¿Que es lo que Dios espera de nosotros?
Abril 17, 2022 – 1:30PM | Colosenses 1:9 | Pastor Emerson Cardona
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TRANSCRIPCIÓN
El día viernes estuvimos celebrando el acto de amor más grande que puede haber sobre la faz de la tierra, que es: “el sacrificio de Cristo”. Hoy por la mañana estábamos, alrededor de doscientas personas, recordando la victoria más grande que el ser humano puede reconocer. Después de pensar en todo lo que es “La semana de la Pasión”, lo que es realmente el sacrificio de Cristo, surge una pregunta que todo cristiano debería de hacerse en la vida. Esta pregunta la vamos a contestar en base a lo que dice la palabra, y no lo que dice el pastor.
Abra su Biblia, por favor, en Colosenses 1:9 (RV-60), Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.
La NVI (Nueva Versión Internacional) dice Colosenses 1:9 lo siguiente: Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual.
Amado Padre le damos gracias porque seguimos celebrando la vida. Seguimos celebrando Señor que usted ha tenido tanto amor para el pecador, que se despojó de lo más preciado, su hijo, que lo ofreció como cordero, porque no fue Judas quien traicionó o quien entregó a Jesús. No fue Pilatos ni fue Caifás quien entregó a Jesús, sino usted que lo entregó por amor a nosotros. Padre que podamos irnos a casa con esa bendición de saber, ¿qué es lo que usted espera de nosotros? En Cristo Jesús. Amén y amén.
¿Qué espera Dios de nosotros?
Si Cristo ya hizo lo más grande, si no hay otra cosa que se tenga que agregar, para poder obtener o terminar el sacrificio de Cristo en la cruz. Una cosa que muchas iglesias no logran entender es que después del sacrificio de Cristo, ya no hay otro sacrificio que Dios acepte. ¿Qué usted irá de rodillas? Hay gente que en esta semana se ha ido de rodillas a una basílica o a una iglesia, con tal de agradar a Dios. Ellos no han logrado entender el sacrificio de Cristo. Porque, ¿si hubiese necesidad de seguir haciendo sacrificios, para qué vino Cristo? Pero el sacrificio de Cristo lo pagó todo, es por eso que la iglesia de Cristo está y debería estar eternamente agradecida. Por eso nos movemos. Por eso venimos y alabamos. Por eso venimos a la iglesia sin importar los problemas, sin importar las cargas, para decirle: “Gracias Padre por enviar a Jesús”.
Ahora que ya sabemos y hemos recordado todo, surge la pregunta: ¿Si Cristo lo dio todo por ti, qué daremos nosotros por Él? ¿Cuál es la parte que nos toca a nosotros?
Porque le tengo una noticia iglesia: ¡No solo es venir a sentarnos a la iglesia! ¡No solo es aparecer cuando es semana santa o navidad! ¡No solo es orar en casa de vez en cuando?
¿Qué espera Dios de nosotros?
La palabra del Señor lo dice y lo vamos a estudiar hoy. Todos nosotros esperamos algo de Dios, iglesia, ya sea algo grande o algo pequeño. Todos esperamos algo. Esperamos su ayuda, esperamos su protección, esperamos prosperidad, sanidad. Pero que poco nos preocupamos por conocer lo que Dios espera de nosotros. ¿Ya se lo ha preguntado usted a Dios? Le ha dicho: “Señor ¿qué esperas de mí?
Dice la palabra, en primer lugar, “Conocer su voluntad”. El texto que leímos (Colosenses 1:9), el apóstol Pablo le dice a los cristianos de la iglesia de Colosas, que él está orando por ellos, pero no está orando para que Dios les diera posesiones materiales, ni para que tuvieran buena salud, ni para que no tuvieran problemas, ni para que les vaya bien en el amor. Pablo oraba para que los cristianos de Colosas tuvieran la sabiduría de conocer ¿cuál era la voluntad de Dios para sus vidas?
Este fin de semana es un buen tiempo para que todos salgamos de la casa de Dios reflexionando ¿qué espera Dios de nuestras vidas? Si Él ya lo dio todo, ¿ahora qué espera Dios de nuestra vida?
En Colosenses 1: 10 vamos a ver tres características de una vida que conoce exactamente la voluntad de Dios.
Colosenses 1:10, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
- Que nuestros caminos sean dignos de un hijo de Dios.
¿Qué significa la palabra digno? Para aquellos que no saben, digno significa: correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo. En pocas palabras este verso está diciendo: “que andemos como corresponde a un hijo de Dios”.
¿Sabía que para esta fecha, yo el viernes les decía, en la iglesia tradicional y en muchos pueblos a uno le prohibían hasta escupir? Porque les habían enseñado en la tradición, que escupir representaba, escupir el rostro de Cristo, pues así le habían hecho los soldados. Que nadie podía andar de rojo para esta semana. Que usted no puede comer carne roja, y otras series de cosas que se inventan que no están en la palabra del Señor, y que el Señor ahora nos dice: “para que andéis, como es digno, como corresponde a un hijo de Cristo”.
¿Cuántos son hijos de Cristo, iglesia? ¿Andamos como corresponde a un hijo de Dios? ¿Andamos? ¿Es mi estilo de vida digno de un hijo de Dios? Analícese. ¿Será que realmente esto es lo que Dios quiere de nosotros? ¿Será que esto es lo que él espera?
Mire yo creí que era el único hermano que no había podido dormir en toda la noche esperando que llegara la hora para irnos para el parque. Y cuando estábamos allá me dicen: pastor yo tampoco dormí, fíjese, no dormí toda la noche temiendo no escuchar la alarma. Así que, los hermanos que se están durmiendo, es porque no durmió en la madrugada.
¿Soy cristiano en la iglesia y fuera de la iglesia? Porque aquí es bien fácil, porque aquí hermanos solo cierra los ojos, levanta las manos, usted adora y pareciera que usted es un cristiano digno del Señor.
¿Es mi carácter digno o corresponde a una persona que tiene a Cristo en su corazón y que tiene la mente de Cristo?
¿Son mis amistades dignas de un hijo de Dios? Muchos tenemos amigos que ellos no saben que somos cristianos ¿Será que los amigos que tengo realmente agradan a Dios? Porque si esos amigos te influyen para hacer cosas que van en contra de la palabra del Señor te tengo una noticia, no le agradan a Dios. Porque, incluso dentro de las iglesias hay personas que te dicen: “No, si no es tan malo”. Pero si está en contra de la voluntad de Dios, quiero decirte algo: “Dios no está de acuerdo”. Porque lo primero que Dios quiere de nosotros es: que caminemos como corresponde a un hijo de Dios.
¿El trato que le doy a mi familia corresponde a un padre cristiano o a una madre cristiana? Hijo, ¿Cómo te comportas con tus padres? ¿Cómo se debe comportar un joven cristiano?
¿Será que los casados tratamos a nuestra pareja como merece ser tratada? ¿Cómo un cristiano o una cristiana? Porque le repito, y vuelvo al primer punto, Él ya lo hizo todo. Ahora la labor de la iglesia, que no solo es venir el día domingo a escuchar un culto, a ver qué es lo que voy a escuchar de nuevo. Es venir y cumplir todos los propósitos del Señor, porque es Dios quien quiere que andemos como corresponde a un hijo de Él. Es Dios el que quiere formar a la iglesia de tal manera que no se parezca al mundo, porque, ¿qué diferencia va a encontrar la gente allá afuera cuando encuentra las mismas personas, los mismos vicios dentro de la iglesia?
Yo le he contado varias veces y la primera vez que yo fui a la iglesia, al Tabernáculo Central. Recuerdo que cuando fui me llevaron un domingo en la mañana después de haber estado tomando en la tarde del sábado. Los hermanos diáconos que estaban ahí me sintieron el olor a alcohol, pero ahí me dejaron estar. La segunda vez me volvieron a invitar y yo dije: ya fui una vez puedo ir otra vez. Fuimos un grupito como de cinco, allá estábamos. Pasaron los años, como a los dos años, ya el Señor había llegado con toda mi vida y surgió la pregunta: ¿Y ahora dónde me congrego? Y recordamos que habíamos ido a una iglesia donde había un pastor y en esa iglesia no me habían señalado y dije: yo a esa iglesia quiero ir. Y cuando llegamos a esa iglesia yo todavía seguía fumando. Al principio asistía a un culto nada más, cuando terminaba el culto del domingo, yo salía caminando y cuando miraba que no venían hermanitos detrás de mí, yo sacaba el cigarro. Y andaba con la Biblia de la “secreta”, es decir, con una Biblia pequeña escondida, para que nadie supiera de donde venía. Y habían muchos así, ¿verdad? Y así pasé como seis meses, hasta que un día el Espíritu Santo comenzó a redargüirme y comencé a preguntarme: ¿será que los hijos de Dios tienen que seguir viviendo como antes? ¿Será que los hijos de Dios tenemos que seguir con las mismas malas palabras de antes, con el mismo resentimiento, con el mismo orgullo? ¿Será que tiene que ser así o que tenemos que seguir como corresponde a un hijo de Dios? Hermanos, y un día en la noche me quedé en casa, recuerdo era miércoles, cuando estaba el pastor Junior predicando y al terminar él dijo: “bueno, hoy voy a hacer algo que yo no suelo hacer. Pónganse de pie todos aquellos que quieren dejar los vicios”. Hermano a mí me daba pena. Y yo desde mi casa, en mi cuarto, me puse frente al televisor. Yo no estaba ni siquiera en la iglesia, cerré mis ojos y cuando el pastor comenzó a orar yo lo hice con tanta fe hermano, con tanta fe. Yo era de los que fumaban una cajetilla de cigarros en la mañana y una en la tarde, con mis compañeros de oficina. Recuerdo que yo oré ese día y me fui a acostar. El siguiente día tenía que ir a trabajar, llegué a la oficina, y como a las diez de la mañana un compañero sale a comprar cigarros y me dice: ¿no vas? ¿A dónde?, pregunté yo. Vamos a comprar los cigarros, me dijo, para el descanso. Entonces me percaté que llevaba horas sin el deseo de fumar. Y yo dije el Señor oyó mi oración. Y desde ese día iglesia el deseo para fumar desapareció de mi vida ¿A través de qué? A través de que no correspondía a un cristiano seguir así.
¿Cuáles son aquellas cosas que están en nosotros que no corresponden a un cristiano? ¿Cuántas personas se han ido al infierno porque han visto nuestro actuar? ¿Cuánta familia de la casa no quiere venir a la iglesia porque aquí somos una cosa y en la casa somos otra? La familia dice: “No hombre, este dice que es evangélico, pero mira, aquí en la casa es otra cosa aquí nos trata de P para arriba (malas palabras).
¿Corresponde nuestra vida a un hijo de Dios? Pregúnteselo usted, analícese usted, porque el primer confrontado fui yo iglesia. ¿Realmente estoy teniendo la vida que corresponde a un hijo de Dios? No como pastor, sino como “hijo de Dios”. Porque la labor del cristiano es hacer la voluntad del Padre. Aquel que piense o enseñe que las buenas obras no tienen nada que ver con el cristiano, está totalmente equivocado.
- Que nuestra vida sea fructífera en buenas obras.
Colosenses 1:10, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
Aquel cristiano que cree que no es necesario hacer buenas obras se ha equivocado de evangelio, se ha equivocado. Lea lo que dice Santiago 3: 17-18 (RV-60) 17Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
Me acabo de encontrar, media hora antes de comenzar el culto, a una persona que me dijo: “soy de Colombia, esta es mi segunda vez en la iglesia y quiero conocer gente de Colombia”. Le digo esto porque no podemos ser indiferentes con la gente, porque cuando usted vea al que está a la par usted y no lo conoce o por lo menos nunca le ha preguntado el nombre, pregúnteselo. ¿Sabía que muchas veces nosotros podemos ver al que está a nuestro lado y darnos cuenta que está cargado con sus problemas y preferimos darnos la vuelta? Hermanos esto sucede en todas las iglesias. Las buenas obras es algo en lo cual debemos procurar ocuparnos pues para eso nos ha puesto Dios en este mundo. En un mundo tan lleno de indiferencia. En un mundo donde si vemos a alguien tirado en el suelo nos pasaría lo mismo que el buen samaritano.
Tito 3: 8 (RV-60) Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. ¿Cuántos creen en Dios? Si usted cree en Dios tiene que hacer buenas obras.
Aquí tenemos ancianos que tienen que andar llamando para que les lleven traducciones. Gracias a Dios que tenemos el ministerio de alcance. Ahora viene un hermano a trabajar en eso también. La iglesia no puede ser solo un club social, para venir y vernos el día domingo, nos saludamos y le decimos al hermano que bueno verte. No, la iglesia de Cristo tiene que sobrepasar esas cosas. Le digo algo, tenemos un proyecto grande con el nuevo templo. Mínimo, yo creo, habrá unas mil personas. Yo sé que usted se va a sentir orgulloso el día que esté sentado en el nuevo templo. Pero ¿sabe qué nos falta? Nos falta llegar a más personas.
Estuvimos en el consulado hace unos días, con nuestro pastor, en una reunión que nos invitaron. Ahí nos dijeron que hispanos, solo en Vancouver, hay una cantidad que necesitaríamos unos cinco templos. ¿Qué significa eso? Que tenemos que ir a hablar de Cristo. Que tenemos que ir a decirles que hay alguien que murió por ellos, que dio su vida y que resucitó. Y muchos dirán, pastor, pero yo no puedo. Mire, a mí me cuesta expresarme. Yo no me sé las citas bíblicas. Le digo algo, el testimonio habla más que mil palabras. El testimonio convence más a la gente que esa idea de querer meterles la Biblia a la fuerza. Nuestros hijos al estarle diciendo las citas bíblicas: “honra a tu padre y a tu madre…” Solo esa cita bíblica no sabemos. Y queremos que nuestros hijos hagan caso, pero nuestro estilo de vida no es el que corresponde a un hijo de Dios.
Tito 3:14 (RV-60) Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
Todos estos consejos salieron del corazón de Dios, para que fuera primeramente a la iglesia de Colosas. Pero para que posteriormente nosotros la pudiésemos aplicar.
Yo no sé ¿cuántos quieren seguir igual? Yo no sé si usted quiere seguir siendo igual, el mismo cristiano que viene y se sienta y después agarra su Biblia, agarra su carro y se va. Yo no sé si usted quiere más de Dios, yo no sé si usted quiere ser transformado por Dios. Porque si usted quiere ser transformado por Dios, tiene que obedecer su palabra.
En casa de oración tomamos el ejemplo de un hermano, que en otra casa de oración habían creado un grupo de WhatsApp y que cada vez que alguien que tiene una necesidad, se manda la petición. No todos contestan, la mayoría lo hacemos. ¿Sabe por qué? Porque no podemos ser indiferentes, y tenemos que tener mucho tacto hermano. Yo quedé marcado con una ilustración que contó nuestro hermano Juan Carlos hace años, ¿cuántos se acuerdan? Con el permiso de Juan Carlos lo voy a contar. Llega una persona que quería ingresar al trabajo donde Juan Carlos está, lo iban a capacitar durante una semana para poder ver si podría ocupar el puesto. Asistió durante esa semana. Lo triste fue que después de la semana, le avisaron a mi hermano (Juan Carlos) de que esta persona se había quitado la vida. Hay gente allá afuera, que está gritando, que necesita ayuda. Allá afuera hay gente, incluso aquí adentro, que aunque tal vez no te habla y no te cuenta las cosas, tienen una carga inmensa y la iglesia tiene que orar y clamar.
Hermano, ¿somos cristianos de verdad? ¿Estamos haciendo la voluntad del Padre? ¿Usted se goza cuando ve que su hermano prospera? ¿Usted se goza cuando su hermano viene en un nuevo vehículo? Usted dice: ¡Wow, Gloria a Dios porque trae un nuevo vehículo! O usted es de los que dicen: Averigua para saber ¿dónde se lo robó? Hermanos, no podemos ser indiferentes. En la iglesia de Cristo hay muchas personas lindas, hay muchos hermanos que siempre andan pendientes de otros. Cuando te ven la cara triste o cara de nudo ciego, ¿verdad?, saben que usted anda con problemas. Enseguida te llevan a un lado para preguntarte: ¿Cómo estás? ¿Puedo orar por ti? Una de las cosas que he aprendido en esta iglesia y a la par de nuestro pastor, es que cuando alguien habla y te comenta un problema ora por esa persona en el momento, no dejes la oración para mañana. No diga: “más tarde voy a orar por usted”. Ore en el momento, porque esa persona en ese momento está necesitando el amor y el consuelo de Dios. Aquí hay personas que han perdido seres queridos y que nadie les ha dicho al menos: “hermano lo siento”.
Iglesia yo no he venido a regañarte en esta hora. Yo he venido a decirte que necesitamos mejorar día a día.
No hay una regla en sí que diga ¿quién es cristiano y quién no? Pero si usted no está dando frutos dignos de un hijo de Dios, es para que mejore su estilo de vida.
- Que cada día crezcamos en el conocimiento de nuestro Dios.
Colosenses 1:10, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
Muchos cristianos nos hemos quedado estancados y somos como niños espirituales. No nos hemos interesado en conocer más del Dios que mora en nuestro corazón.
Sabe que yo inicié estudiando en el seminario, no porque quería ser pastor de una iglesia o porque quería ser predicador. Yo inicié en el seminario porque quería conocer más de Dios.
Aquí en su iglesia tenemos discipulado, está el seminario. Sabemos que no todos van a ser pastores, que no todos van a ser misioneros, que no todos van a ser líderes; pero sí le aseguro que al final usted va a conocer más a Dios.
Pastor y ¿cuál es la necesidad de que yo conozca más de Dios? Porque el día que llega la prueba, aquel que no conoce a Dios, se va. Aquel que realmente no sabe quién es su Dios, al primer problema que le toca la puerta sale corriendo y dice: “para eso mejor sigo en el mundo”.
Conocer a Dios es importante. A Dios le interesa que nosotros le conozcamos más y más. A Él le interesa que como iglesia estemos fortalecidos los unos a los otros, porque cuando le conocemos no hay quien nos detenga.
Perdone si en esta hora yo no le traje un mensaje motivacional a su vida. Un mensaje donde yo le diga que usted va a ser la persona más próspera de Vancouver-Canadá, porque eso es lo que la gente quiere escuchar. Hay muchas iglesias hoy que se llenan porque escuchan palabras donde te dicen que tú serás el hombre que siempre soñaste o la mujer que siempre soñaste. Pero cuando se nos exhorta con la palabra, difícilmente gusta, porque todos creemos que estamos bien con el estilo de vida que tenemos.
Isaías 5:13 Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento…
¿Sabe cuántas sectas y religiones hay en el mundo? ¿Sabe cuántos millones de personas están en esas sectas? Están porque no tuvieron un conocimiento verdadero de Cristo. Gente que es llevada por falsas doctrinas porque no tuvieron un conocimiento del Señor.
Conocer a Dios también nos ayuda a saber quién es el que pelea por nosotros. Cuando usted escuche a un cristiano que diga que ya no puede más, que sus fuerzas están por el suelo, recuérdele de dónde provienen las fuerzas. Cuando usted vea un cristiano en desesperación, recuérdele quién es el refugio de ese cristiano. Cuando usted vea un matrimonio que está en problemas recuérdele quién creó el matrimonio. Cuando usted vea que hay alguien que está ahogándose en los problemas, recuérdele que nuestro Dios después de haber vencido la muerte, tiene el poder y la autoridad para poder sacarnos adelante.
Yo me alegré cuando vi entrar a mi hermana Esther Santillana y al hermano René, porque mi hermana Esther ha estado bien delicada. Le hicieron un trasplante de riñón, ella quiere dar testimonio y cada vez que quiere dar testimonio aparece un achaque. Y por último le llegó hasta el Covid, estuvo en el hospital. Pero, ¿qué diferente es cuando usted en un hospital va a visitar a alguien que no es cristiano? Porque cuando usted visita a una persona cristiana y cree que lleva palabras de esperanza, es usted quien sale más fortalecido. Me ha tocado hermanos, conocí a alguien hace un año que me dijo: “hay un hermano de Guatemala que está muriendo de cáncer y le quedan días”. Yo me fui al hospital donde estaba el hermano. Ese hermano no era cristiano, estaba triste, le habían dicho que solo le quedaban días para morir y me tocó darle palabra, que recibiera a Cristo. Pero cuando he ido a visitar a mis hermanos de la iglesia que han estado en los hospitales, cuando hablaba con mi hermana Esther, no la podía visitar por el Covid, yo quedaba más fortalecido. Porque la primera vez que yo le llamo y le digo: “hermana y ¿cómo está?” Y apenas hablaba porque le costaba por la tos, pero me decía: “Pastor si supiera que así como estoy, ando evangelizando aquí en la sala”.
El Señor por eso quiere que lo conozcas más. El Señor quiere tener esa relación, esa intimidad contigo. Por eso rogamos acá en el púlpito que usted vaya un ministerio: “Hombres de Valor”, “Mujeres de Fe”, “Vínculo de Amor”, “Reuniones de Jóvenes”, para el día que llegue la crisis a tu vida, el día que un hijo te diga que está en las drogas, el día que tu hija te diga me voy de casa, el día que el mundo se te venga abajo; puedas recordar que Cristo prometió estar contigo. Para que no desmayes y puedas decir “yo esperaré en el Señor, confiaré en el Señor. Porque él ha prometido estar conmigo”.
Iglesia, Cristo ya lo dio todo por ti. ¿Qué darás tú por él?
La decisión al terminar es de cada uno de nosotros. Si usted quiere seguir igual hermano, ¿sabe qué? Hasta aquí mi labor de decirle. Lo que usted haga después, cuando salga de la puerta es decisión suya. Si usted se quiere involucrar más. Si usted quiere conocer al Dios que dio la vida por usted. Si usted realmente quiere tener ese encuentro con el Señor, porque Él lo que espera de nosotros es:
¡Que cada uno ande como corresponde a un hijo de Dios!
¡Que demos frutos como corresponde a un hijo de Dios!
¡Que crezcamos en el conocimiento de su palabra!
Cristo ya lo hizo. Ahora nos corresponde a nosotros.
Incline su rostro. Vamos a orar.
Padre, tú ya lo hiciste todo por nosotros y estamos agradecidos Señor. Agradecidos porque fuiste a la cruz, porque nosotros no teníamos manera de pagar, porque resucitaste el tercer día. Tú ya lo diste todo. Hoy nos corresponde a nosotros hacer nuestra parte. Caminar como un hijo de Dios. Hacer obras como un hijo de Dios y buscarte todos los días; no solo el domingo o en la casa de oración. Un cristiano que quiere conocer a Dios no hay que andarle rogando para ir a la iglesia, le nace. El cristiano dice: “yo quiero más de Él, yo quiero conocer más de mi Salvador, de aquel que dio su vida por mí”.
Si usted está acá entre nosotros y no le ha entregado su vida a Jesús, le tengo una noticia, Él quiere conocerte, Él quiere que abras tu corazón porque quiere hacer de ti una mejor persona. Porque él sabe quiénes estamos batallando por ser mejores cada día. Padre oro por mis hermanos que están acá, para que tú toques el corazón de cada uno de ellos Señor. Lo más importante ya tú lo hiciste en la cruz, ahora nos corresponde a nosotros caminar como un hijo de Dios. Te pido que tengas misericordia. Póngase de pie, entréguele su vida a Jesús, entréguele su vida a Cristo. Él quiere más de usted. No solo la religiosidad de venir solo el día domingo. Él quiere una relación contigo, él quiere hablar contigo todos los días. Si no le ha entregado su vida a Jesús, póngase de pie. No se vaya igual. Él fue a la cruz, dio su vida por ti y por mí, para rescatarnos de la vida pecaminosa.
Si usted está en casa y no le ha entregado su vida a Jesús. Haga conmigo esta oración: “Señor Jesús yo te recibo hoy, como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados. Y que resucitaste al tercer día. Señor me arrepiento. Gracias te doy Dios por enviar a Jesús a morir en mi lugar.
Amado Padre no queremos irnos a casa. Sin que seas tú obrando en la vida de todos mis hermanos que vinieron este día porque el evangelio. No se trata de vivir una vida de religiosidad sino de tener un cambio todos los días. Ayúdanos a ser diferentes. Ayúdanos a ser como tú quieres que seamos. Que podamos ser luz en este mundo tan perdido. En un mundo donde a lo bueno le llaman malo y a lo malo le llaman bueno. Ayúdanos Señor, que podamos reflexionar en lo que tenemos que mejorar.
Te alabamos y bendecimos tu santo nombre, en Cristo Jesús. Amén y amén.
Iglesia que Dios les bendiga.
¿Que es lo que Dios espera de nosotros?
Abril 17, 2022 – 1:30PM | Colosenses 1:9 | Pastor Emerson Cardona
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El día viernes estuvimos celebrando el acto de amor más grande que puede haber sobre la faz de la tierra, que es: “el sacrificio de Cristo”. Hoy por la mañana estábamos, alrededor de doscientas personas, recordando la victoria más grande que el ser humano puede reconocer. Después de pensar en todo lo que es “La semana de la Pasión”, lo que es realmente el sacrificio de Cristo, surge una pregunta que todo cristiano debería de hacerse en la vida. Esta pregunta la vamos a contestar en base a lo que dice la palabra, y no lo que dice el pastor.
Abra su Biblia, por favor, en Colosenses 1:9 (RV-60), Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.
La NVI (Nueva Versión Internacional) dice Colosenses 1:9 lo siguiente: Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual.
Amado Padre le damos gracias porque seguimos celebrando la vida. Seguimos celebrando Señor que usted ha tenido tanto amor para el pecador, que se despojó de lo más preciado, su hijo, que lo ofreció como cordero, porque no fue Judas quien traicionó o quien entregó a Jesús. No fue Pilatos ni fue Caifás quien entregó a Jesús, sino usted que lo entregó por amor a nosotros. Padre que podamos irnos a casa con esa bendición de saber, ¿qué es lo que usted espera de nosotros? En Cristo Jesús. Amén y amén.
¿Qué espera Dios de nosotros?
Si Cristo ya hizo lo más grande, si no hay otra cosa que se tenga que agregar, para poder obtener o terminar el sacrificio de Cristo en la cruz. Una cosa que muchas iglesias no logran entender es que después del sacrificio de Cristo, ya no hay otro sacrificio que Dios acepte. ¿Qué usted irá de rodillas? Hay gente que en esta semana se ha ido de rodillas a una basílica o a una iglesia, con tal de agradar a Dios. Ellos no han logrado entender el sacrificio de Cristo. Porque, ¿si hubiese necesidad de seguir haciendo sacrificios, para qué vino Cristo? Pero el sacrificio de Cristo lo pagó todo, es por eso que la iglesia de Cristo está y debería estar eternamente agradecida. Por eso nos movemos. Por eso venimos y alabamos. Por eso venimos a la iglesia sin importar los problemas, sin importar las cargas, para decirle: “Gracias Padre por enviar a Jesús”.
Ahora que ya sabemos y hemos recordado todo, surge la pregunta: ¿Si Cristo lo dio todo por ti, qué daremos nosotros por Él? ¿Cuál es la parte que nos toca a nosotros?
Porque le tengo una noticia iglesia: ¡No solo es venir a sentarnos a la iglesia! ¡No solo es aparecer cuando es semana santa o navidad! ¡No solo es orar en casa de vez en cuando?
¿Qué espera Dios de nosotros?
La palabra del Señor lo dice y lo vamos a estudiar hoy. Todos nosotros esperamos algo de Dios, iglesia, ya sea algo grande o algo pequeño. Todos esperamos algo. Esperamos su ayuda, esperamos su protección, esperamos prosperidad, sanidad. Pero que poco nos preocupamos por conocer lo que Dios espera de nosotros. ¿Ya se lo ha preguntado usted a Dios? Le ha dicho: “Señor ¿qué esperas de mí?
Dice la palabra, en primer lugar, “Conocer su voluntad”. El texto que leímos (Colosenses 1:9), el apóstol Pablo le dice a los cristianos de la iglesia de Colosas, que él está orando por ellos, pero no está orando para que Dios les diera posesiones materiales, ni para que tuvieran buena salud, ni para que no tuvieran problemas, ni para que les vaya bien en el amor. Pablo oraba para que los cristianos de Colosas tuvieran la sabiduría de conocer ¿cuál era la voluntad de Dios para sus vidas?
Este fin de semana es un buen tiempo para que todos salgamos de la casa de Dios reflexionando ¿qué espera Dios de nuestras vidas? Si Él ya lo dio todo, ¿ahora qué espera Dios de nuestra vida?
En Colosenses 1: 10 vamos a ver tres características de una vida que conoce exactamente la voluntad de Dios.
Colosenses 1:10, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
- Que nuestros caminos sean dignos de un hijo de Dios.
¿Qué significa la palabra digno? Para aquellos que no saben, digno significa: correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo. En pocas palabras este verso está diciendo: “que andemos como corresponde a un hijo de Dios”.
¿Sabía que para esta fecha, yo el viernes les decía, en la iglesia tradicional y en muchos pueblos a uno le prohibían hasta escupir? Porque les habían enseñado en la tradición, que escupir representaba, escupir el rostro de Cristo, pues así le habían hecho los soldados. Que nadie podía andar de rojo para esta semana. Que usted no puede comer carne roja, y otras series de cosas que se inventan que no están en la palabra del Señor, y que el Señor ahora nos dice: “para que andéis, como es digno, como corresponde a un hijo de Cristo”.
¿Cuántos son hijos de Cristo, iglesia? ¿Andamos como corresponde a un hijo de Dios? ¿Andamos? ¿Es mi estilo de vida digno de un hijo de Dios? Analícese. ¿Será que realmente esto es lo que Dios quiere de nosotros? ¿Será que esto es lo que él espera?
Mire yo creí que era el único hermano que no había podido dormir en toda la noche esperando que llegara la hora para irnos para el parque. Y cuando estábamos allá me dicen: pastor yo tampoco dormí, fíjese, no dormí toda la noche temiendo no escuchar la alarma. Así que, los hermanos que se están durmiendo, es porque no durmió en la madrugada.
¿Soy cristiano en la iglesia y fuera de la iglesia? Porque aquí es bien fácil, porque aquí hermanos solo cierra los ojos, levanta las manos, usted adora y pareciera que usted es un cristiano digno del Señor.
¿Es mi carácter digno o corresponde a una persona que tiene a Cristo en su corazón y que tiene la mente de Cristo?
¿Son mis amistades dignas de un hijo de Dios? Muchos tenemos amigos que ellos no saben que somos cristianos ¿Será que los amigos que tengo realmente agradan a Dios? Porque si esos amigos te influyen para hacer cosas que van en contra de la palabra del Señor te tengo una noticia, no le agradan a Dios. Porque, incluso dentro de las iglesias hay personas que te dicen: “No, si no es tan malo”. Pero si está en contra de la voluntad de Dios, quiero decirte algo: “Dios no está de acuerdo”. Porque lo primero que Dios quiere de nosotros es: que caminemos como corresponde a un hijo de Dios.
¿El trato que le doy a mi familia corresponde a un padre cristiano o a una madre cristiana? Hijo, ¿Cómo te comportas con tus padres? ¿Cómo se debe comportar un joven cristiano?
¿Será que los casados tratamos a nuestra pareja como merece ser tratada? ¿Cómo un cristiano o una cristiana? Porque le repito, y vuelvo al primer punto, Él ya lo hizo todo. Ahora la labor de la iglesia, que no solo es venir el día domingo a escuchar un culto, a ver qué es lo que voy a escuchar de nuevo. Es venir y cumplir todos los propósitos del Señor, porque es Dios quien quiere que andemos como corresponde a un hijo de Él. Es Dios el que quiere formar a la iglesia de tal manera que no se parezca al mundo, porque, ¿qué diferencia va a encontrar la gente allá afuera cuando encuentra las mismas personas, los mismos vicios dentro de la iglesia?
Yo le he contado varias veces y la primera vez que yo fui a la iglesia, al Tabernáculo Central. Recuerdo que cuando fui me llevaron un domingo en la mañana después de haber estado tomando en la tarde del sábado. Los hermanos diáconos que estaban ahí me sintieron el olor a alcohol, pero ahí me dejaron estar. La segunda vez me volvieron a invitar y yo dije: ya fui una vez puedo ir otra vez. Fuimos un grupito como de cinco, allá estábamos. Pasaron los años, como a los dos años, ya el Señor había llegado con toda mi vida y surgió la pregunta: ¿Y ahora dónde me congrego? Y recordamos que habíamos ido a una iglesia donde había un pastor y en esa iglesia no me habían señalado y dije: yo a esa iglesia quiero ir. Y cuando llegamos a esa iglesia yo todavía seguía fumando. Al principio asistía a un culto nada más, cuando terminaba el culto del domingo, yo salía caminando y cuando miraba que no venían hermanitos detrás de mí, yo sacaba el cigarro. Y andaba con la Biblia de la “secreta”, es decir, con una Biblia pequeña escondida, para que nadie supiera de donde venía. Y habían muchos así, ¿verdad? Y así pasé como seis meses, hasta que un día el Espíritu Santo comenzó a redargüirme y comencé a preguntarme: ¿será que los hijos de Dios tienen que seguir viviendo como antes? ¿Será que los hijos de Dios tenemos que seguir con las mismas malas palabras de antes, con el mismo resentimiento, con el mismo orgullo? ¿Será que tiene que ser así o que tenemos que seguir como corresponde a un hijo de Dios? Hermanos, y un día en la noche me quedé en casa, recuerdo era miércoles, cuando estaba el pastor Junior predicando y al terminar él dijo: “bueno, hoy voy a hacer algo que yo no suelo hacer. Pónganse de pie todos aquellos que quieren dejar los vicios”. Hermano a mí me daba pena. Y yo desde mi casa, en mi cuarto, me puse frente al televisor. Yo no estaba ni siquiera en la iglesia, cerré mis ojos y cuando el pastor comenzó a orar yo lo hice con tanta fe hermano, con tanta fe. Yo era de los que fumaban una cajetilla de cigarros en la mañana y una en la tarde, con mis compañeros de oficina. Recuerdo que yo oré ese día y me fui a acostar. El siguiente día tenía que ir a trabajar, llegué a la oficina, y como a las diez de la mañana un compañero sale a comprar cigarros y me dice: ¿no vas? ¿A dónde?, pregunté yo. Vamos a comprar los cigarros, me dijo, para el descanso. Entonces me percaté que llevaba horas sin el deseo de fumar. Y yo dije el Señor oyó mi oración. Y desde ese día iglesia el deseo para fumar desapareció de mi vida ¿A través de qué? A través de que no correspondía a un cristiano seguir así.
¿Cuáles son aquellas cosas que están en nosotros que no corresponden a un cristiano? ¿Cuántas personas se han ido al infierno porque han visto nuestro actuar? ¿Cuánta familia de la casa no quiere venir a la iglesia porque aquí somos una cosa y en la casa somos otra? La familia dice: “No hombre, este dice que es evangélico, pero mira, aquí en la casa es otra cosa aquí nos trata de P para arriba (malas palabras).
¿Corresponde nuestra vida a un hijo de Dios? Pregúnteselo usted, analícese usted, porque el primer confrontado fui yo iglesia. ¿Realmente estoy teniendo la vida que corresponde a un hijo de Dios? No como pastor, sino como “hijo de Dios”. Porque la labor del cristiano es hacer la voluntad del Padre. Aquel que piense o enseñe que las buenas obras no tienen nada que ver con el cristiano, está totalmente equivocado.
- Que nuestra vida sea fructífera en buenas obras.
Colosenses 1:10, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
Aquel cristiano que cree que no es necesario hacer buenas obras se ha equivocado de evangelio, se ha equivocado. Lea lo que dice Santiago 3: 17-18 (RV-60) 17Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
Me acabo de encontrar, media hora antes de comenzar el culto, a una persona que me dijo: “soy de Colombia, esta es mi segunda vez en la iglesia y quiero conocer gente de Colombia”. Le digo esto porque no podemos ser indiferentes con la gente, porque cuando usted vea al que está a la par usted y no lo conoce o por lo menos nunca le ha preguntado el nombre, pregúnteselo. ¿Sabía que muchas veces nosotros podemos ver al que está a nuestro lado y darnos cuenta que está cargado con sus problemas y preferimos darnos la vuelta? Hermanos esto sucede en todas las iglesias. Las buenas obras es algo en lo cual debemos procurar ocuparnos pues para eso nos ha puesto Dios en este mundo. En un mundo tan lleno de indiferencia. En un mundo donde si vemos a alguien tirado en el suelo nos pasaría lo mismo que el buen samaritano.
Tito 3: 8 (RV-60) Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. ¿Cuántos creen en Dios? Si usted cree en Dios tiene que hacer buenas obras.
Aquí tenemos ancianos que tienen que andar llamando para que les lleven traducciones. Gracias a Dios que tenemos el ministerio de alcance. Ahora viene un hermano a trabajar en eso también. La iglesia no puede ser solo un club social, para venir y vernos el día domingo, nos saludamos y le decimos al hermano que bueno verte. No, la iglesia de Cristo tiene que sobrepasar esas cosas. Le digo algo, tenemos un proyecto grande con el nuevo templo. Mínimo, yo creo, habrá unas mil personas. Yo sé que usted se va a sentir orgulloso el día que esté sentado en el nuevo templo. Pero ¿sabe qué nos falta? Nos falta llegar a más personas.
Estuvimos en el consulado hace unos días, con nuestro pastor, en una reunión que nos invitaron. Ahí nos dijeron que hispanos, solo en Vancouver, hay una cantidad que necesitaríamos unos cinco templos. ¿Qué significa eso? Que tenemos que ir a hablar de Cristo. Que tenemos que ir a decirles que hay alguien que murió por ellos, que dio su vida y que resucitó. Y muchos dirán, pastor, pero yo no puedo. Mire, a mí me cuesta expresarme. Yo no me sé las citas bíblicas. Le digo algo, el testimonio habla más que mil palabras. El testimonio convence más a la gente que esa idea de querer meterles la Biblia a la fuerza. Nuestros hijos al estarle diciendo las citas bíblicas: “honra a tu padre y a tu madre…” Solo esa cita bíblica no sabemos. Y queremos que nuestros hijos hagan caso, pero nuestro estilo de vida no es el que corresponde a un hijo de Dios.
Tito 3:14 (RV-60) Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
Todos estos consejos salieron del corazón de Dios, para que fuera primeramente a la iglesia de Colosas. Pero para que posteriormente nosotros la pudiésemos aplicar.
Yo no sé ¿cuántos quieren seguir igual? Yo no sé si usted quiere seguir siendo igual, el mismo cristiano que viene y se sienta y después agarra su Biblia, agarra su carro y se va. Yo no sé si usted quiere más de Dios, yo no sé si usted quiere ser transformado por Dios. Porque si usted quiere ser transformado por Dios, tiene que obedecer su palabra.
En casa de oración tomamos el ejemplo de un hermano, que en otra casa de oración habían creado un grupo de WhatsApp y que cada vez que alguien que tiene una necesidad, se manda la petición. No todos contestan, la mayoría lo hacemos. ¿Sabe por qué? Porque no podemos ser indiferentes, y tenemos que tener mucho tacto hermano. Yo quedé marcado con una ilustración que contó nuestro hermano Juan Carlos hace años, ¿cuántos se acuerdan? Con el permiso de Juan Carlos lo voy a contar. Llega una persona que quería ingresar al trabajo donde Juan Carlos está, lo iban a capacitar durante una semana para poder ver si podría ocupar el puesto. Asistió durante esa semana. Lo triste fue que después de la semana, le avisaron a mi hermano (Juan Carlos) de que esta persona se había quitado la vida. Hay gente allá afuera, que está gritando, que necesita ayuda. Allá afuera hay gente, incluso aquí adentro, que aunque tal vez no te habla y no te cuenta las cosas, tienen una carga inmensa y la iglesia tiene que orar y clamar.
Hermano, ¿somos cristianos de verdad? ¿Estamos haciendo la voluntad del Padre? ¿Usted se goza cuando ve que su hermano prospera? ¿Usted se goza cuando su hermano viene en un nuevo vehículo? Usted dice: ¡Wow, Gloria a Dios porque trae un nuevo vehículo! O usted es de los que dicen: Averigua para saber ¿dónde se lo robó? Hermanos, no podemos ser indiferentes. En la iglesia de Cristo hay muchas personas lindas, hay muchos hermanos que siempre andan pendientes de otros. Cuando te ven la cara triste o cara de nudo ciego, ¿verdad?, saben que usted anda con problemas. Enseguida te llevan a un lado para preguntarte: ¿Cómo estás? ¿Puedo orar por ti? Una de las cosas que he aprendido en esta iglesia y a la par de nuestro pastor, es que cuando alguien habla y te comenta un problema ora por esa persona en el momento, no dejes la oración para mañana. No diga: “más tarde voy a orar por usted”. Ore en el momento, porque esa persona en ese momento está necesitando el amor y el consuelo de Dios. Aquí hay personas que han perdido seres queridos y que nadie les ha dicho al menos: “hermano lo siento”.
Iglesia yo no he venido a regañarte en esta hora. Yo he venido a decirte que necesitamos mejorar día a día.
No hay una regla en sí que diga ¿quién es cristiano y quién no? Pero si usted no está dando frutos dignos de un hijo de Dios, es para que mejore su estilo de vida.
- Que cada día crezcamos en el conocimiento de nuestro Dios.
Colosenses 1:10, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
Muchos cristianos nos hemos quedado estancados y somos como niños espirituales. No nos hemos interesado en conocer más del Dios que mora en nuestro corazón.
Sabe que yo inicié estudiando en el seminario, no porque quería ser pastor de una iglesia o porque quería ser predicador. Yo inicié en el seminario porque quería conocer más de Dios.
Aquí en su iglesia tenemos discipulado, está el seminario. Sabemos que no todos van a ser pastores, que no todos van a ser misioneros, que no todos van a ser líderes; pero sí le aseguro que al final usted va a conocer más a Dios.
Pastor y ¿cuál es la necesidad de que yo conozca más de Dios? Porque el día que llega la prueba, aquel que no conoce a Dios, se va. Aquel que realmente no sabe quién es su Dios, al primer problema que le toca la puerta sale corriendo y dice: “para eso mejor sigo en el mundo”.
Conocer a Dios es importante. A Dios le interesa que nosotros le conozcamos más y más. A Él le interesa que como iglesia estemos fortalecidos los unos a los otros, porque cuando le conocemos no hay quien nos detenga.
Perdone si en esta hora yo no le traje un mensaje motivacional a su vida. Un mensaje donde yo le diga que usted va a ser la persona más próspera de Vancouver-Canadá, porque eso es lo que la gente quiere escuchar. Hay muchas iglesias hoy que se llenan porque escuchan palabras donde te dicen que tú serás el hombre que siempre soñaste o la mujer que siempre soñaste. Pero cuando se nos exhorta con la palabra, difícilmente gusta, porque todos creemos que estamos bien con el estilo de vida que tenemos.
Isaías 5:13 Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento…
¿Sabe cuántas sectas y religiones hay en el mundo? ¿Sabe cuántos millones de personas están en esas sectas? Están porque no tuvieron un conocimiento verdadero de Cristo. Gente que es llevada por falsas doctrinas porque no tuvieron un conocimiento del Señor.
Conocer a Dios también nos ayuda a saber quién es el que pelea por nosotros. Cuando usted escuche a un cristiano que diga que ya no puede más, que sus fuerzas están por el suelo, recuérdele de dónde provienen las fuerzas. Cuando usted vea un cristiano en desesperación, recuérdele quién es el refugio de ese cristiano. Cuando usted vea un matrimonio que está en problemas recuérdele quién creó el matrimonio. Cuando usted vea que hay alguien que está ahogándose en los problemas, recuérdele que nuestro Dios después de haber vencido la muerte, tiene el poder y la autoridad para poder sacarnos adelante.
Yo me alegré cuando vi entrar a mi hermana Esther Santillana y al hermano René, porque mi hermana Esther ha estado bien delicada. Le hicieron un trasplante de riñón, ella quiere dar testimonio y cada vez que quiere dar testimonio aparece un achaque. Y por último le llegó hasta el Covid, estuvo en el hospital. Pero, ¿qué diferente es cuando usted en un hospital va a visitar a alguien que no es cristiano? Porque cuando usted visita a una persona cristiana y cree que lleva palabras de esperanza, es usted quien sale más fortalecido. Me ha tocado hermanos, conocí a alguien hace un año que me dijo: “hay un hermano de Guatemala que está muriendo de cáncer y le quedan días”. Yo me fui al hospital donde estaba el hermano. Ese hermano no era cristiano, estaba triste, le habían dicho que solo le quedaban días para morir y me tocó darle palabra, que recibiera a Cristo. Pero cuando he ido a visitar a mis hermanos de la iglesia que han estado en los hospitales, cuando hablaba con mi hermana Esther, no la podía visitar por el Covid, yo quedaba más fortalecido. Porque la primera vez que yo le llamo y le digo: “hermana y ¿cómo está?” Y apenas hablaba porque le costaba por la tos, pero me decía: “Pastor si supiera que así como estoy, ando evangelizando aquí en la sala”.
El Señor por eso quiere que lo conozcas más. El Señor quiere tener esa relación, esa intimidad contigo. Por eso rogamos acá en el púlpito que usted vaya un ministerio: “Hombres de Valor”, “Mujeres de Fe”, “Vínculo de Amor”, “Reuniones de Jóvenes”, para el día que llegue la crisis a tu vida, el día que un hijo te diga que está en las drogas, el día que tu hija te diga me voy de casa, el día que el mundo se te venga abajo; puedas recordar que Cristo prometió estar contigo. Para que no desmayes y puedas decir “yo esperaré en el Señor, confiaré en el Señor. Porque él ha prometido estar conmigo”.
Iglesia, Cristo ya lo dio todo por ti. ¿Qué darás tú por él?
La decisión al terminar es de cada uno de nosotros. Si usted quiere seguir igual hermano, ¿sabe qué? Hasta aquí mi labor de decirle. Lo que usted haga después, cuando salga de la puerta es decisión suya. Si usted se quiere involucrar más. Si usted quiere conocer al Dios que dio la vida por usted. Si usted realmente quiere tener ese encuentro con el Señor, porque Él lo que espera de nosotros es:
¡Que cada uno ande como corresponde a un hijo de Dios!
¡Que demos frutos como corresponde a un hijo de Dios!
¡Que crezcamos en el conocimiento de su palabra!
Cristo ya lo hizo. Ahora nos corresponde a nosotros.
Incline su rostro. Vamos a orar.
Padre, tú ya lo hiciste todo por nosotros y estamos agradecidos Señor. Agradecidos porque fuiste a la cruz, porque nosotros no teníamos manera de pagar, porque resucitaste el tercer día. Tú ya lo diste todo. Hoy nos corresponde a nosotros hacer nuestra parte. Caminar como un hijo de Dios. Hacer obras como un hijo de Dios y buscarte todos los días; no solo el domingo o en la casa de oración. Un cristiano que quiere conocer a Dios no hay que andarle rogando para ir a la iglesia, le nace. El cristiano dice: “yo quiero más de Él, yo quiero conocer más de mi Salvador, de aquel que dio su vida por mí”.
Si usted está acá entre nosotros y no le ha entregado su vida a Jesús, le tengo una noticia, Él quiere conocerte, Él quiere que abras tu corazón porque quiere hacer de ti una mejor persona. Porque él sabe quiénes estamos batallando por ser mejores cada día. Padre oro por mis hermanos que están acá, para que tú toques el corazón de cada uno de ellos Señor. Lo más importante ya tú lo hiciste en la cruz, ahora nos corresponde a nosotros caminar como un hijo de Dios. Te pido que tengas misericordia. Póngase de pie, entréguele su vida a Jesús, entréguele su vida a Cristo. Él quiere más de usted. No solo la religiosidad de venir solo el día domingo. Él quiere una relación contigo, él quiere hablar contigo todos los días. Si no le ha entregado su vida a Jesús, póngase de pie. No se vaya igual. Él fue a la cruz, dio su vida por ti y por mí, para rescatarnos de la vida pecaminosa.
Si usted está en casa y no le ha entregado su vida a Jesús. Haga conmigo esta oración: “Señor Jesús yo te recibo hoy, como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados. Y que resucitaste al tercer día. Señor me arrepiento. Gracias te doy Dios por enviar a Jesús a morir en mi lugar.
Amado Padre no queremos irnos a casa. Sin que seas tú obrando en la vida de todos mis hermanos que vinieron este día porque el evangelio. No se trata de vivir una vida de religiosidad sino de tener un cambio todos los días. Ayúdanos a ser diferentes. Ayúdanos a ser como tú quieres que seamos. Que podamos ser luz en este mundo tan perdido. En un mundo donde a lo bueno le llaman malo y a lo malo le llaman bueno. Ayúdanos Señor, que podamos reflexionar en lo que tenemos que mejorar.
Te alabamos y bendecimos tu santo nombre, en Cristo Jesús. Amén y amén.
Iglesia que Dios les bendiga.