David censa al pueblo
diciembre 1, 2021 – 7:00PM | 2 Samuel 24:1 | Dr. David Rodriguez
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TRANSCRIPCIÓN
Vamos a ver la palabra del Señor en el segundo libro de Samuel capítulo veinticuatro, este es el último capítulo del segundo libro de Samuel, el estudio número treinta y dos: La vida del rey David; David censa al pueblo.
2 Samuel 24: 1 Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Vé, haz un censo de Israel y de Judá.
Por la manera como se presenta este versículo; volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, luego dice e incitó a David. Entonces da la impresión en este versículo como quien incitó a David fue Jehová ¿verdad? pero hay un pequeño problemita, el mismo pasaje de David censa al pueblo de segundo de samuel, lo encontramos en 1 Crónicas 21: 1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese el censo de Israel. Entonces la primera pregunta que tenemos aquí enfrente es ¿Quien incitó a David? ¿fue Jehová o fué Satanás? bueno ahí tenemos la primera primera situación.
Ahora vamos a regresar al libro de Samuel, dice 2 Samuel 24: 8 Después que hubieron recorrido toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días. Y Joab dió el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de judá quinientos mil hombres.
Ahora si nos regresamos a 1 Crónicas 21: 5 Y había en todo Israel un millón cien mil que sacaban espada, y de Judá cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada. Bueno ahí tenemos un pequeño problemita porque nos hacen falta miles aquí hermanos. Menos mal que no son las arcas de una iglesia, porque ahí sería fregada la cosa. Y bueno, entonces nada más para que tengamos esas cositas en mente, ¿fueron ochocientos mil ó fueron mil cien hombres? ¿A David lo incitó Dios o lo incitó el diablo?
Pero bueno entonces vamos a regresar al segundo libro de Samuel vamos a ir despacio y vamos a ir viendo qué fué lo que sucedió en esta situación;
Dice 2 Samuel 24: 1 Volvió a encenderse de la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese; Vé haz un censo de Israel y de Judá. Y dijo el rey a Joab, general del ejército que estaba con él: Recorre ahora todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo, para que yo sepa el número de la gente.
¿Para qué es el censo? para que David sepa el número de la gente. A usted y yo nos parece que es una cosa normal, está bien saber ¿cuántos soldados hay? está bien saber ¿cuánta gente pertenece al pueblo de Israel? y etcétera. Pero fíjate vamos a estudiar en un instante que habían leyes para hacer un censo ok, y aquí es un terreno diferente al que está entrando David.
En el versículo tres; su general, su máximo general Joab si, el mismo que había estado con David en todos los lugares, al mismo que estaba allá al frente de la batalla cuando mataron a Urias heteo, este hombre que es el mero mero y el que tiene que lavar los platos sucios de todas las cosas.
2 Samuel 24: 3 Joab le respondió al rey: Añada Jehová tu Dios al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor el rey; más ¿porque se complace en esto mi señor el rey? o sea es pocas palabras ¿para qué quiere usted hacer esto? ¿para que quieres contar al pueblo? fue la pregunta que le hizo Joab.
Luego en el versículo siguiente bueno dice 2 Samuel 24; 4 Pero la palabra del rey prevaleció sobre Joab y sobre los capitanes del ejército. Salió, pues, Joab con los capitanes del ejército, de delante del rey, para hacer el censo del pueblo de Israel. ¿qué significa eso? que el rey le dijo me lo haces y sanseacabó, punto, no le queda otra cosa más a Joab, que obedecer e ir a contar.
2 Samuel 24: 5 Y pasando el Jordán acamparon en Aroer, al sur de la ciudad que está en medio del valle de Gad y junto a Jazer.
Y bueno ahí comienzan a decir que fueron de un lugar para otro de los heveos y de los cananeos, salieron por el neguev.
Nos vamos hasta el versículo ocho 2 Samuel 24: 8 Después que hubieron recorrido toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días.
Miren cuánto les tomó cuánto tiempo les tomó hacer el censo, no habían computadoras hermanos, y era como un grupito que yo conozco; número uno, número dos, el cinco el ocho, el diecinueve ¿entiende?
2 Samuel 24: 9-10 Y Joab dió el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de Judá quinientos mil hombres. Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; más ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.
Dos cosas; gravemente y neciamente, he pecado gravemente y he pecado neciamente contra Jehová.
Las tres situaciones que se nos presentan acá; primer lugar ¿Si fueron ochocientos mil ó fueron mil cien hombres? ¿A David lo incitó Dios o lo incitó el diablo? el primer caso: Y Joab dió el censo del pueblo. Bueno las cifras dadas para los hombres de Israel difieren en la primera por trescientos mil, mientras que las cifras para los hombres de Judá difieren por treinta mil.
Ahora si ponemos atención es muy probable que la cifra de primera de crónicas incluya ¡ponga atención! a todos los hombres. Sin embargo; quiero que vea 2 de Samuel 24: 9 mire usted, ¡poniendo atención!; ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, ¿ok? que sacaban espada, notemos de veinte para arriba, también hay que tomar en consideración que no se había tomado en cuenta a la tribu de leví, la tribu sacerdotal; porque la tribu sacerdotal no sacaban espada.
Entonces es muy probable que en un censo se hable de personas que sacaban espada y estaban listos para pelear o que habían tenido algún tipo de entrenamiento, y que el otro censo no lo incluya, es muy probable ¿ok? que primera de crónicas incluye a todos los hombres disponibles en edad militar, ya sea con experiencia o sin experiencia. Los de segunda de Samuel podrían ser soldados que habían sido probados en batalla, así es que eso podría ser la solución de este asunto.
Luego ¿A David lo incitó Dios o fue el diablo? En las versiones modernas hermano, claramente como el caso de crónicas nos dice; que fue satanás el diablo el que lo incitó ¿ok? Recordemos que Dios no tienta a nadie, pero que Dios utiliza al diablo también para lograr propósitos específicos. Lo hizo en el caso de Job ¿se acuerdan ustedes? Dios utilizó a satanás.
Ahora, al hablar de esto, es importante también entender hermano, el hecho de que satanás el diablo nos incita a hacer cosas fuera del lugar; el diablo nunca te va a obligar entienda eso, el diablo nunca te va a tirar de un barranco, el diablo nunca te va a agarrar tu celular para llamarle a una persona para tener una relación ilícita, el diablo.. No, usted solito va agarrar el teléfono. Usted solito va a ir donde la persona, usted solito se va a quitar la ropa, usted solito; osea hay que entender. Ahora satanás el diablo incita, ¿verdad? el diablo te incita, el diablo te empuja, el diablo te pone ideas completamente fuera de lugar.
Ahora la otra situación que tenemos que tomar en consideración es el hecho de que David, el dulce cantor de Israel ¡Hay hermanos! hay unas cosas que se dicen de David que ¡Dios mío!. El mismo ejército le dijo a David: oye.. [vamos a darnos cuenta más adelante que en la última batalla David ya tenía sus años hermanos, ya se cansaba con mayor facilidad] y en el capítulo veintitrés estaban en medio de una batalla y David se cansó, se cansó, y vino un animalon de esos primos de Goliat, grandotote que estuvo a punto de matar a David y uno de sus soldados lo libró.
Y cuando ese soldado se dio cuenta de esto, le dijo a David; sabes que David, esta es la última vez que tú vienes a una batalla con nosotros, es la última vez; porque tú vales por diez mil de nosotros y además; si te llegan a matar aquí.. [me encanta esa expresión de los soldados que le dijeron] ¿cómo es posible que vas a apagar la luz de Israel? Imagínate como lo tenían en tanta estima al rey, que a partir de ese momento David se quedó ya en Jerusalén y no salía a las batallas.
Sin embargo, tenemos que entender que todos los creyentes atravesamos por situaciones como esa. El día de ayer me hacían una pregunta muy interesante que tiene que ver muchísimo con todo esto de lo que estoy hablando, la pregunta de una de una persona me decía: Pastor ¿una persona puede ser homosexual y ser cristiano? y luego me decían la persona ¿puede alguien sentir atracción por alguien del..? ¿qué dice la escritura acerca de esto? entonces yo le decía a esta persona: – Mira eso está, como que tú me digas -¿puede un ladrón ser creyente? Haber ¿qué piensa usted? ¿puede un mañoso ser cristiano evangélico?
Entonces lo que pasa es esto; todos batallamos con pecado, todos y es más, vamos a batallar hasta el día de nuestra muerte, o cuando lleguemos a viejito mijo que ya usted ¿verdad? ni papá. Como decía el pastor general allá: Yo nunca he visto un viejo de ochenta años que ande buscando una discoteca a medianoche, al menos que ande perdido el viejo ¿me entiende? O le pase como aquel otro que decía ¿verdad? mi padre igual los ochenta siguiendo a las mujeres, solo que ya no sabía para qué.
Es decir son dos cosas, ¿verdad? ó la presencia del Señor o cuando lleguemos a esos tiempos donde ya se murieron absolutamente todos los instintos pecaminosos que puede haber en el hombre; pero de lo contrario vamos a batallar con todo eso, y es la misma historia, es el mismo pleito que puede tener un hombre que siente atracción por otro hombre, es el mismo pleito de una mujer que siente atracción por una mujer, es el mismo pleito de un hombre que siente atracción por muchas mujeres ¿me explico? sabe usted perfectamente bien, de que tenemos que batallar con todas esas cosas.
La palabra del Señor dice: Y esto erais algunos de vosotros. Es por eso que una persona que no ha sido regenerada por el espíritu de Dios, que no ha sido transformada, dice la escritura que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios, eso dice Dios.
Osea no me venga usted con que una cana al aire, algunos ya están pelones mijo de tantas canas que echaron y no aprendieron, siguen, siguen. Entonces esto es así, la vida cristiana es así, todos batallamos con una situación, batallamos con otra, pero se trata de luchar, se trata de que a pesar que el diablo me incita, a pesar de que yo siento instintos dentro de mi ser, yo quiero hacer la voluntad del Señor. La biblia dice que eso está equivocado, está equivocado.
Usted pintelo de la manera que usted quiera, usted diga: No pero es que los doctores dicen aquí, los doctores dicen allá, pero es que mi abuela dice esto, mi abuelo dice lo otro, la otra pregunta es ¿y Dios que dice? entonces todos batallamos con eso y hay situaciones, ¿verdad? que uno dice: Híjole. Por ejemplo usted póngale que usted es del tipo de personas que se quiere echar toda a la bolsa, encuentra veinte pesos por ahí mal puestos; primero se lo mete a la bolsa y luego pregunta de quién eran ¿verdad? es así. Pero batallamos con esos instintos, batallamos con un montón de cosas todos los días; con la ira, con el enojo, batallamos con la amargura, batallamos con las malas palabras, batallamos con el vicio. Claro que sí.
Entonces no se puede decir; yo soy cristiano si nosotros nos tiramos de cara, nos tiramos de boca dentro de un pecado. Vamos a batallar, vamos a luchar todo el día todo el tiempo; hay cosas que se nos meten en nuestra cabeza, situaciones, que tenemos que batallar con ellas para la obediencia de la palabra y para gloria de nuestro Señor. Y aquí tenemos un caso de eso; el diablo pues incitó a David para esto y esto habla de su imperfección también, así es qué bueno Dios usa el diablo para lograr sus propósitos también, en este caso pues David tenía conocimiento de la palabra del Señor.
Fíjate estas son las leyes del censo, hay que tomar en cuenta una cosa; el pueblo de Israel y el ejército de Israel no era de David, era de Dios. Y Dios no gana sus batallas con ejércitos sino con el poder del espíritu de Dios. Cuando David quería censar al pueblo, ahí nos vamos a dar cuenta, porque usted podrá decir ¿qué hay de malo en eso? – orgullo. ¿que hay de malo en eso? – poner la confianza en lo que tenemos y quitar la confianza del Dios verdadero, esa es la situación.
Ahora en este pasaje del doce al dieciséis ponga atención usted lo que Dios había dicho, se habían hecho dos censos anteriormente Éxodo 30: 12 NTV Cada vez que hagas un censo del pueblo de Israel, cada hombre contado tendrá que pagar al Señor un rescate por sí mismo. Así ninguna plaga herirá a los israelitas cuando los cuentes.
Mire qué interesante hermano. Es decir si va haber un censo y usualmente lo hacían para ir a la batalla; entonces yo tenía que pagar unas piezas de plata, para que ninguna plaga me tocara y para que me cuidara en la guerra. Hay cosas que el Señor exige, que el Señor pide imagínese pues, osea que cualquier soldado puede decir; bueno no solamente tengo que ir a la guerra sino que además de eso tengo que pagar por ir. Dios lo puso de esa manera.
Éxodo 30: 13-15 Cada persona contada tendrá que dar una pequeña pieza de plata como ofrenda sagrada al Señor. (este pago es de medio siclo, según el siclo del santuario, que equivale a veinte geras)
Todos los que hayan cumplido veinte años deben dar esa ofrenda sagrada al Señor.
Cuando presenten esta ofrenda sagrada al Señor para purificar sus vidas y hacerse justos ante él, el rico no dará más del monto establecido y el pobre no dará menos.
Y en la NVI dice Éxodo 30: 12 Cuando hagas el censo y cuentes a los israelitas, cada uno deberá pagar al Señor rescate por su vida, para que no le sobrevenga ninguna plaga durante el censo. Es decir son leyes divinas, Dios había establecido leyes divinas.
David mandó a contar al pueblo hizo un censo y no le pidió que diera esta ofrenda. Por eso es que en Samuel capítulo veinticuatro dice que Dios se molestó con el pueblo. Es que mire hermano, nadie del pueblo dijo; excuse me, rey David ¿y no nos van a pedir la ofrenda hoy? nadie.
Si se iba hacer un censo había que dar algo; una pieza de plata, Dios lo había establecido. Habían habido dos censos anteriormente y se había hecho, ahora nadie dijo nada. Agarrado el pueblo ¿verdad? aquel.
El primer censo lo hizo Moisés y Aarón, el segundo censo Eliazar hijo de Aaron y los censos fueron realizados por sacerdotes y tenían sus leyes.
Ahora sabe usted algo interesante hermano; sabía usted que el pecado terrible que cometió David con Betsabé fue un pecado terrible por supuesto, pero cuando se habla del mayor pecado de David en su vida no se habla de Betsabé, se habla del censo. ¿Sabía usted? Es más, sabe usted que el pecado de David con Betsabé fue un pecado horrible pero en las crónicas de los reyes no se menciona. Es el profeta Samuel el que lo menciona, pero en las crónicas que se escriben de los reyes nunca se menciona el pecado que David tuvo con Betsabé, porque este pecado es un pecado directo para con Jehová Dios. Todos los pecados obviamente ofenden la santidad del Señor, pero Dios no le ordenó a David realizar el censo.
David quería saber cuántos soldados tenía para medir sus fuerzas cuando fuera atacado por otras naciones, y Dios consideró que este era un pecado de orgullo, y nos pasa hermano, muchas veces nosotros confiamos en nosotros mismos, confiamos en lo que tenemos en el banco, confiamos en nuestro poder, nuestra fuerza y ¿de qué sirve? ¿cuánto tiene en el banco? si usted va mañana al médico y le dice que tiene cáncer ¿a ver? confíe usted en sus billetes pues ¿de qué le sirve a usted confiar en su capacidad? – No no yo no sé, porqué yo aquí, porque yo allá, porque yo esto, porque yo lo otro ¿y dónde está Dios usted? ¿y Dios dónde queda? y Dios había librado a David por años y años y años hermano.
Es que miren, lo vemos a través de toda la Biblia, Dios no gana batallas con ejército, Dios las gana con su espíritu. ¿No se acuerda usted? como Goliat tenía amedrentado a todo una nación, todo Israel, por cuarenta largos días con una piedra. Con una piedra utilizó Dios a David para ganar esa batalla. Una piedra imagínese, pero David quería saber cuántos tenía, estaba confiando en los números en lugar de confiar en Dios.
Y fíjate hermano que Joab que era el capitán, el general del ejército de David se lo dijo hombre. – Rey, le dijo – Mire Jehová añada cien veces más a lo que tiene. Quiere decir que Joab tenía conocimiento y le dice; – A mi se me hace rey que lo que está haciendo no está bien. ¿porque cree usted que David dijo; he pecado gravemente y el pecado neciamente? porque hay gente que es necia. ¿Usted conoce algunos? no vuelva a ver a ningún lado por favor.
Porque mire hermano hay gente que usted ve, que usted conoce, y usted le dice; mire hermano. Y a veces en cosas tan sencillas, tan elementales.
Una vez vino un muchacho jovencito, claro se lo dejó pasar porque es joven y uno cuando está joven comete muchos errores, pero entonces ¿para qué pregunta pues? y me vino hablar; fíjese pastor que he visto un carro, que aquí que allá que esto que lo otro.
Yo le dije; Mira papá te voy a decir algo; la peor inversión especialmente para un joven la peor inversión que puede hacer es con un vehículo nuevecito de una agencia, la peor inversión ¿por qué? porque un vehículo se devalúa en el instante que usted lo saca de la agencia; al menos que usted tenga plata pues, para tirar. Si usted tiene dinero, ya tiene sus años ¿verdad? ya está de salida, pues compre lo que quiera, pero como joven no.
Le digo; ¿tenés apartamento? -No. -Esa plata te va a servir para un apartamento. Un apartamento lo compras hoy, a la vuelta de un año ya tienes un buen porcentaje. Pero eso no, ¿un vehículo nuevecito? sólo por sentir el olor a nuevo, ¡nombre! si ahi en london drop venden una cosita así, que valen tres pesos, no importa que el carro sea de 1970 le metes eso y huele como que lo compró ayer. A sí pastor, si muchas gracias dice, que no sé, que no sé cuánto. A comprarlo fué, energúmeno.
¿Y sabes que me molesta? se lo digo sinceramente, cuando me dicen; pastor quiero que venga a orar por mi carro por favor. Yo le digo; ¿sabes que? voy a orar por tu carro cuando lo hayas pagado. [Ahorita mismo, en lugar de orar por el carro voy a orar por vos para que te de sabiduría el Señor]
Bueno y hay cosas hermanos, repito hay situaciones en la vida que son complicadas y hay gente que se nos acerca y nos dice: Mire eso no está bien, a mí se me hace que esto no es correcto, a mí se me hace que esto no lo debería de hacer. Pero David dijo claramente: He pecado gravemente y neciamente. Bueno al tal grado que David se arrepintió por esa acción que él había cometido.
Dice el salmo 118: 8-9 mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes. Eso dice la palabra. Es mejor confiar en Dios hermano, confíen en él, en todos los aspectos en todas las cosas, confía en el Señor, cualquiera que sea la situación confía en Dios, ponga su confianza en el Señor y no en otra situación.
Ahora fíjate en segundo de Samuel veinticuatro once, pues resulta que ya no estaba el profeta Natán ahora Dios había levantado al profeta Gad. Dice 2 samuel 24 :11-12 Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, vino palabra de Jehová al profeta Gad, vidente de David, diciendo: Ve y dí a David: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te ofrezco; tú escogerás una de ellas, para que yo lo haga.
Yo supongo hermanos que cada vez que David veía al profeta de Jehová, [Mmm] era para meterse debajo de la mesa, alguna regada había cometido.
Fíjate hasta donde tenía precio Dios por David. Ahh que mi mamá me hubiera dicho un día; te doy a escoger tres. [garrote seguro amigo de un solo, de una vez]
2 Samuel 24: 13 Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿O que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿O que tres días haya peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.
Allá en mi rancho le dicen el lápiz pulsudo; cuando uno va a tener un examen y no sabe qué contestar agarra el lápiz, lo tira para arriba y donde caiga la punta esa es la respuesta. Ahora aquí tres cosas; siete años de hambre, tres meses delante de tus enemigos que andes huyendo; él era experto en huir hermano ¿se acuerda de cueva en cueva y de desierto en desierto? o tres días de peste en tu tierra, piensa ahora y mira que responder al que me ha enviado le dijo el profeta.
2 Samuel 24:14 Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; caigamos ahora en mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas, más no caiga yo en manos de hombres.
Yo también estaría igual, pero me encanta la respuesta de David es que esto habla es que mire hermano David conocía a Dios.
Siete años de hambre en tu tierra ¿que quería decir eso? lo que había hecho Abraham, lo que había hecho Jacob; que había que ir a otras tierras y a otras naciones a mendigar comida; a otras naciones a las que David había batallado con ellos, otras naciones a las que David había vencido, otras naciones con las que David había peleado.
¿Qué quieres entonces?; ¿quieres siete años de hambre en tu tierra y tengas que andar; que vayas a Egipto y que vayas a otros lugares a buscar de comer? ¿quieres tres meses que te persigan los enemigos o quieres una peste? y David dijo no, prefiero caer en manos de Jehová y dice la razón; porque sus misericordias son muchas. más no caiga yo en manos de hombres. Dice la escritura que este pecado de David tomó la vida de setenta mil hombres, murieron de esa peste.
2 samuel 24: 15-23 Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna jebuseo.
Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruia al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿que hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.
Y Gad vino a David aquel día y le dijo: Sube, y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna jebuseo.
Subió David, conforme al dicho de Gad según había mandado Jehová; y Arauna miró, y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él. Saliendo entonces Arauna, se inclinó delante del rey, rostro a tierra.
Y Arauna dijo: ¿por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la mortandad del pueblo.
Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto, los tríllos de los bueyes para leña.
Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio.
Mire en pocas palabras Arauna le dice: – rey todo esto es suyo, agárrelo. ¿Quiere usted la era? – Tómela, no hay problema, ¿quiere usted este pedazo para hacer el altar? – tómelo, no hay problema ¿quiere bueyes para el sacrificio? – aquí están los bueyes. Lo que necesite; tómelo yo se lo regalo, se lo doy.
2 Samuel 24: 24 Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
Es que mire hermano, ¡ay Dios mio! Yo estudio esto, yo leo y lo he leído un millón ochocientos cuarenta y cuatro mil veces, y me toca el alma, y me toca el corazón; es qué David conocía a Jehová Dios, por eso es el hombre conforme al corazón de Dios. Es que aquí está hablando con el alma el rey David, está hablando con el corazón hermano, mire es que Dios escudriña la mente, Dios escudriña el corazón.
En primer lugar dice: Noo, yo en manos de mis enemigos no, yo en manos de Jehová; es decir si me va a sonar que me suene Dios; porque yo sé que su misericordia es grande y un día el señor va a tener más misericordia. Y ahora piense por un instante, piense por un momento, hermano creamelo ¿quién pensaría como David? a ver, ¿no diría usted?: – Ahh muchas gracias Arauna. Mire, ve que bueno que me salió de choto el asunto aquí de gratis – Noo hombre – Pero qué generosidad más grande – muchas gracias – Aquí vamos a construir el altar para Jehová, a ver este.. Y hay unos bueyesitos por ahí que puedo.. – Si yo tengo – Ahh gracias también muchas gracias.
Ahora mira David piensa, y dice: No, no, no señor. Si es para Jehova yo a Dios no le voy a ofrecer algo que a mi no me cueste.
Mire aquí cuando aquí hay personas y no está mal, no está mal que hagan eso. Hay personas acá que cuando ponen sus diezmos, los ponen a nombre de otra persona para beneficiarlo en sus impuestos ¿verdad? y eso no está mal, pero yo no quisiera que alguien ponga su esfuerzo y su sacrificio a nombre mío, ¿por qué? ¿porque entonces qué es lo que estoy dando? algo que no me cuesta.
Y David está diciendo: no, yo a mi Dios le voy a dar algo que me cueste, algo que lo sienta, ¿quien hace eso a ver? si usted le dice: ¿mire o compro la camisa o se la regalo? Pues me la regala. Porque todos somos agarrados en su mayoría cuando se trata de dar, queremos sostener.
Pero David dijo lo contrario: No, yo a Dios no le voy a ofrecer algo que no me cueste. Eso es llegar hasta el sacrificio para darle al señor hermano, y yo de plano se lo digo; yo veo a Dios desde los cielos y decir; es que este David, este David es especial. Cualquiera le ofrece cualquier cosa, este no.
Mire hermano, la gente le ofrecía a Dios; un corderito lo mejor, porque Dios lo exigía, porque ¿que le daría a la gente a Dios? Mire llévese este que está patojo ¿verdad? este que está chueco. Y para Dios es lo mejor. Y esto, esto me emociona, me encanta, me gusta el hecho de sacrificarse por el señor por amor a Dios por amor al reino, por amor a lo que él es en realidad.
Ahora me gustaría que eche un vistazo conmigo a algo que se me hace bien interesante, notemos hermanos Dios le pidió por medio de Gad el profeta a David que levantara un altar.
1 Crónicas 21: 15 Y envió Jehová el ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando él estaba destruyendo, miró Jehová y se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía: Basta yá; detén tu mano. El ángel de Jehová estaba junto a la era de Ornán jebuseo.
En el siguiente versículo mire usted 1 Crónicas 21: 18 Y el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo.
En 1 Crónicas 21: 28 viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán jebuseo, ofreció sacrificios allí.
Ahora, es una curiosidad nada más esto ¿ok? que Dios ve al ángel destruir Jerusalén pero cuando llegó a un punto; le dice detente ya no más. [le puso un alto] Y ahora llama a David y le dice quiero que me construyas un altar y me hagas un sacrificio allí donde se detuvo el ángel ahí quiero.
En 2 Crónicas 3: 1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
No se le hace a usted como que cuando Dios vio desde el cielo al ángel destruir la ciudad de Jerusalén, y cuando llegó a ese lugar dijo Dios: Oh pero ese es el lugar donde Abraham iba a sacrificar a su hijo de Isaac y también ese es el lugar donde yo quiero que se construya el templo.
Hasta el día de hoy, lo que nosotros conocemos como el monte moriah, el monte de sacrificio.
¿Y qué es lo que tenemos a orillas, nosotros? a las afueras ¿qué distancia hay? aquellos que hemos estado en Israel ¿qué distancia hay dígame usted? ¿de dónde se supone que el templo estaba construido, al monte de la calavera? Hermanos, si caminando se puede ir ahí; porque toda esa área que encontramos en ese lugar, es un lugar de sacrificio.
Es el lugar donde el ángel estaba destruyendo y Dios dijo hasta aquí. Es el lugar donde Abraham iba a sacrificar a su hijo, es el lugar donde Dios permitió que se construyera el templo y es el lugar donde sucedió el sacrificio mayor que ha existido sobre la faz de la tierra, que es el sacrificio de nuestro señor y salvador Jesucristo. Es increíble los detalles pequeños, cosas que están ahí pequeñitas pero que tienen un significado increíblemente grande.
Entonces hermano, entre las lecciones grandes que nosotros aprendemos de este tipo de mensajes; es que la mayor, tal vez por cuestión de tiempo; es que no podemos pasar por alto la palabra de Dios. No podemos menospreciar la palabra de Dios, y David fue un hombre que pagó un precio elevado, pero un precio elevadísimo.
Me encanta también el hecho de saber de que David estuvo precisamente en ese lugar donde años, muchos años más tarde sería el sacrificio del Señor Jesús.
Pero de una manera principal amados, vamos a estudiar en las próximas semanas los nombres que la vida le da al rey David y como Dios en su grande misericordia amó tanto al rey David, amó tanto a David porque es un hombre que le conocía. Era hombre que sabía quién era Dios y no es lo mismo saber de Dios que conocer a Dios, no es lo mismo saber de la Biblia que conocer la Biblia, no es lo mismo que a usted su abuela le leía pasajes, que a usted alguien le ha contado de Dios, que conocerlo.
De poder decir con su alma y su corazón; mire de oídas te había oído, pero ahora te conozco mis ojos te han visto, ahora sé quién eres, tú eres mi redentor, mi salvador. Y saber que Dios, hermano, Dios castiga, Dios no va a pasar desapercibido ningún mal nuestro, mucho menos teniendo conocimiento de la bendita palabra del Señor.
Y esta es parte de la vida de David, lo que se conoce como el pecado más grande; aparte de los otros que él había cometido; este, porque hizo las cosas contrarias a lo que Dios había dicho.
Que Dios nos ayude, que Dios nos bendiga y que nuestro diario vivir; mañana, tarde y noche; donde quiera que nos movemos, donde quiera que vamos, lo que sea que hacemos, lo hagamos pensando si esto agrada a Dios, si esto agrada al señor, si esto es la voluntad del señor, porque si no es la voluntad del señor, recuerde que las consecuencias son bien elevadas. Vamos a orar, demos gracias al Señor,
Padre te damos gracias por tu bendita palabra Señor, te damos gracias por la historia del rey David y todo lo que implica y todas las lecciones que hemos aprendido a lo largo de todo este tiempo. Padre tu palabra nos enseña que estas cosas fueron escritas para nosotros, fueron escritas para darnos lecciones de fé, para caminar rectamente delante de ti.
Cualquiera pensaría que un censo es algo insignificante, algo que no tiene tanta importancia; pero una vez más, descubrimos en tu palabra que todo es importante delante de ti y que no podemos quebrantar mandamientos tuyos Señor sin pagar consecuencias terribles. Por eso te pedimos en este día que nos ayudes, danos la fuerza Padre Santo para caminar de la mano contigo, para hacer tu santa voluntad.
Te ruego que bendigas a este pueblo, te ruego que bendigas a aquellas personas Señor, que saben que están viviendo vidas apartadas de ti, que todavía hay cosas que resolver en su diario vivir. Padre dales la fuerza para tomar las decisiones de acuerdo con tu santa palabra.
Y si usted nunca antes ha recibido a cristo en el corazón pero quisiera hacerlo hoy, yo quiero invitarle a tomar una decisión; la decisión más importante de su vida, que es la decisión de invitar a Dios a venir al corazón, a venir a tu alma a comenzar una vida nueva.
Mira dice el necio, en su corazón no hay Dios, y la biblia nos dice que bienaventurado es el hombre que confía en Jehová, aquel que pone su fe y su confianza en el Dios de la gloria. Si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, nosotros le invitamos para que abra su corazón a Jesús y le diga: Señor yo te necesito, yo quiero que vengas a mi corazón, perdona mis pecados Señor, me siento sucio me siento mal por haber ofendido tu nombre por haber ofendido tu santidad, pero en este día yo abro mi corazón y te recibo como el Señor de mi alma.
Dice la palabra que más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Si usted le abre su corazón al Señor y lo recibe como el salvador de su vida, la palabra del Señor declara que usted será un hijo de Dios. Hijos solamente aquellos que le reciben por padre, todos somos criaturas de Dios, pero hijo solamente aquellos que le reciben.
Si usted nunca antes ha recibido a Cristo pero quiere hacerlo ahora, ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie, o levante su mano. Habrá alguien que se va a acercar a usted para hablar con usted de este tema tan importante, y si usted nos mira por las redes sociales pues yo le invito que haga conmigo esta oración dígale al señor: Señor en este día te pido perdón por mis pecados, reconozco lo que hiciste en la cruz del calvario y en este día te recibo como el Señor y salvador de mi vida.
Gracias Señor por morir por mí, gracias por derramar tu sangre preciosa a mi favor, en este día te recibo como el salvador de mi vida.
Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su santa y bendita palabra.
Gracias Señor por esta noche, por el estudio de tu palabra en el nombre de Jesus oramos. Amén.
David censa al pueblo
diciembre 1, 2021 – 7:00PM | 2 Samuel 24:1 | Dr. David Rodriguez
Etiquetas: 2 samuel, diciembre 2021, pastor david rodriguez, transcripcion, vida del rey david
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TRANSCRIPCIÓN
Vamos a ver la palabra del Señor en el segundo libro de Samuel capítulo veinticuatro, este es el último capítulo del segundo libro de Samuel, el estudio número treinta y dos: La vida del rey David; David censa al pueblo.
2 Samuel 24: 1 Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Vé, haz un censo de Israel y de Judá.
Por la manera como se presenta este versículo; volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, luego dice e incitó a David. Entonces da la impresión en este versículo como quien incitó a David fue Jehová ¿verdad? pero hay un pequeño problemita, el mismo pasaje de David censa al pueblo de segundo de samuel, lo encontramos en 1 Crónicas 21: 1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese el censo de Israel. Entonces la primera pregunta que tenemos aquí enfrente es ¿Quien incitó a David? ¿fue Jehová o fué Satanás? bueno ahí tenemos la primera primera situación.
Ahora vamos a regresar al libro de Samuel, dice 2 Samuel 24: 8 Después que hubieron recorrido toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días. Y Joab dió el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de judá quinientos mil hombres.
Ahora si nos regresamos a 1 Crónicas 21: 5 Y había en todo Israel un millón cien mil que sacaban espada, y de Judá cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada. Bueno ahí tenemos un pequeño problemita porque nos hacen falta miles aquí hermanos. Menos mal que no son las arcas de una iglesia, porque ahí sería fregada la cosa. Y bueno, entonces nada más para que tengamos esas cositas en mente, ¿fueron ochocientos mil ó fueron mil cien hombres? ¿A David lo incitó Dios o lo incitó el diablo?
Pero bueno entonces vamos a regresar al segundo libro de Samuel vamos a ir despacio y vamos a ir viendo qué fué lo que sucedió en esta situación;
Dice 2 Samuel 24: 1 Volvió a encenderse de la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese; Vé haz un censo de Israel y de Judá. Y dijo el rey a Joab, general del ejército que estaba con él: Recorre ahora todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo, para que yo sepa el número de la gente.
¿Para qué es el censo? para que David sepa el número de la gente. A usted y yo nos parece que es una cosa normal, está bien saber ¿cuántos soldados hay? está bien saber ¿cuánta gente pertenece al pueblo de Israel? y etcétera. Pero fíjate vamos a estudiar en un instante que habían leyes para hacer un censo ok, y aquí es un terreno diferente al que está entrando David.
En el versículo tres; su general, su máximo general Joab si, el mismo que había estado con David en todos los lugares, al mismo que estaba allá al frente de la batalla cuando mataron a Urias heteo, este hombre que es el mero mero y el que tiene que lavar los platos sucios de todas las cosas.
2 Samuel 24: 3 Joab le respondió al rey: Añada Jehová tu Dios al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor el rey; más ¿porque se complace en esto mi señor el rey? o sea es pocas palabras ¿para qué quiere usted hacer esto? ¿para que quieres contar al pueblo? fue la pregunta que le hizo Joab.
Luego en el versículo siguiente bueno dice 2 Samuel 24; 4 Pero la palabra del rey prevaleció sobre Joab y sobre los capitanes del ejército. Salió, pues, Joab con los capitanes del ejército, de delante del rey, para hacer el censo del pueblo de Israel. ¿qué significa eso? que el rey le dijo me lo haces y sanseacabó, punto, no le queda otra cosa más a Joab, que obedecer e ir a contar.
2 Samuel 24: 5 Y pasando el Jordán acamparon en Aroer, al sur de la ciudad que está en medio del valle de Gad y junto a Jazer.
Y bueno ahí comienzan a decir que fueron de un lugar para otro de los heveos y de los cananeos, salieron por el neguev.
Nos vamos hasta el versículo ocho 2 Samuel 24: 8 Después que hubieron recorrido toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días.
Miren cuánto les tomó cuánto tiempo les tomó hacer el censo, no habían computadoras hermanos, y era como un grupito que yo conozco; número uno, número dos, el cinco el ocho, el diecinueve ¿entiende?
2 Samuel 24: 9-10 Y Joab dió el censo del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, y los de Judá quinientos mil hombres. Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; más ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.
Dos cosas; gravemente y neciamente, he pecado gravemente y he pecado neciamente contra Jehová.
Las tres situaciones que se nos presentan acá; primer lugar ¿Si fueron ochocientos mil ó fueron mil cien hombres? ¿A David lo incitó Dios o lo incitó el diablo? el primer caso: Y Joab dió el censo del pueblo. Bueno las cifras dadas para los hombres de Israel difieren en la primera por trescientos mil, mientras que las cifras para los hombres de Judá difieren por treinta mil.
Ahora si ponemos atención es muy probable que la cifra de primera de crónicas incluya ¡ponga atención! a todos los hombres. Sin embargo; quiero que vea 2 de Samuel 24: 9 mire usted, ¡poniendo atención!; ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada, ¿ok? que sacaban espada, notemos de veinte para arriba, también hay que tomar en consideración que no se había tomado en cuenta a la tribu de leví, la tribu sacerdotal; porque la tribu sacerdotal no sacaban espada.
Entonces es muy probable que en un censo se hable de personas que sacaban espada y estaban listos para pelear o que habían tenido algún tipo de entrenamiento, y que el otro censo no lo incluya, es muy probable ¿ok? que primera de crónicas incluye a todos los hombres disponibles en edad militar, ya sea con experiencia o sin experiencia. Los de segunda de Samuel podrían ser soldados que habían sido probados en batalla, así es que eso podría ser la solución de este asunto.
Luego ¿A David lo incitó Dios o fue el diablo? En las versiones modernas hermano, claramente como el caso de crónicas nos dice; que fue satanás el diablo el que lo incitó ¿ok? Recordemos que Dios no tienta a nadie, pero que Dios utiliza al diablo también para lograr propósitos específicos. Lo hizo en el caso de Job ¿se acuerdan ustedes? Dios utilizó a satanás.
Ahora, al hablar de esto, es importante también entender hermano, el hecho de que satanás el diablo nos incita a hacer cosas fuera del lugar; el diablo nunca te va a obligar entienda eso, el diablo nunca te va a tirar de un barranco, el diablo nunca te va a agarrar tu celular para llamarle a una persona para tener una relación ilícita, el diablo.. No, usted solito va agarrar el teléfono. Usted solito va a ir donde la persona, usted solito se va a quitar la ropa, usted solito; osea hay que entender. Ahora satanás el diablo incita, ¿verdad? el diablo te incita, el diablo te empuja, el diablo te pone ideas completamente fuera de lugar.
Ahora la otra situación que tenemos que tomar en consideración es el hecho de que David, el dulce cantor de Israel ¡Hay hermanos! hay unas cosas que se dicen de David que ¡Dios mío!. El mismo ejército le dijo a David: oye.. [vamos a darnos cuenta más adelante que en la última batalla David ya tenía sus años hermanos, ya se cansaba con mayor facilidad] y en el capítulo veintitrés estaban en medio de una batalla y David se cansó, se cansó, y vino un animalon de esos primos de Goliat, grandotote que estuvo a punto de matar a David y uno de sus soldados lo libró.
Y cuando ese soldado se dio cuenta de esto, le dijo a David; sabes que David, esta es la última vez que tú vienes a una batalla con nosotros, es la última vez; porque tú vales por diez mil de nosotros y además; si te llegan a matar aquí.. [me encanta esa expresión de los soldados que le dijeron] ¿cómo es posible que vas a apagar la luz de Israel? Imagínate como lo tenían en tanta estima al rey, que a partir de ese momento David se quedó ya en Jerusalén y no salía a las batallas.
Sin embargo, tenemos que entender que todos los creyentes atravesamos por situaciones como esa. El día de ayer me hacían una pregunta muy interesante que tiene que ver muchísimo con todo esto de lo que estoy hablando, la pregunta de una de una persona me decía: Pastor ¿una persona puede ser homosexual y ser cristiano? y luego me decían la persona ¿puede alguien sentir atracción por alguien del..? ¿qué dice la escritura acerca de esto? entonces yo le decía a esta persona: – Mira eso está, como que tú me digas -¿puede un ladrón ser creyente? Haber ¿qué piensa usted? ¿puede un mañoso ser cristiano evangélico?
Entonces lo que pasa es esto; todos batallamos con pecado, todos y es más, vamos a batallar hasta el día de nuestra muerte, o cuando lleguemos a viejito mijo que ya usted ¿verdad? ni papá. Como decía el pastor general allá: Yo nunca he visto un viejo de ochenta años que ande buscando una discoteca a medianoche, al menos que ande perdido el viejo ¿me entiende? O le pase como aquel otro que decía ¿verdad? mi padre igual los ochenta siguiendo a las mujeres, solo que ya no sabía para qué.
Es decir son dos cosas, ¿verdad? ó la presencia del Señor o cuando lleguemos a esos tiempos donde ya se murieron absolutamente todos los instintos pecaminosos que puede haber en el hombre; pero de lo contrario vamos a batallar con todo eso, y es la misma historia, es el mismo pleito que puede tener un hombre que siente atracción por otro hombre, es el mismo pleito de una mujer que siente atracción por una mujer, es el mismo pleito de un hombre que siente atracción por muchas mujeres ¿me explico? sabe usted perfectamente bien, de que tenemos que batallar con todas esas cosas.
La palabra del Señor dice: Y esto erais algunos de vosotros. Es por eso que una persona que no ha sido regenerada por el espíritu de Dios, que no ha sido transformada, dice la escritura que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios, eso dice Dios.
Osea no me venga usted con que una cana al aire, algunos ya están pelones mijo de tantas canas que echaron y no aprendieron, siguen, siguen. Entonces esto es así, la vida cristiana es así, todos batallamos con una situación, batallamos con otra, pero se trata de luchar, se trata de que a pesar que el diablo me incita, a pesar de que yo siento instintos dentro de mi ser, yo quiero hacer la voluntad del Señor. La biblia dice que eso está equivocado, está equivocado.
Usted pintelo de la manera que usted quiera, usted diga: No pero es que los doctores dicen aquí, los doctores dicen allá, pero es que mi abuela dice esto, mi abuelo dice lo otro, la otra pregunta es ¿y Dios que dice? entonces todos batallamos con eso y hay situaciones, ¿verdad? que uno dice: Híjole. Por ejemplo usted póngale que usted es del tipo de personas que se quiere echar toda a la bolsa, encuentra veinte pesos por ahí mal puestos; primero se lo mete a la bolsa y luego pregunta de quién eran ¿verdad? es así. Pero batallamos con esos instintos, batallamos con un montón de cosas todos los días; con la ira, con el enojo, batallamos con la amargura, batallamos con las malas palabras, batallamos con el vicio. Claro que sí.
Entonces no se puede decir; yo soy cristiano si nosotros nos tiramos de cara, nos tiramos de boca dentro de un pecado. Vamos a batallar, vamos a luchar todo el día todo el tiempo; hay cosas que se nos meten en nuestra cabeza, situaciones, que tenemos que batallar con ellas para la obediencia de la palabra y para gloria de nuestro Señor. Y aquí tenemos un caso de eso; el diablo pues incitó a David para esto y esto habla de su imperfección también, así es qué bueno Dios usa el diablo para lograr sus propósitos también, en este caso pues David tenía conocimiento de la palabra del Señor.
Fíjate estas son las leyes del censo, hay que tomar en cuenta una cosa; el pueblo de Israel y el ejército de Israel no era de David, era de Dios. Y Dios no gana sus batallas con ejércitos sino con el poder del espíritu de Dios. Cuando David quería censar al pueblo, ahí nos vamos a dar cuenta, porque usted podrá decir ¿qué hay de malo en eso? – orgullo. ¿que hay de malo en eso? – poner la confianza en lo que tenemos y quitar la confianza del Dios verdadero, esa es la situación.
Ahora en este pasaje del doce al dieciséis ponga atención usted lo que Dios había dicho, se habían hecho dos censos anteriormente Éxodo 30: 12 NTV Cada vez que hagas un censo del pueblo de Israel, cada hombre contado tendrá que pagar al Señor un rescate por sí mismo. Así ninguna plaga herirá a los israelitas cuando los cuentes.
Mire qué interesante hermano. Es decir si va haber un censo y usualmente lo hacían para ir a la batalla; entonces yo tenía que pagar unas piezas de plata, para que ninguna plaga me tocara y para que me cuidara en la guerra. Hay cosas que el Señor exige, que el Señor pide imagínese pues, osea que cualquier soldado puede decir; bueno no solamente tengo que ir a la guerra sino que además de eso tengo que pagar por ir. Dios lo puso de esa manera.
Éxodo 30: 13-15 Cada persona contada tendrá que dar una pequeña pieza de plata como ofrenda sagrada al Señor. (este pago es de medio siclo, según el siclo del santuario, que equivale a veinte geras)
Todos los que hayan cumplido veinte años deben dar esa ofrenda sagrada al Señor.
Cuando presenten esta ofrenda sagrada al Señor para purificar sus vidas y hacerse justos ante él, el rico no dará más del monto establecido y el pobre no dará menos.
Y en la NVI dice Éxodo 30: 12 Cuando hagas el censo y cuentes a los israelitas, cada uno deberá pagar al Señor rescate por su vida, para que no le sobrevenga ninguna plaga durante el censo. Es decir son leyes divinas, Dios había establecido leyes divinas.
David mandó a contar al pueblo hizo un censo y no le pidió que diera esta ofrenda. Por eso es que en Samuel capítulo veinticuatro dice que Dios se molestó con el pueblo. Es que mire hermano, nadie del pueblo dijo; excuse me, rey David ¿y no nos van a pedir la ofrenda hoy? nadie.
Si se iba hacer un censo había que dar algo; una pieza de plata, Dios lo había establecido. Habían habido dos censos anteriormente y se había hecho, ahora nadie dijo nada. Agarrado el pueblo ¿verdad? aquel.
El primer censo lo hizo Moisés y Aarón, el segundo censo Eliazar hijo de Aaron y los censos fueron realizados por sacerdotes y tenían sus leyes.
Ahora sabe usted algo interesante hermano; sabía usted que el pecado terrible que cometió David con Betsabé fue un pecado terrible por supuesto, pero cuando se habla del mayor pecado de David en su vida no se habla de Betsabé, se habla del censo. ¿Sabía usted? Es más, sabe usted que el pecado de David con Betsabé fue un pecado horrible pero en las crónicas de los reyes no se menciona. Es el profeta Samuel el que lo menciona, pero en las crónicas que se escriben de los reyes nunca se menciona el pecado que David tuvo con Betsabé, porque este pecado es un pecado directo para con Jehová Dios. Todos los pecados obviamente ofenden la santidad del Señor, pero Dios no le ordenó a David realizar el censo.
David quería saber cuántos soldados tenía para medir sus fuerzas cuando fuera atacado por otras naciones, y Dios consideró que este era un pecado de orgullo, y nos pasa hermano, muchas veces nosotros confiamos en nosotros mismos, confiamos en lo que tenemos en el banco, confiamos en nuestro poder, nuestra fuerza y ¿de qué sirve? ¿cuánto tiene en el banco? si usted va mañana al médico y le dice que tiene cáncer ¿a ver? confíe usted en sus billetes pues ¿de qué le sirve a usted confiar en su capacidad? – No no yo no sé, porqué yo aquí, porque yo allá, porque yo esto, porque yo lo otro ¿y dónde está Dios usted? ¿y Dios dónde queda? y Dios había librado a David por años y años y años hermano.
Es que miren, lo vemos a través de toda la Biblia, Dios no gana batallas con ejército, Dios las gana con su espíritu. ¿No se acuerda usted? como Goliat tenía amedrentado a todo una nación, todo Israel, por cuarenta largos días con una piedra. Con una piedra utilizó Dios a David para ganar esa batalla. Una piedra imagínese, pero David quería saber cuántos tenía, estaba confiando en los números en lugar de confiar en Dios.
Y fíjate hermano que Joab que era el capitán, el general del ejército de David se lo dijo hombre. – Rey, le dijo – Mire Jehová añada cien veces más a lo que tiene. Quiere decir que Joab tenía conocimiento y le dice; – A mi se me hace rey que lo que está haciendo no está bien. ¿porque cree usted que David dijo; he pecado gravemente y el pecado neciamente? porque hay gente que es necia. ¿Usted conoce algunos? no vuelva a ver a ningún lado por favor.
Porque mire hermano hay gente que usted ve, que usted conoce, y usted le dice; mire hermano. Y a veces en cosas tan sencillas, tan elementales.
Una vez vino un muchacho jovencito, claro se lo dejó pasar porque es joven y uno cuando está joven comete muchos errores, pero entonces ¿para qué pregunta pues? y me vino hablar; fíjese pastor que he visto un carro, que aquí que allá que esto que lo otro.
Yo le dije; Mira papá te voy a decir algo; la peor inversión especialmente para un joven la peor inversión que puede hacer es con un vehículo nuevecito de una agencia, la peor inversión ¿por qué? porque un vehículo se devalúa en el instante que usted lo saca de la agencia; al menos que usted tenga plata pues, para tirar. Si usted tiene dinero, ya tiene sus años ¿verdad? ya está de salida, pues compre lo que quiera, pero como joven no.
Le digo; ¿tenés apartamento? -No. -Esa plata te va a servir para un apartamento. Un apartamento lo compras hoy, a la vuelta de un año ya tienes un buen porcentaje. Pero eso no, ¿un vehículo nuevecito? sólo por sentir el olor a nuevo, ¡nombre! si ahi en london drop venden una cosita así, que valen tres pesos, no importa que el carro sea de 1970 le metes eso y huele como que lo compró ayer. A sí pastor, si muchas gracias dice, que no sé, que no sé cuánto. A comprarlo fué, energúmeno.
¿Y sabes que me molesta? se lo digo sinceramente, cuando me dicen; pastor quiero que venga a orar por mi carro por favor. Yo le digo; ¿sabes que? voy a orar por tu carro cuando lo hayas pagado. [Ahorita mismo, en lugar de orar por el carro voy a orar por vos para que te de sabiduría el Señor]
Bueno y hay cosas hermanos, repito hay situaciones en la vida que son complicadas y hay gente que se nos acerca y nos dice: Mire eso no está bien, a mí se me hace que esto no es correcto, a mí se me hace que esto no lo debería de hacer. Pero David dijo claramente: He pecado gravemente y neciamente. Bueno al tal grado que David se arrepintió por esa acción que él había cometido.
Dice el salmo 118: 8-9 mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes. Eso dice la palabra. Es mejor confiar en Dios hermano, confíen en él, en todos los aspectos en todas las cosas, confía en el Señor, cualquiera que sea la situación confía en Dios, ponga su confianza en el Señor y no en otra situación.
Ahora fíjate en segundo de Samuel veinticuatro once, pues resulta que ya no estaba el profeta Natán ahora Dios había levantado al profeta Gad. Dice 2 samuel 24 :11-12 Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, vino palabra de Jehová al profeta Gad, vidente de David, diciendo: Ve y dí a David: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te ofrezco; tú escogerás una de ellas, para que yo lo haga.
Yo supongo hermanos que cada vez que David veía al profeta de Jehová, [Mmm] era para meterse debajo de la mesa, alguna regada había cometido.
Fíjate hasta donde tenía precio Dios por David. Ahh que mi mamá me hubiera dicho un día; te doy a escoger tres. [garrote seguro amigo de un solo, de una vez]
2 Samuel 24: 13 Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿O que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿O que tres días haya peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.
Allá en mi rancho le dicen el lápiz pulsudo; cuando uno va a tener un examen y no sabe qué contestar agarra el lápiz, lo tira para arriba y donde caiga la punta esa es la respuesta. Ahora aquí tres cosas; siete años de hambre, tres meses delante de tus enemigos que andes huyendo; él era experto en huir hermano ¿se acuerda de cueva en cueva y de desierto en desierto? o tres días de peste en tu tierra, piensa ahora y mira que responder al que me ha enviado le dijo el profeta.
2 Samuel 24:14 Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; caigamos ahora en mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas, más no caiga yo en manos de hombres.
Yo también estaría igual, pero me encanta la respuesta de David es que esto habla es que mire hermano David conocía a Dios.
Siete años de hambre en tu tierra ¿que quería decir eso? lo que había hecho Abraham, lo que había hecho Jacob; que había que ir a otras tierras y a otras naciones a mendigar comida; a otras naciones a las que David había batallado con ellos, otras naciones a las que David había vencido, otras naciones con las que David había peleado.
¿Qué quieres entonces?; ¿quieres siete años de hambre en tu tierra y tengas que andar; que vayas a Egipto y que vayas a otros lugares a buscar de comer? ¿quieres tres meses que te persigan los enemigos o quieres una peste? y David dijo no, prefiero caer en manos de Jehová y dice la razón; porque sus misericordias son muchas. más no caiga yo en manos de hombres. Dice la escritura que este pecado de David tomó la vida de setenta mil hombres, murieron de esa peste.
2 samuel 24: 15-23 Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna jebuseo.
Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruia al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿que hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.
Y Gad vino a David aquel día y le dijo: Sube, y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna jebuseo.
Subió David, conforme al dicho de Gad según había mandado Jehová; y Arauna miró, y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él. Saliendo entonces Arauna, se inclinó delante del rey, rostro a tierra.
Y Arauna dijo: ¿por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la mortandad del pueblo.
Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto, los tríllos de los bueyes para leña.
Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio.
Mire en pocas palabras Arauna le dice: – rey todo esto es suyo, agárrelo. ¿Quiere usted la era? – Tómela, no hay problema, ¿quiere usted este pedazo para hacer el altar? – tómelo, no hay problema ¿quiere bueyes para el sacrificio? – aquí están los bueyes. Lo que necesite; tómelo yo se lo regalo, se lo doy.
2 Samuel 24: 24 Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
Es que mire hermano, ¡ay Dios mio! Yo estudio esto, yo leo y lo he leído un millón ochocientos cuarenta y cuatro mil veces, y me toca el alma, y me toca el corazón; es qué David conocía a Jehová Dios, por eso es el hombre conforme al corazón de Dios. Es que aquí está hablando con el alma el rey David, está hablando con el corazón hermano, mire es que Dios escudriña la mente, Dios escudriña el corazón.
En primer lugar dice: Noo, yo en manos de mis enemigos no, yo en manos de Jehová; es decir si me va a sonar que me suene Dios; porque yo sé que su misericordia es grande y un día el señor va a tener más misericordia. Y ahora piense por un instante, piense por un momento, hermano creamelo ¿quién pensaría como David? a ver, ¿no diría usted?: – Ahh muchas gracias Arauna. Mire, ve que bueno que me salió de choto el asunto aquí de gratis – Noo hombre – Pero qué generosidad más grande – muchas gracias – Aquí vamos a construir el altar para Jehová, a ver este.. Y hay unos bueyesitos por ahí que puedo.. – Si yo tengo – Ahh gracias también muchas gracias.
Ahora mira David piensa, y dice: No, no, no señor. Si es para Jehova yo a Dios no le voy a ofrecer algo que a mi no me cueste.
Mire aquí cuando aquí hay personas y no está mal, no está mal que hagan eso. Hay personas acá que cuando ponen sus diezmos, los ponen a nombre de otra persona para beneficiarlo en sus impuestos ¿verdad? y eso no está mal, pero yo no quisiera que alguien ponga su esfuerzo y su sacrificio a nombre mío, ¿por qué? ¿porque entonces qué es lo que estoy dando? algo que no me cuesta.
Y David está diciendo: no, yo a mi Dios le voy a dar algo que me cueste, algo que lo sienta, ¿quien hace eso a ver? si usted le dice: ¿mire o compro la camisa o se la regalo? Pues me la regala. Porque todos somos agarrados en su mayoría cuando se trata de dar, queremos sostener.
Pero David dijo lo contrario: No, yo a Dios no le voy a ofrecer algo que no me cueste. Eso es llegar hasta el sacrificio para darle al señor hermano, y yo de plano se lo digo; yo veo a Dios desde los cielos y decir; es que este David, este David es especial. Cualquiera le ofrece cualquier cosa, este no.
Mire hermano, la gente le ofrecía a Dios; un corderito lo mejor, porque Dios lo exigía, porque ¿que le daría a la gente a Dios? Mire llévese este que está patojo ¿verdad? este que está chueco. Y para Dios es lo mejor. Y esto, esto me emociona, me encanta, me gusta el hecho de sacrificarse por el señor por amor a Dios por amor al reino, por amor a lo que él es en realidad.
Ahora me gustaría que eche un vistazo conmigo a algo que se me hace bien interesante, notemos hermanos Dios le pidió por medio de Gad el profeta a David que levantara un altar.
1 Crónicas 21: 15 Y envió Jehová el ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando él estaba destruyendo, miró Jehová y se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía: Basta yá; detén tu mano. El ángel de Jehová estaba junto a la era de Ornán jebuseo.
En el siguiente versículo mire usted 1 Crónicas 21: 18 Y el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo.
En 1 Crónicas 21: 28 viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán jebuseo, ofreció sacrificios allí.
Ahora, es una curiosidad nada más esto ¿ok? que Dios ve al ángel destruir Jerusalén pero cuando llegó a un punto; le dice detente ya no más. [le puso un alto] Y ahora llama a David y le dice quiero que me construyas un altar y me hagas un sacrificio allí donde se detuvo el ángel ahí quiero.
En 2 Crónicas 3: 1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
No se le hace a usted como que cuando Dios vio desde el cielo al ángel destruir la ciudad de Jerusalén, y cuando llegó a ese lugar dijo Dios: Oh pero ese es el lugar donde Abraham iba a sacrificar a su hijo de Isaac y también ese es el lugar donde yo quiero que se construya el templo.
Hasta el día de hoy, lo que nosotros conocemos como el monte moriah, el monte de sacrificio.
¿Y qué es lo que tenemos a orillas, nosotros? a las afueras ¿qué distancia hay? aquellos que hemos estado en Israel ¿qué distancia hay dígame usted? ¿de dónde se supone que el templo estaba construido, al monte de la calavera? Hermanos, si caminando se puede ir ahí; porque toda esa área que encontramos en ese lugar, es un lugar de sacrificio.
Es el lugar donde el ángel estaba destruyendo y Dios dijo hasta aquí. Es el lugar donde Abraham iba a sacrificar a su hijo, es el lugar donde Dios permitió que se construyera el templo y es el lugar donde sucedió el sacrificio mayor que ha existido sobre la faz de la tierra, que es el sacrificio de nuestro señor y salvador Jesucristo. Es increíble los detalles pequeños, cosas que están ahí pequeñitas pero que tienen un significado increíblemente grande.
Entonces hermano, entre las lecciones grandes que nosotros aprendemos de este tipo de mensajes; es que la mayor, tal vez por cuestión de tiempo; es que no podemos pasar por alto la palabra de Dios. No podemos menospreciar la palabra de Dios, y David fue un hombre que pagó un precio elevado, pero un precio elevadísimo.
Me encanta también el hecho de saber de que David estuvo precisamente en ese lugar donde años, muchos años más tarde sería el sacrificio del Señor Jesús.
Pero de una manera principal amados, vamos a estudiar en las próximas semanas los nombres que la vida le da al rey David y como Dios en su grande misericordia amó tanto al rey David, amó tanto a David porque es un hombre que le conocía. Era hombre que sabía quién era Dios y no es lo mismo saber de Dios que conocer a Dios, no es lo mismo saber de la Biblia que conocer la Biblia, no es lo mismo que a usted su abuela le leía pasajes, que a usted alguien le ha contado de Dios, que conocerlo.
De poder decir con su alma y su corazón; mire de oídas te había oído, pero ahora te conozco mis ojos te han visto, ahora sé quién eres, tú eres mi redentor, mi salvador. Y saber que Dios, hermano, Dios castiga, Dios no va a pasar desapercibido ningún mal nuestro, mucho menos teniendo conocimiento de la bendita palabra del Señor.
Y esta es parte de la vida de David, lo que se conoce como el pecado más grande; aparte de los otros que él había cometido; este, porque hizo las cosas contrarias a lo que Dios había dicho.
Que Dios nos ayude, que Dios nos bendiga y que nuestro diario vivir; mañana, tarde y noche; donde quiera que nos movemos, donde quiera que vamos, lo que sea que hacemos, lo hagamos pensando si esto agrada a Dios, si esto agrada al señor, si esto es la voluntad del señor, porque si no es la voluntad del señor, recuerde que las consecuencias son bien elevadas. Vamos a orar, demos gracias al Señor,
Padre te damos gracias por tu bendita palabra Señor, te damos gracias por la historia del rey David y todo lo que implica y todas las lecciones que hemos aprendido a lo largo de todo este tiempo. Padre tu palabra nos enseña que estas cosas fueron escritas para nosotros, fueron escritas para darnos lecciones de fé, para caminar rectamente delante de ti.
Cualquiera pensaría que un censo es algo insignificante, algo que no tiene tanta importancia; pero una vez más, descubrimos en tu palabra que todo es importante delante de ti y que no podemos quebrantar mandamientos tuyos Señor sin pagar consecuencias terribles. Por eso te pedimos en este día que nos ayudes, danos la fuerza Padre Santo para caminar de la mano contigo, para hacer tu santa voluntad.
Te ruego que bendigas a este pueblo, te ruego que bendigas a aquellas personas Señor, que saben que están viviendo vidas apartadas de ti, que todavía hay cosas que resolver en su diario vivir. Padre dales la fuerza para tomar las decisiones de acuerdo con tu santa palabra.
Y si usted nunca antes ha recibido a cristo en el corazón pero quisiera hacerlo hoy, yo quiero invitarle a tomar una decisión; la decisión más importante de su vida, que es la decisión de invitar a Dios a venir al corazón, a venir a tu alma a comenzar una vida nueva.
Mira dice el necio, en su corazón no hay Dios, y la biblia nos dice que bienaventurado es el hombre que confía en Jehová, aquel que pone su fe y su confianza en el Dios de la gloria. Si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, nosotros le invitamos para que abra su corazón a Jesús y le diga: Señor yo te necesito, yo quiero que vengas a mi corazón, perdona mis pecados Señor, me siento sucio me siento mal por haber ofendido tu nombre por haber ofendido tu santidad, pero en este día yo abro mi corazón y te recibo como el Señor de mi alma.
Dice la palabra que más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Si usted le abre su corazón al Señor y lo recibe como el salvador de su vida, la palabra del Señor declara que usted será un hijo de Dios. Hijos solamente aquellos que le reciben por padre, todos somos criaturas de Dios, pero hijo solamente aquellos que le reciben.
Si usted nunca antes ha recibido a Cristo pero quiere hacerlo ahora, ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie, o levante su mano. Habrá alguien que se va a acercar a usted para hablar con usted de este tema tan importante, y si usted nos mira por las redes sociales pues yo le invito que haga conmigo esta oración dígale al señor: Señor en este día te pido perdón por mis pecados, reconozco lo que hiciste en la cruz del calvario y en este día te recibo como el Señor y salvador de mi vida.
Gracias Señor por morir por mí, gracias por derramar tu sangre preciosa a mi favor, en este día te recibo como el salvador de mi vida.
Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su santa y bendita palabra.
Gracias Señor por esta noche, por el estudio de tu palabra en el nombre de Jesus oramos. Amén.