a estar con nosotros, ¿cuánto tiempo? Todos los días. ¿Hasta cuándo? Hasta el fin del mundo. Usted podrá estar en una cama, usted podrá estar en un lecho de enfermo, y ahí tiene al Señor a su lado, porque Dios lo ha prometido.
Muchas veces en la vida uno se siente solo, pero solo no estamos. Dice una alabanza (Francisco Orantes): Solo no estoy, Jesús está a mi lado. El Señor está contigo. A veces tenemos que quitarnos ese pensamiento de que estoy solo, cambiarlo por: Dios está conmigo. Eso permite que la presencia de Dios caiga sobre tu vida, te hace sentir que Dios está contigo, que usted no está solo; y que cualquier batalla que usted tenga que liberar, Dios le va a ayudar.
Dios es fiel iglesia, Dios es fiel, cualquiera que sea la situación por la que usted esté atravesando en este momento, crea en la fidelidad del Señor. Yo estoy eternamente agradecido por la fidelidad de Dios en todos los sentidos.
Recuerdo cuando me gradué de bachiller, tenía 17 años, ya conocía a Cristo, y le dije a mi familia: ya no quiero seguir trabajando aquí. Eso a mis tíos no le gustó, porque yo era el burrito de trabajo de ellos. Ellos me sentaron, me dijeron: Mira David, si quieres trabajar, está bien, vas a trabajar (Yo iba a ganar dinero, en la casa nunca ganaba nada), pero vas a tener compromisos en la casa. Vas a pagar el teléfono (teléfono que yo no podía usar), vas a pagar la luz, vas a pagar aquí… Yo dije: mi abuela, quieren que los mantenga a todos. Me fui con un hermano de la iglesia a vender seguros de carros. Uno tenía que ir a la calle, tocar puertas para buscar a quien vender los seguros, estoy hablando de 17 añitos ¡Por amor de Dios! Yo me moría de hambre como vendedor, la verdad, pero Dios fue fiel. Este hermano iba conmigo y me ayudaba. Yo creo que la gente a mí me compraba por lástima. Muchas son las historias que yo puedo hacerle hoy que muestran la fidelidad de Dios. ¡Bendito sea su Santo nombre!
Lamentaciones 3: 22 (RV-60): Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. ¡Ay hermano! Solo porque Dios es fiel no hemos sido consumidos. ¿Cuántas veces le ha dicho usted a Dios ya no lo vuelvo a hacer más? Ni me diga.
- Agradecido por su misericordia.
Nehemías 9:31 (RV-60): Más por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.
Hace unos días yo les leí a usted esto, que le voy a leer otra vez: Una madre le solicitó a Napoleón el perdón de su hijo. El emperador dijo que era el segundo delito que cometía este hombre, y que la justicia exigía ejecución. No pido justicia, dijo la madre, pido misericordia. Pero señora, respondió el emperador, no merece misericordia alguna. Su excelencia, dijo la madre, si la mereciera no sería misericordia. Y misericordia es todo lo que le pido. Muy bien, dijo el emperador, tendré misericordia. Y así salvó la vida de su hijo.
La misericordia tiene que ver con compasión. La misericordia tiene que ver con darte algo que no mereces. ¡Bendito sea el Señor! Yo estoy eternamente agradecido con el Señor por su gran misericordia. Por guardarnos, porque vivimos un mundo tan complicado, tan difícil, pero la misericordia del Señor está ahí, nueva cada mañana. ¡Bendito sea Dios!
- Agradecido por el gozo.
Salmos 30: 11 (RV-60): Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Salmos 40: 1-2 (RV-60): 1Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, de lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Muchas personas vinieron a Cristo en medio de una crisis emocional. Conozco a personas que estuvieron a punto de quitarse la vida por alguna situación traumática, otras personas tocaron fondo en su vida y Dios los libró. Personas que perdieron a su familia, trabajo, pertenencias y el Señor ha tenido misericordia de ellos.
Quiero hablarles algo de mi vida. Yo vivía con mi mamá, y ella se había ido de la casa porque salió embarazada de Román, fue ahí donde yo me quedé con mis tíos. Mi niñez fue triste, pero triste, fue una cosa increíble. Llegaba la Navidad y a mí nunca me dieron un regalito de Navidad, porque mis tíos les regalaban a sus hijos. Llegué a jovencito, era un jovencito siempre triste. Yo decía que eso era porque no tuve un papá. Esa etapa de mi vida fue muy triste; pero, cuando conocí a Cristo a los 17 años, Dios me ha dado 1000 veces más de lo que no tuve cuando era niño, es que el Señor se desbordó conmigo.
Yo puedo decir que: Él cambió mi lamento en baile. El Señor me dio el gozo, la satisfacción, todo lo que una persona puede anhelar.
Dios cambió mi lamento. A un amigo mío lo andaban buscando allá en su país, él había estado metido en la policía, y de la noche para la mañana tuvo que salir del país; decidió agarrar camino para Estados Unidos. Llegó a EEUU con una mano adelante y otra atrás, afligido, preocupado, sin conocer a nadie. Por esas cosas de la vida llegó a San Francisco, a una de las calles más conocidas donde está la gran cantidad de latinos; y uno de ellos le dijo: Sabes, yo voy a una iglesia ¿por qué no me acompañas? Mi amigo aceptó, aunque pensaba que ni loco en su país entraría nunca a una iglesia. Ese día que llegó, recibió a Cristo, y cuando terminó el culto habló con el pastor y le dijo: Pastor, mi nombre es “fulano de tal”, llegué hace muy pocos días, he dormido en el autobús de camino para acá, no tengo a dónde ir, no tengo qué comer, no tengo nada. El pastor le dijo: tú le entregaste tu vida a Cristo ahora, ¿verdad? Sí pastor, respondió mi amigo. Yo no te conozco, le dijo el pastor, yo no sé quién eres tú; pero voy a confiar en ti. Te garantizo que: si tú le eres fiel al Señor, si tú permaneces firme delante de Dios, en este lugar vas a conseguir papeles, vas a conseguir esposa, vas a conseguir trabajo. Hoy él da testimonio, él consiguió trabajo, consiguió esposa y consiguió papeles; y dice: esto sucedió por haber sido firme y fiel al Señor. Solo Dios cambia tu lamento en baile, hermanos. No importa que tan difícil haya sido tu vida, Dios cambia tu lamento en baile, es por eso estoy eternamente agradecido.
Agradecido con Dios por mi salvación, por la fidelidad de Dios, por su misericordia, porque ha cambiado mi lamento en baile.
- Agradecido por esta iglesia.
Hablo por esta iglesia, como dice Jorge, la mejor del mundo. Esta iglesia no es perfecta, pero ninguna iglesia es.
Filipenses 1:6 (RV-60): Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. La Biblia dice que el que comenzó la obra en nosotros la va a terminar un día.
Quiero darle gracias a Dios por la paciencia que han tenido con este servidor durante estos 36 largos años al frente de ustedes. Por su generosidad, porque han creído en cada locura que este pastor les ha expuesto en este púlpito. Por sus atenciones, tan lindas, durante los 36 largos años, por estar pendientes de cada cosita. Recuerdo que durante el tiempo de la pandemia en nuestra casa jamás hizo falta la comida de parte de ustedes. Gracias a Dios por ser enseñables, no saben el aprecio especial que tengo por aquellas personas que han estado conmigo por estas generaciones, por tantos y tantos años. Aprecio a aquellas personas que, por alguna u otra razón, salieron y volvieron y hoy están acá con nosotros. Estoy eternamente agradecido con el Señor por todo esto.
Por el valor, porque, aunque no lo digamos en el púlpito o no expresemos ciertas cosas, todos los pastores necesitan sentirse valorados. Algunas veces las palabras y las acciones cuentan más que cualquier otra cosa. Porque me permitieron cambiarles la mentalidad, porque llegaran a entender que la iglesia no tiene a un empleado, que tiene a una persona que Dios ha puesto en ese lugar.
Si yo tuviera que elegir ser empleado, yo no hubiera elegido ser empleado de una iglesia, yo estaría en una multinacional, ¿me entiende? Y así no estaría lidiando con tantos problemas de ustedes durante tanto tiempo.
Si yo fuera solo un miembro de esta iglesia, si no fuera el pastor, si yo fuera una persona como ustedes que tengo mi trabajo secular, yo me congregaría en esta iglesia, esta sería mi iglesia. Porque es una iglesia que evangeliza, una iglesia que discipula a los creyentes, una iglesia que bautiza a los nuevos convertidos, una iglesia que envía y bendice a los misioneros en diferentes partes del mundo, esta es una iglesia bíblica. Así es que, ¡Alabado sea el Señor por mi iglesia!
- Agradecido porque Cristo me libertó.
Juan 8: 36 (RV-60): Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Yo le doy gracias a Dios porque Cristo me libertó, ¿de qué me libertó? Hermanos, me libertó de amargura, soy libre de resentimiento, no siento deseo de venganza.
Hace poco me invitaron a un programa donde yo tenía que hablar acerca del Partido Republicano y Demócrata en los Estados Unidos. Ellos saben que soy canadiense y todo, pero; si yo viviera en Estados Unidos sería del Republicano, con el perdón de muchas personas. Yo soy pro-Trump, ¿por qué? Porque tengo valores cristianos. Yo no le estoy diciendo que se coma al Sr. Trump, ni que lo acepte como su salvador personal, ¡no! Yo sé que el hombre es vulgar, yo sé que es soberbio, sí lo sé, pero él fomenta la palabra del Señor.
A mí no me interesan sus actitudes, sus comentarios, las cosas que usted pueda decir de mí o pueda pensar de mí; no crea que eso me van a llenar de rencor, de odio, de amargura, yo soy libre porque Él me hizo libre. Por la gracia y misericordia del Señor no tengo quejas contra la vida, en absoluto, puedo decir como dice el poema de Amado Nervo: “Era muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida porque nunca me diste ni trabajos injustos ni pena inmerecida”. Y dice muchas cosas más, al final dice: “vida, nada me debes vida”. Yo no tengo un resentimiento contra una persona, ni dentro ni fuera de la iglesia. Algunas personas me han dicho un montón de cosas feas, me las han dicho; que Dios los bendiga, simplemente que el Señor le bendiga. Errores he cometido, pero usted también, usted también.
¿Quejas contra Dios? ¡Jamás! Mi esposa tiene ya 25-26 años de estar en una silla de ruedas, tiene una buena actitud. Por mucho tiempo le pedimos a Dios sanidad, sanidad, sanidad, pero el Señor ha querido que sigan las cosas así y no tenemos ninguna queja contra Dios. ¿Por qué? Porque Él es soberano, porque Él es Dios y su nombre será eternamente bendito, y yo sigo eternamente agradecido con mi Señor. Hay dos cosas, en realidad, de parte de Miriam que me producen una profunda satisfacción y quizás ella ni se da cuenta. Unas palabras que ella dijo un día en la casa de oración: “Yo le pedí por muchos años a Dios caminar, y Dios no me ha contestado. Entonces Dios le dijo: si no puedes caminar en la tierra yo te garantizo que cuando vengas en el cielo aquí sí vas a poder caminar”. Y la otra cosa es: Cada risa que ella tiene, ¡se pega cada risas! Cada vez que ella ríe, es como una caricia para mí; yo digo ¡Gracias Dios! Porque usted puede estar enfermo de su cuerpo, pero es más complicado cuando está enferma del alma.
- Agradecido por la persona de Jesucristo. (Esto debía ser lo primero).
Filipenses 3:8 (RV-60): Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo. Yo no cambiaría absolutamente nada por mi Cristo.
El dinero que tiene Elon Musk, que lo disfrute; pero mi Cristo vale mil veces más que eso, mil veces más que eso.
Alguien escribió:
No me mueve, mi Dios para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar de defenderte.
Tú me mueves Señor. Me mueve el verte clavado
en una cruz y escarnecido
Me mueve ver tu cuerpo tan herido
Me mueven tus afrentas y tu muerte.
Me mueve en fin tu amor, y en tal manera, que,
aunque no hubiera cielo Yo te amara
Y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Pues, aunque lo que espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera.
Cristo es digno de toda alabanza y de toda adoración. Yo quiero que al morir sepan todos ustedes que: Yo con mi Señor, estoy Eternamente agradecido.
Oremos al Señor: Padre, te damos gracias infinitas en esta hora porque a cualquier lado que veamos, podemos ver tu bondad. Cualquier lado que veamos, vemos tu misericordia. A cualquier lado que veamos, vemos tu amor eterno, fiel, ¡Bendito sea tu nombre! Señor esta iglesia te adora, esta iglesia te exalta, esta iglesia proclama que Jesucristo es el único camino a la gloria, el único camino al Padre. En este día Señor, yo he querido expresar mi más profunda gratitud por tanta bondad, por tanta misericordia de parte tuya. Todo esto nos compromete a servirte, nos compromete a amarte, nos compromete a entregarte lo mejor de nosotros, el todo de nosotros para tu honra y para tu gloria. Ayúdanos Padre a permanecer firmes, a permanecer fieles delante de tu presencia.
Mientras todos oramos, si usted nunca ha conocido a Cristo como el Señor de su vida, si nunca ha hecho una oración de fe invitando a Cristo a venir a su corazón, a venir a su alma; este momento es el mejor momento para decirle al Señor: Señor yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. En este día te entrego mi corazón Señor, y te recibo como el Señor y Salvador de mi vida. Si usted hizo esta oración yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor, Espíritu Santo de Dios haz la obra que solamente tú sabes hacer. Despídenos con tu paz y con tu bendición en el nombre de Jesús, amén y amén.