La importancia y significado de la navidad

Sabemos que el Nuevo Testamento no dice nada preciso de la fecha del nacimiento de nuestro Señor.

Tampoco contiene ordenanza a los cristianos para celebrar ni esta ni cualquier otra fiesta de carácter religioso. Las únicas fiestas bíblicas fueron en el Antiguo Testamento, y ya cesaron con la venida de Cristo.
Aunque muchos hablan de paganismo introducido en estas celebraciones, nosotros los hijos de Dios, no celebramos ninguna de esas entidades, sino mas bien celebramos y damos gracias por el nacimiento del ser mas importante de todos los tiempos, por quien nuestro destino cambió, un ser tan grande y a la vez tan humilde, que dejó su trono y vino a reposar en un pesebre.
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¿Cómo lo celebramos en nuestra familia?

Nuestra celebración inicia desde el mes de noviembre, cuando decidimos ambientar nuestro pequeño hogar con las decoraciones de Navidad, disfrutamos mucho de la emoción reflejada en el rostro de Lucas y Abby, ellos se involucran y ayudan a colocar todo cuanto esté disponible, por todos lados del apartamento, aunque mamá los reubique después.
Nosotros sabemos que el entusiasmo de nuestros hijos, al llegar esta época, son los regalos, y es normal por su edad, sin embargo, hacemos hincapié constantemente a la verdadera razón de esta fiesta; reunidos, cobijados y con biblia en mano, papá relata la historia más hermosa y sublime acerca del Nacimiento de nuestro Salvador, nuestro Señor Jesús.

Todo esto con el objetivo de que tengan en su mente la motivación real de la temporada.
Adicional a esto sembramos en nuestros hijos, el agradecimiento de pertenecer a nuestra Iglesia El Redentor, porque tenemos un lugar donde ir y adorarle. Así que, con entusiasmo, y con el corazón lleno de alegría, ese día de Navidad, vamos a dar toda la gloria y honra a quien verdaderamente se lo merece, nuestro Señor Jesucristo.

¿Cómo le conté a Lucas que Santa Claus no existe?

Mi hijo es extremadamente curioso y cuestiona todo, fue realmente difícil explicar algo que no existe, tenía que fundamentar mis palabras, para lograr su atención.

Sin embargo, me enfoqué en lo que sí existe, para que su interés fuera genuino, inicié identificando nuestra identidad como cristianos, indicándole que somos una familia cristiana y en lo que creemos, creemos en Jesús y en lo que dice la Biblia, continúe diciéndole cuán reales son los relatos que en ella hay, fundamentando la historia de Navidad, y luego hablé de las historias que hay para quienes no creen en la palabra de Dios, y que dichas historias no necesariamente son verdaderas.

Concluimos, que podemos escuchar mucho de Santa Claus, pero debemos recordar que en Navidad, lo más importante es que, en nuestro corazón y mente el nacimiento de Jesús siempre este presente.

Y cómo olvidar cuando Lucas me preguntó:
¿Pero entonces quién me da los regalos?

Entre risa y abatimiento le dije:
El regalo más importante es Jesús, pero también un abrazo, una sonrisa, los amigos, la familia, la iglesia, son regalos con mucho valor…
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Me dice Lucas nuevamente:¿pero entonces quién me da los regalos?

Vienen de papá, mamá y de quiénes tengan el deseo de darte uno, siempre y cuando te portes bien.

Finalizó diciendo que como padres tenemos la responsabilidad de tomar conciencia en dar relevancia a lo verdadero, a lo que quedará plasmado en el recuerdo de nuestros hijos y que los encaminará hacia el futuro de redención. La Navidad se define en Isaías 9:6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”