Hna. Brissette Moreno
Junio 2021

Un padre cristiano.

Con el correr de los años, cada familia atraviesa los altos y bajos de la vida. Hay dificultades entre esposos, pleitos entre hermanos, tensiones entre padres e hijos, y temporadas donde las finanzas, salud, escuela, trabajo, y muchas otras cosas, agobian a los hogares. Mi familia no ha sido exenta de estas pruebas, pero en medio de ellas, hay algo muy especial que nos ha sostenido y guiado: tenemos a un padre cristiano.

Los hijos reflejan los valores y las enseñanzas de sus padres. Si recordamos Proverbios 22:6 dice: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Esta enseñanza es una herencia inmaterial, pero la más importante, porque será lo que algún día heredaremos a nuestros propios hijos, y ellos a los suyos.  Los padres nos guían y enseñan para que podamos tomar grandes decisiones en la vida: elegir una carrera, escoger pareja, tratar a los demás, administrar el dinero, y la lista sigue. Pero solo un padre cristiano tiene el poder de inculcarnos lo más valioso, algo que tiene implicaciones eternas, el temor a Dios.

Gracias a mi padre, la iglesia ha sido parte de mi vida desde muy temprana edad. He sido testigo de su amor por la casa de Dios, y de su deseo profundo, de enseñarnos, a temer y servir a Cristo. Incluso, en medio de las temporadas más difíciles, no ha habido un día en el cual la respuesta de mi padre, haya sido no ir a la iglesia, dejar de servir, o alejarnos de Dios. Esta es la enseñanza más valiosa que me ha podido dar.  Ahora, yo gozo de esa herencia, el temer a Dios y serle fiel.

Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres.” Proverbios 17:6

¡Feliz día de los padres!

Hna. Brissette Moreno