La oración
Hay muchas áreas en nuestra vida como hijos de Dios que no podemos descuidar, una de ellas es el estudio de la palabra e igual de importante es una vida de oración. Estas nos ayudan a conocer a Dios y tener una relación íntima con él.
Lo primero que debemos saber es que cuando oramos estamos abriendo un medio de comunicación con Dios que nos ayuda a construir una relación cercana con él y nos da fuerzas para cuando venga una prueba. Una de las maneras que me ayuda a entender y explicar este concepto es, por ejemplo, si tenemos un amigo y gozamos de una relación muy cercana porque hablamos con él todos los días, sentiremos que podemos confiar en su amistad y contar con él. Pero ¿qué pasa cuando perdemos contacto y toda comunicación con esa persona? Ya no nos sentimos tan cerca ¿no es así? Pues lo mismo pasa con nuestra relación con el Señor cuando dejamos de hablar con él. Sé que cada uno de nosotros vivimos vidas ocupadas y muchas veces se nos hace difícil permanecer constantes en la oración, pero tenemos que hacer el esfuerzo diario de hablar con nuestro padre. Incluso podemos pedirle a nuestro Señor que pueda poner siempre ese anhelo en nuestros corazones.
Lo segundo que debemos saber es que, otra de las razones por las que debemos tener una vida de oración diaria, es que como hijos de Dios sabemos que dependemos de él (Juan 15:5.) La oración es una herramienta que nos ayuda a permanecer firmes cuando vienen las pruebas y tentaciones (Mateo 26:41). Cuando volvemos la oración una parte clave en nuestras vidas, Dios se encarga de todas nuestras necesidades ya sean físicas, espirituales, etc. En mi experiencia, he visto cómo el Señor se ha ocupado de las necesidades diarias, pero al mismo tiempo de cosas o decisiones más importantes en mi vida. He aprendido que es de mucha importancia pedir las cosas en el nombre de Jesús y según la voluntad de Dios. Muchas veces las respuestas que vamos a recibir de parte de Dios pueden ser un “no” o tal vez “aún no”, pero como sus hijos tenemos la esperanza que incluso estas respuestas están llenas de su Gracia y amor.
Para concluir, la oración es clave en nuestra vida espiritual y el Señor nos dice que lo que pedimos en oración lo recibiremos. (Mateo 7:7-11) Esto es siempre y cuando recordemos que él responderá conforme a su voluntad porque él sabe las cosas de las que tenemos necesidad y como buen padre nos ama y cuida de nosotros.
Los animamos a perseverar en la oración y en la confianza hacia nuestro Señor.
Cuarta clase de Discipulado en la newsletter, Hna. Gabriela Aguilar