Lecciones de Vida: La Honestidad
Julio 29, 2018 – 1:30 PM | Levitico 19:11 | Dr David Rodríguez
TRANSCRIPCIÓN
Abran sus biblias en Levítico 19:11, el domingo pasado comenzamos con el tema de Lecciones de Vida y estudiamos la primera lección que es no juzgar para no ser juzgados, no juzgar con malicia, ni con hipocresía, ni para dictaminar sentencias. En la noche hablamos de la segunda lección la cual es la regla de oro: tratar a otras personas de la manera como nos gustaría que nos traten a nosotros, no hacer a otras personas lo que no me gustaría que me hagan a mí; y hablamos de tres palabras que son: misericordia compasión y perdón; dijimos que debemos aprender a tratar a la gente con respeto, con dignidad, con sinceridad y con amabilidad.
Comenzamos el mensaje con esta porción de la escritura que dice tus “pecados te alcanzarán”, hablamos de la ley de la siembra y la cosecha: Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare eso también segará, el que siembra iniquidad, iniquidad segará dice la palabra del Señor. En la versión Palabra de Dios Para Todos dice: “el que siembra dificultades cosechará desgracias”; y hablamos de la importancia de prestar atención al mensaje porque si presta atención entonces usted va a adquirir sabiduría, las lecciones de la vida son para vivirlas no solamente para escucharlas.Así es que tenemos: “no juzgar”, “la regla de oro”, y en esta oportunidad quiero hablar la lección de vida número 3: “la honestidad” dice Levitico 19:11: “No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro.”
Comienzo con una pregunta obligada: ¿qué tan honesto es usted? En la noche del 15 de abril de 1987, 7 millones de niños americanos desaparecieron repentinamente, no fue un secuestro masivo ni tampoco fue un arrebatamiento parcial, resulta que esa noche el IRS en los EEUU, la agencia de los impuestos, cambió una regla que decía que por primera vez, al siguiente día, se requería un número de seguro social para cada niño dependiente el cual que debía de incluirse en un formulario. Al siguiente día 7 millones de niños desaparecieron lo que implica que se habían estado poniendo como dependientes para lograr beneficios de parte del gobierno.
El libro “Cuando América Dijo la Verdad” afirma que el 30% de los consultados admitió que mentiría en sus impuestos hasta cierto punto, creyendo que una gran mentira es más probable que sea auditada que una mentira pequeña. En una encuesta que se hizo el 64% estuvo de acuerdo con esta siguiente declaración: “mentiré cuando me convenga siempre y cuando no cause un daño muy grande”.
USA Today citó un informe que indica que 58.4% de los americanos, casi el 60% han llamado a sus trabajos para decir que están enfermos simplemente para obtener un día libre de trabajo. Hace apenas unos años un estudio masivo que involucró a casi 70 mil estudiantes universitarios y de secundaria encontró que el 70% admitió haber hecho trampa. ¿Se sorprendería usted si yo les digo que en nuestro seminario de teología hemos encontrado a futuros pastores copiando? ¿Se sorprendería usted si le digo que hemos encontrado los famosos “acordeones de copia” escondidos en las sillas? Hemos encontrado letras pequeñas escritas con lápiz en la pizarra y estudiantes acercándose a la pizarra sin ninguna razón.
En una encuesta de 25.000 estudiantes de secundaria se descubrió que casi la mitad estuvo de acuerdo con esta siguiente afirmación: “una persona tiene que mentir o hacer trampa a veces para tener éxito”. En una encuesta titulada “Qué Tan Honesto Eres” de Reader’s Digest 2,624 personas se descubrió que el 13% había culpado a un compañero de trabajo por algo que habían hecho ellos mismos; un 20% tenía información alterada en su currículum; un 42% de personas le mintieron a su cónyuge sobre el costo de una compra creciente; 63% dijo que habían mentido de alguna manera para lograr un beneficio.
Se dice que cuatro estudiantes llegaron tarde a propósito para hacer un examen y su maestro les preguntó por qué llegaron tarde y los cuatro a una sola voz dijeron “porque se dañó una llanta en el camino”, así es que el maestro puso a los cuatro en cuatro diferentes pupitres y les dijo: “les voy a hacer una sola pregunta y me la van a contestar: ¿cuál de las cuatro llantas se dañó?”. Proverbios 12:19 dice: “el labio veraz permanecerá para siempre; mas la lengua mentirosa sólo por un momento”, y en el mismo capítulo pero versículo 22 dice: “los labios mentirosos son abominación a Jehová”, esa palabra abominación la utiliza para pecados que son terribles ante la presencia y la gloria del Dios Todopoderoso.
Hace años, algunos abogados pedían al pastor asistir a las cortes migratorias como un apoyo moral a los miembros de la iglesia, pero en varias oportunidades que yo asistí, escuché cada mentira que decían, incluso me dijeron “pastor, es que el que no miente no se queda…” y es cierto, se terminaban quedando; lo peor del caso es que hubieron personas que dijeron la verdad y lo mandaron deportados a sus países.
Indiscutiblemente nuestra carne nos dice “ah bueno, si se quedaron, pues gracias a Dios”, entonces ¿quiere decir que es mejor haber mentido que haber hecho la voluntad de Dios? El problema es que batallamos todos los días con una situación de honestidad a donde quiera que vamos y con la desconfianza grande que tenemos como cristianos. ¿En qué áreas o aspectos de nuestra vida estamos siendo deshonestos?, y esta es una situación en la que caemos todos, el que no es deshonesto en una área es deshonesto en otra.
Esto nos lleva a la primera lección de vida: yo no puedo señalar con mi dedo a una persona y llamarla deshonesta porque yo también soy deshonesto, los dos estamos en la misma condición. Levítico 19:11 nos dice: “No Hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro”; la Biblia dice que no hay que deberle nada a nadie y eso involucra al gobierno, difícilmente las personas al declarar sus impuestos van a querer pagar más, todo el mundo quiere ganar más y pagar menos; el problema más grande para las personas que realizan declaraciones impuestos es cuando se les pide que se agregue lo que sea con tal de que el gobierno le regrese más dinero, y son incluso capaces de mentir.
Esa mentalidad es tan boba y malintencionada porque la Biblia dice: “no robarás”. Por cierto, hay que reconocer que en nuestra iglesia durante los últimos años ya no se hurtan cosas, desde que comenzamos a hablar de La Honestidad, solamente hubieron un par de eventualidades, la última vez fue en 2017 más o menos apareció una señora gritando que le habían robado su cartera cuando aparece otra señora recordando que le había dejado su cartera para guardarla.
Este es un tema delicado, cuando una persona no diezma a quien le roba es a Dios, ahora, si le roba a Dios es capaz de robarle a cualquier persona o en su defecto no cree en Dios porque si creemos que Dios nos juzga, nos ve, nos bendice y nos provee, se le debe honrar con los diezmos. Yo tengo 40 años en el evangelio y he escuchado diferentes excusas para no diezmar. Tenemos dos opciones, o hacemos lo que el hombre dice o hacemos lo que Dios dice.
Levítico 19:36 dice: “Balanzas justas, y pesas justas, y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto”, para mí este versículo significa mucho porque yo crecí con una familia que vivía de hacer medidas, ellos vendían sal ,arroz, azúcar y frijol; las máquinas que teníamos había que ponerles el quintal del producto en la parte de superior, pero uno podía manipular la máquina, por ejemplo una libra tiene 16 onzas, pero las libras que se vendían ahí eran de 12 onzas, si eran clientes nuevos se les ponían 13 oz., pero si había que mostrar el producto y ganarse al cliente se pedían libras completas.
Lo peor del caso es que haciendo esto se convirtieron al evangelio pero en ningún momento reflexionaron y dejaron de hacerlo para vender pesas justas, por el contrario, cuando se les preguntaba me decían “si dejamos de hacerlo no vamos a ganar nada…”; también les he contado que un día domingo muy temprano por la mañana mi tío salió con su cafecito en la mano y el vecino salió también y el tío de manera religiosa le dijo: “quiero invitarlo a venir a mi iglesia este día domingo” y el vecino le respondió: “¿usted es evangélico? ¿quiere decir que hoy dará las libras exactas?, el tío le respondió: “no confunda la religión con los negocios”. Si nuestros intereses están por encima del evangelio, significa que el mensaje no ha llegado al corazón.
Las palabras justo, justicia y honradez aparecen indistintamente en la Biblia, si nosotros buscamos la palabra honradez en diferentes versiones, la vamos a encontrar como justicia, la nueva versión internacional en inglés habla de honestidad, eso hace referencia a muchas cosas, por ejemplo, del tipo de personas que piensan que su jefe no toma en cuenta las horas que someten al momento de pagar las jornadas; si usted piensa detallar 9 horas pero en realidad trabajó 7 horas o si detalla que trabajó el día pero en realidad no fue a trabajar no se está aplicando la honradez.
Por eso comenzamos diciendo que esto aplica en todas las cosas que hacemos en nuestro día a día, ¿es usted el tipo de persona que se va a un supermercado y se come la fruta que no ha pagado? ¿es usted una persona que agarra una bebida del supermercado, se la toma y deja la lata por ahí como que si no ha pasado nada?, esto se trata de la honestidad del individuo y la Biblia es bien clara con este tema.
Cuando iniciamos esta misión acá en Canadá se comenzaron a dar trueques dentro de la congregación, y nosotros como líderes terminamos pagando precios bien elevados, aquí se vendían carros, licuadoras, mesas, camas, todo esto entre los miembros, y en algunos casos la iglesia tuvo que asumir pérdidas con tal de evitar conflictos, por ejemplo algunos casos donde la persona decía que vendía su producto bueno y al llegar a casa ya no servía, y llevaban los casos a la oficina del pastor, ahí aprendí de manera difícil cuando dice la palabra: ¿por qué no sufres el agravio? Nosotros pagamos el precio del producto defectuoso con tal de agravar el problema. Acá estoy hablando de no hacer trampa ni ser deshonesto en los negocios dentro de la iglesia porque esto le resta credibilidad a la iglesia y a los cristianos.
Por ejemplo, los que trabajan en talleres de mecánica y que piensan que su negocio gira en decirle al cliente que su carro necesita cosas que en verdad no necesitan; algunas personas aprenden estas malas costumbres en la escuela, aprenden a cómo robarle a alguien más ¿cómo podemos vivir así en este mundo siendo cristianos? Efesios 4:25 dice: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”.
En una película llamada Fargo vemos una escena en donde el pastor de una iglesia se encuentra vendiendo un automóvil que quiere para su hija y resulta que el vendedor había pagado por el carro seis mil quinientos dólares pero le dice al pastor que habían pagado ocho mil quinientos, por lo que le ofrece el carro a nueve mil dólares; luego de probar el carro y como le encantó, el pastor le dijo: “gracias por el gran favor que me has hecho, gracias porque tuviste consideración de mí, antes de irme yo quiero que me dejes orar por ti y por tu negocio” y comenzó a orar diciendo “Señor gracias por este hombre y por su negocio, yo te pido que lo trates a él de la manera como él me ha tratado a mí en este día…”
Me recuerdo que una vez un hombre vino porque se le había muerto la abuela y se le ayudó y yo creo que como andaba de iglesia en iglesia se le olvidó que había venido a esta y vino otra vez por la abuela, yo le dije “pero si hace dos años viniste por tu abuela”, y él me respondió “esta vez es por la otra”, esto significa que hay personas que por tal de lograr beneficios son capaces de engañar y hacer lo que sea posible, las personas se mal acostumbran a ser deshonestas.
Con el tema de prestar dinero me harté, hay personas que no vienen a la iglesia porque deben dinero y no quieren pagar, incluso la iglesia tuvo que poner un acta que dice que el pastor no puede meterse en préstamos de dinero porque después es difícil, yo le hablo a la persona para que venga a la iglesia y piensa que le estoy cobrando.
Un par de cristianos comenzaron un negocio basado en prácticas éticas cristianas, querían que su empresa fuera un ejemplo viviente de esa frase que dice: “las acciones correctas conducen a los resultados correctos; las acciones incorrectas conducen a resultados incorrectos”, y entrenaron a sus empleados para aplicar estándares éticos en todos los asuntos relacionados con su desempeño de trabajo, por ejemplo, a los vendedores se les dijo que nunca deberían de presionar a los clientes, que nunca deberían desacreditar a los competidores, nunca utilizar tácticas negativas de venta y bajo ninguna circunstancia mentirle a los clientes; ejemplos de este tipo ya no se encuentran.
¿Qué ejemplo estamos enseñando a nuestros hijos? Si hay un lugar donde nuestros hijos van a escuchar estas lecciones de vida, acerca del respeto y de tratar a las demás personas como nos gustaría que nos trataran a nosotros es en la iglesia nada más. Las estadísticas muestran que el respeto se ha perdido a medida que avanzan los años, y no es por motivos culturales.
Otros ejemplos, ¿alteramos los precios con facilidad? ¿engañamos a nuestro prójimo pidiendo dinero prestado, diciéndole que la próxima semana se lo vamos a pagar, cuando sabemos que no se lo vamos a pagar? Un pastor en este púlpito nos dijo: “hay unas personas que si se van al infierno va a ser por mi culpa, porque cuando mis hijos estaban creciendo yo los mandaba donde los vecinos a pedir prestado azúcar la señora se las daba y preguntaba cuándo se las iba a pagar, y mis hijos responden que muy pronto”, los vecinos llegaron al punto de tener lástima por el pastor y él confesó que nunca le pagó por lo que mandó a prestar. Si usted se mal acostumbra a ser deshonesto en un área de su vida que no le quepa duda que va a ir avanzando con otras áreas por ejemplo en los negocios, en el trabajo, etc., si nosotros no somos honestos, estamos desacreditando el evangelio.
Me comentaron acerca de un señor que tiene mucho dinero y le pedimos que nos hiciera una donación para la campaña pro-templo, nosotros le daríamos su respectivo recibo por la cantidad de donación, la respuesta que él nos dió fue que podía dar una ofrenda de $6,000 pero que el recibo lo quería por $10,000; aunque nos diera una ofrenda de $10 millones pidiendo un recibo por $20 millones no le daríamos nada, porque como iglesia no nos podemos vender por dinero, la reputación que una iglesia obtiene a lo largo de 30 años no la podemos tirar a la basura, y nuestra confianza no tiene que estar puesta jamás en ningún hombre, nuestra confianza tiene que estar puesta solamente en Dios.
Hace unas semanas me encontraba en Rusia y me di cuenta de culturas a quienes si le dicen que algo vale $40 la persona los paga, pero hay otras culturas en donde las personas comienzan a regatear por el precio que se les ofrece, y cuando se les pide el pago por impuestos dicen que prefieren pagar en efectivo para no pagar impuestos. Volvemos al versículo de Efesios 4:25 dice: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”, lo ideal es decir la verdad al vender algo, por ejemplo al vender un carro, deberíamos ser claros y decir como se encuentra el carro, indicar cómo está la situación para que no se vaya a venir a reclamar diciendo que no se advirtió.
Aprendamos a ser honestos en todas las áreas de nuestra vida, cuesta, pero la honestidad paga doble y abre puertas. Si usted tiene lo que tiene a pura deshonestidad, usted tendría diez veces más si fuera honesto; las personas deshonestas pasan con necesidades toda la vida, pero si usted se lo propone y dice en oración: “Señor yo quiero ser honesto para tu gloria y para tu honra, ayúdame Señor, quiero ser honesto, voy a comenzar con las cosas pequeñas, voy a comenzar diciendo la verdad”, verá cómo Dios lo ayuda.
El padre de la mentira es Satanás; razone, pida sabiduría a Dios, y no se ponga usted en posiciones de gente irrazonable, haga las cosas como tienen que ser. Un pastor contó un testimonio de cuando subió a un autobús, el pagó con un billete y el señor del autobús le dio más dinero de cambio. Cuando se dio cuenta, como pudo llegó donde el motorista y le dijo: “disculpe señor pero usted me dio más dinero del que le correspondía darme” a lo que el motorista respondió “qué bueno que regresó pastor, yo estuve en su iglesia ayer…”, hagamos el bien, tengamos el buen deseo y hagamos el esfuerzo de hacer las cosas como Dios nos manda.
Vamos a orar, démosle gracias al Señor.
Padre, tu palabra nos manda a nosotros tus hijos a hacer a un lado las cosas del pasado. Es por eso el sermón del Monte, es por eso las exhortaciones de Pablo, es por eso las leyes divinas que nos hablan de la ética, nos hablan de la mora,l para enseñarnos que cuando nos convertimos al evangelio no podemos seguir viviendo como vivíamos antes de conocer a Cristo. Que Dios espera de cada uno de nosotros sus hijos una vida transformada, que Dios espera de cada uno de nosotros que vivamos como es digno del evangelio, que no nos mintamos unos a otros, que hablemos verdad los unos con nosotros, porque somos miembros de un solo cuerpo, el cuerpo de Jesús.
Señor, qué difícil es ser honesto en este mundo que vivimos, de tanta falacia, de tanto engaño, de tanta mentira… donde la mayoría de la gente piensa que está bien engañar, que está bien hacer trampa, que está bien decir mentiras, que está bien aprovecharse de otras personas, que este mundo es de los más fuertes, cuando tu palabra nos manda a proteger a los que son débiles.
Señor, como cristianos que somos, como hijos tuyos, dondequiera que vayamos y dondequiera que estemos queremos dar buen testimonio de la fe, buen testimonio de Jesucristo. Bendice a tu pueblo Señor, aun cuando la gente no nos mira, aun cuando no hay nadie a nuestro alrededor, que podamos estar consciente que el Dios de la gloria tiene sus ojos puestos sobre los justos desde el principio del año hasta el fin del año.
Mientras todos oramos en esta hora, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón queremos animarles en este día para que le abra su corazón a Jesús y lo reciba como el Señor de su vida. Tenemos consejeros alrededor que se van a acercar a usted para ayudarle a tomar esta decisión que es tan importante y tan valiosa, la más importante que usted pueda tomar en su vida. Si nunca antes ha recibido al Señor, usted que nos mira por internet puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale: Señor, en este día te pido perdón por mis pecados, me arrepiento de todas mis faltas. Señor, vuelvo mi mirada a la cruz y te doy gracias por lo que hiciste en el Calvario. Gracias por tu muerte, gracias por derramar tu sangre en aquella cruz. En este día te recibo como el Salvador de mi vida.
Si usted hizo esta oración, queremos animarle a crecer en el conocimiento de la palabra de Dios y de nuestro bendito Salvador Jesucristo, en el nombre de Jesús, Amén
Lecciones de Vida: La Honestidad
Julio 29, 2018 – 1:30 PM | Levitico 19:11 | Dr David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Abran sus biblias en Levítico 19:11, el domingo pasado comenzamos con el tema de Lecciones de Vida y estudiamos la primera lección que es no juzgar para no ser juzgados, no juzgar con malicia, ni con hipocresía, ni para dictaminar sentencias. En la noche hablamos de la segunda lección la cual es la regla de oro: tratar a otras personas de la manera como nos gustaría que nos traten a nosotros, no hacer a otras personas lo que no me gustaría que me hagan a mí; y hablamos de tres palabras que son: misericordia compasión y perdón; dijimos que debemos aprender a tratar a la gente con respeto, con dignidad, con sinceridad y con amabilidad.
Comenzamos el mensaje con esta porción de la escritura que dice tus “pecados te alcanzarán”, hablamos de la ley de la siembra y la cosecha: Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare eso también segará, el que siembra iniquidad, iniquidad segará dice la palabra del Señor. En la versión Palabra de Dios Para Todos dice: “el que siembra dificultades cosechará desgracias”; y hablamos de la importancia de prestar atención al mensaje porque si presta atención entonces usted va a adquirir sabiduría, las lecciones de la vida son para vivirlas no solamente para escucharlas.Así es que tenemos: “no juzgar”, “la regla de oro”, y en esta oportunidad quiero hablar la lección de vida número 3: “la honestidad” dice Levitico 19:11: “No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro.”
Comienzo con una pregunta obligada: ¿qué tan honesto es usted? En la noche del 15 de abril de 1987, 7 millones de niños americanos desaparecieron repentinamente, no fue un secuestro masivo ni tampoco fue un arrebatamiento parcial, resulta que esa noche el IRS en los EEUU, la agencia de los impuestos, cambió una regla que decía que por primera vez, al siguiente día, se requería un número de seguro social para cada niño dependiente el cual que debía de incluirse en un formulario. Al siguiente día 7 millones de niños desaparecieron lo que implica que se habían estado poniendo como dependientes para lograr beneficios de parte del gobierno.
El libro “Cuando América Dijo la Verdad” afirma que el 30% de los consultados admitió que mentiría en sus impuestos hasta cierto punto, creyendo que una gran mentira es más probable que sea auditada que una mentira pequeña. En una encuesta que se hizo el 64% estuvo de acuerdo con esta siguiente declaración: “mentiré cuando me convenga siempre y cuando no cause un daño muy grande”.
USA Today citó un informe que indica que 58.4% de los americanos, casi el 60% han llamado a sus trabajos para decir que están enfermos simplemente para obtener un día libre de trabajo. Hace apenas unos años un estudio masivo que involucró a casi 70 mil estudiantes universitarios y de secundaria encontró que el 70% admitió haber hecho trampa. ¿Se sorprendería usted si yo les digo que en nuestro seminario de teología hemos encontrado a futuros pastores copiando? ¿Se sorprendería usted si le digo que hemos encontrado los famosos “acordeones de copia” escondidos en las sillas? Hemos encontrado letras pequeñas escritas con lápiz en la pizarra y estudiantes acercándose a la pizarra sin ninguna razón.
En una encuesta de 25.000 estudiantes de secundaria se descubrió que casi la mitad estuvo de acuerdo con esta siguiente afirmación: “una persona tiene que mentir o hacer trampa a veces para tener éxito”. En una encuesta titulada “Qué Tan Honesto Eres” de Reader’s Digest 2,624 personas se descubrió que el 13% había culpado a un compañero de trabajo por algo que habían hecho ellos mismos; un 20% tenía información alterada en su currículum; un 42% de personas le mintieron a su cónyuge sobre el costo de una compra creciente; 63% dijo que habían mentido de alguna manera para lograr un beneficio.
Se dice que cuatro estudiantes llegaron tarde a propósito para hacer un examen y su maestro les preguntó por qué llegaron tarde y los cuatro a una sola voz dijeron “porque se dañó una llanta en el camino”, así es que el maestro puso a los cuatro en cuatro diferentes pupitres y les dijo: “les voy a hacer una sola pregunta y me la van a contestar: ¿cuál de las cuatro llantas se dañó?”. Proverbios 12:19 dice: “el labio veraz permanecerá para siempre; mas la lengua mentirosa sólo por un momento”, y en el mismo capítulo pero versículo 22 dice: “los labios mentirosos son abominación a Jehová”, esa palabra abominación la utiliza para pecados que son terribles ante la presencia y la gloria del Dios Todopoderoso.
Hace años, algunos abogados pedían al pastor asistir a las cortes migratorias como un apoyo moral a los miembros de la iglesia, pero en varias oportunidades que yo asistí, escuché cada mentira que decían, incluso me dijeron “pastor, es que el que no miente no se queda…” y es cierto, se terminaban quedando; lo peor del caso es que hubieron personas que dijeron la verdad y lo mandaron deportados a sus países.
Indiscutiblemente nuestra carne nos dice “ah bueno, si se quedaron, pues gracias a Dios”, entonces ¿quiere decir que es mejor haber mentido que haber hecho la voluntad de Dios? El problema es que batallamos todos los días con una situación de honestidad a donde quiera que vamos y con la desconfianza grande que tenemos como cristianos. ¿En qué áreas o aspectos de nuestra vida estamos siendo deshonestos?, y esta es una situación en la que caemos todos, el que no es deshonesto en una área es deshonesto en otra.
Esto nos lleva a la primera lección de vida: yo no puedo señalar con mi dedo a una persona y llamarla deshonesta porque yo también soy deshonesto, los dos estamos en la misma condición. Levítico 19:11 nos dice: “No Hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro”; la Biblia dice que no hay que deberle nada a nadie y eso involucra al gobierno, difícilmente las personas al declarar sus impuestos van a querer pagar más, todo el mundo quiere ganar más y pagar menos; el problema más grande para las personas que realizan declaraciones impuestos es cuando se les pide que se agregue lo que sea con tal de que el gobierno le regrese más dinero, y son incluso capaces de mentir.
Esa mentalidad es tan boba y malintencionada porque la Biblia dice: “no robarás”. Por cierto, hay que reconocer que en nuestra iglesia durante los últimos años ya no se hurtan cosas, desde que comenzamos a hablar de La Honestidad, solamente hubieron un par de eventualidades, la última vez fue en 2017 más o menos apareció una señora gritando que le habían robado su cartera cuando aparece otra señora recordando que le había dejado su cartera para guardarla.
Este es un tema delicado, cuando una persona no diezma a quien le roba es a Dios, ahora, si le roba a Dios es capaz de robarle a cualquier persona o en su defecto no cree en Dios porque si creemos que Dios nos juzga, nos ve, nos bendice y nos provee, se le debe honrar con los diezmos. Yo tengo 40 años en el evangelio y he escuchado diferentes excusas para no diezmar. Tenemos dos opciones, o hacemos lo que el hombre dice o hacemos lo que Dios dice.
Levítico 19:36 dice: “Balanzas justas, y pesas justas, y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto”, para mí este versículo significa mucho porque yo crecí con una familia que vivía de hacer medidas, ellos vendían sal ,arroz, azúcar y frijol; las máquinas que teníamos había que ponerles el quintal del producto en la parte de superior, pero uno podía manipular la máquina, por ejemplo una libra tiene 16 onzas, pero las libras que se vendían ahí eran de 12 onzas, si eran clientes nuevos se les ponían 13 oz., pero si había que mostrar el producto y ganarse al cliente se pedían libras completas.
Lo peor del caso es que haciendo esto se convirtieron al evangelio pero en ningún momento reflexionaron y dejaron de hacerlo para vender pesas justas, por el contrario, cuando se les preguntaba me decían “si dejamos de hacerlo no vamos a ganar nada…”; también les he contado que un día domingo muy temprano por la mañana mi tío salió con su cafecito en la mano y el vecino salió también y el tío de manera religiosa le dijo: “quiero invitarlo a venir a mi iglesia este día domingo” y el vecino le respondió: “¿usted es evangélico? ¿quiere decir que hoy dará las libras exactas?, el tío le respondió: “no confunda la religión con los negocios”. Si nuestros intereses están por encima del evangelio, significa que el mensaje no ha llegado al corazón.
Las palabras justo, justicia y honradez aparecen indistintamente en la Biblia, si nosotros buscamos la palabra honradez en diferentes versiones, la vamos a encontrar como justicia, la nueva versión internacional en inglés habla de honestidad, eso hace referencia a muchas cosas, por ejemplo, del tipo de personas que piensan que su jefe no toma en cuenta las horas que someten al momento de pagar las jornadas; si usted piensa detallar 9 horas pero en realidad trabajó 7 horas o si detalla que trabajó el día pero en realidad no fue a trabajar no se está aplicando la honradez.
Por eso comenzamos diciendo que esto aplica en todas las cosas que hacemos en nuestro día a día, ¿es usted el tipo de persona que se va a un supermercado y se come la fruta que no ha pagado? ¿es usted una persona que agarra una bebida del supermercado, se la toma y deja la lata por ahí como que si no ha pasado nada?, esto se trata de la honestidad del individuo y la Biblia es bien clara con este tema.
Cuando iniciamos esta misión acá en Canadá se comenzaron a dar trueques dentro de la congregación, y nosotros como líderes terminamos pagando precios bien elevados, aquí se vendían carros, licuadoras, mesas, camas, todo esto entre los miembros, y en algunos casos la iglesia tuvo que asumir pérdidas con tal de evitar conflictos, por ejemplo algunos casos donde la persona decía que vendía su producto bueno y al llegar a casa ya no servía, y llevaban los casos a la oficina del pastor, ahí aprendí de manera difícil cuando dice la palabra: ¿por qué no sufres el agravio? Nosotros pagamos el precio del producto defectuoso con tal de agravar el problema. Acá estoy hablando de no hacer trampa ni ser deshonesto en los negocios dentro de la iglesia porque esto le resta credibilidad a la iglesia y a los cristianos.
Por ejemplo, los que trabajan en talleres de mecánica y que piensan que su negocio gira en decirle al cliente que su carro necesita cosas que en verdad no necesitan; algunas personas aprenden estas malas costumbres en la escuela, aprenden a cómo robarle a alguien más ¿cómo podemos vivir así en este mundo siendo cristianos? Efesios 4:25 dice: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”.
En una película llamada Fargo vemos una escena en donde el pastor de una iglesia se encuentra vendiendo un automóvil que quiere para su hija y resulta que el vendedor había pagado por el carro seis mil quinientos dólares pero le dice al pastor que habían pagado ocho mil quinientos, por lo que le ofrece el carro a nueve mil dólares; luego de probar el carro y como le encantó, el pastor le dijo: “gracias por el gran favor que me has hecho, gracias porque tuviste consideración de mí, antes de irme yo quiero que me dejes orar por ti y por tu negocio” y comenzó a orar diciendo “Señor gracias por este hombre y por su negocio, yo te pido que lo trates a él de la manera como él me ha tratado a mí en este día…”
Me recuerdo que una vez un hombre vino porque se le había muerto la abuela y se le ayudó y yo creo que como andaba de iglesia en iglesia se le olvidó que había venido a esta y vino otra vez por la abuela, yo le dije “pero si hace dos años viniste por tu abuela”, y él me respondió “esta vez es por la otra”, esto significa que hay personas que por tal de lograr beneficios son capaces de engañar y hacer lo que sea posible, las personas se mal acostumbran a ser deshonestas.
Con el tema de prestar dinero me harté, hay personas que no vienen a la iglesia porque deben dinero y no quieren pagar, incluso la iglesia tuvo que poner un acta que dice que el pastor no puede meterse en préstamos de dinero porque después es difícil, yo le hablo a la persona para que venga a la iglesia y piensa que le estoy cobrando.
Un par de cristianos comenzaron un negocio basado en prácticas éticas cristianas, querían que su empresa fuera un ejemplo viviente de esa frase que dice: “las acciones correctas conducen a los resultados correctos; las acciones incorrectas conducen a resultados incorrectos”, y entrenaron a sus empleados para aplicar estándares éticos en todos los asuntos relacionados con su desempeño de trabajo, por ejemplo, a los vendedores se les dijo que nunca deberían de presionar a los clientes, que nunca deberían desacreditar a los competidores, nunca utilizar tácticas negativas de venta y bajo ninguna circunstancia mentirle a los clientes; ejemplos de este tipo ya no se encuentran.
¿Qué ejemplo estamos enseñando a nuestros hijos? Si hay un lugar donde nuestros hijos van a escuchar estas lecciones de vida, acerca del respeto y de tratar a las demás personas como nos gustaría que nos trataran a nosotros es en la iglesia nada más. Las estadísticas muestran que el respeto se ha perdido a medida que avanzan los años, y no es por motivos culturales.
Otros ejemplos, ¿alteramos los precios con facilidad? ¿engañamos a nuestro prójimo pidiendo dinero prestado, diciéndole que la próxima semana se lo vamos a pagar, cuando sabemos que no se lo vamos a pagar? Un pastor en este púlpito nos dijo: “hay unas personas que si se van al infierno va a ser por mi culpa, porque cuando mis hijos estaban creciendo yo los mandaba donde los vecinos a pedir prestado azúcar la señora se las daba y preguntaba cuándo se las iba a pagar, y mis hijos responden que muy pronto”, los vecinos llegaron al punto de tener lástima por el pastor y él confesó que nunca le pagó por lo que mandó a prestar. Si usted se mal acostumbra a ser deshonesto en un área de su vida que no le quepa duda que va a ir avanzando con otras áreas por ejemplo en los negocios, en el trabajo, etc., si nosotros no somos honestos, estamos desacreditando el evangelio.
Me comentaron acerca de un señor que tiene mucho dinero y le pedimos que nos hiciera una donación para la campaña pro-templo, nosotros le daríamos su respectivo recibo por la cantidad de donación, la respuesta que él nos dió fue que podía dar una ofrenda de $6,000 pero que el recibo lo quería por $10,000; aunque nos diera una ofrenda de $10 millones pidiendo un recibo por $20 millones no le daríamos nada, porque como iglesia no nos podemos vender por dinero, la reputación que una iglesia obtiene a lo largo de 30 años no la podemos tirar a la basura, y nuestra confianza no tiene que estar puesta jamás en ningún hombre, nuestra confianza tiene que estar puesta solamente en Dios.
Hace unas semanas me encontraba en Rusia y me di cuenta de culturas a quienes si le dicen que algo vale $40 la persona los paga, pero hay otras culturas en donde las personas comienzan a regatear por el precio que se les ofrece, y cuando se les pide el pago por impuestos dicen que prefieren pagar en efectivo para no pagar impuestos. Volvemos al versículo de Efesios 4:25 dice: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”, lo ideal es decir la verdad al vender algo, por ejemplo al vender un carro, deberíamos ser claros y decir como se encuentra el carro, indicar cómo está la situación para que no se vaya a venir a reclamar diciendo que no se advirtió.
Aprendamos a ser honestos en todas las áreas de nuestra vida, cuesta, pero la honestidad paga doble y abre puertas. Si usted tiene lo que tiene a pura deshonestidad, usted tendría diez veces más si fuera honesto; las personas deshonestas pasan con necesidades toda la vida, pero si usted se lo propone y dice en oración: “Señor yo quiero ser honesto para tu gloria y para tu honra, ayúdame Señor, quiero ser honesto, voy a comenzar con las cosas pequeñas, voy a comenzar diciendo la verdad”, verá cómo Dios lo ayuda.
El padre de la mentira es Satanás; razone, pida sabiduría a Dios, y no se ponga usted en posiciones de gente irrazonable, haga las cosas como tienen que ser. Un pastor contó un testimonio de cuando subió a un autobús, el pagó con un billete y el señor del autobús le dio más dinero de cambio. Cuando se dio cuenta, como pudo llegó donde el motorista y le dijo: “disculpe señor pero usted me dio más dinero del que le correspondía darme” a lo que el motorista respondió “qué bueno que regresó pastor, yo estuve en su iglesia ayer…”, hagamos el bien, tengamos el buen deseo y hagamos el esfuerzo de hacer las cosas como Dios nos manda.
Vamos a orar, démosle gracias al Señor.
Padre, tu palabra nos manda a nosotros tus hijos a hacer a un lado las cosas del pasado. Es por eso el sermón del Monte, es por eso las exhortaciones de Pablo, es por eso las leyes divinas que nos hablan de la ética, nos hablan de la mora,l para enseñarnos que cuando nos convertimos al evangelio no podemos seguir viviendo como vivíamos antes de conocer a Cristo. Que Dios espera de cada uno de nosotros sus hijos una vida transformada, que Dios espera de cada uno de nosotros que vivamos como es digno del evangelio, que no nos mintamos unos a otros, que hablemos verdad los unos con nosotros, porque somos miembros de un solo cuerpo, el cuerpo de Jesús.
Señor, qué difícil es ser honesto en este mundo que vivimos, de tanta falacia, de tanto engaño, de tanta mentira… donde la mayoría de la gente piensa que está bien engañar, que está bien hacer trampa, que está bien decir mentiras, que está bien aprovecharse de otras personas, que este mundo es de los más fuertes, cuando tu palabra nos manda a proteger a los que son débiles.
Señor, como cristianos que somos, como hijos tuyos, dondequiera que vayamos y dondequiera que estemos queremos dar buen testimonio de la fe, buen testimonio de Jesucristo. Bendice a tu pueblo Señor, aun cuando la gente no nos mira, aun cuando no hay nadie a nuestro alrededor, que podamos estar consciente que el Dios de la gloria tiene sus ojos puestos sobre los justos desde el principio del año hasta el fin del año.
Mientras todos oramos en esta hora, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón queremos animarles en este día para que le abra su corazón a Jesús y lo reciba como el Señor de su vida. Tenemos consejeros alrededor que se van a acercar a usted para ayudarle a tomar esta decisión que es tan importante y tan valiosa, la más importante que usted pueda tomar en su vida. Si nunca antes ha recibido al Señor, usted que nos mira por internet puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale: Señor, en este día te pido perdón por mis pecados, me arrepiento de todas mis faltas. Señor, vuelvo mi mirada a la cruz y te doy gracias por lo que hiciste en el Calvario. Gracias por tu muerte, gracias por derramar tu sangre en aquella cruz. En este día te recibo como el Salvador de mi vida.
Si usted hizo esta oración, queremos animarle a crecer en el conocimiento de la palabra de Dios y de nuestro bendito Salvador Jesucristo, en el nombre de Jesús, Amén