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TRANSCRIPCIÓN

Vamos a orar para entregar este tiempo en las manos del Señor. 

Oremos, hermanos: Señor, te damos muchísimas gracias por este bello día que nos das. Gracias porque nos permites reunirnos aquí, Señor para crecer en tu palabra, crecer en la escritura, la revelación que tú nos dejaste. Señor te pido de corazón que me uses como un siervo inútil y que sea tu Espíritu Santo el que hable en esta hora. Señor, abre el corazón y la mente de mis hermanos para que todos podamos aprender y ponerlo en práctica, que no salgamos igual a como entramos. Señor, te pido por las personas que vienen por primera vez, que nunca han entregado su vida a Cristo o los que tienen mucho tiempo de estar aquí y nunca han entregado su vida a Cristo. Señor dales ese impulso, ábreles esa curiosidad para conocerte, para aprender y para conocerse a ellos mismos. Que sepan que tienen necesidad de ti, igual que todos nosotros. Gracias te damos por esta hora, en el nombre de Jesús, Amén y amén.

Quiero comenzar diciéndoles algo que ustedes ya saben. Sí, ustedes saben que en los últimos años y meses, Canadá ha recibido un gran bombardeo de ideas, ¿verdad? Se escuchan cosas como si debemos votar por la izquierda, por la derecha, las ideologías de género, de raza, de relaciones sexuales, depresión, pensamientos suicidas y muchas cosas más. Algunos recordarán que en estos últimos Juegos Olímpicos, donde la comunidad LGBT hizo una horrorosa representación de la última cena, una burla y una falta de respeto. Pero entre todo el ruido que hubo, vi un comentario que me hizo analizar un poco más las cosas, yo dije: “Tiene razón”. Y el comentario decía: “Hermanos, no sé por qué nos sorprende esto. ¿Qué podemos esperar de gente que no cree en Cristo, que no tiene su corazón transformado y que son esclavos del pecado? ¿Es normal que esta gente actúe así?”

Ustedes pudieron ver un montón de cristianos gritando, yendo a entrevistas, condenando y todo. Yo no digo que está mal, tenemos que condenar este tipo de cosas; pero, no nos tiene que sorprender tanto que los pecadores actúen como actúan. Es normal hermanos. Pero saben lo que sí sorprende: personas que se dicen llamar cristianas defendiendo este tipo de cosas. Eso sí nos tiene que sorprender. Y créame que las hay, las hay defendiendo el aborto, la promiscuidad, la ideología de género, pensamientos marxistas, ecumenismo y muchas otras cosas más. Yo pregunto: ¿de dónde sacan esos cristianos ese tipo de ideas y ese tipo de pensamientos? ¿De dónde vienen? Y acerquémonos un poco más aquí, en la iglesia El Redentor, las opiniones que usted tiene de todas estas cosas, ¿de dónde las ha sacado?

Hablábamos de esto con jóvenes de la iglesia, y nosotros les exhortábamos, les decíamos que deben tener cuidado con el tiempo que pasan en sus celulares. Porque el tiempo que pasan con sus celulares es mucho mayor que el tiempo que pasan con sus maestros o con sus padres. Entonces, la mayoría de las cosas que ellos han aprendido y de opiniones que tienen, las han obtenido de ahí, la mayoría.

Pero ahora, ¿qué hay de usted? ¿Qué hay de usted que está aquí? Nosotros nos hacemos llamar cristianos porque seguimos a Cristo. Pero la pregunta es, si nuestros pensamientos e ideas van alineados con lo que Él piensa.

Yo creo que Dios nos ha dejado suficiente información para seguirlo correctamente. Tenemos al Espíritu Santo que nos guía a toda la verdad. Pero también Dios nos dejó una herramienta útil para este tipo de cosas. ¿Cuál es esa herramienta? La Biblia. Y esta es la pregunta clave de hoy. 

Si usted le quisiera poner un título, la pregunta clave de hoy: ¿Qué tanto le importa la Biblia?

Algunos de nosotros pensamos en la escritura como algo para darnos fortaleza, ¿verdad?, o que simplemente tenemos que leerla cuando venimos a la iglesia o leerla todos los días. Pero decir que la Biblia solo es eso, no es una idea que provenga de la Biblia. Y aquí, ya desde ahí, ya empezamos a tener un problemita.

2 Timoteo 3:16-17 (RV 1960): 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Redargüir significa argumentar. ¿Qué dice ese versículo? Que la escritura es inspirada por Dios, entonces: ¿cómo usted confía más en sus propias ideas o en algo inspirado directamente por Dios? Las cosas que usted enseña a diario, que argumenta, que corrige, ¿está alineado con las escrituras que están inspiradas por Dios?

Usted sabe también que la palabra “inspirado” viene de “soplado”, ¿verdad? La Biblia que usted tiene en su mano, que usted puede tener en su teléfono fácilmente, es soplada, es la palabra de Dios.; por eso decimos que es palabra de Dios, porque es soplada por Dios, inspirada por Dios.

Y nosotros, durante nuestros días, hermanos, crecemos financieramente, crecemos en posesiones materiales, crecemos en metas, en sueños, crecemos físicamente 

Es triste cuando algunos creyentes están desorientados en su vida y en su mente, porque crecemos en todo menos en el conocimiento de la palabra de Dios mismo y eso nos hace tener una visión distorsionada de la escritura, del noviazgo, de los negocios, del matrimonio, la sexualidad. Tenemos una visión distorsionada también de la religión, del evangelio, hasta de Dios mismo, porque pensamos y hablamos cosas que son contrarias a lo que enseña la escritura.

Y esto no es nuevo, hermanos. Esto no es nada nuevo. Vamos a ver Mateo 22. 

Mateo 22: 28 (RV 1960): . 28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.

No nos vamos a enfocar en la pregunta, sino en quién está haciendo esta pregunta. Esta pregunta la estaba haciendo un grupo de hombres que eran muy conocedores de la palabra, pero ellos no creían en la resurrección. Entonces, podemos decir que esta era una pregunta trampa para Jesús. Y Jesús lo detectó inmediatamente. Ellos no entendían el nivel de poder de Dios. Porque si ellos hubieran entendido y creído en que Dios creó el universo (que está en Génesis, escrituras que conocían ellos muy bien) no hubieran tenido ningún problema con creer que Dios puede levantar a los muertos. Ellos habían desarrollado una idea errada porque no creían en la escritura completa. 

Entonces, ¿cuántas ideas erradas tendremos algunos de nosotros? Eso es lo que quiero que esté pensando constantemente hoy. 

Hechos 17:11 (RV 1960): 11 Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. ¿Para qué escudriñaban las escrituras? Para ver si estas cosas eran así. ¿Saben quién les estaba enseñando eso? Pablo, el máximo autor del Nuevo Testamento les estaba enseñando eso y aún así, ellos consultaban las escrituras a ver si lo que Pablo estaba diciendo era verdad.

No se quede con lo que cualquier persona que se para aquí en frente le diga. ¿Qué es lo inspirado por Dios? Las escrituras, usted tiene que consultar las Escrituras.

¿Cuántos consejos le hemos dado a otra persona que son contrarias a las escrituras que decimos leer y seguir? Y ¿cuántas veces actuamos de una manera que va totalmente en contra de lo que la escritura dice? Muchas veces actuamos sin amor, sin gozo, sin paz, sin paciencia, sin bondad, sin amabilidad, sin dominio propio, sin mansedumbre. Hermano, si la escritura es palabra de Dios mismo, ¿qué hacemos nosotros siguiendo nuestra propia opinión?

Proverbios 3:7 (RV 1960): 7 No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal. Teme significa respeta, respeta a Jehová Dios. No que respete su propia opinión. Respete a Dios y a su palabra.

Yo he estado escuchando a varios de ustedes hablar, en el tiempo que llevo aquí, y me sorprende y alegra todo lo que saben de las escritura. Y los animo a que sigan así. Yo no vengo aquí para decirles que yo sigo todas las escrituras con exactitud. No, yo lo intento, créame que lo intento. 

Pero recordemos la pregunta que hice al inicio: ¿Qué tanto le importa la Biblia (escrituras)? Debería importarte y mucho.

El último texto que les voy a dejar fue dicho por Jesús, Dios mismo hecho carne. En Juan 5:39.

Juan 5:39 (RV 1960): 39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Profundizar es: leer, meterse dentro. 

Jesús les está diciendo: ¿Quiere conocer más a Dios? Sea bueno con su prójimo, cambie su actitud, su carácter, su temperamento, sirva, sacrifique todo eso; pero las escrituras son indispensables para crecer, son indispensables. 

Vamos a orar: Señor, te damos muchas gracias por este momento. Gracias porque me permites a mí, compartirle a mis hermanos en lo que reflexioné durante varios días. Señor, lo que tú me confrontaste en el corazón, de que quizás no estoy yendo a tus escrituras lo suficiente, que quizás varias de mis decisiones, de mis comentarios, de mi servicio, no está alineado con lo que tu escritura dice. Señor, usa estas palabras para moverle el corazón a mis hermanos. Para los que saben que pueden dar un poquito más, o para los que saben que deben administrar un poquito mejor su tiempo, puedan ir a tu palabra, descansar en ella y descansar en la frase que tú repetiste tanto, que dice: “No temas, no temas, yo te voy a ayudar. Solo confía en mí, confía en mi palabra, confía en mi escritura. Haz lo que te digo. Yo soy sabio, yo tengo la perspectiva completa.” Señor, ayúdanos a confiar en esa palabra que tú dejaste.

Y si hay personas, Señor, aquí que nunca te han entregado su vida verdaderamente, que nunca te han dicho: “Señor, yo te entrego toda mi vida. Yo creo que tú eres Dios. Yo quiero que al morir tú me recibas. Perdona mis pecados. Mis pecados fueron resultados de mi propia opinión, y yo quiero seguir tu perspectiva. Señor, te entrego mi vida.” Si hay alguien aquí que no lo ha hecho, repita esta oración después de mí: Señor Jesús, yo te entrego mi corazón el día de hoy. Te recibo, Señor. Yo reconozco que soy pecador y te doy las gracias porque me lo haces ver, y te pido que salves mi alma el día de hoy. Ayúdame que tu Espíritu Santo entre en mi corazón y ayúdame a caminar en tu palabra. Gracias, Jesús, por salvar mi alma hoy.

Y a nosotros, el resto de tus hijos, Señor ayúdanos a caminar en tu palabra. Ayúdanos a recordar esta meditación. Tráenos con bien al resto de las actividades y el resto de la semana también. Señor, gracias inmensas te doy por el amor y la atención de mis hermanos en esta hora. En el nombre de Cristo Jesús, Amén y amén.