Mi obediencia a las ordenanzas de Cristo

Cuando uno está comenzando a caminar en la fe, es muy común escuchar acerca de las ordenanzas del Bautismo y la Santa Cena. Sin embargo, no todos conocen muy bien su significado, importancia y origen. Aquí te presento una breve explicación de cada una:

El Bautismo:

Mateo 28:19 dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” En este versículo vemos cuando Jesús instituyó el bautismo como una ordenanza a su iglesia.

¿Qué es el bautismo?
El Bautismo es un acto público en el que se sumerge en agua al creyente, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es un acto de obediencia, asumido voluntariamente, como expresión de la fe.

¿Qué me enseña Dios a través del bautismo?
Dios nos enseña que existe una unión entre el creyente y la muerte y resurrección de Jesucristo, la cual es la garantía de nuestra salvación.

¿Qué implica ser bautizados por el Espíritu Santo?
A través del lavamiento regenerativo del Espíritu Santo, nuestra vida pecadora muere y somos resucitados junto con Cristo a una nueva vida. A este proceso se le conoce como la regeneración, y es representado en el bautismo.

La Santa Cena:

El origen de la Santa Cena se remonta al momento en que Jesús estaba celebrando la festividad de la Pascua con sus discípulos. Podemos leer esto en Mateo 26:26-30. En estos pasajes, Jesús tomó los elementos simbólicos de la Pascua y los explicó de la siguiente manera. El pan sin levadura, ahora representa el cuerpo de Cristo, y la sangre que antes simbolizaba a los corderos sin mancha, ahora es la sangre de Cristo que por nosotros fue derramada. En este pasaje, Jesús también proclama su muerte y confirma su retorno. “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.”

¿Qué es lo que recordamos al participar en la Santa Cena?
La Santa Cena es una celebración conmemorativa del sacrificio de nuestro Señor Jesús, cuya sangre nos limpia de nuestros pecados. También nos recuerda su encarnación, muerte, resurrección y ascensión. Jesús instituyó esta cena como memoria perpetua para sus seguidores, de manera que pudieran reflexionar una y otra vez en el valor eterno de su muerte.

Queridos hermanos, los animo a reflexionar acerca del origen, significado e importancia de estas ordenanzas, que afectan nuestra vida diaria y relación personal con Cristo. Si usted aún no ha cumplido con estas, le invito a participar, y a seguir creciendo en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

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