David y Jerusalén
Septiembre 8, 2021 – 7:00PM | 2 Samuel 5: 6-10 | Dr. David Rodríguez
TRANSCRIPCIÓN
Este es el estudio número 24 de La vida del rey David. Vamos a ir a 2 Samuel, capítulo 5 y vamos a leer del versículo 6 al 10. He titulado al estudio de esta noche: “David y Jerusalén.”
Dice la palabra del Señor, leo para ustedes: 6Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entraras acá, pues aún los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá) (a la ciudad). 7Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David. 8Y dijo David aquel día: Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa. 9Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro. 10Y David iba adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.
Vamos a orar: Padre bendice el mensaje de tu palabra en nuestros corazones, en el nombre de Jesús te lo pedimos: amén.
Quiero llevarle por un viaje de las sagradas escrituras. Es mi intención esta noche, sabiendo que es un estudio, que podamos entender la relación que existe entre Jerusalén, el rey David y el futuro de la ciudad de Jerusalén.
Jerusalén es una ciudad especial hermanos, aquellos que hemos estado, que Dios nos ha dado el privilegio de dar una vuelta por esta ciudad; nos hemos dado cuenta que allí hay un “no sé qué”, allá en Jerusalén. Quiero mencionar algo también ya que estamos hablando acerca de esto; no todo el mundo siente algo especial por Israel, no toda la gente. Yo he conocido cristianos que ni les va, ni les viene Israel, ni Jerusalén. Para ellos no hay ningún atractivo. Entonces yo no sé, si yo estoy fuera del lugar, ¿o quizás nací en alguno de esos lugares y no me acuerdo? Pero yo siento un amor especial por esta ciudad amada de Jerusalén. Una ciudad que, bueno, se ha destruido más de 40 veces a lo largo de la historia. Los babilonios, ¿se acuerdan ustedes que ocuparon la ciudad? Aproximadamente en los años 586, más o menos. Después de eso Alejando el Grande, cuando el imperio griego gobernaba en esas partes del mundo. Y luego en los tiempos de Jesús, pues el imperio romano que gobernó la ciudad de Jerusalén. Y después de Roma, ha sido conquistada por una gran cantidad de naciones (persas, árabes, entre otros). Gran Bretaña, era quien tenía dominio y control de la ciudad hasta el año 1948, cuando Israel se declara una nación libre y soberana.
Me gustaría que echemos un vistazo a esta situación, y nos vayamos allá a los inicios de la Biblia, por favor.
Génesis 13:14-15 (RV-60): 14Y Jehová dijo Abraham, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. 15Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Dios promete una tierra Abraham. Por el momento, solamente le dice te voy a dar toda esta tierra, o sea, es el país completo, pero en este momento no existe una ciudad todavía en mente.
Génesis 15: 18 (RV-60): 18En aquel día hizo Jehová un pacto con Abraham, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates; 19la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, 20los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos. Hemos estudiado los pactos aquí en la iglesia, y hemos entendido que los pactos que hace Dios con su pueblo y con algunos individuos, algunos de ellos son pactos eternos. Dios está hablando en el versículo 18, de sur a norte. Cada tribu nombrada en los siguientes versículos, estaban separados unos de otros. Ponga atención a la última tribu: jebuseos.
Génesis 17: 8 (RV-60): Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dios está diciendo la tierra de toda esta gente, te la voy a dar a ti por completo. Abraham no vio el cumplimiento de esa promesa, por supuesto.
Ahora, recorramos desde Génesis, por Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio y nos vamos hasta el libro de Josué.
Le digo esto porque mentalmente todos sabemos algunos versículos de Josué capítulo 1, ¿verdad? Estas palabras que menciona la escritura están puestas ahí porque eran para el pueblo de Israel cuando iban a conquistar estas tierras que le había prometido Dios. Estas tierras van a ser de ustedes, solo que hay un pequeño problemita: que ahí viven varias tribus. Entonces, quiero que ustedes los echen a todos ellos de ahí, dice Dios.
Algunos estudiosos dicen que, desde que Dios le dijo Abraham que le iba a dar la tierra hasta este momento cuando David (Israel) va a conquistar la tierra, pasaron setecientos años.
Tiene sentido, porque si usted analiza: ¿cuántos años estuvo Israel como esclavo en Egipto? Cuatrocientos treinta años. Para que tenga una idea: Dios le da la promesa a Abraham, pasan 700 años, y ahora se encuentran en frente de la tierra. ¿Y ahora qué hacemos? Conquístenla, sean valiente, tienes que esforzarse.
Josué 1: 1-4 (RV-60): Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.
Vamos a Jueces, ya pasamos todo el tiempo de Josué. Ustedes se recuerdan la primera ciudad que conquistaron, ¿cómo se llamó? Jericó, cayeron los muros de Jericó. Entonces Israel entró cuando Dios les entregó la tierra, y dijeron: “En el nombre de Dios podemos.” Y fueron conquistando las tierras que Dios les iba dando. Pero, hasta este momento no aparece el nombre de Jerusalén. No lo hemos visto todavía.
Jueces 1: 8 (RV-60): Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad. 9Después los hijos de Judá descendieron para pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas, en el Neguev, y en los llanos. 10Y marchó Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron Sesai, a Ahimán y a Talmai.
Si usted mira el mapa de Israel, tenemos en la parte sur Judá (que es donde está Jerusalén) y luego tenemos el norte (Israel), la parte de arriba. En este momento se conquista Jerusalén, pero nadie vive ahí; simplemente liberaron la tierra, pero no pasó nada. Entonces ahí tenemos una conquista, pero hasta ahí: ellos luego regresaron a las tierras donde vivían.
¿Se acuerda de la palabra que le dije quiero que le ponga atención? A los jebuseos.
Los jebuseos eran los que vivían en ese lugar, llamado Jebús. Jerusalén, antes de llamarse Jerusalén se llamaba Jebús.
Jueces 19:10 (RV-60) Mas el hombre no quiso pasar allí la noche, sino que se levantó y se fue, y llegó hasta enfrentarse a Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos ensillados, y su concubina.
Esto nos lleva a la conquista de Jerusalén, en el año mil antes de Cristo. Cada vez que usted piense en el rey David, tiene que pensar mil años antes de Cristo, siempre.
El pasaje con el que hemos comenzado en esta noche, 2 de Samuel 5: 6-10 (RV-60), tenemos a David, al rey David, conquistando Jerusalén.
Recordemos que Dios le había prometido a Abraham toda esta tierra. Jerusalén en una ciudad fortificada, era una ciudad tan bien cuidada y fortalecida que los jebuseos decían: ¿Qué David va a tomar Jerusalén, no me digas? Esta expresión, es prácticamente un sarcasmo. Los jebuseos creían que la ciudad estaba tan fortificada, que los ciegos y los cojos podían vencer a David. David contesta también sarcásticamente, le dijo a su ejército: “entonces matemos los a todos los ciegos y los cojos.” David conquista Jerusalén, en el año mil antes de Cristo (1000 A.C.), pone su trono en Jerusalén y le cambió el nombre; ya no era más la ciudad de Jebús. Se llamó “La ciudad de David”. Hermanos, hasta este día. Si David conquistó Jerusalén 1000 A.C. y de Cristo a nuestras fechas son 2000 años; quiere decir que han pasado tres mil años. Y por los últimos tres mil años se ha llamado: “La ciudad de David.”
2 Samuel 5:9-10 (RV-60) dice: 9Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro. 10David iba adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.
Yo les voy a explicar algunas cositas que son interesantes acerca de esto. ¿Sabe usted qué dice Lucas sobre esto? Recuerda cuando Jesucristo nació, ¿qué dice Lucas?
Lucas 2: 11 (RV-60): que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Jesús no nació en Jerusalén, ¿en qué el lugar nació Jesús? En Belén, en el mismo lugar donde nació David. La ciudad de David abarcaba mucho terreno, sin embargo, es importante entender también que, entre Belén y Jerusalén hay 5 millas (9km). Recuérdense que Belén está tomado por la autoridad Palestina en este momento.
A Jerusalén también se le llama Sion. Isaías 2: 3 (RV-60): Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Es exactamente la misma historia.
Cosas interesantes de Jerusalén.
- Un personaje extraño.
Génesis 14: 18 (RV-60), ese personaje se llama Melquisedec.
Yo no sé cuántos de ustedes recuerdan cuando estudiamos a Abraham, Jacob, y toda esta historia; cuando se apartó a Abraham de Lot, se fue uno para un lado y otro para el otro. Vinieron los enemigos y se llevaron a Lot. Abraham juntó parte de los hombres, los siervos, y se fue detrás de Lot a buscarlo. Recuperó a Lot, sus bienes; y cuando venía se encuentra con este personaje (Melquisedec).
Génesis 14:18 (RV-60): Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino. 19y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
¿Qué es Salem? Salmos 76:2 (RV-60): En Salem está su tabernáculo, Y su habitación en Sion.
Entonces ¿Melquisedec era rey de dónde? De Jerusalén ¿cómo así?
El escritor de Hebreos, para aclararnos la situación, nos dice algo; es que la gente tenía la duda. Hebreos 7:1 (RV-60): Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
¿Quién es el Rey de Justicia, dígame usted? Jesús. ¿Quién es el Rey de justicia y quién es el Rey de paz? Si no tiene principio de días, ni fin de vida, quiere decir que es eterno. Lo que creemos es: que, quien se le apareció a Abraham, Rey de Salem, antes de que aparezca el nombre de Jerusalén y todo, fue: “una manifestación de nuestro Señor Jesucristo, antes de su encarnación.” Muchos teólogos creen esto, y yo también. ¿Qué le parece a usted?
Hebreos 7:4 (RV-60): Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
Entonces primera cosa interesante en Jerusalén, es que apareció Melquisedec, y Melquisedec podemos decir que es un tipo de Jesucristo.
- Medio rara, pero interesante. (El lugar que escogió Dios.)
Dios tiene sentido del humor, le dijo a Moisés: “Oye Moisés, voy a escoger un lugar y quiero que en ese lugar me hagas esto, lo otro, y aquí y allá. Moisés le dijo: Sí, Señor.” – ¿Cuál lugar Señor? –Yo lo voy a escoger Moisés. -¿Cuál será el lugar? –Yo te aviso, yo escojo el lugar.
Deuteronomio 12: 11 (RV-60): Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. ¿Sabe que está diciendo Dios? Profetizando, yo voy a escoger un lugar a dónde me van a llevar sacrificio, a dónde me van a llevar todas las cosas; no te preocupes por el lugar, solo te estoy diciendo que cuando yo lo escoja quiero que a ese lugar me lleven las cosas.
Deuteronomio 12: 21 (RV-60): Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseares.
Deuteronomio 14: 23 (RV-60): Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner ahí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Dios. Ya pensando en el templo, pero estamos en el tiempo de Moisés apenas. ¿Qué va a saber Moisés del templo, si nunca le dijo el lugar?
Deuteronomio 14: 24 (RV-60): Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiera escogido para poner en él su nombre.
Deuteronomio 16: 2 (RV-60): Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que habite allí su nombre.
O sea, que no solamente no entró a la tierra prometida, sino que tampoco vio el lugar que Jehová escogió.
Deuteronomio 16-6 (RV-60): Sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre… Tampoco le dijo cuál era el lugar.
Deuteronomio 16: 11 (RV-60): Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre. Dios nunca le dijo a Moisés.
Interesante: primero, en Jerusalén aparece Melquisedec. La ciudad de Jerusalén estaba en la mente y en el corazón de Dios, pero nunca se lo dijo a Moisés. A Moisés le dijo: Tengo un lugar donde voy a poner mi nombre. Tengo un lugar que yo he escogido; pero nunca le digo cual.
Quiero llamar su atención en algo curioso. En 1 Samuel capítulo 17, es cuando David mata Goliat. Es raro, y nadie le puede dar una respuesta al siguiente versículo:
1Samuel 17: 54 (RV-60): Y David tomó la cabeza del filisteo y la trajo a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda.
Algunos estudiosos dicen que hay 10 kilómetros del valle de Elah a Jerusalén; otros estudiosos dicen que hay 26km, sáquele la media, póngale que eran 20km. Ahora por favor piense, yo supongo que David agarró la cabeza de Goliat de las mechas (pelos, cabellos). Y supongo que esa cabeza seguramente pesaba, porque Goliat era gigante. ¿Usted se puede imaginar a David caminar 10, 15 o 20 km halando la cabeza de Goliat?
¿A dónde la llevó? A Jerusalén. ¿Pero si David en ese momento era un niño, era un jovencito?
Quiero que piense algo conmigo: ¿Dónde nació David? En belén. ¿Cuántos kilómetros habían de Belén a la ciudad que estamos estudiando (Jerusalén)? Nueve.
Otra pregunta que está escondida por ahí, se acuerdan ustedes cuando David toma la ciudad de Jerusalén, le dice a sus soldados: “métanse por el estanque (canal)”. Algunos se preguntan: ¿Cómo sabía David que Jerusalén había un canal por donde se podía meter? O sea, esta no es la primera vez que David andaba por eso lado, es decir, Jerusalén era el rancho de David, él vivía en Belén, ¿cuántas veces dio la vuelta por esos lados?
Mire yo he leído cantidad de libros relacionados, algunos dicen que esto pudo haber sido un evento profético, que en Jerusalén se llevó la cabeza del gigante, y que en Jerusalén va a caer también el anticristo; pero son cosas que la escritura no dice.
Se me hace interesante que no hay otra ciudad en el mundo que Dios llame: La ciudad del gran Rey. Salmos 48: 2 (RV-60): Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey.
¿Cómo es posible que Dios dice que Jerusalén era la ciudad del gran Rey, yo pueda ver Jerusalén con indiferencia? Pero no solamente lo dijo el salmista, el Señor Jesucristo también.
Mateo 5: 35 (RV-60): Que no había que jurar 35ni por la tierra, porque es el estado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Un día todas las cosas van a ser nuevas, dice la palabra. Apocalipsis 21:1-2 (RV-60): 1Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
La última vez que fuimos a Israel, pasamos por Tel Aviv. Muchos hermanos decían: ¡Qué bonito es! Vamos a quedamos unos días aquí. Israel tiene los dos mundos, Jerusalén (ciudad Santa) y Tel Aviv (es la ciudad que representa a Egipto). Por eso, es que, nadie en su sano juicio (como creyentes evangélicos) van a visitar Tel Aviv. A las personas que son seculares, que no les importa nada; ellos pueden hacer con su vida lo que deseen. Usted no puede, porque sería una perversión en realidad.
Esta ciudad que conocemos ahora, un día, va a descender del cielo. En 2 Pedro nos habla de que el cielo y la tierra pasarán, ¿se acuerda? El Señor Jesucristo dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Pero Pedro nos habla de cómo es que los cielos van a desaparecer, y Dios va a hacer nuevas todas las cosas. Y cuando Dios haga nuevas todas las cosas, la ciudad que va a descender del cielo, es una sola ciudad, es Jerusalén.
Apocalipsis 21: 3 (RV-60): Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Apocalipsis 22: 3 (RV-60): Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Ojo con esto, quiere decir que Dios va a gobernar desde Jerusalén, ¿se da cuenta usted de estas cosas hermano?
Salmos 87: 2 (RV-60): Ama Jehová las puertas de Sion Más que todas las moradas de Jacob.
Yo me parado frente a las puertas, por las que puedes entrar a la ciudad vieja de Jerusalén. Y usted está frente a la ciudad de Jerusalén, y usted recuerda este versículo (Salmos 87:2) y usted dice: “Señor, aquí estoy en este momento en frente de esta puerta en la que tú has puesto tu amor.” Hermano, ¿cómo es que usted prefiere Cojutepeque (cualquier ciudad)? Teniendo la oportunidad de ir a ciudad Santa.
En 40 años que tengo de predicar el evangelio, todas sin excepción, todas las personas que me han dicho a mí: “Pastor, uno de mis sueños es ir a Jerusalén.” Todas han ido. De esta iglesia un día mandamos, dos o tres personas que fueron gratis. Porque los hermanos que iban, no pudieron ir; pero tampoco dijeron: quiero que me regresen el dinero. ¿Sabe qué dijeron? Que vayan personas que siempre han querido ir, y fueron.
Otra cosa más, todos aquellos que han venido de Israel y de Jerusalén, pueden decir que esa ciudad tiene algo especial. Cuando fuimos la primera vez a Jerusalén, usted bajaba a la tierra literalmente, y veía el montón de gente que se tiraban al piso a besar el suelo, ¡Imagínense! Decían: ¡Estamos en Jerusalén, estamos en Jerusalén!
Salmos 48: 8 (RV-60): Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos,
en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre.
Isaías 62: 4 (RV-60): Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.
¿Sabe qué significa Hefzi-bá? Mi deleite está en la ciudad.
Salmos 122: 6 (RV-60): Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.
¿Se acuerdan lo que les dije? Que cuando pensemos en el rey David teníamos que pensar en tres mil años (desde hoy), mil años antes de Cristo y dos mil más, de Cristo a la fecha. Entonces en total son 3000 años aproximadamente.
La semana pasada estudiamos que a David lo hicieron rey de Israel, tanto del norte como del sur con un ejército de más de trescientas cuarenta mil personas, y lo primero lo primero que hizo David fue: conquistar Jerusalén. Y lo segundo es, nuestro estudio de la semana próxima, el Arca del Pacto. El rey Saúl jamás pensó en el arca del pacto, pero David entendió que Jerusalén era el lugar que Dios le había dicho a Moisés que iba a escoger.
Cuando murió David, su hijo Salomón se paró delante del pueblo y les dijo: “Jehová Dios ha hablado conmigo y me dijo está en la ciudad que yo le dije a tu padre.” Quiere decir que, en algún momento en la historia, Dios tuvo una conversación con David, que no es revelada en las escrituras. Donde Dios le dijo a David: “Esta es la ciudad, Jerusalén, donde yo quiero poner mí nombre.”
Inclinen sus rostros oremos al Señor:
Padre te alabamos y te bendecimos Señor. Padre bendito sea tu nombre. Gracias por este privilegio santo, que tú nos das y que nos ha brindado, de caminar esas calles maravillosas de esta ciudad Santa, la ciudad amada, la ciudad del gran Rey. La ciudad de tu trono, la ciudad de Jehová de los Ejércitos, Sion, la ciudad de David. Padre te alabamos, te bendecimos, sabemos que el reino de David será un reino sempiterno (que durará siempre), sabemos que el reino será también en el tiempo del milenio. Y que David es un tipo del reinado de Cristo también. ¿Qué tanto significado Señor tienen todas estas cosas? ¿Qué tanto valor? ¡Qué maravilla! Te alabamos, te bendecimos por este privilegio santo, que tú nos das, de conocerte como Señor y Dios. Un día tú vas a vivir en esa ciudad y veremos tu rostro, dice tu palabra: te conoceremos tal como tú eres. ¡Bendito sea tu nombre por siempre!
Mientras todos oramos, en esta tarde si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, pero quisiera hacerlo en esta noche; si usted siente la necesidad de Dios en su vida, si usted necesita a Dios en su corazón, en su vida; yo le invito ahí donde está para que levante su mano o se ponga de pie y nos deje orar con usted y por usted. Habrá alguien que se va a acercar a usted para hacer una oración. Usted que nos mira por las redes sociales, usted también puede recibir a Cristo a través de una oración de fe, dígale al Señor: “Señor en este día te pido perdón por mis pecados. Reconozco que soy pecador. Doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre preciosa. En este día abro mi corazón y te recibo como el Señor y Salvador de mi alma.” Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita Palabra.
Padre querido, despídenos con tu paz y con tu bendición, en el nombre de Jesús: Amén y amén. Que la paz de Cristo les acompañe. No se descuide, por favor lea su Biblia todos los días.¡Que Dios me los bendiga!
David y Jerusalén
Septiembre 8, 2021 – 7:00PM | 2 Samuel 5: 6-10 | Dr. David Rodríguez
Etiquetas: 2 samuel, pastor david rodriguez, septiembre 2021, transcripcion
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TRANSCRIPCIÓN
Este es el estudio número 24 de La vida del rey David. Vamos a ir a 2 Samuel, capítulo 5 y vamos a leer del versículo 6 al 10. He titulado al estudio de esta noche: “David y Jerusalén.”
Dice la palabra del Señor, leo para ustedes: 6Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entraras acá, pues aún los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá) (a la ciudad). 7Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David. 8Y dijo David aquel día: Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa. 9Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro. 10Y David iba adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.
Vamos a orar: Padre bendice el mensaje de tu palabra en nuestros corazones, en el nombre de Jesús te lo pedimos: amén.
Quiero llevarle por un viaje de las sagradas escrituras. Es mi intención esta noche, sabiendo que es un estudio, que podamos entender la relación que existe entre Jerusalén, el rey David y el futuro de la ciudad de Jerusalén.
Jerusalén es una ciudad especial hermanos, aquellos que hemos estado, que Dios nos ha dado el privilegio de dar una vuelta por esta ciudad; nos hemos dado cuenta que allí hay un “no sé qué”, allá en Jerusalén. Quiero mencionar algo también ya que estamos hablando acerca de esto; no todo el mundo siente algo especial por Israel, no toda la gente. Yo he conocido cristianos que ni les va, ni les viene Israel, ni Jerusalén. Para ellos no hay ningún atractivo. Entonces yo no sé, si yo estoy fuera del lugar, ¿o quizás nací en alguno de esos lugares y no me acuerdo? Pero yo siento un amor especial por esta ciudad amada de Jerusalén. Una ciudad que, bueno, se ha destruido más de 40 veces a lo largo de la historia. Los babilonios, ¿se acuerdan ustedes que ocuparon la ciudad? Aproximadamente en los años 586, más o menos. Después de eso Alejando el Grande, cuando el imperio griego gobernaba en esas partes del mundo. Y luego en los tiempos de Jesús, pues el imperio romano que gobernó la ciudad de Jerusalén. Y después de Roma, ha sido conquistada por una gran cantidad de naciones (persas, árabes, entre otros). Gran Bretaña, era quien tenía dominio y control de la ciudad hasta el año 1948, cuando Israel se declara una nación libre y soberana.
Me gustaría que echemos un vistazo a esta situación, y nos vayamos allá a los inicios de la Biblia, por favor.
Génesis 13:14-15 (RV-60): 14Y Jehová dijo Abraham, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. 15Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Dios promete una tierra Abraham. Por el momento, solamente le dice te voy a dar toda esta tierra, o sea, es el país completo, pero en este momento no existe una ciudad todavía en mente.
Génesis 15: 18 (RV-60): 18En aquel día hizo Jehová un pacto con Abraham, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates; 19la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, 20los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos. Hemos estudiado los pactos aquí en la iglesia, y hemos entendido que los pactos que hace Dios con su pueblo y con algunos individuos, algunos de ellos son pactos eternos. Dios está hablando en el versículo 18, de sur a norte. Cada tribu nombrada en los siguientes versículos, estaban separados unos de otros. Ponga atención a la última tribu: jebuseos.
Génesis 17: 8 (RV-60): Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dios está diciendo la tierra de toda esta gente, te la voy a dar a ti por completo. Abraham no vio el cumplimiento de esa promesa, por supuesto.
Ahora, recorramos desde Génesis, por Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio y nos vamos hasta el libro de Josué.
Le digo esto porque mentalmente todos sabemos algunos versículos de Josué capítulo 1, ¿verdad? Estas palabras que menciona la escritura están puestas ahí porque eran para el pueblo de Israel cuando iban a conquistar estas tierras que le había prometido Dios. Estas tierras van a ser de ustedes, solo que hay un pequeño problemita: que ahí viven varias tribus. Entonces, quiero que ustedes los echen a todos ellos de ahí, dice Dios.
Algunos estudiosos dicen que, desde que Dios le dijo Abraham que le iba a dar la tierra hasta este momento cuando David (Israel) va a conquistar la tierra, pasaron setecientos años.
Tiene sentido, porque si usted analiza: ¿cuántos años estuvo Israel como esclavo en Egipto? Cuatrocientos treinta años. Para que tenga una idea: Dios le da la promesa a Abraham, pasan 700 años, y ahora se encuentran en frente de la tierra. ¿Y ahora qué hacemos? Conquístenla, sean valiente, tienes que esforzarse.
Josué 1: 1-4 (RV-60): Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.
Vamos a Jueces, ya pasamos todo el tiempo de Josué. Ustedes se recuerdan la primera ciudad que conquistaron, ¿cómo se llamó? Jericó, cayeron los muros de Jericó. Entonces Israel entró cuando Dios les entregó la tierra, y dijeron: “En el nombre de Dios podemos.” Y fueron conquistando las tierras que Dios les iba dando. Pero, hasta este momento no aparece el nombre de Jerusalén. No lo hemos visto todavía.
Jueces 1: 8 (RV-60): Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad. 9Después los hijos de Judá descendieron para pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas, en el Neguev, y en los llanos. 10Y marchó Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron Sesai, a Ahimán y a Talmai.
Si usted mira el mapa de Israel, tenemos en la parte sur Judá (que es donde está Jerusalén) y luego tenemos el norte (Israel), la parte de arriba. En este momento se conquista Jerusalén, pero nadie vive ahí; simplemente liberaron la tierra, pero no pasó nada. Entonces ahí tenemos una conquista, pero hasta ahí: ellos luego regresaron a las tierras donde vivían.
¿Se acuerda de la palabra que le dije quiero que le ponga atención? A los jebuseos.
Los jebuseos eran los que vivían en ese lugar, llamado Jebús. Jerusalén, antes de llamarse Jerusalén se llamaba Jebús.
Jueces 19:10 (RV-60) Mas el hombre no quiso pasar allí la noche, sino que se levantó y se fue, y llegó hasta enfrentarse a Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos ensillados, y su concubina.
Esto nos lleva a la conquista de Jerusalén, en el año mil antes de Cristo. Cada vez que usted piense en el rey David, tiene que pensar mil años antes de Cristo, siempre.
El pasaje con el que hemos comenzado en esta noche, 2 de Samuel 5: 6-10 (RV-60), tenemos a David, al rey David, conquistando Jerusalén.
Recordemos que Dios le había prometido a Abraham toda esta tierra. Jerusalén en una ciudad fortificada, era una ciudad tan bien cuidada y fortalecida que los jebuseos decían: ¿Qué David va a tomar Jerusalén, no me digas? Esta expresión, es prácticamente un sarcasmo. Los jebuseos creían que la ciudad estaba tan fortificada, que los ciegos y los cojos podían vencer a David. David contesta también sarcásticamente, le dijo a su ejército: “entonces matemos los a todos los ciegos y los cojos.” David conquista Jerusalén, en el año mil antes de Cristo (1000 A.C.), pone su trono en Jerusalén y le cambió el nombre; ya no era más la ciudad de Jebús. Se llamó “La ciudad de David”. Hermanos, hasta este día. Si David conquistó Jerusalén 1000 A.C. y de Cristo a nuestras fechas son 2000 años; quiere decir que han pasado tres mil años. Y por los últimos tres mil años se ha llamado: “La ciudad de David.”
2 Samuel 5:9-10 (RV-60) dice: 9Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro. 10David iba adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.
Yo les voy a explicar algunas cositas que son interesantes acerca de esto. ¿Sabe usted qué dice Lucas sobre esto? Recuerda cuando Jesucristo nació, ¿qué dice Lucas?
Lucas 2: 11 (RV-60): que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Jesús no nació en Jerusalén, ¿en qué el lugar nació Jesús? En Belén, en el mismo lugar donde nació David. La ciudad de David abarcaba mucho terreno, sin embargo, es importante entender también que, entre Belén y Jerusalén hay 5 millas (9km). Recuérdense que Belén está tomado por la autoridad Palestina en este momento.
A Jerusalén también se le llama Sion. Isaías 2: 3 (RV-60): Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Es exactamente la misma historia.
Cosas interesantes de Jerusalén.
- Un personaje extraño.
Génesis 14: 18 (RV-60), ese personaje se llama Melquisedec.
Yo no sé cuántos de ustedes recuerdan cuando estudiamos a Abraham, Jacob, y toda esta historia; cuando se apartó a Abraham de Lot, se fue uno para un lado y otro para el otro. Vinieron los enemigos y se llevaron a Lot. Abraham juntó parte de los hombres, los siervos, y se fue detrás de Lot a buscarlo. Recuperó a Lot, sus bienes; y cuando venía se encuentra con este personaje (Melquisedec).
Génesis 14:18 (RV-60): Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino. 19y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
¿Qué es Salem? Salmos 76:2 (RV-60): En Salem está su tabernáculo, Y su habitación en Sion.
Entonces ¿Melquisedec era rey de dónde? De Jerusalén ¿cómo así?
El escritor de Hebreos, para aclararnos la situación, nos dice algo; es que la gente tenía la duda. Hebreos 7:1 (RV-60): Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
¿Quién es el Rey de Justicia, dígame usted? Jesús. ¿Quién es el Rey de justicia y quién es el Rey de paz? Si no tiene principio de días, ni fin de vida, quiere decir que es eterno. Lo que creemos es: que, quien se le apareció a Abraham, Rey de Salem, antes de que aparezca el nombre de Jerusalén y todo, fue: “una manifestación de nuestro Señor Jesucristo, antes de su encarnación.” Muchos teólogos creen esto, y yo también. ¿Qué le parece a usted?
Hebreos 7:4 (RV-60): Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
Entonces primera cosa interesante en Jerusalén, es que apareció Melquisedec, y Melquisedec podemos decir que es un tipo de Jesucristo.
- Medio rara, pero interesante. (El lugar que escogió Dios.)
Dios tiene sentido del humor, le dijo a Moisés: “Oye Moisés, voy a escoger un lugar y quiero que en ese lugar me hagas esto, lo otro, y aquí y allá. Moisés le dijo: Sí, Señor.” – ¿Cuál lugar Señor? –Yo lo voy a escoger Moisés. -¿Cuál será el lugar? –Yo te aviso, yo escojo el lugar.
Deuteronomio 12: 11 (RV-60): Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. ¿Sabe que está diciendo Dios? Profetizando, yo voy a escoger un lugar a dónde me van a llevar sacrificio, a dónde me van a llevar todas las cosas; no te preocupes por el lugar, solo te estoy diciendo que cuando yo lo escoja quiero que a ese lugar me lleven las cosas.
Deuteronomio 12: 21 (RV-60): Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseares.
Deuteronomio 14: 23 (RV-60): Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner ahí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Dios. Ya pensando en el templo, pero estamos en el tiempo de Moisés apenas. ¿Qué va a saber Moisés del templo, si nunca le dijo el lugar?
Deuteronomio 14: 24 (RV-60): Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiera escogido para poner en él su nombre.
Deuteronomio 16: 2 (RV-60): Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que habite allí su nombre.
O sea, que no solamente no entró a la tierra prometida, sino que tampoco vio el lugar que Jehová escogió.
Deuteronomio 16-6 (RV-60): Sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre… Tampoco le dijo cuál era el lugar.
Deuteronomio 16: 11 (RV-60): Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre. Dios nunca le dijo a Moisés.
Interesante: primero, en Jerusalén aparece Melquisedec. La ciudad de Jerusalén estaba en la mente y en el corazón de Dios, pero nunca se lo dijo a Moisés. A Moisés le dijo: Tengo un lugar donde voy a poner mi nombre. Tengo un lugar que yo he escogido; pero nunca le digo cual.
Quiero llamar su atención en algo curioso. En 1 Samuel capítulo 17, es cuando David mata Goliat. Es raro, y nadie le puede dar una respuesta al siguiente versículo:
1Samuel 17: 54 (RV-60): Y David tomó la cabeza del filisteo y la trajo a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda.
Algunos estudiosos dicen que hay 10 kilómetros del valle de Elah a Jerusalén; otros estudiosos dicen que hay 26km, sáquele la media, póngale que eran 20km. Ahora por favor piense, yo supongo que David agarró la cabeza de Goliat de las mechas (pelos, cabellos). Y supongo que esa cabeza seguramente pesaba, porque Goliat era gigante. ¿Usted se puede imaginar a David caminar 10, 15 o 20 km halando la cabeza de Goliat?
¿A dónde la llevó? A Jerusalén. ¿Pero si David en ese momento era un niño, era un jovencito?
Quiero que piense algo conmigo: ¿Dónde nació David? En belén. ¿Cuántos kilómetros habían de Belén a la ciudad que estamos estudiando (Jerusalén)? Nueve.
Otra pregunta que está escondida por ahí, se acuerdan ustedes cuando David toma la ciudad de Jerusalén, le dice a sus soldados: “métanse por el estanque (canal)”. Algunos se preguntan: ¿Cómo sabía David que Jerusalén había un canal por donde se podía meter? O sea, esta no es la primera vez que David andaba por eso lado, es decir, Jerusalén era el rancho de David, él vivía en Belén, ¿cuántas veces dio la vuelta por esos lados?
Mire yo he leído cantidad de libros relacionados, algunos dicen que esto pudo haber sido un evento profético, que en Jerusalén se llevó la cabeza del gigante, y que en Jerusalén va a caer también el anticristo; pero son cosas que la escritura no dice.
Se me hace interesante que no hay otra ciudad en el mundo que Dios llame: La ciudad del gran Rey. Salmos 48: 2 (RV-60): Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey.
¿Cómo es posible que Dios dice que Jerusalén era la ciudad del gran Rey, yo pueda ver Jerusalén con indiferencia? Pero no solamente lo dijo el salmista, el Señor Jesucristo también.
Mateo 5: 35 (RV-60): Que no había que jurar 35ni por la tierra, porque es el estado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Un día todas las cosas van a ser nuevas, dice la palabra. Apocalipsis 21:1-2 (RV-60): 1Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
La última vez que fuimos a Israel, pasamos por Tel Aviv. Muchos hermanos decían: ¡Qué bonito es! Vamos a quedamos unos días aquí. Israel tiene los dos mundos, Jerusalén (ciudad Santa) y Tel Aviv (es la ciudad que representa a Egipto). Por eso, es que, nadie en su sano juicio (como creyentes evangélicos) van a visitar Tel Aviv. A las personas que son seculares, que no les importa nada; ellos pueden hacer con su vida lo que deseen. Usted no puede, porque sería una perversión en realidad.
Esta ciudad que conocemos ahora, un día, va a descender del cielo. En 2 Pedro nos habla de que el cielo y la tierra pasarán, ¿se acuerda? El Señor Jesucristo dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Pero Pedro nos habla de cómo es que los cielos van a desaparecer, y Dios va a hacer nuevas todas las cosas. Y cuando Dios haga nuevas todas las cosas, la ciudad que va a descender del cielo, es una sola ciudad, es Jerusalén.
Apocalipsis 21: 3 (RV-60): Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Apocalipsis 22: 3 (RV-60): Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Ojo con esto, quiere decir que Dios va a gobernar desde Jerusalén, ¿se da cuenta usted de estas cosas hermano?
Salmos 87: 2 (RV-60): Ama Jehová las puertas de Sion Más que todas las moradas de Jacob.
Yo me parado frente a las puertas, por las que puedes entrar a la ciudad vieja de Jerusalén. Y usted está frente a la ciudad de Jerusalén, y usted recuerda este versículo (Salmos 87:2) y usted dice: “Señor, aquí estoy en este momento en frente de esta puerta en la que tú has puesto tu amor.” Hermano, ¿cómo es que usted prefiere Cojutepeque (cualquier ciudad)? Teniendo la oportunidad de ir a ciudad Santa.
En 40 años que tengo de predicar el evangelio, todas sin excepción, todas las personas que me han dicho a mí: “Pastor, uno de mis sueños es ir a Jerusalén.” Todas han ido. De esta iglesia un día mandamos, dos o tres personas que fueron gratis. Porque los hermanos que iban, no pudieron ir; pero tampoco dijeron: quiero que me regresen el dinero. ¿Sabe qué dijeron? Que vayan personas que siempre han querido ir, y fueron.
Otra cosa más, todos aquellos que han venido de Israel y de Jerusalén, pueden decir que esa ciudad tiene algo especial. Cuando fuimos la primera vez a Jerusalén, usted bajaba a la tierra literalmente, y veía el montón de gente que se tiraban al piso a besar el suelo, ¡Imagínense! Decían: ¡Estamos en Jerusalén, estamos en Jerusalén!
Salmos 48: 8 (RV-60): Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos,
en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre.
Isaías 62: 4 (RV-60): Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.
¿Sabe qué significa Hefzi-bá? Mi deleite está en la ciudad.
Salmos 122: 6 (RV-60): Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.
¿Se acuerdan lo que les dije? Que cuando pensemos en el rey David teníamos que pensar en tres mil años (desde hoy), mil años antes de Cristo y dos mil más, de Cristo a la fecha. Entonces en total son 3000 años aproximadamente.
La semana pasada estudiamos que a David lo hicieron rey de Israel, tanto del norte como del sur con un ejército de más de trescientas cuarenta mil personas, y lo primero lo primero que hizo David fue: conquistar Jerusalén. Y lo segundo es, nuestro estudio de la semana próxima, el Arca del Pacto. El rey Saúl jamás pensó en el arca del pacto, pero David entendió que Jerusalén era el lugar que Dios le había dicho a Moisés que iba a escoger.
Cuando murió David, su hijo Salomón se paró delante del pueblo y les dijo: “Jehová Dios ha hablado conmigo y me dijo está en la ciudad que yo le dije a tu padre.” Quiere decir que, en algún momento en la historia, Dios tuvo una conversación con David, que no es revelada en las escrituras. Donde Dios le dijo a David: “Esta es la ciudad, Jerusalén, donde yo quiero poner mí nombre.”
Inclinen sus rostros oremos al Señor:
Padre te alabamos y te bendecimos Señor. Padre bendito sea tu nombre. Gracias por este privilegio santo, que tú nos das y que nos ha brindado, de caminar esas calles maravillosas de esta ciudad Santa, la ciudad amada, la ciudad del gran Rey. La ciudad de tu trono, la ciudad de Jehová de los Ejércitos, Sion, la ciudad de David. Padre te alabamos, te bendecimos, sabemos que el reino de David será un reino sempiterno (que durará siempre), sabemos que el reino será también en el tiempo del milenio. Y que David es un tipo del reinado de Cristo también. ¿Qué tanto significado Señor tienen todas estas cosas? ¿Qué tanto valor? ¡Qué maravilla! Te alabamos, te bendecimos por este privilegio santo, que tú nos das, de conocerte como Señor y Dios. Un día tú vas a vivir en esa ciudad y veremos tu rostro, dice tu palabra: te conoceremos tal como tú eres. ¡Bendito sea tu nombre por siempre!
Mientras todos oramos, en esta tarde si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, pero quisiera hacerlo en esta noche; si usted siente la necesidad de Dios en su vida, si usted necesita a Dios en su corazón, en su vida; yo le invito ahí donde está para que levante su mano o se ponga de pie y nos deje orar con usted y por usted. Habrá alguien que se va a acercar a usted para hacer una oración. Usted que nos mira por las redes sociales, usted también puede recibir a Cristo a través de una oración de fe, dígale al Señor: “Señor en este día te pido perdón por mis pecados. Reconozco que soy pecador. Doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre preciosa. En este día abro mi corazón y te recibo como el Señor y Salvador de mi alma.” Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita Palabra.
Padre querido, despídenos con tu paz y con tu bendición, en el nombre de Jesús: Amén y amén. Que la paz de Cristo les acompañe. No se descuide, por favor lea su Biblia todos los días.¡Que Dios me los bendiga!