Noticia - Iglesia El Redentor - Nueva Tierra

Soñemos con una nueva tierra

Diana Vargas
Hna. Diana Vargas
SEPTIEMBRE 2020

En este mes celebramos la independencia de 9 hermosos países: México, Guatemala, Honduras, El
Salvador, Belice, Chile, Brasil, Nicaragua y Costa Rica. Si bien celebramos, también sabemos que vivimos en tiempos difíciles y que al igual que en el resto del mundo, estas naciones enfrentan un sin fin de cuestiones que hacen que sus pueblos lloren y clamen por justicia, oportunidades, respeto por la vida, entre otros. A pesar de las condiciones de este mundo caído queremos tomar esta oportunidad para recordar que mientras estamos de paso por esta tierra tenemos un mandato que cumplir y una esperanza por la cual vivir.

El mandato que el Señor nos ha encomendado está en Mateo 28:19: “Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” Es nuestro deseo animarlos a no cesar en la predicación del evangelio y en el discipulado.
Sabemos que son tiempos diferentes, pero hemos sido llamamos “la luz de este mundo” para brillar
delante de la gente, de manera que ellos puedan ver el bien que hacemos, para que se unan a nosotros en alabanza a nuestro padre que está en el cielo. Mateo 5:14-16.

En cuanto a nuestra esperanza, ésta es el amor de Jesús. 1 Corintios 13:10 dice que “cuando llegue lo
perfecto, lo imperfecto desaparecerá” Nuestra completa madurez espiritual ocurrirá solo cuando
estemos en la gloriosa presencia de Dios. Y 1 Corintios 13:13 dice que “Ahora, pues, permanecen estas
tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.”

En la eternidad no necesitaremos Fe pues tendremos la facultad de ver y no necesitaremos esperanza pues nuestras expectativas serán todas satisfechas y excedidas en Cristo. Sin embargo, el amor que
caracteriza nuestra eterna relación con Dios, continuará vigente ya que Dios es amor 1 Juan 4:8.

Hermanos: Realmente podemos confiar en el amor de Cristo aquí en la tierra como en el cielo. Soñemos
con una nueva tierra, reconozcamos el regalo inmerecido de la salvación y sigamos predicando para que
más almas sean salvas:

Apocalipsis 21:23-27
La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren,
porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24. Las naciones caminarán a
la luz de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus espléndidas riquezas. 25. Sus
puertas estarán abiertas todo el día, pues allí no habrá noche. 26. Y llevarán a ella todas las
riquezas y el honor de las naciones. 27. Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni
los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del
Cordero.