David en el desierto
Junio 23, 2021 – 7:00PM | 1 Samuel 23: 7-18 | Dr. David Rodríguez
TRANSCRIPCIÓN
1 Samuel 23:7-18
Muchas veces en la vida atravesamos situaciones complicadas, el estudio de esta noche se llama “David en el desierto”. La verdad es que llega a un momento en el que uno se puede lamentar por la vida de este hombre, acaba de salir de la cueva; donde se juntaron todos los afligidos, todos los endeudados, todas las personas que tenían complicaciones de espíritu, ahí estuvo David, pero ahora resulta que sale de la prueba y entra al desierto.
En la vida hay cosas así, hay momentos donde usted piensa que ya se acabó la prueba, cuando en realidad sale de una y está por entrar a una nueva situación mucho más complicada que en la que se encontraba antes.
Tengo cinco puntos para tratar en este estudio y tienen que ver con David.
1 Samuel 23:7-18 dice:
Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras. Y convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla para descender a Keila, y poner sitio a David y a sus hombres. Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod. Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá. Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán. David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino a Saúl la nueva de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir. Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos. Viendo, pues, David que Saúl había salido en busca de su vida, se estuvo en Hores, en el desierto de Zif. Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe. Y ambos hicieron pacto delante de Jehová; y David se quedó en Hores, y Jonatán se volvió a su casa.
En el versículo 13 dice: Y anduvieron de un lugar a otro. ¿qué triste, verdad? moverse de un lugar a otro, no porque te encanta conocer el lugar, sino porque te estan persiguiendo. En el versículo 14 dice: Y David se quedó en el desierto. En el versículo 15 dice: Se estuvo en Hores, en el desierto de Zif. Sale de la cueva donde estaba y había ido por temor; recordemos que había ido a la tierra de Gat, de donde era el gigante Goliat, fingió estar loco, David estaba pasando por una tribulación complicada, una situación difícil en la vida, como muchas veces nosotros hemos pasado, salimos de una y entramos en otra y salimos de una y entramos en otra.
En el antiguo testamento se nombran aproximadamente unos 15 desiertos y la mayoría de ellos están alrededor de la península del Sinaí. El desierto en la biblia es un símbolo de soledad, de sed espiritual, de abandono, de tristeza, de melancolía, de frustración, desolación, miseria, depresión, prueba, sufrimiento, ¿alguna vez usted se ha sentido así? Quizá no todas las cosas juntas, pero algunas de ellas ¿las ha sentido? Déjeme decirle que hay gente que pasa por esto.
Cuando Moisés mató al egipcio huyó al desierto, Dios tiene un propósito cuando te lleva al desierto. Deuteronomio 8:2 prácticamente te dice porque te lleva al desierto, la escritura dice que el Espíritu llevó a Jesús al desierto para ser tentado por el diablo y en Deuteronomio 8:2 nos muestra que Dios tiene un propósito cuando te lleva al desierto, dice: Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Ahí tiene usted el propósito primordial de ese viajecito en el desierto, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos, seguimos leyendo en el versículo 3 dice: Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
Por esa razón te lleva Dios al desierto, hay situaciones en la vida que nos meten en ese desierto, nadie planifica ir al desierto, nadie planifica meterse ahí. Como seres emocionales que somos, algunas veces estamos mucho más sensibles que otros, hay momentos que nosotros queremos conquistar al mundo, ya lo vimos con David, tuvo un momento que David tenía en frente a ese gran gigante y ¿que dijo? El dijo: A este me lo echo, con mi honda y con estas piedras; no se preocupen que a ese gigantón lo vamos a matar. ¿Por qué? porque sus emociones estaban muy arriba, tenía una fe bastante alta, pero hay momentos en la vida que estamos todos apachurrados, hay momentos en la vida que aunque hayamos tenido la fe más grande del mundo, aunque hayamos querido conquistar al universo, hay situaciones que nos pegan, nos golpean y luego te viene otra y te golpea; además, hay ciertos puntos sensibles en nuestra vida. Se ha dado cuenta que usted en más de alguna oportunidad ha dicho “Mire, si me enfermo no me importa, pero si mi hijo se enferma me doblega” o “Mira a mi no importa que me pase esta situación, pero si le pasa a mi esposa ahi si me doblega”.
Hay ciertos puntos en nuestra vida y hay tiempos de debilidad, hay tiempos donde estamos con un gran optimismo y queremos conquistar al mundo y queremos enfrentar lo que se nos venga por delante, pero hay otros momentos donde estamos extremadamente decaídos, donde nos viene una prueba y nos llega a otra y dice Dios: Yo te meto al desierto porque yo quiero saber qué es lo que hay en tu corazón. En este tiempo de pandemia yo he conocido hermanos lindos, queridos, que la muerte de ese familiar, de ese ser querido, les ha afectado profundamente; la pérdida de un cónyuge puede meter al desierto a algunas personas, una separación marital, una prisión, la perdida de un ser querido, una larga enfermedad, un desempleo, depresión, una crisis de fe, fatiga por mucho trabajo, cuando a veces estamos hartos de resolver tantos y tantos problemas, por un descuido espiritual, por una decepción, por una traición, por un engaño, por esos tipos de problemas también que se extienden demasiado y agotan, agotan su paciencia, agotan su energía, ese asunto que ya se va arreglar, ya se va a arreglar y no se arregla y ya se va a arreglar y ya se va a firmar y no se firma y lo tienen esperando.
Nadie planifica meterse al desierto, hay cantidad de lecciones que se aprenden en el desierto, pero hay dos lecciones principalmente que aprendemos cuando estamos en el desierto. La primera: paciencia, he aprendido una cosa en la vida; cuando se está pasando un buen momento, el tiempo vuela, pero cuando la estás pasando mal, los minutos se hacen eternos y a veces cuando usted está pasando una situación tan complicada, se siente como si ese reloj no se moviera, pero es así, entonces; paciencia. A Israel lo metió al desierto por 40 años, David huyó de 7 a 10 años dicen que huía del lugar en lugar, de repente le decían “Saúl viene para acá” y salía corriendo, ahora no andaba solo, andaba con 600 hombres, se movía de un desierto al otro y cuando pensaba que estaba seguro llegaban con la noticia “David, Saúl viene para acá, hay que salir corriendo” y no era solamente David, era David y otras 600 personas.
La segunda cosa que Dios te enseña, de las cosas primordiales –porque no quiero meterme demasiado en esto– es: la confianza en Dios, es que mira; cuando estás en el desierto, después de que has salido de una cueva ¿quien te ayuda? ¿cómo sale de ahí? si el problema no está afuera, está dentro. Confianza en Dios, vas a necesitar fuerzas, Isaias 40:19 dice: Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.
Me escriben personas por correo electrónico y me da pena porque yo les digo “lamento mucho, pero la distancia me impide en realidad poder darle un consejo como me gustaría hacerlo” hay cosas, hay detalles, que desconozco, pero puedo puedo sentir, puedo palpitar, el dolor de la gente en lo que escriben, situaciones con los hijos, con el esposo, situaciones legales, de inmigración, personas que tienen acceso a un teléfono público en la cárcel y quieren llamar al pastor y quiere hablar con el pastor.
Dicen que hay tres preguntas que todo el mundo debería de hacerse cuando está en medio del desierto, la primera pregunta que se debería de hacer es: ¿como llegué aquí? ¿que circunstancias me trajeron a este lugar?. La segunda pregunta dicen que es: ¿qué hago? ¿qué es lo que yo tengo que hacer? . La tercera que es la principal que se va a preguntar todos los santos días de tu vida es: ¿cuándo voy a salir de acá?.
Quiero mencionar también un aspecto, recuerden que a través de todo el estudio de la vida de David, vamos a descubrir por qué razón Dios dice que David tenía el corazón conforme al corazón de Dios. Tengo un sermón por ahí también que predique hace mucho tiempo, que yo decía ¿qué es lo que tenemos que analizar? ¿Tenemos que analizar el corazón de David para saber cómo es el corazón de Dios o tenemos que analizar el corazón de Dios para saber cómo es el corazón de David? pero de cualquier manera que lo veamos, aún en el desierto hermanos, aquí nos encontramos en el punto número 2, con una situación que me llama mucho la atención. 1 Samuel 23:10 dice: Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. Recordemos que en el estudio anterior vinieron las personas del pueblo y le dijeron: David, los filisteos vienen contra Keila, se están robando el grano, ve a defender a Keila por favor. Y David dijo: Pues yo no sé si debería de ir. Dijimos también “¿por qué no le preguntaron a Saúl?” no, porque sólo estaba preocupado en matar a David, esa era la única preocupación que tenía; entonces, David le consulta a Dios y él dice: Señor será que voy a defender Keila. Y Dios le dice: Ve. Entonces David agarró caminos con los 600 hombres y defendió la ciudad. Me imagino que otra vez el héroe nacional fue David, ¿verdad? y ahí se quedó en Keila y ¿adivinen que? estaba en Keila, cuando llega la noticia, mire usted, 1 Samuel 23:10 dice: Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. Yo le he llamado a esto “compasión en el desierto” esto es compasión.
¿Usted cree que a Saúl le hubiera importado que destruyeran a la gente? ¡No! hace unos días estudiamos que mató a 85 sacerdotes, destruyó la ciudad de los sacerdotes; Saúl era capaz de matar a su propio hijo. 1 Samuel 23:10-13 dice: Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá. Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán. David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino a Saúl la nueva de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir. Gracias a Dios qué pasó esto, porque si Saúl alcanzaba a llegar hasta Keila, los mata. Y les dice: ¿ustedes tuvieron aquí a David, verdad? ¿ustedes en lugar de venir a buscarme a mí lo buscaron a él para que los liberara?. Aquí vemos como David era un hombre compasivo, sensible, piadoso, consciente que no quería que mataran a los de Keila por su culpa, esta es una de las razones por las que David es el hombre conforme al corazón de Dios ¿a qué nos referimos? nos referimos a la compasión; la compasión es un don divino, la compasión es un don celestial, no queremos que cosas malas pasen, mucho menos a personas que están a nuestro alrededor, preocuparse de alguien más, no decir “a mí que me importa, a mí que me interesa eso, a mí que me interesa que la gente se muera”.
Nosotros como iglesia hemos apoyado como usted no tiene idea y muchas veces estas cosas yo no las digo, las personas de finanzas saben, hermanos de misiones saben, no la decimos aquí porque cuando las decimos aquí nos aparece al siguiente día 14 15 peticiones pero hemos bendecido. Hace poco recibimos una petición de una persona que sigue nuestros servicios y esta señora nos mandó vídeos, fotografías de una niña que tiene problemas en su cabecita y se hace da;o a sí misma, la jovencita parecía como quemada y nos pidieron ayuda; jamás hemos cerrado nuestras manos, inmediatamente vamos a buscar la manera para mandar un dinerito para apoyar esta gente. Misioneros que se les han enfermado personas, cuando se nos ha solicitado ahí hemos estado, ahora perdóneme pero también hemos aprendido muchas cosas y hemos aprendido que hay personas que una semana se enferma la mamá, la siguiente semana el abuelo, a las siguientes semanas el sobrino, la siguiente el gato, ¿me entiende? de verdad, es un modus vivendis; pero donde ha habido verdadera necesidad ahí hemos ayudado.
La compasión te hace parecerte a Dios, porque Dios es un Dios de compasión y David también pudo haber dicho: Bueno señores a ustedes los querían matar los filisteos y yo los libre, ahora ayúdenme, enfrentemos al rey. Pero no, dijo: No, no, van a matar a toda esta gente por mi culpa, ya mataron a los sacerdotes por mi culpa yo no quiero más esto. Acuérdese que de estos 600 hombres, 400 de ellos habían estado con David en la cueva de Adulam; que eran los afligidos, los endeudados, los de espíritu quebrantado, todos ellos, yo te digo una cosa convencer a 600 personas de que hacer no es fácil, no es fácil porque hay de todo; ya me imagino cuando David le dijo a los 600 “vámonos” ¿qué habrá dicho? ¿cuántos habrán dicho “nosotros nos quedamos”? y ahí lo interesante de aceptar la autoridad que Dios ha puesto –en este caso con David–.
El rey Saúl había matado a los sacerdotes en la ciudad de Nob, por esta razón los de Keila le tenían miedo del rey Saúl. Qué lindo esto, aún en el desierto, aún en tu necesidad, aún en medio de su depresión, aún en medio de tu soledad, aún ahí, ves la necesidad en otras personas y muestras compasión.
Primero, David y su desierto. Segundo, compasión en el desierto. Tercero, un amigo en el desierto. En el versículo 16 dice: Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe. Y ambos hicieron pacto delante de Jehová; y David se quedó en Hores, y Jonatán se volvió a su casa. Qué confortable que en medio del desierto aparezca un verdadero amigo, ¿cuánto cuesta tener amigos sinceros? ¿Qué cuesta tener buenos amigos? y buenos amigos son aquellas personas que conocen tus defectos, que te aceptan como tú eres, que están dispuestos a soportar tus locuras, qué te va a decir la verdad en la cara cuando tenga que decírtelo, qué te va a apoyar aún hasta en tus errores, y no me refiero a ser cómplice tuyo –que sabemos que todos cometemos errores– pero que te va a decir: “¿Sabes que? aquí estoy yo, puedes contar conmigo”. ¿Qué cuesta? una de las situaciones complicadas en primer lugar, si uno anda buscando honestidad hoy más que nunca viera cómo cuesta encontrar gente honesta, y cuando hablo de eso hablo en todos los sentidos. A mi lastimosamente me ha ido muy mal en ese sentido porque yo me entrego, porque yo soy una persona que si yo voy a ser su amigo, voy a eso amigos por siempre, porque así soy yo; pero de repente me ha pasado, no una vez, me ha pasado quinientas veces, cuando se meten en situaciones donde hay desconfianza, no hay transparencia y es por demás, uno no puede dar y ver que la otra persona tiene sus límites, es complicado, es difícil y eso te lleva muchas veces a esa soledad en medio de situaciones y cuestiones. Tu quieres hacer un poquito de amistad con alguien y lo subes al carro y se te queda viendo y dice: ¿y esa musiquita que ando oyendo, qué? yo pensé que usted nada más escuchaba al hermano Marcos Witt.
Hace unos años hospedamos a un Pastor en la casa y bueno, él estaba con su esposa y tenían un bebé de apenas uno o dos añitos y claro como él estuve en casa una semana, en esos días él vio uno de los encontronazos que yo tuve con uno de mis hijos –porque somos normales nosotros también– y curiosamente el domingo me usó a mí de ilustración en la predicación que él hizo, diciendo cómo se debería de corregir a los hijos. Dos días atrás yo era el mejor amigo del mundo y luego viene y te desmenuza el domingo en un servicio, entonces ¿dónde quedó la amistad? número uno y número dos; no es sensato para un padre que tiene hijos pequeños decir cómo se debe criar a los hijos grandes, no es sensato ¿porque? porque usted no sabe, usted no sabe cómo le van a salir los suyos. Yo conozco a una persona muy cercana, –cercanas en cuestión de sangre– que ese es el tipo de personas que cuando llegaban personas a la casa de ella decía: Mira que tu hijo aquí, que tu hija haya, dejamelo una semana y vas a ver si no te lo corrijo. Y los propios hijos de ella son un desastre, la gente es así ¿no es cierto? entonces quizás ese temor de guardar ciertas cosas, de mejor evitar compartir ciertas cosas para eventualmente no ser expuesto y uno se acostumbra, se acostumbra a esa soledad. Tengo amigos que están lejos, con los que compartimos muchas y muchas cosas y viera cómo aprecia a uno tener a alguien cerca y hablar de todo, no necesariamente –yo respeto eso pero– no necesariamente que cada vez que lo vean a usted le digan “¿me puede explicar Apocalipsis 13 por favor, pastor?” si no hablar de todo.
Un dia estábamos en el carro con un hermano –a mi me fascinan los carros– íbamos viendo carros y la señora en el carro dijo: Si el apóstol Pablo fuera en este vehículo, no estaría hablando de carros, estaría exaltando la gloria del Dios todopoderoso que nos ha salvado, que nos ha redimido. Y yo dije: ¡ay Dios mío bendito!. Yo soy una persona normal, me gusta el fútbol también, me gusta una buena conversación, me encanta reírme, me fascina, me encanta, pero hay cosas que a algunos les molesta; aun a mi propia esposa por ejemplo, me aguanto un chiste, el segundo ya no me lo aguanta, la mirada que me hace la señora en mi propia casa, y ya la tercera me hace burla. Otro dia un hermanito –perdonen mi humanidad– hablé de Shakira aquí en el culto, entonces este hermanito después del servicio se me acercó y me dijo: ¿puedo hablar con usted? con todo el respeto pero a mí se me hace que cada vez que usted habla de Shakira es una falta de respeto para su esposa. ¿por qué le digo esto? porque yo llego a la casa y ¿usted cree que mi esposa se enoja por esas cosas? ¿sabe que me dice? “aquí está tu Shakira papacito, venga para acá” pero el hermano está molesto por esta situación.
David y Jonathan hicieron un pacto, David y Jonathan se entregaron en alma y cuerpo, dice la escritura que quedó ligada el alma de David a la de Jonathan, eran buenos amigos; a tal grado que aun Jonathan defendió a David delante de su papá, Jonathan era el heredero al trono, ¡el heredero! Sin embargo, él estuvo del lado de David. él sabía que su amigo estaba en el desierto “mi amigo debe estar sufriendo, mi amigo debe de andar huyendo de un lado para otro y, ¿como encuentro a este amigo mío?”. Llega y lo encuentra, ahora quiero que note el versículo 16 en estas tres diferentes versiones, la RVR1960 dice: Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. La versión Dios habla hoy dice: Un día, Jonatán, el hijo de Saúl, fue a ver a David en Hores, y a darle ánimo fortaleciendo su confianza en Dios. La Nueva Traducción Viviente dice: Jonatán fue a buscar a David y lo animó a que permaneciera firme en su fe en Dios. Qué interesante eso “David, yo sé que estás pasando un desierto en este momento yo sé que en este momento te sientes solo, te sientes triste, le estás preguntando a Dios tantas cosas pero mira, yo quiero animarte quiero que permanezca firme con tu fe en Dios” la Nueva Versión Internacional dice: Jonatán hijo de Saúl fue a ver a David en Hores, y lo animó a seguir confiando en Dios. Ya pasaron siete años, ya pasaron diez años con este, primero en la cueva y en lugar de que llegaran sus amigos a sacarlo, llegaron los afligidos, los endeudados y todo el mundo que estaba preocupado; pero ahora, qué bonita la visita de un amigo, un amigo que te anima y un amigo que te dice; “¡Vamos David! vas a salir de ésta, acuérdate que mataste al gigante. David, no te preocupes”. y luego en el siguiente versículo dice: “Mi papá no te va a hacer nada, ¡no te preocupes!”.
El buen escritor David Guzik que en su estudio de la primera epístola del libro de Samuel dijo tres cosas que me llamaron mucho la atención; Jonathan no podía rescatar a David pero lo animó a seguir confiando en Dios. Jonathan no podía darle a David todas las respuestas a sus problemas pero lo animó a seguir confiando en Dios. Jonathan no se podía quedar con David en el desierto, pero lo animó a seguir confiando en Dios. A veces esas palabras que salen del corazón de un amigo son las que tú necesitas en un momento determinado, David en su desierto, compasión en el desierto, un amigo en el desierto y número cuatro: Dios con David en el desierto
Yo me pongo a pensar, ¿qué cosas pueden pasar por tu mente? ¿qué cosas pueden pasar por tu mente cuando estás cansado, estás desgastado, tú no tienes energía, ni comida, que puede pasar por tu mente? acuérdese que le habían dado pan duro en un lugar al pobre David, habitaba de un monte, una vez más el desierto de Zif y lo buscaba Saúl todos los días; pero Dios no lo entregó en sus manos. En medio del desierto Dios no te abandona, aunque usted no lo vea, aunque usted no lo sienta, Dios está con usted, lo protegió de Saúl. Saúl decía: “vamos a ir delante de…”. Cuando llegaba ya no estaba y termina diciendo: “Es que este David es bien abusado”. No es eso, es que la mano de Dios lo está protegiendo, le entregó a los filisteos en su mano.
David nunca estuvo solo, Dios estuvo con él y esto es una cosa que nos cuesta a veces entender pero hay que confiar que Dios está con nosotros, el desierto a veces te pone ciego, es decir; a veces te hace pensar tonteras, a veces te da un sentimiento de abandono, pero Dios está ahí, Dios lo cuido, Dios lo protegió y en medio de su desierto entienda que Dios está con usted.
Quiero terminar con el quinto punto qué es algo que hace a David parecerse a Dios y esto me encanta; la compasión.
1 Samuel 23:14 dice: Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif. Versículo 15 dice: Viendo, pues, David que Saúl había salido en busca de su vida, se estuvo en Hores, en el desierto de Zif. Versículo 19: Después subieron los de Zif para decirle a Saúl en Gabaa: ¿No está David escondido en nuestra tierra? Versículo 24: Y ellos se levantaron, y se fueron a Zif delante de Saúl. Y en el Salmo 54 antes del Salmo dice: Plegaria pidiendo protección contra los enemigos. Músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?.
El salmo 54 lo escribió David cuando se encontraba en medio de ese desierto, por eso es que a este punto número 5 lo he llamado “Un canto en el desierto”. La palabra masquil que usted encuentra antes de que empiece el Salmo 54 significa: canto instructivo, enseñanza e instrucción; quiere decir que David en el desierto mientras huía de Saúl le canto a Dios, esto hace a David un hombre conforme al corazón de Dios, esto hace a David acercarse más al corazón divino y ¿que fue lo que dijo? dijo David: Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme.Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca. Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí. Selah He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. Él devolverá el mal a mis enemigos; Córtalos por tu verdad. Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
El único que yo conozco que hizo esto fue Job, David dijo: “Estoy en medio de este desierto pero voy adorar tu nombre, estoy en medio de este desierto pero voy a sacrificar alabanzas delante de ti, estoy en medio de este desierto pero yo sé que tú te vas a encargar de mis enemigos, yo sé que tú estás conmigo; ya pasaron siete años de desierto, ya pasaron diez años de desierto pero Dios, siempre vas a encontrar una alabanza en mis labios”. Eso hace a David “El hombre conforme al corazón de Dios”. Voluntariamente sacrificaré a ti;
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno. Porque él me ha librado de toda angustia, Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.
¿Dónde estaba David cuando escribió el Salmos 63? Si usted lee en la parte de arriba del Salmo dice: Salmo de David, cuando estaba en el desierto. ¿Qué dice? Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas. ¿Se da cuenta lo que está escribiendo David acá? ¿usted se da cuenta? …Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
A veces pienso que vivimos en un mundo de tanto materialismo y rodeados de tantos juguetes electrónicos; como dicen en mi rancho, de tantos “chunches o tiliches” que se nos olvida levantar nuestros ojos al cielo y darle gracias a Dios por cada pequeña cosa.
David en el desierto, en tierra árida, sin agua y el versículo 2 dice: De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas. Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida. ¿Que tenía en mente David cuando dijo esto? Probablemente pensaba “yo sé lo que estoy sufriendo Señor, pero ¿sabes que? tu misericordia es mejor que la vida que yo estoy viviendo acá”. Por eso ¿te das cuenta? la misericordia es mejor que la vida. Yo les he dicho a usted muchas veces que yo sin Dios no quiero, si tengo que vivir sin Dios, yo prefiero que. él me lleve; Esto hermano es un contraste con tantas personas que lo que tienen en su mente es que a la gente le vaya bien en la vida, que que sea próspero, que sea un hombre exitoso, que tenga un buen carro, que tenga una buena casa, que tenga dinero, que se case con un buen marido, que tenga una buena esposa; eso es el éxito más grande que mucha gente tiene y David dice: Porque mejor es tu misericordia que la vida. Al fin y al cabo aquí estamos de paso.
De la cueva al desierto; sin lugar a dudas que cuando Dios te está entrenando, pasas cosas y situaciones, lo interesante de todo esto y una de las grandes lecciones que aprendemos de todo esto es que cuando Dios tiene una misión que llevar a cabo; David no pidio ser David, cuando Samuel llegó a la casa de Isai, David estaba jugando con las ovejitas y Samuel dijo “Ninguno de estos es, ¿no tienes otro hijo por ahí?”. Y dijo el papá de Isai “No. si tengo uno pero está bien chiquito”. Lo mandaron a traer; yo creo que el pobre David llegó asustado a la casa cuando vio a Samuel, –me imagino– con ese ropaje reconocido del profeta y con un poco de aceite en la mano, David entra a la casa y Dios le dijo “Él es, ese es el que quiero, ese es el futuro rey de Israel”. David entró y le dijo “hijo ven para acá”. Acuérdese que Isai le quería dar de comer a Samuel y Samuel dijo “no, primero vamos a ungir a este muchacho; terminemos con la misión”. David entró, lo ungieron y después de eso David siguió su rumbo como que nada había pasado, David nunca pidió ser rey, nunca pidió llegar al palacio con Saúl, nunca pidió llegar a ser lo que fue; pero Dios puso sus ojos en él y cuando Dios pone los ojos en ti, que no te quepa duda que Dios nunca te va abandonar y siempre te va a dar la fuerza necesaria para seguir adelante, esto es David en su desierto.
Oracion:
Padre, muchos de los que estamos aquí, hemos estado en esa cueva, hemos estado en el desierto y habrán muchas personas en este momento que se identifican con este mensaje, personas que lloran en silencio, que sienten una angustia en su pecho y que están atravesando una ansiedad y no saben por qué, desconocen los motivos, desconocen la razón; Ten misericordia Señor, te pido que así como un amigo llegó hasta el desierto para visitar a David, estas personas puedan también recibir a alguien que les anime para seguir confiando en Dios en medio del desierto y te pido que aquellas personas que en este instante se encuentran en medio de ese desierto, en medio de esa tristeza, de ese dolor, de esa melancolía ,que Dios puede encontrar una alabanza en sus labios así como la encontró David, que puedan alzar sus ojos al cielo y decir: ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.
Señor, gracias porque siempre hemos visto tu mano con nosotros en todo momento, en todo lugar, te alabamos, te bendecimos. Gracias porque tu palabra es tan cierta, tan real, tan poderosa. Gracias te damos por haber estado allí presente en nuestros desiertos.
Si usted quiere recibir al Señor en su corazón ore conmigo de esta manera:
Señor, en este día te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, por poner tu cuerpo en esa cruz y derramar tu sangre preciosa, reconozco que he pecado contra ti, reconozco que te he ofendido y por todas esas cosas me arrepiento, en este día abro mi corazón y te recibo como el Señor de mi vida.
Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su santa y bendita palabra. Padre querido, atesora esta palabra en nuestros corazones y oramos por todas aquellas personas que están atravesando un momento difícil y están en esta cueva y están en ese pozo de la desesperación; Señor, bendice a esa gente, que crean que los vas a sacar de ese lugar, en el nombre de Jesús. Amén.
David en el desierto
Junio 23, 2021 – 7:00PM | 1 Samuel 23: 7-18 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
1 Samuel 23:7-18
Muchas veces en la vida atravesamos situaciones complicadas, el estudio de esta noche se llama “David en el desierto”. La verdad es que llega a un momento en el que uno se puede lamentar por la vida de este hombre, acaba de salir de la cueva; donde se juntaron todos los afligidos, todos los endeudados, todas las personas que tenían complicaciones de espíritu, ahí estuvo David, pero ahora resulta que sale de la prueba y entra al desierto.
En la vida hay cosas así, hay momentos donde usted piensa que ya se acabó la prueba, cuando en realidad sale de una y está por entrar a una nueva situación mucho más complicada que en la que se encontraba antes.
Tengo cinco puntos para tratar en este estudio y tienen que ver con David.
1 Samuel 23:7-18 dice:
Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras. Y convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla para descender a Keila, y poner sitio a David y a sus hombres. Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod. Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá. Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán. David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino a Saúl la nueva de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir. Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos. Viendo, pues, David que Saúl había salido en busca de su vida, se estuvo en Hores, en el desierto de Zif. Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe. Y ambos hicieron pacto delante de Jehová; y David se quedó en Hores, y Jonatán se volvió a su casa.
En el versículo 13 dice: Y anduvieron de un lugar a otro. ¿qué triste, verdad? moverse de un lugar a otro, no porque te encanta conocer el lugar, sino porque te estan persiguiendo. En el versículo 14 dice: Y David se quedó en el desierto. En el versículo 15 dice: Se estuvo en Hores, en el desierto de Zif. Sale de la cueva donde estaba y había ido por temor; recordemos que había ido a la tierra de Gat, de donde era el gigante Goliat, fingió estar loco, David estaba pasando por una tribulación complicada, una situación difícil en la vida, como muchas veces nosotros hemos pasado, salimos de una y entramos en otra y salimos de una y entramos en otra.
En el antiguo testamento se nombran aproximadamente unos 15 desiertos y la mayoría de ellos están alrededor de la península del Sinaí. El desierto en la biblia es un símbolo de soledad, de sed espiritual, de abandono, de tristeza, de melancolía, de frustración, desolación, miseria, depresión, prueba, sufrimiento, ¿alguna vez usted se ha sentido así? Quizá no todas las cosas juntas, pero algunas de ellas ¿las ha sentido? Déjeme decirle que hay gente que pasa por esto.
Cuando Moisés mató al egipcio huyó al desierto, Dios tiene un propósito cuando te lleva al desierto. Deuteronomio 8:2 prácticamente te dice porque te lleva al desierto, la escritura dice que el Espíritu llevó a Jesús al desierto para ser tentado por el diablo y en Deuteronomio 8:2 nos muestra que Dios tiene un propósito cuando te lleva al desierto, dice: Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Ahí tiene usted el propósito primordial de ese viajecito en el desierto, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos, seguimos leyendo en el versículo 3 dice: Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
Por esa razón te lleva Dios al desierto, hay situaciones en la vida que nos meten en ese desierto, nadie planifica ir al desierto, nadie planifica meterse ahí. Como seres emocionales que somos, algunas veces estamos mucho más sensibles que otros, hay momentos que nosotros queremos conquistar al mundo, ya lo vimos con David, tuvo un momento que David tenía en frente a ese gran gigante y ¿que dijo? El dijo: A este me lo echo, con mi honda y con estas piedras; no se preocupen que a ese gigantón lo vamos a matar. ¿Por qué? porque sus emociones estaban muy arriba, tenía una fe bastante alta, pero hay momentos en la vida que estamos todos apachurrados, hay momentos en la vida que aunque hayamos tenido la fe más grande del mundo, aunque hayamos querido conquistar al universo, hay situaciones que nos pegan, nos golpean y luego te viene otra y te golpea; además, hay ciertos puntos sensibles en nuestra vida. Se ha dado cuenta que usted en más de alguna oportunidad ha dicho “Mire, si me enfermo no me importa, pero si mi hijo se enferma me doblega” o “Mira a mi no importa que me pase esta situación, pero si le pasa a mi esposa ahi si me doblega”.
Hay ciertos puntos en nuestra vida y hay tiempos de debilidad, hay tiempos donde estamos con un gran optimismo y queremos conquistar al mundo y queremos enfrentar lo que se nos venga por delante, pero hay otros momentos donde estamos extremadamente decaídos, donde nos viene una prueba y nos llega a otra y dice Dios: Yo te meto al desierto porque yo quiero saber qué es lo que hay en tu corazón. En este tiempo de pandemia yo he conocido hermanos lindos, queridos, que la muerte de ese familiar, de ese ser querido, les ha afectado profundamente; la pérdida de un cónyuge puede meter al desierto a algunas personas, una separación marital, una prisión, la perdida de un ser querido, una larga enfermedad, un desempleo, depresión, una crisis de fe, fatiga por mucho trabajo, cuando a veces estamos hartos de resolver tantos y tantos problemas, por un descuido espiritual, por una decepción, por una traición, por un engaño, por esos tipos de problemas también que se extienden demasiado y agotan, agotan su paciencia, agotan su energía, ese asunto que ya se va arreglar, ya se va a arreglar y no se arregla y ya se va a arreglar y ya se va a firmar y no se firma y lo tienen esperando.
Nadie planifica meterse al desierto, hay cantidad de lecciones que se aprenden en el desierto, pero hay dos lecciones principalmente que aprendemos cuando estamos en el desierto. La primera: paciencia, he aprendido una cosa en la vida; cuando se está pasando un buen momento, el tiempo vuela, pero cuando la estás pasando mal, los minutos se hacen eternos y a veces cuando usted está pasando una situación tan complicada, se siente como si ese reloj no se moviera, pero es así, entonces; paciencia. A Israel lo metió al desierto por 40 años, David huyó de 7 a 10 años dicen que huía del lugar en lugar, de repente le decían “Saúl viene para acá” y salía corriendo, ahora no andaba solo, andaba con 600 hombres, se movía de un desierto al otro y cuando pensaba que estaba seguro llegaban con la noticia “David, Saúl viene para acá, hay que salir corriendo” y no era solamente David, era David y otras 600 personas.
La segunda cosa que Dios te enseña, de las cosas primordiales –porque no quiero meterme demasiado en esto– es: la confianza en Dios, es que mira; cuando estás en el desierto, después de que has salido de una cueva ¿quien te ayuda? ¿cómo sale de ahí? si el problema no está afuera, está dentro. Confianza en Dios, vas a necesitar fuerzas, Isaias 40:19 dice: Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.
Me escriben personas por correo electrónico y me da pena porque yo les digo “lamento mucho, pero la distancia me impide en realidad poder darle un consejo como me gustaría hacerlo” hay cosas, hay detalles, que desconozco, pero puedo puedo sentir, puedo palpitar, el dolor de la gente en lo que escriben, situaciones con los hijos, con el esposo, situaciones legales, de inmigración, personas que tienen acceso a un teléfono público en la cárcel y quieren llamar al pastor y quiere hablar con el pastor.
Dicen que hay tres preguntas que todo el mundo debería de hacerse cuando está en medio del desierto, la primera pregunta que se debería de hacer es: ¿como llegué aquí? ¿que circunstancias me trajeron a este lugar?. La segunda pregunta dicen que es: ¿qué hago? ¿qué es lo que yo tengo que hacer? . La tercera que es la principal que se va a preguntar todos los santos días de tu vida es: ¿cuándo voy a salir de acá?.
Quiero mencionar también un aspecto, recuerden que a través de todo el estudio de la vida de David, vamos a descubrir por qué razón Dios dice que David tenía el corazón conforme al corazón de Dios. Tengo un sermón por ahí también que predique hace mucho tiempo, que yo decía ¿qué es lo que tenemos que analizar? ¿Tenemos que analizar el corazón de David para saber cómo es el corazón de Dios o tenemos que analizar el corazón de Dios para saber cómo es el corazón de David? pero de cualquier manera que lo veamos, aún en el desierto hermanos, aquí nos encontramos en el punto número 2, con una situación que me llama mucho la atención. 1 Samuel 23:10 dice: Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. Recordemos que en el estudio anterior vinieron las personas del pueblo y le dijeron: David, los filisteos vienen contra Keila, se están robando el grano, ve a defender a Keila por favor. Y David dijo: Pues yo no sé si debería de ir. Dijimos también “¿por qué no le preguntaron a Saúl?” no, porque sólo estaba preocupado en matar a David, esa era la única preocupación que tenía; entonces, David le consulta a Dios y él dice: Señor será que voy a defender Keila. Y Dios le dice: Ve. Entonces David agarró caminos con los 600 hombres y defendió la ciudad. Me imagino que otra vez el héroe nacional fue David, ¿verdad? y ahí se quedó en Keila y ¿adivinen que? estaba en Keila, cuando llega la noticia, mire usted, 1 Samuel 23:10 dice: Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. Yo le he llamado a esto “compasión en el desierto” esto es compasión.
¿Usted cree que a Saúl le hubiera importado que destruyeran a la gente? ¡No! hace unos días estudiamos que mató a 85 sacerdotes, destruyó la ciudad de los sacerdotes; Saúl era capaz de matar a su propio hijo. 1 Samuel 23:10-13 dice: Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá. Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán. David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino a Saúl la nueva de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir. Gracias a Dios qué pasó esto, porque si Saúl alcanzaba a llegar hasta Keila, los mata. Y les dice: ¿ustedes tuvieron aquí a David, verdad? ¿ustedes en lugar de venir a buscarme a mí lo buscaron a él para que los liberara?. Aquí vemos como David era un hombre compasivo, sensible, piadoso, consciente que no quería que mataran a los de Keila por su culpa, esta es una de las razones por las que David es el hombre conforme al corazón de Dios ¿a qué nos referimos? nos referimos a la compasión; la compasión es un don divino, la compasión es un don celestial, no queremos que cosas malas pasen, mucho menos a personas que están a nuestro alrededor, preocuparse de alguien más, no decir “a mí que me importa, a mí que me interesa eso, a mí que me interesa que la gente se muera”.
Nosotros como iglesia hemos apoyado como usted no tiene idea y muchas veces estas cosas yo no las digo, las personas de finanzas saben, hermanos de misiones saben, no la decimos aquí porque cuando las decimos aquí nos aparece al siguiente día 14 15 peticiones pero hemos bendecido. Hace poco recibimos una petición de una persona que sigue nuestros servicios y esta señora nos mandó vídeos, fotografías de una niña que tiene problemas en su cabecita y se hace da;o a sí misma, la jovencita parecía como quemada y nos pidieron ayuda; jamás hemos cerrado nuestras manos, inmediatamente vamos a buscar la manera para mandar un dinerito para apoyar esta gente. Misioneros que se les han enfermado personas, cuando se nos ha solicitado ahí hemos estado, ahora perdóneme pero también hemos aprendido muchas cosas y hemos aprendido que hay personas que una semana se enferma la mamá, la siguiente semana el abuelo, a las siguientes semanas el sobrino, la siguiente el gato, ¿me entiende? de verdad, es un modus vivendis; pero donde ha habido verdadera necesidad ahí hemos ayudado.
La compasión te hace parecerte a Dios, porque Dios es un Dios de compasión y David también pudo haber dicho: Bueno señores a ustedes los querían matar los filisteos y yo los libre, ahora ayúdenme, enfrentemos al rey. Pero no, dijo: No, no, van a matar a toda esta gente por mi culpa, ya mataron a los sacerdotes por mi culpa yo no quiero más esto. Acuérdese que de estos 600 hombres, 400 de ellos habían estado con David en la cueva de Adulam; que eran los afligidos, los endeudados, los de espíritu quebrantado, todos ellos, yo te digo una cosa convencer a 600 personas de que hacer no es fácil, no es fácil porque hay de todo; ya me imagino cuando David le dijo a los 600 “vámonos” ¿qué habrá dicho? ¿cuántos habrán dicho “nosotros nos quedamos”? y ahí lo interesante de aceptar la autoridad que Dios ha puesto –en este caso con David–.
El rey Saúl había matado a los sacerdotes en la ciudad de Nob, por esta razón los de Keila le tenían miedo del rey Saúl. Qué lindo esto, aún en el desierto, aún en tu necesidad, aún en medio de su depresión, aún en medio de tu soledad, aún ahí, ves la necesidad en otras personas y muestras compasión.
Primero, David y su desierto. Segundo, compasión en el desierto. Tercero, un amigo en el desierto. En el versículo 16 dice: Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe. Y ambos hicieron pacto delante de Jehová; y David se quedó en Hores, y Jonatán se volvió a su casa. Qué confortable que en medio del desierto aparezca un verdadero amigo, ¿cuánto cuesta tener amigos sinceros? ¿Qué cuesta tener buenos amigos? y buenos amigos son aquellas personas que conocen tus defectos, que te aceptan como tú eres, que están dispuestos a soportar tus locuras, qué te va a decir la verdad en la cara cuando tenga que decírtelo, qué te va a apoyar aún hasta en tus errores, y no me refiero a ser cómplice tuyo –que sabemos que todos cometemos errores– pero que te va a decir: “¿Sabes que? aquí estoy yo, puedes contar conmigo”. ¿Qué cuesta? una de las situaciones complicadas en primer lugar, si uno anda buscando honestidad hoy más que nunca viera cómo cuesta encontrar gente honesta, y cuando hablo de eso hablo en todos los sentidos. A mi lastimosamente me ha ido muy mal en ese sentido porque yo me entrego, porque yo soy una persona que si yo voy a ser su amigo, voy a eso amigos por siempre, porque así soy yo; pero de repente me ha pasado, no una vez, me ha pasado quinientas veces, cuando se meten en situaciones donde hay desconfianza, no hay transparencia y es por demás, uno no puede dar y ver que la otra persona tiene sus límites, es complicado, es difícil y eso te lleva muchas veces a esa soledad en medio de situaciones y cuestiones. Tu quieres hacer un poquito de amistad con alguien y lo subes al carro y se te queda viendo y dice: ¿y esa musiquita que ando oyendo, qué? yo pensé que usted nada más escuchaba al hermano Marcos Witt.
Hace unos años hospedamos a un Pastor en la casa y bueno, él estaba con su esposa y tenían un bebé de apenas uno o dos añitos y claro como él estuve en casa una semana, en esos días él vio uno de los encontronazos que yo tuve con uno de mis hijos –porque somos normales nosotros también– y curiosamente el domingo me usó a mí de ilustración en la predicación que él hizo, diciendo cómo se debería de corregir a los hijos. Dos días atrás yo era el mejor amigo del mundo y luego viene y te desmenuza el domingo en un servicio, entonces ¿dónde quedó la amistad? número uno y número dos; no es sensato para un padre que tiene hijos pequeños decir cómo se debe criar a los hijos grandes, no es sensato ¿porque? porque usted no sabe, usted no sabe cómo le van a salir los suyos. Yo conozco a una persona muy cercana, –cercanas en cuestión de sangre– que ese es el tipo de personas que cuando llegaban personas a la casa de ella decía: Mira que tu hijo aquí, que tu hija haya, dejamelo una semana y vas a ver si no te lo corrijo. Y los propios hijos de ella son un desastre, la gente es así ¿no es cierto? entonces quizás ese temor de guardar ciertas cosas, de mejor evitar compartir ciertas cosas para eventualmente no ser expuesto y uno se acostumbra, se acostumbra a esa soledad. Tengo amigos que están lejos, con los que compartimos muchas y muchas cosas y viera cómo aprecia a uno tener a alguien cerca y hablar de todo, no necesariamente –yo respeto eso pero– no necesariamente que cada vez que lo vean a usted le digan “¿me puede explicar Apocalipsis 13 por favor, pastor?” si no hablar de todo.
Un dia estábamos en el carro con un hermano –a mi me fascinan los carros– íbamos viendo carros y la señora en el carro dijo: Si el apóstol Pablo fuera en este vehículo, no estaría hablando de carros, estaría exaltando la gloria del Dios todopoderoso que nos ha salvado, que nos ha redimido. Y yo dije: ¡ay Dios mío bendito!. Yo soy una persona normal, me gusta el fútbol también, me gusta una buena conversación, me encanta reírme, me fascina, me encanta, pero hay cosas que a algunos les molesta; aun a mi propia esposa por ejemplo, me aguanto un chiste, el segundo ya no me lo aguanta, la mirada que me hace la señora en mi propia casa, y ya la tercera me hace burla. Otro dia un hermanito –perdonen mi humanidad– hablé de Shakira aquí en el culto, entonces este hermanito después del servicio se me acercó y me dijo: ¿puedo hablar con usted? con todo el respeto pero a mí se me hace que cada vez que usted habla de Shakira es una falta de respeto para su esposa. ¿por qué le digo esto? porque yo llego a la casa y ¿usted cree que mi esposa se enoja por esas cosas? ¿sabe que me dice? “aquí está tu Shakira papacito, venga para acá” pero el hermano está molesto por esta situación.
David y Jonathan hicieron un pacto, David y Jonathan se entregaron en alma y cuerpo, dice la escritura que quedó ligada el alma de David a la de Jonathan, eran buenos amigos; a tal grado que aun Jonathan defendió a David delante de su papá, Jonathan era el heredero al trono, ¡el heredero! Sin embargo, él estuvo del lado de David. él sabía que su amigo estaba en el desierto “mi amigo debe estar sufriendo, mi amigo debe de andar huyendo de un lado para otro y, ¿como encuentro a este amigo mío?”. Llega y lo encuentra, ahora quiero que note el versículo 16 en estas tres diferentes versiones, la RVR1960 dice: Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. La versión Dios habla hoy dice: Un día, Jonatán, el hijo de Saúl, fue a ver a David en Hores, y a darle ánimo fortaleciendo su confianza en Dios. La Nueva Traducción Viviente dice: Jonatán fue a buscar a David y lo animó a que permaneciera firme en su fe en Dios. Qué interesante eso “David, yo sé que estás pasando un desierto en este momento yo sé que en este momento te sientes solo, te sientes triste, le estás preguntando a Dios tantas cosas pero mira, yo quiero animarte quiero que permanezca firme con tu fe en Dios” la Nueva Versión Internacional dice: Jonatán hijo de Saúl fue a ver a David en Hores, y lo animó a seguir confiando en Dios. Ya pasaron siete años, ya pasaron diez años con este, primero en la cueva y en lugar de que llegaran sus amigos a sacarlo, llegaron los afligidos, los endeudados y todo el mundo que estaba preocupado; pero ahora, qué bonita la visita de un amigo, un amigo que te anima y un amigo que te dice; “¡Vamos David! vas a salir de ésta, acuérdate que mataste al gigante. David, no te preocupes”. y luego en el siguiente versículo dice: “Mi papá no te va a hacer nada, ¡no te preocupes!”.
El buen escritor David Guzik que en su estudio de la primera epístola del libro de Samuel dijo tres cosas que me llamaron mucho la atención; Jonathan no podía rescatar a David pero lo animó a seguir confiando en Dios. Jonathan no podía darle a David todas las respuestas a sus problemas pero lo animó a seguir confiando en Dios. Jonathan no se podía quedar con David en el desierto, pero lo animó a seguir confiando en Dios. A veces esas palabras que salen del corazón de un amigo son las que tú necesitas en un momento determinado, David en su desierto, compasión en el desierto, un amigo en el desierto y número cuatro: Dios con David en el desierto
Yo me pongo a pensar, ¿qué cosas pueden pasar por tu mente? ¿qué cosas pueden pasar por tu mente cuando estás cansado, estás desgastado, tú no tienes energía, ni comida, que puede pasar por tu mente? acuérdese que le habían dado pan duro en un lugar al pobre David, habitaba de un monte, una vez más el desierto de Zif y lo buscaba Saúl todos los días; pero Dios no lo entregó en sus manos. En medio del desierto Dios no te abandona, aunque usted no lo vea, aunque usted no lo sienta, Dios está con usted, lo protegió de Saúl. Saúl decía: “vamos a ir delante de…”. Cuando llegaba ya no estaba y termina diciendo: “Es que este David es bien abusado”. No es eso, es que la mano de Dios lo está protegiendo, le entregó a los filisteos en su mano.
David nunca estuvo solo, Dios estuvo con él y esto es una cosa que nos cuesta a veces entender pero hay que confiar que Dios está con nosotros, el desierto a veces te pone ciego, es decir; a veces te hace pensar tonteras, a veces te da un sentimiento de abandono, pero Dios está ahí, Dios lo cuido, Dios lo protegió y en medio de su desierto entienda que Dios está con usted.
Quiero terminar con el quinto punto qué es algo que hace a David parecerse a Dios y esto me encanta; la compasión.
1 Samuel 23:14 dice: Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif. Versículo 15 dice: Viendo, pues, David que Saúl había salido en busca de su vida, se estuvo en Hores, en el desierto de Zif. Versículo 19: Después subieron los de Zif para decirle a Saúl en Gabaa: ¿No está David escondido en nuestra tierra? Versículo 24: Y ellos se levantaron, y se fueron a Zif delante de Saúl. Y en el Salmo 54 antes del Salmo dice: Plegaria pidiendo protección contra los enemigos. Músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?.
El salmo 54 lo escribió David cuando se encontraba en medio de ese desierto, por eso es que a este punto número 5 lo he llamado “Un canto en el desierto”. La palabra masquil que usted encuentra antes de que empiece el Salmo 54 significa: canto instructivo, enseñanza e instrucción; quiere decir que David en el desierto mientras huía de Saúl le canto a Dios, esto hace a David un hombre conforme al corazón de Dios, esto hace a David acercarse más al corazón divino y ¿que fue lo que dijo? dijo David: Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme.Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca. Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí. Selah He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. Él devolverá el mal a mis enemigos; Córtalos por tu verdad. Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
El único que yo conozco que hizo esto fue Job, David dijo: “Estoy en medio de este desierto pero voy adorar tu nombre, estoy en medio de este desierto pero voy a sacrificar alabanzas delante de ti, estoy en medio de este desierto pero yo sé que tú te vas a encargar de mis enemigos, yo sé que tú estás conmigo; ya pasaron siete años de desierto, ya pasaron diez años de desierto pero Dios, siempre vas a encontrar una alabanza en mis labios”. Eso hace a David “El hombre conforme al corazón de Dios”. Voluntariamente sacrificaré a ti;
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno. Porque él me ha librado de toda angustia, Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.
¿Dónde estaba David cuando escribió el Salmos 63? Si usted lee en la parte de arriba del Salmo dice: Salmo de David, cuando estaba en el desierto. ¿Qué dice? Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas. ¿Se da cuenta lo que está escribiendo David acá? ¿usted se da cuenta? …Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
A veces pienso que vivimos en un mundo de tanto materialismo y rodeados de tantos juguetes electrónicos; como dicen en mi rancho, de tantos “chunches o tiliches” que se nos olvida levantar nuestros ojos al cielo y darle gracias a Dios por cada pequeña cosa.
David en el desierto, en tierra árida, sin agua y el versículo 2 dice: De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas. Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida. ¿Que tenía en mente David cuando dijo esto? Probablemente pensaba “yo sé lo que estoy sufriendo Señor, pero ¿sabes que? tu misericordia es mejor que la vida que yo estoy viviendo acá”. Por eso ¿te das cuenta? la misericordia es mejor que la vida. Yo les he dicho a usted muchas veces que yo sin Dios no quiero, si tengo que vivir sin Dios, yo prefiero que. él me lleve; Esto hermano es un contraste con tantas personas que lo que tienen en su mente es que a la gente le vaya bien en la vida, que que sea próspero, que sea un hombre exitoso, que tenga un buen carro, que tenga una buena casa, que tenga dinero, que se case con un buen marido, que tenga una buena esposa; eso es el éxito más grande que mucha gente tiene y David dice: Porque mejor es tu misericordia que la vida. Al fin y al cabo aquí estamos de paso.
De la cueva al desierto; sin lugar a dudas que cuando Dios te está entrenando, pasas cosas y situaciones, lo interesante de todo esto y una de las grandes lecciones que aprendemos de todo esto es que cuando Dios tiene una misión que llevar a cabo; David no pidio ser David, cuando Samuel llegó a la casa de Isai, David estaba jugando con las ovejitas y Samuel dijo “Ninguno de estos es, ¿no tienes otro hijo por ahí?”. Y dijo el papá de Isai “No. si tengo uno pero está bien chiquito”. Lo mandaron a traer; yo creo que el pobre David llegó asustado a la casa cuando vio a Samuel, –me imagino– con ese ropaje reconocido del profeta y con un poco de aceite en la mano, David entra a la casa y Dios le dijo “Él es, ese es el que quiero, ese es el futuro rey de Israel”. David entró y le dijo “hijo ven para acá”. Acuérdese que Isai le quería dar de comer a Samuel y Samuel dijo “no, primero vamos a ungir a este muchacho; terminemos con la misión”. David entró, lo ungieron y después de eso David siguió su rumbo como que nada había pasado, David nunca pidió ser rey, nunca pidió llegar al palacio con Saúl, nunca pidió llegar a ser lo que fue; pero Dios puso sus ojos en él y cuando Dios pone los ojos en ti, que no te quepa duda que Dios nunca te va abandonar y siempre te va a dar la fuerza necesaria para seguir adelante, esto es David en su desierto.
Oracion:
Padre, muchos de los que estamos aquí, hemos estado en esa cueva, hemos estado en el desierto y habrán muchas personas en este momento que se identifican con este mensaje, personas que lloran en silencio, que sienten una angustia en su pecho y que están atravesando una ansiedad y no saben por qué, desconocen los motivos, desconocen la razón; Ten misericordia Señor, te pido que así como un amigo llegó hasta el desierto para visitar a David, estas personas puedan también recibir a alguien que les anime para seguir confiando en Dios en medio del desierto y te pido que aquellas personas que en este instante se encuentran en medio de ese desierto, en medio de esa tristeza, de ese dolor, de esa melancolía ,que Dios puede encontrar una alabanza en sus labios así como la encontró David, que puedan alzar sus ojos al cielo y decir: ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.
Señor, gracias porque siempre hemos visto tu mano con nosotros en todo momento, en todo lugar, te alabamos, te bendecimos. Gracias porque tu palabra es tan cierta, tan real, tan poderosa. Gracias te damos por haber estado allí presente en nuestros desiertos.
Si usted quiere recibir al Señor en su corazón ore conmigo de esta manera:
Señor, en este día te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, por poner tu cuerpo en esa cruz y derramar tu sangre preciosa, reconozco que he pecado contra ti, reconozco que te he ofendido y por todas esas cosas me arrepiento, en este día abro mi corazón y te recibo como el Señor de mi vida.
Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su santa y bendita palabra. Padre querido, atesora esta palabra en nuestros corazones y oramos por todas aquellas personas que están atravesando un momento difícil y están en esta cueva y están en ese pozo de la desesperación; Señor, bendice a esa gente, que crean que los vas a sacar de ese lugar, en el nombre de Jesús. Amén.