¿Cómo estar seguros si soy salvo?
Junio 02, 2024 – 2:00 PM | 1 Juan 5:13 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
¿Estamos listos para estudiar la palabra? ¡Qué bueno!
1 Juan 5:13 (RV-60): Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. ¡Que Dios bendiga esta palabra!
Las diez preguntas más frecuentes, y más comunes, que tienen que ver con fe y el cristianismo son:
- ¿Se puede salvar una persona que ha sido muy mala?
- ¿Por qué creó Dios al diablo?
- Si Dios es bueno, ¿por qué permite el sufrimiento, especialmente, de los niños?
- Si Dios es bueno, ¿por qué creó el infierno?
- ¿Cómo se salvan las personas que nunca escucharon de Jesús?
- ¿Se salvan los católicos?
- ¿Es Alá el mismo Jehová?
- ¿Por qué hay tantas religiones en el mundo?
- ¿Se puede perder la salvación?
- ¿Cómo estar seguro de que soy salvo?
Y ese es el tema que nos ocupa en esta tarde:
¿Cómo podemos estar seguros que somos salvos? Esa es la pregunta que tenemos que hacernos, considero que este es un tema extremadamente importante.
Teólogos que han estudiado este tema a profundidad dicen que hay cuatro tipos de personas en el mundo:
- Personas que no son salvas, y saben que no son salvas.
- Personas que no son salvas, y no saben que no son salvas.
- Personas que son salvas, y saben que son salvas.
- Personas que no son salvas y creen que son salvas. Ésta es la razón por la cual el tema es importante, cuidadito y se queda afuera de la fiesta; creyendo algo, que en realidad no es lo que la palabra dice.
Es bien importante mencionar desde un principio que: Jesucristo es el único que salva. Las obras de ningún individuo son suficientes para salvarle, ninguna, no hay nada que usted pueda hacer para salvarse. Usted podrá decir: pero yo no le hago mal a nadie, pero yo esto, pero yo aquí; de acuerdo a la escritura, de acuerdo a la Biblia, no existe absolutamente ninguna cosa que usted y yo podamos hacer para poder obtener salvación, ninguna.
Hay dos razones poderosas para reflexionar acerca del tema que tenemos en cuestión.
-La primera de ellas es: la escritura (la Biblia) nos enseña que al morir solamente podemos ir a uno de dos lugares, al cielo o al infierno. Y eso es motivo para reflexionar acerca de este tema.
-La segunda razón es: porque Jesús advirtió que podemos estar equivocados cuando dijo (Mateo 7:22-23): 22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros. 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Esto es delicado, quizás usted se pase toda una vida creyendo que usted es, y en realidad termina siendo que: no lo es. Es de gran importancia que este mismo día usted tenga la plena seguridad que si usted muere hoy, usted es salvo(a).
Quiero estudiar algunas cosas que son importantes, son vitales. Y quiero hablar del Jesús bíblico, quiere decir que no es el Jesús que tiene la gente en la boca, no es el Jesús que la gente utiliza para presinarse, no es el Jesús que los jugadores de fútbol mencionan a la hora de entrar al campo de juego. No es el Jesús que se menciona cuando alguien estornuda, no es el Jesús que la gente tiene comúnmente para mencionar. Estoy hablando del Jesucristo de la Biblia, del que fue a la cruz y murió por nosotros.
Una cosa más antes de comenzar, deje tranquilo a su esposo(a), piense en usted porque es directamente para cada uno de nosotros.
Lo más importante es: poner nuestra fe en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Así comienza la salvación: creyendo.
La palabra “creer” no es una palabra simplista, no es una palabra superficial, porque la Biblia dice: que aún los demonios creen. Está hablando de una confianza, de echar raíces, una confianza que es la que nos hace estar aquí en este momento. La confianza que nos hace decir: Padre nuestro que estás en los cielos. La confianza que nos mueve a hacer la voluntad del Señor.
- Nueva criatura.
Todo comienza con la fe, todo comienza con un arrepentimiento genuino, a esta etapa la Biblia le da un nombre, le llama: nuevo nacimiento. Confiese sus pecados a Dios y sus pecados son perdonados. Dios nos declara justos, por ese sacrificio de Jesús en la cruz, y usted pasa de muerte a vida, espiritualmente hablando.
2 Corintios 5:17 (RV-60): De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Este primer paso de fe, se llama nuevo nacimiento.
1 Pedro 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Se utiliza prácticamente la misma palabra, y es la palabra “renacidos” que es lo mismo que nacidos una segunda vez.
Pongan atención a lo siguiente: la primera vez que nacimos, nacimos de nuestros padres carnales, que tienen el pecado original. Pero, cuando una persona nace del Espíritu, entonces nacemos de una naturaleza nueva, y es por esa naturaleza nueva que somos renacidos.
El primer paso tiene que ver con la fe, tiene que ver con el nuevo nacimiento, con una nueva criatura.
Entonces, hágase la pregunta: ¿Cómo saber si soy salvo? De vez en cuando uno tiene que chequearse hermano, y preguntarse: ¿Soy una nueva criatura? ¿He renacido verdaderamente?
1 Pedro 1:23 (TLA): Dios les ha cambiado su modo de vivir. Es como si ustedes hubieran vuelto a nacer, no de padres humanos, que finalmente mueren, sino gracias al mensaje de Dios. Y es que ese mensaje da vida y nada puede destruirlo. ¡Mira qué lindo!
- El Espíritu de Dios transforma tus acciones.
Como resultado de haber puesto mi fe en el Señor Jesucristo, creer en Él, de mi arrepentimiento y el nuevo nacimiento; el Espíritu Santo hace una transformación en mis acciones. El Espíritu me transforma, porque ya nací de nuevo.
Mis acciones son transformadas no para ser salvo, sino que mis acciones se transforman porque soy salvo. Esta transformación es el resultado, es el producto de la salvación.
1 Corintios 6: 9-11(RV-60): 9¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. Por eso dije: quiero hablar del Jesús bíblico, no el Jesús que usted ha creado en su mente y en su corazón, sino del Jesús bíblico, el que está aquí (en la Biblia).
Yo no debo hacer mi propia religión, eso es un es un problema. Si tú has nacido de nuevo, si eres otra criatura, si has nacido de una simiente incorruptible, entonces el Espíritu Santo te transforma, y te hace querer hacer las cosas correctas.
No le llame bueno a lo que Dios dice que es malo, por amor de Dios; ni llame malo lo que Dios dice que es bueno. Sabemos que muchas personas sufren por cosas como estas, ¿qué es lo que hay que hacer? Orar, hay que amar a las personas, pero eso no significa estar de acuerdo con su estilo de vida.
Dios te transforma, Dios cambia tus acciones. Si antes robaba, ya no lo haga más ¿me entiendes? El Espíritu Santo te hace sentir mal por lo que estás haciendo. Todos llegamos al evangelio con algún pecado de estos; pero con el nuevo nacimiento, el Espíritu Santo de Dios te transforma por la gracia de Dios.
Si usted tiene años en el evangelio y alimenta alguno de estos pecados que hemos mencionado, lo más seguro es que su arrepentimiento no haya sido genuino, y usted está jugando con el evangelio. Si usted piensa que viniendo al culto el día domingo convierte su negro en gris, se equivoca. ¿Quién se esconde delante de Dios? Nadie mi hermano. Yo le pregunto: ¿Le estorba a usted su pecado? ¿Cuál es su actitud hacia ese pecado?
Recuerde que lo que le salva no son sus acciones, sino la sangre preciosa de Cristo. Cuando usted acepta por la fe a Jesús y el Espíritu viene a usted, ahí, es donde se comienzan a ver esas transformaciones.
- Dios te da un nuevo corazón.
Esta transformación es emocional, mire lo que hace Dios.
Ezequiel 36: 26 (RV-60): Os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. ¿Por qué? Porque el corazón que tenemos está chueco, está vaciado.
Dios dice: “Yo te voy a quitar ese corazón viejo, y te voy a dar un nuevo corazón. Eso significa que usted va a cambiar, ya no será el mismo. Si usted tiene resentimiento hacia una persona, Dios te dice: te voy a quitar ese corazón viejo y te daré otro, uno nuevo.
Es necesario aclarar que no somos salvos por obras, pero nuestra fe produce obras.
Gálatas 5:19-21 (RV-60): 19Y manifiestas son las obras de la carne fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. A Dios no lo engaña nadie. Estamos hablando de los cambios que el Espíritu de Dios hace en sus emociones. ¿Con quién está peleando usted?
La porción de la Biblia que le sigue a ésta nos dice ¿para qué te quita Dios el corazón viejo y te da el nuevo? Mira todo lo que Dios te pone.
Gálatas 5: 22-23 (RV-60): 22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Si usted es una persona difícil de tratar, no me venga con eso de que: “yo así soy”. No señor, saque eso de su corazón e invite al Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo es amor. Si usted es una persona que toda la vida anda amargada, y no se le puede ni hablar, el Espíritu Santo es gozo.
Un creyente no puede llegar a su trabajo y tratar a la gente con mala forma, una persona que tiene el Espíritu de Dios no puede hacer eso. El mismo Salvador Jesucristo, el creador y sustentador de todas las cosas, dijo (Mateo 11:29): “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. No se trata de “a qué lo estén provocando”, se trata de que usted es controlado por el Espíritu Santo de Dios, y cuando el Espíritu de Dios viene a mi vida yo soy transformado. Por eso dice el que robaba, ya no robe más, eso dice la palabra. Dios te quita el corazón viejo y te pone un nuevo corazón. Dios te da el fruto del espíritu.
Si yo quiero estar seguro, en realidad, de que soy salvo debe preguntarse: ¿he nacido de nuevo? ¿Me deleito en mis acciones o siento pesar cuando hago algo mal?
- Necesidad y deseo de agradar a Dios.
Entienda esto por favor: cuando uno tiene a Cristo en el corazón, cuando uno tiene el Espíritu de Dios, hay un deseo, una necesidad de agradar a Dios.
¿Por qué estamos nosotros aquí? No es porque el pastor se enoja si no venimos, estamos aquí porque necesitamos del Señor, por eso estamos en la casa del Señor.
El día domingo se levanta dice a su esposo: ¡Ay Juan! ¿Será que no quedamos en casa hoy? Y el esposo responde: Sí, claro. Si fuimos al yardsale ayer, quedémonos aquí. El que tiene al Señor, tiene deseo, necesidad de estar aquí en la casa del Señor. Tiene deseo y necesidad de leer la palabra, de ayunar, de orar, de adorar, de servir, de diezmar, de obedecer, de participar, de ayudar a otras personas porque Dios te lo pone en el corazón.
- No se puede amar a dos señores.
¿Cómo usted ve al mundo?
1 Juan 2:15 (RV-60): No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Si usted es de la persona que todos los fines de semana termina en un antro de perdición hasta las dos de la mañana, y el domingo viene a la iglesia: ¡Aleluya, gloria a Dios! Debe revisarse, porque no puede amar al mundo siendo cristiano.
La pregunta sería: ¿cuál es tu actitud hacia el mundo? ¿Cómo lo ves? ¡Ay pastor, me encanta! Hay personas que son como el pueblo de Israel, se la pasaban recordando lo que comían en Egipto, y querían volver. No se puede amar a dos señores, no se puede amar a dos señores.
- Hacer la voluntad de Dios.
1Juan 2:17 (RV-60): Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. ¿Sabe cómo se llama eso? Obediencia, el deseo sincero de hacer la voluntad de Dios. A Dios no le engaña a nadie.
Es necesario que nos veamos en el espejo espiritual y decir: ¿he nacido de nuevo en realidad? ¿Ha hecho Dios una transformación en mí? ¿Yo pienso dos veces antes de cometer un pecado, mis acciones han sido transformadas? Ya no puedo seguir guardando resentimiento contra nada, ni contra nadie, porque el Señor ha hecho la obra en mi vida. ¿Todavía usted disfruta estar en lugares que son del mundo?
Todo comienza con un nuevo nacimiento, el Espíritu Santo nos hace nuevas criaturas, hay una transformación de nuestras acciones, Dios nos da un nuevo corazón. Transforma nuestras emociones, nuestra mente, te da amor, gozo, paz, paciencia hermano. También produce el deseo y la necesidad de agradar a Dios en todas las cosas. ¿Cómo veo al mundo? Y luego, el deseo sincero de hacer la voluntad de Dios.
Amados míos que Dios nos ayude a todos.
Vamos a orar: Padre, queremos salir de acá con la seguridad plena de que nuestros pecados han sido perdonados, que tú has transformado nuestras almas, nuestra vida, que somos nuevas criaturas, que hemos renacido de una simiente incorrupta, y en ese nuevo nacimiento nos cambiaste el corazón. Queremos tener la seguridad que has cambiado nuestras emociones; antes éramos amargados, impacientes, iracundos, peleoneros, ahora has puesto en nuestro corazón amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre Señor; que tanta falta nos hace y también templanza, que es el saber controlar nuestros actos y nuestras emociones. Entendemos también que tú, y solamente tú, eres el camino la verdad y la vida. Entendemos que nadie viene al Padre si no es a través de Jesús. Y entendemos que el sacrificio de Jesucristo fue un sacrificio único, necesario y perfecto. Señor que podamos reflexionar acerca de las cosas que hemos escuchado, que las podamos tomar con la seriedad necesaria Señor. Que podamos tener la plena seguridad que, si esta noche es tu voluntad llamarnos a tu presencia, estemos listos. Padre Santo, para escuchar esas palabras eternas diciendo (Mateo 25:21 Rv-60): Bien, buen siervo y fiel; sobre poco ha sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mientras todos oramos. Si usted nunca antes ha recibido a Cristo, allí donde está yo le invito para que haga esta oración conmigo, dígale al Señor: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Me arrepiento de mis faltas, y en este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida, te entrego mi alma. Gracias por lo que hiciste en la cruz. Gracias Señor Jesucristo por poner tu cuerpo y derramar tu sangre preciosa. En este día te entrego mi vida. Si usted hizo esta oración, yo le animo a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor despídenos con esa paz, que sobrepasa todo entendimiento, en el nombre de Jesús, amén y amén. Amados míos, que la paz de Cristo le acompañe. ¡Bendiciones!
¿Cómo estar seguros si soy salvo?
Junio 02, 2024 – 2:00 PM | 1 Juan 5:13 | Dr. David Rodríguez
Etiquetas: 1 Juan, junio 2024, pastor david rodriguez, transcripcion
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TRANSCRIPCIÓN
¿Estamos listos para estudiar la palabra? ¡Qué bueno!
1 Juan 5:13 (RV-60): Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. ¡Que Dios bendiga esta palabra!
Las diez preguntas más frecuentes, y más comunes, que tienen que ver con fe y el cristianismo son:
- ¿Se puede salvar una persona que ha sido muy mala?
- ¿Por qué creó Dios al diablo?
- Si Dios es bueno, ¿por qué permite el sufrimiento, especialmente, de los niños?
- Si Dios es bueno, ¿por qué creó el infierno?
- ¿Cómo se salvan las personas que nunca escucharon de Jesús?
- ¿Se salvan los católicos?
- ¿Es Alá el mismo Jehová?
- ¿Por qué hay tantas religiones en el mundo?
- ¿Se puede perder la salvación?
- ¿Cómo estar seguro de que soy salvo?
Y ese es el tema que nos ocupa en esta tarde:
¿Cómo podemos estar seguros que somos salvos? Esa es la pregunta que tenemos que hacernos, considero que este es un tema extremadamente importante.
Teólogos que han estudiado este tema a profundidad dicen que hay cuatro tipos de personas en el mundo:
- Personas que no son salvas, y saben que no son salvas.
- Personas que no son salvas, y no saben que no son salvas.
- Personas que son salvas, y saben que son salvas.
- Personas que no son salvas y creen que son salvas. Ésta es la razón por la cual el tema es importante, cuidadito y se queda afuera de la fiesta; creyendo algo, que en realidad no es lo que la palabra dice.
Es bien importante mencionar desde un principio que: Jesucristo es el único que salva. Las obras de ningún individuo son suficientes para salvarle, ninguna, no hay nada que usted pueda hacer para salvarse. Usted podrá decir: pero yo no le hago mal a nadie, pero yo esto, pero yo aquí; de acuerdo a la escritura, de acuerdo a la Biblia, no existe absolutamente ninguna cosa que usted y yo podamos hacer para poder obtener salvación, ninguna.
Hay dos razones poderosas para reflexionar acerca del tema que tenemos en cuestión.
-La primera de ellas es: la escritura (la Biblia) nos enseña que al morir solamente podemos ir a uno de dos lugares, al cielo o al infierno. Y eso es motivo para reflexionar acerca de este tema.
-La segunda razón es: porque Jesús advirtió que podemos estar equivocados cuando dijo (Mateo 7:22-23): 22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros. 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Esto es delicado, quizás usted se pase toda una vida creyendo que usted es, y en realidad termina siendo que: no lo es. Es de gran importancia que este mismo día usted tenga la plena seguridad que si usted muere hoy, usted es salvo(a).
Quiero estudiar algunas cosas que son importantes, son vitales. Y quiero hablar del Jesús bíblico, quiere decir que no es el Jesús que tiene la gente en la boca, no es el Jesús que la gente utiliza para presinarse, no es el Jesús que los jugadores de fútbol mencionan a la hora de entrar al campo de juego. No es el Jesús que se menciona cuando alguien estornuda, no es el Jesús que la gente tiene comúnmente para mencionar. Estoy hablando del Jesucristo de la Biblia, del que fue a la cruz y murió por nosotros.
Una cosa más antes de comenzar, deje tranquilo a su esposo(a), piense en usted porque es directamente para cada uno de nosotros.
Lo más importante es: poner nuestra fe en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Así comienza la salvación: creyendo.
La palabra “creer” no es una palabra simplista, no es una palabra superficial, porque la Biblia dice: que aún los demonios creen. Está hablando de una confianza, de echar raíces, una confianza que es la que nos hace estar aquí en este momento. La confianza que nos hace decir: Padre nuestro que estás en los cielos. La confianza que nos mueve a hacer la voluntad del Señor.
- Nueva criatura.
Todo comienza con la fe, todo comienza con un arrepentimiento genuino, a esta etapa la Biblia le da un nombre, le llama: nuevo nacimiento. Confiese sus pecados a Dios y sus pecados son perdonados. Dios nos declara justos, por ese sacrificio de Jesús en la cruz, y usted pasa de muerte a vida, espiritualmente hablando.
2 Corintios 5:17 (RV-60): De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Este primer paso de fe, se llama nuevo nacimiento.
1 Pedro 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Se utiliza prácticamente la misma palabra, y es la palabra “renacidos” que es lo mismo que nacidos una segunda vez.
Pongan atención a lo siguiente: la primera vez que nacimos, nacimos de nuestros padres carnales, que tienen el pecado original. Pero, cuando una persona nace del Espíritu, entonces nacemos de una naturaleza nueva, y es por esa naturaleza nueva que somos renacidos.
El primer paso tiene que ver con la fe, tiene que ver con el nuevo nacimiento, con una nueva criatura.
Entonces, hágase la pregunta: ¿Cómo saber si soy salvo? De vez en cuando uno tiene que chequearse hermano, y preguntarse: ¿Soy una nueva criatura? ¿He renacido verdaderamente?
1 Pedro 1:23 (TLA): Dios les ha cambiado su modo de vivir. Es como si ustedes hubieran vuelto a nacer, no de padres humanos, que finalmente mueren, sino gracias al mensaje de Dios. Y es que ese mensaje da vida y nada puede destruirlo. ¡Mira qué lindo!
- El Espíritu de Dios transforma tus acciones.
Como resultado de haber puesto mi fe en el Señor Jesucristo, creer en Él, de mi arrepentimiento y el nuevo nacimiento; el Espíritu Santo hace una transformación en mis acciones. El Espíritu me transforma, porque ya nací de nuevo.
Mis acciones son transformadas no para ser salvo, sino que mis acciones se transforman porque soy salvo. Esta transformación es el resultado, es el producto de la salvación.
1 Corintios 6: 9-11(RV-60): 9¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. Por eso dije: quiero hablar del Jesús bíblico, no el Jesús que usted ha creado en su mente y en su corazón, sino del Jesús bíblico, el que está aquí (en la Biblia).
Yo no debo hacer mi propia religión, eso es un es un problema. Si tú has nacido de nuevo, si eres otra criatura, si has nacido de una simiente incorruptible, entonces el Espíritu Santo te transforma, y te hace querer hacer las cosas correctas.
No le llame bueno a lo que Dios dice que es malo, por amor de Dios; ni llame malo lo que Dios dice que es bueno. Sabemos que muchas personas sufren por cosas como estas, ¿qué es lo que hay que hacer? Orar, hay que amar a las personas, pero eso no significa estar de acuerdo con su estilo de vida.
Dios te transforma, Dios cambia tus acciones. Si antes robaba, ya no lo haga más ¿me entiendes? El Espíritu Santo te hace sentir mal por lo que estás haciendo. Todos llegamos al evangelio con algún pecado de estos; pero con el nuevo nacimiento, el Espíritu Santo de Dios te transforma por la gracia de Dios.
Si usted tiene años en el evangelio y alimenta alguno de estos pecados que hemos mencionado, lo más seguro es que su arrepentimiento no haya sido genuino, y usted está jugando con el evangelio. Si usted piensa que viniendo al culto el día domingo convierte su negro en gris, se equivoca. ¿Quién se esconde delante de Dios? Nadie mi hermano. Yo le pregunto: ¿Le estorba a usted su pecado? ¿Cuál es su actitud hacia ese pecado?
Recuerde que lo que le salva no son sus acciones, sino la sangre preciosa de Cristo. Cuando usted acepta por la fe a Jesús y el Espíritu viene a usted, ahí, es donde se comienzan a ver esas transformaciones.
- Dios te da un nuevo corazón.
Esta transformación es emocional, mire lo que hace Dios.
Ezequiel 36: 26 (RV-60): Os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. ¿Por qué? Porque el corazón que tenemos está chueco, está vaciado.
Dios dice: “Yo te voy a quitar ese corazón viejo, y te voy a dar un nuevo corazón. Eso significa que usted va a cambiar, ya no será el mismo. Si usted tiene resentimiento hacia una persona, Dios te dice: te voy a quitar ese corazón viejo y te daré otro, uno nuevo.
Es necesario aclarar que no somos salvos por obras, pero nuestra fe produce obras.
Gálatas 5:19-21 (RV-60): 19Y manifiestas son las obras de la carne fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. A Dios no lo engaña nadie. Estamos hablando de los cambios que el Espíritu de Dios hace en sus emociones. ¿Con quién está peleando usted?
La porción de la Biblia que le sigue a ésta nos dice ¿para qué te quita Dios el corazón viejo y te da el nuevo? Mira todo lo que Dios te pone.
Gálatas 5: 22-23 (RV-60): 22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Si usted es una persona difícil de tratar, no me venga con eso de que: “yo así soy”. No señor, saque eso de su corazón e invite al Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo es amor. Si usted es una persona que toda la vida anda amargada, y no se le puede ni hablar, el Espíritu Santo es gozo.
Un creyente no puede llegar a su trabajo y tratar a la gente con mala forma, una persona que tiene el Espíritu de Dios no puede hacer eso. El mismo Salvador Jesucristo, el creador y sustentador de todas las cosas, dijo (Mateo 11:29): “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. No se trata de “a qué lo estén provocando”, se trata de que usted es controlado por el Espíritu Santo de Dios, y cuando el Espíritu de Dios viene a mi vida yo soy transformado. Por eso dice el que robaba, ya no robe más, eso dice la palabra. Dios te quita el corazón viejo y te pone un nuevo corazón. Dios te da el fruto del espíritu.
Si yo quiero estar seguro, en realidad, de que soy salvo debe preguntarse: ¿he nacido de nuevo? ¿Me deleito en mis acciones o siento pesar cuando hago algo mal?
- Necesidad y deseo de agradar a Dios.
Entienda esto por favor: cuando uno tiene a Cristo en el corazón, cuando uno tiene el Espíritu de Dios, hay un deseo, una necesidad de agradar a Dios.
¿Por qué estamos nosotros aquí? No es porque el pastor se enoja si no venimos, estamos aquí porque necesitamos del Señor, por eso estamos en la casa del Señor.
El día domingo se levanta dice a su esposo: ¡Ay Juan! ¿Será que no quedamos en casa hoy? Y el esposo responde: Sí, claro. Si fuimos al yardsale ayer, quedémonos aquí. El que tiene al Señor, tiene deseo, necesidad de estar aquí en la casa del Señor. Tiene deseo y necesidad de leer la palabra, de ayunar, de orar, de adorar, de servir, de diezmar, de obedecer, de participar, de ayudar a otras personas porque Dios te lo pone en el corazón.
- No se puede amar a dos señores.
¿Cómo usted ve al mundo?
1 Juan 2:15 (RV-60): No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Si usted es de la persona que todos los fines de semana termina en un antro de perdición hasta las dos de la mañana, y el domingo viene a la iglesia: ¡Aleluya, gloria a Dios! Debe revisarse, porque no puede amar al mundo siendo cristiano.
La pregunta sería: ¿cuál es tu actitud hacia el mundo? ¿Cómo lo ves? ¡Ay pastor, me encanta! Hay personas que son como el pueblo de Israel, se la pasaban recordando lo que comían en Egipto, y querían volver. No se puede amar a dos señores, no se puede amar a dos señores.
- Hacer la voluntad de Dios.
1Juan 2:17 (RV-60): Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. ¿Sabe cómo se llama eso? Obediencia, el deseo sincero de hacer la voluntad de Dios. A Dios no le engaña a nadie.
Es necesario que nos veamos en el espejo espiritual y decir: ¿he nacido de nuevo en realidad? ¿Ha hecho Dios una transformación en mí? ¿Yo pienso dos veces antes de cometer un pecado, mis acciones han sido transformadas? Ya no puedo seguir guardando resentimiento contra nada, ni contra nadie, porque el Señor ha hecho la obra en mi vida. ¿Todavía usted disfruta estar en lugares que son del mundo?
Todo comienza con un nuevo nacimiento, el Espíritu Santo nos hace nuevas criaturas, hay una transformación de nuestras acciones, Dios nos da un nuevo corazón. Transforma nuestras emociones, nuestra mente, te da amor, gozo, paz, paciencia hermano. También produce el deseo y la necesidad de agradar a Dios en todas las cosas. ¿Cómo veo al mundo? Y luego, el deseo sincero de hacer la voluntad de Dios.
Amados míos que Dios nos ayude a todos.
Vamos a orar: Padre, queremos salir de acá con la seguridad plena de que nuestros pecados han sido perdonados, que tú has transformado nuestras almas, nuestra vida, que somos nuevas criaturas, que hemos renacido de una simiente incorrupta, y en ese nuevo nacimiento nos cambiaste el corazón. Queremos tener la seguridad que has cambiado nuestras emociones; antes éramos amargados, impacientes, iracundos, peleoneros, ahora has puesto en nuestro corazón amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre Señor; que tanta falta nos hace y también templanza, que es el saber controlar nuestros actos y nuestras emociones. Entendemos también que tú, y solamente tú, eres el camino la verdad y la vida. Entendemos que nadie viene al Padre si no es a través de Jesús. Y entendemos que el sacrificio de Jesucristo fue un sacrificio único, necesario y perfecto. Señor que podamos reflexionar acerca de las cosas que hemos escuchado, que las podamos tomar con la seriedad necesaria Señor. Que podamos tener la plena seguridad que, si esta noche es tu voluntad llamarnos a tu presencia, estemos listos. Padre Santo, para escuchar esas palabras eternas diciendo (Mateo 25:21 Rv-60): Bien, buen siervo y fiel; sobre poco ha sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mientras todos oramos. Si usted nunca antes ha recibido a Cristo, allí donde está yo le invito para que haga esta oración conmigo, dígale al Señor: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Me arrepiento de mis faltas, y en este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida, te entrego mi alma. Gracias por lo que hiciste en la cruz. Gracias Señor Jesucristo por poner tu cuerpo y derramar tu sangre preciosa. En este día te entrego mi vida. Si usted hizo esta oración, yo le animo a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor despídenos con esa paz, que sobrepasa todo entendimiento, en el nombre de Jesús, amén y amén. Amados míos, que la paz de Cristo le acompañe. ¡Bendiciones!