La puerta de la salvación
Enero 15, 2023 – 1:30PM | Juan 10:9 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Vamos a abrir la palabra del Señor, por favor, en el Evangelio según San Juan capítulo 10, versículo nueve.
El mensaje de esta tarde se llama: “La puerta de la salvación.”
Dice así la palabra de Dios, Juan 10: 9 (RV: 60): Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Esto es Jesús hablando, notemos que no dice: yo soy una puerta; dice “yo soy la puerta.” Por eso el mensaje se llama: “La puerta de la salvación.” ¡Que Dios bendiga la lectura de esta palabra!
Se dice que la puerta más famosa del mundo es: El número Diez Downing Street, que es la residencia del Primer Ministro del Reino Unido. Usted sabe que por esa puerta han pasado una gran, pero gran, cantidad de personajes allá en el Reino Unido. Dicen que la segunda puerta más importante es: La Puerta Santa, está en la Basílica de San Pedro, allá en Roma. Hay una tercera puerta: La Puerta del Paraíso, del Baptisterio en Florencia, Italia. Esta puerta tiene veintiocho diferentes paneles, y en cada uno de los paneles tiene una parte de la historia de la vida de Jesucristo. (Algo similar lo vimos en Israel hace un tiempo.) También está: Las Puertas del Palacio Real en Fez, Marruecos. La Puerta del Juicio Final (Notre Dame) en París, que dicen es visitada por 13 millones de turistas al año esa puerta. Y por supuesto, La Puerta de la Iglesia De Todos los Santos, se llama así, en Wittenberg, Alemania; que fue lugar donde Martín Lutero clavó las 95 tesis en 1917, que dio inicio a la Reforma. Pero hay una puerta que también es bien famosa, y estoy seguro que algunos de ustedes no la conocen, se llama la puerta del Diablo, y está en el Salvador. (Es un sitio turístico, una formación rocosa ubicada en Panchimalco, San Salvador.)
En el evangelio de Juan, se estudia y, aparecen los famosos siete “Yo soy” de Jesucristo. Entre los siete “Yo soy” aparece: “Yo soy el pan de vida.” “Yo soy la luz del mundo.” “Yo soy el buen pastor.” “Yo soy la resurrección y la vida.” “Yo soy el camino, la verdad y la vida.” “Yo soy la vid verdadera.” También está “Yo soy la puerta.”
La Biblia habla de muchas puertas que se hicieron famosas a lo largo del tiempo; por ejemplo, una puerta que es bien importante fue la puerta del Arca de Noé. Esa puerta por la cual Noé predicó al mundo de aquel entonces, que se arrepintieran de sus pecados y que entraran por esa puerta. Esa puerta única, el único lugar por donde la gente en los tiempos de Noé podía entrar. Hay algo peculiar, en el tiempo de Noé la gente vivía como quería y dice la palabra del Señor que la gente vivía como si Dios no existiera; pero cuando se terminó el tiempo (porque los tiempos tienen fecha de expiración) Dios cerró la puerta. Los teólogos han batallado muchísimo con esa idea y se preguntan ¿por qué tuvo que ser Dios el que cerrara la puerta y no Noé? Algunos consideran que, si Noé hubiera cerrado la puerta, a lo mejor Noé hubiese dejado entrar a las personas. Otros estudiosos hablan de que como la puerta la habían calafateado, es decir tenían una especie de pegamento alrededor, una vez se cerraba la puerta sería prácticamente imposible de abrirla. Dios la cerró y solamente ocho personas se salvaron, de acuerdo a la palabra del Señor.
Hay otras puertas que también, a lo largo de la Biblia, cobran una gran importancia. Las puertas de los israelitas cuando apareció el ángel de la mortandad, ¿se acuerda usted? Dios dijo que mataran un animalito y que pusieran la sangre del animal sobre el dintel de las puertas; para que cuando el ángel pasara y viera la sangre del corderito, siguiera de largo. Dice la palabra del Señor que de los primogénitos del pueblo de Israel no murió ninguno, por lo que se hizo en las puertas; sin embargo, murieron todos los primogénitos de los egipcios.
Quiero hablar, específicamente en esta tarde, acerca de otras cinco puertas. Estas puertas que hablaremos nos dan una luz respecto a la voluntad del Señor.
- La Puerta Ancha.
Mateo 7: 13 (RV-60): Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
Quiero hablar primero de la puerta ancha, y el versículo claramente nos dice que en esa puerta ancha el camino es espacioso; pero también nos dice a donde nos lleva. ¿A dónde lleva esa puerta ancha? A la perdición, exactamente a la perdición. ¿Por qué? Porque la puerta ancha es la puerta donde va todo el mundo. La puerta ancha es donde van aquellas personas que dicen o que creen, que pueden vivir su vida de acuerdo a como ellos conciben la vida cristiana. ¿No me diga? ¿Y para Dios qué? ¡Si quien escribió este libro (La Biblia) fue Dios, no fue usted! No hay manera de poder crear un evangelio a beneficio mío. La puerta ancha es la puerta de la comodidad.
Dígame por favor, ¿qué cuesta más, levantarse temprano el domingo y venir a la iglesia o simplemente quedarse bajo su cobija viendo el culto por internet? ¿Qué es más cómodo? La puerta ancha es la que prefiere la gente. Cuando usted dice: “Hay que salir a evangelizar”, que le dicen muchos: “Ay que lo hagan otros.” Hay que ofrendar: “A mí no me alcanza.” Esta puerta ancha es la de esas personas cómodas, a esos deberíamos quitarle versículos de sus Biblias, pero un montón. La cruz no es cómoda, la cruz es sacrificio. ¿Sabe qué dijo Jesús? Lucas 9:23 (NVI): Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. ¿Qué tal, cómo la ve? Es que la cruz es así.
A veces pienso, y digo: “Vuela, si yo siendo pastor no quiero ir ahora, ¿cómo estarán las ovejas? Cuando te das cuenta que es domingo otra vez, comienza uno a batallar ¿verdad? Mejor le voy a llamar a Emerson, le voy a decir que predique él y yo me voy a quedar aquí en la camita. Eso ocurre en la puerta ancha, lo primero no es el reino, no son mis intereses; al contrario, es lo que yo quiero, lo que a mí me gusta, lo que yo prefiero. Son mis intereses, así es la puerta ancha.
Acaba de pasar la Navidad; la Navidad, con todo respeto, no es tiempo de familia; si usted cree que la Navidad es tiempo de familia, usted no ha entendido nada del evangelio, no lo ha entendido todavía. Porque Navidad es el tiempo de Jesús, es el nacimiento de Jesús, es la celebración de Jesús. A un montón de gente le preguntaron ¿Qué significa la Navidad para usted? Y la gente comenzó a decir: regalos, fiesta, diversión, comenzaron a decir un montón de cosas que piensa el mundo; pero mucha gente de la iglesia actúa igual que el mundo hermanos. Hay personas que piensan que Navidad es el pavo, que hay que ir a buscar el pavo; hermano Navidad es tiempo de Jesús.
Están muy serios algunos hermanos acá porque le estamos diciendo la verdad, pero es que para eso estoy yo aquí, para decir la verdad. Usted quiere concebir las cosas a su manera, concíbalas de la manera que usted quiera; pero eso sí, el que entra por esa puerta ¿a dónde dice que va? A la perdición, así que tenga cuidado, no vaya a estar engañado. Dice la escritura (Proverbios 14:12 RV-60) Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. Y esa es una de las crisis espirituales más grandes que vivimos hoy en día las iglesias, creer que usted va por el camino correcto porque ya tiene diez años en una iglesia, porque tiene 20 años en una iglesia, porque tiene 30 años en una iglesia; ¿usted cree que eso lo hace a usted ser nacido de nuevo? De ninguna manera mi hermano, no es así. Hay personas que sus intereses están por encima de los intereses del reino.
- La Puerta Angosta. (Estrecha)
Mateo 7: 13 (RV-60): Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
Yo siempre he dicho: El evangelio verdadero de Jesucristo no es popular. El evangelio es para pocos, no para las multitudes. La mayoría quería que le dieran de comer, querían una casita bonita, un carrito bonito, unos hijos bonitos, un trabajo bonito, un salario bonito, cosas bonitas; pero ¿el precio? No, el precio que lo pague otro.
Mateo 7: 14 (RV-60): porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. ¿A dónde lleva ese camino? A la vida. ¿Y cuántos lo encuentran?
La gran preocupación mía es: ¿Yo soy de los muchos o soy de los pocos? ¿Dónde encajo yo? A mí se me hace que esto es delicado, que esto es bien delicado. Vivimos en un mundo con demasiadas distracciones, pero demasiadas distracciones.
Es muy fácil justificarnos. Le cuento algo: usted me puede decir a mí: “Pastor, mi trabajo no me permite congregarme”. ¿Usted sabe cuál es mi deber? Yo debo decirle: “Cambie de trabajo.” El problema está que muchos quieren que el pastor les diga: “No se preocupe, que Dios conoce su corazón.” Pero no puedo decir eso, porque entonces estaría quebrantando los principios bíblicos. La Biblia dice (Mateo 6:33): Más Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Las personas tropiezan con una cosa, tropiezan con otra y todavía no entienden que es lo primero en su vida. Es nuestra responsabilidad tomar las decisiones. Si en la ciudad donde usted vive, no hay una iglesia donde adorar, no hay una iglesia donde servir, no hay una iglesia donde pueda poner sus dones al servicio del Señor; cámbiese de ciudad. Porque usted está escogiendo otra cosa en lugar de Dios, en lugar de Jesús. Eso dice la palabra no lo digo yo hermano, entiéndalo. Por eso yo le digo lea un versículo y quédese con ese versículo, pídale a Dios que le hable.
Lucas 13:24-25 (RV-60): Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Ahora usted debe revisarse y ver si en su vida ha cambiado algo o todo sigue igual. Si usted no tiene a Jesús usted tiene una religión, eso es lo que tiene. ¿Recuerda que Dios fue quien cerró la puerta del Arca de Noé? Este versículo nos habla que va a haber un momento donde ya no se va a poder oír, va a ver comezón de oír. Dios va a cerrar la puerta; y estando fuera usted comenzará a llamar, pero será demasiado tarde.
- La Puerta del infierno.
Mateo 16:18 (RV-60): Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Tal vez esta puerta resulta diferente, porque no es para facilitar la entrada; es para evitar la salida. (Esto no les debe dar risa.) Hermanos, como hay gente que insiste ir allá, y están obsesionados con la perdición, con el infierno. Las personas piensan que allá se van a encontrar a la Celia Cruz, que allá va a haber fiesta, pues eso es lo que mucha gente piensa. ¿Y sabe qué dicen algunos? Dicen: “prefiero estar en un lugar donde va a haber alegría, que un lugar donde va a haber tristeza.” Ellos piensan que al entrar al cielo le van a dar un arpa para estar tocando, y dicen: “un arpa que aburrido. No, yo quiero baile.” Pero, ¿de dónde la gente sacó esa idea? Yo no sé, porque la Biblia dice que lo que hay en el infierno es fuego, tormento; y esto da tristeza hermano. Hermano haga una prueba, ponga el horno de su casa, yo estoy seguro que uno no se puede ni acercar por el calor terrible. ¿Cómo usted cree va a ser el infierno? ¿Cree que será soportable?
Hay personas que piensan que Dios se conforma con lo que sobra, eso piensa mucha gente. Ellos dicen: Si Dios es amor, Él se conforma con lo que yo pueda darle. Si Dios le dio a usted tres talentos y usted se dedicó a vivir su vida, a sus negocios; pero no le dio a Dios lo que es de Dios, ahí si hay problemas hermano. ¿Qué le dirá usted al Señor cuando venga a pedir cuentas? “Ay mira Señor, es que tú eres muy duro, esto era muy duro; eso de que tenemos que estarte cantando, tenemos que estarte adorando, eso que hay que venir a servir, eso que hay que estar metido en un ayuno, eso de que hay que estar yendo para navidad; ¡Que va Señor! Mire aquí tiene lo tuyo, yo te lo enterré y aquí te lo estoy regresando.” Las palabras del Señor fueron: “Siervo malo y negligente.”
El evangelio bíblico no es popular hermano, es por eso que en la puerta ancha van los muchos y a la puerta angosta los pocos. Yo entiendo perfectamente bien la atracción que se tiene por la puerta ancha, claro que entiendo. La mayoría de nosotros que venimos del mundo sabemos cómo es eso, ¿por qué? Porque la gente quiere estar en un antro de perdición el fin de semana y venir al culto el día domingo, eso es lo que la gente quiere ¿sí o no? La gente quiere vivir su vida.
Yo conozco personas que estuvieron en esta iglesia hace mucho tiempo, pero comenzaron a vivir así. Mira no es que el pastor sea profeta, ni brujo; es que tenemos un campo muestral bien amplio y comparamos. Es por eso que se le hace fácil a uno decir ¿qué persona o qué familia va a terminar fuera de los caminos del Señor?; por su manera de pensar. Es que venir aquí y exponerse a la palabra es para renovar, el espíritu y la mente. Pero si yo vengo acá, a la casa de Dios, a escuchar el mensaje de la palabra y resisto el mensaje; y me pongo a criticar, ¿qué es lo que se lleva? Nada, déjeme decirle que yo solo soy mensajero, porque esta Biblia la tiene también usted. Pero si usted acepta el mensaje, su mente se va a renovar porque la fe viene por el oír. Debemos obedecer, hacer nuestra la palabra. Yo escucho predicadores que me dan una bofetada (sacudidas) para un lado, para el otro; y busco su nombre lo anoto y sigo buscando sus mensajes. Quiero ver ¿qué es lo que me está diciendo? El evangelio hay que obedecerlo.
Es una lástima en realidad que personas no entiendan que el infierno es tan real, y es un tema que no es popular. Usted nunca va a escuchar a los predicadores populares que tienen Iglesias de miles y miles de gente dar un sermón del infierno. Y si les pregunta ¿por qué? Ellos dicen: “Ah porque eso asusta a la gente.” ¿Y desde cuándo podemos tomar unos temas sí y otros no?
- Puerta del Cielo.
Apocalipsis 4:1 (RV-60): Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.
Ya sabemos que hay una puerta del infierno y hay una puerta del cielo, ¿cuál puerta lo está esperando a usted?
¿Digno del cielo? Nadie. ¿Merecedor del cielo? Nadie, la única razón por la que podemos y vamos a entrar a la Gloria es por la Gracia y la Misericordia de Dios, es la única razón. Gracia y Misericordia de Dios.
Esa Gracia y Misericordia del Señor merece, requiere, demanda: Fe. La palabra Fe demanda que nosotros vivamos una vida sometida al Señor, por ejemplo: Jesucristo debe ser el Señor y Salvador de nuestras almas. ¿Está conmigo? Pero la mayoría de la gente quiere que Jesús sea solamente su Salvador, porque para que Él sea el Señor eso demanda sumisión a Dios y a su palabra.
Yo le hago una pregunta a las parejas de novios: ¿Qué le pide su carne en una noche romántica? A ver, una noche con cositas bonitas, y que no sé qué, y aquí, y allá, y besitos por aquí, tocaditas por allá. ¿Qué le pide la carne de los dos? ¿Te das cuenta? Por eso le estoy diciendo: popular no es, ¿por qué? ¡Porque la carne es tremenda! ¿Y qué te dice Dios? ¡No el pastor David! Dios dice: No, espérense hombre, espérense; y si tanto es la desesperación: “cásense.” ¿Por qué? Porque hay un precio que pagar, y nadie quiere pagar el precio, la gente quiere el placer, pero no el precio. Entonces caemos otra vez en lo mismo, fácil no es.
Todavía nos queda otra puerta por ver hoy.
- La Puerta del Corazón.
Apocalipsis 3: 20 (RV-60): He aquí, yo estoy a la puerta ahí está la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Lo curioso de este versículo es que se encuentra en el capítulo tres de Apocalipsis, y en los capítulos dos y tres, son mensajes a las iglesias; lo que implica que este versículo es para la iglesia, no es para la gente inconversa.
Pero quiero hablar de la puerta del corazón, es esa puerta que solo usted puede abrir o cerrar. En esta tarde, entre ustedes hay dos tipos de personas: los que abrieron su puerta para recibir la palabra y los que cerraron la puerta del corazón por prejuicios, por necedad, por ignorancia, por falta de conocimiento, porque mi abuela esto, porque mi papá esto, porque mi tía esto, porque mi hermano esto, porque mi mamá tal cosa.
Hay una ilustración muy vieja que habla de un cuadro que tenía una puerta, pero no tenía chapa (picaporte, yale). Al cuadro de la puerta se acercó un hombre y al ver la pintura dijo: “Esta puerta está mal pintada.” Curiosamente ahí estaba el hombre que le había pintado. Entonces el pintor dijo: ¿Y por qué a usted le parece que esta puerta está mal pintada? El hombre responde: porque no tiene chapa (picaporte, yale) El pintor responde: No, no está mal pintada, es que la puerta se llama Apocalipsis 3:20. A lo que el hombre responde: “No importa como se llame, está mal pintada porque le falta la chapa (picaporte, yale). Así estuvieron por unos minutos, hasta que el pintor le dice: No señor, está equivocado, esta puerta es la puerta del corazón y no se puede abrir por fuera. Esa puerta solamente se puede abrir por dentro, es por eso que usted no ve la chapa (picaporte, yale) porque solamente va por dentro, no por fuera.
Solamente usted, es el único, que puede decidir ¿qué hacer con la palabra de Dios? En este momento es solamente usted, no es su marido, ni sus hijos, ni su mamá.
Como le digo yo a mis hijos: “El hecho de que el papá de usted sesea pastor, eso no significa que ustedes tienen pasaporte diplomático para entrar a la gloria eterna, de ninguna manera. Ustedes necesitan arrepentirse de sus pecados, necesitan conocer a Dios, amar a Dios y vivir para Dios; para poder entrar al reino de los cielos.” Porque el que no nace de nuevo, dice Dios no el pastor, no puede entrar al reino de los cielos. ¿Qué quiere decir eso? Que sea nueva criatura, que se someta a una regeneración hecha por medio del Espíritu de Dios.
Nadie va al cielo por ser bueno, ni al infierno por ser malo. Al infierno se va por rechazar a Jesucristo y al cielo por abrir esa puerta del corazón, que se abre por Fe. Por eso Jesús dijo: “Bienaventurado los que no vieron y creyeron.”
Esta puerta se abre por dentro, y usted solamente usted es el único que puede abrirla o dejarla cerrada. Solo usted puede oír al Espíritu de Dios o a sus prejuicios; al Espíritu de Dios o lo que otra gente le ha dicho; al Espíritu de Dios o a las maldades de su carne. Es usted y solamente usted quien deja la puerta cerrada o la abre. Solo usted le puede decir al Señor: Jesús, entra en este corazón.
Incline su rostro, oremos al Señor:
Padre, te damos gracias por tu palabra en esta hora. Entendemos Señor que hay una puerta ancha, atractiva a la carne; pero que también hay una puerta estrecha y que no muchos quieren entrar por esa puerta. Señor tu palabra también dice que esa puerta ancha conduce a la perdición, pero que la puerta angosta a la vida. Tu palabra nos ha enseñado hoy que tú eres la puerta de la salvación, la puerta del perdón, la puerta de la reconciliación, la puerta de la vida eterna; y todo aquel que entre por ella encuentra salvación. Independientemente de conceptos preconcebidos en nuestra mente. Llegamos a la conclusión que tu palabra es la verdad, la única verdad, que tú eres el camino y que tú eres la vida; todo aquel que abre su corazón a Jesús recibe el perdón de los pecados y la vida eterna.
Mientras todos oramos en esta tarde, si usted nunca antes ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida, como Señor y Salvador de su alma; hoy es un buen día. Si hay alguna persona que dice: “Pastor yo necesito a Dios, yo quiero abrir esa puerta para Jesús, yo quiero entrar por esa puerta y recibir el perdón de mis pecados y la vida eterna.” Si hay alguna persona entre nosotros que quiere recibir a Cristo, yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano. ¡Venga a los pies de Cristo! Alguien se va a acercar a usted con cariño, no queremos exponerle ni humillarle, pero esto es bien importante. Es la pregunta más importante en la vida, ¿dónde vamos a pasar la eternidad del día que morimos? ¡Entréguele su corazón al Señor y comience hoy! Usted que nos mira por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe Dígale al Señor: “Señor en este día te entrego mi corazón. Te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la Cruz del Calvario. Este día te recibo como mi Señor y mi Salvador personal.” Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita palabra.
Gracias Padre por las decisiones que personas están tomando en este momento. Te alabamos, te bendecimos y honramos tu nombre, en Cristo Jesús oramos, amén y amén.
Amados míos que la paz de Cristo le acompañe. Que Dios me los bendiga.
La puerta de la salvación
Enero 15, 2023 – 1:30PM | Juan 10:9 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Vamos a abrir la palabra del Señor, por favor, en el Evangelio según San Juan capítulo 10, versículo nueve.
El mensaje de esta tarde se llama: “La puerta de la salvación.”
Dice así la palabra de Dios, Juan 10: 9 (RV: 60): Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Esto es Jesús hablando, notemos que no dice: yo soy una puerta; dice “yo soy la puerta.” Por eso el mensaje se llama: “La puerta de la salvación.” ¡Que Dios bendiga la lectura de esta palabra!
Se dice que la puerta más famosa del mundo es: El número Diez Downing Street, que es la residencia del Primer Ministro del Reino Unido. Usted sabe que por esa puerta han pasado una gran, pero gran, cantidad de personajes allá en el Reino Unido. Dicen que la segunda puerta más importante es: La Puerta Santa, está en la Basílica de San Pedro, allá en Roma. Hay una tercera puerta: La Puerta del Paraíso, del Baptisterio en Florencia, Italia. Esta puerta tiene veintiocho diferentes paneles, y en cada uno de los paneles tiene una parte de la historia de la vida de Jesucristo. (Algo similar lo vimos en Israel hace un tiempo.) También está: Las Puertas del Palacio Real en Fez, Marruecos. La Puerta del Juicio Final (Notre Dame) en París, que dicen es visitada por 13 millones de turistas al año esa puerta. Y por supuesto, La Puerta de la Iglesia De Todos los Santos, se llama así, en Wittenberg, Alemania; que fue lugar donde Martín Lutero clavó las 95 tesis en 1917, que dio inicio a la Reforma. Pero hay una puerta que también es bien famosa, y estoy seguro que algunos de ustedes no la conocen, se llama la puerta del Diablo, y está en el Salvador. (Es un sitio turístico, una formación rocosa ubicada en Panchimalco, San Salvador.)
En el evangelio de Juan, se estudia y, aparecen los famosos siete “Yo soy” de Jesucristo. Entre los siete “Yo soy” aparece: “Yo soy el pan de vida.” “Yo soy la luz del mundo.” “Yo soy el buen pastor.” “Yo soy la resurrección y la vida.” “Yo soy el camino, la verdad y la vida.” “Yo soy la vid verdadera.” También está “Yo soy la puerta.”
La Biblia habla de muchas puertas que se hicieron famosas a lo largo del tiempo; por ejemplo, una puerta que es bien importante fue la puerta del Arca de Noé. Esa puerta por la cual Noé predicó al mundo de aquel entonces, que se arrepintieran de sus pecados y que entraran por esa puerta. Esa puerta única, el único lugar por donde la gente en los tiempos de Noé podía entrar. Hay algo peculiar, en el tiempo de Noé la gente vivía como quería y dice la palabra del Señor que la gente vivía como si Dios no existiera; pero cuando se terminó el tiempo (porque los tiempos tienen fecha de expiración) Dios cerró la puerta. Los teólogos han batallado muchísimo con esa idea y se preguntan ¿por qué tuvo que ser Dios el que cerrara la puerta y no Noé? Algunos consideran que, si Noé hubiera cerrado la puerta, a lo mejor Noé hubiese dejado entrar a las personas. Otros estudiosos hablan de que como la puerta la habían calafateado, es decir tenían una especie de pegamento alrededor, una vez se cerraba la puerta sería prácticamente imposible de abrirla. Dios la cerró y solamente ocho personas se salvaron, de acuerdo a la palabra del Señor.
Hay otras puertas que también, a lo largo de la Biblia, cobran una gran importancia. Las puertas de los israelitas cuando apareció el ángel de la mortandad, ¿se acuerda usted? Dios dijo que mataran un animalito y que pusieran la sangre del animal sobre el dintel de las puertas; para que cuando el ángel pasara y viera la sangre del corderito, siguiera de largo. Dice la palabra del Señor que de los primogénitos del pueblo de Israel no murió ninguno, por lo que se hizo en las puertas; sin embargo, murieron todos los primogénitos de los egipcios.
Quiero hablar, específicamente en esta tarde, acerca de otras cinco puertas. Estas puertas que hablaremos nos dan una luz respecto a la voluntad del Señor.
- La Puerta Ancha.
Mateo 7: 13 (RV-60): Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
Quiero hablar primero de la puerta ancha, y el versículo claramente nos dice que en esa puerta ancha el camino es espacioso; pero también nos dice a donde nos lleva. ¿A dónde lleva esa puerta ancha? A la perdición, exactamente a la perdición. ¿Por qué? Porque la puerta ancha es la puerta donde va todo el mundo. La puerta ancha es donde van aquellas personas que dicen o que creen, que pueden vivir su vida de acuerdo a como ellos conciben la vida cristiana. ¿No me diga? ¿Y para Dios qué? ¡Si quien escribió este libro (La Biblia) fue Dios, no fue usted! No hay manera de poder crear un evangelio a beneficio mío. La puerta ancha es la puerta de la comodidad.
Dígame por favor, ¿qué cuesta más, levantarse temprano el domingo y venir a la iglesia o simplemente quedarse bajo su cobija viendo el culto por internet? ¿Qué es más cómodo? La puerta ancha es la que prefiere la gente. Cuando usted dice: “Hay que salir a evangelizar”, que le dicen muchos: “Ay que lo hagan otros.” Hay que ofrendar: “A mí no me alcanza.” Esta puerta ancha es la de esas personas cómodas, a esos deberíamos quitarle versículos de sus Biblias, pero un montón. La cruz no es cómoda, la cruz es sacrificio. ¿Sabe qué dijo Jesús? Lucas 9:23 (NVI): Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. ¿Qué tal, cómo la ve? Es que la cruz es así.
A veces pienso, y digo: “Vuela, si yo siendo pastor no quiero ir ahora, ¿cómo estarán las ovejas? Cuando te das cuenta que es domingo otra vez, comienza uno a batallar ¿verdad? Mejor le voy a llamar a Emerson, le voy a decir que predique él y yo me voy a quedar aquí en la camita. Eso ocurre en la puerta ancha, lo primero no es el reino, no son mis intereses; al contrario, es lo que yo quiero, lo que a mí me gusta, lo que yo prefiero. Son mis intereses, así es la puerta ancha.
Acaba de pasar la Navidad; la Navidad, con todo respeto, no es tiempo de familia; si usted cree que la Navidad es tiempo de familia, usted no ha entendido nada del evangelio, no lo ha entendido todavía. Porque Navidad es el tiempo de Jesús, es el nacimiento de Jesús, es la celebración de Jesús. A un montón de gente le preguntaron ¿Qué significa la Navidad para usted? Y la gente comenzó a decir: regalos, fiesta, diversión, comenzaron a decir un montón de cosas que piensa el mundo; pero mucha gente de la iglesia actúa igual que el mundo hermanos. Hay personas que piensan que Navidad es el pavo, que hay que ir a buscar el pavo; hermano Navidad es tiempo de Jesús.
Están muy serios algunos hermanos acá porque le estamos diciendo la verdad, pero es que para eso estoy yo aquí, para decir la verdad. Usted quiere concebir las cosas a su manera, concíbalas de la manera que usted quiera; pero eso sí, el que entra por esa puerta ¿a dónde dice que va? A la perdición, así que tenga cuidado, no vaya a estar engañado. Dice la escritura (Proverbios 14:12 RV-60) Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. Y esa es una de las crisis espirituales más grandes que vivimos hoy en día las iglesias, creer que usted va por el camino correcto porque ya tiene diez años en una iglesia, porque tiene 20 años en una iglesia, porque tiene 30 años en una iglesia; ¿usted cree que eso lo hace a usted ser nacido de nuevo? De ninguna manera mi hermano, no es así. Hay personas que sus intereses están por encima de los intereses del reino.
- La Puerta Angosta. (Estrecha)
Mateo 7: 13 (RV-60): Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
Yo siempre he dicho: El evangelio verdadero de Jesucristo no es popular. El evangelio es para pocos, no para las multitudes. La mayoría quería que le dieran de comer, querían una casita bonita, un carrito bonito, unos hijos bonitos, un trabajo bonito, un salario bonito, cosas bonitas; pero ¿el precio? No, el precio que lo pague otro.
Mateo 7: 14 (RV-60): porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. ¿A dónde lleva ese camino? A la vida. ¿Y cuántos lo encuentran?
La gran preocupación mía es: ¿Yo soy de los muchos o soy de los pocos? ¿Dónde encajo yo? A mí se me hace que esto es delicado, que esto es bien delicado. Vivimos en un mundo con demasiadas distracciones, pero demasiadas distracciones.
Es muy fácil justificarnos. Le cuento algo: usted me puede decir a mí: “Pastor, mi trabajo no me permite congregarme”. ¿Usted sabe cuál es mi deber? Yo debo decirle: “Cambie de trabajo.” El problema está que muchos quieren que el pastor les diga: “No se preocupe, que Dios conoce su corazón.” Pero no puedo decir eso, porque entonces estaría quebrantando los principios bíblicos. La Biblia dice (Mateo 6:33): Más Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Las personas tropiezan con una cosa, tropiezan con otra y todavía no entienden que es lo primero en su vida. Es nuestra responsabilidad tomar las decisiones. Si en la ciudad donde usted vive, no hay una iglesia donde adorar, no hay una iglesia donde servir, no hay una iglesia donde pueda poner sus dones al servicio del Señor; cámbiese de ciudad. Porque usted está escogiendo otra cosa en lugar de Dios, en lugar de Jesús. Eso dice la palabra no lo digo yo hermano, entiéndalo. Por eso yo le digo lea un versículo y quédese con ese versículo, pídale a Dios que le hable.
Lucas 13:24-25 (RV-60): Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Ahora usted debe revisarse y ver si en su vida ha cambiado algo o todo sigue igual. Si usted no tiene a Jesús usted tiene una religión, eso es lo que tiene. ¿Recuerda que Dios fue quien cerró la puerta del Arca de Noé? Este versículo nos habla que va a haber un momento donde ya no se va a poder oír, va a ver comezón de oír. Dios va a cerrar la puerta; y estando fuera usted comenzará a llamar, pero será demasiado tarde.
- La Puerta del infierno.
Mateo 16:18 (RV-60): Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Tal vez esta puerta resulta diferente, porque no es para facilitar la entrada; es para evitar la salida. (Esto no les debe dar risa.) Hermanos, como hay gente que insiste ir allá, y están obsesionados con la perdición, con el infierno. Las personas piensan que allá se van a encontrar a la Celia Cruz, que allá va a haber fiesta, pues eso es lo que mucha gente piensa. ¿Y sabe qué dicen algunos? Dicen: “prefiero estar en un lugar donde va a haber alegría, que un lugar donde va a haber tristeza.” Ellos piensan que al entrar al cielo le van a dar un arpa para estar tocando, y dicen: “un arpa que aburrido. No, yo quiero baile.” Pero, ¿de dónde la gente sacó esa idea? Yo no sé, porque la Biblia dice que lo que hay en el infierno es fuego, tormento; y esto da tristeza hermano. Hermano haga una prueba, ponga el horno de su casa, yo estoy seguro que uno no se puede ni acercar por el calor terrible. ¿Cómo usted cree va a ser el infierno? ¿Cree que será soportable?
Hay personas que piensan que Dios se conforma con lo que sobra, eso piensa mucha gente. Ellos dicen: Si Dios es amor, Él se conforma con lo que yo pueda darle. Si Dios le dio a usted tres talentos y usted se dedicó a vivir su vida, a sus negocios; pero no le dio a Dios lo que es de Dios, ahí si hay problemas hermano. ¿Qué le dirá usted al Señor cuando venga a pedir cuentas? “Ay mira Señor, es que tú eres muy duro, esto era muy duro; eso de que tenemos que estarte cantando, tenemos que estarte adorando, eso que hay que venir a servir, eso que hay que estar metido en un ayuno, eso de que hay que estar yendo para navidad; ¡Que va Señor! Mire aquí tiene lo tuyo, yo te lo enterré y aquí te lo estoy regresando.” Las palabras del Señor fueron: “Siervo malo y negligente.”
El evangelio bíblico no es popular hermano, es por eso que en la puerta ancha van los muchos y a la puerta angosta los pocos. Yo entiendo perfectamente bien la atracción que se tiene por la puerta ancha, claro que entiendo. La mayoría de nosotros que venimos del mundo sabemos cómo es eso, ¿por qué? Porque la gente quiere estar en un antro de perdición el fin de semana y venir al culto el día domingo, eso es lo que la gente quiere ¿sí o no? La gente quiere vivir su vida.
Yo conozco personas que estuvieron en esta iglesia hace mucho tiempo, pero comenzaron a vivir así. Mira no es que el pastor sea profeta, ni brujo; es que tenemos un campo muestral bien amplio y comparamos. Es por eso que se le hace fácil a uno decir ¿qué persona o qué familia va a terminar fuera de los caminos del Señor?; por su manera de pensar. Es que venir aquí y exponerse a la palabra es para renovar, el espíritu y la mente. Pero si yo vengo acá, a la casa de Dios, a escuchar el mensaje de la palabra y resisto el mensaje; y me pongo a criticar, ¿qué es lo que se lleva? Nada, déjeme decirle que yo solo soy mensajero, porque esta Biblia la tiene también usted. Pero si usted acepta el mensaje, su mente se va a renovar porque la fe viene por el oír. Debemos obedecer, hacer nuestra la palabra. Yo escucho predicadores que me dan una bofetada (sacudidas) para un lado, para el otro; y busco su nombre lo anoto y sigo buscando sus mensajes. Quiero ver ¿qué es lo que me está diciendo? El evangelio hay que obedecerlo.
Es una lástima en realidad que personas no entiendan que el infierno es tan real, y es un tema que no es popular. Usted nunca va a escuchar a los predicadores populares que tienen Iglesias de miles y miles de gente dar un sermón del infierno. Y si les pregunta ¿por qué? Ellos dicen: “Ah porque eso asusta a la gente.” ¿Y desde cuándo podemos tomar unos temas sí y otros no?
- Puerta del Cielo.
Apocalipsis 4:1 (RV-60): Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.
Ya sabemos que hay una puerta del infierno y hay una puerta del cielo, ¿cuál puerta lo está esperando a usted?
¿Digno del cielo? Nadie. ¿Merecedor del cielo? Nadie, la única razón por la que podemos y vamos a entrar a la Gloria es por la Gracia y la Misericordia de Dios, es la única razón. Gracia y Misericordia de Dios.
Esa Gracia y Misericordia del Señor merece, requiere, demanda: Fe. La palabra Fe demanda que nosotros vivamos una vida sometida al Señor, por ejemplo: Jesucristo debe ser el Señor y Salvador de nuestras almas. ¿Está conmigo? Pero la mayoría de la gente quiere que Jesús sea solamente su Salvador, porque para que Él sea el Señor eso demanda sumisión a Dios y a su palabra.
Yo le hago una pregunta a las parejas de novios: ¿Qué le pide su carne en una noche romántica? A ver, una noche con cositas bonitas, y que no sé qué, y aquí, y allá, y besitos por aquí, tocaditas por allá. ¿Qué le pide la carne de los dos? ¿Te das cuenta? Por eso le estoy diciendo: popular no es, ¿por qué? ¡Porque la carne es tremenda! ¿Y qué te dice Dios? ¡No el pastor David! Dios dice: No, espérense hombre, espérense; y si tanto es la desesperación: “cásense.” ¿Por qué? Porque hay un precio que pagar, y nadie quiere pagar el precio, la gente quiere el placer, pero no el precio. Entonces caemos otra vez en lo mismo, fácil no es.
Todavía nos queda otra puerta por ver hoy.
- La Puerta del Corazón.
Apocalipsis 3: 20 (RV-60): He aquí, yo estoy a la puerta ahí está la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Lo curioso de este versículo es que se encuentra en el capítulo tres de Apocalipsis, y en los capítulos dos y tres, son mensajes a las iglesias; lo que implica que este versículo es para la iglesia, no es para la gente inconversa.
Pero quiero hablar de la puerta del corazón, es esa puerta que solo usted puede abrir o cerrar. En esta tarde, entre ustedes hay dos tipos de personas: los que abrieron su puerta para recibir la palabra y los que cerraron la puerta del corazón por prejuicios, por necedad, por ignorancia, por falta de conocimiento, porque mi abuela esto, porque mi papá esto, porque mi tía esto, porque mi hermano esto, porque mi mamá tal cosa.
Hay una ilustración muy vieja que habla de un cuadro que tenía una puerta, pero no tenía chapa (picaporte, yale). Al cuadro de la puerta se acercó un hombre y al ver la pintura dijo: “Esta puerta está mal pintada.” Curiosamente ahí estaba el hombre que le había pintado. Entonces el pintor dijo: ¿Y por qué a usted le parece que esta puerta está mal pintada? El hombre responde: porque no tiene chapa (picaporte, yale) El pintor responde: No, no está mal pintada, es que la puerta se llama Apocalipsis 3:20. A lo que el hombre responde: “No importa como se llame, está mal pintada porque le falta la chapa (picaporte, yale). Así estuvieron por unos minutos, hasta que el pintor le dice: No señor, está equivocado, esta puerta es la puerta del corazón y no se puede abrir por fuera. Esa puerta solamente se puede abrir por dentro, es por eso que usted no ve la chapa (picaporte, yale) porque solamente va por dentro, no por fuera.
Solamente usted, es el único, que puede decidir ¿qué hacer con la palabra de Dios? En este momento es solamente usted, no es su marido, ni sus hijos, ni su mamá.
Como le digo yo a mis hijos: “El hecho de que el papá de usted sesea pastor, eso no significa que ustedes tienen pasaporte diplomático para entrar a la gloria eterna, de ninguna manera. Ustedes necesitan arrepentirse de sus pecados, necesitan conocer a Dios, amar a Dios y vivir para Dios; para poder entrar al reino de los cielos.” Porque el que no nace de nuevo, dice Dios no el pastor, no puede entrar al reino de los cielos. ¿Qué quiere decir eso? Que sea nueva criatura, que se someta a una regeneración hecha por medio del Espíritu de Dios.
Nadie va al cielo por ser bueno, ni al infierno por ser malo. Al infierno se va por rechazar a Jesucristo y al cielo por abrir esa puerta del corazón, que se abre por Fe. Por eso Jesús dijo: “Bienaventurado los que no vieron y creyeron.”
Esta puerta se abre por dentro, y usted solamente usted es el único que puede abrirla o dejarla cerrada. Solo usted puede oír al Espíritu de Dios o a sus prejuicios; al Espíritu de Dios o lo que otra gente le ha dicho; al Espíritu de Dios o a las maldades de su carne. Es usted y solamente usted quien deja la puerta cerrada o la abre. Solo usted le puede decir al Señor: Jesús, entra en este corazón.
Incline su rostro, oremos al Señor:
Padre, te damos gracias por tu palabra en esta hora. Entendemos Señor que hay una puerta ancha, atractiva a la carne; pero que también hay una puerta estrecha y que no muchos quieren entrar por esa puerta. Señor tu palabra también dice que esa puerta ancha conduce a la perdición, pero que la puerta angosta a la vida. Tu palabra nos ha enseñado hoy que tú eres la puerta de la salvación, la puerta del perdón, la puerta de la reconciliación, la puerta de la vida eterna; y todo aquel que entre por ella encuentra salvación. Independientemente de conceptos preconcebidos en nuestra mente. Llegamos a la conclusión que tu palabra es la verdad, la única verdad, que tú eres el camino y que tú eres la vida; todo aquel que abre su corazón a Jesús recibe el perdón de los pecados y la vida eterna.
Mientras todos oramos en esta tarde, si usted nunca antes ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida, como Señor y Salvador de su alma; hoy es un buen día. Si hay alguna persona que dice: “Pastor yo necesito a Dios, yo quiero abrir esa puerta para Jesús, yo quiero entrar por esa puerta y recibir el perdón de mis pecados y la vida eterna.” Si hay alguna persona entre nosotros que quiere recibir a Cristo, yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano. ¡Venga a los pies de Cristo! Alguien se va a acercar a usted con cariño, no queremos exponerle ni humillarle, pero esto es bien importante. Es la pregunta más importante en la vida, ¿dónde vamos a pasar la eternidad del día que morimos? ¡Entréguele su corazón al Señor y comience hoy! Usted que nos mira por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe Dígale al Señor: “Señor en este día te entrego mi corazón. Te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la Cruz del Calvario. Este día te recibo como mi Señor y mi Salvador personal.” Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita palabra.
Gracias Padre por las decisiones que personas están tomando en este momento. Te alabamos, te bendecimos y honramos tu nombre, en Cristo Jesús oramos, amén y amén.
Amados míos que la paz de Cristo le acompañe. Que Dios me los bendiga.