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TRANSCRIPCIÓN

Estamos a unos días de terminar el año 2022, solo unos pocos días, si Dios nos da vida, de poder decir: Llegamos al año 2023.  

Abran su Biblia, por favor, mis hermanos en Josué 1: 1-2 (RV-60) dice la palabra del Señor: 1Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.

Amado Padre le damos gracias por poder estar, Señor, en tu casa. Por poder venir a alabarte, exaltar tu santo nombre. Señor gracias por este privilegio de poder reunirnos libremente. Gracias Señor por mis amigos, mis hermanos, que han venido en esta tarde a buscar de ti. Prepara los corazones, prepara sus oídos; a los que están en casita también Señor. Que esta palabra pueda llegar a sus vidas, y al que más lo necesite, atesorarla. En Cristo Jesús Amén y amén.

Dios le dice a Josué: mi siervo Moisés ha muerto, ahora pues, Levántate y pasa. Josué estaba por iniciar una transición cuando recibe estas palabras de parte de Dios. Josué estaba por recibir aquello que habían esperado por cuarenta largos años en el desierto. Aquella promesa que Dios le había dado a Abraham de tener la tierra prometida. Aquello con lo cual salieron en su corazón, en su mente, desde el día que se fueron de la tierra de los egipcios, estuvieron en el desierto, y llegó el día donde Dios le dice: “Prepárense.” 

Así nos encontramos todos en esta mañana, estamos por iniciarla en unos días, cuando lleguemos al año 2023. Nos preguntamos ¿Qué nos preparará Dios en este próximo año? ¿Qué cosas buenas llegarán? ¿Qué cosas malas nos sorprenderán? 

Cuando vamos a migrar a este país, Canadá, y comenzamos el trámite desde nuestro país ¿no sé cuánto se recuerdan? Usted quizás soñaba en ¿cómo sería vivir en Canadá? Cuando uno está haciendo los trámites, uno todavía lo mira lejos, lo ve distante; nos parece lejano que un día íbamos a venir a este país. Y cuando ya le dicen: “Mire usted ha sido aprobado para ir a Canadá.” Cuando usted va a tomar el avión; usted todavía viene pensando: ¿Y cómo será esa transición de dejar mi tierra e ir a un país que no conozco? Hasta que llega y se da cuenta de lo que es Canadá. 

Otro ejemplo, muy claro, es que nos damos cuenta que el cáncer está invadiendo a muchos, que es una de las enfermedades del siglo XXI, sabemos que el cáncer está ahí; pero es diferente cuando tu médico de familia te dice: que en los últimos chequeos que te hizo, cree que hay células cancerígenas. Da miedo, hermanos.  

Tarde o temprano vamos a atravesar transiciones, cambios, la pregunta es iglesia: ¿Cómo un cristiano debe de atravesar por estos temores, por estos cambios?

Dios le dijo a Josué: “Levántate y pasa”. Ese es el tema de esta tarde. ¿Por qué Dios le dijo eso? ¿Será que estaba acostado Josué? ¿Será que estaba comiendo? ¿Josué estaba haciendo algo? Deuteronomio 34:8 (RV-60): Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés.  ¿Sabe usted que para el pueblo judío de la época, según la historia, los días de luto eran de siete a ocho días? Si era una persona normal. Si era una persona que tenía un cargo jerárquico grande, alto; en ese caso se llegaba a hacerle luto hasta treinta días. Había mujeres que pasaban llorando los treinta días, porque era parte de la tradición. Yo estuve buscando en los diferentes comentarios bíblicos y no encontré nada al respecto, yo supongo que el pueblo había estado esos 30 días llorando, lamentando la muerte de su líder. Entonces Dios aparece y le dice a Josué: “Levántate y pasa.”

Este año, quizás usted perdió un ser querido, perdió a un amigo; quizás terminó una relación amorosa y le ha estado haciendo luto. ¿Lleva en ese proceso varios meses? Yo quiero decirle algo hermano, ya es tiempo de que se levante y que siga con su vida. No puede seguir perdiéndose todo lo que Dios tiene para usted. Es tiempo de levantarse y pasar, no podemos estancarnos. Hermanos, cualquier cosa que haya pasado este año, negativas o positivas; no pierda la confianza en Dios, debemos seguir adelante. 

Cuando nos estancamos, es muy probable que llegue el temor. Hay varios teólogos que dicen que el temor se agregó cuando llegó el pecado. Vemos a Adán y a Eva que caminaban en el jardín del Edén, cerca de leones, tigres; no había temor de que esos animales los devoraran. Es por eso que muchos teólogos creen que el temor es resultado del pecado, porque antes no existía el temor.

¿Quién no ha tenido temor acá en más de una ocasión? ¿Cuántos hemos tenido temor? ¿Sabe qué? Mientras estemos en este mundo, muchos vamos a tener temor; sobre todo cuando nos toca cerrar ciclos, cuando nos toca llegar a ese cambio, a esa transición; viene el temor, viene la duda y comienza a gobernarnos. ¿Será que Josué al ver lo que tenía que conquistar tuvo temor? ¿Será que Josué tuvo temor de liderar al pueblo de Israel en el momento que recibió las palabras de Dios?

Números 14: 6-9 (RV-60) dice: 6Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. 8Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. 9Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. 

Isaías 41: 10 (NTV) No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa. Cualquiera que sea el ciclo que haya que cerrar y comenzar uno nuevo; iglesia no tenga miedo. Porque el Dios de Josué, el que le ayudó a conquistar la tierra, es el Dios que estamos adorando en esta tarde. Iglesia no le tenga miedo a lo que pueda venir, no tenga miedo. ¡Qué bueno saber que el Señor no nos abandona! ¿Verdad iglesia? El Señor nos acompaña donde vayamos, donde estemos. Lo que esté pasando a nuestro alrededor el Señor está con nosotros. Si tenemos que ir a una sala de quirófano, el Señor está con nosotros en medio de esos doctores. Si nos toca atravesar problemas legales, el Señor está con nosotros iglesia. El Señor no nos abandona y Josué tenía bien claro eso. ¿Lo tiene claro usted? 

Josué había visto la mano del Dios vivo, al “Yo soy” mandando cada una de las plagas al pueblo de los egipcios, cada una de ellas iba directo a un dios de los egipcios. Josué vivió el paso de los 40 años en el desierto, vio como Dios mandó el maná, él vio como Dios mandó la carne (a las aves), él vio como el Señor no permitió que su vestiduras, sus sandalias se desgastaran. Josué sabía quién los acompañaba. Y si Nosotros sabemos quién nos acompaña, no debemos tener temor.

¿Cuál fue la primera alabanza que cantó adoración ahorita? Él es el poderoso de Israel, ¿y sabe qué? También de nosotros, también del Redentor, también de mi casa; porque Él es el que me ha sostenido todo el año 2022, te ha sostenido a ti y nos seguirá sosteniendo iglesia. ¡Alabado sea el nombre del Señor! Si Él ha estado con nosotros este año, también lo va a estar el otro, y con los que le siguen; porque Él prometió estar con nosotros hasta que venga por su iglesia.

No tener temor será posible si nos aferramos más a Dios. Hay otra palabra que es sinónimo de la palabra aferrarse que es agarrarse. Los que están en familia le voy a dar permiso échele el abrazo, échele el brazo, no lo suelte. No separarse, no tomar distancia; no podemos darnos ese lujo.  

Salmos 63: 8 (RV-60): Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido. 

Salmos 63: 8 (NVI): Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene.

Salmos 63: 8 (TL Actual): A ti me entrego por completo. 

¿Usted quiere ser una persona que no sienta temor? Aférrese a Dios. Entréguese por completo, no a medias. Cuando uno tiene una relación sentimental, uno no espera que su pareja se entregue solo el 10%.  Dele al Señor todo lo que Él pide; no le estoy hablando de ofrendas, le estoy hablando de su relación con Él. Hermano, ¿cuántas veces usted me ha escuchado decirle: eche raíz, no se mueva de la iglesia, hágala suya? Si usted ha venido a esta iglesia es porque Dios lo ha traído y lo quiere bendecir; sino Dios te hubiera llevado a otra iglesia. Dios te ha traído a este lugar para que crezcas espiritualmente a través de su palabra.  

El salmista dice: Salmos 63: 8 (NVI), Mi alma se aferra a ti, tu mano derecha me sostiene. ¡Ay qué precioso! La única garantía que usted tiene para que las cosas le salgan bien, es Cristo; usted quiere que su proyecto de vida salga bien: Aférrese a Dios, no piense que le irá bien separado de Dios, debemos tener propósitos para el otro año, seguir agarrados del Señor y no soltarnos.

Les cuento que hay un árbol que se llama: “el árbol de los pastores”. Es curioso que este bendito árbol, africano, es el de las raíces más profundas del mundo, miden alrededor 68 metros. ¿Se imaginan el trabajo que dará derribar esos árboles? Un cristiano que tiene raíces profundas, no será fácil al diablo llevarlo fuera de la iglesia. Un cristiano que busca del Señor todos los días, no tan fácil el diablo lo va a sacar de los caminos de Dios; por eso es importante que echemos raíces. 

Juan 15:5 (RV-60): Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Yo no sé si usted quiere llevar ese sello de bendición de parte de Dios, en todo lo que usted emprenda. Que gozo sentimos cuando vemos hermanos que llegan a este país y agarran oportunidades, jóvenes preparándose en la universidad. ¡Qué gozo ver que el Señor está respaldando a su pueblo! La mejor cosa dentro de todos los planes podamos tener, es el sello de la bendición de Dios. ¿Y cómo puedo saber qué es eso? Simple, cuando usted permanece en la casa del Señor y vive para Dios, todo lo que usted haga viene de parte del Señor. Porque separado de Él nada podemos hacer. 

¿Quién sabe qué sucederá el 2023? Levante la mano el hermano que sepa. Fuimos a un servicio fúnebre de una señorita de 17 años, ella y su mamá hacía dos meses que llegaron a Canadá. ¿Usted cree que ellos sabían lo que les esperaba acá en Canadá? Dice la palabra en Santiago 4: 13-14 (RV-60): 13¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y testificaremos, y ganaremos; 14cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se esparce por un poco de tiempo, y luego se desvanece. El único que sabe qué va a pasar mañana, más tarde, el otro año, solamente Dios. Solamente Él sabe si usted va a lograr sus trámites legales. Él sabe si usted va a obtener esa casita por la cual usted está trabajando, Él sabe y lo sabe todo iglesia. Por eso es que este año nosotros debemos de aferrarnos más a Dios, porque es nuestra mejor garantía.

Cuando el temor se va, es porque estamos aferrados a Dios, y es ahí cuando entendemos que toda nuestra ayuda viene de Dios. Josué lo sabía, él había visto la mano de Dios obrar, él había creído. Cuando Dios envió los doce espías a reconocer la tierra, solo él (Josué) y otro dijeron esa tierra la conquistamos. Fue tanta la negatividad de los demás, que dice la palabra que pensaron en apedrear a Josué. Aléjese de esa persona negativa que le dice que no podrá, porque hay algo que a la gente negativa se le olvida, y es que nosotros no caminamos solos. Nosotros caminamos con aquel que abrió el Mar Rojo y te puede abrir a ti, las oportunidades de tu vida. 

Nuestra ayuda viene de Dios. Salmos 46: 1-3 (RV-60) dice: 1Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 2Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; 3Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. En la enfermedad, Dios es nuestro sanador. En la necesidad, Dios en nuestro proveedor. En la angustia, Dios es nuestra fortaleza. En el dolor, Dios es nuestro consuelo. En la depresión y en la ansiedad, Él es nuestra paz. 

Salmos 34: 18 (RV-60) Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. Yo no sé cómo está usted en esta tarde, porque rostros vemos pero corazones no sabemos. Yo no sé si usted anda con una gran carga en este momento, pero aquellas cargas que tiene usted (problemas, angustias, ansiedades) dice el Señor: que Jehová está cerca de los quebrantados de corazón. Ay pastor, pero es que yo estuve atravesando “este momento” y nadie de la iglesia me llamó, yo sentí que ni Dios me contestó. Cercano está Jehová, dice la Biblia. 

Perdonen que ponga este ejemplo, cuando nos dijeron, hace tres años, que habría que operar a mi hija del corazón. Yo recuerdo que pusimos este motivo para que la congregación estuviese orando. Nos habían dicho los médicos que era un problema muy serio. Pasaron los años, y cuando llamaron a mi esposa por octubre, ya fue para decir el día de la operación. Cercano está Jehová. A mí no se me apareció en ángel Gabriel, pero si hubo gente bien linda que mandó textos, que llamó, que estuvo orando, que estuvo pendiente y uno sabe que es Dios mandando esa palabra a través de los hermanos. La operación duró más de lo que los médicos dijeron, pero Dios se glorifica, hasta con los que menos usted espera. Me llama alguien de la iglesia y yo dije: Señor Gracias por recordarme que estás ahí.  Siempre que sienta deseo de llamar a alguien, llámelo, escriba un texto; usted no sabe si esa persona está necesitando de la palabra de Dios. Si Dios te lo ha puesto en el corazón es porque Dios te quiere utilizar para llevar esa palabra de paz y de aliento. Es muy rico ser el instrumento de Dios.

Josué sabía que Dios estaba con ellos, por eso fue elegido como el líder para llevar el ejército y conquistar la tierra prometida. Si usted quiere tener la bendición de Dios, tiene que aferrarse a Dios.

Hay una ilustración que se llama La Piedra, dice que el distraído un día tropezó con ella. El violento la utilizó como proyectil. El emprendedor construyó con ella. El campesino, cansado, la usó como asiento. Para los niños fue un juguete. David la usó como arma para enfrentarse a Goliat. Miguel Ángel, el artista, le sacó la más bella escultura. En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra; sino en la persona. No existe piedra o problema en el camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento. Los problemas, las angustias, lo que haya pasado usted, que sirva para recordarle que el Señor, el Dios Todopoderoso que nos cuidó en este año; es el mismo que nos va a cuidar el próximo año.

¡Gloria a Dios por su nombre! Vamos a orar.

Amado Padre que estás en los cielos señor gracias, gracias Señor por recordarnos que tú estás ahí. Señor este es el tiempo de levantarnos y pasar, ya no es tiempo de estar lamentándonos de lo que fue o de lo que pudo haber sido. Preocúpese para el otro año, esfuércese. Dice la palabra en José 1:6 (RV-60): Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo por heredad, la tierra la cual juré a sus padres, gracias Señor. Padre queremos pedirte que seas tú Señor, siempre el que vaya delante de nosotros, sin ti no podemos hacer nada. Este año que se nos avecina Señor no sabemos qué sorpresa nos prepara, pero de algo sí estamos seguros; que si tú vas abriendo camino somos imparables contigo Señor, porque contigo todo es posible. Amado Padre ayuda a aquellos que necesitan Levantarse y pasar. Que tu Espíritu Santo toque los corazones de aquellos que necesitan dejar el pasado como cosa vieja y esforzarse por aferrarse más a ti. 

Si usted está acá con nosotros y no le ha entregado su vida a Jesús, este es el día para que usted le entregue su vida. Mis hermanos diáconos están caminando por los pasillos para orar con usted y por usted. ¡Entréguele su vida a Jesús! No se vaya igual que como vino. ¿Cómo quiere comenzar el año usted solo o con la ayuda de Dios? Si usted no le ha entregado su vida a Jesús, ahí donde está repita conmigo esta oración: Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Señor me arrepiento y gracias doy a Dios por enviar a Jesús a morir en mi lugar. 

Si usted hizo esta oración conmigo yo le invito a que busque una iglesia para que usted pueda seguir creciendo en el conocimiento de la palabra. Si usted vive acá en Vancouver, Canadá, sería un privilegio que nos pueda acompañar y crecer con nosotros. Amado padre no permitas que este consejo Señor, que esta orden, se vaya de nuestras vidas. Que lo podamos tener latente el resto de nuestra vida. En el nombre poderoso de Jesús, amén y amén.

¡Que Dios les bendiga iglesia!