• Instagram
  • Facebook
  • Youtube
  • Twitter
  • Mail
Tabernaculo El Redentor
  • Inicio
  • Iglesia
    • Nuestra Iglesia
    • Nuevo Visitante
    • Campaña Pro-templo
    • Pastor David
    • Contactar
      • Horarios
  • Sermones
    • Todos los sermones
    • Sermones Mañana
    • Estudios Bíblicos
    • Sermones Noche
    • Sermones – Solo audio
    • Búsqueda de Sermones
    • Sermones con transcripciones
    • Videos
  • En Vivo
  • En Acción
    • TBB en acción
    • Misiones
    • Iglesia El Redentor Guadalajara
  • Noticias
    • Las Últimas Noticias
    • Fotos de TBB
  • Eventos
    • Nuestros Eventos
    • Esgrima Bíblica 2025
    • Anuncios
  • Donación
  • Buscar
  • Menú

Compasión por las almas

Mayo 25, 2025 – 2:00PM | Mateo 9:35-38 | Dr. David Rodríguez

Descargar Texto: Sermón en PDF

Etiquetas: mateo, mayo 2025, pastor david rodriguez, transcripcion

TRANSCRIPCIÓN

Busquemos en nuestras Biblias Mateo capítulo 9. El mensaje de esta tarde se llama: Compasión por las almas. 

Mateo 9:35-38 (RV 1960): 35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. 

Mateo 9:35-38 (RV 1960): 35 Jesús recorría todos los pueblos y las ciudades. Enseñaba en las sinagogas, anunciaba las buenas noticias del reino de Dios, y sanaba a la gente que sufría de dolores y de enfermedades. 36 Y al ver la gran cantidad de gente que lo seguía, Jesús sintió mucha compasión, porque vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor! 37 Jesús les dijo a sus discípulos: «Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias. 38 Por eso, pídanle a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.» ¿Se dan cuenta de esto? Hace 2000 años que Jesús dijo estas palabras. ¡Qué maravilla! ¿No es cierto?

Vamos a pedir a Dios que nos bendiga. Señor, al pensar en lo que hiciste en nuestras vidas, te damos honra y gloria. Te damos gracias, no nos cansamos de agradecerte que un día, sin merecerlo, pusiste los ojos en nosotros y nos redimiste. Mandaste a Jesús a buscarnos, a salvarnos. Te alabamos, te bendecimos. Permite, Señor, yo te ruego, que podamos tener compasión por las almas, todos los que estamos acá. Que podamos obedecer a tu palabra y podamos ver la necesidad profunda en el corazón y en la vida de la gente,de conocerte; en el nombre de Jesús, te lo pedimos. Amén.

Lucas 19: 10 (RV 1960): Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Amados, este versículo nos dice con toda claridad la razón por la que vino Jesús a este mundo. Sin Cristo, el mundo está perdido espiritualmente, sin lugar a duda. Por esa razón, Dios mandó a Jesús, su Hijo, a buscar y a salvar lo que se había perdido. 

Este día, domingo, millones de millones de personas asisten a una iglesia alrededor del globo. Todos los que estamos, estuvieron, y estarán en la casa del Señor, en cualquier parte del mundo, somos personas que un día estuvimos perdidos, pero por su gracia y su misericordia, Él nos ha salvado. Jesús vino a buscar lo que se había perdido.

En la Biblia nos damos cuenta nosotros de varios ejemplos y varias situaciones lindas donde, no crea usted que estas cosas sucedieron por casualidad. Por ejemplo:

-Cuando Jesús fue a Samaria, tuvo un encuentro en el pozo de Jacob, ¿con quién? Con la mujer samaritana. Ese no fue un encuentro de casualidad; porque Jesús vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

-Jesús caminaba por las calles de Capernaúm, y de repente llegó a un lugarcito donde había un hombre que estaba cobrando impuestos, y fijando la mirada en este hombre, le dijo: “Sígueme.” ¿Cómo se llamaba este hombre? Mateo. No crea usted que esa cita, que esa reunión, que ese instante, que ese momento sucedió por casualidad.

-Estando el Señor en Jericó, dice la Escritura que venía caminando debajo de un árbol, y en ese árbol se había subido una persona chaparrita (baja estatura). El Señor volvió su mirada y le dijo: “Desciende, porque vamos a comer esta noche en tu casa.” ¿Con quién se encontró en ese lugar? Con Zaqueo. No crea usted que esa reunión, que esa cita, sucedió por casualidad.

-En un día, conversando con un fariseo llamado Nicodemo, Jesús le dijo que si no nacía de nuevo, no entraría en el reino de los cielos. ¿No crea usted que esa conversación sucedió por casualidad? Jesús vino del cielo a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Usted me ha escuchado en varias oportunidades, y lo reitero en esta tarde, que nosotros existimos con un propósito. Y el propósito por el cual existimos, cada uno de nosotros, es para alabanza de la gloria de nuestro Dios, para eso nos creó Dios. Y mientras existimos para alabanza del Señor, nos casamos. Y mientras existimos para alabanza del Señor, buscamos un trabajo. Y mientras existimos para alabanza del Señor, vivimos nuestra vida; pero la razón prioritaria por la que existimos es para alabanza del Señor. Si usted tiene familia, gloria a Dios. Si no tiene familia, el propósito de Dios no cambia para usted; porque existe para alabanza del Señor. Eso es lo que la Escritura nos enseña. Y en segundo lugar, es porque Dios nos ha encomendado una misión. Esta es la misión:

Marcos 16:15 (RV 1960): Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Yo nací en un barrio allá en San Salvador, se llama el barrio San Esteban. El día que yo recibí la carta para venir a estas partes de Canadá a predicar, yo no sabía dónde quedaba Vancouver, ni idea tenía. Y Dios mueve todas estas cosas en el mundo porque Dios tiene un propósito. Él quiere que el evangelio de nuestro Señor Jesucristo llegue a toda criatura.

La reunión que estamos celebrando en esta tarde no es una reunión casual, no es algo que: “Ah, mire, hoy me dieron ganas de venir y por eso vine.” ¡No! Dios prepara todas estas cosas desde antes de la fundación del mundo. Y todo eso lo hace por el gran amor y por la compasión que tiene por nosotros.

Marcos 16:15 (RV 1960): Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Entonces, en este versículo dijo: “Vayan por el mundo, prediquen el evangelio a toda criatura.” A esto se le llama la Gran Comisión. Esa misión no solo es de los pastores, esa misión no solamente es de los misioneros. Hoy en dìa existen 443,000 misioneros, casi medio millón de misioneros, que se encuentran en diferentes partes del mundo. Usted, esta iglesia, participa de esa actividad, participamos de esta misión. Ya que nosotros no podemos ir, entonces apoyamos a aquellos que Dios ha llamado. Entonces esta gente va para allá y nosotros los apoyamos, somos canal de bendición para esta gente. Pero, ¿y por qué hacemos eso? Porque lo manda la Biblia.

Fíjate que Jesús tuvo que venir a enseñar a los apóstoles, les dijo: “Vengan conmigo, quiero decirles algo, yo no voy a estar con ustedes toda la vida. Yo he venido a una misión, pero cuando la termine, me voy al Padre y ustedes se quedan haciendo esto, y le enseñan a la próxima generación a hacer lo mismo, y le enseñan a la próxima generación a hacer lo mismo,y así sucesivamente.” Y hasta nuestros días llegamos ahora. Y ¿cuál es la misión? La misma, no ha cambiado: Que todo el mundo conozca que Jesucristo vino a la tierra, murió por nuestros pecados, para darnos salvación y vida eterna. Usted y yo tenemos una misión: predicar el evangelio a toda criatura, compartir el evangelio. Pero escúcheme: como un estilo de vida. ¿Qué significa eso? Significa que no tenemos que esperar una campaña de evangelismo, que no tenemos que irnos a un viaje misionero para hacer la obra que el Señor nos ha encomendado. 

El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Roma dijo: Romanos 1:16 (RV 1960) Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. La palabra “poder” en esta porción de la escritura es “dynamos”, que significa dinamita. De tal manera que un creyente no se debe avergonzar de ser cristiano bajo ningún punto de vista. ¿Usted se avergüenza de ser canadiense? ¿Verdad que no? Mucho menos nos debemos de avergonzar de ser ciudadanos del cielo. No nos debe dar pena compartir el evangelio. 

Es necesario entender una cosa: Nuestra responsabilidad es compartir el evangelio. Los resultados son de Dios. Usted me dice a mí: ¡Ay, pastor! Yo le he estado hablando a mi marido, pero tiene un corazón tan, pero tan, duro. Mire hermana, en primer lugar, el resultado es de Dios. En segundo lugar, ayude usted un poquito. ¿De qué forma? Que su marido vea que hay un cambio en usted, para que crea en el poder trasnformador del evangelio. Demuestre usted que Dios está haciendo la obra en su corazón, que Dios está haciendo la obra en su vida. Estaba platicando con una pareja hace unos días, y la esposa, que no viene mucho a la iglesia, decía: “Desde que mi marido está yendo a la iglesia, pastor, este hombre es otro.” Ella no entiende, porque el cambio lo hace Dios; esa es la obra del Espíritu de Dios en la vida del creyente.

¿Qué somos? Somos facilitadores, eso es lo que somos. Ni usted ni yo, podemos cambiar a nadie, yo no puedo cambiarle el corazón a nadie, eso es obra del Espíritu de Dios. ¿En qué sentido soy un facilitador? Yo le hablo a la gente del evangelio, y cuando la gente tiene una pregunta, yo facilito información, simple y sencillamente. Usted haga la parte que le corresponde, el resultado lo va a dar el Señor. Así es como funciona la cosa.

¡Iglesia, la misión es urgente! ¿Por qué? ¿Qué dice Juan 3:18?

Juan 3: 18 (RV 1960): 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Hermanos, esto es urgente no podemos llegar tarde. El que cree, se salva; y el que no cree, se condena.

La palabra “creer”, la he explicado en varias ocasiones, no es una palabra superficial, trivial, vaga o insignificante; porque la Biblia dice que hasta los demonios creen. Cuando la Biblia nos habla “creer” eso implica tener fe, eso implica conocer, significa seguir, significa creer en Dios y es lo que nos lleva a una relación con Él. 

¿Por qué es tan urgente la misión? Es urgente porque las personas que mueren sin Cristo se condenan. Y mire hermano, esto incluye a la familia, incluye nuestros seres queridos. Se me hace bien difícil a mí entender cómo usted fácilmente puede ir con su hijo y comprarle unos tenis de $300, pero no traerlo a la iglesia. (ojalá que me entienda el sentido con el que se lo digo).

Mi mamá ella vive en un lugar de ancianos, un lugar que es precioso, y se paga dinero por eso. Pero es católico ese lugar, y toda la gente de ahí saben que mi mamá es evangélica. Todas las monjas saben que el hijo de la doña Alicia es pastor en Canadá. Cuando yo llego a visitar a mi mamá, yo saludo a la monjita, ellas muy amables y toda la cuestión. Pero como yo no estoy en ese lugar, hay un pastor, que visita a mi mamá y se ocupa de su vida espiritual. ¡Por amor de Dios, entienda lo que le estoy diciendo: La misión es urgente! Piense en su mamá, piense en su papá. Nosotros los creyentes nos movemos en un mundo espiritual, no estamos hablando de: qué es lo que puede hacer usted, ni qué es lo que puede hacer otra persona; estamos hablando lo que puede hacer Dios. La palabra de Dios no regresa vacía. Busque la manera, busque la forma, pero no de una manera simplista. 

Estas cosas, yo entiendo que, no son populares en las redes sociales. Es más, algunas encuestas que se han hecho concluyen que: cuando un pastor menciona la palabra “infierno” la gente inmediatamente cambia el canal. Usted puede cambiar el canal, pero lo que no puede cambiar es el infierno, eso no lo puede cambiar. Es por eso que estamos hablando de compasión. Jesús tuvo compasión de las almas. ¿Sabe por qué? Porque sabía a dónde van si no se arrepienten y le entregan su vida a Jesús. Hermano, lo material se acaba, pero la eternidad es para siempre. Cuando usted le da prioridad a lo material, lo espiritual se viene abajo. Entonces esto es urgente. Esa es la misión, Dios no tiene nietos, tiene hijos. 

Yo cuando conocí el evangelio, yo quería que mis amigos conocieran el evangelio, yo quería que mis hermanos vinieran a conocer al Señor. A mi hermano menor, que lo vieron ustedes por acá, desde chamaquito lo llevé a la iglesia. Yo iba a las 6 de la mañana, salía de la iglesia para ir a recogerlo, lo traía a la iglesia y se quedaba conmigo todo el día hasta que terminaba el último culto, casi las diez de la noche. El domingo la pasaba conmigo. Le estoy hablando de un chamaquito de 12, 13, 14 años; no crea que quería pasar todo el día metido en una iglesia, sin embargo, yo siempre estaba buscando la forma de que permaneciera.

La familia tiene mucha importancia para que nosotros podamos sembrar el evangelio glorioso de Cristo en los corazones. Es importante que usted haga algo al respecto, no puede pasar esto desapercibido. Da tristeza como hay gente que no lo entiende. Y no hay cosa más maravillosa que toda la familia se encuentre adorando a Dios en la casa del Señor. ¡Qué lindo! Yo doy gracias a Dios, por una cantidad de familias de esta iglesia que están todos sus miembros adorando a Dios.

Sus hijos van a llegar a una edad donde usted no va a poder hacer nada, simple y sencillamente, pero le va a quedar la satisfacción de que usted hizo todo lo que tenía que hacer: que usted les predicó el evangelio, que usted les habló de Jesucristo, que usted los trajo a la iglesia. Entonces usted va a estar tranquilo porque usted hizo lo que podía hacer. La salvación no puede esperar.

Sembrar la semilla es fácil. Por ejemplo: aquellas personas que trabajan en una oficina, aquellas personas que trabajan en la construcción, aquellas personas que están en algún lugar, ¿de qué manera puede usted sembrar la semilla con gente inconversa? ¿De qué manera puede sembrar la semilla con gente que no conoce a Dios, que no vienen, que no asisten a ninguna iglesia? Use frases repetitivas. Por ejemplo, usted puede cualquier cosita buena que surja decir: “Gracias a Dios.” Si usted dice “gracias a Dios” dos, tres veces en un día, todos los días, créame, créame, alguien le va a preguntar: Oye, ¿y tú por qué siempre dices gracias a Dios? Usted puede decir cuando alguien te cuenta algo bueno: “Es que Dios es bueno.” Diga eso varias veces en un día con sus compañeros. Diga usted: Ay, mira vos, por poquito te caes. Sí, es que a mí Dios me cuida. Es que a mí Dios me cuida. Repita eso. Usted puede decir: “Esta semana, recibí una bendición.” En lugar de decir: “Fíjate que yo tengo buena suerte”. A la hora de los alimentos, ore por la comidita: “Gracias, Señor, por los alimentos.” Mire, eso es todo lo que tiene que hacer. Y a propósito, acérquese a ellos, ¿verdad? Agarre la comidita: “Gracias, Señor, por la comidita. Gracias, Señor.” Te garantizo, hermano, te garantizo que a la vuelta de unos días te van a preguntar: “Mira, y qué onda vos. ¿Qué onda de qué? ¿Por qué le da gracias a Dios?” “Porque Dios es bueno.” Qué oportunidad más grande para poder hablar del evangelio. Mire, don Juan, usted puede venir a trabajar el domingo. “Ay, jefe, disculpe, pero es que el domingo voy a la iglesia con mi familia, no puedo.” Mencione frases como: “Es que yo tengo fe en Dios. Yo tengo fe en Dios.” Mencione cosas como: “Yo creo en el poder de la oración.” Cuando usted está platicando con sus compañeros y alguien le dice: -No hombre, fíjate que ayer no pude venir porque mi hija está enferma. ¡Ah!, ¿qué tiene tu niña? -Fíjate que le he dado una cosa que no sé qué. Mira, dime como se llama tu niña porque yo soy cristiano y creo en el poder de la oración. Voy a poner en oración a tu niña. ¡Dios mío hermano! La gente se va a dar cuenta. Entonces son formas de evangelizar. Decir expresiones como: “Dios es grande.” “Dios nunca falla.” Mencione el nombre de Dios en sus conversaciones. Esa es una manera de sembrar la semilla. Tenemos que sembrar la semilla donde quiera que nosotros estamos.

Cuando yo trabajé en un banco allá en El Salvador, a mí mi jefe me prohibió sembrar la semilla. Me dijo: “Su evangelio de la puerta para afuera, pero de la puerta para adentro usted respeta. Esto es un trabajo.” Sí, pero ¿qué pasó? A la vuelta de 6 meses, ella me preguntaba a mí cosas espirituales. Ya yo podía hablar con mis compañeros, que los traía a la iglesia. Por cierto, todas esas frases son semillas que se siembran en el corazón de la gente.

Otra manera de testificar de nuestra fe.

Por favor no diga malas palabras, no sea vulgar. Porque el agua y el aceite no se mezclan. La luz y las tinieblas no pueden estar juntas. Si usted le va a decir a alguien todas las cosas que le acabo de mencionar: “Yo soy cristiano, yo tengo fe, Dios es grande, qué bueno es Dios”, y luego: “Mirá, hijo de…”. No hombre esa no es manera de testificar, no sea vulgar. 

No trate mal a la gente. Eso habla muy mal de usted. No estoy diciendo que no tenga carácter, ¿verdad?, eso es necesario. Todo jefe necesita tener carácter para poner las cosas en su lugar; pero una cosa es tener carácter y otra cosa es maltratar a la gente.

No participe de acciones lujuriosas con sus compañeros. ¿Qué quiere decir eso, pastor? Si en el descanso se ponen en los teléfonos a ver mujeres desnudas, no participe de esas cosas, por favor. ¿Por qué? Porque está lanzando un mensaje equivocado sobre usted, mi hermano. No me venga a decir: “Yo soy creyente, yo conozco a Dios, yo tengo fe en el Señor”, y luego… mira lo que hace. Respete a su familia, respete a sus hijos. No participe de esas cosas. Cuando le preguntan: -Mira a vos, ¿por qué no te gustan estas cosas? ¿Qué sos del otro equipo? “No, es que yo soy cristiano por la gracia de Dios. Fíjate, y esas cosas a mí la verdad no me gustan.” 

Tener a Cristo en el corazón transforma vidas, te cambia el chip. De verdad lo digo. 

Hay personas que creen que van a fracasar toda su vida. Creen que su vida no tiene ningún propósito y ningún sentido. Pero cuando Cristo viene a tu vida, el Señor te abre la mente, te abre el corazón y te abre el horizonte. ¿Ves? No hay límite para lo que Dios pueda hacer contigo, para su honra y para su gloria. Dios transforma la vida. Es por eso que muchas parejas han venido quebrantadas, y Dios les ha restaurado. Dios quita vicios, hermano; estoy hablando de un creyente serio, que tome el evangelio en serio. 

2 Corintios 5:17 (RV 1960): 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Esas cosas las hace Dios, ¿me entiende? Dios hace nuevas criaturas, Dios transforma vida. Todos estamos aquí somos testimonio vivo del poder de Dios. Amén. 

Le quiero mencionar rápidamente 20 cositas que Dios ha hecho en usted y en mí:

  1. Estábamos perdidos y Dios nos encontró. 
  2. Estábamos muertos en delitos y pecados y Dios nos perdonó.
  3. Éramos culpables, Dios nos hizo justos.
  4. Éramos pecadores empedernidos, Dios nos santificó.
  5. Estábamos condenados, ahora somos libres de condenación.
  6. Estábamos enemistados con Dios, ahora tenemos paz para con Dios.
  7. Nuestra vida era un fracaso, ahora Dios nos lleva de triunfo en triunfo.
  8. Antes éramos hijos del diablo, ahora somos hijos de Dios.
  9. Antes solo males llegaban a nuestra vida, ahora tenemos la bendición de Dios.
  10. Antes andábamos en valle de sombra de muerte, ahora Dios nos protege.
  11. Nuestros familiares nos abandonaron, Dios nos recogió.
  12. Antes vivíamos de mentira en mentira, ahora la verdad nos ha hecho libres.
  13. Antes estábamos muertos espiritualmente, ahora hemos pasado de muerte a vida.
  14. Antes no podíamos con las cargas de la vida, ahora todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
  15. Antes estábamos lejos de Dios, ahora tenemos entrada al trono celestial. 
  16. Antes no teníamos ni donde caer muerto, ahora tenemos herencia en los cielos. 
  17. Dice el apóstol Pablo: antes nadie nos demostró amor ni cariño, ahora sabemos con todo el alma que Dios nos ama.
  18. Antes nadie daba nada por nosotros, ahora tenemos una fe que es más preciosa que el oro.
  19. Antes estábamos lejos de Dios, ahora lo tenemos en el corazón.
  20. Antes no sabía a dónde iba mi alma al morir hoy sabemos que al cerrar los ojos aquí lo vamos a abrir ante la presencia de Dios.

Hermanos, somos testigos del poder de Dios. Mire lo que Dios ha hecho con nosotros, Dios nos buscó y nos encontró. Fue a Samaria a buscar a la mujer del pozo. Fue a Jericó a encontrarse con Zaqueo. Fue a Capernaún a encontrarse con Mateo. Fue a Gadara a encontrarse con el endemoniado. Fue a Betania para encontrarse con Lázaro, Marta y María. Fue al reparto Maquilisuat, avenida Los Laureles número 23 para encontrarme; ¿a dónde fue para encontrarlo a usted? Vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Él nos conoce tan bien que dijo “A ese muchacho lo tengo que sacar de esa colonia donde está, porque si se queda ahí nunca va a ir a la iglesia.” Y entonces ¿qué vamos a hacer? Este otro va a agarrar camino para Canadá, pero allá lo voy a estar esperando. Entonces vienes a Canadá y el primer cuate que te encuentras que habla español te dice “Mira deberías de ir a una iglesia que se llama El Redentor ahí ayudan a la gente. Y usted se vino a El Redentor, y entra y: ¿qué fue lo que escuchó? Que Dios le ama, que tiene un plan maravilloso para su vida y que Jesucristo vino desde la gloria a la tierra, porque vino a buscar lo que se había perdido. Y ese papelito tiene su nombre, nada pasa por casualidad mi querido y amado amigo. Usted está aquí porque Dios lo ha traído, y Dios le quiere salvar.

La salvación es urgente. Mis queridos y amados hermanos, por favor no deje que este mensaje pase por encima de su cabeza. Váyase de aquí platicando con su esposo(a), con su amigo, con quien quiera que haya venido y diga.”¿Quién de nuestra familia no conoce del evangelio? ¿Quién de mi trabajo no conoce del evangelio? ¿Qué oportunidad puedo tener yo para hablar con mi jefe acerca de Jesucristo? ¿De qué manera puedo hacer algo para que el nombre de Dios sea exaltado y glorificado? 

Porque Jesucristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Vamos a orar: Padre te damos gracias porque nos sentimos privilegiados en este día, porque entendimos Señor que tú viniste a buscarnos y a salvarnos. Señor no somos merecedores de tanta bendición, ¡pero has hecho tanto con nosotros! Nos has bendecido en gran manera Señor. Desde que te conocemos nuestra vida ha sido transformada, bendito seas por siempre Señor. Personas que nos conocieron antes, no darían nada por nosotros; y ahora cuando nos miran se ven sorprendidos de todo lo que tú has hecho en la vida de tus hijos Padre. También queremos pensar en aquellas personas que no te conocen; aquellas amistades, aquellas personas con las que compartimos todos los días en el trabajo, los amigos que todavía no saben que Jesucristo ha venido a este mundo a buscar lo que se había perdido.

Mientras todos oramos, si usted nunca ha recibido a Cristo en el corazón pero quisiera hacerlo en esta hora porque necesita a Dios, ahí donde está haga esta oración conmigo: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Me arrepiento de mis faltas. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu preciosa sangre. En este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra. Señor gracias por lo que has hecho con nosotros. No hay manera Padre que nosotros podamos pagar lo que tú has hecho, porque la sangre preciosa de Cristo no tiene precio. 

Gracias te damos por la vida de cada uno de mis hermanos y por una salvación tan grande, a ti y solo a ti sea la honra y la gloria, por los siglos de los siglos amén. 

Amados hermanos Dios les bendiga. 

Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en Linkedin
  • Compartir en Tumblr
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia El Redentor- Congregación - Biblia Resurrección y Fe
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia El Redentor No temas Maria, No temas José
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia El Redentor- Congregación - Biblia Los personajes de la Biblia: Eliezer
sermones cristianos bautistas O le Cree a Dios o le Cree al Diablo
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Relaciones Sexuales Prohibidas
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Que haya luz


Compasión por las almas


Mayo 25, 2025 – 2:00PM | Mateo 9:35-38 | Dr. David Rodríguez

Etiquetas: mateo, mayo 2025, pastor david rodriguez, transcripcion


Descargar Texto: Sermón en PDF

TRANSCRIPCIÓN

Busquemos en nuestras Biblias Mateo capítulo 9. El mensaje de esta tarde se llama: Compasión por las almas. 

Mateo 9:35-38 (RV 1960): 35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. 

Mateo 9:35-38 (RV 1960): 35 Jesús recorría todos los pueblos y las ciudades. Enseñaba en las sinagogas, anunciaba las buenas noticias del reino de Dios, y sanaba a la gente que sufría de dolores y de enfermedades. 36 Y al ver la gran cantidad de gente que lo seguía, Jesús sintió mucha compasión, porque vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor! 37 Jesús les dijo a sus discípulos: «Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias. 38 Por eso, pídanle a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.» ¿Se dan cuenta de esto? Hace 2000 años que Jesús dijo estas palabras. ¡Qué maravilla! ¿No es cierto?

Vamos a pedir a Dios que nos bendiga. Señor, al pensar en lo que hiciste en nuestras vidas, te damos honra y gloria. Te damos gracias, no nos cansamos de agradecerte que un día, sin merecerlo, pusiste los ojos en nosotros y nos redimiste. Mandaste a Jesús a buscarnos, a salvarnos. Te alabamos, te bendecimos. Permite, Señor, yo te ruego, que podamos tener compasión por las almas, todos los que estamos acá. Que podamos obedecer a tu palabra y podamos ver la necesidad profunda en el corazón y en la vida de la gente,de conocerte; en el nombre de Jesús, te lo pedimos. Amén.

Lucas 19: 10 (RV 1960): Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Amados, este versículo nos dice con toda claridad la razón por la que vino Jesús a este mundo. Sin Cristo, el mundo está perdido espiritualmente, sin lugar a duda. Por esa razón, Dios mandó a Jesús, su Hijo, a buscar y a salvar lo que se había perdido. 

Este día, domingo, millones de millones de personas asisten a una iglesia alrededor del globo. Todos los que estamos, estuvieron, y estarán en la casa del Señor, en cualquier parte del mundo, somos personas que un día estuvimos perdidos, pero por su gracia y su misericordia, Él nos ha salvado. Jesús vino a buscar lo que se había perdido.

En la Biblia nos damos cuenta nosotros de varios ejemplos y varias situaciones lindas donde, no crea usted que estas cosas sucedieron por casualidad. Por ejemplo:

-Cuando Jesús fue a Samaria, tuvo un encuentro en el pozo de Jacob, ¿con quién? Con la mujer samaritana. Ese no fue un encuentro de casualidad; porque Jesús vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

-Jesús caminaba por las calles de Capernaúm, y de repente llegó a un lugarcito donde había un hombre que estaba cobrando impuestos, y fijando la mirada en este hombre, le dijo: “Sígueme.” ¿Cómo se llamaba este hombre? Mateo. No crea usted que esa cita, que esa reunión, que ese instante, que ese momento sucedió por casualidad.

-Estando el Señor en Jericó, dice la Escritura que venía caminando debajo de un árbol, y en ese árbol se había subido una persona chaparrita (baja estatura). El Señor volvió su mirada y le dijo: “Desciende, porque vamos a comer esta noche en tu casa.” ¿Con quién se encontró en ese lugar? Con Zaqueo. No crea usted que esa reunión, que esa cita, sucedió por casualidad.

-En un día, conversando con un fariseo llamado Nicodemo, Jesús le dijo que si no nacía de nuevo, no entraría en el reino de los cielos. ¿No crea usted que esa conversación sucedió por casualidad? Jesús vino del cielo a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Usted me ha escuchado en varias oportunidades, y lo reitero en esta tarde, que nosotros existimos con un propósito. Y el propósito por el cual existimos, cada uno de nosotros, es para alabanza de la gloria de nuestro Dios, para eso nos creó Dios. Y mientras existimos para alabanza del Señor, nos casamos. Y mientras existimos para alabanza del Señor, buscamos un trabajo. Y mientras existimos para alabanza del Señor, vivimos nuestra vida; pero la razón prioritaria por la que existimos es para alabanza del Señor. Si usted tiene familia, gloria a Dios. Si no tiene familia, el propósito de Dios no cambia para usted; porque existe para alabanza del Señor. Eso es lo que la Escritura nos enseña. Y en segundo lugar, es porque Dios nos ha encomendado una misión. Esta es la misión:

Marcos 16:15 (RV 1960): Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Yo nací en un barrio allá en San Salvador, se llama el barrio San Esteban. El día que yo recibí la carta para venir a estas partes de Canadá a predicar, yo no sabía dónde quedaba Vancouver, ni idea tenía. Y Dios mueve todas estas cosas en el mundo porque Dios tiene un propósito. Él quiere que el evangelio de nuestro Señor Jesucristo llegue a toda criatura.

La reunión que estamos celebrando en esta tarde no es una reunión casual, no es algo que: “Ah, mire, hoy me dieron ganas de venir y por eso vine.” ¡No! Dios prepara todas estas cosas desde antes de la fundación del mundo. Y todo eso lo hace por el gran amor y por la compasión que tiene por nosotros.

Marcos 16:15 (RV 1960): Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Entonces, en este versículo dijo: “Vayan por el mundo, prediquen el evangelio a toda criatura.” A esto se le llama la Gran Comisión. Esa misión no solo es de los pastores, esa misión no solamente es de los misioneros. Hoy en dìa existen 443,000 misioneros, casi medio millón de misioneros, que se encuentran en diferentes partes del mundo. Usted, esta iglesia, participa de esa actividad, participamos de esta misión. Ya que nosotros no podemos ir, entonces apoyamos a aquellos que Dios ha llamado. Entonces esta gente va para allá y nosotros los apoyamos, somos canal de bendición para esta gente. Pero, ¿y por qué hacemos eso? Porque lo manda la Biblia.

Fíjate que Jesús tuvo que venir a enseñar a los apóstoles, les dijo: “Vengan conmigo, quiero decirles algo, yo no voy a estar con ustedes toda la vida. Yo he venido a una misión, pero cuando la termine, me voy al Padre y ustedes se quedan haciendo esto, y le enseñan a la próxima generación a hacer lo mismo, y le enseñan a la próxima generación a hacer lo mismo,y así sucesivamente.” Y hasta nuestros días llegamos ahora. Y ¿cuál es la misión? La misma, no ha cambiado: Que todo el mundo conozca que Jesucristo vino a la tierra, murió por nuestros pecados, para darnos salvación y vida eterna. Usted y yo tenemos una misión: predicar el evangelio a toda criatura, compartir el evangelio. Pero escúcheme: como un estilo de vida. ¿Qué significa eso? Significa que no tenemos que esperar una campaña de evangelismo, que no tenemos que irnos a un viaje misionero para hacer la obra que el Señor nos ha encomendado. 

El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Roma dijo: Romanos 1:16 (RV 1960) Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. La palabra “poder” en esta porción de la escritura es “dynamos”, que significa dinamita. De tal manera que un creyente no se debe avergonzar de ser cristiano bajo ningún punto de vista. ¿Usted se avergüenza de ser canadiense? ¿Verdad que no? Mucho menos nos debemos de avergonzar de ser ciudadanos del cielo. No nos debe dar pena compartir el evangelio. 

Es necesario entender una cosa: Nuestra responsabilidad es compartir el evangelio. Los resultados son de Dios. Usted me dice a mí: ¡Ay, pastor! Yo le he estado hablando a mi marido, pero tiene un corazón tan, pero tan, duro. Mire hermana, en primer lugar, el resultado es de Dios. En segundo lugar, ayude usted un poquito. ¿De qué forma? Que su marido vea que hay un cambio en usted, para que crea en el poder trasnformador del evangelio. Demuestre usted que Dios está haciendo la obra en su corazón, que Dios está haciendo la obra en su vida. Estaba platicando con una pareja hace unos días, y la esposa, que no viene mucho a la iglesia, decía: “Desde que mi marido está yendo a la iglesia, pastor, este hombre es otro.” Ella no entiende, porque el cambio lo hace Dios; esa es la obra del Espíritu de Dios en la vida del creyente.

¿Qué somos? Somos facilitadores, eso es lo que somos. Ni usted ni yo, podemos cambiar a nadie, yo no puedo cambiarle el corazón a nadie, eso es obra del Espíritu de Dios. ¿En qué sentido soy un facilitador? Yo le hablo a la gente del evangelio, y cuando la gente tiene una pregunta, yo facilito información, simple y sencillamente. Usted haga la parte que le corresponde, el resultado lo va a dar el Señor. Así es como funciona la cosa.

¡Iglesia, la misión es urgente! ¿Por qué? ¿Qué dice Juan 3:18?

Juan 3: 18 (RV 1960): 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Hermanos, esto es urgente no podemos llegar tarde. El que cree, se salva; y el que no cree, se condena.

La palabra “creer”, la he explicado en varias ocasiones, no es una palabra superficial, trivial, vaga o insignificante; porque la Biblia dice que hasta los demonios creen. Cuando la Biblia nos habla “creer” eso implica tener fe, eso implica conocer, significa seguir, significa creer en Dios y es lo que nos lleva a una relación con Él. 

¿Por qué es tan urgente la misión? Es urgente porque las personas que mueren sin Cristo se condenan. Y mire hermano, esto incluye a la familia, incluye nuestros seres queridos. Se me hace bien difícil a mí entender cómo usted fácilmente puede ir con su hijo y comprarle unos tenis de $300, pero no traerlo a la iglesia. (ojalá que me entienda el sentido con el que se lo digo).

Mi mamá ella vive en un lugar de ancianos, un lugar que es precioso, y se paga dinero por eso. Pero es católico ese lugar, y toda la gente de ahí saben que mi mamá es evangélica. Todas las monjas saben que el hijo de la doña Alicia es pastor en Canadá. Cuando yo llego a visitar a mi mamá, yo saludo a la monjita, ellas muy amables y toda la cuestión. Pero como yo no estoy en ese lugar, hay un pastor, que visita a mi mamá y se ocupa de su vida espiritual. ¡Por amor de Dios, entienda lo que le estoy diciendo: La misión es urgente! Piense en su mamá, piense en su papá. Nosotros los creyentes nos movemos en un mundo espiritual, no estamos hablando de: qué es lo que puede hacer usted, ni qué es lo que puede hacer otra persona; estamos hablando lo que puede hacer Dios. La palabra de Dios no regresa vacía. Busque la manera, busque la forma, pero no de una manera simplista. 

Estas cosas, yo entiendo que, no son populares en las redes sociales. Es más, algunas encuestas que se han hecho concluyen que: cuando un pastor menciona la palabra “infierno” la gente inmediatamente cambia el canal. Usted puede cambiar el canal, pero lo que no puede cambiar es el infierno, eso no lo puede cambiar. Es por eso que estamos hablando de compasión. Jesús tuvo compasión de las almas. ¿Sabe por qué? Porque sabía a dónde van si no se arrepienten y le entregan su vida a Jesús. Hermano, lo material se acaba, pero la eternidad es para siempre. Cuando usted le da prioridad a lo material, lo espiritual se viene abajo. Entonces esto es urgente. Esa es la misión, Dios no tiene nietos, tiene hijos. 

Yo cuando conocí el evangelio, yo quería que mis amigos conocieran el evangelio, yo quería que mis hermanos vinieran a conocer al Señor. A mi hermano menor, que lo vieron ustedes por acá, desde chamaquito lo llevé a la iglesia. Yo iba a las 6 de la mañana, salía de la iglesia para ir a recogerlo, lo traía a la iglesia y se quedaba conmigo todo el día hasta que terminaba el último culto, casi las diez de la noche. El domingo la pasaba conmigo. Le estoy hablando de un chamaquito de 12, 13, 14 años; no crea que quería pasar todo el día metido en una iglesia, sin embargo, yo siempre estaba buscando la forma de que permaneciera.

La familia tiene mucha importancia para que nosotros podamos sembrar el evangelio glorioso de Cristo en los corazones. Es importante que usted haga algo al respecto, no puede pasar esto desapercibido. Da tristeza como hay gente que no lo entiende. Y no hay cosa más maravillosa que toda la familia se encuentre adorando a Dios en la casa del Señor. ¡Qué lindo! Yo doy gracias a Dios, por una cantidad de familias de esta iglesia que están todos sus miembros adorando a Dios.

Sus hijos van a llegar a una edad donde usted no va a poder hacer nada, simple y sencillamente, pero le va a quedar la satisfacción de que usted hizo todo lo que tenía que hacer: que usted les predicó el evangelio, que usted les habló de Jesucristo, que usted los trajo a la iglesia. Entonces usted va a estar tranquilo porque usted hizo lo que podía hacer. La salvación no puede esperar.

Sembrar la semilla es fácil. Por ejemplo: aquellas personas que trabajan en una oficina, aquellas personas que trabajan en la construcción, aquellas personas que están en algún lugar, ¿de qué manera puede usted sembrar la semilla con gente inconversa? ¿De qué manera puede sembrar la semilla con gente que no conoce a Dios, que no vienen, que no asisten a ninguna iglesia? Use frases repetitivas. Por ejemplo, usted puede cualquier cosita buena que surja decir: “Gracias a Dios.” Si usted dice “gracias a Dios” dos, tres veces en un día, todos los días, créame, créame, alguien le va a preguntar: Oye, ¿y tú por qué siempre dices gracias a Dios? Usted puede decir cuando alguien te cuenta algo bueno: “Es que Dios es bueno.” Diga eso varias veces en un día con sus compañeros. Diga usted: Ay, mira vos, por poquito te caes. Sí, es que a mí Dios me cuida. Es que a mí Dios me cuida. Repita eso. Usted puede decir: “Esta semana, recibí una bendición.” En lugar de decir: “Fíjate que yo tengo buena suerte”. A la hora de los alimentos, ore por la comidita: “Gracias, Señor, por los alimentos.” Mire, eso es todo lo que tiene que hacer. Y a propósito, acérquese a ellos, ¿verdad? Agarre la comidita: “Gracias, Señor, por la comidita. Gracias, Señor.” Te garantizo, hermano, te garantizo que a la vuelta de unos días te van a preguntar: “Mira, y qué onda vos. ¿Qué onda de qué? ¿Por qué le da gracias a Dios?” “Porque Dios es bueno.” Qué oportunidad más grande para poder hablar del evangelio. Mire, don Juan, usted puede venir a trabajar el domingo. “Ay, jefe, disculpe, pero es que el domingo voy a la iglesia con mi familia, no puedo.” Mencione frases como: “Es que yo tengo fe en Dios. Yo tengo fe en Dios.” Mencione cosas como: “Yo creo en el poder de la oración.” Cuando usted está platicando con sus compañeros y alguien le dice: -No hombre, fíjate que ayer no pude venir porque mi hija está enferma. ¡Ah!, ¿qué tiene tu niña? -Fíjate que le he dado una cosa que no sé qué. Mira, dime como se llama tu niña porque yo soy cristiano y creo en el poder de la oración. Voy a poner en oración a tu niña. ¡Dios mío hermano! La gente se va a dar cuenta. Entonces son formas de evangelizar. Decir expresiones como: “Dios es grande.” “Dios nunca falla.” Mencione el nombre de Dios en sus conversaciones. Esa es una manera de sembrar la semilla. Tenemos que sembrar la semilla donde quiera que nosotros estamos.

Cuando yo trabajé en un banco allá en El Salvador, a mí mi jefe me prohibió sembrar la semilla. Me dijo: “Su evangelio de la puerta para afuera, pero de la puerta para adentro usted respeta. Esto es un trabajo.” Sí, pero ¿qué pasó? A la vuelta de 6 meses, ella me preguntaba a mí cosas espirituales. Ya yo podía hablar con mis compañeros, que los traía a la iglesia. Por cierto, todas esas frases son semillas que se siembran en el corazón de la gente.

Otra manera de testificar de nuestra fe.

Por favor no diga malas palabras, no sea vulgar. Porque el agua y el aceite no se mezclan. La luz y las tinieblas no pueden estar juntas. Si usted le va a decir a alguien todas las cosas que le acabo de mencionar: “Yo soy cristiano, yo tengo fe, Dios es grande, qué bueno es Dios”, y luego: “Mirá, hijo de…”. No hombre esa no es manera de testificar, no sea vulgar. 

No trate mal a la gente. Eso habla muy mal de usted. No estoy diciendo que no tenga carácter, ¿verdad?, eso es necesario. Todo jefe necesita tener carácter para poner las cosas en su lugar; pero una cosa es tener carácter y otra cosa es maltratar a la gente.

No participe de acciones lujuriosas con sus compañeros. ¿Qué quiere decir eso, pastor? Si en el descanso se ponen en los teléfonos a ver mujeres desnudas, no participe de esas cosas, por favor. ¿Por qué? Porque está lanzando un mensaje equivocado sobre usted, mi hermano. No me venga a decir: “Yo soy creyente, yo conozco a Dios, yo tengo fe en el Señor”, y luego… mira lo que hace. Respete a su familia, respete a sus hijos. No participe de esas cosas. Cuando le preguntan: -Mira a vos, ¿por qué no te gustan estas cosas? ¿Qué sos del otro equipo? “No, es que yo soy cristiano por la gracia de Dios. Fíjate, y esas cosas a mí la verdad no me gustan.” 

Tener a Cristo en el corazón transforma vidas, te cambia el chip. De verdad lo digo. 

Hay personas que creen que van a fracasar toda su vida. Creen que su vida no tiene ningún propósito y ningún sentido. Pero cuando Cristo viene a tu vida, el Señor te abre la mente, te abre el corazón y te abre el horizonte. ¿Ves? No hay límite para lo que Dios pueda hacer contigo, para su honra y para su gloria. Dios transforma la vida. Es por eso que muchas parejas han venido quebrantadas, y Dios les ha restaurado. Dios quita vicios, hermano; estoy hablando de un creyente serio, que tome el evangelio en serio. 

2 Corintios 5:17 (RV 1960): 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Esas cosas las hace Dios, ¿me entiende? Dios hace nuevas criaturas, Dios transforma vida. Todos estamos aquí somos testimonio vivo del poder de Dios. Amén. 

Le quiero mencionar rápidamente 20 cositas que Dios ha hecho en usted y en mí:

  1. Estábamos perdidos y Dios nos encontró. 
  2. Estábamos muertos en delitos y pecados y Dios nos perdonó.
  3. Éramos culpables, Dios nos hizo justos.
  4. Éramos pecadores empedernidos, Dios nos santificó.
  5. Estábamos condenados, ahora somos libres de condenación.
  6. Estábamos enemistados con Dios, ahora tenemos paz para con Dios.
  7. Nuestra vida era un fracaso, ahora Dios nos lleva de triunfo en triunfo.
  8. Antes éramos hijos del diablo, ahora somos hijos de Dios.
  9. Antes solo males llegaban a nuestra vida, ahora tenemos la bendición de Dios.
  10. Antes andábamos en valle de sombra de muerte, ahora Dios nos protege.
  11. Nuestros familiares nos abandonaron, Dios nos recogió.
  12. Antes vivíamos de mentira en mentira, ahora la verdad nos ha hecho libres.
  13. Antes estábamos muertos espiritualmente, ahora hemos pasado de muerte a vida.
  14. Antes no podíamos con las cargas de la vida, ahora todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
  15. Antes estábamos lejos de Dios, ahora tenemos entrada al trono celestial. 
  16. Antes no teníamos ni donde caer muerto, ahora tenemos herencia en los cielos. 
  17. Dice el apóstol Pablo: antes nadie nos demostró amor ni cariño, ahora sabemos con todo el alma que Dios nos ama.
  18. Antes nadie daba nada por nosotros, ahora tenemos una fe que es más preciosa que el oro.
  19. Antes estábamos lejos de Dios, ahora lo tenemos en el corazón.
  20. Antes no sabía a dónde iba mi alma al morir hoy sabemos que al cerrar los ojos aquí lo vamos a abrir ante la presencia de Dios.

Hermanos, somos testigos del poder de Dios. Mire lo que Dios ha hecho con nosotros, Dios nos buscó y nos encontró. Fue a Samaria a buscar a la mujer del pozo. Fue a Jericó a encontrarse con Zaqueo. Fue a Capernaún a encontrarse con Mateo. Fue a Gadara a encontrarse con el endemoniado. Fue a Betania para encontrarse con Lázaro, Marta y María. Fue al reparto Maquilisuat, avenida Los Laureles número 23 para encontrarme; ¿a dónde fue para encontrarlo a usted? Vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Él nos conoce tan bien que dijo “A ese muchacho lo tengo que sacar de esa colonia donde está, porque si se queda ahí nunca va a ir a la iglesia.” Y entonces ¿qué vamos a hacer? Este otro va a agarrar camino para Canadá, pero allá lo voy a estar esperando. Entonces vienes a Canadá y el primer cuate que te encuentras que habla español te dice “Mira deberías de ir a una iglesia que se llama El Redentor ahí ayudan a la gente. Y usted se vino a El Redentor, y entra y: ¿qué fue lo que escuchó? Que Dios le ama, que tiene un plan maravilloso para su vida y que Jesucristo vino desde la gloria a la tierra, porque vino a buscar lo que se había perdido. Y ese papelito tiene su nombre, nada pasa por casualidad mi querido y amado amigo. Usted está aquí porque Dios lo ha traído, y Dios le quiere salvar.

La salvación es urgente. Mis queridos y amados hermanos, por favor no deje que este mensaje pase por encima de su cabeza. Váyase de aquí platicando con su esposo(a), con su amigo, con quien quiera que haya venido y diga.”¿Quién de nuestra familia no conoce del evangelio? ¿Quién de mi trabajo no conoce del evangelio? ¿Qué oportunidad puedo tener yo para hablar con mi jefe acerca de Jesucristo? ¿De qué manera puedo hacer algo para que el nombre de Dios sea exaltado y glorificado? 

Porque Jesucristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Vamos a orar: Padre te damos gracias porque nos sentimos privilegiados en este día, porque entendimos Señor que tú viniste a buscarnos y a salvarnos. Señor no somos merecedores de tanta bendición, ¡pero has hecho tanto con nosotros! Nos has bendecido en gran manera Señor. Desde que te conocemos nuestra vida ha sido transformada, bendito seas por siempre Señor. Personas que nos conocieron antes, no darían nada por nosotros; y ahora cuando nos miran se ven sorprendidos de todo lo que tú has hecho en la vida de tus hijos Padre. También queremos pensar en aquellas personas que no te conocen; aquellas amistades, aquellas personas con las que compartimos todos los días en el trabajo, los amigos que todavía no saben que Jesucristo ha venido a este mundo a buscar lo que se había perdido.

Mientras todos oramos, si usted nunca ha recibido a Cristo en el corazón pero quisiera hacerlo en esta hora porque necesita a Dios, ahí donde está haga esta oración conmigo: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Me arrepiento de mis faltas. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu preciosa sangre. En este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra. Señor gracias por lo que has hecho con nosotros. No hay manera Padre que nosotros podamos pagar lo que tú has hecho, porque la sangre preciosa de Cristo no tiene precio. 

Gracias te damos por la vida de cada uno de mis hermanos y por una salvación tan grande, a ti y solo a ti sea la honra y la gloria, por los siglos de los siglos amén. 

Amados hermanos Dios les bendiga. 

Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en Linkedin
  • Compartir en Tumblr
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia El Redentor- Congregación - Biblia Resurrección y Fe
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia El Redentor No temas Maria, No temas José
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia El Redentor- Congregación - Biblia Los personajes de la Biblia: Eliezer
sermones cristianos bautistas O le Cree a Dios o le Cree al Diablo
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Relaciones Sexuales Prohibidas
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Que haya luz

TBB El Redentor

2551 East 49 Ave|Vancouver, BC
V5S 1J6
Tfno: 604.659.4225
Servicios:
Domingos 2pm y 6:30pm
Miércoles 7pm

Enlaces

Pan Diario
La Biblia

Sermones Recientes

  • Sermones Cristianos - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia CristianaEl creyente sabe administrarjunio 15, 2025 - 6:30 pm
  • Sermones Cristianos - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana¡El mejor padre!junio 15, 2025 - 2:00 pm
  • Sermones Cristianos - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia CristianaEl creyente como consejeromayo 25, 2025 - 6:30 pm

Ultimas Noticias

  • Mes del amor y la amistad - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia CristianaPracticando la amistad bíblicafebrero 28, 2025 - 1:30 am
  • 300 valientes - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana300 valientesoctubre 13, 2024 - 4:16 pm
  • Noticias– Iglesia Cristiana - Iglesia Bautista TBB El RedentorAniversario 36 y noche Pro-templo 2024septiembre 24, 2024 - 12:23 am
  • ¡Este 10 de Agosto en TBB!agosto 7, 2024 - 11:47 pm
  • Noticias– Iglesia Cristiana - Iglesia Bautista TBB El RedentorNavidad: Celebrando el Verdadero Regalodiciembre 5, 2023 - 10:52 am

Más visitadas

  • Iglesia
  • Horarios
  • Campaña Pro-templo
  • Pastor David
  • Quién es Dios
  • Misiones
  • Casas de Oración
  • Contactar

Nuestro boletín

¡Suscríbete!
© 2018 · Derechos Reservados · All Rights Reserved · elredentor.com · tel.604.659.4225
  • Instagram
  • Facebook
  • Youtube
  • Twitter
  • Mail
Lecciones del horno de fuego Sermones Cristianos - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Sermones Cristianos - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana El creyente como consejero
Desplazarse hacia arriba