Noticia - Iglesia El Redentor-jovenes

Ernesto Martínez
Hno. Ernesto Martínez
OCTUBRE  2020

1 de Corintios 16:13 dice “Esten alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes. Sean fuertes.” Pablo describe cómo debemos ser como cristianos.
Nos da un ejemplo de la manera en la que debemos actuar como creyentes, siempre firmes en nuestra fe porque nunca se sabe con lo que nos podemos enfrentar en nuestra vida espiritual.
Como jóvenes cristianos nunca debemos dejar nuestra fe a un lado.

Tenemos que recordar que nosotros como hijos de Dios tenemos un llamado especial y una tremenda responsabilidad. Mateo 28:19-20 “Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, el Hijo, y del Espíritu Santo.” Después de que Jesús resucitó, los once discípulos fueron a Galilea y subieron al monte donde Jesús les había ordenado y fue en esa ocasión que Jesús les dijo lo que El esperaba de ellos, y realmente lo que Jesús esperaba de sus discípulos es lo que El espera de nosotros hoy en día.
Para cumplir lo que Dios espera de nosotros tenemos que estar preparados. Nuestra fe es como un músculo y lo tenemos que ejercitar.

Por ejemplo, podemos estar en constante comunicación con nuestro Padre por medio de la oración y también por medio de la palabra. Hebreos 4:12
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las tentaciones del corazón.”
La palabra de Dios nos prepara y nos da los fundamentos adecuados para estar fuertes y poder ir a hacer discípulos e instruir a otros para la honra y la gloria de nuestro Padre Celestial.

Poner a Cristo como prioridad nos ayuda a cuidar nuestra fe y a perseverar en esta vida; pero debemos cuidar nuestra relación con El por encima de todo. Mateo 6:33 (RVR) “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

La juventud y su fe marcan el futuro de nuestra comunidad cristiana y siempre debemos estar preparados para lo que Dios pide de nosotros y recordar que todo lo hacemos para engrandecer y glorificar Su reino.

1 Corintios 10:31 “Si, pues coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”