Las dudas de los cristianos
Abril 16, 2023 – 1:30PM | Juan 20:19-29 | Dr. David Rodríguez
TRANSCRIPCIÓN
El título del mensaje de este mediodía: Las dudas de los cristianos. El pasaje, que vamos a leer, sucedió precisamente ocho días después de la resurrección. El domingo pasado celebramos la resurrección en el mundo entero, y esto que leemos hoy sucedió precisamente ocho días más tarde. En los versículos primeros, Juan habla de la resurrección. Ahora el apóstol Juan nos dice algo que sucedió ocho días después de la resurrección.
Juan 20: 19-29 (RV-60): 19Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. 21Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. 22Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. 23A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuvieres, les son retenidos. 24Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; Bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
¡Que Dios bendiga esta palabra!
En el mismo día de la resurrección se mencionan, en la Biblia, cinco apariciones de Jesús. La verdad es que, entre la resurrección y la ascensión de Cristo, se mencionan trece apariciones de Jesús. Entre esas cinco apariciones, está: a María Magdalena, se les apareció a las otras mujeres. Se les apareció a los dos que iban camino a Emaús, ¿recuerda usted cuando Jesús les dijo: qué pláticas tenéis entre vosotros mientras camináis? ¿Y por qué estáis tristes? Ellos iban hablando y le dijeron: ¿Acaso eres tú el único forastero que no se ha dado cuenta de lo que ha pasado? Y el Señor comenzó a explicarles que era necesario todo lo que sucedía y bueno, lo invitaron a quedarse. El Señor se quedó con ellos y a la hora de comer se dieron cuenta que era Jesús. También se le apareció a Pedro. En esta oportunidad se les aparece a diez de los discípulos estando ausente Tomás, es decir; Tomás no estaba en esta última aparición.
Tomás el Apóstol, muy poco se sabe acerca de Tomás a veces unos tres versículos en los evangelios y uno en el libro de los Hechos, más o menos. La historia dice que Tomás murió allá en la India, predicando el evangelio. Tomás aparece por vez primera en los evangelios, cuando Jesús lo escoge como discípulo. Durante toda la historia se le llama: Tomás el que dudó.
Me llama la atención, lo dice la Biblia, que los discípulos estaban reunidos por miedo a los judíos, sin embargo, el que está afuera es Tomás (quiere decir que no tenía miedo). Y cuando muere Lázaro que Jesús explica que es necesario que vayan; los discípulos le dicen: “maestro, pero si te acaban de apedrear en Jerusalén. ¿Para qué quieres regresar a Jerusalén? ¡Te van a matar!” Entonces Tomás dijo: “Muramos con el Señor.” Quiere decir esto que el hombre tenía su valor también.
Quiero que enfoquemos nuestra atención en las dudas. Es bien importante que entendamos lo siguiente: Dudas es una cosa, e incredulidad es otra. Vamos a ir despacio.
Jesús se aparece a sus discípulos, pero Tomás no estaba presente ese día. Tomás tenía sus inquietudes, lo cual es normal hermano; ¿qué cristiano no ha dudado alguna vez en la vida?
Usted tiene que entender que nosotros los cristianos evangélicos nos movemos en el mundo espiritual. Nosotros creemos en los ángeles porque la Biblia nos habla de los ángeles. Creemos en el Espíritu Santo. Nosotros creemos que el Señor Jesucristo está presente en esta reunión, ¿por qué? Porque la Biblia dice que donde hay dos o más congregados en su nombre, ahí está Él en medio de ellos. Si nos movemos en el mundo espiritual, sabemos también que los milagros suceden en el mundo espiritual. No descuide asistir a la casa del Señor. Si usted está pasando por alguna tribulación, el mejor lugar para estar es: “la casa de Dios”, porque nos movemos en el mundo espiritual. Venimos a decirle al Señor: “Aquí estoy adorando tu nombre Señor, aquí estoy delante de tu presencia”. Quedarnos en casa no sirve de nada. Yo aprecio muchísimo las personas que están ahorita viendo el servicio por las redes sociales; pero, si usted vive en la ciudad de Vancouver o sus alrededores, usted necesita asistir a una iglesia, ¿por qué? Porque lo manda la Biblia. No le haga caso a lo que le diga cualquier persona, haga caso a lo que le dice Dios en su palabra. Yo se lo garantizo, al fin del día Dios va a honrar a los que hacen, lo que Él ha dicho. Fíjate que esa semana de dudas fue innecesaria; si Tomás hubiese estado en el lugar indicado (La iglesia).
Tomás pide una evidencia Juan 20: 25 (RV-60): Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Es decir, Tomás quería una evidencia.
Eran diez personas tratando de convencer a alguien que Jesús resucitó, ¿cree usted que ellos tenían éxito todos los días? No tendrán éxito, porque solamente Dios puede abrir los ojos, Dios es el único que nos saca de las tinieblas a la luz admirable. Dios es el único que cambia los corazones. Dios es el único que convence de pecado, solo Dios puede quitar la incredulidad del corazón y poner fe. Solo Dios puede arrancar la ignorancia del corazón. Solo Dios puede aclarar nuestras dudas. Solo Dios puede cambiar la mentira por la verdad. Solo Dios puede destruir las cadenas que el diablo nos ha puesto. Solamente Dios, solamente Dios, solamente Dios. Usted debe conocer gente con la que usted se ha desgastado, con la que usted tiene años hablándole: “Tú deberías de buscar a Dios. Tú deberías de buscar a Dios. Tú deberías de buscar a Dios”. Y la gente ya decidió no hacerlo.
Mire, mi querido, hermano, ¿se acuerda usted que la semana pasada se estaba estudiando la muerte de Cristo en la cruz del Calvario? Dice la Biblia que cuando Jesús estaba en la cruz, llegaron los principales sacerdotes y le dijeron: “bájate de la cruz, y si te bajas de la cruz; entonces vamos a creer en ti”. Mentiras, no es cierto mi hermano, no es cierto. Jesús se hubiera bajado de la cruz y los incrédulos hubieran seguido incrédulos, ¿por qué? Porque hay personas que lo que andan buscando son milagros, no andan buscando a Jesús. ¿Qué más milagros querían, si había tinieblas sobre la Tierra? ¿Qué más milagros querían si había levantado a Lázaro de la muerte? ¿Qué más milagros querían si había dado libertad a las personas que estaban endemoniadas? ¿Qué más milagros querían que Jesús había caminado sobre las aguas? ¿Qué más milagro que los paralíticos caminaban? ¿Qué más milagro que los ciegos ahora veían? ¿Qué más milagros que le dio de comer a cinco mil personas, con unos cuantos peces y unos cuantos panes? ¿Qué más milagro querían? Jesús se podía haber bajado de la cruz, ¿sabe qué es lo que pasa? Que hay gente que anda pidiendo explicación por aquí, pidiendo explicación por allá, pero; en su corazón ellos ya determinaron no creer en Dios. No es lo mismo incredulidad que tener dudas; porque nosotros como creyentes podemos tener una variedad de dudas.
No es malo tener dudas en nuestra vida cristiana; lo lindo es que está en la casa del Señor. No es lo mismo tener dudas acompañadas del deseo de conocer la verdad; porque cuando Tomás vio la evidencia creyó, y le dijo: “Dios mío y Señor mío”. No es lo mismo tener el deseo de conocer la verdad, que sentirse orgulloso de sus dudas.
La duda es alimentada por Satanás el diablo y por personas que no conocen a Dios. Yo considero que, es mejor expresar nuestras dudas, que dudar en silencio. Pregunte hermano, pregunte. En la iglesia no tenga miedo, hay personas que tienen miedo hacer preguntas, nunca debemos permitir que las dudas sean permanentes en nuestro corazón; no se quede con dudas.
Este libro sagrado, la Biblia, es la fuente de toda autoridad. En este mundo está la verdad y la mentira, lo que dice Dios y lo que dice la gente. Yo acabo de estar en la casa donde yo me crié, vi el cuarto donde yo dormía con mi abuela. Cuando yo llegaba tarde por andar jugando fútbol con los chamacos, mi abuela le echaba llave a la puerta; pero yo, había hecho un truco en la ventana y podía entrar por la ventana. Mi abuela, como toda persona católica, me dijo mil cosas de su fe, de su religión; pero lo que pasa con esta palabra sagrada (la Biblia) es, que Dios no lo va a juzgar a usted por lo que le enseñó su abuela, sino por lo que usted cree. Dios no lo va a juzgar a usted por lo que usted escucha de este predicador, Dios lo va a juzgar a usted por lo que usted cree. Por eso dice la escritura que debemos examinarlo todo y retener lo bueno. A las personas que escudriñan la Biblia, que conocen las verdades espirituales; nadie los puede engañar. La gente ignorante cree todo, acepta todo lo que le pongan delante. La palabra del Señor es nuestra fuente de autoridad; si yo tengo duda acerca de algo, la palabra es quien nos aclara.
Nuestra iglesia tiene una variedad de ministerios donde usted puede acercarse y preguntar; por ejemplo: discipulado. Tenemos diferentes niveles de discipulado. Si usted no sabe nada venga al primer nivel de discipulado, ahí se le va a enseñar.
Déjame advertirle algo: la incredulidad es contagiosa. Mire que interesante lo que dice Mateo.
Mateo 28:16-17 (RV-60): 16Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. ¡Qué tremendo! Tener a Jesús resucitado y en su corazón haber duda; pero Jesús conoce los corazones.
Marcos 16: 14 (RV-60): 14Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Es decir, no fue solamente Tomás. Por eso le estoy diciendo: la incredulidad es contagiosa. La incredulidad de Tomás se pega. Si usted anda con borrachos, le garantizo que usted va a hacer un borrachín después. Si usted anda con personas que le gusta meterse al súper y robar, al rato usted lo va a hacer también. Si usted anda con gente incrédula que alimentan su incredulidad, que alimentan sus dudas; habrá un día que usted va a aparecer diciendo: “es que la verdad que yo no sé ni qué creer”. Claro, es por eso que el cristiano debe reunirse con personas que le ayuden a fortalecer su fe, reúnase con personas que le ayuden con sus dudas.
Vamos a leer una porción de la escritura interesantísima.
Lucas 24:36-44 (RV-60): 36Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. 37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. 38Pero él les dijo: ¿por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. 43Y él lo tomó, y comió delante de ellos. 44Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Cuando me encuentro gente en la calle y me dice: “Ay pastor, yo no he ido a la iglesia, pero en espíritu ahí estoy”. Le digo: “Nosotros no somos espiritistas, pero véngase en cuerpecito y alma, por favor”. Pero ellos seguían sin creer. Jesús les pide algo de comer, no porque tenía hambre, sino que Jesús les quería demostrar que era Él. Me imagino que todo el mundo estaría viéndolo pensando que ese pedazo de pescado caería al suelo; porque para ellos era un espíritu.
A veces hay dudas en asuntos espirituales, pero si tenemos dudas tenemos inquietudes; y si nos quedamos con esas dudas o nos quedamos con esas inquietudes, la Biblia dice que, viene el malo y arrebata lo poco que se ha sembrado en ese corazón.
Recordemos amados que tenemos un enemigo que alimenta la incredulidad.
2 Corintios 4:4 (RV-60) 4En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no le resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Quiero que le preste atención a la palabra dios, que esta con minúscula; porque no se refiere a Jehová Dios; el dios de este siglo es el diablo. Hermanos esto es una verdad espiritual. ¿Sabe usted quién está de por medio? El dios de este siglo. Hay personas que ya tuvieron su oportunidad, hay gente que ya escuchó la verdad, hay gente que ya adoró; hay personas que ya gustaron del don celestial, ya gozaron de la presencia de Dios, ya gozaron del espíritu de Dios, ya gozaron de la comunión con los hermanos; pero a pesar de eso, ellos insistieron en seguir viviendo su vida mundana. Insistieron en seguir haciendo todo lo equivocado, insistieron en abrirle al enemigo una puertecita y créame que son muchos los estragos que el enemigo causa en su vida.
¿Qué significa eso? Que la persona se va a sentar aquí mil veces, en estas sillas, y va a escuchar palabra de Dios, pero no le va a resplandecer el evangelio. ¿Por qué? Porque el enemigo de los cristianos está metido en ese corazón; no se puede vivir así, o adoramos a Dios, le entregamos la vida al Señor y vivimos para Dios o, vivimos para el mundo. La Biblia claramente nos dice que no se puede amar a Dios y al mundo al mismo tiempo.
Las dudas más grandes de los cristianos tienen que ver con la salvación, por la culpa del pecado. ¿Cuántas veces usted se ha sentido indigno por cosas que usted ha hecho? ¿Cuántas veces usted se ha sentido que definitivamente usted no es un hijo de Dios? Porque un hijo de Dios no sería capaz de hacer las cosas que usted ha hecho, usted se siente una basura, siente que no vale nada y comienzan dudas en su corazón. De ahí la importancia de que nuestra fe debe crecer todos los días, para que no vivas como vive el mundo. La fe debe ser viva, auténtica, nutrida con la palabra del Señor, fortalecida. La fe debe ser activa, dinámica; como Dios lo pide, por eso que hay que crecer en el conocimiento de Dios. No es malo tener dudas iglesia, pero ¿dónde debes estar? En la iglesia, el Señor va a hablar a tu corazón estando en la iglesia; es más fácil que Dios te hable al corazón estando en la casa del Señor que estando en un estadio.
Hay una bendición para todos nosotros en este pasaje: 29Bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Ahí estamos nosotros, porque nosotros no hemos visto pero hemos creído, ¡Bendito sea Dios! Acuérdate: “solo Dios puede”.
Yo soy fiel creyente que no hay nada imposible para Dios, cuando se tiene el corazón correcto. ¿Qué problema más serio puede tener usted que Dios no lo resuelva? Pero eso sí, hay cantidad de gente con la necesidad de un milagro, pero no están aquí en la iglesia fíjese. Quieren que el Señor vaya a donde ellos están para que les haga el favor; no son dignos de tomarse el tiempo, el sacrificio, de preparar las cosas el sábado en la noche, para el domingo, adorar al Señor.
Mi Dios, mi todo, nada en este mundo puede hacer lo que Dios hace. Ningún dinero puede hacer lo que Dios hace; ninguna mujer puede hacer lo que Dios hace, ningún hombre puede hacer lo que Dios hace, ningún negocio puede hacer lo que Dios hace, ninguna profesión, ninguna carrera puede hacer lo que Dios hace; es más, ningún amor puede hacer lo que Dios hace. Es por eso que Dios debe ser primero sobre todas las cosas.
Si usted tiene dudas, tráigalas a Jesús. Tienes inquietudes, tráigalas a Jesús. Porque Tomás las tuvo, porque los discípulos la tuvieron. Pero estando con Jesús nos damos cuenta que las dudas se esfumaron, por una sencilla razón, porque Jesús ascendió a la presencia del Padre. Cuando Jesús ascendió a la presencia del Padre vemos a unos apóstoles que entregaron sus vidas por el evangelio de nuestro bendito Salvador Jesucristo.
Mi querido y amado hermano, para evitar esas dudas crezca en la fe. La fe viene por el oír, y el oír de la bendita, eterna y gloriosa palabra de Dios.
Vamos a orar.
Padre querido, te damos gracias por tu palabra en esta hora. Señor, yo desconozco las dudas en los corazones de personas acá. No sé quién estará batallando con la inseguridad de su salvación, quién estará batallando con la inseguridad de si es o no es cristiano, y tantas otras cosas que vienen a nuestra mente, la existencia de Dios. ¿Por qué Dios permite esto, por qué Dios permite lo otro? Pero Señor, estamos seguros que, si crecemos en la fe vamos a encontrar la respuesta a cada una de nuestras inquietudes. Tomás dudó, los discípulos dudaron; pero cuando te encontraron, cuando comiste con ellos, quedaron tranquilos sabiendo que tú eres el Rey de Gloria. Que Jesús había prometido que iba a resucitar entre los muertos, y fue cierto, fue real. Y en este día tu pueblo te alaba, te bendice; yo te ruego por las personas que tienen inquietudes en su corazón, las personas que tienen dudas. Señor hemos escuchado tu palabra y ponemos nuestra fe en ti, ayúdanos Señor con todas nuestras inquietudes.
Mientras oramos en esta hora, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón: “Dios le ama y tiene un plan personal para usted”. Cuando una persona conoce a Dios, su vida cambia. Cuando una persona conoce a Dios, el corazón cambia. Cuando una persona conoce a Dios, sus circunstancias cambian. En esta oportunidad usted puede conocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de su vida. Mientras la iglesia intercede por la salvación de aquellas personas que todavía no conocen a Dios, si usted nunca antes ha recibido a Cristo, pero quisiera hacerlo en este momento; ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie. ¿Habrá alguna persona que necesite a Dios? Levante su mano y déjenos orar por usted. ¿Hay alguien que quiera entregarle su vida a Jesucristo? Dios le ama, la palabra dice (Juan 1:12): Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Nuestros hermanos diáconos, se van a acercar a usted para orar con usted, y ayudarle con esas inquietudes, con esas dudas que usted tiene. Usted que nos Mira por las redes sociales puede hacer lo mismo, a través de una oración de fe dígale al Señor: “Señor en este día te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, al poner tu cuerpo y derramar tu sangre para el perdón de mis faltas. En este día te recibo como mi Señor y Salvador personal”. Si usted hizo esta oración quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Gracias Señor por esta palabra que nos alimenta, que nos instruye, que nutre nuestra fe. Bendícenos, cuida nuestra entrada y nuestra salida; en el nombre de Jesús amén y amén.
Amados míos, que la paz de Cristo les acompañe.
¡Que Dios me los bendiga!
Las dudas de los cristianos
Abril 16, 2023 – 1:30PM | Juan 20:19-29 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
El título del mensaje de este mediodía: Las dudas de los cristianos. El pasaje, que vamos a leer, sucedió precisamente ocho días después de la resurrección. El domingo pasado celebramos la resurrección en el mundo entero, y esto que leemos hoy sucedió precisamente ocho días más tarde. En los versículos primeros, Juan habla de la resurrección. Ahora el apóstol Juan nos dice algo que sucedió ocho días después de la resurrección.
Juan 20: 19-29 (RV-60): 19Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. 21Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. 22Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. 23A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuvieres, les son retenidos. 24Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; Bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
¡Que Dios bendiga esta palabra!
En el mismo día de la resurrección se mencionan, en la Biblia, cinco apariciones de Jesús. La verdad es que, entre la resurrección y la ascensión de Cristo, se mencionan trece apariciones de Jesús. Entre esas cinco apariciones, está: a María Magdalena, se les apareció a las otras mujeres. Se les apareció a los dos que iban camino a Emaús, ¿recuerda usted cuando Jesús les dijo: qué pláticas tenéis entre vosotros mientras camináis? ¿Y por qué estáis tristes? Ellos iban hablando y le dijeron: ¿Acaso eres tú el único forastero que no se ha dado cuenta de lo que ha pasado? Y el Señor comenzó a explicarles que era necesario todo lo que sucedía y bueno, lo invitaron a quedarse. El Señor se quedó con ellos y a la hora de comer se dieron cuenta que era Jesús. También se le apareció a Pedro. En esta oportunidad se les aparece a diez de los discípulos estando ausente Tomás, es decir; Tomás no estaba en esta última aparición.
Tomás el Apóstol, muy poco se sabe acerca de Tomás a veces unos tres versículos en los evangelios y uno en el libro de los Hechos, más o menos. La historia dice que Tomás murió allá en la India, predicando el evangelio. Tomás aparece por vez primera en los evangelios, cuando Jesús lo escoge como discípulo. Durante toda la historia se le llama: Tomás el que dudó.
Me llama la atención, lo dice la Biblia, que los discípulos estaban reunidos por miedo a los judíos, sin embargo, el que está afuera es Tomás (quiere decir que no tenía miedo). Y cuando muere Lázaro que Jesús explica que es necesario que vayan; los discípulos le dicen: “maestro, pero si te acaban de apedrear en Jerusalén. ¿Para qué quieres regresar a Jerusalén? ¡Te van a matar!” Entonces Tomás dijo: “Muramos con el Señor.” Quiere decir esto que el hombre tenía su valor también.
Quiero que enfoquemos nuestra atención en las dudas. Es bien importante que entendamos lo siguiente: Dudas es una cosa, e incredulidad es otra. Vamos a ir despacio.
Jesús se aparece a sus discípulos, pero Tomás no estaba presente ese día. Tomás tenía sus inquietudes, lo cual es normal hermano; ¿qué cristiano no ha dudado alguna vez en la vida?
Usted tiene que entender que nosotros los cristianos evangélicos nos movemos en el mundo espiritual. Nosotros creemos en los ángeles porque la Biblia nos habla de los ángeles. Creemos en el Espíritu Santo. Nosotros creemos que el Señor Jesucristo está presente en esta reunión, ¿por qué? Porque la Biblia dice que donde hay dos o más congregados en su nombre, ahí está Él en medio de ellos. Si nos movemos en el mundo espiritual, sabemos también que los milagros suceden en el mundo espiritual. No descuide asistir a la casa del Señor. Si usted está pasando por alguna tribulación, el mejor lugar para estar es: “la casa de Dios”, porque nos movemos en el mundo espiritual. Venimos a decirle al Señor: “Aquí estoy adorando tu nombre Señor, aquí estoy delante de tu presencia”. Quedarnos en casa no sirve de nada. Yo aprecio muchísimo las personas que están ahorita viendo el servicio por las redes sociales; pero, si usted vive en la ciudad de Vancouver o sus alrededores, usted necesita asistir a una iglesia, ¿por qué? Porque lo manda la Biblia. No le haga caso a lo que le diga cualquier persona, haga caso a lo que le dice Dios en su palabra. Yo se lo garantizo, al fin del día Dios va a honrar a los que hacen, lo que Él ha dicho. Fíjate que esa semana de dudas fue innecesaria; si Tomás hubiese estado en el lugar indicado (La iglesia).
Tomás pide una evidencia Juan 20: 25 (RV-60): Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Es decir, Tomás quería una evidencia.
Eran diez personas tratando de convencer a alguien que Jesús resucitó, ¿cree usted que ellos tenían éxito todos los días? No tendrán éxito, porque solamente Dios puede abrir los ojos, Dios es el único que nos saca de las tinieblas a la luz admirable. Dios es el único que cambia los corazones. Dios es el único que convence de pecado, solo Dios puede quitar la incredulidad del corazón y poner fe. Solo Dios puede arrancar la ignorancia del corazón. Solo Dios puede aclarar nuestras dudas. Solo Dios puede cambiar la mentira por la verdad. Solo Dios puede destruir las cadenas que el diablo nos ha puesto. Solamente Dios, solamente Dios, solamente Dios. Usted debe conocer gente con la que usted se ha desgastado, con la que usted tiene años hablándole: “Tú deberías de buscar a Dios. Tú deberías de buscar a Dios. Tú deberías de buscar a Dios”. Y la gente ya decidió no hacerlo.
Mire, mi querido, hermano, ¿se acuerda usted que la semana pasada se estaba estudiando la muerte de Cristo en la cruz del Calvario? Dice la Biblia que cuando Jesús estaba en la cruz, llegaron los principales sacerdotes y le dijeron: “bájate de la cruz, y si te bajas de la cruz; entonces vamos a creer en ti”. Mentiras, no es cierto mi hermano, no es cierto. Jesús se hubiera bajado de la cruz y los incrédulos hubieran seguido incrédulos, ¿por qué? Porque hay personas que lo que andan buscando son milagros, no andan buscando a Jesús. ¿Qué más milagros querían, si había tinieblas sobre la Tierra? ¿Qué más milagros querían si había levantado a Lázaro de la muerte? ¿Qué más milagros querían si había dado libertad a las personas que estaban endemoniadas? ¿Qué más milagros querían que Jesús había caminado sobre las aguas? ¿Qué más milagro que los paralíticos caminaban? ¿Qué más milagro que los ciegos ahora veían? ¿Qué más milagros que le dio de comer a cinco mil personas, con unos cuantos peces y unos cuantos panes? ¿Qué más milagro querían? Jesús se podía haber bajado de la cruz, ¿sabe qué es lo que pasa? Que hay gente que anda pidiendo explicación por aquí, pidiendo explicación por allá, pero; en su corazón ellos ya determinaron no creer en Dios. No es lo mismo incredulidad que tener dudas; porque nosotros como creyentes podemos tener una variedad de dudas.
No es malo tener dudas en nuestra vida cristiana; lo lindo es que está en la casa del Señor. No es lo mismo tener dudas acompañadas del deseo de conocer la verdad; porque cuando Tomás vio la evidencia creyó, y le dijo: “Dios mío y Señor mío”. No es lo mismo tener el deseo de conocer la verdad, que sentirse orgulloso de sus dudas.
La duda es alimentada por Satanás el diablo y por personas que no conocen a Dios. Yo considero que, es mejor expresar nuestras dudas, que dudar en silencio. Pregunte hermano, pregunte. En la iglesia no tenga miedo, hay personas que tienen miedo hacer preguntas, nunca debemos permitir que las dudas sean permanentes en nuestro corazón; no se quede con dudas.
Este libro sagrado, la Biblia, es la fuente de toda autoridad. En este mundo está la verdad y la mentira, lo que dice Dios y lo que dice la gente. Yo acabo de estar en la casa donde yo me crié, vi el cuarto donde yo dormía con mi abuela. Cuando yo llegaba tarde por andar jugando fútbol con los chamacos, mi abuela le echaba llave a la puerta; pero yo, había hecho un truco en la ventana y podía entrar por la ventana. Mi abuela, como toda persona católica, me dijo mil cosas de su fe, de su religión; pero lo que pasa con esta palabra sagrada (la Biblia) es, que Dios no lo va a juzgar a usted por lo que le enseñó su abuela, sino por lo que usted cree. Dios no lo va a juzgar a usted por lo que usted escucha de este predicador, Dios lo va a juzgar a usted por lo que usted cree. Por eso dice la escritura que debemos examinarlo todo y retener lo bueno. A las personas que escudriñan la Biblia, que conocen las verdades espirituales; nadie los puede engañar. La gente ignorante cree todo, acepta todo lo que le pongan delante. La palabra del Señor es nuestra fuente de autoridad; si yo tengo duda acerca de algo, la palabra es quien nos aclara.
Nuestra iglesia tiene una variedad de ministerios donde usted puede acercarse y preguntar; por ejemplo: discipulado. Tenemos diferentes niveles de discipulado. Si usted no sabe nada venga al primer nivel de discipulado, ahí se le va a enseñar.
Déjame advertirle algo: la incredulidad es contagiosa. Mire que interesante lo que dice Mateo.
Mateo 28:16-17 (RV-60): 16Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. ¡Qué tremendo! Tener a Jesús resucitado y en su corazón haber duda; pero Jesús conoce los corazones.
Marcos 16: 14 (RV-60): 14Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Es decir, no fue solamente Tomás. Por eso le estoy diciendo: la incredulidad es contagiosa. La incredulidad de Tomás se pega. Si usted anda con borrachos, le garantizo que usted va a hacer un borrachín después. Si usted anda con personas que le gusta meterse al súper y robar, al rato usted lo va a hacer también. Si usted anda con gente incrédula que alimentan su incredulidad, que alimentan sus dudas; habrá un día que usted va a aparecer diciendo: “es que la verdad que yo no sé ni qué creer”. Claro, es por eso que el cristiano debe reunirse con personas que le ayuden a fortalecer su fe, reúnase con personas que le ayuden con sus dudas.
Vamos a leer una porción de la escritura interesantísima.
Lucas 24:36-44 (RV-60): 36Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. 37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. 38Pero él les dijo: ¿por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. 43Y él lo tomó, y comió delante de ellos. 44Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Cuando me encuentro gente en la calle y me dice: “Ay pastor, yo no he ido a la iglesia, pero en espíritu ahí estoy”. Le digo: “Nosotros no somos espiritistas, pero véngase en cuerpecito y alma, por favor”. Pero ellos seguían sin creer. Jesús les pide algo de comer, no porque tenía hambre, sino que Jesús les quería demostrar que era Él. Me imagino que todo el mundo estaría viéndolo pensando que ese pedazo de pescado caería al suelo; porque para ellos era un espíritu.
A veces hay dudas en asuntos espirituales, pero si tenemos dudas tenemos inquietudes; y si nos quedamos con esas dudas o nos quedamos con esas inquietudes, la Biblia dice que, viene el malo y arrebata lo poco que se ha sembrado en ese corazón.
Recordemos amados que tenemos un enemigo que alimenta la incredulidad.
2 Corintios 4:4 (RV-60) 4En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no le resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Quiero que le preste atención a la palabra dios, que esta con minúscula; porque no se refiere a Jehová Dios; el dios de este siglo es el diablo. Hermanos esto es una verdad espiritual. ¿Sabe usted quién está de por medio? El dios de este siglo. Hay personas que ya tuvieron su oportunidad, hay gente que ya escuchó la verdad, hay gente que ya adoró; hay personas que ya gustaron del don celestial, ya gozaron de la presencia de Dios, ya gozaron del espíritu de Dios, ya gozaron de la comunión con los hermanos; pero a pesar de eso, ellos insistieron en seguir viviendo su vida mundana. Insistieron en seguir haciendo todo lo equivocado, insistieron en abrirle al enemigo una puertecita y créame que son muchos los estragos que el enemigo causa en su vida.
¿Qué significa eso? Que la persona se va a sentar aquí mil veces, en estas sillas, y va a escuchar palabra de Dios, pero no le va a resplandecer el evangelio. ¿Por qué? Porque el enemigo de los cristianos está metido en ese corazón; no se puede vivir así, o adoramos a Dios, le entregamos la vida al Señor y vivimos para Dios o, vivimos para el mundo. La Biblia claramente nos dice que no se puede amar a Dios y al mundo al mismo tiempo.
Las dudas más grandes de los cristianos tienen que ver con la salvación, por la culpa del pecado. ¿Cuántas veces usted se ha sentido indigno por cosas que usted ha hecho? ¿Cuántas veces usted se ha sentido que definitivamente usted no es un hijo de Dios? Porque un hijo de Dios no sería capaz de hacer las cosas que usted ha hecho, usted se siente una basura, siente que no vale nada y comienzan dudas en su corazón. De ahí la importancia de que nuestra fe debe crecer todos los días, para que no vivas como vive el mundo. La fe debe ser viva, auténtica, nutrida con la palabra del Señor, fortalecida. La fe debe ser activa, dinámica; como Dios lo pide, por eso que hay que crecer en el conocimiento de Dios. No es malo tener dudas iglesia, pero ¿dónde debes estar? En la iglesia, el Señor va a hablar a tu corazón estando en la iglesia; es más fácil que Dios te hable al corazón estando en la casa del Señor que estando en un estadio.
Hay una bendición para todos nosotros en este pasaje: 29Bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Ahí estamos nosotros, porque nosotros no hemos visto pero hemos creído, ¡Bendito sea Dios! Acuérdate: “solo Dios puede”.
Yo soy fiel creyente que no hay nada imposible para Dios, cuando se tiene el corazón correcto. ¿Qué problema más serio puede tener usted que Dios no lo resuelva? Pero eso sí, hay cantidad de gente con la necesidad de un milagro, pero no están aquí en la iglesia fíjese. Quieren que el Señor vaya a donde ellos están para que les haga el favor; no son dignos de tomarse el tiempo, el sacrificio, de preparar las cosas el sábado en la noche, para el domingo, adorar al Señor.
Mi Dios, mi todo, nada en este mundo puede hacer lo que Dios hace. Ningún dinero puede hacer lo que Dios hace; ninguna mujer puede hacer lo que Dios hace, ningún hombre puede hacer lo que Dios hace, ningún negocio puede hacer lo que Dios hace, ninguna profesión, ninguna carrera puede hacer lo que Dios hace; es más, ningún amor puede hacer lo que Dios hace. Es por eso que Dios debe ser primero sobre todas las cosas.
Si usted tiene dudas, tráigalas a Jesús. Tienes inquietudes, tráigalas a Jesús. Porque Tomás las tuvo, porque los discípulos la tuvieron. Pero estando con Jesús nos damos cuenta que las dudas se esfumaron, por una sencilla razón, porque Jesús ascendió a la presencia del Padre. Cuando Jesús ascendió a la presencia del Padre vemos a unos apóstoles que entregaron sus vidas por el evangelio de nuestro bendito Salvador Jesucristo.
Mi querido y amado hermano, para evitar esas dudas crezca en la fe. La fe viene por el oír, y el oír de la bendita, eterna y gloriosa palabra de Dios.
Vamos a orar.
Padre querido, te damos gracias por tu palabra en esta hora. Señor, yo desconozco las dudas en los corazones de personas acá. No sé quién estará batallando con la inseguridad de su salvación, quién estará batallando con la inseguridad de si es o no es cristiano, y tantas otras cosas que vienen a nuestra mente, la existencia de Dios. ¿Por qué Dios permite esto, por qué Dios permite lo otro? Pero Señor, estamos seguros que, si crecemos en la fe vamos a encontrar la respuesta a cada una de nuestras inquietudes. Tomás dudó, los discípulos dudaron; pero cuando te encontraron, cuando comiste con ellos, quedaron tranquilos sabiendo que tú eres el Rey de Gloria. Que Jesús había prometido que iba a resucitar entre los muertos, y fue cierto, fue real. Y en este día tu pueblo te alaba, te bendice; yo te ruego por las personas que tienen inquietudes en su corazón, las personas que tienen dudas. Señor hemos escuchado tu palabra y ponemos nuestra fe en ti, ayúdanos Señor con todas nuestras inquietudes.
Mientras oramos en esta hora, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón: “Dios le ama y tiene un plan personal para usted”. Cuando una persona conoce a Dios, su vida cambia. Cuando una persona conoce a Dios, el corazón cambia. Cuando una persona conoce a Dios, sus circunstancias cambian. En esta oportunidad usted puede conocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de su vida. Mientras la iglesia intercede por la salvación de aquellas personas que todavía no conocen a Dios, si usted nunca antes ha recibido a Cristo, pero quisiera hacerlo en este momento; ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie. ¿Habrá alguna persona que necesite a Dios? Levante su mano y déjenos orar por usted. ¿Hay alguien que quiera entregarle su vida a Jesucristo? Dios le ama, la palabra dice (Juan 1:12): Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Nuestros hermanos diáconos, se van a acercar a usted para orar con usted, y ayudarle con esas inquietudes, con esas dudas que usted tiene. Usted que nos Mira por las redes sociales puede hacer lo mismo, a través de una oración de fe dígale al Señor: “Señor en este día te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, al poner tu cuerpo y derramar tu sangre para el perdón de mis faltas. En este día te recibo como mi Señor y Salvador personal”. Si usted hizo esta oración quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Gracias Señor por esta palabra que nos alimenta, que nos instruye, que nutre nuestra fe. Bendícenos, cuida nuestra entrada y nuestra salida; en el nombre de Jesús amén y amén.
Amados míos, que la paz de Cristo les acompañe.
¡Que Dios me los bendiga!