¿Cómo leer la Biblia?
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Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos – Hebreos 4:12
¿Es realmente importante?
Una de las metas más valiosas que podemos lograr es leer la Biblia todos los días.
Creyentes nuevos en la fe se encuentran con un deseo de leer la Biblia en su totalidad, pero no saben cómo o dónde empezar. Hay ciertos mitos que hacen ver esto como algo complicado o casi imposible: que la Biblia es difícil de entender, que es aburrida, o que nunca hay tiempo suficiente. Pero, nosotros sabemos que “La vida del cristiano consiste en leer la palabra de Dios todos los días.” como dice nuestro pastor Emerson Cardona.
¿Por qué leer la Biblia?
Las escrituras son autoritativas, lo que quiere decir que nos da principios morales, decretos divinos, enseñanzas sobre el ser humano y nos cuenta la historia sobre el pueblo de Dios. Además, la Palabra tiene el poder de renovar nuestra mente, ya que es una fuente abundante de sabiduría que proviene de Dios.
Es inspirada por Jehová mismo, revelación especial que ha sido dada a los santos para vivir en la fe (Judas 3); suficiente para toda la vida y la piedad (2 Pedro 1:3); viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu (Hebreos 4:12); una mina de oro (Job 28). Es invaluable porque nos dirige hacia Cristo y al regalo de la salvación. Este es un libro sagrado y divino.
¿Cómo comenzar?
La Biblia nos exhorta a meditar en ella y a guardarla en nuestros corazones todos los días: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito” Josué 1:8.
Muchos cristianos devotos se comprometen a leer la Biblia en un año y, siguen un plan de lectura diario con una pequeña meditación empaquetada en un programa de lectura. Otros toman un solo versículo para el día y es más que suficiente para minar las riquezas de la fe con contemplación y estudio. Otro método simple para los neófitos es comenzar desde el evangelio según San Juan y continuar a su propio paso hasta Apocalipsis, eso en horas de la mañana y para la noche leen el antiguo testamento desde Génesis hasta Malaquías. Como sea que quiera comenzar, hay algunos elementos que pueden enriquecer su lectura. Aquí algunas recomendaciones:
– Tiempo suficiente para leer con tranquilidad y atención.
Pueden ser ocho minutos en la mañana antes de salir de su casa o veintidós minutos en la noche antes de dormir, el tiempo devocional es algo entre usted y Dios (Salmos 37:4). Recuerde, si hay tiempo durante el día para redes sociales, hay tiempo para apartar unos minutos de lectura bíblica.
– La meditación (o reflexión) sobre el texto que ha leído es de mucho beneficio.
Puede ser sobre algo en particular que llamó su atención o una sola palabra que sobresale en su lectura (Salmos 119:48). Puede meditar en su significado y contemplar su aplicación (Job 37:14). La lectura Bíblica nunca debe ser algo mecánico con el solo objeto de terminar, pues ha sido diseñada como literatura divina de meditación (Salmos 119:15). Un buen hábito es escribir sus pensamientos en un diario.
– La oración es un componente integral de la lectura bíblica.
Comenzar con una oración para pedir que el Espíritu Santo le de iluminación en su lectura y terminar con una oración de gracias y alabanza sobre las obras maravillosas de Dios es clave (Salmos 143:5).
Ahora bien, también hay recomendaciones de lo que no deberíamos hacer al leer la Biblia:
– Abrir la Biblia y leer el primer versículo que encuentre esperando que Dios le dé una revelación personal para su vida.
– Contemplar el texto preguntando: “Qué quiere decir esto para mí?” sacando el texto del contexto.
– Interpretar lo que ha leído sin importar la intención original del autor.
En cuanto a los medios para acceder a la Palabra, podemos dar gracias a Dios porque hoy en día gozamos de aplicaciones y tecnologías que nos dejan escucharla y acceder a ella casi en cualquier momento y lugar.
Después de emplear estas sugerencias, al correr del tiempo, usted se dará cuenta de que la Biblia no es aburrida, sino que hay riqueza y sabiduría en cada pasaje. Con un poco de ayuda de maestros de la iglesia y perseverancia en su relación con el Señor, se dará cuenta de que meditar en las escrituras cada día es posible y que eso cambiará su vida. En este año, ¿por qué no hace tiempo para abrir su Biblia con la intención de crear un hábito de lectura privada y cumplir su meta de leerla todos los días?
¿Es realmente importante?
Una de las metas más valiosas que podemos lograr es leer la Biblia todos los días.
Creyentes nuevos en la fe se encuentran con un deseo de leer la Biblia en su totalidad, pero no saben cómo o dónde empezar. Hay ciertos mitos que hacen ver esto como algo complicado o casi imposible: que la Biblia es difícil de entender, que es aburrida, o que nunca hay tiempo suficiente. Pero, nosotros sabemos que “La vida del cristiano consiste en leer la palabra de Dios todos los días.” como dice nuestro pastor Emerson Cardona.
¿Por qué leer la Biblia?
Las escrituras son autoritativas, lo que quiere decir que nos da principios morales, decretos divinos, enseñanzas sobre el ser humano y nos cuenta la historia sobre el pueblo de Dios. Además, la Palabra tiene el poder de renovar nuestra mente, ya que es una fuente abundante de sabiduría que proviene de Dios.
Es inspirada por Jehová mismo, revelación especial que ha sido dada a los santos para vivir en la fe (Judas 3); suficiente para toda la vida y la piedad (2 Pedro 1:3); viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu (Hebreos 4:12); una mina de oro (Job 28). Es invaluable porque nos dirige hacia Cristo y al regalo de la salvación. Este es un libro sagrado y divino.
¿Cómo comenzar?
La Biblia nos exhorta a meditar en ella y a guardarla en nuestros corazones todos los días: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito” Josué 1:8.
Muchos cristianos devotos se comprometen a leer la Biblia en un año y, siguen un plan de lectura diario con una pequeña meditación empaquetada en un programa de lectura. Otros toman un solo versículo para el día y es más que suficiente para minar las riquezas de la fe con contemplación y estudio. Otro método simple para los neófitos es comenzar desde el evangelio según San Juan y continuar a su propio paso hasta Apocalipsis, eso en horas de la mañana y para la noche leen el antiguo testamento desde Génesis hasta Malaquías. Como sea que quiera comenzar, hay algunos elementos que pueden enriquecer su lectura. Aquí algunas recomendaciones:
– Tiempo suficiente para leer con tranquilidad y atención.
Pueden ser ocho minutos en la mañana antes de salir de su casa o veintidós minutos en la noche antes de dormir, el tiempo devocional es algo entre usted y Dios (Salmos 37:4). Recuerde, si hay tiempo durante el día para redes sociales, hay tiempo para apartar unos minutos de lectura bíblica.
– La meditación (o reflexión) sobre el texto que ha leído es de mucho beneficio.
Puede ser sobre algo en particular que llamó su atención o una sola palabra que sobresale en su lectura (Salmos 119:48). Puede meditar en su significado y contemplar su aplicación (Job 37:14). La lectura Bíblica nunca debe ser algo mecánico con el solo objeto de terminar, pues ha sido diseñada como literatura divina de meditación (Salmos 119:15). Un buen hábito es escribir sus pensamientos en un diario.
– La oración es un componente integral de la lectura bíblica.
Comenzar con una oración para pedir que el Espíritu Santo le de iluminación en su lectura y terminar con una oración de gracias y alabanza sobre las obras maravillosas de Dios es clave (Salmos 143:5).
Ahora bien, también hay recomendaciones de lo que no deberíamos hacer al leer la Biblia:
– Abrir la Biblia y leer el primer versículo que encuentre esperando que Dios le dé una revelación personal para su vida.
– Contemplar el texto preguntando: “Qué quiere decir esto para mí?” sacando el texto del contexto.
– Interpretar lo que ha leído sin importar la intención original del autor.
En cuanto a los medios para acceder a la Palabra, podemos dar gracias a Dios porque hoy en día gozamos de aplicaciones y tecnologías que nos dejan escucharla y acceder a ella casi en cualquier momento y lugar.
Después de emplear estas sugerencias, al correr del tiempo, usted se dará cuenta de que la Biblia no es aburrida, sino que hay riqueza y sabiduría en cada pasaje. Con un poco de ayuda de maestros de la iglesia y perseverancia en su relación con el Señor, se dará cuenta de que meditar en las escrituras cada día es posible y que eso cambiará su vida. En este año, ¿por qué no hace tiempo para abrir su Biblia con la intención de crear un hábito de lectura privada y cumplir su meta de leerla todos los días?