El Dios de toda Gracia (La Gracia)
Julio 23, 2023 – 1:30PM | Pastor Emerson Cardona
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TRANSCRIPCIÓN
Muy buenas tardes iglesia, ¿cómo están? Hoy me toca presentarles un atributo más, es uno de los atributos que tiene mucho que ver con el agradecimiento.
Se ha preguntado alguna vez: ¿por qué usted? ¿Por qué usted es el que está aquí y no otra persona? ¿Por qué usted ha sido salvo? ¿Por qué usted ha sido justificado? ¿Por qué usted ha sido redimido? Voy a tratar de responder en esta tarde esas preguntas.
Cierto día, a un ministro lo invitaron a predicar a una iglesia durante una campaña. Se llevó a su hijo menor a la campaña, tendría unos siete u ocho años; usted sabe ¿verdad? La rebeldía de esas edades, lo eléctrico que están. El pastor comenzó a predicar y le sentaron al hijo frente a él. El tema de la predicación era sobre: la gracia divina. Mientras predicaba, él observaba como su niño estaba inquieto moviéndose de un lado para otro, las personas estaban molestas, solo se quedaban viendo al niño. Al terminar el servicio, se despidió el pastor y fueron al carro. Cuando ya estaban en el carro, el pastor iba a reprender a su hijo. En ese instante el pastor se acordó de lo que acababa de predicar: de la gracia divina; entonces le dijo a su hijo: ¿Qué quieres, juicio o misericordia? El hijo, que había prestado atención a la predicación de su papá, dijo: quiero gracia. Y de eso voy a hablar en estos minutos: La gracia de Dios o El Dios de toda gracia.
1Pedro 5:10 (RV-60): Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Vamos a orar: Amado Padre, te doy gracias Señor. Gracias porque tú eres suficiente, tú eres maravilloso, tú eres digno. Ninguno de los que estamos aquí presentes Señor, merecemos estar en esta tarde acá, nadie; pero tú Señor, en tu amor infinito, en tu soberanía, decidiste que hoy recibiéramos este mensaje. Te pido, Padre, que sean mis labios usados para que tú puedas hablar a tu iglesia, a los que están en la casa, a los que lo van a escuchar en retransmisión. ¡Háblanos Señor! En Cristo Jesús, amén y amén.
La gracia, por definición es: un favor o un regalo inmerecido. Es un beneficio que recibimos de parte de Dios. Es por eso que yo comencé diciendo, mientras orábamos, que nadie merecía estar reunido en este momento, absolutamente nadie. Porque lo que el ser humano merece es la muerte eterna. Cuando yo lo veo a usted sentado aquí y me veo parado aquí, yo digo: Señor, tu gracia es perfecta porque nadie la merece.
¿Cuántas veces hemos escuchado decir, en este púlpito, por labios de los predicadores que: el único perfecto es Cristo? El día que usted se crea más santo que los demás, hermano, usted está en pecado. El día que usted crea que está más cerca de Dios que otros hermanos, ¡tenga cuidado!
La gracia de Dios es un beneficio, es un favor que no podemos ganar, que no merecemos. No existe nada en este mundo, pero nada, que podamos devolverle a Dios como pago de la gracia.
La gracia de Dios lo describe a Él, concediendo favor de un modo perfecto a aquellos que no pueden merecerlo. ¡Qué gratitud hermanos! Si no fuera por la gracia del Señor, ¿dónde estaríamos hoy? La gracia de Dios, nos buscó y nos alcanzó; hoy el Señor nos permite ser hijos de Él, perdonados por Él y poder alabarle al Señor, por su gracia.
El primer suceso de “gracia” en la historia se muestra en el Antiguo Testamento (AT).
Génesis 3: 21 (RV-60): Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Dios tuvo que hacerles túnicas por el pecado. Dios hizo sacrificio de animales para poder cubrir el pecado de Adán y Eva. Desde entonces se encuentran los sacrificios en el antiguo testamento.
- La gracia era un misterio en esa época.
Efesios 3: 1-4 (RV-60): 1Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles, 2si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo. La gracia estaba en función desde el antiguo testamento, los judíos iban y ofrecían animalitos al templo para ser sacrificados, y todo esto nos lleva hasta lo último, en los tiempos de nuestro señor Jesucristo. Pero si nosotros queremos encontrar más evidencia de la gracia en el (AT), personajes como Noé encontraron gracia.
Génesis 6:8 (RV-60): Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Yo no sé cuántos han escuchado a personas que dicen: “Ojalá que Dios te dé gracia con el fulano”. Yo no sé cuántos han ido donde algún jefe, ahí es donde muchas personas lo aplican casi siempre. ¿Qué significa acá? En este caso se está pidiendo el favor de parte de Dios. Usted está pidiendo a Dios un favor que no merece.
- La gracia no hace acepción de personas, iglesia.
Lucas 5:30-32 (RV-60): 30Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? 31Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. ¡Ay, qué lindo mi hermano!
¿Qué hubiera sido de usted y de mí si el Señor hubiera venido a buscar solo gente buena? ¿Qué hubiera sido de usted y de mí si el Señor hubiese buscado solo a quien haga buenas obras? ¿Quiero ver quién es el que ofrenda? ¿Quiero ver quién es el que está en más ministerios? ¡Ay iglesia, estaríamos perdidos! Pero el Señor no hace acepción de personas, Él se sentó con publicanos, Él se sentó con pecadores, y por esa gracia es que usted y yo hemos sido alcanzados.
Esto me hace recordar cada vez que entrábamos y les predicábamos a las personas más buscadas de mi país (los pandilleros), lo peor de lo peor de la sociedad. Usted, cuando ya entra para los cultos que se hacen, puede estar a la par (al lado) de un tipo que ha descuartizado a otros, usted puede estar a la par de alguien que tiene unos veinte asesinatos, siendo esta la causa por la que está en ese lugar. Un día entramos a una cárcel donde solo estaban los de la pandilla 18, allí comenzamos a platicar con ellos, en una terapia; ellos comenzaron a abrir su corazón (eran como diez pandilleros). Uno de ellos dijo que tenía 110 años de condena, yo me quedé asombrado. Luego en el culto, ¿no va a creer quién llevaba las alabanzas? Era el que tenía la condena más alta. Cualquiera podría decir: pero si este es un asesino, él lo que merece es podrirse en la cárcel. Pero Él, que fue a la cruz (Jesucristo), no hace acepción de personas. ¿Qué hizo usted? ¿Qué hice yo? ¿Qué estamos haciendo?
El Dios de toda gracia es más grande que lo que usted haya hecho. ¡Es tan grande la gracia de Cristo! ¡Es tan grande su amor! Al Señor no le importa lo que usted haya hecho hasta hoy, sino lo que Él va a hacer con usted el día de mañana.
- La ley y la gracia.
Mucho se habla de la ley. Muchos movimientos se han levantado en este tiempo. Personas que se creen más judíos que cristianos. Mesiánicos porque quieren cumplir la ley, quieren hacer fiestas. Yo creo que: la ley condena, pero la gracia salva.
Hace poco platicaba yo con alguien acerca de esto, yo le decía: ¿Tú crees que de estas personas que tratan de cumplir la ley, alguno de ellos la cumple? Pensando en los judíos ortodoxos, usted podrá tener los colochitos (crespos, rizos) que quiera, vestir de negro y de blanco, pero; la ley vino a ser el espejo para que nos demos cuenta que somos pecadores. Que necesitábamos de un Salvador, que ese Salvador vino, fue a la cruz, derramó su sangre por usted y por mí, para que su gracia nos alcanzara. ¡Ay qué precioso! La ley condena, más la gracia salva.
- Nadie merece la gracia.
Romanos 6:23 (RV-60): Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
¿Qué es lo que el ser humano merecía? La muerte. ¿Qué es lo que merecía Adán y Eva por haber desobedecido en el huerto del Edén? Muerte. ¿Qué hizo Dios para salvaguardar a Adán y a Eva? Sacrificar unos animales. ¿Qué hizo Dios para ayudar y salvar a aquellos que creen en Él? Sacrificar a su Hijo en la cruz del calvario, para que usted y yo seamos libres del pecado. Pero nadie merece la gracia.
En un manuscrito hallado en el escritorio de un pastor del siglo pasado, encontraron un remarcable relato de la conversación del Lord Gedard, quien fue famoso, en ese siglo pasado, por su vida de pecado; fue un hombre alcohólico, mujeriego, fue de todo. Su conversión a Cristo produjo, al pueblo cristiano, una gran admiración. Poco después de la conversión, aún no era pública, fue a comer a un restaurante del pueblo. Había una señora “cristiana” que al verlo quiso levantarse de la mesa, a lo que él le dijo: “Señora, no se extrañe, la gracia de Dios es libre”; y esto calmó a la señora. Pero al considerar la clase de hombre que él era, ella también se llevó la gran sorpresa cuando se dio cuenta que se había convertido. Años más tarde fue el pastor del pueblo.
Recuerdo un día domingo, estando en el tabernáculo de El Salvador, en el culto de las nueve de la mañana yo venía caminando, cuando de repente me encontré a uno de aquellos amigos del pasado, de cuando andaba en el mundo. Cuando yo lo vi, con lentes oscuros, dudé en acercarme, no estaba seguro que fuera él. Él estaba viendo para adentro del culto, estaba escuchando al pastor Junior. ¿Qué haces aquí?, le digo yo. Cuando me habló, casi me quema las pestañas del gran olor que tenía a alcohol. Me dijo: Es que, cuando ando tomando por aquí cerca, me gusta venir aquí a escuchar. No entro porque me da pena que me sientan el olor a bebida, aquí estoy bien. Yo quiero experimentar de eso que te pasó a ti, que le pasó al otro (y comenzó a mencionar los nombres de otros que bebíamos antes juntos, y ahora estaban en los caminos del Señor). Algo está pasando, y yo quiero que me pase a mí también. ¿Sabe qué aprendí con eso? Que, aunque merezcamos la muerte, el Dios de toda gracia alcanza a la persona más mala que usted se pueda imaginar. ¡Qué bello es el Señor! El Señor ha tenido misericordia de nosotros.
Lucas 19:10 (RV-60): Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Ahí está usted, estoy yo, ahí están las prostitutas, los drogadictos, ahí estamos todos iglesia. Todos tenemos necesidad de Dios.
- ¿Quién es el autor de la gracia?
Hay que tener mucho cuidado, porque hay muchas religiones en este tiempo que te quieren vender lo siguiente: hay muchas personas que te pueden llevar al cielo. Mientras que la palabra enseña quien es el único, el autor de la gracia.
Hechos 4:12 (RV-60): Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hace unos días yo escuché a alguien decir: -Ay, es que, “fulano” (refiriéndose a un predicador) es mi padre espiritual-. ¡Tenga cuidado iglesia! Porque ningún predicador, ni ningún pastor fue a la cruz. El único que fue a derramar su sangre, quien fue obediente, quien lo ha buscado a usted: ha sido Cristo. Nadie más puede hacer lo que Cristo hizo.
1 Timoteo 2:5 (RV-60): Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
Vaya usted a rezarle a quien quiera, el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo, la cruz me lleva a Cristo y me lleva el Padre; el mérito es solo para nuestro Señor Jesucristo que murió por nuestros pecados, conforme a las escrituras.
Debemos tener cuidado iglesia, porque el diablo responde; y muchas veces responde más rápido lo que usted le pide, que lo que responde Dios. Aquellos que han andado en cosas de santería, donde le han leído las cartas, donde le han leído el puro, donde le han hecho cualquier cosa; saben de lo que estoy hablando; el enemigo responde rápido hermanos. Un día yo me puse a preguntar: ¿Señor, por qué permitiste esto? ¿Y por qué será que aquel que va donde el brujo, todo le sale aparentemente bien? ¿Por qué la gente cree en los demonios? Hermanos, todas las respuestas llegan a ellos los hacen quedarse estancados. Dios tarda, pero su tiempo es perfecto. Dios no nos da las cosas cuando nosotros las queremos. Él sabe cuándo dar las cosas porque Él conoce los designios, porque no hay nadie más poderoso; porque, aunque existan engañadores y distracciones; el único autor de la gracia es Jesucristo hombre.
- La gracia y las obras.
Efesios 2: 8-9 (RV-60): 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es donde Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.
En El Salvador yo conocí a unos hermanos que eran buenos ganadores de almas. Recuerdo que en una ocasión uno de ellos se veía decaído, y le pregunto: ¿qué le pasa? Me responde: “es que Dios no me contesta lo que le pido, con tantas almas que yo gano para Él”. Yo le dije: hermano, usted no debe servirle al Señor porque te va a devolver algo, usted debe servirle al Señor porque es el fruto de ser un hijo de Dios.
Hace unos días en la reunión con los hermanos de adoración, y yo le decía: “que ustedes canten aquí en la iglesia, que ustedes ministren, no es una para que les aplaudamos y les reconozcamos sus dones. Servimos y adoramos porque Él es digno de alabanza”.
Nadie se va al cielo por las buenas obras iglesia, nadie. Muchas personas piensan que tienen participación en la gracia de Dios, hay que tener cuidado con eso. El único que ha tenido que ver, que ha permitido, que usted sea salvo es Jesucristo. Nosotros, por naturaleza, no queremos nada con Dios, Él nos buscó a pesar de nuestros pecados.
Isaías 64:6 (TLA): Aún nuestras mejores obras son como un trapo sucio. Imagínense si nos ponemos a decirles a los servidores: tus obras son trapos sucios. Se va a ir media iglesia, más que hoy estamos como en una generación de cristal, “cristianos de cristal”. No le estoy diciendo que deje de servir, no le estoy diciendo eso. Le estoy diciendo que sirva, pero no piense que por servir usted alcanzará un favor.
Las obras son la prueba de que hemos nacido de nuevo. No espere alcanzar un favor de Dios por las obras que usted hace, eso no lo enseña la Biblia. No es por tus obras que vas a alcanzar la entrada al reino de los cielos.
La gran diferencia del cristianismo y otras religiones, es que las instruyen que: para obtener el favor de Dios y la salvación, deben de hacer algo. Nosotros le decimos a los hermanos: “Hay ministerio, busque donde servir”, no decimos eso para que usted pueda ser salvo; solo Dios da la salvación por medio de su Hijo Jesucristo.
¿Usted ha ayudado a alguien? No hay cosa más fea que a usted le ayuden esperando recibir algo a cambio. ¿A cuántos les ha pasado? Los cristianos tenemos que ayudar sin esperar nada a cambio. Pero qué feo es que a usted le hacen un favor, y que a los años le vengan a decir: ¿Te acuerdas que te ayudé una vez? Ahorita te estoy cobrando fíjate. ¡Qué feo eso, verdad! ¡Qué bueno que Dios no es así! Porque Dios nos da su favor, nos da su gracia, sin esperar nada a cambio. Dios sabe que usted y yo fallamos.
Dios te ofrece su gracia. Si usted no tiene a Cristo en su corazón, en este día Dios te ofrece su gracia. Hoy Él te trajo con un propósito: que entendieras qué es la gracia, que no hay nadie que la merezca, pero Él te la quiere dar. Dios quiere llenarte de su gracia, de su amor y de su perdón; es tu decisión aceptar. ¡Qué bello que todo sea por la gracia del Señor!
- Los tipos de gracia.
La gracia común es el cuidado general de Dios por su creación. ¿Qué quiere decir esto?
Mateo 5:45 (RV-60): Para que seáis hijo de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Hermanos mire el sol que está haciendo allá afuera, hay personas que aman al Señor y están disfrutando del sol, pero también hay personas que desprecian a Dios y disfrutan también de la creación de nuestro Señor. La gracia común de Él es dar y cuidar a toda la creación.
La gracia salvadora o gracia especial es la que Dios regala para que podamos ser salvos, por medio de la sangre de Cristo. Es la que alcanzó a los cristianos, la que nos ha redimido. Si usted no ha recibido a Cristo y se ha estado haciendo el loco desde hace tiempo, usted solo ha gozado de la gracia común; más no de la gracia salvadora.
En una de las predicaciones de nuestro pastor, él hablaba acerca de la gracia Irresistible, que es: cuando una persona es salva (acepta a Jesucristo como su señor y salvador personal) y haga lo que haga ese cristiano siempre tendrá su salvación, no la pierde. Dios nos manda al arrepentimiento usted la regó levante y no vuelva más. La postura que tenemos como iglesia es que: la palabra de Dios se nos presenta, pero nosotros tenemos que responder. Ahorita usted decide hermano ¿qué va a hace con su vida? si usted vive en gratitud o desprecia lo que Dios tiene para su vida.
- Fases importantes de la gracia. (Efesios 1:3-13 RV-60).
- Dios nos bendice con toda bendición espiritual.
Efesios 1:3 (RV-60): Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
- Dios nos escoge para hacer el pueblo santo de Dios.
Efesios 1: 4 (RV-60): Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin manchas delante de él.
- Dios nos adopta como sus hijos, por medio de Jesucristo.
Efesios 1:5 (RV-60): en amor habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.
- Dios nos hace aceptables a Cristo perdonándonos los pecados.
Efesios 1: 6-7 (RV-60): 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.
- Dios nos da a conocer su voluntad para nuestras vidas.
Efesios 1: 9-10 (RV-60): 9dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
- Dios nos da una herencia eterna en la gloria.
Efesios 1: 11-12 (RV-60): 11En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros lo que primeramente esperábamos en Cristo.
- Dios nos sella con el Espíritu Santo.
Efesios 1:13 (RV-60): En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.
¿Sabe usted cuál es la diferencia entre misericordia y gracia? Durante la mañana hemos estado hablando de la gracia, pero en la tarde vamos a hablar de misericordia.
Misericordia: es que Dios no nos castigue como lo merecen nuestros pecados.
Gracia: es que Dios nos bendice a pesar de que no lo merezcamos.
Cuando yo llegué al cielo, decía Juan Newton, veré tres maravillas. La primera será ver mucha gente que no esperaba encontrar en el cielo. La segunda maravilla será que va a faltar mucha gente que esperaba encontrar en el cielo. La tercera, y mayor de todas las maravillas, será que ahí voy a estar yo.
¡La gracia de Dios es grande!
Iglesia, incline su rostro: Padre, ¿quiénes éramos para alcanzar tu gracia? Hemos estudiado, en esta tarde, que en el Antiguo Testamento la gracia era un misterio, que tú se lo revelaste a tus discípulos y apóstoles. Señor hemos visto que la gracia no hace acepción de personas, que la ley condena y la gracia salva. Nadie merece tu gracia Señor; pero hemos aprendido que el autor de la gracia eres tú. Sabemos que no vamos al cielo por obras, estas son el fruto de haber nacido de nuevo. Señor en el cielo habrá sorpresas, y la mayor de todas es que ahí estaremos nosotros Señor. Padre gracias por haber enviado a Jesús, porque tú eres el Dios de toda gracia. Señor te pedimos que retengas en nuestro corazón y en nuestra mente esa gratitud hacia ti. No merecíamos que tu fueras a la cruz por nosotros, después de haber hecho tantas cosas malas; pero aun así tu gracia nos alcanza. ¿Cómo no vamos a estar agradecidos contigo Señor? Señor gracias por llegar a nuestra vida y darnos ese favor que no merecemos, ese regalo de la salvación.
Es tan grande tu gracia que en este momento está esperando por aquellos corazones que aún no han tomado la mejor decisión de su vida. Si usted está acá y no le ha entregado su vida a Jesús este es el momento. No estás acá por casualidad, la gracia de Cristo te trajo porque, Él quiere algo con tu vida. Si usted está por el internet, repita esta oración conmigo: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios. Creo que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Gracias te doy Dios, por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Señor aprovechamos estos minutos para darte gracias. Señor no tenemos cómo pagarte. No hay cosa creada para poder pagarte que tú hayas ido a la cruz en lugar de nosotros, que hayas tenido esa misericordia, esa gracia salvadora; no merecemos nada Señor.
Padre, te pido que toque los corazones de aquellos que no han tomado esa decisión en sus vidas Señor. Que nos lleves con bien hasta nuestros hogares Y que podamos regresar a las seis de la tarde para seguir alabándote Señor, en Cristo Jesús Amén y amén.
¡Iglesia, que Dios les bendiga a todos!
El Dios de toda Gracia (La Gracia)
Julio 23, 2023 – 1:30PM | Pastor Emerson Cardona
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Muy buenas tardes iglesia, ¿cómo están? Hoy me toca presentarles un atributo más, es uno de los atributos que tiene mucho que ver con el agradecimiento.
Se ha preguntado alguna vez: ¿por qué usted? ¿Por qué usted es el que está aquí y no otra persona? ¿Por qué usted ha sido salvo? ¿Por qué usted ha sido justificado? ¿Por qué usted ha sido redimido? Voy a tratar de responder en esta tarde esas preguntas.
Cierto día, a un ministro lo invitaron a predicar a una iglesia durante una campaña. Se llevó a su hijo menor a la campaña, tendría unos siete u ocho años; usted sabe ¿verdad? La rebeldía de esas edades, lo eléctrico que están. El pastor comenzó a predicar y le sentaron al hijo frente a él. El tema de la predicación era sobre: la gracia divina. Mientras predicaba, él observaba como su niño estaba inquieto moviéndose de un lado para otro, las personas estaban molestas, solo se quedaban viendo al niño. Al terminar el servicio, se despidió el pastor y fueron al carro. Cuando ya estaban en el carro, el pastor iba a reprender a su hijo. En ese instante el pastor se acordó de lo que acababa de predicar: de la gracia divina; entonces le dijo a su hijo: ¿Qué quieres, juicio o misericordia? El hijo, que había prestado atención a la predicación de su papá, dijo: quiero gracia. Y de eso voy a hablar en estos minutos: La gracia de Dios o El Dios de toda gracia.
1Pedro 5:10 (RV-60): Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Vamos a orar: Amado Padre, te doy gracias Señor. Gracias porque tú eres suficiente, tú eres maravilloso, tú eres digno. Ninguno de los que estamos aquí presentes Señor, merecemos estar en esta tarde acá, nadie; pero tú Señor, en tu amor infinito, en tu soberanía, decidiste que hoy recibiéramos este mensaje. Te pido, Padre, que sean mis labios usados para que tú puedas hablar a tu iglesia, a los que están en la casa, a los que lo van a escuchar en retransmisión. ¡Háblanos Señor! En Cristo Jesús, amén y amén.
La gracia, por definición es: un favor o un regalo inmerecido. Es un beneficio que recibimos de parte de Dios. Es por eso que yo comencé diciendo, mientras orábamos, que nadie merecía estar reunido en este momento, absolutamente nadie. Porque lo que el ser humano merece es la muerte eterna. Cuando yo lo veo a usted sentado aquí y me veo parado aquí, yo digo: Señor, tu gracia es perfecta porque nadie la merece.
¿Cuántas veces hemos escuchado decir, en este púlpito, por labios de los predicadores que: el único perfecto es Cristo? El día que usted se crea más santo que los demás, hermano, usted está en pecado. El día que usted crea que está más cerca de Dios que otros hermanos, ¡tenga cuidado!
La gracia de Dios es un beneficio, es un favor que no podemos ganar, que no merecemos. No existe nada en este mundo, pero nada, que podamos devolverle a Dios como pago de la gracia.
La gracia de Dios lo describe a Él, concediendo favor de un modo perfecto a aquellos que no pueden merecerlo. ¡Qué gratitud hermanos! Si no fuera por la gracia del Señor, ¿dónde estaríamos hoy? La gracia de Dios, nos buscó y nos alcanzó; hoy el Señor nos permite ser hijos de Él, perdonados por Él y poder alabarle al Señor, por su gracia.
El primer suceso de “gracia” en la historia se muestra en el Antiguo Testamento (AT).
Génesis 3: 21 (RV-60): Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Dios tuvo que hacerles túnicas por el pecado. Dios hizo sacrificio de animales para poder cubrir el pecado de Adán y Eva. Desde entonces se encuentran los sacrificios en el antiguo testamento.
- La gracia era un misterio en esa época.
Efesios 3: 1-4 (RV-60): 1Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles, 2si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo. La gracia estaba en función desde el antiguo testamento, los judíos iban y ofrecían animalitos al templo para ser sacrificados, y todo esto nos lleva hasta lo último, en los tiempos de nuestro señor Jesucristo. Pero si nosotros queremos encontrar más evidencia de la gracia en el (AT), personajes como Noé encontraron gracia.
Génesis 6:8 (RV-60): Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Yo no sé cuántos han escuchado a personas que dicen: “Ojalá que Dios te dé gracia con el fulano”. Yo no sé cuántos han ido donde algún jefe, ahí es donde muchas personas lo aplican casi siempre. ¿Qué significa acá? En este caso se está pidiendo el favor de parte de Dios. Usted está pidiendo a Dios un favor que no merece.
- La gracia no hace acepción de personas, iglesia.
Lucas 5:30-32 (RV-60): 30Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? 31Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. ¡Ay, qué lindo mi hermano!
¿Qué hubiera sido de usted y de mí si el Señor hubiera venido a buscar solo gente buena? ¿Qué hubiera sido de usted y de mí si el Señor hubiese buscado solo a quien haga buenas obras? ¿Quiero ver quién es el que ofrenda? ¿Quiero ver quién es el que está en más ministerios? ¡Ay iglesia, estaríamos perdidos! Pero el Señor no hace acepción de personas, Él se sentó con publicanos, Él se sentó con pecadores, y por esa gracia es que usted y yo hemos sido alcanzados.
Esto me hace recordar cada vez que entrábamos y les predicábamos a las personas más buscadas de mi país (los pandilleros), lo peor de lo peor de la sociedad. Usted, cuando ya entra para los cultos que se hacen, puede estar a la par (al lado) de un tipo que ha descuartizado a otros, usted puede estar a la par de alguien que tiene unos veinte asesinatos, siendo esta la causa por la que está en ese lugar. Un día entramos a una cárcel donde solo estaban los de la pandilla 18, allí comenzamos a platicar con ellos, en una terapia; ellos comenzaron a abrir su corazón (eran como diez pandilleros). Uno de ellos dijo que tenía 110 años de condena, yo me quedé asombrado. Luego en el culto, ¿no va a creer quién llevaba las alabanzas? Era el que tenía la condena más alta. Cualquiera podría decir: pero si este es un asesino, él lo que merece es podrirse en la cárcel. Pero Él, que fue a la cruz (Jesucristo), no hace acepción de personas. ¿Qué hizo usted? ¿Qué hice yo? ¿Qué estamos haciendo?
El Dios de toda gracia es más grande que lo que usted haya hecho. ¡Es tan grande la gracia de Cristo! ¡Es tan grande su amor! Al Señor no le importa lo que usted haya hecho hasta hoy, sino lo que Él va a hacer con usted el día de mañana.
- La ley y la gracia.
Mucho se habla de la ley. Muchos movimientos se han levantado en este tiempo. Personas que se creen más judíos que cristianos. Mesiánicos porque quieren cumplir la ley, quieren hacer fiestas. Yo creo que: la ley condena, pero la gracia salva.
Hace poco platicaba yo con alguien acerca de esto, yo le decía: ¿Tú crees que de estas personas que tratan de cumplir la ley, alguno de ellos la cumple? Pensando en los judíos ortodoxos, usted podrá tener los colochitos (crespos, rizos) que quiera, vestir de negro y de blanco, pero; la ley vino a ser el espejo para que nos demos cuenta que somos pecadores. Que necesitábamos de un Salvador, que ese Salvador vino, fue a la cruz, derramó su sangre por usted y por mí, para que su gracia nos alcanzara. ¡Ay qué precioso! La ley condena, más la gracia salva.
- Nadie merece la gracia.
Romanos 6:23 (RV-60): Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
¿Qué es lo que el ser humano merecía? La muerte. ¿Qué es lo que merecía Adán y Eva por haber desobedecido en el huerto del Edén? Muerte. ¿Qué hizo Dios para salvaguardar a Adán y a Eva? Sacrificar unos animales. ¿Qué hizo Dios para ayudar y salvar a aquellos que creen en Él? Sacrificar a su Hijo en la cruz del calvario, para que usted y yo seamos libres del pecado. Pero nadie merece la gracia.
En un manuscrito hallado en el escritorio de un pastor del siglo pasado, encontraron un remarcable relato de la conversación del Lord Gedard, quien fue famoso, en ese siglo pasado, por su vida de pecado; fue un hombre alcohólico, mujeriego, fue de todo. Su conversión a Cristo produjo, al pueblo cristiano, una gran admiración. Poco después de la conversión, aún no era pública, fue a comer a un restaurante del pueblo. Había una señora “cristiana” que al verlo quiso levantarse de la mesa, a lo que él le dijo: “Señora, no se extrañe, la gracia de Dios es libre”; y esto calmó a la señora. Pero al considerar la clase de hombre que él era, ella también se llevó la gran sorpresa cuando se dio cuenta que se había convertido. Años más tarde fue el pastor del pueblo.
Recuerdo un día domingo, estando en el tabernáculo de El Salvador, en el culto de las nueve de la mañana yo venía caminando, cuando de repente me encontré a uno de aquellos amigos del pasado, de cuando andaba en el mundo. Cuando yo lo vi, con lentes oscuros, dudé en acercarme, no estaba seguro que fuera él. Él estaba viendo para adentro del culto, estaba escuchando al pastor Junior. ¿Qué haces aquí?, le digo yo. Cuando me habló, casi me quema las pestañas del gran olor que tenía a alcohol. Me dijo: Es que, cuando ando tomando por aquí cerca, me gusta venir aquí a escuchar. No entro porque me da pena que me sientan el olor a bebida, aquí estoy bien. Yo quiero experimentar de eso que te pasó a ti, que le pasó al otro (y comenzó a mencionar los nombres de otros que bebíamos antes juntos, y ahora estaban en los caminos del Señor). Algo está pasando, y yo quiero que me pase a mí también. ¿Sabe qué aprendí con eso? Que, aunque merezcamos la muerte, el Dios de toda gracia alcanza a la persona más mala que usted se pueda imaginar. ¡Qué bello es el Señor! El Señor ha tenido misericordia de nosotros.
Lucas 19:10 (RV-60): Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Ahí está usted, estoy yo, ahí están las prostitutas, los drogadictos, ahí estamos todos iglesia. Todos tenemos necesidad de Dios.
- ¿Quién es el autor de la gracia?
Hay que tener mucho cuidado, porque hay muchas religiones en este tiempo que te quieren vender lo siguiente: hay muchas personas que te pueden llevar al cielo. Mientras que la palabra enseña quien es el único, el autor de la gracia.
Hechos 4:12 (RV-60): Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hace unos días yo escuché a alguien decir: -Ay, es que, “fulano” (refiriéndose a un predicador) es mi padre espiritual-. ¡Tenga cuidado iglesia! Porque ningún predicador, ni ningún pastor fue a la cruz. El único que fue a derramar su sangre, quien fue obediente, quien lo ha buscado a usted: ha sido Cristo. Nadie más puede hacer lo que Cristo hizo.
1 Timoteo 2:5 (RV-60): Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
Vaya usted a rezarle a quien quiera, el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo, la cruz me lleva a Cristo y me lleva el Padre; el mérito es solo para nuestro Señor Jesucristo que murió por nuestros pecados, conforme a las escrituras.
Debemos tener cuidado iglesia, porque el diablo responde; y muchas veces responde más rápido lo que usted le pide, que lo que responde Dios. Aquellos que han andado en cosas de santería, donde le han leído las cartas, donde le han leído el puro, donde le han hecho cualquier cosa; saben de lo que estoy hablando; el enemigo responde rápido hermanos. Un día yo me puse a preguntar: ¿Señor, por qué permitiste esto? ¿Y por qué será que aquel que va donde el brujo, todo le sale aparentemente bien? ¿Por qué la gente cree en los demonios? Hermanos, todas las respuestas llegan a ellos los hacen quedarse estancados. Dios tarda, pero su tiempo es perfecto. Dios no nos da las cosas cuando nosotros las queremos. Él sabe cuándo dar las cosas porque Él conoce los designios, porque no hay nadie más poderoso; porque, aunque existan engañadores y distracciones; el único autor de la gracia es Jesucristo hombre.
- La gracia y las obras.
Efesios 2: 8-9 (RV-60): 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es donde Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.
En El Salvador yo conocí a unos hermanos que eran buenos ganadores de almas. Recuerdo que en una ocasión uno de ellos se veía decaído, y le pregunto: ¿qué le pasa? Me responde: “es que Dios no me contesta lo que le pido, con tantas almas que yo gano para Él”. Yo le dije: hermano, usted no debe servirle al Señor porque te va a devolver algo, usted debe servirle al Señor porque es el fruto de ser un hijo de Dios.
Hace unos días en la reunión con los hermanos de adoración, y yo le decía: “que ustedes canten aquí en la iglesia, que ustedes ministren, no es una para que les aplaudamos y les reconozcamos sus dones. Servimos y adoramos porque Él es digno de alabanza”.
Nadie se va al cielo por las buenas obras iglesia, nadie. Muchas personas piensan que tienen participación en la gracia de Dios, hay que tener cuidado con eso. El único que ha tenido que ver, que ha permitido, que usted sea salvo es Jesucristo. Nosotros, por naturaleza, no queremos nada con Dios, Él nos buscó a pesar de nuestros pecados.
Isaías 64:6 (TLA): Aún nuestras mejores obras son como un trapo sucio. Imagínense si nos ponemos a decirles a los servidores: tus obras son trapos sucios. Se va a ir media iglesia, más que hoy estamos como en una generación de cristal, “cristianos de cristal”. No le estoy diciendo que deje de servir, no le estoy diciendo eso. Le estoy diciendo que sirva, pero no piense que por servir usted alcanzará un favor.
Las obras son la prueba de que hemos nacido de nuevo. No espere alcanzar un favor de Dios por las obras que usted hace, eso no lo enseña la Biblia. No es por tus obras que vas a alcanzar la entrada al reino de los cielos.
La gran diferencia del cristianismo y otras religiones, es que las instruyen que: para obtener el favor de Dios y la salvación, deben de hacer algo. Nosotros le decimos a los hermanos: “Hay ministerio, busque donde servir”, no decimos eso para que usted pueda ser salvo; solo Dios da la salvación por medio de su Hijo Jesucristo.
¿Usted ha ayudado a alguien? No hay cosa más fea que a usted le ayuden esperando recibir algo a cambio. ¿A cuántos les ha pasado? Los cristianos tenemos que ayudar sin esperar nada a cambio. Pero qué feo es que a usted le hacen un favor, y que a los años le vengan a decir: ¿Te acuerdas que te ayudé una vez? Ahorita te estoy cobrando fíjate. ¡Qué feo eso, verdad! ¡Qué bueno que Dios no es así! Porque Dios nos da su favor, nos da su gracia, sin esperar nada a cambio. Dios sabe que usted y yo fallamos.
Dios te ofrece su gracia. Si usted no tiene a Cristo en su corazón, en este día Dios te ofrece su gracia. Hoy Él te trajo con un propósito: que entendieras qué es la gracia, que no hay nadie que la merezca, pero Él te la quiere dar. Dios quiere llenarte de su gracia, de su amor y de su perdón; es tu decisión aceptar. ¡Qué bello que todo sea por la gracia del Señor!
- Los tipos de gracia.
La gracia común es el cuidado general de Dios por su creación. ¿Qué quiere decir esto?
Mateo 5:45 (RV-60): Para que seáis hijo de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Hermanos mire el sol que está haciendo allá afuera, hay personas que aman al Señor y están disfrutando del sol, pero también hay personas que desprecian a Dios y disfrutan también de la creación de nuestro Señor. La gracia común de Él es dar y cuidar a toda la creación.
La gracia salvadora o gracia especial es la que Dios regala para que podamos ser salvos, por medio de la sangre de Cristo. Es la que alcanzó a los cristianos, la que nos ha redimido. Si usted no ha recibido a Cristo y se ha estado haciendo el loco desde hace tiempo, usted solo ha gozado de la gracia común; más no de la gracia salvadora.
En una de las predicaciones de nuestro pastor, él hablaba acerca de la gracia Irresistible, que es: cuando una persona es salva (acepta a Jesucristo como su señor y salvador personal) y haga lo que haga ese cristiano siempre tendrá su salvación, no la pierde. Dios nos manda al arrepentimiento usted la regó levante y no vuelva más. La postura que tenemos como iglesia es que: la palabra de Dios se nos presenta, pero nosotros tenemos que responder. Ahorita usted decide hermano ¿qué va a hace con su vida? si usted vive en gratitud o desprecia lo que Dios tiene para su vida.
- Fases importantes de la gracia. (Efesios 1:3-13 RV-60).
- Dios nos bendice con toda bendición espiritual.
Efesios 1:3 (RV-60): Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
- Dios nos escoge para hacer el pueblo santo de Dios.
Efesios 1: 4 (RV-60): Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin manchas delante de él.
- Dios nos adopta como sus hijos, por medio de Jesucristo.
Efesios 1:5 (RV-60): en amor habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.
- Dios nos hace aceptables a Cristo perdonándonos los pecados.
Efesios 1: 6-7 (RV-60): 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.
- Dios nos da a conocer su voluntad para nuestras vidas.
Efesios 1: 9-10 (RV-60): 9dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
- Dios nos da una herencia eterna en la gloria.
Efesios 1: 11-12 (RV-60): 11En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros lo que primeramente esperábamos en Cristo.
- Dios nos sella con el Espíritu Santo.
Efesios 1:13 (RV-60): En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.
¿Sabe usted cuál es la diferencia entre misericordia y gracia? Durante la mañana hemos estado hablando de la gracia, pero en la tarde vamos a hablar de misericordia.
Misericordia: es que Dios no nos castigue como lo merecen nuestros pecados.
Gracia: es que Dios nos bendice a pesar de que no lo merezcamos.
Cuando yo llegué al cielo, decía Juan Newton, veré tres maravillas. La primera será ver mucha gente que no esperaba encontrar en el cielo. La segunda maravilla será que va a faltar mucha gente que esperaba encontrar en el cielo. La tercera, y mayor de todas las maravillas, será que ahí voy a estar yo.
¡La gracia de Dios es grande!
Iglesia, incline su rostro: Padre, ¿quiénes éramos para alcanzar tu gracia? Hemos estudiado, en esta tarde, que en el Antiguo Testamento la gracia era un misterio, que tú se lo revelaste a tus discípulos y apóstoles. Señor hemos visto que la gracia no hace acepción de personas, que la ley condena y la gracia salva. Nadie merece tu gracia Señor; pero hemos aprendido que el autor de la gracia eres tú. Sabemos que no vamos al cielo por obras, estas son el fruto de haber nacido de nuevo. Señor en el cielo habrá sorpresas, y la mayor de todas es que ahí estaremos nosotros Señor. Padre gracias por haber enviado a Jesús, porque tú eres el Dios de toda gracia. Señor te pedimos que retengas en nuestro corazón y en nuestra mente esa gratitud hacia ti. No merecíamos que tu fueras a la cruz por nosotros, después de haber hecho tantas cosas malas; pero aun así tu gracia nos alcanza. ¿Cómo no vamos a estar agradecidos contigo Señor? Señor gracias por llegar a nuestra vida y darnos ese favor que no merecemos, ese regalo de la salvación.
Es tan grande tu gracia que en este momento está esperando por aquellos corazones que aún no han tomado la mejor decisión de su vida. Si usted está acá y no le ha entregado su vida a Jesús este es el momento. No estás acá por casualidad, la gracia de Cristo te trajo porque, Él quiere algo con tu vida. Si usted está por el internet, repita esta oración conmigo: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios. Creo que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Gracias te doy Dios, por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Señor aprovechamos estos minutos para darte gracias. Señor no tenemos cómo pagarte. No hay cosa creada para poder pagarte que tú hayas ido a la cruz en lugar de nosotros, que hayas tenido esa misericordia, esa gracia salvadora; no merecemos nada Señor.
Padre, te pido que toque los corazones de aquellos que no han tomado esa decisión en sus vidas Señor. Que nos lleves con bien hasta nuestros hogares Y que podamos regresar a las seis de la tarde para seguir alabándote Señor, en Cristo Jesús Amén y amén.
¡Iglesia, que Dios les bendiga a todos!