Solo Dios II
Febrero 25, 2024 – 1:30PM | Isaías 45:5-7 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
El mensaje de esta tarde hermanos, es la segunda parte del mensaje de la semana pasada, se llama Solo Dios II, cosas que solamente Dios puede hacer por usted.
Isaías 45: 5-7 (RV-60): 5Yo Jehová, y ninguno más hay: no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste; 6para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, 7que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto. ¿Qué le parece? Es que, fuera de Dios no hay Dios.
Sabemos que para Dios todas las cosas son posibles. Que Dios posee atributos que son exclusivos de Él, como decíamos la semana pasada, solo Dios puede estar en todas partes al mismo tiempo, solo Dios conoce todas las cosas, solo Dios es todopoderoso. Mencionamos también que Dios, en su grande misericordia, nos ha dado la habilidad, los talentos, capacidades, dones, para hacer muchas cosas. Nos ha dado intelecto, nos ha dado sentimiento, nos ha dado voluntad, Dios ha hecho al hombre inteligente, lo ha hecho pensante, creativo, con la capacidad de ciencia, de superación. Hablamos de los avances en el mundo de la medicina, la tecnología digital, astronomía, avances en el mundo de la computación, la economía, la psicología. Todos esos avances tratan de darle respuesta al hombre; pero, sin embargo, hay cosas que nadie, absolutamente nadie, puede hacer por usted y por mí, sino Solo Dios.
Hablamos de cinco cosas que Solo Dios puede hacer por nosotros:
- Solo Dios puede transformar vidas. Lo hace con una nueva creación.
- Solo Dios puede hacer milagros. Vimos una lista de personas que recibieron un milagro y puede hacer un milagro en su vida.
- Solo Dios puede abrir el corazón. Personas que pueden escuchar el evangelio, venir a la iglesia, y no suceder nada en la vida de ellos, porque no hay necesidad espiritual en la vida de ellos.
- Solo Dios puede dar paz en medio de las tormentas de la vida.
- Solo Dios nos puede salvar.
- Solo Dios puede convencer a una persona que es pecador.
Juan 16: 8 (RV-60): 8Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, y de justicia y de juicio. Solo Dios puede convencer a una persona de su pecado, nadie más.
Solo Dios puede hablar al corazón de una persona, de tal manera que se arrepienta, Solo Dios.
Hay mucha gente hoy en día, amados míos, que dicen: “Es que eso no es malo. Yo no crea que sea así tan malo, si todo el mundo lo hace. A mí no me parece que eso sea malo”. ¿Qué quiere decir todo eso? Quiere decir que son personas que no han recibido convicción, del Espíritu Santo, de arrepentimiento. Porque el único que puede convencer es Dios, el único.
Ningún predicador por muy elocuente que sea, por muy carismático que sea, por muy popular que sea, puede convencer a nadie, el único que convence es el Espíritu Santo de Dios. El día que usted se sentó en esa silla y escuchó el mensaje bendito y eterno de la palabra del Señor, quien estuvo trabajando en su corazón fue el Santo Espíritu de Dios porque es el único que convence. Yo podría hacer todos los malabares que usted quiera, yo no lo puedo convencer a usted, porque el único que convence es el Espíritu Santo de Dios.
Billy Graham, el más grande de los predicadores que ha existido (se habla de millones de gente que recibieron al Señor), no convenció a nadie, él se dejó usar por Dios; el que convence es el Espíritu Santo. Cuando venga el Espíritu, le va a convencer a usted. La razón por la que ha habido una transformación, por la que hay un cambio, en la vida de la persona es: porque el Espíritu Santo de Dios ha hecho la obra.
Hace unos días el pastor Junior estaba hablando acerca de aquellas personas que andan cambiando de iglesia, no es porque andan buscando a Dios, es porque andan huyendo de Él. Si usted tiene en su iglesia lo que su alma necesita, ¿Qué necesidad hay de cambiarse a otra? ¿O lo que anda buscando es un lugar donde se sienta bien usted? ¿O lo que anda buscando es un lugar donde no lo van a confrontar con el mal? Si usted escucha la palabra bendita del Señor, y el Espíritu le dice: “Oye -Juan- no está bien esa manera de vivir. Resuelve los problemas de tu vida, pon orden a tu vida sentimental, o a tu vida espiritual”. La gente no quiere escuchar esas cosas. Solamente el Espíritu de Dios puede traer un avivamiento de conversión a una ciudad. Como sucedió en Nínive. No fue el poder de Jonás, si Jonás estaba enojado con Dios. Fue el poder de Dios.
Bendito sea el Señor que el día que se nos predicó el evangelio glorioso de Jesús, fue el Espíritu Santo el que trabajó en nuestro corazón, fue el Espíritu de Dios el que nos dijo: “Oye, tú necesitas eso. Tú necesitas abrir tu corazón. Ven a mis caminos, entrégame tu vida, dame el timón de tu barco, déjame hacer cosas grandes. Fue el Espíritu Santo. Es por eso es que, cuando una persona siente que el Espíritu de Dios lo está llamando y se resiste, está resistiendo a Dios mismo; no está resistiendo al predicador.
Yo recuerdo estas palabras del hermano Dr. Luis Palau, me decía: David, yo predico el evangelio en América Latina, y no he terminado de predicar, no he terminado de hacer la invitación para que la gente venga a Cristo; y la gente comienza a bajar (en los grandes escenarios) por cientos y por miles para recibir a Cristo en sus corazones. Sin embargo, en el norte de América tú predicas en una iglesia y tienes que pasar casi 15 minutos haciendo el llamado. En estas partes del mundo las ataduras son mayores, amados míos, que en otras partes. ¿Por qué? Porque hay demasiado pecado, hay un pecado fácil. Es fácil para la gente sentirse amarrado, encadenado, a ese tipo de situaciones es fácil, probar cosas que nunca pudimos probar en nuestros países. Nos damos cuenta que hay facilidad, que si trabajamos dos o tres horitas más en la semana tenemos platita para irnos a un antro el fin de semana. ¡Y como nos gusta! Luego es otra semana, y otra, y de tanto alimentar la carne habrá un día que el evangelio va a ser insignificante para usted. Llegará el día que no habrá necesidad espiritual, porque ahora la carne le exige. Y comenzamos a reunirnos con personas que viven en la misma condición en la que está viviendo usted, y ya somos dos familias. Solamente el Espíritu Santo de Dios puede convencernos de nuestros malos caminos.
Zaqueo, en Jericó, fue un gran ejemplo. ¿Se acuerda que este hombre chaparrito (baja estatura) se subió a árbol para ver pasar a Jesús? Y Jesús lo vio y le dijo: desciende Zaqueo, porque es necesario que esta noche pose en tu casa. Y Zaqueo descendió, se llevó a Jesús. Lo criticaron los fariseos, porque los fariseos critican a medio mundo, si criticaron a Jesús, ¿no nos van a criticar a nosotros? Y estando Jesús en la casa de Zaqueo, le dijo al Señor: la mitad de mis bienes doy a los pobres. Y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. El único que puede hacer eso, es el Espíritu Santo de Dios.
Cuando el Espíritu de Dios toca tu vida, toca tu alma, te convence de pecado, hay transformación en el alma y transformación en el corazón.
- Solo Dios te va a sacar del hoyo en el que has caído.
Salmos 40: 1-3 (RV-60): 1Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 3Puso luego en mi boca un cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.
Hay tiempos en nuestra vida, que insistimos en destruir nuestra propia vida, a tal grado, que tocamos fondo, y cuando llegas a ese punto nadie puede hacer nada por ti.
Yo era un niño y tenía un amigo, y él dice que me llevaba de la mano y cruzábamos la calle. Yo me acuerdo que él me decía: vamos a pasar por la oficina de mi papá. (Solamente aquellas personas que andan por mi edad deben de recordar que, a los contadores, en aquellos dorados tiempos, se le llamaba tenedor de libros). Me encantaba ir a la oficina del papá de este amigo. Una oficina grandotota, de lujo, y lo que más me gustaba es que el hombre siempre de traje nítido, toda la vida. Éramos chamaquillos 8, 9 años; pero había una cosa que a mí siempre me llamó la atención y jamás se me olvidó. Llegábamos, nos sentábamos, el padre de mi amigo casi siempre estaba conversando con alguien, pero como éramos niños nos pasaban al frente. Pero este señor, el papá de mi amigo, abría una gaveta, sacaba una botella y se servía un trago. Estoy hablando de mediodía, al ratito otro trago, y al rato otro trago. Como niño, nunca le di importancia a eso. Pero fueron pasando los años, seguimos estudiando juntos y el señor en su misma oficina; seguía sacando la botella, seguía sirviéndose un trago. Por esas cosas de la vida, nos perdimos, cada quien agarró por su camino. A la vuelta de unos años, cuando ya teníamos como 15 o 16 años, fuimos a vivir uno muy cerca del otro. Y entonces, vi una escena que jamás en la vida yo me hubiera imaginado. Cuando yo le dije: y ese señor, ¿quién es? Y me dijo él: mi papá. Lo corrieron del trabajo, se enfermó gravemente, y llegó a tal punto que vendía las cosas de la casa para comprar alcohol. Recuerdo la cantidad de veces que llegaban vecinos a decirle: allá está su papá tirado en el suelo, sin zapatos, sin camisa; entonces iban él y su mamá, a buscar al padre y traerlo a casa. Te estoy diciendo que: solo Dios te puede sacar del hoyo en el que has caído.
Hay personas que juegan con estas cosas, y es bien común en estas partes del mundo que a las jovencitas las invitan a una fiesta, les sirvan algo de tomar y que les metan algo en la bebida, es bien común acá. Y que cuando despiertan, están en una casa que no saben dónde es, cuántas cosas le hicieron, cuántos hombres pasaron por encima de ellas. Este tipo de situaciones son comunes. Hemos tenido casos de personas que no han querido reportarlos, porque están ilegales aquí en Canadá, y tienen miedo que en lugar de que se haga justicia, terminen deportándolas.
Hay personas que juegan con un vicio, hay personas que juegan con situaciones que no son correctas, y terminan en un hoyo, de esos hoyos terribles. El salmista (Salmos 40) dijo: 2Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, es cuando llegas a un punto, a una posición, a una situación, donde no hay nada que usted pueda hacer. Y mientras más trata de hacer, más se hunde, más se hunde.
Yo no sé en qué situación habrá caído usted, pero lo que sí le puedo decir es que solamente Dios te puede sacar. No importa el hoyo tan profundo en el que te hayas metido, lo único que te queda es: clamar al Dios de la gloria, pedir misericordia de parte del Señor.
En esta iglesia hay personas que tocaron fondo y nadie les podía ayudar más, llegaron incluso a perder el deseo de vivir. Hasta que Dios, por gracia, por misericordia, por el gran amor con que nos ama, se cruzó por la vida de esta gente, y llegaron a la casa del Señor. El Espíritu Santo les habló, les convenció de que había esperanza, y ahora pueden decir lo mismo que dijo el salmista: me sacó del pozo de la desesperación, Y puso un cántico nuevo en mis labios. Ahora son nuevas criaturas que alaban, exaltan y glorifican el nombre del Señor. Pero estuvieron ahí en el pozo, de donde solo Dios te puede sacar.
- Solo Dios nos puede librar de las tinieblas.
Colosenses 1:13 (RV-60): El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo. Potestad significa autoridad. Esto lo ha hecho por la gracia del Señor, ¡Qué belleza!
¿A qué se refiere la Biblia con las tinieblas? ¿Usted cree que esto ya no existe? Se equivoca. Prácticas ocultas, hechicería, brujería. Es tanto el daño que le han causado a usted en la vida, que usted quiere vengarse y se busca una bruja. Las personas emocionales, que consultan con los muertos, lectura de las manos, todo eso son cosas de las tinieblas.
Esto no es tontería, el diablo existe y sus demonios existen mi querido y amado hermano. Tinieblas es la ausencia de luz y simboliza la condición espiritual de una persona que está separada por completo de Dios. También significa muerte espiritual, es por eso que Jesús dijo: deja que los muertos entierren a sus muertos. Solo Dios puede librar a una persona de las tinieblas.
¡Bendito sea el nombre del Señor! Aquellas personas que un día practicaron estas cosas, que jugaron con este tipo de situaciones (estuvieron jugando con el mismo diablo), pero Dios los ha librado. Y no solamente eso, sino que los ha trasladado a un nuevo reino. Antes servían al reino de las tinieblas, y ahora sirven al reino de nuestro bendito Señor Jesucristo.
- Solo Dios puede sanar las heridas emocionales de tu pasado.
Lucas 4:18-19 (RV-60): 18El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19A predicar. el año agradable del Señor. Los quebrantados de corazón, los prisioneros la libertad, a los cautivos, personas maltratadas, libertad a los oprimidos.
¿Es usted una persona que le cuesta perdonar a alguien? Piense por un instante, porque yo me he sorprendido cuando la gente que se me acerca y me dice: ¡Ay pastor! Yo soy una persona que puedo perdonar, pero hay una persona que yo no la voy a perdonar jamás en la vida, esto es delicado hermanos, porque la Biblia dice que: si usted no perdona, Dios no lo perdona. Entonces no me venga con la historia de que nos vamos a ver en el cielo, porque si usted no ha perdonado a alguien, difícilmente vaya al cielo. Yo entiendo que hay heridas emocionales profundas que han dejado marcas, pero si usted no perdona, eso quiere decir: que el daño que le causaron a usted es más importante que lo que le hicieron a Jesucristo en la cruz del calvario.
La vida me enseñó algo: una persona que no sabe perdonar se encuentra en una cárcel emocional. Es usted el que sufre, la otra persona está feliz de la vida. ¿Sabe qué significa perdonar setenta veces siete? Eso significa perdonar hasta que te acostumbres a perdonar, perdona hasta que te sea fácil perdonar.
La línea es fina entre perdonar y permitir abusos. Yo sé que muchas personas han sufrido atropellos, humillaciones, desprecios, de gente con un mal corazón. Como resultado de eso se amargaron, están llenos de tristeza. Solo Dios te puede rescatar de esa cárcel emocional, porque Él ha venido a sanar a los quebrantados de corazón, a dar libertad a los cautivos, a dar libertad a los oprimidos, la verdad solo Dios puede cambiar nuestro lamento en baile. ¡Gloria a Dios!
¿De qué manera nos sana Dios las heridas emocionales? Dándonos un nuevo corazón, es la única forma.
Ezequiel 36: 26 (RV-60): Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
- Solo Dios me puede amar de una manera incondicional.
Deuteronomio 7:9 (RV-60): Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.
Dios ama, no por nuestra fidelidad. El amor de Dios no es una recompensa a nuestro buen comportamiento, no lo es.
2 Timoteo 2:1 (RV-60): Si fuéramos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.
Cuando yo era un predicador chamaquillo, me costaba mucho entender ¿cómo Dios podía amar a una persona a pesar de su desobediencia, a pesar de su rebeldía, a pesar de su egoísmo, de su mal temperamento? ¿Sabe cuándo entendí? Cuando fui papá, cuando tuve a mi hijo David en mis brazos por primera vez, y me di cuenta ¡cuánto se puede amar a un pedacito de carne! ¡Cuánto amor! Sinceramente le digo que, en mí pequeño cerebro y en mi corazón no cabe ¿cómo un hombre puede abandonar un hijo? Así fue como me di cuenta del amor de Dios. Te matan sus desobediencias, te matan sus rebeliones, te saca el pelo blanco la manera de comportarse de nuestros hijos, pero solo así podemos entender el amor incondicional, porque yo no lo merezco, pero tampoco Dios me exige que me lo gane. Nadie podría ganarse el amor de Dios porque Él es Santo, Él es perfecto; por eso el plan de salvación está perfectamente construido, que no hay nada que yo pueda hacer para que Él deje de amarme, ni para dejar de ser su hijo.
Hay personas que piensan que el amor de Dios no puede contra las faltas de alguien, que el amor de Dios no puede contra las imperfecciones de alguien. Y dígame usted, ¿qué padre, qué mamá, en esta vida no perdona a su hijo? El amor de Dios es incondicional.
Romanos 5:8 (RV-60): Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Él no nos exigió a nosotros santidad para morir por nosotros. Él no nos exigió a nosotros perfección para morir por nosotros, al contrario; Él dice tenemos a un sumo sacerdote que entiende nuestras debilidades porque fue tentado en todo, pero sin pecado. Por eso esta palabra dice que: aunque seamos pecadores, aunque le fallemos, seamos desobedientes, le ofendemos, Él murió en la cruz por ti y por mí. Hay cosas en esta vida que solamente Dios puede hacer por nosotros.
Oremos: Amados Padre, entendemos que solamente tú puedes transformar vidas. Solo tú puedes perdonar pecados. Solo tú puedes salvar un alma perdida. Solo tú puedes sanar las heridas emocionales que causan dolor. Solo tú puedes llenar un corazón vacío, con el Espíritu Santo de Dios. Solo tú puedes reemplazar la soledad por el gozo. Solo tú puedes mover montañas. Solo tú puedes darnos una paz perfecta. Solo tú puedes abrir caminos cuando parezca que no hay caminos. Solo tú puedes restaurar lo que está quebrantado. Solo tú puedes tomar nuestras vidas para hacer cosas nuevas y maravillosas en ellas. Solo tú puedes convencernos de pecado, sacarnos del lodo cenagoso, librarnos de las tinieblas y amarnos sin condiciones. ¡Solo tú, solo tú Señor! Agradecidos Padre, agradecidos por todas las cosas que has hecho con nosotros.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Jesús en su corazón, pero quisiera hacerlo en este momento yo quiero invitarle para que, ahí donde está, haga una oración conmigo. Dígale al Señor de esta manera: Señor Jesús, en este día te entrego mi corazón. Te entrego mi vida. Me arrepiento de mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz del calvario por mí. Gracias Señor por poner tu cuerpo. Gracias Jesús por derramar tu sangre. En este día, te recibo como mi Señor y mi Salvador. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor despídenos con la paz, con la bendición, que viene del cielo; en el nombre de Jesús, amén y amén. ¡Que la paz de Cristo le acompañe!
Solo Dios II
Febrero 25, 2024 – 1:30PM | Isaías 45:5-7 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
El mensaje de esta tarde hermanos, es la segunda parte del mensaje de la semana pasada, se llama Solo Dios II, cosas que solamente Dios puede hacer por usted.
Isaías 45: 5-7 (RV-60): 5Yo Jehová, y ninguno más hay: no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste; 6para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, 7que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto. ¿Qué le parece? Es que, fuera de Dios no hay Dios.
Sabemos que para Dios todas las cosas son posibles. Que Dios posee atributos que son exclusivos de Él, como decíamos la semana pasada, solo Dios puede estar en todas partes al mismo tiempo, solo Dios conoce todas las cosas, solo Dios es todopoderoso. Mencionamos también que Dios, en su grande misericordia, nos ha dado la habilidad, los talentos, capacidades, dones, para hacer muchas cosas. Nos ha dado intelecto, nos ha dado sentimiento, nos ha dado voluntad, Dios ha hecho al hombre inteligente, lo ha hecho pensante, creativo, con la capacidad de ciencia, de superación. Hablamos de los avances en el mundo de la medicina, la tecnología digital, astronomía, avances en el mundo de la computación, la economía, la psicología. Todos esos avances tratan de darle respuesta al hombre; pero, sin embargo, hay cosas que nadie, absolutamente nadie, puede hacer por usted y por mí, sino Solo Dios.
Hablamos de cinco cosas que Solo Dios puede hacer por nosotros:
- Solo Dios puede transformar vidas. Lo hace con una nueva creación.
- Solo Dios puede hacer milagros. Vimos una lista de personas que recibieron un milagro y puede hacer un milagro en su vida.
- Solo Dios puede abrir el corazón. Personas que pueden escuchar el evangelio, venir a la iglesia, y no suceder nada en la vida de ellos, porque no hay necesidad espiritual en la vida de ellos.
- Solo Dios puede dar paz en medio de las tormentas de la vida.
- Solo Dios nos puede salvar.
- Solo Dios puede convencer a una persona que es pecador.
Juan 16: 8 (RV-60): 8Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, y de justicia y de juicio. Solo Dios puede convencer a una persona de su pecado, nadie más.
Solo Dios puede hablar al corazón de una persona, de tal manera que se arrepienta, Solo Dios.
Hay mucha gente hoy en día, amados míos, que dicen: “Es que eso no es malo. Yo no crea que sea así tan malo, si todo el mundo lo hace. A mí no me parece que eso sea malo”. ¿Qué quiere decir todo eso? Quiere decir que son personas que no han recibido convicción, del Espíritu Santo, de arrepentimiento. Porque el único que puede convencer es Dios, el único.
Ningún predicador por muy elocuente que sea, por muy carismático que sea, por muy popular que sea, puede convencer a nadie, el único que convence es el Espíritu Santo de Dios. El día que usted se sentó en esa silla y escuchó el mensaje bendito y eterno de la palabra del Señor, quien estuvo trabajando en su corazón fue el Santo Espíritu de Dios porque es el único que convence. Yo podría hacer todos los malabares que usted quiera, yo no lo puedo convencer a usted, porque el único que convence es el Espíritu Santo de Dios.
Billy Graham, el más grande de los predicadores que ha existido (se habla de millones de gente que recibieron al Señor), no convenció a nadie, él se dejó usar por Dios; el que convence es el Espíritu Santo. Cuando venga el Espíritu, le va a convencer a usted. La razón por la que ha habido una transformación, por la que hay un cambio, en la vida de la persona es: porque el Espíritu Santo de Dios ha hecho la obra.
Hace unos días el pastor Junior estaba hablando acerca de aquellas personas que andan cambiando de iglesia, no es porque andan buscando a Dios, es porque andan huyendo de Él. Si usted tiene en su iglesia lo que su alma necesita, ¿Qué necesidad hay de cambiarse a otra? ¿O lo que anda buscando es un lugar donde se sienta bien usted? ¿O lo que anda buscando es un lugar donde no lo van a confrontar con el mal? Si usted escucha la palabra bendita del Señor, y el Espíritu le dice: “Oye -Juan- no está bien esa manera de vivir. Resuelve los problemas de tu vida, pon orden a tu vida sentimental, o a tu vida espiritual”. La gente no quiere escuchar esas cosas. Solamente el Espíritu de Dios puede traer un avivamiento de conversión a una ciudad. Como sucedió en Nínive. No fue el poder de Jonás, si Jonás estaba enojado con Dios. Fue el poder de Dios.
Bendito sea el Señor que el día que se nos predicó el evangelio glorioso de Jesús, fue el Espíritu Santo el que trabajó en nuestro corazón, fue el Espíritu de Dios el que nos dijo: “Oye, tú necesitas eso. Tú necesitas abrir tu corazón. Ven a mis caminos, entrégame tu vida, dame el timón de tu barco, déjame hacer cosas grandes. Fue el Espíritu Santo. Es por eso es que, cuando una persona siente que el Espíritu de Dios lo está llamando y se resiste, está resistiendo a Dios mismo; no está resistiendo al predicador.
Yo recuerdo estas palabras del hermano Dr. Luis Palau, me decía: David, yo predico el evangelio en América Latina, y no he terminado de predicar, no he terminado de hacer la invitación para que la gente venga a Cristo; y la gente comienza a bajar (en los grandes escenarios) por cientos y por miles para recibir a Cristo en sus corazones. Sin embargo, en el norte de América tú predicas en una iglesia y tienes que pasar casi 15 minutos haciendo el llamado. En estas partes del mundo las ataduras son mayores, amados míos, que en otras partes. ¿Por qué? Porque hay demasiado pecado, hay un pecado fácil. Es fácil para la gente sentirse amarrado, encadenado, a ese tipo de situaciones es fácil, probar cosas que nunca pudimos probar en nuestros países. Nos damos cuenta que hay facilidad, que si trabajamos dos o tres horitas más en la semana tenemos platita para irnos a un antro el fin de semana. ¡Y como nos gusta! Luego es otra semana, y otra, y de tanto alimentar la carne habrá un día que el evangelio va a ser insignificante para usted. Llegará el día que no habrá necesidad espiritual, porque ahora la carne le exige. Y comenzamos a reunirnos con personas que viven en la misma condición en la que está viviendo usted, y ya somos dos familias. Solamente el Espíritu Santo de Dios puede convencernos de nuestros malos caminos.
Zaqueo, en Jericó, fue un gran ejemplo. ¿Se acuerda que este hombre chaparrito (baja estatura) se subió a árbol para ver pasar a Jesús? Y Jesús lo vio y le dijo: desciende Zaqueo, porque es necesario que esta noche pose en tu casa. Y Zaqueo descendió, se llevó a Jesús. Lo criticaron los fariseos, porque los fariseos critican a medio mundo, si criticaron a Jesús, ¿no nos van a criticar a nosotros? Y estando Jesús en la casa de Zaqueo, le dijo al Señor: la mitad de mis bienes doy a los pobres. Y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. El único que puede hacer eso, es el Espíritu Santo de Dios.
Cuando el Espíritu de Dios toca tu vida, toca tu alma, te convence de pecado, hay transformación en el alma y transformación en el corazón.
- Solo Dios te va a sacar del hoyo en el que has caído.
Salmos 40: 1-3 (RV-60): 1Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 3Puso luego en mi boca un cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.
Hay tiempos en nuestra vida, que insistimos en destruir nuestra propia vida, a tal grado, que tocamos fondo, y cuando llegas a ese punto nadie puede hacer nada por ti.
Yo era un niño y tenía un amigo, y él dice que me llevaba de la mano y cruzábamos la calle. Yo me acuerdo que él me decía: vamos a pasar por la oficina de mi papá. (Solamente aquellas personas que andan por mi edad deben de recordar que, a los contadores, en aquellos dorados tiempos, se le llamaba tenedor de libros). Me encantaba ir a la oficina del papá de este amigo. Una oficina grandotota, de lujo, y lo que más me gustaba es que el hombre siempre de traje nítido, toda la vida. Éramos chamaquillos 8, 9 años; pero había una cosa que a mí siempre me llamó la atención y jamás se me olvidó. Llegábamos, nos sentábamos, el padre de mi amigo casi siempre estaba conversando con alguien, pero como éramos niños nos pasaban al frente. Pero este señor, el papá de mi amigo, abría una gaveta, sacaba una botella y se servía un trago. Estoy hablando de mediodía, al ratito otro trago, y al rato otro trago. Como niño, nunca le di importancia a eso. Pero fueron pasando los años, seguimos estudiando juntos y el señor en su misma oficina; seguía sacando la botella, seguía sirviéndose un trago. Por esas cosas de la vida, nos perdimos, cada quien agarró por su camino. A la vuelta de unos años, cuando ya teníamos como 15 o 16 años, fuimos a vivir uno muy cerca del otro. Y entonces, vi una escena que jamás en la vida yo me hubiera imaginado. Cuando yo le dije: y ese señor, ¿quién es? Y me dijo él: mi papá. Lo corrieron del trabajo, se enfermó gravemente, y llegó a tal punto que vendía las cosas de la casa para comprar alcohol. Recuerdo la cantidad de veces que llegaban vecinos a decirle: allá está su papá tirado en el suelo, sin zapatos, sin camisa; entonces iban él y su mamá, a buscar al padre y traerlo a casa. Te estoy diciendo que: solo Dios te puede sacar del hoyo en el que has caído.
Hay personas que juegan con estas cosas, y es bien común en estas partes del mundo que a las jovencitas las invitan a una fiesta, les sirvan algo de tomar y que les metan algo en la bebida, es bien común acá. Y que cuando despiertan, están en una casa que no saben dónde es, cuántas cosas le hicieron, cuántos hombres pasaron por encima de ellas. Este tipo de situaciones son comunes. Hemos tenido casos de personas que no han querido reportarlos, porque están ilegales aquí en Canadá, y tienen miedo que en lugar de que se haga justicia, terminen deportándolas.
Hay personas que juegan con un vicio, hay personas que juegan con situaciones que no son correctas, y terminan en un hoyo, de esos hoyos terribles. El salmista (Salmos 40) dijo: 2Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, es cuando llegas a un punto, a una posición, a una situación, donde no hay nada que usted pueda hacer. Y mientras más trata de hacer, más se hunde, más se hunde.
Yo no sé en qué situación habrá caído usted, pero lo que sí le puedo decir es que solamente Dios te puede sacar. No importa el hoyo tan profundo en el que te hayas metido, lo único que te queda es: clamar al Dios de la gloria, pedir misericordia de parte del Señor.
En esta iglesia hay personas que tocaron fondo y nadie les podía ayudar más, llegaron incluso a perder el deseo de vivir. Hasta que Dios, por gracia, por misericordia, por el gran amor con que nos ama, se cruzó por la vida de esta gente, y llegaron a la casa del Señor. El Espíritu Santo les habló, les convenció de que había esperanza, y ahora pueden decir lo mismo que dijo el salmista: me sacó del pozo de la desesperación, Y puso un cántico nuevo en mis labios. Ahora son nuevas criaturas que alaban, exaltan y glorifican el nombre del Señor. Pero estuvieron ahí en el pozo, de donde solo Dios te puede sacar.
- Solo Dios nos puede librar de las tinieblas.
Colosenses 1:13 (RV-60): El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo. Potestad significa autoridad. Esto lo ha hecho por la gracia del Señor, ¡Qué belleza!
¿A qué se refiere la Biblia con las tinieblas? ¿Usted cree que esto ya no existe? Se equivoca. Prácticas ocultas, hechicería, brujería. Es tanto el daño que le han causado a usted en la vida, que usted quiere vengarse y se busca una bruja. Las personas emocionales, que consultan con los muertos, lectura de las manos, todo eso son cosas de las tinieblas.
Esto no es tontería, el diablo existe y sus demonios existen mi querido y amado hermano. Tinieblas es la ausencia de luz y simboliza la condición espiritual de una persona que está separada por completo de Dios. También significa muerte espiritual, es por eso que Jesús dijo: deja que los muertos entierren a sus muertos. Solo Dios puede librar a una persona de las tinieblas.
¡Bendito sea el nombre del Señor! Aquellas personas que un día practicaron estas cosas, que jugaron con este tipo de situaciones (estuvieron jugando con el mismo diablo), pero Dios los ha librado. Y no solamente eso, sino que los ha trasladado a un nuevo reino. Antes servían al reino de las tinieblas, y ahora sirven al reino de nuestro bendito Señor Jesucristo.
- Solo Dios puede sanar las heridas emocionales de tu pasado.
Lucas 4:18-19 (RV-60): 18El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19A predicar. el año agradable del Señor. Los quebrantados de corazón, los prisioneros la libertad, a los cautivos, personas maltratadas, libertad a los oprimidos.
¿Es usted una persona que le cuesta perdonar a alguien? Piense por un instante, porque yo me he sorprendido cuando la gente que se me acerca y me dice: ¡Ay pastor! Yo soy una persona que puedo perdonar, pero hay una persona que yo no la voy a perdonar jamás en la vida, esto es delicado hermanos, porque la Biblia dice que: si usted no perdona, Dios no lo perdona. Entonces no me venga con la historia de que nos vamos a ver en el cielo, porque si usted no ha perdonado a alguien, difícilmente vaya al cielo. Yo entiendo que hay heridas emocionales profundas que han dejado marcas, pero si usted no perdona, eso quiere decir: que el daño que le causaron a usted es más importante que lo que le hicieron a Jesucristo en la cruz del calvario.
La vida me enseñó algo: una persona que no sabe perdonar se encuentra en una cárcel emocional. Es usted el que sufre, la otra persona está feliz de la vida. ¿Sabe qué significa perdonar setenta veces siete? Eso significa perdonar hasta que te acostumbres a perdonar, perdona hasta que te sea fácil perdonar.
La línea es fina entre perdonar y permitir abusos. Yo sé que muchas personas han sufrido atropellos, humillaciones, desprecios, de gente con un mal corazón. Como resultado de eso se amargaron, están llenos de tristeza. Solo Dios te puede rescatar de esa cárcel emocional, porque Él ha venido a sanar a los quebrantados de corazón, a dar libertad a los cautivos, a dar libertad a los oprimidos, la verdad solo Dios puede cambiar nuestro lamento en baile. ¡Gloria a Dios!
¿De qué manera nos sana Dios las heridas emocionales? Dándonos un nuevo corazón, es la única forma.
Ezequiel 36: 26 (RV-60): Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
- Solo Dios me puede amar de una manera incondicional.
Deuteronomio 7:9 (RV-60): Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.
Dios ama, no por nuestra fidelidad. El amor de Dios no es una recompensa a nuestro buen comportamiento, no lo es.
2 Timoteo 2:1 (RV-60): Si fuéramos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.
Cuando yo era un predicador chamaquillo, me costaba mucho entender ¿cómo Dios podía amar a una persona a pesar de su desobediencia, a pesar de su rebeldía, a pesar de su egoísmo, de su mal temperamento? ¿Sabe cuándo entendí? Cuando fui papá, cuando tuve a mi hijo David en mis brazos por primera vez, y me di cuenta ¡cuánto se puede amar a un pedacito de carne! ¡Cuánto amor! Sinceramente le digo que, en mí pequeño cerebro y en mi corazón no cabe ¿cómo un hombre puede abandonar un hijo? Así fue como me di cuenta del amor de Dios. Te matan sus desobediencias, te matan sus rebeliones, te saca el pelo blanco la manera de comportarse de nuestros hijos, pero solo así podemos entender el amor incondicional, porque yo no lo merezco, pero tampoco Dios me exige que me lo gane. Nadie podría ganarse el amor de Dios porque Él es Santo, Él es perfecto; por eso el plan de salvación está perfectamente construido, que no hay nada que yo pueda hacer para que Él deje de amarme, ni para dejar de ser su hijo.
Hay personas que piensan que el amor de Dios no puede contra las faltas de alguien, que el amor de Dios no puede contra las imperfecciones de alguien. Y dígame usted, ¿qué padre, qué mamá, en esta vida no perdona a su hijo? El amor de Dios es incondicional.
Romanos 5:8 (RV-60): Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Él no nos exigió a nosotros santidad para morir por nosotros. Él no nos exigió a nosotros perfección para morir por nosotros, al contrario; Él dice tenemos a un sumo sacerdote que entiende nuestras debilidades porque fue tentado en todo, pero sin pecado. Por eso esta palabra dice que: aunque seamos pecadores, aunque le fallemos, seamos desobedientes, le ofendemos, Él murió en la cruz por ti y por mí. Hay cosas en esta vida que solamente Dios puede hacer por nosotros.
Oremos: Amados Padre, entendemos que solamente tú puedes transformar vidas. Solo tú puedes perdonar pecados. Solo tú puedes salvar un alma perdida. Solo tú puedes sanar las heridas emocionales que causan dolor. Solo tú puedes llenar un corazón vacío, con el Espíritu Santo de Dios. Solo tú puedes reemplazar la soledad por el gozo. Solo tú puedes mover montañas. Solo tú puedes darnos una paz perfecta. Solo tú puedes abrir caminos cuando parezca que no hay caminos. Solo tú puedes restaurar lo que está quebrantado. Solo tú puedes tomar nuestras vidas para hacer cosas nuevas y maravillosas en ellas. Solo tú puedes convencernos de pecado, sacarnos del lodo cenagoso, librarnos de las tinieblas y amarnos sin condiciones. ¡Solo tú, solo tú Señor! Agradecidos Padre, agradecidos por todas las cosas que has hecho con nosotros.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Jesús en su corazón, pero quisiera hacerlo en este momento yo quiero invitarle para que, ahí donde está, haga una oración conmigo. Dígale al Señor de esta manera: Señor Jesús, en este día te entrego mi corazón. Te entrego mi vida. Me arrepiento de mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz del calvario por mí. Gracias Señor por poner tu cuerpo. Gracias Jesús por derramar tu sangre. En este día, te recibo como mi Señor y mi Salvador. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor despídenos con la paz, con la bendición, que viene del cielo; en el nombre de Jesús, amén y amén. ¡Que la paz de Cristo le acompañe!