Bajo la cobertura de Dios
Enero 14, 2024 – 1:30 PM | Salmos 91:1-2 | Hno. Juan Carlos
Descargar Texto: Sermón en PDF
TRANSCRIPCIÓN
Mis hermanos, ¿cómo están? Que Dios me los bendiga a todos ustedes. Es un privilegio el poder estar aquí, en este día y poder compartir la palabra de Dios. El título de este mensaje: Bajo la cobertura de Dios. Igual que el lema de la iglesia para este año, 2024.
Salmos 91: 1-2 (RV-60): 1El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2Diré yo a Jehová: esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
Vamos a orar mis hermanos, para poner en manos de Dios este mensaje y que pueda ser de bendición para cada uno de nosotros: Señor te damos gracias por este día, Padre. Gracias una vez más por el privilegio que tú nos das de poder estar aquí, en esta tarde, reunidos para escuchar tu palabra. Yo te pido que tú derrames de tu Espíritu Santo Señor, y que puedas utilizarme como un instrumento tuyo, para ser de bendición a cada uno de mis hermanos; los que están aquí presentes y los que nos están escuchando a través de las redes sociales. Te pedimos que tú nos puedas transformar Señor, que podamos salir fortalecidos al escuchar tu palabra en este día. Que podemos alabarte y darte Gloria todos los días. Te pedimos todo esto, en el nombre de tu hijo Jesús: amén.
Hace dos semanas terminamos este año 2023, decía nuestro pastor Emerson, y ¡todo pasa tan rápido! Hace unas semanas estábamos celebrando la Navidad, el año nuevo, y sin darnos ni una pausa comenzó el 2024, ¿verdad? Ya estamos trabajando y muchos ni cuenta nos dimos cuando terminamos el 2023. Tal vez no lo acabamos como lo habíamos planificado. Para muchos el año que finalizó fue un buen año, fue repleto de bendiciones, de alegrías, de nuevos nacimientos, de nuevos emprendimientos, de logros y hasta de nuevas uniones (muchos dejaron la soltería). Pero, para otros no era como lo habían planeado, hubo contratiempos, hubo pérdida de algún familiar, fueron expulsados de sus trabajos, la empresa que pusieron no funcionó, quizás tuvieron que dejar sus estudios, o tal vez le rechazaron los papeles de residencia, o terminaron una relación. En lo personal, este 2023 fue un año de altibajos.
Ahora estamos empezando el año 2024 y, para muchos de nosotros es un año que va a traer mucha incertidumbre, ¿no? La situación económica del país está cada vez más difícil, las rentas están de locos en Vancouver, los precios suben de un día a otro. Las cosas se ponen difíciles.
Dice una historia que, agobiado por la sed, llegó un ciervo a un manantial y después de beber, vio su reflejo en el agua. Al contemplar sus hermosos cuernos el ciervo se sintió orgulloso, pero quedó descontento por sus piernas débiles y delgadas. De pronto, apareció un león que comenzó a perseguirle. El ciervo se echó a correr y le ganó distancia a león, pues la fuerza de los ciervos está en sus piernas. Mientras el campo estaba en plano, el ciervo guardó la distancia que le salvaba; pero al entrar al bosque sus cuernos se engancharon en las ramas y, fue atrapado por el león. A punto de morir el ciervo, dijo para sí mismo: Pobre de mí, mis piernas eran las que me salvaban, cuando yo pensaba que me traicionaban; y mis cuernos en los que yo ponía toda mi confianza, son los que ahora me condenan.
Mi hermano, a veces confiamos mucho en nosotros mismos, y hemos dejado paulatinamente de confiar en Dios. Tenemos puesta nuestra confianza en otras cosas. En esta noche, yo vengo a hablarles que debemos confiar en Dios.
Para enfrentar este 2024 tenemos dos opciones:
Confiar en tus propias fuerzas. Sería: confiando en tu sabiduría, confiando en tus títulos, confiando en tu dinero, así como lo hizo el ciervo. Yo pasé por todo esto y no te lo recomiendo, no te recomiendo que lo hagas.
Estar bajo la cobertura de Dios. Dejando que Dios pelee las batallas por nosotros, dejando de creer en Dios y empezar a creerle a Dios. Tenemos que empezar a creerle a Dios, porque todos creemos en Dios, pero hay que creerle a Dios. ¿Qué nos dice su palabra?
Salmos 91: 1 (RV-60): 1El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Lo sabemos de memoria, pero no se trata solamente de leerlo sino, de creerlo. ¿Estamos habitando al abrigo del Altísimo? ¿Estamos bajo la sombra del omnipotente? Si nosotros estamos bajo esa cobertura, mi hermano, nada va a estar en contra de nosotros. Así sean las peores crisis que vengan en este año, no hay nada más seguro que poder estar bajo la cobertura de Dios.
Cuando nosotros evaluamos un poco la vida, podemos ver a través de los años las bendiciones que hemos tenido. Todas las bendiciones de Dios, Él nos ha librado a cada uno de nosotros, tal vez hasta de la misma muerte y todavía decimos: “Es que a mí no me ha ido muy bien en la vida”. Pero, si vas para atrás, y analizas que si todavía estamos aquí, es porque Él nos ha librado, Él ha sido nuestro proveedor, Él siempre ha sido nuestro protector, aún sin darnos cuenta. Mi hermano, es el mismo Dios que cuida de sus hijos, es el mismo Dios que nos cuida de la crisis, de la angustia, y es Él quien nos fortalece en el tiempo de prueba.
En este 2024 vamos a tener pruebas, por más que yo le diga: “bueno, es que como somos cristianos no vamos a tener pruebas, todo va a estar bien bonito en el 2024”. Déjame decirte que: no va a ser así. Vamos a tener altibajos, nos guste o no; vamos a tener días felices, vamos a tener días tristes. Y es en el momento de la prueba donde se empieza a pulir nuestra fe.
¿Cuál era el secreto de los siervos de Dios cuando estaban en problemas? La Biblia dice que el secreto de los siervos de Dios fue: que confiaban en Dios y en su cuidado, a pesar de todas las circunstancias en contra. Mis hermanos, es en la adversidad donde la fe brilla con más luz.
¿Cómo podemos enfrentar este año 2024?
- Él pelea nuestras batallas.
Deuteronomio 20: 3-4 (RV-60): 3Y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; 4porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.
¡Qué bonito es esto! Saber que Jehová no solo va con nosotros, sino que va a pelear nuestras batallas contra nuestros enemigos. ¡Qué bien se siente hermanos, cuando estás en esa situación que sabemos no podemos controlar, ni resolver, y de repente llega alguien que dice: “No te preocupes que yo me hago cargo por ti”!
Esta batalla de Israel no se sabía por cuanto tiempo sería, podía ser días o podía ser años. Mientras estemos en esta tierra vamos a enfrentar cosas, o situaciones, que no podemos resolver y necesitamos de alguien que nos ayude en esa fatigas o desánimos; y es por eso que Dios les está diciendo en este texto (Deuteronomio 20:3-4): no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os desalentéis delante de ellos.
Esto mismo se aplica para nosotros: No nos desalentemos cuando enfrentemos nuestros problemas o dificultades. Es tiempo de creer lo que Él nos está diciendo en su palabra, es tiempo de hacer nuestros estos versículos y cuando llegue el problema a nuestra puerta recordar que Jehová peleará por nosotros.
Jehová peleará por vosotros. Son palabras que nos recuerdan que Él nos va a defender, Él va al lado de nosotros para defendernos, y para pelear las batallas por nosotros. A nosotros nos corresponde seguir sus instrucciones y sus mandamientos, que Él se va a encargar de nuestros problemas.
- Tenemos que enfocarnos en la grandeza de Dios, más que en el tamaño del obstáculo.
Dios es más grande que nuestros problemas. A veces tenemos un problema, y vemos el problema grande, y decimos: ¡Ay Diosito ayúdame! Al problema lo hacemos grande y a Dios un diosito, lo hacemos chiquito.
Salmos 61:1-4 (RV-60): 1Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración a mi oración atiende. 2Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, 3Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo. 4Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
No hay lugar más seguro mi hermano, que estar bajo la cobertura de las alas de Dios. Así venga el problema más difícil, así llega la enfermedad más terrible, así llegue la muerte a tu casa, problemas con tus hijos adolescentes; no hay lugar más seguro en el que pueda estar tu familia y tú, que bajo las alas de la cobertura de Dios.
El consejo que yo les quiero dar en esta tarde, y que también lo da la palabra de Dios, es buscar al Señor. Tenemos que buscar a Dios en las buenas y en las malas, porque en las malas nos empieza a ir mal y decimos: ¡Ay Dios mío ayúdame! Pero cuando estamos en las buenas, a veces, nos olvidamos de Dios. Por eso tenemos que estar en las buenas y en las malas buscando al Señor, adorando a Dios y mirando su grandeza. Esto va a fortalecer la fe del creyente, porque lo que nosotros miremos va a determinar nuestra actitud y la fuerza.
¿Cuántas veces hermano nos hemos sentido que todo lo que hacemos no produce ningún resultado? ¿Cuántas veces usted no se ha sentido desalentado? Cuando una persona solo ve los problemas, los obstáculos, difícilmente avanzará; pero si mira la grandeza y el poder de Dios cambiaremos hacia el propósito del Señor. Cuando estemos cansados o desanimados, miremos al Señor y sigamos adelante. Si tienes una deuda grande, ve al banco, habla con ellos y empieza a pagar la deuda poco a poco.
- Fortalecernos en la fe.
Fortalecernos en la fe, que es en Cristo Jesús.
Salmo 27: 13- 14 (RV-60): 13Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. 14Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, Espera a Jehová. Este Salmos nos habla de cómo David veía los problemas creciendo, a sus enemigos esperando su caída, y David le dice a Dios: “Por favor, no me entregues a mis enemigos, no dejes que se burlen de mí”. David busca en Dios ayuda, en protección. Mis hermanos, el Señor nunca nos va a decepcionar. Si tú vienes buscando a Dios, si tú vienes buscando su protección, su cuidado; Dios lo va a hacer.
Debemos confiar que la bondad del Señor está en esta tierra. A veces decimos: “es que yo a esta tierra solamente vengo a sufrir”. “Llévame Dios mío”. “Ya ven, en tu segunda venida, porque no aguanto esta situación”. Es como si quisiéramos morir, a mí me ha pasado. Pero Dios te está diciendo: “Hay bondad en esta tierra, vamos a ser felices en esta tierra”. Podemos encontrar la felicidad, podemos encontrar el ánimo; pero para eso tenemos que confiar, esperar, en Dios. No nos afanemos, no nos apresuremos a nada, porque no podremos ver la bondad de Dios en esta tierra. Es necesario que nos esforcemos y que se aliente nuestro corazón. Dios viene con recompensa y bendición para nuestra vida, para nuestra familia, Dios quiere lo mejor para nosotros, pero tenemos que creerlo mi hermano.
Esperemos en Jehová, no permitamos que nos gane el afán, la angustia, la depresión; (Salmos 27:14): Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, Espera en Jehová.
Mi hermano Dios tiene cuidado de los más mínimos detalles en tu vida, aún, de los que no te das cuenta. Hace un año y medio Sebastián (mi hijo mayor) me dijo que se quería ir a Estados Unidos para jugar fútbol americano, sería a hacer el grado 11. Se fue, hizo el grado 11 y regresó porque en el lugar donde se estaba quedando no podía quedarse más. La escuela donde él estaba pertenecía a un pueblito poco conocido y con muy pocos pobladores. Como era menor de edad no podíamos rentar una casa, tenía que haber una persona responsable del muchacho. Ya nos estaba abrazando el temor, la angustia, la incertidumbre, y dijimos: vamos a orar. Solo nos faltaban dos meses. Yo dije: solamente un milagro puede hacer esto. Les voy a resumir, oramos un viernes en casa, el domingo vengo para la iglesia y me encuentro con hermana Dina, que después de saludarme me dice: le quiero presentar a dos paisanos suyos. En lo personal me gusta, cuando llegan personas por primera vez para saludarles, conocerlos y ver cómo les puedo ayudar. Mientras platicamos me dice que es de Michoacán, pero estaba de visita en Washington; pero su pastor de Michoacán le dijo que como estaría tan cerca de Vancouver tenía que venir a esta iglesia, todo esto me lo dice la muchacha. Y el muchacho me dice que él es de Washington, yo asombrado comienzo a decirle que mi hijo había estudiado el año pasado en un pueblito de Washington que nadie conocía, porque estaba jugando fútbol americano. ¿Saben qué hermanos? Ese muchacho si conocía el pueblito, sus hijos también asistían a la escuela de mi hijo. La hija de este hombre era la novia de uno de los jugadores del equipo en el que jugaba mi hijo. Hermanos, él mismo nos rentó el cuarto para mi hijo. Mi hermano, no tuvimos que ir hasta el pueblito para buscar renta, no tuvimos que buscar teléfonos, no tuvimos que buscar en internet; justo ahí, al lado de mi silla en la iglesia estaban las personas que darían respuesta a nuestra oración. ¡Yo no lo podía creer! ¡Eso fue un milagro para mi familia! Dios tiene cuidado de nosotros, Dios maneja, Dios mueve por todos lados, Dios pone y alinea todo, para el bien de sus hijos.
Estos actos que pasan, hacen que nuestra fe crezca. Nuestra fe puede crecer; sí, la fe crece creyéndole a Dios. ¿Cómo vamos a creerle a Dios? La única manera que nosotros podemos creerle a Dios es conociendo a Dios. Y, ¿cómo vamos a conocer a Dios? La única manera que podamos conocer a Dios cada día más, es, buscándole todos los días. El pastor lo dice: Lea su Biblia todos los días, vengamos al templo. Cuando estamos bajo esa cobertura mi hermano, no hay nada imposible para Dios. Dios tiene cuidado de sus hijos.
Salmos 16:11 (RV-60): Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. Todo aquel que busca a Dios, todo aquel que entra en la presencia de Dios es bendecido mi hermano. No hay manera que tú vengas a buscar a Dios de corazón y que no salgas bendecido.
Salmos 138: 2-3 (RV-60): 2Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. 3El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.
Cuando tú vienes a buscar a Dios, a postrarte ante Él, tu alma va a salir fortalecida. No hay manera que busques la presencia de Dios y que no salgas transformado. Muchas veces venimos, buscamos, hacemos, trabajamos en nuestros ministerios, saludamos a nuestros hermanos y nos vamos; pero, ¿realmente estamos buscando a Dios de todo corazón? ¿Estamos clamando a Él? Lo que tenemos que hacer es buscarlo de corazón, y yo te lo aseguro que vas a salir fortalecido, vas a salir transformado.
No puedes enfrentar este 2024 si no estás fortalecido, si no sales transformado; porque te va a ser bien difícil enfrentar todas las situaciones que van a pasar. Tenemos que estar pegados a Dios.
Josué 1:9 (RV-60): Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas.
Después de la muerte de Moisés, a Josué le tocó tomar la batuta con el pueblo de Israel. Era un puesto difícil porque todo el mundo amaba a Moisés, no era fácil llenar las sandalias de Moisés. Josué tenía miedo, pero Dios le dice: Esfuérzate y se valiente, ¿por qué? Porque va a estar bien duro, no va a ser cualquier cosa lo que vas a enfrentar. Tendrás enemigos fuertes, vas a enfrentar gigantes, vas a enfrentar murallas, habrá desánimo, pero, donde quiera que tú vayas yo voy a estar contigo. Josué debería tener presente esa promesa todo el tiempo, todo el tiempo, mi hermano.
A veces uno comete un pequeño error y todos se van sobre uno. Porque algunas veces para juzgar somos rápidos; pero Dios nunca te va a abandonar, así cometas el peor error posible; su bondad y su misericordia siempre van a estar ahí
Mateo 28: 20 (RV-60): enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Él va a estar con nosotros hasta el fin del mundo, así que creamos esto mi hermano, Dios va a pelear nuestras batallas.
Fortalezcamos nuestra fe todos los días. Busquemos a Dios, adorémosle, postrémonos en frente a Él, clamemos a Él, busquémosle de corazón y veremos cómo nuestra alma va a salir fortalecida; porque Él nunca nos va a abandonar. Echemos fuera todo el temor.
Vamos a inclinar nuestros rostros, oremos al Señor: Te damos gracias por este día Señor, gracias por esta tarde. Gracias, porque sabemos que tú has estado con nosotros desde que nosotros nacimos Señor. Gracias Señor porque a pesar de las circunstancias que hemos pasado, que vamos a pasar, tú estás a nuestro lado Señor. Gracias señor porque aún, cuando nuestros problemas sean grandes Señor tú estás con nosotros, no simplemente para acompañarnos sino para pelear por nosotros. Gracias Señor porque tú tienes cuidado de nosotros, porque tú vas a pelear por cada uno de esos problemas Señor, porque tú tienes cuidado de tus hijos, porque tu gracia y misericordia siempre estarán presente. Gracias Señor porque tú has prometido que vas a estar con nosotros hasta el último día de este mundo. Gracias Señor porque el mundo nos puede abandonar, pero tú siempre estás con nosotros. Gracias señor porque sabemos, y hemos entendido, que no hay un mejor lugar que estar bajo tus alas. El mundo es engañoso Señor, nos quiere engañar con cuestiones de dinero, con cosas que son vanas y pasajeras Señor, pero sabemos que tu palabra Señor siempre está presente y quedará presente, que no pasará nunca. Gracias Señor por todas esas promesas que sabemos que tú vas a cumplir hasta el fin del mundo Señor. Gracias Señor por todo lo que has hecho, Gracias por dar tu vida Señor por nosotros, aún, siendo pecadores. Gracias por entregar Dios a tu Hijo, a tu único hijo, a pesar de no merecerlo. Gracias señor porque sabemos que tú quieres lo mejor para nosotros. Gracias Señor porque sabemos que este 2024 va a ser un año de victoria para todos nosotros. Gracias Señor porque sabemos que vamos a pelear contigo y que vamos a salir victoriosos. Gracias por las bendiciones que vienen, gracias por las pruebas que van a venir; porque sabemos que en las pruebas Señor es cuando tú vas a fortalecer más nuestra fe, nos vas a pulir como el oro Señor. Gracias Señor porque vamos a salir cada vez más fortalecidos. Ayúdanos a tener ese corazón de carne Señor, a buscarte, a buscarte cada día. A buscar tu palabra Señor, para poder conocerte cada día más. Gracias Señor por todo.
Gracias Señor por el mensaje de esta tarde. Recordarnos una vez más que usted está con nosotros y que debemos de hacer nuestra parte Señor, buscar de usted. Gracias por la vida del hermano Juan Carlos su familia, por cada uno de los que estamos en esta tarde acá, porque el mensaje llegó a los corazones.
Si usted está acá y no ha tomado la mejor decisión de su vida, este es el día. Este es el día para que usted pueda ponerse de pie, ahí donde está, para poder orar con usted y por usted. Si usted quiere tener un año diferente, si usted quiere ir de la mano de Dios como iba Josué, como iba Moisés, póngase de pie y entréguele su vida a Cristo. Usted no está acá por casualidad, Dios lo trajo con un propósito, para que tome la mejor decisión de su vida, no existen las casualidades. Si usted está en casita y no le ha entregado su vida a Jesús, haga conmigo esta oración: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Señor gracias te doy por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Si usted hizo esta oración conmigo, le invitamos a que se congregue con nosotros. O, que busque una iglesia para que usted pueda crecer en el conocimiento de la fe.
Amado Dios, llévanos con bien hasta nuestros hogares. Protégenos Señor. Que esta semana sea una semana de bendición, sabiendo que estamos bajo tu cobertura, en Cristo Jesús: Amén y amén.
¡Que Dios les bendiga iglesia!
Bajo la cobertura de Dios
Enero 14, 2024 – 1:30 PM | Salmos 91:1-2 | Hno. Juan Carlos
Etiquetas: enero 2024, Juan Carlos, salmos, transcripcion
Descargar Texto: Sermón en PDF
TRANSCRIPCIÓN
Mis hermanos, ¿cómo están? Que Dios me los bendiga a todos ustedes. Es un privilegio el poder estar aquí, en este día y poder compartir la palabra de Dios. El título de este mensaje: Bajo la cobertura de Dios. Igual que el lema de la iglesia para este año, 2024.
Salmos 91: 1-2 (RV-60): 1El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2Diré yo a Jehová: esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
Vamos a orar mis hermanos, para poner en manos de Dios este mensaje y que pueda ser de bendición para cada uno de nosotros: Señor te damos gracias por este día, Padre. Gracias una vez más por el privilegio que tú nos das de poder estar aquí, en esta tarde, reunidos para escuchar tu palabra. Yo te pido que tú derrames de tu Espíritu Santo Señor, y que puedas utilizarme como un instrumento tuyo, para ser de bendición a cada uno de mis hermanos; los que están aquí presentes y los que nos están escuchando a través de las redes sociales. Te pedimos que tú nos puedas transformar Señor, que podamos salir fortalecidos al escuchar tu palabra en este día. Que podemos alabarte y darte Gloria todos los días. Te pedimos todo esto, en el nombre de tu hijo Jesús: amén.
Hace dos semanas terminamos este año 2023, decía nuestro pastor Emerson, y ¡todo pasa tan rápido! Hace unas semanas estábamos celebrando la Navidad, el año nuevo, y sin darnos ni una pausa comenzó el 2024, ¿verdad? Ya estamos trabajando y muchos ni cuenta nos dimos cuando terminamos el 2023. Tal vez no lo acabamos como lo habíamos planificado. Para muchos el año que finalizó fue un buen año, fue repleto de bendiciones, de alegrías, de nuevos nacimientos, de nuevos emprendimientos, de logros y hasta de nuevas uniones (muchos dejaron la soltería). Pero, para otros no era como lo habían planeado, hubo contratiempos, hubo pérdida de algún familiar, fueron expulsados de sus trabajos, la empresa que pusieron no funcionó, quizás tuvieron que dejar sus estudios, o tal vez le rechazaron los papeles de residencia, o terminaron una relación. En lo personal, este 2023 fue un año de altibajos.
Ahora estamos empezando el año 2024 y, para muchos de nosotros es un año que va a traer mucha incertidumbre, ¿no? La situación económica del país está cada vez más difícil, las rentas están de locos en Vancouver, los precios suben de un día a otro. Las cosas se ponen difíciles.
Dice una historia que, agobiado por la sed, llegó un ciervo a un manantial y después de beber, vio su reflejo en el agua. Al contemplar sus hermosos cuernos el ciervo se sintió orgulloso, pero quedó descontento por sus piernas débiles y delgadas. De pronto, apareció un león que comenzó a perseguirle. El ciervo se echó a correr y le ganó distancia a león, pues la fuerza de los ciervos está en sus piernas. Mientras el campo estaba en plano, el ciervo guardó la distancia que le salvaba; pero al entrar al bosque sus cuernos se engancharon en las ramas y, fue atrapado por el león. A punto de morir el ciervo, dijo para sí mismo: Pobre de mí, mis piernas eran las que me salvaban, cuando yo pensaba que me traicionaban; y mis cuernos en los que yo ponía toda mi confianza, son los que ahora me condenan.
Mi hermano, a veces confiamos mucho en nosotros mismos, y hemos dejado paulatinamente de confiar en Dios. Tenemos puesta nuestra confianza en otras cosas. En esta noche, yo vengo a hablarles que debemos confiar en Dios.
Para enfrentar este 2024 tenemos dos opciones:
Confiar en tus propias fuerzas. Sería: confiando en tu sabiduría, confiando en tus títulos, confiando en tu dinero, así como lo hizo el ciervo. Yo pasé por todo esto y no te lo recomiendo, no te recomiendo que lo hagas.
Estar bajo la cobertura de Dios. Dejando que Dios pelee las batallas por nosotros, dejando de creer en Dios y empezar a creerle a Dios. Tenemos que empezar a creerle a Dios, porque todos creemos en Dios, pero hay que creerle a Dios. ¿Qué nos dice su palabra?
Salmos 91: 1 (RV-60): 1El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Lo sabemos de memoria, pero no se trata solamente de leerlo sino, de creerlo. ¿Estamos habitando al abrigo del Altísimo? ¿Estamos bajo la sombra del omnipotente? Si nosotros estamos bajo esa cobertura, mi hermano, nada va a estar en contra de nosotros. Así sean las peores crisis que vengan en este año, no hay nada más seguro que poder estar bajo la cobertura de Dios.
Cuando nosotros evaluamos un poco la vida, podemos ver a través de los años las bendiciones que hemos tenido. Todas las bendiciones de Dios, Él nos ha librado a cada uno de nosotros, tal vez hasta de la misma muerte y todavía decimos: “Es que a mí no me ha ido muy bien en la vida”. Pero, si vas para atrás, y analizas que si todavía estamos aquí, es porque Él nos ha librado, Él ha sido nuestro proveedor, Él siempre ha sido nuestro protector, aún sin darnos cuenta. Mi hermano, es el mismo Dios que cuida de sus hijos, es el mismo Dios que nos cuida de la crisis, de la angustia, y es Él quien nos fortalece en el tiempo de prueba.
En este 2024 vamos a tener pruebas, por más que yo le diga: “bueno, es que como somos cristianos no vamos a tener pruebas, todo va a estar bien bonito en el 2024”. Déjame decirte que: no va a ser así. Vamos a tener altibajos, nos guste o no; vamos a tener días felices, vamos a tener días tristes. Y es en el momento de la prueba donde se empieza a pulir nuestra fe.
¿Cuál era el secreto de los siervos de Dios cuando estaban en problemas? La Biblia dice que el secreto de los siervos de Dios fue: que confiaban en Dios y en su cuidado, a pesar de todas las circunstancias en contra. Mis hermanos, es en la adversidad donde la fe brilla con más luz.
¿Cómo podemos enfrentar este año 2024?
- Él pelea nuestras batallas.
Deuteronomio 20: 3-4 (RV-60): 3Y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; 4porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.
¡Qué bonito es esto! Saber que Jehová no solo va con nosotros, sino que va a pelear nuestras batallas contra nuestros enemigos. ¡Qué bien se siente hermanos, cuando estás en esa situación que sabemos no podemos controlar, ni resolver, y de repente llega alguien que dice: “No te preocupes que yo me hago cargo por ti”!
Esta batalla de Israel no se sabía por cuanto tiempo sería, podía ser días o podía ser años. Mientras estemos en esta tierra vamos a enfrentar cosas, o situaciones, que no podemos resolver y necesitamos de alguien que nos ayude en esa fatigas o desánimos; y es por eso que Dios les está diciendo en este texto (Deuteronomio 20:3-4): no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os desalentéis delante de ellos.
Esto mismo se aplica para nosotros: No nos desalentemos cuando enfrentemos nuestros problemas o dificultades. Es tiempo de creer lo que Él nos está diciendo en su palabra, es tiempo de hacer nuestros estos versículos y cuando llegue el problema a nuestra puerta recordar que Jehová peleará por nosotros.
Jehová peleará por vosotros. Son palabras que nos recuerdan que Él nos va a defender, Él va al lado de nosotros para defendernos, y para pelear las batallas por nosotros. A nosotros nos corresponde seguir sus instrucciones y sus mandamientos, que Él se va a encargar de nuestros problemas.
- Tenemos que enfocarnos en la grandeza de Dios, más que en el tamaño del obstáculo.
Dios es más grande que nuestros problemas. A veces tenemos un problema, y vemos el problema grande, y decimos: ¡Ay Diosito ayúdame! Al problema lo hacemos grande y a Dios un diosito, lo hacemos chiquito.
Salmos 61:1-4 (RV-60): 1Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración a mi oración atiende. 2Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, 3Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo. 4Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
No hay lugar más seguro mi hermano, que estar bajo la cobertura de las alas de Dios. Así venga el problema más difícil, así llega la enfermedad más terrible, así llegue la muerte a tu casa, problemas con tus hijos adolescentes; no hay lugar más seguro en el que pueda estar tu familia y tú, que bajo las alas de la cobertura de Dios.
El consejo que yo les quiero dar en esta tarde, y que también lo da la palabra de Dios, es buscar al Señor. Tenemos que buscar a Dios en las buenas y en las malas, porque en las malas nos empieza a ir mal y decimos: ¡Ay Dios mío ayúdame! Pero cuando estamos en las buenas, a veces, nos olvidamos de Dios. Por eso tenemos que estar en las buenas y en las malas buscando al Señor, adorando a Dios y mirando su grandeza. Esto va a fortalecer la fe del creyente, porque lo que nosotros miremos va a determinar nuestra actitud y la fuerza.
¿Cuántas veces hermano nos hemos sentido que todo lo que hacemos no produce ningún resultado? ¿Cuántas veces usted no se ha sentido desalentado? Cuando una persona solo ve los problemas, los obstáculos, difícilmente avanzará; pero si mira la grandeza y el poder de Dios cambiaremos hacia el propósito del Señor. Cuando estemos cansados o desanimados, miremos al Señor y sigamos adelante. Si tienes una deuda grande, ve al banco, habla con ellos y empieza a pagar la deuda poco a poco.
- Fortalecernos en la fe.
Fortalecernos en la fe, que es en Cristo Jesús.
Salmo 27: 13- 14 (RV-60): 13Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. 14Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, Espera a Jehová. Este Salmos nos habla de cómo David veía los problemas creciendo, a sus enemigos esperando su caída, y David le dice a Dios: “Por favor, no me entregues a mis enemigos, no dejes que se burlen de mí”. David busca en Dios ayuda, en protección. Mis hermanos, el Señor nunca nos va a decepcionar. Si tú vienes buscando a Dios, si tú vienes buscando su protección, su cuidado; Dios lo va a hacer.
Debemos confiar que la bondad del Señor está en esta tierra. A veces decimos: “es que yo a esta tierra solamente vengo a sufrir”. “Llévame Dios mío”. “Ya ven, en tu segunda venida, porque no aguanto esta situación”. Es como si quisiéramos morir, a mí me ha pasado. Pero Dios te está diciendo: “Hay bondad en esta tierra, vamos a ser felices en esta tierra”. Podemos encontrar la felicidad, podemos encontrar el ánimo; pero para eso tenemos que confiar, esperar, en Dios. No nos afanemos, no nos apresuremos a nada, porque no podremos ver la bondad de Dios en esta tierra. Es necesario que nos esforcemos y que se aliente nuestro corazón. Dios viene con recompensa y bendición para nuestra vida, para nuestra familia, Dios quiere lo mejor para nosotros, pero tenemos que creerlo mi hermano.
Esperemos en Jehová, no permitamos que nos gane el afán, la angustia, la depresión; (Salmos 27:14): Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, Espera en Jehová.
Mi hermano Dios tiene cuidado de los más mínimos detalles en tu vida, aún, de los que no te das cuenta. Hace un año y medio Sebastián (mi hijo mayor) me dijo que se quería ir a Estados Unidos para jugar fútbol americano, sería a hacer el grado 11. Se fue, hizo el grado 11 y regresó porque en el lugar donde se estaba quedando no podía quedarse más. La escuela donde él estaba pertenecía a un pueblito poco conocido y con muy pocos pobladores. Como era menor de edad no podíamos rentar una casa, tenía que haber una persona responsable del muchacho. Ya nos estaba abrazando el temor, la angustia, la incertidumbre, y dijimos: vamos a orar. Solo nos faltaban dos meses. Yo dije: solamente un milagro puede hacer esto. Les voy a resumir, oramos un viernes en casa, el domingo vengo para la iglesia y me encuentro con hermana Dina, que después de saludarme me dice: le quiero presentar a dos paisanos suyos. En lo personal me gusta, cuando llegan personas por primera vez para saludarles, conocerlos y ver cómo les puedo ayudar. Mientras platicamos me dice que es de Michoacán, pero estaba de visita en Washington; pero su pastor de Michoacán le dijo que como estaría tan cerca de Vancouver tenía que venir a esta iglesia, todo esto me lo dice la muchacha. Y el muchacho me dice que él es de Washington, yo asombrado comienzo a decirle que mi hijo había estudiado el año pasado en un pueblito de Washington que nadie conocía, porque estaba jugando fútbol americano. ¿Saben qué hermanos? Ese muchacho si conocía el pueblito, sus hijos también asistían a la escuela de mi hijo. La hija de este hombre era la novia de uno de los jugadores del equipo en el que jugaba mi hijo. Hermanos, él mismo nos rentó el cuarto para mi hijo. Mi hermano, no tuvimos que ir hasta el pueblito para buscar renta, no tuvimos que buscar teléfonos, no tuvimos que buscar en internet; justo ahí, al lado de mi silla en la iglesia estaban las personas que darían respuesta a nuestra oración. ¡Yo no lo podía creer! ¡Eso fue un milagro para mi familia! Dios tiene cuidado de nosotros, Dios maneja, Dios mueve por todos lados, Dios pone y alinea todo, para el bien de sus hijos.
Estos actos que pasan, hacen que nuestra fe crezca. Nuestra fe puede crecer; sí, la fe crece creyéndole a Dios. ¿Cómo vamos a creerle a Dios? La única manera que nosotros podemos creerle a Dios es conociendo a Dios. Y, ¿cómo vamos a conocer a Dios? La única manera que podamos conocer a Dios cada día más, es, buscándole todos los días. El pastor lo dice: Lea su Biblia todos los días, vengamos al templo. Cuando estamos bajo esa cobertura mi hermano, no hay nada imposible para Dios. Dios tiene cuidado de sus hijos.
Salmos 16:11 (RV-60): Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. Todo aquel que busca a Dios, todo aquel que entra en la presencia de Dios es bendecido mi hermano. No hay manera que tú vengas a buscar a Dios de corazón y que no salgas bendecido.
Salmos 138: 2-3 (RV-60): 2Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. 3El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.
Cuando tú vienes a buscar a Dios, a postrarte ante Él, tu alma va a salir fortalecida. No hay manera que busques la presencia de Dios y que no salgas transformado. Muchas veces venimos, buscamos, hacemos, trabajamos en nuestros ministerios, saludamos a nuestros hermanos y nos vamos; pero, ¿realmente estamos buscando a Dios de todo corazón? ¿Estamos clamando a Él? Lo que tenemos que hacer es buscarlo de corazón, y yo te lo aseguro que vas a salir fortalecido, vas a salir transformado.
No puedes enfrentar este 2024 si no estás fortalecido, si no sales transformado; porque te va a ser bien difícil enfrentar todas las situaciones que van a pasar. Tenemos que estar pegados a Dios.
Josué 1:9 (RV-60): Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas.
Después de la muerte de Moisés, a Josué le tocó tomar la batuta con el pueblo de Israel. Era un puesto difícil porque todo el mundo amaba a Moisés, no era fácil llenar las sandalias de Moisés. Josué tenía miedo, pero Dios le dice: Esfuérzate y se valiente, ¿por qué? Porque va a estar bien duro, no va a ser cualquier cosa lo que vas a enfrentar. Tendrás enemigos fuertes, vas a enfrentar gigantes, vas a enfrentar murallas, habrá desánimo, pero, donde quiera que tú vayas yo voy a estar contigo. Josué debería tener presente esa promesa todo el tiempo, todo el tiempo, mi hermano.
A veces uno comete un pequeño error y todos se van sobre uno. Porque algunas veces para juzgar somos rápidos; pero Dios nunca te va a abandonar, así cometas el peor error posible; su bondad y su misericordia siempre van a estar ahí
Mateo 28: 20 (RV-60): enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Él va a estar con nosotros hasta el fin del mundo, así que creamos esto mi hermano, Dios va a pelear nuestras batallas.
Fortalezcamos nuestra fe todos los días. Busquemos a Dios, adorémosle, postrémonos en frente a Él, clamemos a Él, busquémosle de corazón y veremos cómo nuestra alma va a salir fortalecida; porque Él nunca nos va a abandonar. Echemos fuera todo el temor.
Vamos a inclinar nuestros rostros, oremos al Señor: Te damos gracias por este día Señor, gracias por esta tarde. Gracias, porque sabemos que tú has estado con nosotros desde que nosotros nacimos Señor. Gracias Señor porque a pesar de las circunstancias que hemos pasado, que vamos a pasar, tú estás a nuestro lado Señor. Gracias señor porque aún, cuando nuestros problemas sean grandes Señor tú estás con nosotros, no simplemente para acompañarnos sino para pelear por nosotros. Gracias Señor porque tú tienes cuidado de nosotros, porque tú vas a pelear por cada uno de esos problemas Señor, porque tú tienes cuidado de tus hijos, porque tu gracia y misericordia siempre estarán presente. Gracias Señor porque tú has prometido que vas a estar con nosotros hasta el último día de este mundo. Gracias Señor porque el mundo nos puede abandonar, pero tú siempre estás con nosotros. Gracias señor porque sabemos, y hemos entendido, que no hay un mejor lugar que estar bajo tus alas. El mundo es engañoso Señor, nos quiere engañar con cuestiones de dinero, con cosas que son vanas y pasajeras Señor, pero sabemos que tu palabra Señor siempre está presente y quedará presente, que no pasará nunca. Gracias Señor por todas esas promesas que sabemos que tú vas a cumplir hasta el fin del mundo Señor. Gracias Señor por todo lo que has hecho, Gracias por dar tu vida Señor por nosotros, aún, siendo pecadores. Gracias por entregar Dios a tu Hijo, a tu único hijo, a pesar de no merecerlo. Gracias señor porque sabemos que tú quieres lo mejor para nosotros. Gracias Señor porque sabemos que este 2024 va a ser un año de victoria para todos nosotros. Gracias Señor porque sabemos que vamos a pelear contigo y que vamos a salir victoriosos. Gracias por las bendiciones que vienen, gracias por las pruebas que van a venir; porque sabemos que en las pruebas Señor es cuando tú vas a fortalecer más nuestra fe, nos vas a pulir como el oro Señor. Gracias Señor porque vamos a salir cada vez más fortalecidos. Ayúdanos a tener ese corazón de carne Señor, a buscarte, a buscarte cada día. A buscar tu palabra Señor, para poder conocerte cada día más. Gracias Señor por todo.
Gracias Señor por el mensaje de esta tarde. Recordarnos una vez más que usted está con nosotros y que debemos de hacer nuestra parte Señor, buscar de usted. Gracias por la vida del hermano Juan Carlos su familia, por cada uno de los que estamos en esta tarde acá, porque el mensaje llegó a los corazones.
Si usted está acá y no ha tomado la mejor decisión de su vida, este es el día. Este es el día para que usted pueda ponerse de pie, ahí donde está, para poder orar con usted y por usted. Si usted quiere tener un año diferente, si usted quiere ir de la mano de Dios como iba Josué, como iba Moisés, póngase de pie y entréguele su vida a Cristo. Usted no está acá por casualidad, Dios lo trajo con un propósito, para que tome la mejor decisión de su vida, no existen las casualidades. Si usted está en casita y no le ha entregado su vida a Jesús, haga conmigo esta oración: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Señor gracias te doy por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Si usted hizo esta oración conmigo, le invitamos a que se congregue con nosotros. O, que busque una iglesia para que usted pueda crecer en el conocimiento de la fe.
Amado Dios, llévanos con bien hasta nuestros hogares. Protégenos Señor. Que esta semana sea una semana de bendición, sabiendo que estamos bajo tu cobertura, en Cristo Jesús: Amén y amén.
¡Que Dios les bendiga iglesia!