¿Cuál es el objetivo de Alcance?

Nuestro más importante objetivo es ganar almas para Cristo. Todos son recibidos en nuestra Iglesia con una sonrisa y con los brazos abiertos, independientemente de su situación económica o país de origen.

Es importante desde el primer día saber si la persona nueva ya es creyente y crear una relación personal con ellos. Por supuesto, no es algo sencillo y no debe ser una responsabilidad exclusiva de los que sirven en el ministerio sino de toda la congregación.

¿Qué porcentaje de las personas que vienen por primera vez a una iglesia se quedan?

A pesar de que cada semana nos visitan muchas personas, al final del año solamente el 3% permanece como parte de la congregación. Por eso nuestro objetivo no es llenar las bancas de la Iglesia, sino ver cada familia que nos visita como un campo misionero. Somos para cada uno de ellos las manos de Cristo, ayudándolos tanto como podemos, y sobretodo orando y compartiendo el evangelio con ellos.

¿Cuáles cree que son los elementos clave para que una familia o una persona se quede en la iglesia y la convierta en su iglesia ?

Todo los elementos son  importantes, desde la primera impresión al entrar por nuestras puertas, hasta el comportamiento del hermano que se les sienta al lado. Pero creemos los más importantes son:

• Un sentir de pertenencia al grupo (nuestra comunidad cristiana por medio de la amistad)
• Que el Espíritu los convenza de que necesitan de Dios

Y por supuesto, el seguimiento que se les da a cada persona que nos visita, a veces semanas después de llegar a la iglesia, ¡para que realmente se sientan parte de la congregación!

¿Cuáles son algunos de los retos a los que se enfrenta en su ministerio?

Muchos son los retos (este ministerio no es para cobardes ) pero creemos que lo que más afecta es la apatía, la falta de interés hacia las almas nuevas de parte de nuestra propia congregación, y el no tener el tiempo y el espacio necesario para atender a todos los que llegan. Seguimos orando porque el Señor envíe más obreros a su mies.

 ¿Qué frutos has visto en tu ministerio?

Nuestro mayor fruto es ver familias que un día llegaron nuevas, luego reciben a Cristo, se convierten, el poder ver la transformación de sus vidas y cómo empiezan ellos mismos a servir y a dar fruto.

¿Cuáles son algunas de las bendiciones personales que ha recibido por estar en este ministerio?

Es un tremendo gozo la satisfacción de poder ayudar a las personas con sus necesidades. Cada uno es diferente, con diferentes problemas ya sean económicos, emocionales, o espirituales. A todos recibimos con brazos abiertos, ofreciendo todos los recursos que Dios nos ha proveído, pero por encima de todo compartiéndoles a Cristo mismo.

 ¿La mayoría de las personas que asisten a nuestra iglesia por primera vez son nuevas al país? ¿En qué manera la iglesia ayuda a estas personas?

Si, la mayoría de personas son nuevas al país. La iglesia está siendo un medio de ayuda para traducir documentos, conseguir trabajo, vivienda, ropas, muebles, alimentos… todo con lo que humanamente podemos contribuirles. Pero una vez más, la ayuda más importante es que se les predica la palabra para que conozcan de Dios.

¿Cuál es la mayor lección que ha aprendido?

Hemos aprendido que ayudando a nuestro prójimo crecemos espiritualmente y estamos siendo un medio que nuestro Señor usa acá en la tierra, ¡dependiendo en todo momento solo de Dios!

¿Cómo podemos ayudarles a orar?

Oremos para que los nuevos que lleguen a nuestra iglesia puedan sentirse en familia, y que se conviertan a nuestro Señor. Oremos por unidad y más amor por las almas de parte de nuestra congregación, y sobretodo, ¡clamemos porque Dios derrame de su Espíritu para que cada uno de nosotros arda en pasión para servir en el ministerio!