Somos pésimos inversionistas
Marzo 23, 2025 – 2:00PM | Mateo 16:24 | Mauricio Paredes
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TRANSCRIPCIÓN
Antes de comenzar hermanos déjenme decirles que gran parte de lo que vamos a hablar hoy no es para todos, es para quienes se sientan identificados. Y digo que no es para todos porque he visto personas que sí le prestan cuidado a esto, si tienen cuidado con lo que vamos a hablar hoy. También sé, que hay personas financiera y empresarialmente exitosas, porque he hablado con ellas. Sé que aquí hay personas muy inteligentes, pero quiero que piensen un momento sobre: cómo siendo personas tan inteligentes, podemos ser unos malísimos inversionistas. ¿En qué está invirtiendo? ¿En su trabajo, su matrimonio, su noviazgo, su retiro, sus vacaciones o su familia? Puede que esté haciendo una malísima inversión.
Vamos a orar primero: Señor, te damos muchísimas gracias por este día. Gracias porque nos dejas reunirnos aquí Señor, cuando sabemos que en muchos lugares no le es permitido a tu iglesia reunirse en tu nombre. Señor, sus vidas peligran si se reúnen en tu nombre, y tú nos das el privilegio de hacerlo hoy. Gracias te doy por cada uno de los hermanos que decidieron venir hoy Señor, muchos con esfuerzo, pero decidieron venir hoy. Personalmente te pido que me uses como un siervo inútil Señor, como alguien que se entrega a ti en esta hora, para que seas tú el que hable Espíritu Santo el que hable y no yo. Pon poder en las palabras de tu escritura Señor para que quede en el corazón de los hermanos por el resto de sus vidas. Señor, gracias te damos por esta hora, en el nombre de Jesús, amén y amén.
Hermanos, tengo más de un año de haber venido aquí a Canadá, y aquí a El Redentor también. Una de las cosas que me dijeron cuando vine aquí a Canadá fue: Mira hermano, ten cuidado porque esa ciudad te absorbe. No me tomó mucho tiempo comprobar que es así. Gracias a Dios no lo comprobé en mi vida, pero sí en la vida de mucha gente. Empecé a venir aquí y a conocer muchos hermanos, cada vez más y más hermanos, pero en cuestión de un año por diferentes razones ya no están aquí. Puede haber sido por salud, inmigración, pero muchos sí fueron absorbidos por la ciudad.
Yo empecé a comparar este fenómeno con Latinoamérica, con El Salvador, porque es de donde yo vengo. La gente en Latinoamérica, generalmente, apoya más a las iglesias; no con mucho dinero, sino con servicio. La gente llega más a los cultos, hay mucha necesidad financiera, de salud, de seguridad. Yo creo que las iglesias allá se llenan, principalmente, porque hay más necesidad, y sienten que solo Dios los puede sacar de ahí.
Yo siempre he creído fervientemente que, si en Canadá existiera ese nivel de necesidad, aquí, en El Redentor no hubiese capacidad para más personas, con 36 años que lleva la iglesia fundada.
¿De qué le sirve al hombre ganar todo el dinero del mundo si al final pierde su alma? (Mateo 16:26). La riqueza no es mala, pero sí es peligrosa. ¿Recuerdan lo que dijo Jesús acerca de la riqueza? Dijo que tuviéramos cuidado con la riqueza porque nos puede impedir ver a Dios. No creo que él se refería a ser millonario, ¿verdad? solo basta un poquito de riqueza como la que Canadá te da para comenzar a alejarse.
Y esto es muy diferente a lo que hacían los primeros cristianos, los que quedaron cuando Jesús se fue. Alguna vez se han preguntado ¿por qué los cristianos de hoy en su mayoría no sufren lo que aquellos cristianos vivieron? Bueno primero es que el evangelio ha crecido mucho por la misericordia de Dios, eso nos da más de libertad de expresión. En segundo lugar, creo que porque no lo soportaríamos como ellos lo hicieron, porque nuestra fe es menor. A muchos no les hace falta que los metan en la cárcel o los azoten para alejarse, basta con que el jefe le diga palabritas bonitas para hacerlo trabajar el domingo o que su hijo tenga algún evento. Hermano perdón, yo no los conozco a todos aquí, sí alguno piensa que le estoy juzgando, no es mi opinión le estoy diciendo lo que dice Jesús de la riqueza. Eso aplica para todos, no importa la edad.
Hay un argumento muy famoso llamado La Apuesta de Pascal que podríamos utilizarlo para hacernos ciertas preguntas: ¿Usted cree que Dios existe? ¿Usted cree que vamos a estar en el cielo con Él? Entonces, si usted cree eso, debería saber que la cantidad de tiempo que estemos en esta tierra no es equivalente a la cantidad de tiempo que vamos a estar en la eternidad, ¿verdad? Entonces ¿por qué se afana más en invertirle a las cosas de la tierra que a las cosas de la eternidad? No me venga a decir que usted es un buen inversionista, o una persona muy inteligente o un buen administrador.
Muchos dicen que su vida secular no está relacionada con su vida cristiana, yo no encuentro ese pensamiento en la Biblia. Lo peor es que a veces lo decimos con una seguridad increíble; pero queremos que Dios nos bendiga en las dos cosas. ¡Qué absurdo! ¿Le gustaría a usted que Dios le dijera: ¿Yo solo te voy a apoyar de lunes a viernes de 9 a 5? Hay un pastor que dice: Hermanos, nosotros no somos una interrupción en la agenda semanal de Dios, Dios quiere hablar con nosotros, pero para nosotros Dios sí es una interrupción en nuestra agenda semanal. Se dan cuenta de cómo a veces invertimos de una malísima manera. Es increíble cómo Satanás, el pecado, las vanidades de la vida nos convence de que tenemos excusas para no obedecer a Dios y dedicarle toda nuestra vida.
Ustedes saben que desde el principio existe el día del Señor. Dios ya sabe que nosotros debemos trabajar, Dios sabe que debemos atender a nuestra familia, que debemos descansar, Dios sabe que todo eso es bueno para a nosotros y por eso nos dio varios días para hacer eso; pero Dios también sabe que debemos hacer al menos una pausa en la semana para dedicárselo al que te da todo, al ser más grande, el creador de todo el universo.
Muchas personas tienen trastornos de prioridades, adoran la creación, las criaturas de Dios en vez de adorarlo a Él; eso es idolatría destructiva, donde nos centramos más en nosotros. Eso es mala inversión.
Vamos a ver estas cosas con la escritura.
Mateo 16:24 (RV-60): 24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Pensemos juntos ¿cuánto de lo que hacemos es realmente sobre él y no sobre nosotros? Dios no quiere una parte tuya, Dios quiere que te niegues a ti mismo. Dios quiere tu vida entera, y no es porque Dios sea un dictador, no. Él la quiere porque te ama.
Él nos creó, nosotros fallamos y Él pagó por nuestra falla pudiendo eliminarnos al instante por rebeldes. ¿Necesitas más muestra de amor que esa? Dios no te está suplicando tu amor. Te recuerdo que Dios no tiene la obligación de darte todas las bendiciones que hoy disfrutas. Dios no nos necesita y lo sabemos, Dios no te necesita, tú necesitas estar con Dios para saber cómo vivir de la manera correcta. Muchas veces actuamos al revés, pensando que Dios nos necesita o que le hacemos un favor cuando venimos a la iglesia o leemos la Biblia.
¿Cree usted que todo lo que hace en su vida va alineado a lo que Dios dice? ¿Está usted listo para hablar de la deidad de Cristo a sus hijos, de la persona del Espíritu Santo? ¿Está usted listo para enseñarle a su hijo cómo ser marido de una sola mujer y a su hija el sometimiento de la esposa al marido y del marido a Cristo? ¿Puede usted enseñarles cómo someternos a nuestras autoridades, cómo poner la otra mejilla, cómo amar y orar por nuestros enemigos, todo eso bíblicamente hablando? Muchas veces regañamos a nuestros hijos cuando no asisten a clases y no les regañamos por no venir a la iglesia. En lugar de enseñarles a negarse a sí mismos, les enseñamos que lo más importante es el amor propio. En lugar de enseñarles a mantenerse vírgenes, les enseñamos a protegerse. En lugar de enseñarles la sobriedad les dejamos beber alcohol con nosotros para mantenerlos vigilados.
Yo llevo unos cuantos meses sirviendo con los con los jóvenes de la iglesia, más que todo con los adolescentes. Hermano, yo no sé si usted tiene la remota idea de en qué esos chicos están metidos, cristianamente hablando son cosas graves. Papá y mamá, no esperen que nosotros les enseñemos en una hora y media lo que espiritualmente necesitan saber. Todo tiene que empezar en la casa. Es necesario que medite en estas cosas.
La mayoría de las personas casi siempre tienen un plan para mejorar su vida financiera, pero casi ninguno para mejorar su vida espiritual, como si su vida terrenal fuera la eterna. Muy mal manejo de la inversión.
¿Qué hace la iglesia?
1 Timoteo 3:15 (RV-60): 15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
Efesios 2: 20 (RV-60): 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Nosotros crecemos aquí con el fundamento de los apóstoles y los profetas, pero la principal piedra de nuestra construcción es Cristo.
Cada uno de nosotros somos, individualmente, el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19). Cuando nos congregamos todos juntos, en el día del Señor, hacemos visible esta manifestación de la iglesia que es por medio del Espíritu. Somos cristianos y un cristiano no es un adorno de iglesia, un cristiano es el que sigue a Cristo. Eso no se hace solo en la iglesia, se hace en todas las cosas y los lugares: en el trabajo, en su actuar, en su hablar, en sus pensamientos, en sus planificaciones y la crianza de sus hijos, en todas las cosas usted debe reflejar que es un seguidor de Cristo.
Todo lo que le está ocupando la mayor parte de su tiempo, que lo está matando, son cosas que se quedarán en este mundo. Nos matamos de estrés, dejamos toda nuestra energía en el trabajo y luego no tenemos fuerzas ni para leer la Biblia o para orarle al Señor.
Entonces vale la pena preguntar: ¿para qué está trabajando tan arduamente? ¿Para tener una buena vejez? Eso no es malo, para nada. Pero ¿dónde está dejando a Dios en su plan? Muchos quieren orar desde su casa allá en Cancún o en las islas Malvinas. Discúlpeme, hermano, pero yo no recuerdo que el mandamiento de ir a predicar el evangelio tenga un límite de edad o tenga fecha de caducidad. Tampoco que la edad nos impida congregarnos o servir. Yo sé que cuesta mucho servir y que físicamente puede cansarse; pero Dios puede ayudarle con eso, Dios conoce las intenciones de su corazón.
No tratemos de verle la cara de tonto a Dios. Muchos se quieren escudar en la frase: Dios conoce mi corazón, y deberían tenerle temor realmente a la frase. Dios conoce su corazón y lo conoce a profundidad, tan a profundidad que, Dios sabe a quién le pertenece ese corazón en verdad. Si le pertenece a su trabajo, a sus hijos, a su dinero, a su novia, a su novio o a su familia. Dios lo sabe todo.
La Biblia nos muestra una oración, que es bien curiosa, que nos ayuda a evitar que nuestro corazón se incline hacia las cosas materiales.
Proverbios 30: 8 (RV-60): 8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario. ¿Quién hace una oración así? Nosotros oramos por bendición material, por provisión; pero ¿cuándo hemos orado para que Dios no nos vaya a dar mucho?
Proverbios 30: 9 (RV-60): 9No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. Usted sabe que hay varias maneras de negar a Dios. Podemos negarlo actuando contrario a lo que Él dice, pensando y hablando contrario a lo que Él dice frente a otras personas, eso también es negarlo indirectamente.
No venimos a la iglesia a cantar las alabanzas que nos gustan, no venimos a escuchar al Pastor David; usted viene a la iglesia a adorar a Dios, vino a estar en coinonía con sus hermanos, a crecer en amor, bondad, tolerancia y a servir.
Si le ofrecen ahora un trabajo con el triple de su salario, pero está a tres horas de distancia. Seguramente usted se plantea la necesidad de mudarse para estar más cerca del trabajo. Muchas veces estamos lejos de la iglesia y faltamos con frecuencia, pero no nos planteamos mudarnos para estar más cerca de la iglesia que nos enseña con buena doctrina. ¿Por qué hacerlo por un trabajo y no por la iglesia?
Admiro a las personas que viven lejos, que no faltan a un servicio y están siempre involucrados en los asuntos del Señor. Muchos tienen trabajos duros, como la construcción, y el domingo es el único día que tienen para descansar. Hermano yo le entiendo eso, pero como cristiano que es usted debería tener esa situación en oración constante. Si usted ama a Dios, y Dios le importa, clame todos los días para que le den otro trabajo, para que le den un mejor horario o para que Dios le ayude a tener una vida cristiana más plena; porque es vital para su crecimiento.
Pídale al Señor tiempo y fuerzas para llegar a casa a orar con sus hijos, darles consejo, para pasar tiempo con su esposa; no se pierdan la delicia que es habitar los hermanos juntos en armonía. En los eventos que organiza su iglesia, para protemplo, como ayer el flee market, donde corremos, nos divertimos, cocinamos, nos mojamos, pero sobre todo trabajamos juntos para el Señor, como iglesia. Es normal tener desacuerdos, pero esos momentos nos hacen crecer en tolerancia, paciencia, respeto, sometimiento, perdón y en amor.
Un cristiano de verdad hace la diferencia en la iglesia y fuera de la iglesia, esté donde esté, llevando a Cristo en la mente siempre. Los que van a ser la diferencia en esta ciudad de Vancouver con el nuevo templo, no son los cristianos que vienen a calentar un asiento el domingo en el primer servicio, y el resto de la semana no tienen ningún contacto con la palabra ni con Dios. Los que van a hacer la diferencia son los que tienen dominio propio, pasión por ser como Cristo, que se preocupan por las cosas del espíritu, es ese el tipo de gente que va a ser sal y luz en el mundo. Van a hacer la diferencia los que siguen a Cristo, los que de su interior correrán ríos de agua viva.
2 Corintios 4:18 (RV-60): 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Hermanos este orden de prioridades, de inversión, es de vital importancia. ¿Usted cree que Cristo Jesús siendo Dios mismo y estando sentado con Dios el Padre se despojó de toda esa Gloria, y vino a sufrir, a ser humillado y a morir para que tú tengas una buena vida, con viajes a restaurante, descanso del trabajo, dinero y pareja? ¿Crees que para eso es que Dios hizo todas esas cosas? Dios hizo todo eso porque tú tenías una cantidad de pecado que te llevaban a la condenación absoluta. Al pecar nosotros, nos revelamos contra el ser más santo que existe, y si Dios no enviaba a su Hijo a morir estuviésemos perdidos.
Jesús murió para que recordemos quién es el ser que nos ama más en este mundo. El ser más grande y poderoso del universo te ama y vale la pena seguirlo, vale la pena negarse a sí mismo, porque los 80 o 90 años que vivamos aquí no valen nada comparado con la eternidad que viene después. No vivir como Dios quiere que vivamos es ser unos pésimos inversionistas de nuestra vida, no dediquemos nuestra vida solo a las cosas terrenales. Comencemos a invertir también en las cosas trascendentales y espirituales, en nuestro espíritu, en el espíritu de nuestros hijos, en el de nuestros amigos, el de nuestros compañeros de trabajo.
Hermano tenemos que seguir aprendiendo y creciendo con Dios, con nuestros hermanos. Enseñe con amor y con el ejemplo.
Acompáñenme a orar: Señor te damos muchas gracias, porque si bien no aprendimos teología ni doctrina profunda, hemos aprendido cosas básicas, esenciales, porque es necesario recordarlas. Señor, necesitamos que nos recuerden el evangelio todos los días, porque lo olvidamos todos los días. Ayúdanos a ser mejores inversionistas de nuestro tiempo, de nuestros recursos, de nuestra familia. Ayúdanos a preocuparnos por las cosas del espíritu, por las cosas que tú mandas en la escritura que son importantes. Ayúdanos con nuestras fuerzas, con nuestras prioridades, con nuestra conducta. Señor ayúdanos a que en nuestra mente entienda que tú eres el que controla todo y que a ti te debemos todo; tú solo nos pides una vida dedicada a ti en todas las áreas.
Si usted está aquí y nunca le he entregado su vida a Cristo, quiero decirle que vale la pena. Si desea hacerlo, haga esta oración conmigo: Señor Jesús, yo te recibo en este día. Yo creo que eres mi único y suficiente salvador. Reconozco que soy pecador y me arrepiento por mis pecados. Ayúdame a crecer en tu palabra y a crecer en tu iglesia. Gracias Jesús porque sé que ahora, que te estoy entregando mi vida, tú has salvado mi alma por la eternidad.
Despídenos ahora a todos en tu paz, en koinonía, en amor. Llévanos con bien a casa y permítenos reflexionar siempre en estas cosas. Gracias por mis hermanos, que seas tú el que haga florecer esa semilla en sus corazones. Gracias te damos por este bello día, en el nombre de Jesús amén y amén.
Gracias, hermanos. ¡Qué la paz de Cristo los acompañe! ¡Qué Dios me los bendiga!
Somos pésimos inversionistas
Marzo 23, 2025 – 2:00PM | Mateo 16:24 | Mauricio Paredes
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TRANSCRIPCIÓN
Antes de comenzar hermanos déjenme decirles que gran parte de lo que vamos a hablar hoy no es para todos, es para quienes se sientan identificados. Y digo que no es para todos porque he visto personas que sí le prestan cuidado a esto, si tienen cuidado con lo que vamos a hablar hoy. También sé, que hay personas financiera y empresarialmente exitosas, porque he hablado con ellas. Sé que aquí hay personas muy inteligentes, pero quiero que piensen un momento sobre: cómo siendo personas tan inteligentes, podemos ser unos malísimos inversionistas. ¿En qué está invirtiendo? ¿En su trabajo, su matrimonio, su noviazgo, su retiro, sus vacaciones o su familia? Puede que esté haciendo una malísima inversión.
Vamos a orar primero: Señor, te damos muchísimas gracias por este día. Gracias porque nos dejas reunirnos aquí Señor, cuando sabemos que en muchos lugares no le es permitido a tu iglesia reunirse en tu nombre. Señor, sus vidas peligran si se reúnen en tu nombre, y tú nos das el privilegio de hacerlo hoy. Gracias te doy por cada uno de los hermanos que decidieron venir hoy Señor, muchos con esfuerzo, pero decidieron venir hoy. Personalmente te pido que me uses como un siervo inútil Señor, como alguien que se entrega a ti en esta hora, para que seas tú el que hable Espíritu Santo el que hable y no yo. Pon poder en las palabras de tu escritura Señor para que quede en el corazón de los hermanos por el resto de sus vidas. Señor, gracias te damos por esta hora, en el nombre de Jesús, amén y amén.
Hermanos, tengo más de un año de haber venido aquí a Canadá, y aquí a El Redentor también. Una de las cosas que me dijeron cuando vine aquí a Canadá fue: Mira hermano, ten cuidado porque esa ciudad te absorbe. No me tomó mucho tiempo comprobar que es así. Gracias a Dios no lo comprobé en mi vida, pero sí en la vida de mucha gente. Empecé a venir aquí y a conocer muchos hermanos, cada vez más y más hermanos, pero en cuestión de un año por diferentes razones ya no están aquí. Puede haber sido por salud, inmigración, pero muchos sí fueron absorbidos por la ciudad.
Yo empecé a comparar este fenómeno con Latinoamérica, con El Salvador, porque es de donde yo vengo. La gente en Latinoamérica, generalmente, apoya más a las iglesias; no con mucho dinero, sino con servicio. La gente llega más a los cultos, hay mucha necesidad financiera, de salud, de seguridad. Yo creo que las iglesias allá se llenan, principalmente, porque hay más necesidad, y sienten que solo Dios los puede sacar de ahí.
Yo siempre he creído fervientemente que, si en Canadá existiera ese nivel de necesidad, aquí, en El Redentor no hubiese capacidad para más personas, con 36 años que lleva la iglesia fundada.
¿De qué le sirve al hombre ganar todo el dinero del mundo si al final pierde su alma? (Mateo 16:26). La riqueza no es mala, pero sí es peligrosa. ¿Recuerdan lo que dijo Jesús acerca de la riqueza? Dijo que tuviéramos cuidado con la riqueza porque nos puede impedir ver a Dios. No creo que él se refería a ser millonario, ¿verdad? solo basta un poquito de riqueza como la que Canadá te da para comenzar a alejarse.
Y esto es muy diferente a lo que hacían los primeros cristianos, los que quedaron cuando Jesús se fue. Alguna vez se han preguntado ¿por qué los cristianos de hoy en su mayoría no sufren lo que aquellos cristianos vivieron? Bueno primero es que el evangelio ha crecido mucho por la misericordia de Dios, eso nos da más de libertad de expresión. En segundo lugar, creo que porque no lo soportaríamos como ellos lo hicieron, porque nuestra fe es menor. A muchos no les hace falta que los metan en la cárcel o los azoten para alejarse, basta con que el jefe le diga palabritas bonitas para hacerlo trabajar el domingo o que su hijo tenga algún evento. Hermano perdón, yo no los conozco a todos aquí, sí alguno piensa que le estoy juzgando, no es mi opinión le estoy diciendo lo que dice Jesús de la riqueza. Eso aplica para todos, no importa la edad.
Hay un argumento muy famoso llamado La Apuesta de Pascal que podríamos utilizarlo para hacernos ciertas preguntas: ¿Usted cree que Dios existe? ¿Usted cree que vamos a estar en el cielo con Él? Entonces, si usted cree eso, debería saber que la cantidad de tiempo que estemos en esta tierra no es equivalente a la cantidad de tiempo que vamos a estar en la eternidad, ¿verdad? Entonces ¿por qué se afana más en invertirle a las cosas de la tierra que a las cosas de la eternidad? No me venga a decir que usted es un buen inversionista, o una persona muy inteligente o un buen administrador.
Muchos dicen que su vida secular no está relacionada con su vida cristiana, yo no encuentro ese pensamiento en la Biblia. Lo peor es que a veces lo decimos con una seguridad increíble; pero queremos que Dios nos bendiga en las dos cosas. ¡Qué absurdo! ¿Le gustaría a usted que Dios le dijera: ¿Yo solo te voy a apoyar de lunes a viernes de 9 a 5? Hay un pastor que dice: Hermanos, nosotros no somos una interrupción en la agenda semanal de Dios, Dios quiere hablar con nosotros, pero para nosotros Dios sí es una interrupción en nuestra agenda semanal. Se dan cuenta de cómo a veces invertimos de una malísima manera. Es increíble cómo Satanás, el pecado, las vanidades de la vida nos convence de que tenemos excusas para no obedecer a Dios y dedicarle toda nuestra vida.
Ustedes saben que desde el principio existe el día del Señor. Dios ya sabe que nosotros debemos trabajar, Dios sabe que debemos atender a nuestra familia, que debemos descansar, Dios sabe que todo eso es bueno para a nosotros y por eso nos dio varios días para hacer eso; pero Dios también sabe que debemos hacer al menos una pausa en la semana para dedicárselo al que te da todo, al ser más grande, el creador de todo el universo.
Muchas personas tienen trastornos de prioridades, adoran la creación, las criaturas de Dios en vez de adorarlo a Él; eso es idolatría destructiva, donde nos centramos más en nosotros. Eso es mala inversión.
Vamos a ver estas cosas con la escritura.
Mateo 16:24 (RV-60): 24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Pensemos juntos ¿cuánto de lo que hacemos es realmente sobre él y no sobre nosotros? Dios no quiere una parte tuya, Dios quiere que te niegues a ti mismo. Dios quiere tu vida entera, y no es porque Dios sea un dictador, no. Él la quiere porque te ama.
Él nos creó, nosotros fallamos y Él pagó por nuestra falla pudiendo eliminarnos al instante por rebeldes. ¿Necesitas más muestra de amor que esa? Dios no te está suplicando tu amor. Te recuerdo que Dios no tiene la obligación de darte todas las bendiciones que hoy disfrutas. Dios no nos necesita y lo sabemos, Dios no te necesita, tú necesitas estar con Dios para saber cómo vivir de la manera correcta. Muchas veces actuamos al revés, pensando que Dios nos necesita o que le hacemos un favor cuando venimos a la iglesia o leemos la Biblia.
¿Cree usted que todo lo que hace en su vida va alineado a lo que Dios dice? ¿Está usted listo para hablar de la deidad de Cristo a sus hijos, de la persona del Espíritu Santo? ¿Está usted listo para enseñarle a su hijo cómo ser marido de una sola mujer y a su hija el sometimiento de la esposa al marido y del marido a Cristo? ¿Puede usted enseñarles cómo someternos a nuestras autoridades, cómo poner la otra mejilla, cómo amar y orar por nuestros enemigos, todo eso bíblicamente hablando? Muchas veces regañamos a nuestros hijos cuando no asisten a clases y no les regañamos por no venir a la iglesia. En lugar de enseñarles a negarse a sí mismos, les enseñamos que lo más importante es el amor propio. En lugar de enseñarles a mantenerse vírgenes, les enseñamos a protegerse. En lugar de enseñarles la sobriedad les dejamos beber alcohol con nosotros para mantenerlos vigilados.
Yo llevo unos cuantos meses sirviendo con los con los jóvenes de la iglesia, más que todo con los adolescentes. Hermano, yo no sé si usted tiene la remota idea de en qué esos chicos están metidos, cristianamente hablando son cosas graves. Papá y mamá, no esperen que nosotros les enseñemos en una hora y media lo que espiritualmente necesitan saber. Todo tiene que empezar en la casa. Es necesario que medite en estas cosas.
La mayoría de las personas casi siempre tienen un plan para mejorar su vida financiera, pero casi ninguno para mejorar su vida espiritual, como si su vida terrenal fuera la eterna. Muy mal manejo de la inversión.
¿Qué hace la iglesia?
1 Timoteo 3:15 (RV-60): 15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
Efesios 2: 20 (RV-60): 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Nosotros crecemos aquí con el fundamento de los apóstoles y los profetas, pero la principal piedra de nuestra construcción es Cristo.
Cada uno de nosotros somos, individualmente, el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19). Cuando nos congregamos todos juntos, en el día del Señor, hacemos visible esta manifestación de la iglesia que es por medio del Espíritu. Somos cristianos y un cristiano no es un adorno de iglesia, un cristiano es el que sigue a Cristo. Eso no se hace solo en la iglesia, se hace en todas las cosas y los lugares: en el trabajo, en su actuar, en su hablar, en sus pensamientos, en sus planificaciones y la crianza de sus hijos, en todas las cosas usted debe reflejar que es un seguidor de Cristo.
Todo lo que le está ocupando la mayor parte de su tiempo, que lo está matando, son cosas que se quedarán en este mundo. Nos matamos de estrés, dejamos toda nuestra energía en el trabajo y luego no tenemos fuerzas ni para leer la Biblia o para orarle al Señor.
Entonces vale la pena preguntar: ¿para qué está trabajando tan arduamente? ¿Para tener una buena vejez? Eso no es malo, para nada. Pero ¿dónde está dejando a Dios en su plan? Muchos quieren orar desde su casa allá en Cancún o en las islas Malvinas. Discúlpeme, hermano, pero yo no recuerdo que el mandamiento de ir a predicar el evangelio tenga un límite de edad o tenga fecha de caducidad. Tampoco que la edad nos impida congregarnos o servir. Yo sé que cuesta mucho servir y que físicamente puede cansarse; pero Dios puede ayudarle con eso, Dios conoce las intenciones de su corazón.
No tratemos de verle la cara de tonto a Dios. Muchos se quieren escudar en la frase: Dios conoce mi corazón, y deberían tenerle temor realmente a la frase. Dios conoce su corazón y lo conoce a profundidad, tan a profundidad que, Dios sabe a quién le pertenece ese corazón en verdad. Si le pertenece a su trabajo, a sus hijos, a su dinero, a su novia, a su novio o a su familia. Dios lo sabe todo.
La Biblia nos muestra una oración, que es bien curiosa, que nos ayuda a evitar que nuestro corazón se incline hacia las cosas materiales.
Proverbios 30: 8 (RV-60): 8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario. ¿Quién hace una oración así? Nosotros oramos por bendición material, por provisión; pero ¿cuándo hemos orado para que Dios no nos vaya a dar mucho?
Proverbios 30: 9 (RV-60): 9No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. Usted sabe que hay varias maneras de negar a Dios. Podemos negarlo actuando contrario a lo que Él dice, pensando y hablando contrario a lo que Él dice frente a otras personas, eso también es negarlo indirectamente.
No venimos a la iglesia a cantar las alabanzas que nos gustan, no venimos a escuchar al Pastor David; usted viene a la iglesia a adorar a Dios, vino a estar en coinonía con sus hermanos, a crecer en amor, bondad, tolerancia y a servir.
Si le ofrecen ahora un trabajo con el triple de su salario, pero está a tres horas de distancia. Seguramente usted se plantea la necesidad de mudarse para estar más cerca del trabajo. Muchas veces estamos lejos de la iglesia y faltamos con frecuencia, pero no nos planteamos mudarnos para estar más cerca de la iglesia que nos enseña con buena doctrina. ¿Por qué hacerlo por un trabajo y no por la iglesia?
Admiro a las personas que viven lejos, que no faltan a un servicio y están siempre involucrados en los asuntos del Señor. Muchos tienen trabajos duros, como la construcción, y el domingo es el único día que tienen para descansar. Hermano yo le entiendo eso, pero como cristiano que es usted debería tener esa situación en oración constante. Si usted ama a Dios, y Dios le importa, clame todos los días para que le den otro trabajo, para que le den un mejor horario o para que Dios le ayude a tener una vida cristiana más plena; porque es vital para su crecimiento.
Pídale al Señor tiempo y fuerzas para llegar a casa a orar con sus hijos, darles consejo, para pasar tiempo con su esposa; no se pierdan la delicia que es habitar los hermanos juntos en armonía. En los eventos que organiza su iglesia, para protemplo, como ayer el flee market, donde corremos, nos divertimos, cocinamos, nos mojamos, pero sobre todo trabajamos juntos para el Señor, como iglesia. Es normal tener desacuerdos, pero esos momentos nos hacen crecer en tolerancia, paciencia, respeto, sometimiento, perdón y en amor.
Un cristiano de verdad hace la diferencia en la iglesia y fuera de la iglesia, esté donde esté, llevando a Cristo en la mente siempre. Los que van a ser la diferencia en esta ciudad de Vancouver con el nuevo templo, no son los cristianos que vienen a calentar un asiento el domingo en el primer servicio, y el resto de la semana no tienen ningún contacto con la palabra ni con Dios. Los que van a hacer la diferencia son los que tienen dominio propio, pasión por ser como Cristo, que se preocupan por las cosas del espíritu, es ese el tipo de gente que va a ser sal y luz en el mundo. Van a hacer la diferencia los que siguen a Cristo, los que de su interior correrán ríos de agua viva.
2 Corintios 4:18 (RV-60): 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Hermanos este orden de prioridades, de inversión, es de vital importancia. ¿Usted cree que Cristo Jesús siendo Dios mismo y estando sentado con Dios el Padre se despojó de toda esa Gloria, y vino a sufrir, a ser humillado y a morir para que tú tengas una buena vida, con viajes a restaurante, descanso del trabajo, dinero y pareja? ¿Crees que para eso es que Dios hizo todas esas cosas? Dios hizo todo eso porque tú tenías una cantidad de pecado que te llevaban a la condenación absoluta. Al pecar nosotros, nos revelamos contra el ser más santo que existe, y si Dios no enviaba a su Hijo a morir estuviésemos perdidos.
Jesús murió para que recordemos quién es el ser que nos ama más en este mundo. El ser más grande y poderoso del universo te ama y vale la pena seguirlo, vale la pena negarse a sí mismo, porque los 80 o 90 años que vivamos aquí no valen nada comparado con la eternidad que viene después. No vivir como Dios quiere que vivamos es ser unos pésimos inversionistas de nuestra vida, no dediquemos nuestra vida solo a las cosas terrenales. Comencemos a invertir también en las cosas trascendentales y espirituales, en nuestro espíritu, en el espíritu de nuestros hijos, en el de nuestros amigos, el de nuestros compañeros de trabajo.
Hermano tenemos que seguir aprendiendo y creciendo con Dios, con nuestros hermanos. Enseñe con amor y con el ejemplo.
Acompáñenme a orar: Señor te damos muchas gracias, porque si bien no aprendimos teología ni doctrina profunda, hemos aprendido cosas básicas, esenciales, porque es necesario recordarlas. Señor, necesitamos que nos recuerden el evangelio todos los días, porque lo olvidamos todos los días. Ayúdanos a ser mejores inversionistas de nuestro tiempo, de nuestros recursos, de nuestra familia. Ayúdanos a preocuparnos por las cosas del espíritu, por las cosas que tú mandas en la escritura que son importantes. Ayúdanos con nuestras fuerzas, con nuestras prioridades, con nuestra conducta. Señor ayúdanos a que en nuestra mente entienda que tú eres el que controla todo y que a ti te debemos todo; tú solo nos pides una vida dedicada a ti en todas las áreas.
Si usted está aquí y nunca le he entregado su vida a Cristo, quiero decirle que vale la pena. Si desea hacerlo, haga esta oración conmigo: Señor Jesús, yo te recibo en este día. Yo creo que eres mi único y suficiente salvador. Reconozco que soy pecador y me arrepiento por mis pecados. Ayúdame a crecer en tu palabra y a crecer en tu iglesia. Gracias Jesús porque sé que ahora, que te estoy entregando mi vida, tú has salvado mi alma por la eternidad.
Despídenos ahora a todos en tu paz, en koinonía, en amor. Llévanos con bien a casa y permítenos reflexionar siempre en estas cosas. Gracias por mis hermanos, que seas tú el que haga florecer esa semilla en sus corazones. Gracias te damos por este bello día, en el nombre de Jesús amén y amén.
Gracias, hermanos. ¡Qué la paz de Cristo los acompañe! ¡Qué Dios me los bendiga!