¿Qué Pasa Cuando Morimos?
julio 14, 2013 – 1:30PM | Hebreos 11:8 | Dr. David Rodríguez
TRANSCRIPCIÓN
Con el estudio de esta tarde quiero contestar una pregunta bíblica y es “¿Qué pasa cuando morimos?”. Usted se va a dar cuenta lo que la Biblia, la palabra de Dios, enseña al respecto de lo qué pasa cuando morimos.
Hebreos capítulo 11 versículo 8 dice: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.(Hebreos 11:9) Por la fe -dice la palabra que- habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; (Hebreos 11:10) porque esperaba -esta ciudad, la misma que esperamos nosotros- la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” dice el versículo 10. Porque Abraham esperaba la ciudad que tiene fundamentos cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Oremos al señor, Padre te pido que el mensaje de tu palabra llegue a nuestros corazones, Espíritu Santo de Dios, usa el mensaje de ahora para la edificación de tu pueblo, te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Nosotros como Abraham, de acuerdo al versículo 9, dice la palabra que Abraham habitó como extranjero en la tierra prometida como en la tierra ajena, eso es exactamente lo que nosotros estamos haciendo acá, aquellas personas que hemos recibido a Cristo como nuestro Señor y nuestro Salvador.
La Biblia declara que nuestra ciudadanía está en los cielos, la Biblia dice que nosotros no somos, no hemos sido creados para vivir en esta tierra, que somos extranjeros en esta tierra. A esto se le llama también “la doctrina de la glorificación”, en Juan capítulo 14 versículo 1 la palabra del señor dice lo siguiente “no se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.”
y mire lo que dice el versículo 2, “En la casa de mi Padre muchas moradas -muchas mansiones muchos hogares-; hay si así no fuera yo, os hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”. Versículo que sigue “Y si me fuere y os preparare lugar, -mire usted, lo que nosotros esperamos- vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
“Pastor, ¿qué pasa cuando una persona muere?”. Usted sabe que nosotros estamos compuestos de materia física y el espíritu o el alma (de acuerdo a la Biblia, espíritu y alma se utiliza indistintamente, la palabra pneuma se usa tanto para espíritu como para el alma) entonces, nosotros estamos compuestos de dos cosas, estamos compuestos de lo físico y de lo inmaterial, de lo espiritual.
La Biblia dice que nosotros del polvo hemos sido tomados y al polvo vamos a volver, cuando una persona muere, esta carne que nosotros tenemos, regresa al polvo. Ya sea que lo cremen a usted (después de morir cremación, no que le vayan a poner crema) o ya sea que lo lleven al cementerio. Cualquier situación que hagan con usted, esta parte física, se queda en la tierra. Todas las personas desde el momento que nacen tienen un alma y esa alma es eterna.
Ahora ponga atención, lo que le estoy hablando es de acuerdo a la enseñanza de este libro -la Biblia- esta no es ninguna filosofía de ninguna iglesia ni cosas por el estilo.
El cuerpo es mortal, el cuerpo es corruptible, este cuerpo que yo tengo, el cuerpecito que tiene o cuerpezote, no puede entrar al cielo, no puede entrar al reino porque esto es corruptible, esto se arruina, esto se pudre, entonces, esto tiene que ir al polvo.
De acuerdo a la palabra del Señor, de acuerdo a la Biblia, no existe el purgatorio. Lea la Biblia del principio hasta el fin, no va a encontrar la palabra purgatorio en ningún versículo, de tal manera que bíblicamente hablando, ni el limbo, que fue creación de la iglesia tradicional, la iglesia católica declaró al mundo entero pidiendo perdón, porque por todos estos años dijeron que el limbo existía y que los niños iban al limbo, pero ellos hicieron una declaración -búsquela en internet, usted la va a encontrar en la página del vaticano- donde le piden perdón al mundo, diciendo “lo sentimos mucho, nos hemos dado cuenta que el limbo no existe”, pero todos estos veinte siglos de engaño a mucha gente ahí se queda.
El purgatorio tampoco existe, porque si usted lo busca en la Biblia no está. Lo que quiero decir con esto es que cuando la persona muere no va ni a ningún limbo, no va ni a ningún purgatorio a purgar sus almas como mucha gente dice, mucha gente dice que si usted se muere hoy lo mandan al purgatorio para que purgue sus pecados, dependiendo de qué tan malo haya sido así va a ser el tiempo que usted va a estar en el purgatorio, si usted fue poquito malo se va a echar unos diez años quizás, pero si usted fue bien malo, prepárense que se puede volar unos cincuenta. Esa enseñanza ¿de dónde viene? de la gente de la calle. La Biblia no habla acerca de eso.
Al hablar a dónde vamos al morir es bien importante lo siguiente y estas cosas que voy a explicar no son populares pero es responsabilidad mía enseñarsela a usted, tengo que hablar acerca de dos tipos de persona, quiero hablar de los creyentes en Cristo Jesús y de los inconversos.
¿Quién es un inconverso? Es una persona que no ha recibido a Cristo como señor y salvador personal, eso es un inconverso. De acuerdo a la enseñanza de este libro sagrado hay una profunda diferencia a donde vamos al morir entre los inconversos y los creyentes, por ejemplo, quiero que tenga dos versículos a la mano, Proverbios 11:7 dice “Cuando muere el hombre impío…”
Pregunta, ¿quién es el hombre impío? El hombre impío es la persona que nunca ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador personal, ese es el hombre impío ¿por qué? porque no tienen a Cristo en el corazón, no han recibido a Dios, no han tenido una experiencia personal con el Señor.
Y dice la palabra que cuando esa persona que no conoce a Dios de una manera personal perece, cuando esa persona muere, ¿qué pasa con la esperanza? muere la esperanza, es decir todos los que estamos acá tenemos la oportunidad de recibir a Cristo mientras tenemos vida, mientras estamos acá, una vez la persona se muere la esperanza de tener una segunda oportunidad desaparecen.
Nadie puede tener una segunda oportunidad, todo el mundo tiene una oportunidad mientras está en vida, todo el mundo mientras está en vida y mira, en estas partes del mundo se dice que nosotros los que vivimos en América más que todo vamos a escuchar el evangelio hasta 400 veces antes de morir, escuche lo que le digo, hasta 400 veces antes de morir, ¿cómo? En un programa de radio aparece un predicador gritando ahí, pone la televisión hay un pastor que está predicando, en su trabajo hay alguien que es evangélico y le habla a usted de la palabra del Señor, va al hospital abre usted la gaveta y aparece una Biblia, va a un motel abre una gaveta y le aparece una Biblia, esté en la cárcel le llega la palabra del Señor, usted es soldado y lo mandan para Irak le llega la predicación de la palabra del evangelio, va a tener hasta 400 oportunidades de escuchar el evangelio, de tal manera que no tiene excusa.
La persona no puede decir” a mí nunca me dijeron”, “yo no supe”, “a mí nunca me hablaron”. Por esta iglesia, por estas sillas en la que usted está, han pasado cientos y me atrevería a decir que miles de personas, por estas sillas, miles, esas miles de personas que pasaron por acá se les ofreció exactamente lo mismo que se le ofreció a usted, quiere recibir a Cristo como salvador personal, y la persona en ese instante tomó una decisión, unos lo aceptaron y aquí están, otros lo rechazaron, pero la oportunidad la tuvieron. Entonces inmediatamente después de morir no existe una segunda oportunidad, cuando el impío muere perece la esperanza, ahí se acabó, ya no más.
Aquellas personas que han estado dejando la salvación para más adelante, aquellos que dicen “no, ya mañana”, “no, cuando lo sienta en mi corazón”, “no, yo le aviso”, “no, mire, no sé que”, lo que sea. Ahora mire la otra contraparte, Proverbios 14:32, mire qué lindo, “Por la maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza”. Aleluya, esos somos nosotros, entonces, el impío muere la esperanza, el justo tiene esperanza.
Importante hacer esta notación, “y usted ¿por qué dice que son justos?” No es que seamos buena gente nosotros, es que la sangre de Cristo nos justifica. Por eso me encanta ese bumper sticker (calcomanía que va en el carro) que dice “los cristianos no somos perfectos, somos perdonados” eso es lo que somos, somos perdonados, esa justificación no es por nuestras buenas obras, esa justificación es por la sangre de Cristo.Cuando una persona dice: “Señor, yo te recibo como mi Salvador personal”, en ese momento la sangre preciosa de Jesús te cubre y te limpia de todos tus pecados.
Te quiero decir algo más que no le gusta mucho a los oídos de la persona que no conoce a Dios, apocalipsis 20:15 dice: “y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
Hermano, esto es terrible, miren, yo he leído cantidad de cosas, he estado en un montón de settings y una de las preguntas que surgen, especialmente de estudiantes universitarios, es esta “¿Por qué si ustedes dicen que Dios es un Dios de amor va a mandar a la gente al infierno?”, “¿Cómo es posible que un Dios de amor mande a la gente al infierno?” y la gente se equivoca.
Dios no manda a nadie al infierno, el infierno lo creó Dios para satanás el diablo y sus ángeles, pero cuando una persona pasa por este mundo, ignorando el sacrificio de Jesucristo, indiferente a lo que Jesús hizo en la cruz del calvario, creyendo que no hay Dios como dice el libro de los Salmos que dice que el necio en su corazón no hay Dios y usted vive sin Dios, entonces la palabra del señor dice que como sus pecados no fueron perdonados.
Hay que entender, usted sabe que lo que pasó allá en el huerto del Edén es que el pecado entró por un hombre, ¿como se llama ese hombre? Adán, pero también por un hombre vino la redención ¿cómo se llama ese hombre? Cristo. Si usted muere con el pecado de Adán y nunca recibe la redención de Jesucristo, entonces usted se condena. Pero no es que Dios lo condenó, Dios no dice “fulano de tal al infierno”, no, es la persona. ¿Sabe cuando se da cuenta? En el momento que se le hace a usted la invitación de si quiere recibir a Cristo para tener perdón de pecados y vida eterna y usted dice “no, más adelante”. Que está diciendo con eso, “yo no quiero cielo”, “yo no quiero salvación”, “yo no quiero redención”, “no quiero nada que ver con Dios”, “yo quiero seguir creyendo lo que yo pienso” y dice el Señor “bueno, la oportunidad la tuviste”.
Por eso el libro de la vida, lo que se cree con el libro de la vida es que cuando una persona recibe a Cristo, su nombre es inscrito en el libro de la vida del cordero. Su nombre se escribe en el libro de la vida, por eso es que cuando allá se pase lista, nosotros vamos a responder a nuestro nombre, su nombre está escrito en los cielos y usted dice “Aleluya, mi nombre está puesto”. Entonces, si su nombre no está inscrito en el libro de la vida dice la palabra que esa alma va al lago que arde con fuego y azufre.
En Mateo capítulo 8 versículo 12 dice la escritura: “Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Se está refiriendo al reino físico porque el versículo anterior habla del reino de Dios.
Concluimos con esto, si una persona muere sin Cristo, hermano mío, va al infierno. Y esta es una de las cosas más duras que puede haber, this is not a joke (esto no es una broma), le voy a decir el porqué porque casi siempre después de que predico un mensaje como esto la gente viene y me dice “pastor, y mi hijo que se murió sin Cristo”, “pastor, y mi papá que murió sin Cristo”, “y mi mamá que murió sin Cristo”. Por eso es la gran responsabilidad nuestra de transmitir el evangelio a nuestros familiares.
Ayer estaba casando a una pareja y le pregunté al hermano, le digo “brother (hermano), -le digo- ¿y sus familiares son creyentes?” y me comenzó a decir “mira, los que están aquí de tal parte de esto, los que están allá de tal otra tal cosa. No, no lo son -dice- pero le doy gracias a Dios que mi padre antes de fallecer le entregó su vida a Cristo”. Te das cuenta la importancia de eso, hermano, no pues si usted vive todos los días y tiene un papá que es inconverso, tiene una mamá que es inconversa, un hermano, un tío, un pariente, un hijo, no podemos ¿cómo podemos descansar nuestras almas sabiendo que esa gente no conoce a Jesús? y que si algo llega a pasar la Biblia dice que esa persona va al infierno, eso es lo que la palabra enseña, eso es con relación a las personas que no conocen a Cristo.
Ahora, ¿qué pasa con las personas que conocemos a Cristo como Señor y Salvador personal? en Hechos capítulo 7 versículo 55 pasa una historia que todos conocemos, Esteban estaba predicando el evangelio y lo apedrearon, de esa manera murió, Esteban como el primer mártir de la iglesia y dice la palabra del señor “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a jesús que estaba sentado a la diestra de Dios”.
Y miré el versículo que sigue “Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está a la diestra de Dios. (Hechos 7:57) Entonces ellos, Dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. (Hechos 7:58) Y echándole fuera de la ciudad le apedrearon, y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. (Hechos 7:59) y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu”.
Él no le dijo “Señor, después de que purgue mis pecados nos vemos”, él no le dijo “Señor, me voy a un lugar de descanso en este instante pero después de que mi alma descanse nos vemos en la gloria”, no, recibe mi espíritu. Versículo 60 “Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tómese en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”.
Cuando un cristiano muere, cuando un creyente muere cierra los ojos aquí y los abre ante la presencia de Dios. No hay lugares intermedios, no hay lugares de descanso,no hay dormir del alma, ese pensamiento filosófico que todo termina cuando la persona se muere es un pensamiento materialista, ese pensamiento no toma en consideración que el hombre es un ser tripartito o la dicotomía, que nosotros estamos formados por materia y estamos formados por espíritu también, el cristiano muere y en el momento que cierra los ojos aquí los abre ante la presencia del Dios todopoderoso.
Filipenses capítulo 1 versículo 21, quiero expresar lo que hay en mi corazón con relación a esta palabra, mira hermano, nosotros estamos apegados a esta tierra porque es lo que conocemos, es lo que nuestra carne conoce, estamos apegados aquí, queremos vivir aquí, queremos estar acá. Pablo qué dijo, “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21).
Si usted lo ve conmigo detenidamente, nosotros sabemos que pensamos todo lo contrario, para mí vivir es Cristo pero morir no es bueno ¿no es cierto?. Yo siempre siempre me he puesto a pensar en situaciones como estas, por ejemplo, fíjate, el hermano Álvaro está bastante enfermo en este instante pero mire nuestra mentalidad, a pesar de que conocemos esta palabra, pero ¿cuál es nuestra mentalidad? hermano oremos ¿para qué? para que no se vaya ¿sí o no? porque esa es nuestra mentalidad terrenal
Quiero hacer un paréntesis, ya voy a regresar a Filipenses pero quiero que vaya a primera de Corintios 2:9, por favor lléveselo a su corazón, yo entiendo nuestra naturaleza humana y yo sé que nadie se quiere morir, pero mire usted esto “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en el corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.”. ¿Sabes qué está diciendo Dios en este versículo? “ustedes están apegados a esta tierra porque no tienen ni idea de lo que yo tengo preparado para ustedes en el cielo” eso dice la palabra.
Estos versículos deberían de darnos ganas de estar con el señor, pero nadie quiere, no queremos porque la carne nuestra está pegada a este mundo, estamos apegados a nuestros hijos, apegados a nuestra casita que pasamos una vida completa construyendo, estamos apegados a todo esto. Mis queridos y amados hermanos, déjame decirte algo, las personas que han partido con Cristo están muchísimo mejor que usted y yo, mucho mejor, no habrá enfermedad.
¿Usted ha visitado a un enfermo últimamente? Eso es una cosa triste, no habrá enfermedad, no habrá lágrimas, allá no habrá dolor, en el cielo no habrá llanto, no habrá tristeza. Por eso dice el apóstol “Miren señores, cosas que sus ojos jamás han visto, cosas que sus oídos nunca escucharon, cosas que nunca se las imagina vuestro corazón, esas cosas son las que Dios ha preparado para los que le aman”.
Por eso el apóstol pablo dijo “conozco a un hombre que si en el cuerpo no lo sé, si en el espíritu no lo sé, fue trasladado al tercer cielo y vio cosas inefables que no le es dado al hombre expresar, si yo les contara -dice el apóstol- lo que yo vi en la gloria, si yo les contara lo que hay en el cielo, si yo les contara lo que significa la gloria del Dios todopoderoso, todos nosotros quisiéramos estar allá y no acá”. Pero lo que esta carne conoce, el olor al chicharrón, ¡ay, qué rico! Deme 4 por favor. Eso es lo que nuestra carne conoce, el apego a lo terrenal, el apego a estas cosas.
Ahora quiero que regresemos a Filipenses “porque para mí -dice el apóstol- el vivir es Cristo,…” morir es pérdida -decimos nosotros. Dígame si no decimos “qué gran pérdida la que hemos tenido”, my goodness, ¿qué dice esta palabra?, ¿que morir es qué? es ganancia.
Lo que pasa es que la línea es bien fina, porque como Dios ya nos conoce a nosotros, es capaz que más de algún marido aquí quiera salir del culto diciendo “mi amor te voy a mandar allá para que esté mejor.”
Dice el versículo 22: “Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger”. Lo que Pablo dice “para mí morir es ganancia pero como tengo que seguirles predicando el evangelio, si tengo que decidir entre estar con el Señor o tengo que decidir entre seguir predicando el evangelio y seguir ganando alma, no sé qué escoger” dice el apóstol. Pero en el versículo 23 él dice “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo…”.
A esto yo le he dado vuelta mil veces, yo me pregunto ¿por qué dijo el apóstol eso? teniendo deseo de partir, porque esto no es normal, no es normal que una persona tenga deseo de partir al menos que esa persona esté pasando por un momento de una crisis emocional de depresión.
Será que Pablo dijo esto porque ya estaba viejo, ¿por qué dijo estas cosas? Sabe el porqué, porque él había sido arrebatado al tercer cielo, él sabía lo que estaba hablando y Pablo está diciendo, deseo de partir, dice que estar con Cristo, iglesia, primero dijo que es ganancia y ahora dice que es muchísimo mejor.
¿Qué es mejor? estar sufriendo aquí en la Tierra o estar con Él, eso me indica que no es pérdida en realidad. Y tampoco yo creo que cuando se muere un niño y le dicen a uno “es que el Señor necesitaba un ángel”. Eso no es cierto, eso no lo dice la Biblia, si Dios necesitara un ángel, Él puede hacer miles y millones si Él quiere, simple y sencillamente Dios es un Dios soberano y nos llama cuando Él nos quiere llamar. Y permite cosas en nuestra vida para darnos lecciones, él es Dios, Él sabe lo que está haciendo pero el apóstol dice que es muchísimo mejor estar con Él.
Segunda de Corintios capítulo 5 versículo 8, dice la palabra de Dios: “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo y presentes al Señor.” Cuando una persona aquí fallece en el instante que cierra sus ojos acá, en ese instante esa persona los abre ante la presencia del Dios todopoderoso, ahí se hace realidad, ahí tenemos el programa terminado de Dios en la vida de un cristiano. Cuando un cristiano recibe a Cristo, en ese momento recibe la justificación.
¿Cuánto tiempo tiene usted de conocer a Cristo? cinco años, diez años, veinte años, treinta años, todo ese tiempo se llama “proceso de santificación”, Dios está santificando tu vida, te está sacando del pecado, sacandote de las cosas malas, de los malos pensamientos, santificando tu vida. Pero aquí llegamos al estado final de salvación, cuando se hace una realidad todo aquello que hemos creído, cuando al haber depositado nuestra fe y confianza en Cristo llega ese momento de decir “hijo, sobre poco ha sido fiel sobre mucho te pondré. Entra en el reino de tu Señor.
Hermanos, y otra cosa más, cuando la persona muere, hasta ahí se acabó todo. Nosotros como cristianos no tenemos por qué andar haciendo novenarios, ni andar haciendo cosas para recordar, si la persona está mejor que nosotros, no tenemos que andarle pidiendo a nadie que la persona purgue sus pecados porque cuando cierra los ojos aquí, está en la presencia del Señor.
Todo ese montón de cursos son paganas, vienen de religiones paganas, ¿por qué? porque en la Biblia no está, en la Biblia no aparece nada de eso. Se toma un poquito de aquí, otro poquito de allá, lo unen y hay un montón de gente que la sigue en estas cosas, pero no son así. Cerramos los ojos aquí, los abrimos ante la presencia del Señor.
Ahora quiero explicarte 2 versículo más, Hebreos 12:23 dice: “a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el juez de todos, -ojo, a quién está hablando- a los que espíritus de los justos hechos perfectos,”.
Cuando usted se muera, su cuerpo lo enterramos, su espíritu pasa a la presencia del Señor, en ese tiempo usted está en los cielos sin cuerpo porque esto -el cuerpo- no puede entrar allá, usted está en los cielos como espíritu, sin cuerpo. Usted va a tener un cuerpo en los cielos pero el cuerpo que tenga en los cielos es un cuerpo transformado, es un cuerpo glorificado, eso será. Pero, mientras tanto usted tendrá solamente su espíritu en el cielo, por una sencilla razón, porque para que tenga cuerpo glorificado es necesario que Cristo venga primero, lo que nosotros conocemos como “el arrebatamiento de la Iglesia”. porque cuando Cristo venga dice la palabra que Él se pose en las nubes y ¿quiénes resucitarán primero? los muertos en Cristo.
Pero dice la palabra que nosotros venimos en espíritu con Jesús, no ponemos un pie en la tierra, nos quedamos en los cielos. Los muertos en Cristo resucitan pero ya va a ser incorruptible, es un cuerpo transformado, es un cuerpo glorificado que se va a unir a nuestro espíritu, y entonces tendremos un cuerpo.
Porque este cuerpo, repito, usted, claro, mientras estemos en la tierra tenemos esa mente ¿verdad?. La mente de qué somos gordos, que somos flacos, que estamos re boliches, ese montón de cosas, eso va a desaparecer, seremos semejante a los ángeles en el cielo, pero no tendremos cuerpo hasta que se una nuestro cuerpo con nuestro espíritu y eso tiene que ser después del arrebatamiento de la Iglesia. Por eso Hebreos está hablando a los espíritus de los justos hechos perfectos.
Apocalipsis 6:9 dice: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar de las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.” de tal manera que eso es lo que la Biblia nos enseña con relación a la muerte, que pasa inmediatamente después de que morimos.
Y luego esta porción tan maravillosa que me encanta de Filipenses 3:20, “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al señor Jesucristo; (Filipenses 3:21) el cual transformará este cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya,…”
Óyeme, esto es un misterio, esto se lo voy a dejar para otro día, esto es un misterio porque sabe que lo que está diciendo Pablo, yo dije que vamos a tener un cuerpo transformado ¿no es cierto? y ahí dice el cual que transformará el cuerpo de la humillación.
Este cuerpo es de humillación, este cuerpo nos humilla todos los días de nuestra vida, el mío me humilla, en serio, “este día sólo como ensalada”, “este día sólo como ensalada”, “este día sólo como ensalada”. A donde Juan Carlos fui a parar, a comerme una hamburguesa de este vuelo, eso es una humillación. Y después yo “a la puchica hombre, que barbaridad.
Los buffets yo los odio con odio jarocho, pero yo paso frente a un buffet, me llama. Entonces, yo digo “sí, voy a entrar y solo pescadito nada más, de ese al vapor y ensaladita, eso es, nada más eso” y entro y salgo así “ya sabía” me humilla este cuerpo a mí.
Mira lo que no quiere ver, usted va caminando y pasa una muchacha guapa y usted dice a verla, me humilla. Pero no por mucho tiempo porque Él va a transformar este cuerpo de la humillación. Esto es el misterio “para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Filipenses 3:21).
¿Sabe usted qué dice la palabra? que los discípulos estaban reunidos, y estando las puertas cerradas, dice la escritura, ¿qué pasó? Jesús se puso en medio de ellos y dijo “shalom, pasa a vosotros” tocó la puerta traspaso pero eso es para otro culto, porque este versículo dice que él va a transformar este cuerpo para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya.
Dice que Él comió después con sus discípulos, dice que Él se paró aun con ese cuerpo glorificado y le dijo a Tomás “ven y pon tu dedo aquí en mi llaga”. Mira todo lo que vamos a poder hacer con ese cuerpo glorificado, cuando cerramos los ojos aquí, los abrimos allá y cuando estés allá vas a ver cosas que estos ojos jamás han visto, vas a oír cosas que estos oídos nunca han escuchado, vas a ver cosas que nunca han subido en corazón del humano. Porque esas cosas son las que Dios tiene preparado para todos aquellos que le amamos.
Dele un buen aplauso al Señor, dele gracias a Dios, glorifique su nombre. Padre querido, alabamos tu nombre, te exaltamos Señor, estamos maravillados de lo que tú has hecho por nosotros, maravillados de lo que nos espera, Señor. Te alabamos, nuestra alma se regocija en ti Padre Santo, nuestro corazón está feliz porque esta palabra tuya afirma nuestra fe, esta palabra tuya nos da confianza, esta palabra no se edifica y permite que de nuestros labios surja una alabanza para ti. Bendito sea tu nombre, gracias Jesús, gracias por esa persona que nos trajo a tu casa, gracias por esa persona que nos habló de tu palabra, gracias por esa persona que insistió para que viniéramos y escucharemos este evangelio que es glorioso, bendito sea tu nombre.
Mientras todos oramos en esta tarde, yo quiero hacer una invitación a usted, especialmente si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón, qué oportunidad más linda, qué bueno es Dios, usted no está aquí por casualidad, usted está aquí porque Dios le ha traído y Dios le ama y quiere perdonar sus pecados y quiere darte la bendición más grande que un ser humano pueda recibir sobre la tierra, el perdón de los pecados y la vida eterna. Si usted nunca antes ha recibido a Cristo pero quisiera hacerlo en este momento, yo le invito ahí donde está, para que se ponga de pie o levante su mano, habrá un consejero que se va a acercar a usted para explicarle cómo usted puede hacer una oración y recibir a Cristo en su vida.
Mientras todos oramos, si usted siente el deseo en este momento de recibir a Cristo levante su mano, no estamos hablando de cambiar religiones, iglesias, ni cosas por el estilo. Lo que estamos hablando es de tener un encuentro personal con Jesús y decirle “Señor, yo quiero recibir a Cristo en mi corazón, yo quiero que entres a mi vida”. Si hay alguien aquí en la iglesia, la iglesia está orando por aquellas personas que no conocen a Jesús, el tiempo es suyo, levanten su mano o pónganse de pie.
Usted que nos mira por internet, usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe dígale al Señor “Señor, en este día abro mi corazón y te recibo como mi Señor y mi Salvador personal, yo creo que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día, Señor en este momento yo me entrego a ti, te entrego mi corazón, te entrego mi alma y te recibo como mi Señor y mi Salvador personal”. Si usted hizo esta oración conmigo, yo le animo a seguir creciendo en el conocimiento de nuestro Señor Jesús.
Padre querido, gracias por estas verdades que encontramos en la Sagrada Escritura, bendice a tu pueblo, en el nombre de Jesús oramos, amén, amén. Que la paz de Cristo les acompañe iglesia, que Dios me los bendiga, estamos aquí de regreso a las 6 de la tarde y el miércoles a las 7 de la noche para estudiar la palabra del señor, bendiciones.
¿Qué Pasa Cuando Morimos?
julio 14, 2013 – 1:30PM | Hebreos 11:8 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Con el estudio de esta tarde quiero contestar una pregunta bíblica y es “¿Qué pasa cuando morimos?”. Usted se va a dar cuenta lo que la Biblia, la palabra de Dios, enseña al respecto de lo qué pasa cuando morimos.
Hebreos capítulo 11 versículo 8 dice: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.(Hebreos 11:9) Por la fe -dice la palabra que- habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; (Hebreos 11:10) porque esperaba -esta ciudad, la misma que esperamos nosotros- la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” dice el versículo 10. Porque Abraham esperaba la ciudad que tiene fundamentos cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Oremos al señor, Padre te pido que el mensaje de tu palabra llegue a nuestros corazones, Espíritu Santo de Dios, usa el mensaje de ahora para la edificación de tu pueblo, te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Nosotros como Abraham, de acuerdo al versículo 9, dice la palabra que Abraham habitó como extranjero en la tierra prometida como en la tierra ajena, eso es exactamente lo que nosotros estamos haciendo acá, aquellas personas que hemos recibido a Cristo como nuestro Señor y nuestro Salvador.
La Biblia declara que nuestra ciudadanía está en los cielos, la Biblia dice que nosotros no somos, no hemos sido creados para vivir en esta tierra, que somos extranjeros en esta tierra. A esto se le llama también “la doctrina de la glorificación”, en Juan capítulo 14 versículo 1 la palabra del señor dice lo siguiente “no se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.”
y mire lo que dice el versículo 2, “En la casa de mi Padre muchas moradas -muchas mansiones muchos hogares-; hay si así no fuera yo, os hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”. Versículo que sigue “Y si me fuere y os preparare lugar, -mire usted, lo que nosotros esperamos- vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
“Pastor, ¿qué pasa cuando una persona muere?”. Usted sabe que nosotros estamos compuestos de materia física y el espíritu o el alma (de acuerdo a la Biblia, espíritu y alma se utiliza indistintamente, la palabra pneuma se usa tanto para espíritu como para el alma) entonces, nosotros estamos compuestos de dos cosas, estamos compuestos de lo físico y de lo inmaterial, de lo espiritual.
La Biblia dice que nosotros del polvo hemos sido tomados y al polvo vamos a volver, cuando una persona muere, esta carne que nosotros tenemos, regresa al polvo. Ya sea que lo cremen a usted (después de morir cremación, no que le vayan a poner crema) o ya sea que lo lleven al cementerio. Cualquier situación que hagan con usted, esta parte física, se queda en la tierra. Todas las personas desde el momento que nacen tienen un alma y esa alma es eterna.
Ahora ponga atención, lo que le estoy hablando es de acuerdo a la enseñanza de este libro -la Biblia- esta no es ninguna filosofía de ninguna iglesia ni cosas por el estilo.
El cuerpo es mortal, el cuerpo es corruptible, este cuerpo que yo tengo, el cuerpecito que tiene o cuerpezote, no puede entrar al cielo, no puede entrar al reino porque esto es corruptible, esto se arruina, esto se pudre, entonces, esto tiene que ir al polvo.
De acuerdo a la palabra del Señor, de acuerdo a la Biblia, no existe el purgatorio. Lea la Biblia del principio hasta el fin, no va a encontrar la palabra purgatorio en ningún versículo, de tal manera que bíblicamente hablando, ni el limbo, que fue creación de la iglesia tradicional, la iglesia católica declaró al mundo entero pidiendo perdón, porque por todos estos años dijeron que el limbo existía y que los niños iban al limbo, pero ellos hicieron una declaración -búsquela en internet, usted la va a encontrar en la página del vaticano- donde le piden perdón al mundo, diciendo “lo sentimos mucho, nos hemos dado cuenta que el limbo no existe”, pero todos estos veinte siglos de engaño a mucha gente ahí se queda.
El purgatorio tampoco existe, porque si usted lo busca en la Biblia no está. Lo que quiero decir con esto es que cuando la persona muere no va ni a ningún limbo, no va ni a ningún purgatorio a purgar sus almas como mucha gente dice, mucha gente dice que si usted se muere hoy lo mandan al purgatorio para que purgue sus pecados, dependiendo de qué tan malo haya sido así va a ser el tiempo que usted va a estar en el purgatorio, si usted fue poquito malo se va a echar unos diez años quizás, pero si usted fue bien malo, prepárense que se puede volar unos cincuenta. Esa enseñanza ¿de dónde viene? de la gente de la calle. La Biblia no habla acerca de eso.
Al hablar a dónde vamos al morir es bien importante lo siguiente y estas cosas que voy a explicar no son populares pero es responsabilidad mía enseñarsela a usted, tengo que hablar acerca de dos tipos de persona, quiero hablar de los creyentes en Cristo Jesús y de los inconversos.
¿Quién es un inconverso? Es una persona que no ha recibido a Cristo como señor y salvador personal, eso es un inconverso. De acuerdo a la enseñanza de este libro sagrado hay una profunda diferencia a donde vamos al morir entre los inconversos y los creyentes, por ejemplo, quiero que tenga dos versículos a la mano, Proverbios 11:7 dice “Cuando muere el hombre impío…”
Pregunta, ¿quién es el hombre impío? El hombre impío es la persona que nunca ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador personal, ese es el hombre impío ¿por qué? porque no tienen a Cristo en el corazón, no han recibido a Dios, no han tenido una experiencia personal con el Señor.
Y dice la palabra que cuando esa persona que no conoce a Dios de una manera personal perece, cuando esa persona muere, ¿qué pasa con la esperanza? muere la esperanza, es decir todos los que estamos acá tenemos la oportunidad de recibir a Cristo mientras tenemos vida, mientras estamos acá, una vez la persona se muere la esperanza de tener una segunda oportunidad desaparecen.
Nadie puede tener una segunda oportunidad, todo el mundo tiene una oportunidad mientras está en vida, todo el mundo mientras está en vida y mira, en estas partes del mundo se dice que nosotros los que vivimos en América más que todo vamos a escuchar el evangelio hasta 400 veces antes de morir, escuche lo que le digo, hasta 400 veces antes de morir, ¿cómo? En un programa de radio aparece un predicador gritando ahí, pone la televisión hay un pastor que está predicando, en su trabajo hay alguien que es evangélico y le habla a usted de la palabra del Señor, va al hospital abre usted la gaveta y aparece una Biblia, va a un motel abre una gaveta y le aparece una Biblia, esté en la cárcel le llega la palabra del Señor, usted es soldado y lo mandan para Irak le llega la predicación de la palabra del evangelio, va a tener hasta 400 oportunidades de escuchar el evangelio, de tal manera que no tiene excusa.
La persona no puede decir” a mí nunca me dijeron”, “yo no supe”, “a mí nunca me hablaron”. Por esta iglesia, por estas sillas en la que usted está, han pasado cientos y me atrevería a decir que miles de personas, por estas sillas, miles, esas miles de personas que pasaron por acá se les ofreció exactamente lo mismo que se le ofreció a usted, quiere recibir a Cristo como salvador personal, y la persona en ese instante tomó una decisión, unos lo aceptaron y aquí están, otros lo rechazaron, pero la oportunidad la tuvieron. Entonces inmediatamente después de morir no existe una segunda oportunidad, cuando el impío muere perece la esperanza, ahí se acabó, ya no más.
Aquellas personas que han estado dejando la salvación para más adelante, aquellos que dicen “no, ya mañana”, “no, cuando lo sienta en mi corazón”, “no, yo le aviso”, “no, mire, no sé que”, lo que sea. Ahora mire la otra contraparte, Proverbios 14:32, mire qué lindo, “Por la maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza”. Aleluya, esos somos nosotros, entonces, el impío muere la esperanza, el justo tiene esperanza.
Importante hacer esta notación, “y usted ¿por qué dice que son justos?” No es que seamos buena gente nosotros, es que la sangre de Cristo nos justifica. Por eso me encanta ese bumper sticker (calcomanía que va en el carro) que dice “los cristianos no somos perfectos, somos perdonados” eso es lo que somos, somos perdonados, esa justificación no es por nuestras buenas obras, esa justificación es por la sangre de Cristo.Cuando una persona dice: “Señor, yo te recibo como mi Salvador personal”, en ese momento la sangre preciosa de Jesús te cubre y te limpia de todos tus pecados.
Te quiero decir algo más que no le gusta mucho a los oídos de la persona que no conoce a Dios, apocalipsis 20:15 dice: “y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
Hermano, esto es terrible, miren, yo he leído cantidad de cosas, he estado en un montón de settings y una de las preguntas que surgen, especialmente de estudiantes universitarios, es esta “¿Por qué si ustedes dicen que Dios es un Dios de amor va a mandar a la gente al infierno?”, “¿Cómo es posible que un Dios de amor mande a la gente al infierno?” y la gente se equivoca.
Dios no manda a nadie al infierno, el infierno lo creó Dios para satanás el diablo y sus ángeles, pero cuando una persona pasa por este mundo, ignorando el sacrificio de Jesucristo, indiferente a lo que Jesús hizo en la cruz del calvario, creyendo que no hay Dios como dice el libro de los Salmos que dice que el necio en su corazón no hay Dios y usted vive sin Dios, entonces la palabra del señor dice que como sus pecados no fueron perdonados.
Hay que entender, usted sabe que lo que pasó allá en el huerto del Edén es que el pecado entró por un hombre, ¿como se llama ese hombre? Adán, pero también por un hombre vino la redención ¿cómo se llama ese hombre? Cristo. Si usted muere con el pecado de Adán y nunca recibe la redención de Jesucristo, entonces usted se condena. Pero no es que Dios lo condenó, Dios no dice “fulano de tal al infierno”, no, es la persona. ¿Sabe cuando se da cuenta? En el momento que se le hace a usted la invitación de si quiere recibir a Cristo para tener perdón de pecados y vida eterna y usted dice “no, más adelante”. Que está diciendo con eso, “yo no quiero cielo”, “yo no quiero salvación”, “yo no quiero redención”, “no quiero nada que ver con Dios”, “yo quiero seguir creyendo lo que yo pienso” y dice el Señor “bueno, la oportunidad la tuviste”.
Por eso el libro de la vida, lo que se cree con el libro de la vida es que cuando una persona recibe a Cristo, su nombre es inscrito en el libro de la vida del cordero. Su nombre se escribe en el libro de la vida, por eso es que cuando allá se pase lista, nosotros vamos a responder a nuestro nombre, su nombre está escrito en los cielos y usted dice “Aleluya, mi nombre está puesto”. Entonces, si su nombre no está inscrito en el libro de la vida dice la palabra que esa alma va al lago que arde con fuego y azufre.
En Mateo capítulo 8 versículo 12 dice la escritura: “Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Se está refiriendo al reino físico porque el versículo anterior habla del reino de Dios.
Concluimos con esto, si una persona muere sin Cristo, hermano mío, va al infierno. Y esta es una de las cosas más duras que puede haber, this is not a joke (esto no es una broma), le voy a decir el porqué porque casi siempre después de que predico un mensaje como esto la gente viene y me dice “pastor, y mi hijo que se murió sin Cristo”, “pastor, y mi papá que murió sin Cristo”, “y mi mamá que murió sin Cristo”. Por eso es la gran responsabilidad nuestra de transmitir el evangelio a nuestros familiares.
Ayer estaba casando a una pareja y le pregunté al hermano, le digo “brother (hermano), -le digo- ¿y sus familiares son creyentes?” y me comenzó a decir “mira, los que están aquí de tal parte de esto, los que están allá de tal otra tal cosa. No, no lo son -dice- pero le doy gracias a Dios que mi padre antes de fallecer le entregó su vida a Cristo”. Te das cuenta la importancia de eso, hermano, no pues si usted vive todos los días y tiene un papá que es inconverso, tiene una mamá que es inconversa, un hermano, un tío, un pariente, un hijo, no podemos ¿cómo podemos descansar nuestras almas sabiendo que esa gente no conoce a Jesús? y que si algo llega a pasar la Biblia dice que esa persona va al infierno, eso es lo que la palabra enseña, eso es con relación a las personas que no conocen a Cristo.
Ahora, ¿qué pasa con las personas que conocemos a Cristo como Señor y Salvador personal? en Hechos capítulo 7 versículo 55 pasa una historia que todos conocemos, Esteban estaba predicando el evangelio y lo apedrearon, de esa manera murió, Esteban como el primer mártir de la iglesia y dice la palabra del señor “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a jesús que estaba sentado a la diestra de Dios”.
Y miré el versículo que sigue “Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está a la diestra de Dios. (Hechos 7:57) Entonces ellos, Dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. (Hechos 7:58) Y echándole fuera de la ciudad le apedrearon, y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. (Hechos 7:59) y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu”.
Él no le dijo “Señor, después de que purgue mis pecados nos vemos”, él no le dijo “Señor, me voy a un lugar de descanso en este instante pero después de que mi alma descanse nos vemos en la gloria”, no, recibe mi espíritu. Versículo 60 “Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tómese en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”.
Cuando un cristiano muere, cuando un creyente muere cierra los ojos aquí y los abre ante la presencia de Dios. No hay lugares intermedios, no hay lugares de descanso,no hay dormir del alma, ese pensamiento filosófico que todo termina cuando la persona se muere es un pensamiento materialista, ese pensamiento no toma en consideración que el hombre es un ser tripartito o la dicotomía, que nosotros estamos formados por materia y estamos formados por espíritu también, el cristiano muere y en el momento que cierra los ojos aquí los abre ante la presencia del Dios todopoderoso.
Filipenses capítulo 1 versículo 21, quiero expresar lo que hay en mi corazón con relación a esta palabra, mira hermano, nosotros estamos apegados a esta tierra porque es lo que conocemos, es lo que nuestra carne conoce, estamos apegados aquí, queremos vivir aquí, queremos estar acá. Pablo qué dijo, “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21).
Si usted lo ve conmigo detenidamente, nosotros sabemos que pensamos todo lo contrario, para mí vivir es Cristo pero morir no es bueno ¿no es cierto?. Yo siempre siempre me he puesto a pensar en situaciones como estas, por ejemplo, fíjate, el hermano Álvaro está bastante enfermo en este instante pero mire nuestra mentalidad, a pesar de que conocemos esta palabra, pero ¿cuál es nuestra mentalidad? hermano oremos ¿para qué? para que no se vaya ¿sí o no? porque esa es nuestra mentalidad terrenal
Quiero hacer un paréntesis, ya voy a regresar a Filipenses pero quiero que vaya a primera de Corintios 2:9, por favor lléveselo a su corazón, yo entiendo nuestra naturaleza humana y yo sé que nadie se quiere morir, pero mire usted esto “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en el corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.”. ¿Sabes qué está diciendo Dios en este versículo? “ustedes están apegados a esta tierra porque no tienen ni idea de lo que yo tengo preparado para ustedes en el cielo” eso dice la palabra.
Estos versículos deberían de darnos ganas de estar con el señor, pero nadie quiere, no queremos porque la carne nuestra está pegada a este mundo, estamos apegados a nuestros hijos, apegados a nuestra casita que pasamos una vida completa construyendo, estamos apegados a todo esto. Mis queridos y amados hermanos, déjame decirte algo, las personas que han partido con Cristo están muchísimo mejor que usted y yo, mucho mejor, no habrá enfermedad.
¿Usted ha visitado a un enfermo últimamente? Eso es una cosa triste, no habrá enfermedad, no habrá lágrimas, allá no habrá dolor, en el cielo no habrá llanto, no habrá tristeza. Por eso dice el apóstol “Miren señores, cosas que sus ojos jamás han visto, cosas que sus oídos nunca escucharon, cosas que nunca se las imagina vuestro corazón, esas cosas son las que Dios ha preparado para los que le aman”.
Por eso el apóstol pablo dijo “conozco a un hombre que si en el cuerpo no lo sé, si en el espíritu no lo sé, fue trasladado al tercer cielo y vio cosas inefables que no le es dado al hombre expresar, si yo les contara -dice el apóstol- lo que yo vi en la gloria, si yo les contara lo que hay en el cielo, si yo les contara lo que significa la gloria del Dios todopoderoso, todos nosotros quisiéramos estar allá y no acá”. Pero lo que esta carne conoce, el olor al chicharrón, ¡ay, qué rico! Deme 4 por favor. Eso es lo que nuestra carne conoce, el apego a lo terrenal, el apego a estas cosas.
Ahora quiero que regresemos a Filipenses “porque para mí -dice el apóstol- el vivir es Cristo,…” morir es pérdida -decimos nosotros. Dígame si no decimos “qué gran pérdida la que hemos tenido”, my goodness, ¿qué dice esta palabra?, ¿que morir es qué? es ganancia.
Lo que pasa es que la línea es bien fina, porque como Dios ya nos conoce a nosotros, es capaz que más de algún marido aquí quiera salir del culto diciendo “mi amor te voy a mandar allá para que esté mejor.”
Dice el versículo 22: “Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger”. Lo que Pablo dice “para mí morir es ganancia pero como tengo que seguirles predicando el evangelio, si tengo que decidir entre estar con el Señor o tengo que decidir entre seguir predicando el evangelio y seguir ganando alma, no sé qué escoger” dice el apóstol. Pero en el versículo 23 él dice “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo…”.
A esto yo le he dado vuelta mil veces, yo me pregunto ¿por qué dijo el apóstol eso? teniendo deseo de partir, porque esto no es normal, no es normal que una persona tenga deseo de partir al menos que esa persona esté pasando por un momento de una crisis emocional de depresión.
Será que Pablo dijo esto porque ya estaba viejo, ¿por qué dijo estas cosas? Sabe el porqué, porque él había sido arrebatado al tercer cielo, él sabía lo que estaba hablando y Pablo está diciendo, deseo de partir, dice que estar con Cristo, iglesia, primero dijo que es ganancia y ahora dice que es muchísimo mejor.
¿Qué es mejor? estar sufriendo aquí en la Tierra o estar con Él, eso me indica que no es pérdida en realidad. Y tampoco yo creo que cuando se muere un niño y le dicen a uno “es que el Señor necesitaba un ángel”. Eso no es cierto, eso no lo dice la Biblia, si Dios necesitara un ángel, Él puede hacer miles y millones si Él quiere, simple y sencillamente Dios es un Dios soberano y nos llama cuando Él nos quiere llamar. Y permite cosas en nuestra vida para darnos lecciones, él es Dios, Él sabe lo que está haciendo pero el apóstol dice que es muchísimo mejor estar con Él.
Segunda de Corintios capítulo 5 versículo 8, dice la palabra de Dios: “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo y presentes al Señor.” Cuando una persona aquí fallece en el instante que cierra sus ojos acá, en ese instante esa persona los abre ante la presencia del Dios todopoderoso, ahí se hace realidad, ahí tenemos el programa terminado de Dios en la vida de un cristiano. Cuando un cristiano recibe a Cristo, en ese momento recibe la justificación.
¿Cuánto tiempo tiene usted de conocer a Cristo? cinco años, diez años, veinte años, treinta años, todo ese tiempo se llama “proceso de santificación”, Dios está santificando tu vida, te está sacando del pecado, sacandote de las cosas malas, de los malos pensamientos, santificando tu vida. Pero aquí llegamos al estado final de salvación, cuando se hace una realidad todo aquello que hemos creído, cuando al haber depositado nuestra fe y confianza en Cristo llega ese momento de decir “hijo, sobre poco ha sido fiel sobre mucho te pondré. Entra en el reino de tu Señor.
Hermanos, y otra cosa más, cuando la persona muere, hasta ahí se acabó todo. Nosotros como cristianos no tenemos por qué andar haciendo novenarios, ni andar haciendo cosas para recordar, si la persona está mejor que nosotros, no tenemos que andarle pidiendo a nadie que la persona purgue sus pecados porque cuando cierra los ojos aquí, está en la presencia del Señor.
Todo ese montón de cursos son paganas, vienen de religiones paganas, ¿por qué? porque en la Biblia no está, en la Biblia no aparece nada de eso. Se toma un poquito de aquí, otro poquito de allá, lo unen y hay un montón de gente que la sigue en estas cosas, pero no son así. Cerramos los ojos aquí, los abrimos ante la presencia del Señor.
Ahora quiero explicarte 2 versículo más, Hebreos 12:23 dice: “a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el juez de todos, -ojo, a quién está hablando- a los que espíritus de los justos hechos perfectos,”.
Cuando usted se muera, su cuerpo lo enterramos, su espíritu pasa a la presencia del Señor, en ese tiempo usted está en los cielos sin cuerpo porque esto -el cuerpo- no puede entrar allá, usted está en los cielos como espíritu, sin cuerpo. Usted va a tener un cuerpo en los cielos pero el cuerpo que tenga en los cielos es un cuerpo transformado, es un cuerpo glorificado, eso será. Pero, mientras tanto usted tendrá solamente su espíritu en el cielo, por una sencilla razón, porque para que tenga cuerpo glorificado es necesario que Cristo venga primero, lo que nosotros conocemos como “el arrebatamiento de la Iglesia”. porque cuando Cristo venga dice la palabra que Él se pose en las nubes y ¿quiénes resucitarán primero? los muertos en Cristo.
Pero dice la palabra que nosotros venimos en espíritu con Jesús, no ponemos un pie en la tierra, nos quedamos en los cielos. Los muertos en Cristo resucitan pero ya va a ser incorruptible, es un cuerpo transformado, es un cuerpo glorificado que se va a unir a nuestro espíritu, y entonces tendremos un cuerpo.
Porque este cuerpo, repito, usted, claro, mientras estemos en la tierra tenemos esa mente ¿verdad?. La mente de qué somos gordos, que somos flacos, que estamos re boliches, ese montón de cosas, eso va a desaparecer, seremos semejante a los ángeles en el cielo, pero no tendremos cuerpo hasta que se una nuestro cuerpo con nuestro espíritu y eso tiene que ser después del arrebatamiento de la Iglesia. Por eso Hebreos está hablando a los espíritus de los justos hechos perfectos.
Apocalipsis 6:9 dice: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar de las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.” de tal manera que eso es lo que la Biblia nos enseña con relación a la muerte, que pasa inmediatamente después de que morimos.
Y luego esta porción tan maravillosa que me encanta de Filipenses 3:20, “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al señor Jesucristo; (Filipenses 3:21) el cual transformará este cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya,…”
Óyeme, esto es un misterio, esto se lo voy a dejar para otro día, esto es un misterio porque sabe que lo que está diciendo Pablo, yo dije que vamos a tener un cuerpo transformado ¿no es cierto? y ahí dice el cual que transformará el cuerpo de la humillación.
Este cuerpo es de humillación, este cuerpo nos humilla todos los días de nuestra vida, el mío me humilla, en serio, “este día sólo como ensalada”, “este día sólo como ensalada”, “este día sólo como ensalada”. A donde Juan Carlos fui a parar, a comerme una hamburguesa de este vuelo, eso es una humillación. Y después yo “a la puchica hombre, que barbaridad.
Los buffets yo los odio con odio jarocho, pero yo paso frente a un buffet, me llama. Entonces, yo digo “sí, voy a entrar y solo pescadito nada más, de ese al vapor y ensaladita, eso es, nada más eso” y entro y salgo así “ya sabía” me humilla este cuerpo a mí.
Mira lo que no quiere ver, usted va caminando y pasa una muchacha guapa y usted dice a verla, me humilla. Pero no por mucho tiempo porque Él va a transformar este cuerpo de la humillación. Esto es el misterio “para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Filipenses 3:21).
¿Sabe usted qué dice la palabra? que los discípulos estaban reunidos, y estando las puertas cerradas, dice la escritura, ¿qué pasó? Jesús se puso en medio de ellos y dijo “shalom, pasa a vosotros” tocó la puerta traspaso pero eso es para otro culto, porque este versículo dice que él va a transformar este cuerpo para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya.
Dice que Él comió después con sus discípulos, dice que Él se paró aun con ese cuerpo glorificado y le dijo a Tomás “ven y pon tu dedo aquí en mi llaga”. Mira todo lo que vamos a poder hacer con ese cuerpo glorificado, cuando cerramos los ojos aquí, los abrimos allá y cuando estés allá vas a ver cosas que estos ojos jamás han visto, vas a oír cosas que estos oídos nunca han escuchado, vas a ver cosas que nunca han subido en corazón del humano. Porque esas cosas son las que Dios tiene preparado para todos aquellos que le amamos.
Dele un buen aplauso al Señor, dele gracias a Dios, glorifique su nombre. Padre querido, alabamos tu nombre, te exaltamos Señor, estamos maravillados de lo que tú has hecho por nosotros, maravillados de lo que nos espera, Señor. Te alabamos, nuestra alma se regocija en ti Padre Santo, nuestro corazón está feliz porque esta palabra tuya afirma nuestra fe, esta palabra tuya nos da confianza, esta palabra no se edifica y permite que de nuestros labios surja una alabanza para ti. Bendito sea tu nombre, gracias Jesús, gracias por esa persona que nos trajo a tu casa, gracias por esa persona que nos habló de tu palabra, gracias por esa persona que insistió para que viniéramos y escucharemos este evangelio que es glorioso, bendito sea tu nombre.
Mientras todos oramos en esta tarde, yo quiero hacer una invitación a usted, especialmente si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón, qué oportunidad más linda, qué bueno es Dios, usted no está aquí por casualidad, usted está aquí porque Dios le ha traído y Dios le ama y quiere perdonar sus pecados y quiere darte la bendición más grande que un ser humano pueda recibir sobre la tierra, el perdón de los pecados y la vida eterna. Si usted nunca antes ha recibido a Cristo pero quisiera hacerlo en este momento, yo le invito ahí donde está, para que se ponga de pie o levante su mano, habrá un consejero que se va a acercar a usted para explicarle cómo usted puede hacer una oración y recibir a Cristo en su vida.
Mientras todos oramos, si usted siente el deseo en este momento de recibir a Cristo levante su mano, no estamos hablando de cambiar religiones, iglesias, ni cosas por el estilo. Lo que estamos hablando es de tener un encuentro personal con Jesús y decirle “Señor, yo quiero recibir a Cristo en mi corazón, yo quiero que entres a mi vida”. Si hay alguien aquí en la iglesia, la iglesia está orando por aquellas personas que no conocen a Jesús, el tiempo es suyo, levanten su mano o pónganse de pie.
Usted que nos mira por internet, usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe dígale al Señor “Señor, en este día abro mi corazón y te recibo como mi Señor y mi Salvador personal, yo creo que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día, Señor en este momento yo me entrego a ti, te entrego mi corazón, te entrego mi alma y te recibo como mi Señor y mi Salvador personal”. Si usted hizo esta oración conmigo, yo le animo a seguir creciendo en el conocimiento de nuestro Señor Jesús.
Padre querido, gracias por estas verdades que encontramos en la Sagrada Escritura, bendice a tu pueblo, en el nombre de Jesús oramos, amén, amén. Que la paz de Cristo les acompañe iglesia, que Dios me los bendiga, estamos aquí de regreso a las 6 de la tarde y el miércoles a las 7 de la noche para estudiar la palabra del señor, bendiciones.