Hna. Diana Vargas
NOVIEMBRE 2020
¡Estamos de aniversario!
Aunque suene fácil decir que son 32 años, podemos asegurar que sólo quienes han sido obedientes a Cristo y han dedicado su vida al servicio de otros, podrán testificar lo complejo que puede ser mantener un ministerio andando por tantos años. ¡En el Tabernáculo Bíblico Bautista El Redentor en Vancouver estamos inmensamente agradecidos con el Señor por poder celebrar nuestro aniversario # 32! El plan del Señor en esta tierra ha prevalecido y solo por su misericordia podemos celebrar un año más.
¿Qué sucede cada año que avanzamos y que la iglesia sigue estando en pie?
1. El evangelio se sigue predicando:
El Señor nos ha dejado un mandato “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Mateo 28:19,20. Esto quiere decir que continuamos con la tarea de ayudar a que otros conozcan a Cristo para que sean transformadas por su poder, convirtiéndose progresivamente en personas más similares a Él, en su carácter y conducta. Por la Gracia de Dios aceptamos el mandato, bautizamos y enseñamos el Evangelio. Y la promesa que el señor ha dejado a las iglesias y creyentes que hacen discípulos es que El estará con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
2. Nuevas almas reciben el regalo de la salvación:
Es muy importante saber que en el corazón de Dios está el deseo de que todos vengamos al arrepentimiento y disfrutemos el ser llamados sus hijos, no solo mientras estamos en esta tierra sino también por la eternidad. Aquí no termina la misericordia del Señor, sino que, a los que ya le conocemos, nos hace parte activa de este plan y decide involucrarnos para bendición de otros. De esta manera el Señor concede tiempo, antes de su juicio final, para que todos conozcan el mensaje de salvación y se arrepientan. El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9
3. El apoyo a las Misiones no se detiene:
No solamente la obra de Dios sigue caminando en esta parte del mundo, sino que Él nos bendice para apoyar a 21 misiones incluyendo un orfanato, un
asilo de ancianos y un estudiante de teología. El señor nos permite extender nuestras ayudas a misioneros en 15 países del mundo. ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas de gozo, Del que anuncia la salvación, Y dice a Sión: «Tu Dios reina»! Isaías 52:7. Tenemos un evangelio que predicar, un Jesús que proclamar y una buena noticia que contar al mundo.
Porque la Escritura dice: «Juro por mi vida, dice el Señor, que ante mí todos doblarán la rodilla y todos alabarán a Dios.» Romanos 14:11
Estas y muchísimas otras cosas suceden cuando la iglesia permanece en pie. Por esto es que los esfuerzos para mantener esta iglesia viva nunca serán en vano si lo seguimos haciendo en amor a nuestro prójimo y a aquel que nos amó primero: Jesucristo. Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe. Gálatas 6:9,10.
Es nuestro deseo agradecer a cada hermano, servidor, discípulo, familia, que a lo largo de esta trayectoria ha depositado su confianza, esfuerzo y amor por este ministerio que el señor ha plantado en Vancouver. También damos gracias a todas las personas que nos sintonizan fielmente de manera virtual
pues nos alientan a seguir innovando y nos recuerdan que el señor usa hasta los avances tecnológicos para bendición de aquellos que tienen el deseo de crecer en el conocimiento de su palabra. “Así nos lo ha mandado el Señor: Te he puesto por luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación
hasta los confines de la tierra.” Hechos 13:47
¡Celebremos juntos y demos alabanza a Dios por su infinita Gracia y fidelidad con nosotros su pueblo!
Señor, glorifícate a ti mismo, y no a nosotros; ¡glorifícate, por tu amor y tu verdad! (Salmo 115:1)