Lecciones de Vida: La Lengua
Agosto 12, 2018 – 1:30 PM | Santiago 3:1-12 | Dr David Rodríguez
TRANSCRIPCIÓN
La primera, tenía que ver con no juzgar, no juzgar con malicia, con malas intenciones, con hipocresía, ni para dictaminar sentencia; la segunda lección de vida que hablamos fue la regla de oro, trate a las demás personas como a usted le gustaría que lo traten; la tercera, hablamos acerca de la honestidad, digamos que los creyentes debemos ser honestos en nuestros tratos, con nuestros negocios, en nuestros trabajos, pagar a tiempo, no engañar al prójimo para obtener beneficios personales, se debe pagar lo que se debe al gobierno impuestos, las personas que venden las balanzas deben ser justas, eso espera la Escritura, la honestidad de los cristianos habla bien a la gente que no conoce a Dios, habla bien de nuestra credibilidad, debemos ser honestos en todos nuestros tratos con los demás; el último estudio que tuvimos fue acerca del respeto y hablamos de cómo respetar todas las cosas como Dios nos manda.
Hoy quiero hablar de un miembro de la Iglesia que está en la boca de todos, ese miembro es la lengua. Tenía dos opciones, bueno, porque el mensaje de la tarde, hablando acerca de lecciones de vida, se llama: “no participe de pecados ajenos” y estaba debatiendo entre que predicar al mediodía y que predicar en la noche, si los pecados ajenos al mediodía y la lengua en la noche o la lengua al mediodía y los pecados ajenos en la noche, pero me picaba la lengua por predicar la lengua al mediodía, no, no es eso, sino que me puse a pensar cuál de las dos cosas dañan más al cuerpo de Cristo ¿cuál de las dos cosas dañan más a la Iglesia? y la respuesta es la lengua.
Bueno, la palabra del Señor en Santiago capítulo 3 versículo 1 dice lo siguiente, ponga atención, “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. (Santiago 3:2) Porque todos aprendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto -Y ¿quien es varón perfecto?-, capaz también de refrenar todo el cuerpo. (Santiago 3:3) He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos -mira la comparación- para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.” por muy grande que sea el caballo, un freno dirige el cuerpo de ese caballo.
Santiago 3:4 “Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. (Santiago 3:5) Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!” y esto lo hemos visto cada año. Versículo 6 dice: “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación…” imagínate la Biblia habla de la rueda de la creación, Isabela católica pensaba que la tierra era plana y era católica, o sea, no leía la Biblia “… y ella misma es inflamada -no la reina, sino la rueda de la creación- por el infierno. (Santiago 3:7) Porque todo naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido tomada por la naturaleza humana; (Santiago 3:8) pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.” quiere decir que todos tenemos veneno en la lengua, qué barbaridad, qué triste eso.
Santiago 3:9 “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. (Santiago 3:10) De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, -está hablando a la Iglesia, amados- esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? (Santiago 3:12) Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.” La verdad, Iglesia, es que nuestra lengua es una fuente, de nuestra lengua pueden salir las palabras más dulces y las palabras más amargas, es por eso que Proverbios 12:18 dice “hay hombres cuyas palabras son como golpe de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.” mire usted, pueden salir palabras dulces y pueden salir palabras amargas, con nuestra lengua levantamos y hacemos caer, con nuestra lengua edificamos o destruimos.
Dice Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” con nuestra lengua sanamos o herimos, con nuestra lengua bendecimos y maldecimos, con la lengua alabamos y maldecimos, decimos la verdad o mentimos, con nuestra lengua decimos “te amo” y también decimos “te odio”, una palabra descuidada puede encender conflictos, una palabra cruel puede arruinar una vida, una palabra amarga puede crear un profundo resentimiento.
Déjame decirte esto, la mayoría de veces que decimos palabras ofensivas o maltratamos a alguien con nuestras palabras, es por dos razones, te repito, la mayoría de las veces que decimos palabras ofensivas o maltratamos a alguien con nuestras palabras, es por dos razones: primero, porque no pensamos antes de hablar; y segundo, porque ya nos acostumbramos a ofender.
No pueden salir de nuestros labios una palabra sin ofender, sin maldecir, sin maltratar, sin poner en angustia alguna persona; y si ya nos hemos acostumbrado a eso, hermano, la verdad es que es es complicado porque ¿sabía usted que cada palabra que sale de la boca refleja claramente lo que hay dentro de nuestro corazón? porque la Biblia dice que de la abundancia del corazón, habla la boca, la manera como le hablas a tus hijos, como le hablas a tu esposo, como le habla a su esposa, como le habla a su mamá, como le habla usted a su papá, a sus hermanos, a sus compañeros de trabajo.
Dice la palabra del Señor en Lucas 6:45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” La Biblia dice, hermanos, que la lengua es un miembro pequeño pero difícil de controlar, pero no significa que no podemos hacerlo, una de las cosas difíciles en la vida, especialmente como cristianos, es llevar tantos años en la fe, pero tantos años en la fe, y no aprender a vivir prudentemente, y no aprender a controlar nuestra lengua, y por muchos años y por muchas generaciones se acusó a la mujer de la gran lengua que tenía, pero hoy en día, hermanos, hay hombres que son unos grandes chismosos, la verdad que sí.
La Biblia dice en Proverbio 17:28, fíjate, mira lo que dice este proverbio “Aún el necio, cuando calla, es contado por sabio…” imagínese usted, esto es un milagro, pero cuando el necio dice “ah, ¿sabe qué? mejor no digo nada” qué sabio, aún el necio.
Proverbios 11:12 dice: “el que carece de entendimiento menosprecia a su propio; Mas el hombre prudente calla.” aquí estoy hablando de la diferencia que hay entre una persona lengua suelta y una persona que es prudente, y esta prudencia es a todos los niveles, la blanda respuesta quita la ira, más la respuesta áspera hace subir el furor; nosotros sabemos esto, jamás en la vida se ha resuelto un conflicto gritando, nunca. Las personas que vienen a hablar conmigo en consejería saben que yo tengo ciertas reglas, en consejería, en primer lugar no pueden haber culpas “es que tú, es que tú, es que tú, es que tú” ¿por qué? porque en 40 años, yo jamás en la vida le he ayudado a ninguna pareja a resolver sus diferencias acusándose el uno al otro, nunca, entonces no tengo el tiempo para perderlo, en lo que han hecho toda una vida, y tampoco ellos han resuelto sus dificultades, por eso es que están donde están, ese es uno número; dos, no podemos gritar; y número tres, no podemos ofendernos el uno al otro. Y eso es muchas de las cosas que cuesta, porque está envuelto el orgullo, está envuelto la autodefensa, el hecho de que por tu culpa, la lengua, como cuesta controlar la lengua.
Y la Biblia nos habla de la prudencia del callar, cuando Faraón, allá en el Antiguo Testamento, andaba buscando a un hombre sabio, dice la Escritura “provéase Faraón de un varón prudente y sabio” gente prudente, gente sabia van a ser las personas de mayor confianza de sus jefes, van a ser las personas de mayor confianza en sus trabajos, en las empresas porque, ningún alto ejecutivo quiere tener al lado suyo a una persona lengua suelta, de ninguna manera. En todas las partes hay información sensible, en todos lados hay información que uno no puede compartir con cualquier persona, porque en todo pueblo hay personas que no entienden nada por más explicaciones que usted les quiera dar, por más que le explique con plastilina, y por más que le explique con jueguitos y cosas, hay gente que no entiende nada, uno quiere tener al lado suyo gente prudente, no persona lengua suelta que andan contando todo por todos lados, esa gente no sirve para nada; la Biblia le llama “necio” a esas personas, y la Biblia nos habla acá de la importancia del valor que tiene la prudencia.
Fíjate qué en Proverbios 10:13 dice: “En los labios del prudente se halla sabiduría…” ¿por qué voy a decir algo yo si a mí no me consta?, ¿por qué voy a repetir algo yo si yo no sé? “ese hombre es mañoso” a mí nunca me ha robado nada, “pero eso es lo que dice la gente” ah, bueno, pues yo no me voy a meter en eso, yo no lo sé. Y nosotros especialmente como latinos somos bien dados a eso.
Fíjate qué estoy hablando acerca de frenar la lengua, ese es el estudio, es la lección de vida, y estoy más que seguro, hermanos, sin temor a equivocarme que todos los que estamos aquí en más de alguna oportunidad hemos fallado, hemos ofendido, hemos dañado por la lengua, hemos dicho cosas que no deberíamos haber dicho jamás, hemos herido sentimientos con esta lengua, hemos hecho llorar a más de alguna persona por nuestros comentarios, no hemos sido nada sensible a la hora de referirnos a alguien más, sea quien sea.
Dice la escritura en este versículo “En los labios del prudente se halla sabiduría…”. Proverbios 10:19 dice “En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.” mire esto qué lindo, el que refrena sus labios ¿qué es? Prudente.
Yo sé que a veces es difícil en casa, en el matrimonio, porque si uno quiere aplicar este versículo, yo he querido aplicar este versículo en más de alguna vez en mi casa pero me topé con otro problema, con el problema de que si usted se queda callado “ah, y no me respondes” y ya no encontró otro versículo para ese otro.
Pero aún así, si la Biblia dice que el que refrena sus labios es prudente, es preferible ser prudente que ser necio, es preferible ser prudentes. Si yo estoy hablando con una persona y esa otra persona muestra aires de ira, lo mejor es dejar la contienda porque jamás se ha resuelto un conflicto tratado con ira, este mundo está como está con tanta guerra por todos lados por ofensas que nos hacemos con nuestros labios, con nuestra lengua. El jefe de una nación dice una cosa, el jefe de otra nación dice otra cosa y pasan cosas como ésta, Canadá una figura principal de autoridad, Canadá hizo un comentario acerca de otro país y los señores del otro país le dijeron a su embajador “fuera de aquí y váyase para su país, porque no tienen porqué estar hablando de nosotros” la lengua.
¿Cuántas personas tienen que salir a disculparse por cosas que han dicho? y esto sucede, amados míos, no solamente en la Iglesia, sucede a todos los niveles, gente que dice “ya hicimos esto” y no lo han hecho, es difícil, todo por la lengua.
Mis queridas y amadas hermanas, en Proverbio 19:14 mire usted este versículo se lo voy a poner porque es importante “la casa y las riquezas son herencia de los padres; -allí usted cuál herencia quiere- Mas de Jehová la mujer prudente.” quiere decir que si su mujer no es prudente, no se la dio Dios y si no se la dio Dios entonces se la dio no sé quién, porque dice que la casa y la riqueza es herencia de los papás, pero que la mujer prudente es una herencia de Jehová. Si mi mujer es prudente quiere decir que Dios me la dio, si mi mujer es boca suelta a usted no se la dio Dios, y yo no me voy a atrever a decirle a quien se la dio a usted porque entonces me meto en problemas con usted y vamos a tener problemas con la lengua.
Y mira Proverbios 21:23 “el que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias” hermano, ¿cuántas veces nos hemos angustiado? una vez estábamos en una reunión familiar hablando cosas y yo dije unas cosas por ahí, yo tengo que tener mucho problema con eso, una persona que habla espontáneamente siempre está diciendo tonterías y pasó, todo el mundo tranquilo, todo el mundo feliz, pero el siguiente día yo recibí una llamada de una persona que me dijo “me quedé muy molesto por el comentario que tú hiciste el día de ayer” el reconocimiento de la necesidad grande y profunda de ser prudente con nuestros labios, si lo que vamos a decir no edifica, si lo que vamos a decir no ayuda, si lo que vamos a decir no es algo bueno de una persona, dice la Biblia mire “guarde su alma de angustias”, hermano, se le va a ser difícil después ir donde su marido y decirle “sorry”, porque el marido le va a decir “pues si tenemos 20 años diciendo sorry, mi hija” como que ya te acostumbraste estar diciendo sorry va a ser difícil eso, usted le cuenta algo de su hijo y su hijo llega a la casa, y si usted lo regaña sin haberle preguntado.
El pastor general cuenta, el hermano Toby, contaba que una vez lo habían mandado a comprar unas cosas a una tienda, y antes en aquellos dorados tiempos -yo no, todavía no conocía eso- le daban una libretita a la gente donde él apuntaba las cosas que le iban dando, -yo tenía una- entonces dice que llegó a la casa y la señora de la tienda apuntaba con una libra de frijol, una libra de arroz y esas cosas; y llega a la casa y el papá le preguntó y le dijo “la libreta ¿donde está?” y comenzó a buscarse por todo el lado, y le dijo “no la tengo”, el papá le dice “¿como que no la tiene?”, el pastor le responde “pues no la tengo”, el papá “la perdiste” dice que lo regaño y dice que le dio tanto en el trasero que cuando se quería sobar el trasero ahí tenía la libreta, y se saca la libreta y le dice “aquí está”, “ay, mi amor, perdóname” imagínese usted después de la gran regañada ¿verdad? que difícil es llamar a un hijo y cuando el hijo es mayor es más difícil todavía decir “lo siento”, cuesta más pedir disculpas por una situación así.
Pero mira, los chismes cesarían, hermanos, si es y si no es porque hay personas que les encanta andar coleccionando basura, yo me sorprendo, me sorprendo algunas veces de cómo personas se dan cuenta de cosas que yo no sé de la Iglesia. “Mire, ¿sabe usted que no sé que no sé cuánto?” no, “mire, que ¿ya sabe usted que Fulano? no, “y mire usted no…” no, “y usted que es pastor” y que eso “cabal, pastor, -le dije- no el colector de basura” El chisme está ahí porque hay gente que le gusta escuchar esas cosas, no hay que andar divulgando chismes, elimínalos en silencio, el chisme muere pronto si no se repite.
La lengua es peligrosa, con la lengua condenamos a la gente, por eso dice la Escritura “hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación” (Santiago 3:1) porque condenamos a la gente “Fulano es así”, “Mengano es así”, “esa mujer es así”, “aquel hombre es allí” cuidado con esas cosas Iglesia, con la lengua juzgamos cuando no tenemos derecho de juzgar a nadie porque todos cogíamos de alguna pata, mi hermano, no mires la paja que esté en el ojo de tu hermano y no ves la gran viga que está en el ojo tuyo.
No tenemos moral para juzgar a otra persona, no tenemos porque este padece de algunas cosas pero yo padezco de otra, estamos en el mismo barco, con la lengua mentimos. Proverbio 6:17 dice: “los ojos altivos, la lengua mentirosa…” y déjeme decirle algo, hermano, yo he conocido personas en mi vida que son precisamente una máquina de hacer mentiras, una mentira, otra mentira, otra mentira, otra mentira.
Dicen que un niño tenía un perro y de maldad afeito el perro menos la cabeza y la cola, pero era un niño mentiroso y cuándo había afeitado al perro, el niño salió corriendo diciendo “hay un león en el patio, hay un león en el patio”, pero el tío había visto lo que había pasado entonces lo mandó a llamar y le dijo “tú estás castigado, te vas a tu cuarto y le pides perdón a Dios por lo que has hecho, y regresas del cuarto hasta que haya recibido el perdón de Dios” dice que a la media hora regresó el niño donde el tío y le dijo “¿tú crees que ya te perdonó Dios” y le dijo “sí tío, me perdonó, es más -le dijo- también me habló”, “¿Dios te habló?” le pregunta el tío, “sí” le dijo el niño, y el tío le dice “¿y que te dijo”, le responde el niño “que él también pensaba que parecía león”. Porque una mentira te lleva a hacer otra mentira, y les digo, hay personas que dicen tantas mentiras que hay que tener una fe que mueve montañas para creer sus mentiras, de nuevo, hay mentiras a veces tan ridículas y esto es un gran pecado.
By the way (por cierto), no hay mentiras blancas que conste, todas las mentiras ofenden a Dios, toda lengua. Con la lengua levantamos falso testimonio, cuando la Biblia dice: “no hablarás contra tu prójimo falso testimonio” ¿por qué está diciendo usted lo que está diciendo si usted no sabe? y nosotros los latinos, hermanos, no, es que ahí andan diciendo; no, es que ahí dicen y usted no sea metido. No ande repitiendo las cosas que usted…
¿sabe una cosa usted? ¿Sabe que un porcentaje elevado del pueblo evangélico dice mentiras acerca de la Biblia porque lo escucharon decir a otra persona y no lo fueron a corroborar? Y no solamente a nivel de los católicos, los evangélicos también, cuanto creyentes no dice por ahí “la Biblia dice ayudate que te ayudaré” porque dices eso si la Biblia no dice eso, pero usted se lo escuchó a alguien, como parece periquito, va y lo repite, cuando la Escritura no dice esas cosas, entonces estamos bien dados a repetir esas cosas que la Escritura no enseña. Con la lengua inventamos cosas; ofendemos, esta es una de las cosas más terribles, más difíciles que hay, porque ofendemos, dañamos, especialmente la manera, como un padre, como una madre insensible le puede hablar a su hijo o le habla a su hija.
Algunas personas dicen que es cuestión de educación, yo pienso que no, no es cuestión de educación porque yo he conocido personas que nunca fueron a la escuela que son mucho más educadas que personas que sí fueron a la escuela.
Pero he escuchado a madres decirles cosas terribles a sus hijas, tratarlas hasta de prostitutas a sus hijas, dígame si la persona de mayor valor en la vida, -que es su papá, que es su mamá- lo trata a usted de esa manera ¿en quién va a confiar en este mundo?, ¿en quién va a confiar? Con la lengua, hay cosas que nosotros guardamos con el correr de los años, correr de las generaciones que salieron de la lengua de una persona, nos dijo algo y nos marcó, tal vez ya no nos afecta de la manera como nos afectó en el momento que nos lo dijeron, pero de que se olvida, no se olvidó.
Yo me acuerdo de cosas cuando tenía 5 o 6 añitos, cosas que me dijeron y a mí no se me olvida, no me afectan por la gracia del Señor, porque las personas que me las dijeron me llevo bien con ellas, pero de qué afecta, afecta. ¿Por qué? porque somos seres emocionales, porque un niño no está preparado para un maltrato o un abuso verbal de esa manera, esa es la edad cuando el niño necesita palabras de afirmación de sus padres, de aquel papá que te dice “para eso nosotros nos quemamos el lomo, para que usted salga adelante”, “usted hijo y usted hija, usted va a hacer esto”, “yo me voy a esforzar y usted va a salir adelante”, “usted es una persona hija de Dios” no matter what (no importa que) no importa si hemos cometido errores en la vida porque errores cometemos todos, si tenemos a Dios de nuestro lado, hermano, podemos lograr todas las cosas.
Es importante entender que la vida ofrece elecciones, la persona más boba de este mundo son aquellas personas que atraviesan por una experiencia y no le saca ningún provecho, ninguna lección a esa experiencia.
Cuidado con nuestra lengua, con la lengua destruimos, con la lengua criticamos, creamos enemistades, porque dicen que andan diciendo que dijiste, que esto, que lo otro. Tengan cuidado con este tipo de situaciones, Pervertimos la verdad con la lengua. Alguien escribió “Soy más mortal que la bomba atómica, puedo destruir hogares, romper corazones, destrozar vidas, viajo más veloz que el viento y ninguna inocencia es lo suficientemente fuerte como para intimidarme, ni ninguna pureza lo suficientemente firme como para detenerme, no tengo ningún respeto por la verdad, ni por la justicia; ni tengo ninguna misericordia para con el indefenso, mis víctimas son más numerosas que las arenas del mar y las arenas del desierto nunca olvido, y muy rara vez perdono, mi nombre es el chisme” y lo hacemos con nuestros labios, hay personas que simple y sencillamente dice “ah no, a mí no me gusta pero me entretiene”.
Quiero decirle algo y escuché bien esto, por favor piense lo que le voy a decir en este instante, porque a mi me dio tristeza hace unos días hablando con un esposo y le dije “hermano, ¿por qué no viene tu esposa a la Iglesia?”, y me dijo “pastor, porque mi esposa plática mucho con Fulana de tal. Y Fulana de tal le cuenta tantos chismes de la Iglesia que ahora mi esposa está desanimada y no quiere venir a la Iglesia” ese pecado lo va a llevar a usted, ese pecado lo va a llevar usted, porque por culpa suya esa persona ahora no quiere saber nada del evangelio ¿sabe por qué? por su lengua, porque hay personas que no vienen a edificarse, vienen a buscar el chisme, y eso es lo que estoy hablando, esto es delicado en todas las Iglesias, hermanos, esto es delicado a todo nivel, esto es complicado.
Proverbios 17:20 dice: “El perverso de corazón nunca hallará el bien, y el que revuelve con su lengua caerá en el mal”, “el que revuelve con su lengua…”, “¿ya te diste cuenta?”, “mira lo que andan diciendo”, “anda decile tal cosa”, “no, fíjate que dice aquí”, “fíjate que el otro dijo aquí”, no sea metido, hermano, esta tarde voy hablar de pecados ajenos.
Alguien me decía hace unos días, yo no sé cómo es que este fulano de tal sabe todo lo que está pasando, ni yo sé, no sé cómo ¿sabe el porqué? porque Proverbios 20:19 lo dice claramente, “el que anda en chismes descubre el secreto…” Hay personas que nunca le han hablado por teléfono a un hermano, pero como saben que está metido dentro de una situación, le hablan por teléfono diciendo “mira, ¿qué onda vos? andan diciendo que vos tal cosa” lo que anda queriendo es descubrir qué onda descubrir.
La influencia de las palabras, si yo voy a ir a visitar a una pareja pero voy con algo en mente, voy con esa idea de decirles “miren, hermanos, en la iglesia esto, esto y lo otro. Hay que tener cuidado con tal cosa” eso es pecado porque usted con el vacío alevosía premeditación cohecho (30:00) usted ya está yendo a la casa de alguien para ir y poner en mal al cuerpo de Cristo, no se meta con la Iglesia, Cristo pagó su sangre por la Iglesia, hermano, respete el cuerpo del Señor, no se meta donde no lo han llamado. Y si hay cosas que usted cree que necesitan de atención espiritual; yo le recomiendo una cosa, póngase de rodillas y clama al Señor por la Iglesia, eso es lo que usted puede hacer, pero no agarre a la Iglesia como si fuera su chacha, no agarre la Iglesia como si fuera cualquier cosa, por favor, respete esta situación.
El triple filtro, que algunos se lo acreditan a Sócrates, de este amigo que se acercó a él para decirle “quiero decirte algo acerca de un amigo tuyo” y él mencionó estos tres filtros: el primero es el filtro de la verdad, lo que me vas a decir es verdad, te consta que es verdad, si no te consta que es verdad para qué lo vas a decir; el segundo filtro es el filtro de la bondad, lo que me vas a decir de esta persona es algo bueno o es algo malo, no, nadie habla cosas buenas al respecto; y el tercer filtro es el filtro de la utilidad, lo que me vas a decir en que me va ayudar en algo a mí, y si no porque me lo vas a decir.
Hermano, hagamos nuestro el evangelio de Cristo, tenga mucho cuidado cada vez que usted abre su boca, cuando siente esa picazón de la lengua de llamarle a Fulano, a Zultano, a Mengana, a Perencejo para contarle qué es lo que está pasando, tenga cuidado, hombre. No arrastre el evangelio de Cristo, le repito, me da profunda tristeza cuando gente, porque hermanos te digo, hay gente allá afuera, hay gente inconversa allá afuera que saben muchas cosas que pasan no solo en esta Iglesia sino en todas las Iglesias por chismosos, por gente que le pica la lengua de andar hablando cosas, manifieste su espiritualidad, hombre.
Porque la Biblia dice que con la medida con que usted me hace, así va a ser medido, todo lo que usted ha dicho de otras personas, prepárese, hermanos, prepárese porque un día se lo van a cocinar a usted, por esas cosas. 1 Pedro 3:10 claramente dice “Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, -¿qué es lo que debe de hacer?- refrene su lengua…” refrene su lengua, “el que quiere amar la vida y ver días buenos…” no se meta en líos, hombre, no se meta en líos.
“Mira, a mí no me consta”, “mire, yo no sé”, “no me interesa”, “disculpe”,” mire usted tiene ahí uno de los…” Hay personas que han venido aquí “hay un miembro de esta Iglesia que no sé qué ocho cuartos, que aquí, que allá, que esto, que lo otro, que…” y un montón de cuestiones que dicen, tenga cuidado con su lengua, tenga cuidado si queremos ver días buenos.
Santiago 1:26, terminamos con esto, dice: “Si alguno se cree religioso entre vosotros…” vaya, escucha esto, porque usted va a la calle, usted dice que es cristiano, y usted se cree que es creyente pero usted “… no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.” su religión no sirve, hombre, está diciendo que no sirve. Su religión no sirve, su fe no sirve ¿por qué? porque usted no ha aprendido a refrenar su lengua.
“Ese hermano es un gran hipócrita” y usted ¿qué es? Por eso le digo a la gente cuando me dice “es que mucho hipócrita en la Iglesia” venga que nos hace falta uno, le digo. Debemos tener ese sumo cuidado, ser prudente; hermanos, algunas veces es mejor perder una batalla que entrar en una discusión.
La madre mía acaba de estar con nosotros, estuvo tres meses con nosotros, diferimos en mucho con mi querida madre, pero nomas cumplió el día que se fue 77 años, con el respeto que merecen la tercera, la cuarta y la quinta edad; es una bobería ponerse a pelear con una señora de esa edad “Es que son…” dígame, a ver. Mi mamá 77, mi suegra 80 cumple hoy en diciembre, y yo llego y están discutiendo acerca de un tema, yo entro y me preguntan a mí “¿y usted qué piensa acerca de esto?”, yo respondo “no, fíjese que yo no tengo mucho conocimiento de esas cosas, con permiso” No sea bobo, hombre,
O dígame otra cosa ¿cuántas veces le ha ganado una discusión a su mujer? No seas bobo, hombre, entonces seamos sabios, usemos prudencia. Otra cosa más, hay personas que son necias y por más que usted les quiera dar todas las explicaciones del mundo, jamás lo van a entender. Le voy a dar un consejito duro, feo, áspero, pero se lo voy a dar, no le tire las perlas a los cerdos, hombre, no gaste pólvora en sopes.
Yo cuando voy a aconsejar a alguien digo “si usted tiene la disposición de hacer cambios en su vida, cuente con mi ayuda. Sentémonos, platiquemos, mi tiempo es suyo” pero si los primeros 15 minutos “no, porque yo, porque no sé qué, porque no sé cuándo, porque yo, porque aquí, porque allá” lo escucho 15 minutos y no lo quiero volver a ver, y le voy a decir una cosa, ni cuenta se va a dar porque lo voy a tratar con la más alta amabilidad, con el cariño que usted merece, con la dignidad y el respeto que usted merece, pero esos 15 minutos son más que suficiente para darme cuenta que usted no está ahí porque usted quiere hacer un cambio en su vida; el del problema no soy yo, el problema es usted. Porque hay gente que viene me dice “pastor, quiero que me ayude” y no me dejan hablar, media hora y después de media hora “pastor, gracias me ha servido mucho sus palabras” dije yo “whatever (lo que sea)”
Seamos sabios, hermanos, este problema de la lengua, a partir de este momento yo no le voy a decir que se le haga chicharrón porque ya se lo hubiera comido usted mismo, pero a partir de este instante seamos un poquito más conscientes, por favor, seamos conscientes todos, yo no soy ningún… yo he pecado eso todos mis días y me arrepiento, y han habido veces que el Señor me ha puesto en el corazón y me dijo “esto que dijiste de tal persona no estuvo bien” y yo “ay, que regada” y me recriminó a mí mismo y digo “eso no estuvo bien”, “ese comentario no está bien”, “no debí haber dicho esto” No trate de poner nunca a nadie por el piso, hermano, mucho menos, a mí me molesta cuando se habla del negro de alguien, para que mi negro se vea gris, ese protagonismo de querer nosotros ser mejores que otras personas ¿con qué propósito? dígame usted ¿con qué propósito? que Dios nos dé sabiduría y nos ayude a controlar la lengua, vamos a orar.
Padre, tu palabra misma nos enseña, Señor, qué es tan difícil controlar la lengua, que aún los grandes caballos pueden obedecer cuando tienen freno en su boca, que aún las grandes naves se pueden controlar con un pequeño timón pero qué tanto cuesta, Señor, controlar nuestra lengua. Pedimos que nos ayudes a someternos al Espíritu de Dios porque si nos sometemos constantemente al Espíritu Santo, seremos llenos del Espíritu y si somos llenos del Espíritu, tendremos amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; y eso nos va a ser más conscientes antes de hablar mal de nuestro prójimo.
Padre querido, te pedimos perdón por todas las ofensas que hemos hecho con nuestros labios, con nuestra lengua, perdón, Señor, perdón por cada una de nuestras palabras fatuas que han salido de nuestros labios. Oramos por aquellas palabras que hemos dicho que han desanimado a otros para que sigan en el evangelio, te pedimos perdón por cosas que hemos comentado que no debimos haber comentado jamás, porque creemos que tú eres un Dios justo, porque creemos que si las cosas fueron hechas equivocadamente, tú vas a actuar, Señor, pero no somos jueces nosotros para hablar sandeces y para hablar cosas deshonestas, ayúdanos, danos ese espíritu de sabiduría y de prudencia.
Mientras todos oramos en esta tarde, déjeme decirle que la vida de una persona puede cambiar cuando le entregamos la vida Cristo, la vida de un individuo se transforma cuando usted deposita su confianza en Dios, cuando usted recibe a Cristo en el corazón y nace de nuevo, como dice la Biblia “todo aquel que nace de nuevo, verá el reino de los cielos” Si usted nunca antes ha recibido a Cristo, pero quisiera hacerlo en este momento, esta invitación es para usted ¿qué significa recibir a Cristo? nosotros le vamos a ayudar para que usted haga una oración donde le pide a Dios el perdón de sus pecados, entre usted y Dios nada más, y le pide al Señor que venga a su vida.
Cuando le pedimos a Cristo que venga a nuestra vida, nacemos de nuevo de acuerdo a la palabra del Señor; y cuando una persona nace de nuevo, cosas maravillosas van a pasar en tu vida, dice la Palabra que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” venga a los pies de Jesús, póngase de pie, levante su mano, hay consejeros que están alrededor, que están ahí para ayudarle, venga a los pies de Jesús, entreguele su vida a Cristo.
Ahí donde está, si usted nunca ha recibido al Señor pero quiere hacerlo ahora, levante su mano, déjanos orar por usted, Dios le ama, tiene un plan maravilloso para su vida, hay consejeros que están ahí cerca para ayudarle a tomar esta decisión, esto es algo entre Dios y usted, los ojos de Dios están sobre los justos en este instante, venga a los pies de Jesús, entreguele su corazón a Cristo, recibalo como el Señor de su vida.
Usted que no mira por internet, usted también puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale: “Señor, en este día te pido perdón por mis pecados, me arrepiento de mis faltas. Señor, te invito a venir a mi corazón y a mi vida, gracias por lo que hiciste en la cruz, gracias por derramar tu sangre preciosa en el calvario” si usted hizo esta oración, queremos animarle a crecer en el conocimiento de Jesús y de su bendita palabra.
Gracias Señor por tu palabra, despidenos con tu paz y bendición, en el nombre de Jesús, amén. Que la paz de Cristo le acompañe Iglesia, a las seis de la tarde estamos de regreso, palabra del Señor y esgrima bíblica, bendiciones para todos.
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Agosto 12, 2018 – 1:30 PM | Santiago 3:1-12 | Dr David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
La primera, tenía que ver con no juzgar, no juzgar con malicia, con malas intenciones, con hipocresía, ni para dictaminar sentencia; la segunda lección de vida que hablamos fue la regla de oro, trate a las demás personas como a usted le gustaría que lo traten; la tercera, hablamos acerca de la honestidad, digamos que los creyentes debemos ser honestos en nuestros tratos, con nuestros negocios, en nuestros trabajos, pagar a tiempo, no engañar al prójimo para obtener beneficios personales, se debe pagar lo que se debe al gobierno impuestos, las personas que venden las balanzas deben ser justas, eso espera la Escritura, la honestidad de los cristianos habla bien a la gente que no conoce a Dios, habla bien de nuestra credibilidad, debemos ser honestos en todos nuestros tratos con los demás; el último estudio que tuvimos fue acerca del respeto y hablamos de cómo respetar todas las cosas como Dios nos manda.
Hoy quiero hablar de un miembro de la Iglesia que está en la boca de todos, ese miembro es la lengua. Tenía dos opciones, bueno, porque el mensaje de la tarde, hablando acerca de lecciones de vida, se llama: “no participe de pecados ajenos” y estaba debatiendo entre que predicar al mediodía y que predicar en la noche, si los pecados ajenos al mediodía y la lengua en la noche o la lengua al mediodía y los pecados ajenos en la noche, pero me picaba la lengua por predicar la lengua al mediodía, no, no es eso, sino que me puse a pensar cuál de las dos cosas dañan más al cuerpo de Cristo ¿cuál de las dos cosas dañan más a la Iglesia? y la respuesta es la lengua.
Bueno, la palabra del Señor en Santiago capítulo 3 versículo 1 dice lo siguiente, ponga atención, “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. (Santiago 3:2) Porque todos aprendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto -Y ¿quien es varón perfecto?-, capaz también de refrenar todo el cuerpo. (Santiago 3:3) He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos -mira la comparación- para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.” por muy grande que sea el caballo, un freno dirige el cuerpo de ese caballo.
Santiago 3:4 “Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. (Santiago 3:5) Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!” y esto lo hemos visto cada año. Versículo 6 dice: “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación…” imagínate la Biblia habla de la rueda de la creación, Isabela católica pensaba que la tierra era plana y era católica, o sea, no leía la Biblia “… y ella misma es inflamada -no la reina, sino la rueda de la creación- por el infierno. (Santiago 3:7) Porque todo naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido tomada por la naturaleza humana; (Santiago 3:8) pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.” quiere decir que todos tenemos veneno en la lengua, qué barbaridad, qué triste eso.
Santiago 3:9 “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. (Santiago 3:10) De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, -está hablando a la Iglesia, amados- esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? (Santiago 3:12) Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.” La verdad, Iglesia, es que nuestra lengua es una fuente, de nuestra lengua pueden salir las palabras más dulces y las palabras más amargas, es por eso que Proverbios 12:18 dice “hay hombres cuyas palabras son como golpe de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.” mire usted, pueden salir palabras dulces y pueden salir palabras amargas, con nuestra lengua levantamos y hacemos caer, con nuestra lengua edificamos o destruimos.
Dice Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” con nuestra lengua sanamos o herimos, con nuestra lengua bendecimos y maldecimos, con la lengua alabamos y maldecimos, decimos la verdad o mentimos, con nuestra lengua decimos “te amo” y también decimos “te odio”, una palabra descuidada puede encender conflictos, una palabra cruel puede arruinar una vida, una palabra amarga puede crear un profundo resentimiento.
Déjame decirte esto, la mayoría de veces que decimos palabras ofensivas o maltratamos a alguien con nuestras palabras, es por dos razones, te repito, la mayoría de las veces que decimos palabras ofensivas o maltratamos a alguien con nuestras palabras, es por dos razones: primero, porque no pensamos antes de hablar; y segundo, porque ya nos acostumbramos a ofender.
No pueden salir de nuestros labios una palabra sin ofender, sin maldecir, sin maltratar, sin poner en angustia alguna persona; y si ya nos hemos acostumbrado a eso, hermano, la verdad es que es es complicado porque ¿sabía usted que cada palabra que sale de la boca refleja claramente lo que hay dentro de nuestro corazón? porque la Biblia dice que de la abundancia del corazón, habla la boca, la manera como le hablas a tus hijos, como le hablas a tu esposo, como le habla a su esposa, como le habla a su mamá, como le habla usted a su papá, a sus hermanos, a sus compañeros de trabajo.
Dice la palabra del Señor en Lucas 6:45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” La Biblia dice, hermanos, que la lengua es un miembro pequeño pero difícil de controlar, pero no significa que no podemos hacerlo, una de las cosas difíciles en la vida, especialmente como cristianos, es llevar tantos años en la fe, pero tantos años en la fe, y no aprender a vivir prudentemente, y no aprender a controlar nuestra lengua, y por muchos años y por muchas generaciones se acusó a la mujer de la gran lengua que tenía, pero hoy en día, hermanos, hay hombres que son unos grandes chismosos, la verdad que sí.
La Biblia dice en Proverbio 17:28, fíjate, mira lo que dice este proverbio “Aún el necio, cuando calla, es contado por sabio…” imagínese usted, esto es un milagro, pero cuando el necio dice “ah, ¿sabe qué? mejor no digo nada” qué sabio, aún el necio.
Proverbios 11:12 dice: “el que carece de entendimiento menosprecia a su propio; Mas el hombre prudente calla.” aquí estoy hablando de la diferencia que hay entre una persona lengua suelta y una persona que es prudente, y esta prudencia es a todos los niveles, la blanda respuesta quita la ira, más la respuesta áspera hace subir el furor; nosotros sabemos esto, jamás en la vida se ha resuelto un conflicto gritando, nunca. Las personas que vienen a hablar conmigo en consejería saben que yo tengo ciertas reglas, en consejería, en primer lugar no pueden haber culpas “es que tú, es que tú, es que tú, es que tú” ¿por qué? porque en 40 años, yo jamás en la vida le he ayudado a ninguna pareja a resolver sus diferencias acusándose el uno al otro, nunca, entonces no tengo el tiempo para perderlo, en lo que han hecho toda una vida, y tampoco ellos han resuelto sus dificultades, por eso es que están donde están, ese es uno número; dos, no podemos gritar; y número tres, no podemos ofendernos el uno al otro. Y eso es muchas de las cosas que cuesta, porque está envuelto el orgullo, está envuelto la autodefensa, el hecho de que por tu culpa, la lengua, como cuesta controlar la lengua.
Y la Biblia nos habla de la prudencia del callar, cuando Faraón, allá en el Antiguo Testamento, andaba buscando a un hombre sabio, dice la Escritura “provéase Faraón de un varón prudente y sabio” gente prudente, gente sabia van a ser las personas de mayor confianza de sus jefes, van a ser las personas de mayor confianza en sus trabajos, en las empresas porque, ningún alto ejecutivo quiere tener al lado suyo a una persona lengua suelta, de ninguna manera. En todas las partes hay información sensible, en todos lados hay información que uno no puede compartir con cualquier persona, porque en todo pueblo hay personas que no entienden nada por más explicaciones que usted les quiera dar, por más que le explique con plastilina, y por más que le explique con jueguitos y cosas, hay gente que no entiende nada, uno quiere tener al lado suyo gente prudente, no persona lengua suelta que andan contando todo por todos lados, esa gente no sirve para nada; la Biblia le llama “necio” a esas personas, y la Biblia nos habla acá de la importancia del valor que tiene la prudencia.
Fíjate qué en Proverbios 10:13 dice: “En los labios del prudente se halla sabiduría…” ¿por qué voy a decir algo yo si a mí no me consta?, ¿por qué voy a repetir algo yo si yo no sé? “ese hombre es mañoso” a mí nunca me ha robado nada, “pero eso es lo que dice la gente” ah, bueno, pues yo no me voy a meter en eso, yo no lo sé. Y nosotros especialmente como latinos somos bien dados a eso.
Fíjate qué estoy hablando acerca de frenar la lengua, ese es el estudio, es la lección de vida, y estoy más que seguro, hermanos, sin temor a equivocarme que todos los que estamos aquí en más de alguna oportunidad hemos fallado, hemos ofendido, hemos dañado por la lengua, hemos dicho cosas que no deberíamos haber dicho jamás, hemos herido sentimientos con esta lengua, hemos hecho llorar a más de alguna persona por nuestros comentarios, no hemos sido nada sensible a la hora de referirnos a alguien más, sea quien sea.
Dice la escritura en este versículo “En los labios del prudente se halla sabiduría…”. Proverbios 10:19 dice “En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.” mire esto qué lindo, el que refrena sus labios ¿qué es? Prudente.
Yo sé que a veces es difícil en casa, en el matrimonio, porque si uno quiere aplicar este versículo, yo he querido aplicar este versículo en más de alguna vez en mi casa pero me topé con otro problema, con el problema de que si usted se queda callado “ah, y no me respondes” y ya no encontró otro versículo para ese otro.
Pero aún así, si la Biblia dice que el que refrena sus labios es prudente, es preferible ser prudente que ser necio, es preferible ser prudentes. Si yo estoy hablando con una persona y esa otra persona muestra aires de ira, lo mejor es dejar la contienda porque jamás se ha resuelto un conflicto tratado con ira, este mundo está como está con tanta guerra por todos lados por ofensas que nos hacemos con nuestros labios, con nuestra lengua. El jefe de una nación dice una cosa, el jefe de otra nación dice otra cosa y pasan cosas como ésta, Canadá una figura principal de autoridad, Canadá hizo un comentario acerca de otro país y los señores del otro país le dijeron a su embajador “fuera de aquí y váyase para su país, porque no tienen porqué estar hablando de nosotros” la lengua.
¿Cuántas personas tienen que salir a disculparse por cosas que han dicho? y esto sucede, amados míos, no solamente en la Iglesia, sucede a todos los niveles, gente que dice “ya hicimos esto” y no lo han hecho, es difícil, todo por la lengua.
Mis queridas y amadas hermanas, en Proverbio 19:14 mire usted este versículo se lo voy a poner porque es importante “la casa y las riquezas son herencia de los padres; -allí usted cuál herencia quiere- Mas de Jehová la mujer prudente.” quiere decir que si su mujer no es prudente, no se la dio Dios y si no se la dio Dios entonces se la dio no sé quién, porque dice que la casa y la riqueza es herencia de los papás, pero que la mujer prudente es una herencia de Jehová. Si mi mujer es prudente quiere decir que Dios me la dio, si mi mujer es boca suelta a usted no se la dio Dios, y yo no me voy a atrever a decirle a quien se la dio a usted porque entonces me meto en problemas con usted y vamos a tener problemas con la lengua.
Y mira Proverbios 21:23 “el que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias” hermano, ¿cuántas veces nos hemos angustiado? una vez estábamos en una reunión familiar hablando cosas y yo dije unas cosas por ahí, yo tengo que tener mucho problema con eso, una persona que habla espontáneamente siempre está diciendo tonterías y pasó, todo el mundo tranquilo, todo el mundo feliz, pero el siguiente día yo recibí una llamada de una persona que me dijo “me quedé muy molesto por el comentario que tú hiciste el día de ayer” el reconocimiento de la necesidad grande y profunda de ser prudente con nuestros labios, si lo que vamos a decir no edifica, si lo que vamos a decir no ayuda, si lo que vamos a decir no es algo bueno de una persona, dice la Biblia mire “guarde su alma de angustias”, hermano, se le va a ser difícil después ir donde su marido y decirle “sorry”, porque el marido le va a decir “pues si tenemos 20 años diciendo sorry, mi hija” como que ya te acostumbraste estar diciendo sorry va a ser difícil eso, usted le cuenta algo de su hijo y su hijo llega a la casa, y si usted lo regaña sin haberle preguntado.
El pastor general cuenta, el hermano Toby, contaba que una vez lo habían mandado a comprar unas cosas a una tienda, y antes en aquellos dorados tiempos -yo no, todavía no conocía eso- le daban una libretita a la gente donde él apuntaba las cosas que le iban dando, -yo tenía una- entonces dice que llegó a la casa y la señora de la tienda apuntaba con una libra de frijol, una libra de arroz y esas cosas; y llega a la casa y el papá le preguntó y le dijo “la libreta ¿donde está?” y comenzó a buscarse por todo el lado, y le dijo “no la tengo”, el papá le dice “¿como que no la tiene?”, el pastor le responde “pues no la tengo”, el papá “la perdiste” dice que lo regaño y dice que le dio tanto en el trasero que cuando se quería sobar el trasero ahí tenía la libreta, y se saca la libreta y le dice “aquí está”, “ay, mi amor, perdóname” imagínese usted después de la gran regañada ¿verdad? que difícil es llamar a un hijo y cuando el hijo es mayor es más difícil todavía decir “lo siento”, cuesta más pedir disculpas por una situación así.
Pero mira, los chismes cesarían, hermanos, si es y si no es porque hay personas que les encanta andar coleccionando basura, yo me sorprendo, me sorprendo algunas veces de cómo personas se dan cuenta de cosas que yo no sé de la Iglesia. “Mire, ¿sabe usted que no sé que no sé cuánto?” no, “mire, que ¿ya sabe usted que Fulano? no, “y mire usted no…” no, “y usted que es pastor” y que eso “cabal, pastor, -le dije- no el colector de basura” El chisme está ahí porque hay gente que le gusta escuchar esas cosas, no hay que andar divulgando chismes, elimínalos en silencio, el chisme muere pronto si no se repite.
La lengua es peligrosa, con la lengua condenamos a la gente, por eso dice la Escritura “hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación” (Santiago 3:1) porque condenamos a la gente “Fulano es así”, “Mengano es así”, “esa mujer es así”, “aquel hombre es allí” cuidado con esas cosas Iglesia, con la lengua juzgamos cuando no tenemos derecho de juzgar a nadie porque todos cogíamos de alguna pata, mi hermano, no mires la paja que esté en el ojo de tu hermano y no ves la gran viga que está en el ojo tuyo.
No tenemos moral para juzgar a otra persona, no tenemos porque este padece de algunas cosas pero yo padezco de otra, estamos en el mismo barco, con la lengua mentimos. Proverbio 6:17 dice: “los ojos altivos, la lengua mentirosa…” y déjeme decirle algo, hermano, yo he conocido personas en mi vida que son precisamente una máquina de hacer mentiras, una mentira, otra mentira, otra mentira, otra mentira.
Dicen que un niño tenía un perro y de maldad afeito el perro menos la cabeza y la cola, pero era un niño mentiroso y cuándo había afeitado al perro, el niño salió corriendo diciendo “hay un león en el patio, hay un león en el patio”, pero el tío había visto lo que había pasado entonces lo mandó a llamar y le dijo “tú estás castigado, te vas a tu cuarto y le pides perdón a Dios por lo que has hecho, y regresas del cuarto hasta que haya recibido el perdón de Dios” dice que a la media hora regresó el niño donde el tío y le dijo “¿tú crees que ya te perdonó Dios” y le dijo “sí tío, me perdonó, es más -le dijo- también me habló”, “¿Dios te habló?” le pregunta el tío, “sí” le dijo el niño, y el tío le dice “¿y que te dijo”, le responde el niño “que él también pensaba que parecía león”. Porque una mentira te lleva a hacer otra mentira, y les digo, hay personas que dicen tantas mentiras que hay que tener una fe que mueve montañas para creer sus mentiras, de nuevo, hay mentiras a veces tan ridículas y esto es un gran pecado.
By the way (por cierto), no hay mentiras blancas que conste, todas las mentiras ofenden a Dios, toda lengua. Con la lengua levantamos falso testimonio, cuando la Biblia dice: “no hablarás contra tu prójimo falso testimonio” ¿por qué está diciendo usted lo que está diciendo si usted no sabe? y nosotros los latinos, hermanos, no, es que ahí andan diciendo; no, es que ahí dicen y usted no sea metido. No ande repitiendo las cosas que usted…
¿sabe una cosa usted? ¿Sabe que un porcentaje elevado del pueblo evangélico dice mentiras acerca de la Biblia porque lo escucharon decir a otra persona y no lo fueron a corroborar? Y no solamente a nivel de los católicos, los evangélicos también, cuanto creyentes no dice por ahí “la Biblia dice ayudate que te ayudaré” porque dices eso si la Biblia no dice eso, pero usted se lo escuchó a alguien, como parece periquito, va y lo repite, cuando la Escritura no dice esas cosas, entonces estamos bien dados a repetir esas cosas que la Escritura no enseña. Con la lengua inventamos cosas; ofendemos, esta es una de las cosas más terribles, más difíciles que hay, porque ofendemos, dañamos, especialmente la manera, como un padre, como una madre insensible le puede hablar a su hijo o le habla a su hija.
Algunas personas dicen que es cuestión de educación, yo pienso que no, no es cuestión de educación porque yo he conocido personas que nunca fueron a la escuela que son mucho más educadas que personas que sí fueron a la escuela.
Pero he escuchado a madres decirles cosas terribles a sus hijas, tratarlas hasta de prostitutas a sus hijas, dígame si la persona de mayor valor en la vida, -que es su papá, que es su mamá- lo trata a usted de esa manera ¿en quién va a confiar en este mundo?, ¿en quién va a confiar? Con la lengua, hay cosas que nosotros guardamos con el correr de los años, correr de las generaciones que salieron de la lengua de una persona, nos dijo algo y nos marcó, tal vez ya no nos afecta de la manera como nos afectó en el momento que nos lo dijeron, pero de que se olvida, no se olvidó.
Yo me acuerdo de cosas cuando tenía 5 o 6 añitos, cosas que me dijeron y a mí no se me olvida, no me afectan por la gracia del Señor, porque las personas que me las dijeron me llevo bien con ellas, pero de qué afecta, afecta. ¿Por qué? porque somos seres emocionales, porque un niño no está preparado para un maltrato o un abuso verbal de esa manera, esa es la edad cuando el niño necesita palabras de afirmación de sus padres, de aquel papá que te dice “para eso nosotros nos quemamos el lomo, para que usted salga adelante”, “usted hijo y usted hija, usted va a hacer esto”, “yo me voy a esforzar y usted va a salir adelante”, “usted es una persona hija de Dios” no matter what (no importa que) no importa si hemos cometido errores en la vida porque errores cometemos todos, si tenemos a Dios de nuestro lado, hermano, podemos lograr todas las cosas.
Es importante entender que la vida ofrece elecciones, la persona más boba de este mundo son aquellas personas que atraviesan por una experiencia y no le saca ningún provecho, ninguna lección a esa experiencia.
Cuidado con nuestra lengua, con la lengua destruimos, con la lengua criticamos, creamos enemistades, porque dicen que andan diciendo que dijiste, que esto, que lo otro. Tengan cuidado con este tipo de situaciones, Pervertimos la verdad con la lengua. Alguien escribió “Soy más mortal que la bomba atómica, puedo destruir hogares, romper corazones, destrozar vidas, viajo más veloz que el viento y ninguna inocencia es lo suficientemente fuerte como para intimidarme, ni ninguna pureza lo suficientemente firme como para detenerme, no tengo ningún respeto por la verdad, ni por la justicia; ni tengo ninguna misericordia para con el indefenso, mis víctimas son más numerosas que las arenas del mar y las arenas del desierto nunca olvido, y muy rara vez perdono, mi nombre es el chisme” y lo hacemos con nuestros labios, hay personas que simple y sencillamente dice “ah no, a mí no me gusta pero me entretiene”.
Quiero decirle algo y escuché bien esto, por favor piense lo que le voy a decir en este instante, porque a mi me dio tristeza hace unos días hablando con un esposo y le dije “hermano, ¿por qué no viene tu esposa a la Iglesia?”, y me dijo “pastor, porque mi esposa plática mucho con Fulana de tal. Y Fulana de tal le cuenta tantos chismes de la Iglesia que ahora mi esposa está desanimada y no quiere venir a la Iglesia” ese pecado lo va a llevar a usted, ese pecado lo va a llevar usted, porque por culpa suya esa persona ahora no quiere saber nada del evangelio ¿sabe por qué? por su lengua, porque hay personas que no vienen a edificarse, vienen a buscar el chisme, y eso es lo que estoy hablando, esto es delicado en todas las Iglesias, hermanos, esto es delicado a todo nivel, esto es complicado.
Proverbios 17:20 dice: “El perverso de corazón nunca hallará el bien, y el que revuelve con su lengua caerá en el mal”, “el que revuelve con su lengua…”, “¿ya te diste cuenta?”, “mira lo que andan diciendo”, “anda decile tal cosa”, “no, fíjate que dice aquí”, “fíjate que el otro dijo aquí”, no sea metido, hermano, esta tarde voy hablar de pecados ajenos.
Alguien me decía hace unos días, yo no sé cómo es que este fulano de tal sabe todo lo que está pasando, ni yo sé, no sé cómo ¿sabe el porqué? porque Proverbios 20:19 lo dice claramente, “el que anda en chismes descubre el secreto…” Hay personas que nunca le han hablado por teléfono a un hermano, pero como saben que está metido dentro de una situación, le hablan por teléfono diciendo “mira, ¿qué onda vos? andan diciendo que vos tal cosa” lo que anda queriendo es descubrir qué onda descubrir.
La influencia de las palabras, si yo voy a ir a visitar a una pareja pero voy con algo en mente, voy con esa idea de decirles “miren, hermanos, en la iglesia esto, esto y lo otro. Hay que tener cuidado con tal cosa” eso es pecado porque usted con el vacío alevosía premeditación cohecho (30:00) usted ya está yendo a la casa de alguien para ir y poner en mal al cuerpo de Cristo, no se meta con la Iglesia, Cristo pagó su sangre por la Iglesia, hermano, respete el cuerpo del Señor, no se meta donde no lo han llamado. Y si hay cosas que usted cree que necesitan de atención espiritual; yo le recomiendo una cosa, póngase de rodillas y clama al Señor por la Iglesia, eso es lo que usted puede hacer, pero no agarre a la Iglesia como si fuera su chacha, no agarre la Iglesia como si fuera cualquier cosa, por favor, respete esta situación.
El triple filtro, que algunos se lo acreditan a Sócrates, de este amigo que se acercó a él para decirle “quiero decirte algo acerca de un amigo tuyo” y él mencionó estos tres filtros: el primero es el filtro de la verdad, lo que me vas a decir es verdad, te consta que es verdad, si no te consta que es verdad para qué lo vas a decir; el segundo filtro es el filtro de la bondad, lo que me vas a decir de esta persona es algo bueno o es algo malo, no, nadie habla cosas buenas al respecto; y el tercer filtro es el filtro de la utilidad, lo que me vas a decir en que me va ayudar en algo a mí, y si no porque me lo vas a decir.
Hermano, hagamos nuestro el evangelio de Cristo, tenga mucho cuidado cada vez que usted abre su boca, cuando siente esa picazón de la lengua de llamarle a Fulano, a Zultano, a Mengana, a Perencejo para contarle qué es lo que está pasando, tenga cuidado, hombre. No arrastre el evangelio de Cristo, le repito, me da profunda tristeza cuando gente, porque hermanos te digo, hay gente allá afuera, hay gente inconversa allá afuera que saben muchas cosas que pasan no solo en esta Iglesia sino en todas las Iglesias por chismosos, por gente que le pica la lengua de andar hablando cosas, manifieste su espiritualidad, hombre.
Porque la Biblia dice que con la medida con que usted me hace, así va a ser medido, todo lo que usted ha dicho de otras personas, prepárese, hermanos, prepárese porque un día se lo van a cocinar a usted, por esas cosas. 1 Pedro 3:10 claramente dice “Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, -¿qué es lo que debe de hacer?- refrene su lengua…” refrene su lengua, “el que quiere amar la vida y ver días buenos…” no se meta en líos, hombre, no se meta en líos.
“Mira, a mí no me consta”, “mire, yo no sé”, “no me interesa”, “disculpe”,” mire usted tiene ahí uno de los…” Hay personas que han venido aquí “hay un miembro de esta Iglesia que no sé qué ocho cuartos, que aquí, que allá, que esto, que lo otro, que…” y un montón de cuestiones que dicen, tenga cuidado con su lengua, tenga cuidado si queremos ver días buenos.
Santiago 1:26, terminamos con esto, dice: “Si alguno se cree religioso entre vosotros…” vaya, escucha esto, porque usted va a la calle, usted dice que es cristiano, y usted se cree que es creyente pero usted “… no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.” su religión no sirve, hombre, está diciendo que no sirve. Su religión no sirve, su fe no sirve ¿por qué? porque usted no ha aprendido a refrenar su lengua.
“Ese hermano es un gran hipócrita” y usted ¿qué es? Por eso le digo a la gente cuando me dice “es que mucho hipócrita en la Iglesia” venga que nos hace falta uno, le digo. Debemos tener ese sumo cuidado, ser prudente; hermanos, algunas veces es mejor perder una batalla que entrar en una discusión.
La madre mía acaba de estar con nosotros, estuvo tres meses con nosotros, diferimos en mucho con mi querida madre, pero nomas cumplió el día que se fue 77 años, con el respeto que merecen la tercera, la cuarta y la quinta edad; es una bobería ponerse a pelear con una señora de esa edad “Es que son…” dígame, a ver. Mi mamá 77, mi suegra 80 cumple hoy en diciembre, y yo llego y están discutiendo acerca de un tema, yo entro y me preguntan a mí “¿y usted qué piensa acerca de esto?”, yo respondo “no, fíjese que yo no tengo mucho conocimiento de esas cosas, con permiso” No sea bobo, hombre,
O dígame otra cosa ¿cuántas veces le ha ganado una discusión a su mujer? No seas bobo, hombre, entonces seamos sabios, usemos prudencia. Otra cosa más, hay personas que son necias y por más que usted les quiera dar todas las explicaciones del mundo, jamás lo van a entender. Le voy a dar un consejito duro, feo, áspero, pero se lo voy a dar, no le tire las perlas a los cerdos, hombre, no gaste pólvora en sopes.
Yo cuando voy a aconsejar a alguien digo “si usted tiene la disposición de hacer cambios en su vida, cuente con mi ayuda. Sentémonos, platiquemos, mi tiempo es suyo” pero si los primeros 15 minutos “no, porque yo, porque no sé qué, porque no sé cuándo, porque yo, porque aquí, porque allá” lo escucho 15 minutos y no lo quiero volver a ver, y le voy a decir una cosa, ni cuenta se va a dar porque lo voy a tratar con la más alta amabilidad, con el cariño que usted merece, con la dignidad y el respeto que usted merece, pero esos 15 minutos son más que suficiente para darme cuenta que usted no está ahí porque usted quiere hacer un cambio en su vida; el del problema no soy yo, el problema es usted. Porque hay gente que viene me dice “pastor, quiero que me ayude” y no me dejan hablar, media hora y después de media hora “pastor, gracias me ha servido mucho sus palabras” dije yo “whatever (lo que sea)”
Seamos sabios, hermanos, este problema de la lengua, a partir de este momento yo no le voy a decir que se le haga chicharrón porque ya se lo hubiera comido usted mismo, pero a partir de este instante seamos un poquito más conscientes, por favor, seamos conscientes todos, yo no soy ningún… yo he pecado eso todos mis días y me arrepiento, y han habido veces que el Señor me ha puesto en el corazón y me dijo “esto que dijiste de tal persona no estuvo bien” y yo “ay, que regada” y me recriminó a mí mismo y digo “eso no estuvo bien”, “ese comentario no está bien”, “no debí haber dicho esto” No trate de poner nunca a nadie por el piso, hermano, mucho menos, a mí me molesta cuando se habla del negro de alguien, para que mi negro se vea gris, ese protagonismo de querer nosotros ser mejores que otras personas ¿con qué propósito? dígame usted ¿con qué propósito? que Dios nos dé sabiduría y nos ayude a controlar la lengua, vamos a orar.
Padre, tu palabra misma nos enseña, Señor, qué es tan difícil controlar la lengua, que aún los grandes caballos pueden obedecer cuando tienen freno en su boca, que aún las grandes naves se pueden controlar con un pequeño timón pero qué tanto cuesta, Señor, controlar nuestra lengua. Pedimos que nos ayudes a someternos al Espíritu de Dios porque si nos sometemos constantemente al Espíritu Santo, seremos llenos del Espíritu y si somos llenos del Espíritu, tendremos amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; y eso nos va a ser más conscientes antes de hablar mal de nuestro prójimo.
Padre querido, te pedimos perdón por todas las ofensas que hemos hecho con nuestros labios, con nuestra lengua, perdón, Señor, perdón por cada una de nuestras palabras fatuas que han salido de nuestros labios. Oramos por aquellas palabras que hemos dicho que han desanimado a otros para que sigan en el evangelio, te pedimos perdón por cosas que hemos comentado que no debimos haber comentado jamás, porque creemos que tú eres un Dios justo, porque creemos que si las cosas fueron hechas equivocadamente, tú vas a actuar, Señor, pero no somos jueces nosotros para hablar sandeces y para hablar cosas deshonestas, ayúdanos, danos ese espíritu de sabiduría y de prudencia.
Mientras todos oramos en esta tarde, déjeme decirle que la vida de una persona puede cambiar cuando le entregamos la vida Cristo, la vida de un individuo se transforma cuando usted deposita su confianza en Dios, cuando usted recibe a Cristo en el corazón y nace de nuevo, como dice la Biblia “todo aquel que nace de nuevo, verá el reino de los cielos” Si usted nunca antes ha recibido a Cristo, pero quisiera hacerlo en este momento, esta invitación es para usted ¿qué significa recibir a Cristo? nosotros le vamos a ayudar para que usted haga una oración donde le pide a Dios el perdón de sus pecados, entre usted y Dios nada más, y le pide al Señor que venga a su vida.
Cuando le pedimos a Cristo que venga a nuestra vida, nacemos de nuevo de acuerdo a la palabra del Señor; y cuando una persona nace de nuevo, cosas maravillosas van a pasar en tu vida, dice la Palabra que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” venga a los pies de Jesús, póngase de pie, levante su mano, hay consejeros que están alrededor, que están ahí para ayudarle, venga a los pies de Jesús, entreguele su vida a Cristo.
Ahí donde está, si usted nunca ha recibido al Señor pero quiere hacerlo ahora, levante su mano, déjanos orar por usted, Dios le ama, tiene un plan maravilloso para su vida, hay consejeros que están ahí cerca para ayudarle a tomar esta decisión, esto es algo entre Dios y usted, los ojos de Dios están sobre los justos en este instante, venga a los pies de Jesús, entreguele su corazón a Cristo, recibalo como el Señor de su vida.
Usted que no mira por internet, usted también puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale: “Señor, en este día te pido perdón por mis pecados, me arrepiento de mis faltas. Señor, te invito a venir a mi corazón y a mi vida, gracias por lo que hiciste en la cruz, gracias por derramar tu sangre preciosa en el calvario” si usted hizo esta oración, queremos animarle a crecer en el conocimiento de Jesús y de su bendita palabra.
Gracias Señor por tu palabra, despidenos con tu paz y bendición, en el nombre de Jesús, amén. Que la paz de Cristo le acompañe Iglesia, a las seis de la tarde estamos de regreso, palabra del Señor y esgrima bíblica, bendiciones para todos.