La Gloria de Dios
Marzo 26, 2023 – 1:30PM | 2 Pedro 1: 7 | Hno. Jocsan Díaz
TRANSCRIPCIÓN
Buenas tardes iglesia Bendiciones, ¿cómo están?
Todos saben que estamos estudiando, desde hace varias semanas: Los atributos de Dios. En mucha documentación se refieren a los atributos como perfecciones de Dios. Hoy vamos a estudiar el atributo “La gloria de Dios” que es uno de los atributos no comunicables, es decir: que Dios no lo comparte con nosotros, en el caso de La gloria, es solamente de Dios.
La palabra dice en Isaías 42:8 (RV-60): Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria. Si Dios dice, Él mismo, en su palabra que Él no va a compartir su gloria con nadie.
El objetivo en esta tarde es que nos vayamos a casa entendiendo que cosa es la gloria de Dios y el rol que jugamos nosotros en esa gloria de Dios.
Así que les invito a orar para que Dios bendiga este tiempo y que Él nos comunique lo que quiere que se diga en esta tarde.
Padre, Señor que estás en los cielos te doy gracias por este tiempo, por esta posibilidad que me das de hablar de tu palabra. Señor entiendo la responsabilidad y por eso te pido Padre que seas tú hablando Señor, poniendo las ideas en su lugar. Señor que tú abras corazones. Que tu Espíritu Santo Señor, sea el que nos revele tu presencia, lo que tú eres en nuestras vidas. Bendice este tiempo. Una vez más, bendice la lectura de tu palabra; en el nombre de Cristo Jesús, Amén.
Una de las formas que yo he encontrado de entender lo que son los atributos de Dios, antes de entrar en materia de hoy, es hacerme la pregunta: ¿De qué manera Dios es diferente a mí? ¿De qué manera Dios es diferente a nosotros? Realmente hay cosas que están ocultas. La palabra nos revela muchas cosas de Dios, pero hay cosas que nosotros, en nuestro pecado, no vemos. Y es por eso que Dios tiene que revelarse a nosotros a través de las escrituras, a través de los estudios, a través de los sermones que escuchamos, para poder conocer realmente quién es Dios. Si usted nunca ha escuchado de Dios, si usted no tiene comunión con Él, usted no va a conocer realmente quién es Dios.
Algo que nos afecta muchísimo es, la cuestión del tiempo, lo hemos escuchado en las demás predicaciones. El tiempo es algo que desde que nacemos nos golpea, estamos muriendo desde que nacemos, estamos corriendo de un lado a otro porque se nos acaba el tiempo. Donde está Dios hay ausencia total del tiempo, eso lo habíamos visto ya en otras ocasiones. No hay tiempo, Dios es uno solo, esto es importante que lo entiendan. Dios es todo amor. Dios es todo justicia. Dios es, todos los atributos. No es que un atributo tenga más valor que otro; no existe ningún tipo de jerarquía en los atributos.
Le pongo un ejemplo: puede ser que usted haya venido desde su casa manejando, llega a una intersección y se encuentra alguien pidiendo ayuda, pidiendo dinero. Y usted muestra misericordia para esa persona dándole dinero. Llega a la iglesia y los hermanos de acomodación lo sientan en un lugar que usted no quiere. Usted se molesta, pasa el resto del sermón molesto, sale de la iglesia refunfuñando (decimos algunos). Llega a una intersección y se encuentra a una persona en la misma situación, o peor, pero esta vez usted decide no darle nada porque usted está molesto. Usted cambia su forma, su carácter, su manera de actuar con las personas dependiendo de cómo usted se está sintiendo. Dios no es así, ¡Y gloria a Dios por eso! Dios es siempre misericordioso, Él es siempre justo, Él es siempre ira.
En los demás atributos realmente hay formas de explicarlos, pero cuando uno dice: “La gloria de Dios”, ¿cómo uno explica eso? No tenemos otro remedio que irnos a las escrituras, tenemos que ir a la palabra (la Biblia).
Definir la gloria de Dios es casi imposible, es más fácil describirle a una persona, que nunca ha escuchado de fútbol (soccer), ¿qué cosa es el soccer? Describir el soccer sería: es un deporte, hay un grupo de personas (son 22 jugadores) que por alguna razón tienen los ojos puestos encima de una pelota de unos veinte centímetros. Este juego levanta emociones, tiene muchos seguidores. Algunos dicen que es mejor que el equipo que lo juega es el Barcelona, otros creen que el mejor jugador es Messi; y de esa forma uno puede describir el juego. Pero en el caso de la gloria de Dios, ¿cómo lo hacemos? No tenemos forma.
Voy a hacer experimento social, ahora, sin deseos de ofender a nadie; solo para que entiendan la dificultad de explicar ¿qué es la gloria de Dios? Sin decir absolutamente nada miren a la persona que tienen a su derecha, si no tiene a nadie a su derecha, mire la persona que tiene delante o que tiene detrás. Mire a la persona que tiene a su izquierda, si no tiene a nadie su izquierda, mira la persona que tiene delante o tiene detrás. Ahora piense usted, sin decir nada, ¿cuál de los dos, es más feo o el menos bonito? ¿Cómo usted puede decidir cuando algo es feo o cuando algo es bonito? Piense por unos segundos, ¿lo saben? Porque yo no lo sé. La palabra belleza, no podemos definirla, no podemos describirla, simplemente la utilizamos. Eso mismo sucede con la con la palabra Gloria. ¿Cómo podemos realmente describirla? Tenemos que intentarlo, no podemos dejarlo así en el aire.
“La gloria” es una frase, una palabra, que la Biblia utiliza en muchísimos sentidos.
- La designación de Dios mismo.
2 Pedro 1:17 (RV-60): Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.
Los Salmos se refieren a Dios como el Rey de la gloria y Dios de Gloria.
Hechos 7:2 (RV-60): Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: el Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando Mesopotamia, antes que morase en Harán.
Efesios 1:17 (RV-60): Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría. Una vez más haciendo referencia a Él mismo.
- Como un adjetivo.
Dios es intrínsecamente glorioso en el sentido de su Santidad, en el sentido de su plenitud, de su suficiencia, majestad. Dios es majestuoso. Dios es bello. Dios esplendoroso.
Salmos 76: 4 (RV-60): Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza. Estamos viendo la palabra gloria utilizada como un adjetivo
- La manifestación de sus propios atributos, perfecciones y la persona de Dios.
Juan 11: 4 (RV-60): Oyéndolo Jesús dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. En este caso Jesús informa de la muerte de Lázaro. Ustedes deben acordarse de esa porción cuando a Jesús lo mandan a llamar porque Lázaro se está muriendo, y Jesús se queda. Jesús se quedó en el lugar que estaba, Jesús no hizo nada. Él no se apuró en regresar con Lázaro, y en este pasaje dice el por qué. Es decir, es como manifestación de los propios atributos de Dios y de la de la persona de Dios.
Efesios 1:6 (RV-60): Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. Pablo señala que Dios escoge, adopta, redime y sella a los creyentes.
Juan 21:19 (RV-60): Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto añadió: Sígueme. La propia muerte de Jesús en la cruz compartió también este propósito.
- Para describir la propia presencia de Dios.
Esta comprensión de la gloria de Dios es inconfundible en los acontecimientos que rodearon éxodo del pueblo de Dios.
Éxodo 29: 43 (RV-60): 43Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria. Éxodo 40:34-35 (RV-60): 34Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. Y vemos ejemplo de la presencia de Dios.
Apocalipsis 15:8 (RV-60): Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder, y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles. La palabra hace referencia a la nube de Gloria.
Las manifestaciones de Moisés, ¿se acuerdan cuando Moisés tiene el encuentro con el Señor, y está la zarza ardiendo? Esa zarza ardiendo hace referencia a lo que es la presencia de Dios.
Su presencia realmente la podemos ver hoy en la actualidad cuando miramos a nuestro alrededor.
Isaías 6:3 (RV-60): Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Esa Gloria la vemos nosotros actualmente, si es que realmente queremos verla. A mí me llama la atención, me encanta, la ciudad de Vancouver. Recuerdo tenía un trabajo anteriormente en lo que era en el Downtown y atravesaba la ciudad, casi, de un extremo al otro. Hay una parte, en la que hay una subida, donde uno ve las montañas preciosas, sobre todo en invierno. Todos los días yo le daba gracias a Dios por esa creación, porque al final es su creación. Nosotros somos su creación y de cierta forma estamos disfrutando de esa gloria de Dios.
- La gloria de Dios también apunta al cielo, a lo celestial.
Hebreos 2:10 (RV-60): Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. En este caso es Jesús. Aquí vemos el uso de la palabra “gloria” haciendo referencia a un lugar celestial.
Filipenses 4:19 (RV-60): Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Se puede ver la promesa del pacto. Este versículo me da la impresión de que Dios tiene su almacén con riquezas acumuladas ¿no? que nos va a dar en algún momento. La idea que quiero que se lleven, en este caso, es que la palabra gloria hace referencia a un lugar celestial.
- A una respuesta apropiada a Dios (en forma de adoración, exaltación o júbilo).
Salmos 29:2 (RV-60) Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová la hermosura de la santidad. En forma de adoración, en forma de alabanza.
Lucas 2:9 (RV-60) Y he aquí se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor lo rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. En este caso hace referencia a la gloria del Señor como presencia de Dios.
Lucas 2:14 (RV-60) ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Es un versículo que creo que, todos decimos durante la navidad ¿no? Aquí vemos la frase: Gloria a Dios. La palabra gloria siendo utilizada para alabanza.
Lucas 2:20 (RV-60) Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. Una vez más vemos la palabra gloria siendo utilizada como exaltación, como júbilo.
Hay muchísimas formas en que la palabra gloria se está utilizando en la Biblia, por eso es la dificultad de explicar lo que es Gloria. ¿Dónde quiero hacer el énfasis? Es acerca de la manifestación de sus atributos. Tengo varias definiciones que les quiero leer, tal y como las encontré, se las voy a leer despacio para que lo puedan grabar en su memoria o si desean se los puedo dar por escrito, dice:
- La gloria de Dios es la belleza de su Espíritu, es todo lo que emana de su carácter y todo lo que Él es. Esta no tiene que ver quizás tanto con su poder, o su fuerza sobrenatural, sino, más bien con su influencia y presencia eterna en toda su creación. Mientras la gloria del hombre está asociada a tesoros materiales, falible y pasajera; por el contrario, la gloria de Dios se manifiesta en el conjunto de todos sus atributos. Esta gloria es eterna y jamás se desvanece.
- La gloria de Dios se puede definir como su pertenencia a una clase única en su perfección, grandeza y valor. Él tiene perfecciones infinitas, grandeza infinita y valor infinito. Su santidad es lo que Él es como Dios, y que nadie más es. Es su calidad de perfección, lo que no se puede mejorar, lo que no se puede imitar, lo que es incomparable, lo que determina lo que es y que no está determinado por nada externo a Él. Muchos estudiosos utilizan la palabra santidad para apoyar la descripción de lo que es la gloria, porque es más fácil describir o imaginarnos la palabra santidad en nuestra mente, que describir la palabra gloria.
- La gloria de Dios es la belleza infinita y la grandeza de las múltiples perfecciones de Dios. La manifestación de su carácter, su valor y sus atributos. Todas sus perfecciones y grandezas son hermosas, tal como se ven, y hay muchas de ellas. La gloria de Dios es la santidad de Dios manifestada.
Entonces, ¿qué cosa es la gloria de Dios? En este enfoque que le estamos dando, es simplemente el conjunto de todos sus atributos. No hay ningún nivel de jerarquía dentro de los atributos de Dios, es decir; todo lo que es Dios, todos sus atributos (su omnisciencia, su omnipresencia, su simplicidad) absolutamente todo: eso es la gloria de Dios.
Ahora bien, en esa última descripción que les di, en la última oración dice: La gloria de Dios es la santidad de Dios manifestada. Y en eso me quiero enfocar a partir de ahora, ¿cómo Dios manifiesta esa Gloria a nosotros, a sus hijos?
La gloria de Dios, realmente domina las escrituras, es un término que se encuentra más de cuatrocientas veces en la Biblia. Es un tema unificador. Hay muchos que piensan pues, que, ese tema unificador es lo que se debe estar predicando; pero realmente si la Biblia es extensa, Dios es extenso, hay muchísimas cosas de las que podemos hablar acerca de Dios, y la gloria de Dios es una de ellas (estudio de hoy), pero no simplemente podemos enfocar en estudiar la gloria.
Dar Gloria a Dios, creo que es algo que todos utilizamos. Hace un rato se estaba cantando, ¡gloria a Dios! Nos pasa algo (nos suben el sueldo en el trabajo) y decimos: “para la gloria de Dios” y lo utilizamos en nuestro vocabulario a diario ¿verdad? Pero, a veces, no lo utilizamos de la manera correcta, o simplemente no le damos la importancia a lo que estamos diciendo.
¿Qué estamos diciendo con la frase: Gloria a Dios? Es darle honor a Dios, hermanos, eso es lo que estamos haciendo, honrando a nuestro Señor.
Isaías 43:7 (RV-60): Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. Yo espero que usted entienda que no somos un experimento que le salió mal a un extraterrestre, ¿ok? Que no somos resultado de un evento aleatorio que sucedió. Algunos hermanos ya han hecho referencia a lo que es la teoría del Big-Bang, quienes la defienden dicen que había materia, había energía en estado de reposo. ¿Y de buenas a primera se mueve? ¿Qué hizo que esa se moviera? ¿Cómo saben eso, si nadie estuvo allí? En este versículo se está hablando de la creación, ¿para qué fuimos creados? Hoy día el mundo entero se pregunta: ¿qué estamos haciendo aquí? La palabra es bien clara, fuimos creados para alabanza de su gloria. Yo espero que para nosotros como cristianos eso nos quede claro.
2 Corintios 3: 18 (RV-60) Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. Dios nos dice, en su palabra que nos hizo para reflejar su gloria, ¿usted entiende? Esa es la responsabilidad que tenemos como cristianos, reflejar su gloria.
En Cuba uno se encuentra el busto (estatua) de José Martí como héroe de la República. Yo me imagino que en otros países tengan estatuas, tengan bustos, de alguna personalidad importante. ¿Cuál es el objetivo de eso, de esas estatuas, de esas imágenes? Es precisamente honrar esa persona, cuando uno pueda verle decir: “¡Oh fulano!” En Portland, creo, hay una estatua de Juana de Arco, en dorado; lo que están haciendo es recordando lo que esa persona hizo.
Dice la palabra que nosotros somos imagen, es decir; las personas tienen que ver en nosotros La gloria de Dios. Pero hermanos, ¿cómo vamos a reflejar la gloria de Dios si al finalizar el trabajo de oficina se van a un bar? ¿Cómo vamos a reflejar esa gloria de Dios si andamos en malos caminos, si estamos haciendo cosas que sabemos que son indebidas?
La gloria significa, glorificar; porque eso es lo que la imagen hace. Es eso es lo que nosotros hacemos como imagen de Dios.
Salmos 8: 5-8 (RV-60) 5Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. 6Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 7ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, 8Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar. ¿De quién está hablando? De nosotros. Y, ¿qué estamos haciendo con esa gloria? Le haré esta comparación a ver si se entiende mejor: Dios es para los cristianos, lo que el sol es para la luna. ¿Puede la luna reflejar luz sin el sol? No puede, ¿verdad?
Mateo 5: 16 (RV-60) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Glorificación, tenemos que ser luz delante de los hombres, para que ellos vean la gloria de Dios a través de nosotros.
Al principio les dije que Dios es todo misericordia, es todo amor, es todo gloria; porque es uno de sus atributos; pero la palabra nos dice dar a Dios Gloria. Una de las cosas que a mí me llama la atención es, ¿cómo si Dios es completo en su gloria, nosotros podemos aportar a esa gloria? Y, realmente no podemos aportar absolutamente nada, porque Él es todo gloria. Pero lo que sí podemos hacer es: reflejar esa Gloria para que el mundo vea la gloria de Dios, la gloria de Cristo en nuestras vidas.
Filipenses 2: 15 (RV-60) Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Hay muchísimas cosas, hermanos, que nosotros podemos hacer para glorificar a nuestro Dios. Mucha gente piensa que con cantar alabanzas o himnos ya estamos glorificando a Dios. No solo eso, es también dejar de hacer las cosas malas. Una de mis oraciones a Dios es que Él me revele las cosas que lo ofenden. A veces, vamos por este mundo sin darnos cuenta que parecemos elefantes en una cristalería; vivimos ofendiendo a gente y a veces ni cuenta nos damos. Creo que todos debemos decir: “Señor, muéstranos ¿qué cosas estamos haciendo mal? Quiero poder glorificar tu nombre.
Vivir con propósito. El apóstol Pablo lo puso bien fácil y bien difícil a la misma vez.
1 Corintios 10: 31 (RV-60) Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. Eso significa hermano, desde que nos levantemos. Tenemos que glorificar a Dios cuando nos estemos cepillando los dientes, lavándonos la cara, cambiando el pañal al niño, en el trabajo, cenando, cuando estamos hablando con la esposa; en todo momento. La palabra dice que, todo lo que hagamos es para la gloria de nuestro Señor. Vivir con propósito, entender el papel que jugamos nosotros en la gloria de Dios, en su plan redentor. Lo que juegan los mares, los ríos, las montañas, ¿podemos glorificar a Dios de esa forma? Confesar nuestros pecados, vivir de una forma pura, someterse a la palabra de Dios, obedecer a la palabra de Dios, proclamar la palabra de Dios. Todos sabemos que la iglesia apoya a misioneros alrededor del mundo, ¿qué están haciendo esos misioneros? Glorificando a Dios.
2 Tesalonicenses 3:1 (RV-60) Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra de Dios corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros. Ahí estamos hablando de esos misioneros. Servir al pueblo de Dios, lo que hacemos como iglesia. El poder servir a la comunidad, así también estamos glorificando a nuestro Señor.
Lamentablemente hoy en día, los cristianos modernos y las iglesias modernas, han cambiado un poco el enfoque. Esto es algo que yo comentaba con los hermanos cuando tuvimos el ayuno y oración, y es que queremos hacer la Biblia acerca de nosotros, ¿es así no? ¿Cuántos se sabe en el Salmos 23? Yo creo que todo se lo saben, ¿verdad? Salmos 23: 1-3(RV-60) 1Jehová mi pastor nada me faltará. 2En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicias por amor a su nombre. ¡Qué precioso es el Señor! La bendición de Dios, como nos dice Dios que nos va a dar las cosas que nos falten. Me guiará por sendas de justicia ¿por qué? No es por amor a mí, sino por amor de su nombre.
Quiero leerles otros versículos.
Ezequiel 20:44 (RV-60) Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros caminos malos ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Es por amor de su nombre.
Ezequiel 36: 22 (RV-60) Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre. (el nombre de Dios).
Juan 14:13 (RV-60) Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. No para que usted se glorifique hermano. Usted puede tener su casa, puede tener su buen trabajo, usted puede tener varios carros, una moto o lo que sea; ¿para qué lo quiere, para glorificarse a sí mismo?
2 Tesalonicenses 1: 12 (RV-60) Para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. Hermanos, en una película de guerra usted ve que hay personajes principales en la película y personajes secundarios, otros que no se les ve la cara, porque son unos punticos; esos somos nosotros en el reino de Dios. No intentemos hacer la Biblia acerca de nosotros. En este púlpito se ha predicado, en varias ocasiones, que la Biblia es acerca de Dios, acerca de nuestro Señor Jesucristo.
Todos conocen la historia de Goliat y hemos escuchado predicaciones, muchísimas predicaciones, que hablan acerca de cómo David venció Goliat, ¿verdad? Y realmente nosotros tenemos muchísimos Goliat en nuestras vidas, puede ser alguien en el trabajo que nos hace la vida imposible, la mujer o el esposo, o es un hijo, o problemas de dinero; y necesitamos escuchar palabra que nos ayude, como hijos de Dios, a enfrentar cualquier gigante porque tenemos la ayuda de nuestro Dios. Pero si usted revisa esa porción, dice que por varios días este gigante estuvo arengando, estuvo diciendo: “búsquenme a alguien.” Hay un versículo, en 1Samuel 17: 24 (RV-60), que dice: Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor. Y la pregunta que siempre me he hecho es: ¿Por qué nos ponemos fácilmente en la posición de David, cuando dice la Biblia que todos los varones de Israel tenían gran temor? Lo más posible es que, si nosotros tuviéramos allí, estuviéramos escondidos, con miedo igual. Pero como nos gusta que nos hablen de nosotros, que nos den cuerda que somos Tarzán o Superman. Nos gusta que nos digan que las cosas las podemos lograr por nuestro esfuerzo, sabiendo que por nuestro esfuerzo no podemos lograr absolutamente nada. Si no es por Dios, ni siquiera, muchos de nosotros estuviéramos aquí.
La gloria de Dios en el en el Antiguo Testamento (AT) está asociada a muerte y a juicio. Hay una condenación terrible. Vemos en la palabra de Dios, que la gloria, choca irremediablemente con la presencia del pecado. La gloria de Dios no acepta ningún tipo de infidelidad. La pecaminosidad del ser humano es inmediatamente destruida por el resplandor de la gloria de Dios, es decir que consume. Hay historias, en el AT, donde vemos la gloria de Dios siendo utilizada para ira, para juicio.
Pero, en el Nuevo Testamento (NT) su gloria desciende, es decir baja, toma forma humana y decide habitar entre nosotros; los más impíos y pecadores. Jesucristo es la gracia de Dios encarnada, que mora y se desarrolla entre los hombres. Deja su huella, muestra su carácter, su esencia y es llevado por nosotros a la muerte y muerte de cruz. Allí la gloria de Dios, aparentemente aplastada, exclama: “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Esta gloria de Dios, en el nuevo pacto, está a nuestro favor. La gloria de Dios, que antes nos condenaba y mataba de manera irremediable, ahora nos abraza, nos recibe y nos salva. Jesús ha venido a esta tierra para dejarnos su gloria y compartirla con nosotros. Esta gloria de Dios manifestada, se hace de una forma más plena en la persona de Jesucristo.
Hebreos 1: 1-3 (RV-60) 1Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres para los profetas, 2en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad de las alturas.
Desde luego que, menospreciar la gloria de Dios es cometer pecado. De hecho, el pecado es, sinónimo de, no honrar a Dios. Y ya vimos que, como hijo de Dios, tenemos que honrarlo y tenemos que glorificarlo. Él lo hizo, Jesús fue a la cruz para glorificar al Padre y, a la misma vez darnos a nosotros acceso a esa vida eterna que nos promete.
Desgraciadamente, no es algo a lo que nosotros tenemos acceso sin pagar ningún precio. Tenemos que aceptar a ese Señor, a ese Jesús, en nuestro corazón para poder disfrutar de esa gloria que su palabra habla.
Filipenses 2: 9-11 (RV-60) 9Por lo cual, Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo el Señor, para gloria de Dios Padre.
Oremos hermanos.
Padre que estás en los cielos; los cielos hablan claramente de tu gloria inabarcable, y su expansión declara una y otra vez la obra de tus manos. Tu gloria se manifiesta por todo nuestro sistema solar y más allá, desde un extremo de los cielos a otro. Estamos sobrecogidos Padre, ante tu poder incomprensible. Para nosotros, más maravillosa aún que tu gloriosa creación es la revelación de ti mismo en las escrituras, tu ley, tu testimonio, tus preceptos, tus mandamientos y tus juicios; todos perfectos, seguros, justos, puros, limpios y verdaderos. Padre celestial, que todo nuestro deleite esté en ti, que los anhelos más profundos de nuestro corazón sean ver y celebrar tu gloria. No estaremos satisfechos, de verdad, hasta contemplar tu rostro en justicia. Por ello derramamos ahora nuestro amor y te adoramos en adoración, y en oración. Confiamos en tus promesas, nos regocijamos en tu fidelidad, nos gloriamos en tu bondad, esperamos en tu palabra, creemos en tu Hijo, descansamos en tu gracia. Gracias por capacitarnos, por descansar con plena tranquilidad, sabemos que el pasado, el presente y el futuro están todos en tus manos. Nos rendimos a ti como nuestro rey y redentor; y te pedimos que tu voluntad se cumpla en nosotros.
Gracias Padre por el estudio de esta mañana Señor, de poder aprender acerca de tu gloria. Gracias Señor, por lo maravilloso, por lo grande, por lo eterno, por lo misericordioso que tú eres para la vida de cada uno de nosotros; y es por esa misericordia Señor, que tenemos acceso al Padre a través del sacrificio de Cristo.
Si usted está acá entre nosotros y no le ha entregado su vida a Jesús, este es el día. Este es el día para que usted pueda abrir su corazón y permitir que Cristo tome control de su vida. Usted no está en esta tarde por casualidad entre nosotros, usted está aquí porque es plan de Dios que nos esté acompañando en esta tarde. La decisión de recibir a Cristo es la mejor decisión de su vida. Mis hermanos diáconos están pasando por los pasillos para poder orar con usted y por usted, para ayudarle a tomar la mejor decisión de su vida: “entregarle su vida al Señor.” Si usted no le ha entregado su vida a Jesús, y está ahí en casita, ¿por qué no hace esta oración conmigo? Repita después de mí: “Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día. Gracias Señor por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Padre gracias.” Si usted hizo esta oración conmigo y le invitamos a que pueda buscar una iglesia donde se predique la sana doctrina, o que nos acompañe. Le invitamos para que crezca en el conocimiento de la palabra acá con nosotros.
Señor bendícenos, guárdanos, ponemos esta semana en tus manos. Que podamos recordar Señor que la gloria te pertenece únicamente a ti, porque tú eres digno de toda alabanza y toda adoración; en Cristo Jesús amén y amén.
¡Iglesia que Dios les bendiga!
La Gloria de Dios
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Buenas tardes iglesia Bendiciones, ¿cómo están?
Todos saben que estamos estudiando, desde hace varias semanas: Los atributos de Dios. En mucha documentación se refieren a los atributos como perfecciones de Dios. Hoy vamos a estudiar el atributo “La gloria de Dios” que es uno de los atributos no comunicables, es decir: que Dios no lo comparte con nosotros, en el caso de La gloria, es solamente de Dios.
La palabra dice en Isaías 42:8 (RV-60): Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria. Si Dios dice, Él mismo, en su palabra que Él no va a compartir su gloria con nadie.
El objetivo en esta tarde es que nos vayamos a casa entendiendo que cosa es la gloria de Dios y el rol que jugamos nosotros en esa gloria de Dios.
Así que les invito a orar para que Dios bendiga este tiempo y que Él nos comunique lo que quiere que se diga en esta tarde.
Padre, Señor que estás en los cielos te doy gracias por este tiempo, por esta posibilidad que me das de hablar de tu palabra. Señor entiendo la responsabilidad y por eso te pido Padre que seas tú hablando Señor, poniendo las ideas en su lugar. Señor que tú abras corazones. Que tu Espíritu Santo Señor, sea el que nos revele tu presencia, lo que tú eres en nuestras vidas. Bendice este tiempo. Una vez más, bendice la lectura de tu palabra; en el nombre de Cristo Jesús, Amén.
Una de las formas que yo he encontrado de entender lo que son los atributos de Dios, antes de entrar en materia de hoy, es hacerme la pregunta: ¿De qué manera Dios es diferente a mí? ¿De qué manera Dios es diferente a nosotros? Realmente hay cosas que están ocultas. La palabra nos revela muchas cosas de Dios, pero hay cosas que nosotros, en nuestro pecado, no vemos. Y es por eso que Dios tiene que revelarse a nosotros a través de las escrituras, a través de los estudios, a través de los sermones que escuchamos, para poder conocer realmente quién es Dios. Si usted nunca ha escuchado de Dios, si usted no tiene comunión con Él, usted no va a conocer realmente quién es Dios.
Algo que nos afecta muchísimo es, la cuestión del tiempo, lo hemos escuchado en las demás predicaciones. El tiempo es algo que desde que nacemos nos golpea, estamos muriendo desde que nacemos, estamos corriendo de un lado a otro porque se nos acaba el tiempo. Donde está Dios hay ausencia total del tiempo, eso lo habíamos visto ya en otras ocasiones. No hay tiempo, Dios es uno solo, esto es importante que lo entiendan. Dios es todo amor. Dios es todo justicia. Dios es, todos los atributos. No es que un atributo tenga más valor que otro; no existe ningún tipo de jerarquía en los atributos.
Le pongo un ejemplo: puede ser que usted haya venido desde su casa manejando, llega a una intersección y se encuentra alguien pidiendo ayuda, pidiendo dinero. Y usted muestra misericordia para esa persona dándole dinero. Llega a la iglesia y los hermanos de acomodación lo sientan en un lugar que usted no quiere. Usted se molesta, pasa el resto del sermón molesto, sale de la iglesia refunfuñando (decimos algunos). Llega a una intersección y se encuentra a una persona en la misma situación, o peor, pero esta vez usted decide no darle nada porque usted está molesto. Usted cambia su forma, su carácter, su manera de actuar con las personas dependiendo de cómo usted se está sintiendo. Dios no es así, ¡Y gloria a Dios por eso! Dios es siempre misericordioso, Él es siempre justo, Él es siempre ira.
En los demás atributos realmente hay formas de explicarlos, pero cuando uno dice: “La gloria de Dios”, ¿cómo uno explica eso? No tenemos otro remedio que irnos a las escrituras, tenemos que ir a la palabra (la Biblia).
Definir la gloria de Dios es casi imposible, es más fácil describirle a una persona, que nunca ha escuchado de fútbol (soccer), ¿qué cosa es el soccer? Describir el soccer sería: es un deporte, hay un grupo de personas (son 22 jugadores) que por alguna razón tienen los ojos puestos encima de una pelota de unos veinte centímetros. Este juego levanta emociones, tiene muchos seguidores. Algunos dicen que es mejor que el equipo que lo juega es el Barcelona, otros creen que el mejor jugador es Messi; y de esa forma uno puede describir el juego. Pero en el caso de la gloria de Dios, ¿cómo lo hacemos? No tenemos forma.
Voy a hacer experimento social, ahora, sin deseos de ofender a nadie; solo para que entiendan la dificultad de explicar ¿qué es la gloria de Dios? Sin decir absolutamente nada miren a la persona que tienen a su derecha, si no tiene a nadie a su derecha, mire la persona que tiene delante o que tiene detrás. Mire a la persona que tiene a su izquierda, si no tiene a nadie su izquierda, mira la persona que tiene delante o tiene detrás. Ahora piense usted, sin decir nada, ¿cuál de los dos, es más feo o el menos bonito? ¿Cómo usted puede decidir cuando algo es feo o cuando algo es bonito? Piense por unos segundos, ¿lo saben? Porque yo no lo sé. La palabra belleza, no podemos definirla, no podemos describirla, simplemente la utilizamos. Eso mismo sucede con la con la palabra Gloria. ¿Cómo podemos realmente describirla? Tenemos que intentarlo, no podemos dejarlo así en el aire.
“La gloria” es una frase, una palabra, que la Biblia utiliza en muchísimos sentidos.
- La designación de Dios mismo.
2 Pedro 1:17 (RV-60): Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.
Los Salmos se refieren a Dios como el Rey de la gloria y Dios de Gloria.
Hechos 7:2 (RV-60): Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: el Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando Mesopotamia, antes que morase en Harán.
Efesios 1:17 (RV-60): Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría. Una vez más haciendo referencia a Él mismo.
- Como un adjetivo.
Dios es intrínsecamente glorioso en el sentido de su Santidad, en el sentido de su plenitud, de su suficiencia, majestad. Dios es majestuoso. Dios es bello. Dios esplendoroso.
Salmos 76: 4 (RV-60): Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza. Estamos viendo la palabra gloria utilizada como un adjetivo
- La manifestación de sus propios atributos, perfecciones y la persona de Dios.
Juan 11: 4 (RV-60): Oyéndolo Jesús dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. En este caso Jesús informa de la muerte de Lázaro. Ustedes deben acordarse de esa porción cuando a Jesús lo mandan a llamar porque Lázaro se está muriendo, y Jesús se queda. Jesús se quedó en el lugar que estaba, Jesús no hizo nada. Él no se apuró en regresar con Lázaro, y en este pasaje dice el por qué. Es decir, es como manifestación de los propios atributos de Dios y de la de la persona de Dios.
Efesios 1:6 (RV-60): Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. Pablo señala que Dios escoge, adopta, redime y sella a los creyentes.
Juan 21:19 (RV-60): Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto añadió: Sígueme. La propia muerte de Jesús en la cruz compartió también este propósito.
- Para describir la propia presencia de Dios.
Esta comprensión de la gloria de Dios es inconfundible en los acontecimientos que rodearon éxodo del pueblo de Dios.
Éxodo 29: 43 (RV-60): 43Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria. Éxodo 40:34-35 (RV-60): 34Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. Y vemos ejemplo de la presencia de Dios.
Apocalipsis 15:8 (RV-60): Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder, y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles. La palabra hace referencia a la nube de Gloria.
Las manifestaciones de Moisés, ¿se acuerdan cuando Moisés tiene el encuentro con el Señor, y está la zarza ardiendo? Esa zarza ardiendo hace referencia a lo que es la presencia de Dios.
Su presencia realmente la podemos ver hoy en la actualidad cuando miramos a nuestro alrededor.
Isaías 6:3 (RV-60): Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Esa Gloria la vemos nosotros actualmente, si es que realmente queremos verla. A mí me llama la atención, me encanta, la ciudad de Vancouver. Recuerdo tenía un trabajo anteriormente en lo que era en el Downtown y atravesaba la ciudad, casi, de un extremo al otro. Hay una parte, en la que hay una subida, donde uno ve las montañas preciosas, sobre todo en invierno. Todos los días yo le daba gracias a Dios por esa creación, porque al final es su creación. Nosotros somos su creación y de cierta forma estamos disfrutando de esa gloria de Dios.
- La gloria de Dios también apunta al cielo, a lo celestial.
Hebreos 2:10 (RV-60): Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. En este caso es Jesús. Aquí vemos el uso de la palabra “gloria” haciendo referencia a un lugar celestial.
Filipenses 4:19 (RV-60): Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Se puede ver la promesa del pacto. Este versículo me da la impresión de que Dios tiene su almacén con riquezas acumuladas ¿no? que nos va a dar en algún momento. La idea que quiero que se lleven, en este caso, es que la palabra gloria hace referencia a un lugar celestial.
- A una respuesta apropiada a Dios (en forma de adoración, exaltación o júbilo).
Salmos 29:2 (RV-60) Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová la hermosura de la santidad. En forma de adoración, en forma de alabanza.
Lucas 2:9 (RV-60) Y he aquí se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor lo rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. En este caso hace referencia a la gloria del Señor como presencia de Dios.
Lucas 2:14 (RV-60) ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Es un versículo que creo que, todos decimos durante la navidad ¿no? Aquí vemos la frase: Gloria a Dios. La palabra gloria siendo utilizada para alabanza.
Lucas 2:20 (RV-60) Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. Una vez más vemos la palabra gloria siendo utilizada como exaltación, como júbilo.
Hay muchísimas formas en que la palabra gloria se está utilizando en la Biblia, por eso es la dificultad de explicar lo que es Gloria. ¿Dónde quiero hacer el énfasis? Es acerca de la manifestación de sus atributos. Tengo varias definiciones que les quiero leer, tal y como las encontré, se las voy a leer despacio para que lo puedan grabar en su memoria o si desean se los puedo dar por escrito, dice:
- La gloria de Dios es la belleza de su Espíritu, es todo lo que emana de su carácter y todo lo que Él es. Esta no tiene que ver quizás tanto con su poder, o su fuerza sobrenatural, sino, más bien con su influencia y presencia eterna en toda su creación. Mientras la gloria del hombre está asociada a tesoros materiales, falible y pasajera; por el contrario, la gloria de Dios se manifiesta en el conjunto de todos sus atributos. Esta gloria es eterna y jamás se desvanece.
- La gloria de Dios se puede definir como su pertenencia a una clase única en su perfección, grandeza y valor. Él tiene perfecciones infinitas, grandeza infinita y valor infinito. Su santidad es lo que Él es como Dios, y que nadie más es. Es su calidad de perfección, lo que no se puede mejorar, lo que no se puede imitar, lo que es incomparable, lo que determina lo que es y que no está determinado por nada externo a Él. Muchos estudiosos utilizan la palabra santidad para apoyar la descripción de lo que es la gloria, porque es más fácil describir o imaginarnos la palabra santidad en nuestra mente, que describir la palabra gloria.
- La gloria de Dios es la belleza infinita y la grandeza de las múltiples perfecciones de Dios. La manifestación de su carácter, su valor y sus atributos. Todas sus perfecciones y grandezas son hermosas, tal como se ven, y hay muchas de ellas. La gloria de Dios es la santidad de Dios manifestada.
Entonces, ¿qué cosa es la gloria de Dios? En este enfoque que le estamos dando, es simplemente el conjunto de todos sus atributos. No hay ningún nivel de jerarquía dentro de los atributos de Dios, es decir; todo lo que es Dios, todos sus atributos (su omnisciencia, su omnipresencia, su simplicidad) absolutamente todo: eso es la gloria de Dios.
Ahora bien, en esa última descripción que les di, en la última oración dice: La gloria de Dios es la santidad de Dios manifestada. Y en eso me quiero enfocar a partir de ahora, ¿cómo Dios manifiesta esa Gloria a nosotros, a sus hijos?
La gloria de Dios, realmente domina las escrituras, es un término que se encuentra más de cuatrocientas veces en la Biblia. Es un tema unificador. Hay muchos que piensan pues, que, ese tema unificador es lo que se debe estar predicando; pero realmente si la Biblia es extensa, Dios es extenso, hay muchísimas cosas de las que podemos hablar acerca de Dios, y la gloria de Dios es una de ellas (estudio de hoy), pero no simplemente podemos enfocar en estudiar la gloria.
Dar Gloria a Dios, creo que es algo que todos utilizamos. Hace un rato se estaba cantando, ¡gloria a Dios! Nos pasa algo (nos suben el sueldo en el trabajo) y decimos: “para la gloria de Dios” y lo utilizamos en nuestro vocabulario a diario ¿verdad? Pero, a veces, no lo utilizamos de la manera correcta, o simplemente no le damos la importancia a lo que estamos diciendo.
¿Qué estamos diciendo con la frase: Gloria a Dios? Es darle honor a Dios, hermanos, eso es lo que estamos haciendo, honrando a nuestro Señor.
Isaías 43:7 (RV-60): Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. Yo espero que usted entienda que no somos un experimento que le salió mal a un extraterrestre, ¿ok? Que no somos resultado de un evento aleatorio que sucedió. Algunos hermanos ya han hecho referencia a lo que es la teoría del Big-Bang, quienes la defienden dicen que había materia, había energía en estado de reposo. ¿Y de buenas a primera se mueve? ¿Qué hizo que esa se moviera? ¿Cómo saben eso, si nadie estuvo allí? En este versículo se está hablando de la creación, ¿para qué fuimos creados? Hoy día el mundo entero se pregunta: ¿qué estamos haciendo aquí? La palabra es bien clara, fuimos creados para alabanza de su gloria. Yo espero que para nosotros como cristianos eso nos quede claro.
2 Corintios 3: 18 (RV-60) Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. Dios nos dice, en su palabra que nos hizo para reflejar su gloria, ¿usted entiende? Esa es la responsabilidad que tenemos como cristianos, reflejar su gloria.
En Cuba uno se encuentra el busto (estatua) de José Martí como héroe de la República. Yo me imagino que en otros países tengan estatuas, tengan bustos, de alguna personalidad importante. ¿Cuál es el objetivo de eso, de esas estatuas, de esas imágenes? Es precisamente honrar esa persona, cuando uno pueda verle decir: “¡Oh fulano!” En Portland, creo, hay una estatua de Juana de Arco, en dorado; lo que están haciendo es recordando lo que esa persona hizo.
Dice la palabra que nosotros somos imagen, es decir; las personas tienen que ver en nosotros La gloria de Dios. Pero hermanos, ¿cómo vamos a reflejar la gloria de Dios si al finalizar el trabajo de oficina se van a un bar? ¿Cómo vamos a reflejar esa gloria de Dios si andamos en malos caminos, si estamos haciendo cosas que sabemos que son indebidas?
La gloria significa, glorificar; porque eso es lo que la imagen hace. Es eso es lo que nosotros hacemos como imagen de Dios.
Salmos 8: 5-8 (RV-60) 5Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. 6Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 7ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, 8Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar. ¿De quién está hablando? De nosotros. Y, ¿qué estamos haciendo con esa gloria? Le haré esta comparación a ver si se entiende mejor: Dios es para los cristianos, lo que el sol es para la luna. ¿Puede la luna reflejar luz sin el sol? No puede, ¿verdad?
Mateo 5: 16 (RV-60) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Glorificación, tenemos que ser luz delante de los hombres, para que ellos vean la gloria de Dios a través de nosotros.
Al principio les dije que Dios es todo misericordia, es todo amor, es todo gloria; porque es uno de sus atributos; pero la palabra nos dice dar a Dios Gloria. Una de las cosas que a mí me llama la atención es, ¿cómo si Dios es completo en su gloria, nosotros podemos aportar a esa gloria? Y, realmente no podemos aportar absolutamente nada, porque Él es todo gloria. Pero lo que sí podemos hacer es: reflejar esa Gloria para que el mundo vea la gloria de Dios, la gloria de Cristo en nuestras vidas.
Filipenses 2: 15 (RV-60) Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Hay muchísimas cosas, hermanos, que nosotros podemos hacer para glorificar a nuestro Dios. Mucha gente piensa que con cantar alabanzas o himnos ya estamos glorificando a Dios. No solo eso, es también dejar de hacer las cosas malas. Una de mis oraciones a Dios es que Él me revele las cosas que lo ofenden. A veces, vamos por este mundo sin darnos cuenta que parecemos elefantes en una cristalería; vivimos ofendiendo a gente y a veces ni cuenta nos damos. Creo que todos debemos decir: “Señor, muéstranos ¿qué cosas estamos haciendo mal? Quiero poder glorificar tu nombre.
Vivir con propósito. El apóstol Pablo lo puso bien fácil y bien difícil a la misma vez.
1 Corintios 10: 31 (RV-60) Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. Eso significa hermano, desde que nos levantemos. Tenemos que glorificar a Dios cuando nos estemos cepillando los dientes, lavándonos la cara, cambiando el pañal al niño, en el trabajo, cenando, cuando estamos hablando con la esposa; en todo momento. La palabra dice que, todo lo que hagamos es para la gloria de nuestro Señor. Vivir con propósito, entender el papel que jugamos nosotros en la gloria de Dios, en su plan redentor. Lo que juegan los mares, los ríos, las montañas, ¿podemos glorificar a Dios de esa forma? Confesar nuestros pecados, vivir de una forma pura, someterse a la palabra de Dios, obedecer a la palabra de Dios, proclamar la palabra de Dios. Todos sabemos que la iglesia apoya a misioneros alrededor del mundo, ¿qué están haciendo esos misioneros? Glorificando a Dios.
2 Tesalonicenses 3:1 (RV-60) Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra de Dios corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros. Ahí estamos hablando de esos misioneros. Servir al pueblo de Dios, lo que hacemos como iglesia. El poder servir a la comunidad, así también estamos glorificando a nuestro Señor.
Lamentablemente hoy en día, los cristianos modernos y las iglesias modernas, han cambiado un poco el enfoque. Esto es algo que yo comentaba con los hermanos cuando tuvimos el ayuno y oración, y es que queremos hacer la Biblia acerca de nosotros, ¿es así no? ¿Cuántos se sabe en el Salmos 23? Yo creo que todo se lo saben, ¿verdad? Salmos 23: 1-3(RV-60) 1Jehová mi pastor nada me faltará. 2En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicias por amor a su nombre. ¡Qué precioso es el Señor! La bendición de Dios, como nos dice Dios que nos va a dar las cosas que nos falten. Me guiará por sendas de justicia ¿por qué? No es por amor a mí, sino por amor de su nombre.
Quiero leerles otros versículos.
Ezequiel 20:44 (RV-60) Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros caminos malos ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Es por amor de su nombre.
Ezequiel 36: 22 (RV-60) Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre. (el nombre de Dios).
Juan 14:13 (RV-60) Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. No para que usted se glorifique hermano. Usted puede tener su casa, puede tener su buen trabajo, usted puede tener varios carros, una moto o lo que sea; ¿para qué lo quiere, para glorificarse a sí mismo?
2 Tesalonicenses 1: 12 (RV-60) Para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. Hermanos, en una película de guerra usted ve que hay personajes principales en la película y personajes secundarios, otros que no se les ve la cara, porque son unos punticos; esos somos nosotros en el reino de Dios. No intentemos hacer la Biblia acerca de nosotros. En este púlpito se ha predicado, en varias ocasiones, que la Biblia es acerca de Dios, acerca de nuestro Señor Jesucristo.
Todos conocen la historia de Goliat y hemos escuchado predicaciones, muchísimas predicaciones, que hablan acerca de cómo David venció Goliat, ¿verdad? Y realmente nosotros tenemos muchísimos Goliat en nuestras vidas, puede ser alguien en el trabajo que nos hace la vida imposible, la mujer o el esposo, o es un hijo, o problemas de dinero; y necesitamos escuchar palabra que nos ayude, como hijos de Dios, a enfrentar cualquier gigante porque tenemos la ayuda de nuestro Dios. Pero si usted revisa esa porción, dice que por varios días este gigante estuvo arengando, estuvo diciendo: “búsquenme a alguien.” Hay un versículo, en 1Samuel 17: 24 (RV-60), que dice: Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor. Y la pregunta que siempre me he hecho es: ¿Por qué nos ponemos fácilmente en la posición de David, cuando dice la Biblia que todos los varones de Israel tenían gran temor? Lo más posible es que, si nosotros tuviéramos allí, estuviéramos escondidos, con miedo igual. Pero como nos gusta que nos hablen de nosotros, que nos den cuerda que somos Tarzán o Superman. Nos gusta que nos digan que las cosas las podemos lograr por nuestro esfuerzo, sabiendo que por nuestro esfuerzo no podemos lograr absolutamente nada. Si no es por Dios, ni siquiera, muchos de nosotros estuviéramos aquí.
La gloria de Dios en el en el Antiguo Testamento (AT) está asociada a muerte y a juicio. Hay una condenación terrible. Vemos en la palabra de Dios, que la gloria, choca irremediablemente con la presencia del pecado. La gloria de Dios no acepta ningún tipo de infidelidad. La pecaminosidad del ser humano es inmediatamente destruida por el resplandor de la gloria de Dios, es decir que consume. Hay historias, en el AT, donde vemos la gloria de Dios siendo utilizada para ira, para juicio.
Pero, en el Nuevo Testamento (NT) su gloria desciende, es decir baja, toma forma humana y decide habitar entre nosotros; los más impíos y pecadores. Jesucristo es la gracia de Dios encarnada, que mora y se desarrolla entre los hombres. Deja su huella, muestra su carácter, su esencia y es llevado por nosotros a la muerte y muerte de cruz. Allí la gloria de Dios, aparentemente aplastada, exclama: “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Esta gloria de Dios, en el nuevo pacto, está a nuestro favor. La gloria de Dios, que antes nos condenaba y mataba de manera irremediable, ahora nos abraza, nos recibe y nos salva. Jesús ha venido a esta tierra para dejarnos su gloria y compartirla con nosotros. Esta gloria de Dios manifestada, se hace de una forma más plena en la persona de Jesucristo.
Hebreos 1: 1-3 (RV-60) 1Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres para los profetas, 2en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad de las alturas.
Desde luego que, menospreciar la gloria de Dios es cometer pecado. De hecho, el pecado es, sinónimo de, no honrar a Dios. Y ya vimos que, como hijo de Dios, tenemos que honrarlo y tenemos que glorificarlo. Él lo hizo, Jesús fue a la cruz para glorificar al Padre y, a la misma vez darnos a nosotros acceso a esa vida eterna que nos promete.
Desgraciadamente, no es algo a lo que nosotros tenemos acceso sin pagar ningún precio. Tenemos que aceptar a ese Señor, a ese Jesús, en nuestro corazón para poder disfrutar de esa gloria que su palabra habla.
Filipenses 2: 9-11 (RV-60) 9Por lo cual, Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo el Señor, para gloria de Dios Padre.
Oremos hermanos.
Padre que estás en los cielos; los cielos hablan claramente de tu gloria inabarcable, y su expansión declara una y otra vez la obra de tus manos. Tu gloria se manifiesta por todo nuestro sistema solar y más allá, desde un extremo de los cielos a otro. Estamos sobrecogidos Padre, ante tu poder incomprensible. Para nosotros, más maravillosa aún que tu gloriosa creación es la revelación de ti mismo en las escrituras, tu ley, tu testimonio, tus preceptos, tus mandamientos y tus juicios; todos perfectos, seguros, justos, puros, limpios y verdaderos. Padre celestial, que todo nuestro deleite esté en ti, que los anhelos más profundos de nuestro corazón sean ver y celebrar tu gloria. No estaremos satisfechos, de verdad, hasta contemplar tu rostro en justicia. Por ello derramamos ahora nuestro amor y te adoramos en adoración, y en oración. Confiamos en tus promesas, nos regocijamos en tu fidelidad, nos gloriamos en tu bondad, esperamos en tu palabra, creemos en tu Hijo, descansamos en tu gracia. Gracias por capacitarnos, por descansar con plena tranquilidad, sabemos que el pasado, el presente y el futuro están todos en tus manos. Nos rendimos a ti como nuestro rey y redentor; y te pedimos que tu voluntad se cumpla en nosotros.
Gracias Padre por el estudio de esta mañana Señor, de poder aprender acerca de tu gloria. Gracias Señor, por lo maravilloso, por lo grande, por lo eterno, por lo misericordioso que tú eres para la vida de cada uno de nosotros; y es por esa misericordia Señor, que tenemos acceso al Padre a través del sacrificio de Cristo.
Si usted está acá entre nosotros y no le ha entregado su vida a Jesús, este es el día. Este es el día para que usted pueda abrir su corazón y permitir que Cristo tome control de su vida. Usted no está en esta tarde por casualidad entre nosotros, usted está aquí porque es plan de Dios que nos esté acompañando en esta tarde. La decisión de recibir a Cristo es la mejor decisión de su vida. Mis hermanos diáconos están pasando por los pasillos para poder orar con usted y por usted, para ayudarle a tomar la mejor decisión de su vida: “entregarle su vida al Señor.” Si usted no le ha entregado su vida a Jesús, y está ahí en casita, ¿por qué no hace esta oración conmigo? Repita después de mí: “Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día. Gracias Señor por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Padre gracias.” Si usted hizo esta oración conmigo y le invitamos a que pueda buscar una iglesia donde se predique la sana doctrina, o que nos acompañe. Le invitamos para que crezca en el conocimiento de la palabra acá con nosotros.
Señor bendícenos, guárdanos, ponemos esta semana en tus manos. Que podamos recordar Señor que la gloria te pertenece únicamente a ti, porque tú eres digno de toda alabanza y toda adoración; en Cristo Jesús amén y amén.
¡Iglesia que Dios les bendiga!