Consejos de la Biblia a las madres II
May 21, 2023 – 1:30PM | Deuteronomio 5:15 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
La semana pasada celebramos el día de las madres y vimos consejos para ellas. El sermón de este mediodía es la continuación del sermón del domingo pasado del día de las madres. Vamos a abrir la palabra del Señor en el libro de Deuteronomio.
Deuteronomio 5:16 (RV-60): 16Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Comenzamos, el domingo pasado, estudiando los Consejos de Dios a las madres (I), hoy continuaremos con el mismo tema: Consejos de la Biblia a las madres (II). Quiero que sepa que la Biblia es imparcial cuando se trata de dar consejos. Yo entiendo que la inmensa mayoría de las madres son buenas, pero no todas son buenas.
Entonces, la semana pasada estudiamos los siguientes consejos:
- Prepárese para el nido vacío. Génesis 2:24 (RV-60): 24Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
- Cuidado con la preferencia por los hijos. Génesis 25:27-28(RV-60): 27Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. 28Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; más Rebeca amaba a Jacob.
- La desnudez de la mamá. Levítico 18:6-7 (RV-60): 6Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová. 7La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez.
- Esposa o amante. Hebreos 13:4 (RV-60): 4Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adultos los juzgará Dios.
- Madres no consientan a sus hijos. Proverbios 29:15 (RV-60): 15La vara y la corrección dan sabiduría; Más el muchacho consentido avergonzará a su madre.
- Madre nunca pierda la fe. ¡Nunca!
En esta oportunidad, vamos a estudiar otros consejos más.
- Madre, debe instruir a sus hijos.
Proverbios 1:8 (RV-60): 8Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre.
La dirección tiene que ver con instrucción, tiene que ver con enseñanza, tiene que ver con guía. La madre tiene una gran influencia sobre los hijos; ellos estuvieron en su vientre, y esa relación emocional que se posee es diferente comparada con la de un papá. Entonces se trata de que las madres utilicen esa influencia para instruir, para enseñar, para guiar a los hijos.
Hay muchas cosas que se pueden enseñar. Ahora, todo esto requiere tiempo. Se trata de dejar la novela a un lado, posponer aquellos compromisos; y yo entiendo que vivimos tiempos complicados. Se viene del trabajo cansado, hay que hacer cosas en la casa; se da el caso de familias donde el papá tiene que trabajar, la mamá tiene que trabajar y cuesta mucho, es difícil. Usualmente, en el sistema general, lo que sucede es que el hombre trabaja y la madre se queda con los hijos, batallando con los muchachos. Esto no te es difícil, pero hay metodologías, hay formas de poder enseñar a los hijos.
La iglesia le ayuda a usted un poco, con la instrucción a sus hijos, pero la Biblia no responsabiliza a la iglesia para la instrucción de los muchachos, responsabiliza a los padres. Hay que aprender mamá, no solamente se trata de estar buscando cosas en Facebook que no que no le ayudan, tiene que buscar la manera de ¿cómo hacer para educar a mi hijo? Yo puedo percibir que mi hijo tiene este problema, ¿cómo puedo ayudarle?, ¿qué es lo que puedo hacer? Pero hay cosas que son fundamentales, que son básicas, por ejemplo: ¿Qué cosas debería una madre enseñar a sus hijos?
La primera: Que conozcan a Dios. No que sepan de Dios, porque de Dios sabe todo el mundo, es que lo conozcan de una manera personal, que ellos puedan decir: yo conozco al Señor, yo conozco a Dios. Y ese puede ser un trabajo de la madre, enseñarle a su hijo, enseñarle a su hija, que conozcan a Dios, que amen a Dios por encima de todas las cosas. Imagínate qué lindo sería saber que nuestros hijos crecen con temor de Dios, crecen con el conocimiento de Dios. Enséñales a sus hijos que amen la Bendita Palabra del Señor. Que amen la iglesia, que es la casa de Dios. Que tengan temor del Señor.
Deuteronomio 4:9 (RV-60): 9Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Deuteronomio 6:6-9 (RV-60): 6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y la repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. ¿Sabe qué está diciendo? Que hay que meterles la palabra hasta por las narices a los hijos, eso es lo que está diciendo.
Esas son las cosas que la palabra de Dios nos enseña. Podemos enseñar a nuestros hijos cantidad de cosas, por ejemplo:
Los valores, se aprenden en casa. Estábamos escuchando sobre los mandamientos en la casa de oración los días viernes. Los mandamientos se aprenden en casa, el no robar se aprende en casa; si sus niños llevan una chaqueta a su casa y usted sabe que no es de él, pues le pregunta ¿de quién es? Te dicen: ¡Ah no, pero estaba tirada, no es de nadie! ¿Cómo que no es de nadie? Pues vamos, agarre camino, vaya y busque al dueño. Esa experiencia le debe quedar marcada en el corazón, marcada en la mente a su hijo. Saber que lo que es ajeno no se toca. Son valores, se aprenden en casa.
Hay que enseñar a los hijos tantas y tantas cosas. A ser responsables, por ejemplo. Yo sé que una de las cosas que hemos fallado muchísimo, y que para algunos es tarde ya, es el hecho de enseñar a los hijos a ser ordenados. Es más fácil para un padre comprar un rótulo, en una tienda de un dólar, que diga: “zona de desastre” y pegarla en la puerta, porque ya no hay más nada que podamos hacer. ¿Por qué no quieren algunos hijos que lleguen visitas a la casa? Porque pueden ver su cuarto desordenado, y esas son cosas que se enseñan desde muy temprana edad.
Debemos enseñar a los hijos a escoger a sus amistades. Casi siempre, esto es por regla general, cuando un muchacho aprende a fumar marihuana es porque anda con un marihuano; es que eso es bíblico. (Proverbios 13:20) 20El que con sabios, sabio será; Más el que se junta con necios será quebrantado. Pero entonces si usted le dice: “a mí no me gusta que andes con Toñito”. Esa es de las cosas más equivocadas que usted les puede decir a sus hijos. ¿Por qué? Por una sencilla razón, porque (Proverbios 22:15) dice: 15La necedad está ligada en el corazón del muchacho; ¿Entonces qué pasa? Usted le dice: no; y ¿qué dice el niño?: Sí. Dígale a unos cuántos jóvenes, a mí no me gusta esa muchacha por tu novia, y usted la agarra contra la muchacha y se pone más necio el chamaco. Usted tiene que dar consejo acerca de situaciones; ejemplo: Mire hijo, si usted ve alguno de sus amigos hacer (determinada cosa) aléjese de él. No le diga: ese muchacho no me gusta, esa fulana no me gusta. ¿Por qué? Porque por naturaleza somos rebeldes. Si usted tiene una amiguita hijo y esa amiguita de buenas a primera le está diciendo vente al cuarto conmigo, ¡Tenga mucho cuidado hijo!
Yo fui bien duro con mis hijos. Mis hijos jamás en la vida se fueron a dormir a la casa de nadie. David, el mayor, creo que cuando tenía 18 años por primera vez fue a dormir a la casa del hermano Tony Castro, con sus hijos. ¡Y a mí que! Los hermanos de la iglesia me decían: ¿pero por qué usted está tan cuadrado? Sí, soy cuadrado ¿y qué? Ahora ya pasaron los años y uno escucha historias. “Es qué lo que pasa es que nos quedamos en la casa del primo y llegó el amiguito del primo, y entonces me comenzó a tocar”. Ahora, ya que pasaron los años uno comienza a escuchar cosas y uno dice: ¡Gracias a Dios! Y hay personas que dicen: no, cómo va a creer, si es en la casa de mi hermano. ¿Y quién es su hermano? Por amor de Dios, los padres somos los últimos en darnos cuenta que andan haciendo nuestros hijos, por amor de Dios. Le digo más, si Dios se los dio, es para que se preocupe por ellos hasta que sean adultos; después que vayan a dormir donde prefieran, pero las enseñanzas ya se les dio usted. Mi responsabilidad ya la cumplí. Enseñe a sus hijos a escoger buenas amistades.
- Hay que corregir.
Proverbios 29:17: 17Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.
Mire usted, dos cosas en este versículo: descanso y alegría. Hay madres que llegaron a la mayoría de edad y no tienen paz en su corazón. Son las cuatro de la mañana con los ojos pelados y preguntándose: ¿Dónde estará Toño ahorita? ¡Ay Señor, protege a mi hija que se desgraciado no la vaya a tocar! Y ya está más trasteada que otra cosa la muchacha, si tiene años que no llega a dormir temprano. La Biblia habla de corregir y esto te va a dar dos cosas: descanso y alegría, que son dos cosas de mucho valor. La alegría tiene que ver con la paz, la tranquilidad del alma, la felicidad, el contentamiento, la plenitud.
No le celebre a sus hijos los malos hábitos. Una de las cosas con las que los hijos batallan muchísimo y con los que se puede corregir hoy en día es con las salidas, porque los hijos ya no piden permiso para salir. ¡Voy a ir con fulano! ¿Y a quién le pidió permiso? Ya el chamaco hace planes y usted le pregunta el día siguiente: ¿A qué hora viniste? Temprano, dicen. ¡Claro, temprano, si acaba de llegar!
Cumpla sus castigos. No amenace a su hijo con castigarlo con una salida, si no lo va a castigar. Me acuerdo que el hermano Toby, el papá, cada vez que nos veíamos, ya sea en El Salvador o en otro lugar o acá, la pregunta de siempre era: ¿Por cuánto tiempo está castigada la Marcela? ¿Por cuánto tiempo está castigado el David? ¿Cuánto han castigado al Thimy? Porque mi esposa decía castigado tres meses. Y eso no se debe hacer. Eso quebranta el corazón del muchacho. Usted no puede hacer eso. Y luego cometo otro error, otros tres meses de castigo. Yo un día le dije a mi esposa, si yo no me voy porque no tengo dónde irme pues. Y gracias a Dios que a mí no me castigan no porque estaría castigado de por vida. Pero si usted sabe que a sus hijos les encanta salir y que planifican, porque ellos no piden permiso, castíguelo con una salida y cúmplalo. Cúmplalo, porque si no lo cumple van a jugar con usted. Usted no es mamá, es juguete de ellos y para colmos los conscientes. Ellos saben lo que le tienen, de qué manera tratarla para que usted los deje ir y a veces tiene que negociar. Hay que negociar las cosas, un cuarto limpio, recoger el popó de los animales. En nuestro caso, por ejemplo, mi esposa a uno de mis hijos, él no puede ir ni a la esquina, si primero no camina al perro. Son situaciones, pero son cuestiones que se pueden negociar en el lugar.
- Cuando los hijos son más sabios que la madre.
Algunos puntos que nos van a ser de mucha satisfacción a algunas personas. Quiero que le ponga atención a lo que vamos a explicar. Leamos:
1 Reyes 15: 9-13 (RV-60): 9En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá. 10Y reinó cuarenta y un años en Jerusalén; el nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom. 11Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. 12Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho. 13También privó a su madre Maaca de ser reina madre, porque había hecho un ídolo de Asera. Además deshizo Asa el ídolo de su madre, y lo quemó junto al torrente de Cedrón.
2 Crónicas 15:16 (RV-60): 16Y aún a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.
Recordemos que estaba divido en Israel (norte) con 10 tribus y Judá (sur) con 2 tribus. Hay algunos estudiosos que piensan que no es la madre sino la abuela; pero lo que me quiero referir en este caso es que es extraordinario de la excepción a la regla. ¿Cuándo es que un hijo o una hija no debe someterse a las creencias a las tradiciones a los rituales a la cultura o a las prácticas de una madre? Había un joven acá con nosotros en la iglesia que él no recibía a Cristo porque resulta que antes de morir su madre le dijo nunca vayas a cambiar de religión. Y me dice: Nosotros somos católicos, pastor. Me dijo, yo escucho de recibir a Cristo y me dan ganas de recibirlo, pero yo tengo que cumplir el último deseo de mi madre que yo no debería de cambiar de religión. Y le digo, en primer lugar: nosotros no somos una religión, somos una fe en Jesucristo, por la religión la gente llega al punto hasta de matar incluso. Entonces en este caso hay una pregunta que debe hacerse todo hijo: ¿Debo yo morir en la religión de mis padres? ¡Ay es que mi madrecita santa! ¡Ay es que mi abuela santa! Aquí tiene usted un caso bien claro, es más, no la hizo reina, le quitó el privilegio y le dijo: yo no puedo ponerte como reina madre en este reino simple y sencillamente porque eres idólatra, porque hay un solo Dios en los cielos y ese es Jehová. Y mire hermano así comienza la cosa, porque si este rey hubiera puesto a su mamá como la madre reina, la señora comienza una nueva secta, la señora comienza la idolatría.
Hay personas que se han convertido al evangelio aquí en nuestra iglesia, y el temor más grande de ellos es: regresar a su país y contarles a sus padres lo que hicieron. Hay personas que me han dicho: mi mamá me mata si se da cuenta que ahora soy evangélico. Y le digo: ¿No será que el Señor te rescató a ti, no será que el Señor te levantó de las tinieblas, te trajo a la luz admirable de Jesucristo para que tú le testifiques a tu familia? Las consecuencias en las manos de Dios. Pero no venga usted a decir que si su mamá practica cualquier religión usted tiene que seguir los mismos preceptos. Hay ciertas cosas que no son así mis amados.
Hay cierta cultura de nuestros países que es triste en realidad; por ejemplo: ¡mi madre aguantó tanto a mi padre! Un hombre borracho, que le daba un dinero el día que le pagaban y a la vuelta de tres días se lo estaba quitando otra vez. Mi madre cuenta cómo mi padre apagaba los cigarrillos en el pecho de ella. Yo le digo: mamá, ¿por qué no lo dejó? No, es que a uno le han enseñado sus padres que uno tiene que aguantarse. ¿Dónde encuentra usted esto acá (en la palabra de Dios)? Si la palabra del Señor dice que a paz nos ha llamado el Señor. Si Dios nos habla de ser bienaventurado. Dios nos habla de estar con nosotros, que el bien y la misericordia de Jehová nos seguirán todos los días de nuestra vida. Eso es lo que nos enseña la escritura. ¡Oh! Pero es que los preceptos. “Porque mi abuela, mi bisabuela, no sé quién vivió con su marido por 80 años”; sí, pero de los ochenta, ¿cuántos felices?
Al fin y al cabo, de que nos equivocamos, nos equivocamos, ¿o habrá alguien aquí que no se haya equivocado? De que cometemos errores, los cometemos, pero eso no significa que vamos a tener que estar aguantando situaciones el resto de nuestros días.
Si su mamá, si su abuela, practican cualquier tipo de religión, adoran cualquier ídolo que no sea Jehová el Dios de Israel, usted no tiene porqué seguir lo que ellos están haciendo. Mi abuela tenía santos y figuras de santos, en todas las esquinas de la casa. Había velas encendidas en todos lados, llevaba beatas a la casa para hacer rezos, practicaban novenario, practicaban cantidad de cosas. Nosotros éramos ignorantes, vivíamos en la ignorancia, vivíamos en las tinieblas; pero de ahí nos rescató Dios. ¡Aún a mi abuela! Mi abuela conoció a Jesucristo, le entregó su vida. Ella acostumbraba a viajar a México, lo hizo quizás por unos 20 años consecutivos, con el cura del pueblo; católica hasta decir ya no. Mi abuela fumaba un cigarro tras otro. El día que la invitaron para ir a la iglesia, ese día dijo: No, no puedo ir porque me van a dar ganas de fumar. Y le dijo la amiga (¡Gloria a Dios por esa amiga!) No importa, véngase. ¿Sabe qué le dijo? Si le dan ganas de fumar se sale y se echa el cigarro ahí afuera. Y mi abuela dijo: si es así, entonces voy. Agarró sus dos cajetillas, la metió en su cartera y se fue para el culto el día domingo. Entró al servicio, entró a la iglesia, escuchó las alabanzas, escuchó la predicación, escuchó la Palabra del Señor, salió del culto, agarró las dos cajetillas y las tiró a la basura; y nunca más en la vida se volvió a formar un cigarrillo a partir de ese día. La conversión de mi abuela cambió todas las cosas. Fue a quitar los santos y a partir de ahí tuvimos casa de oración. Yo siempre dije que yo tenía la impresión que Dios estaba en la oscuridad porque siempre andaba comprando lámparas para la casa de adoración. Y lámparas por aquí, lámparas por allá. Pero se convirtió el evangelio. Entonces, que se conviertan ellos al Dios verdadero, no nosotros a los ídolos.
- Herodías fue una madre mala.
Quiero hablar de una señora, una madre que fue muy mala; y vamos a ver el trasfondo. Lo lindo e que la Biblia es imparcial. La Biblia no te dice y todos los reyes fueron lindas personas, te dice que hubo reyes que fueron malos. Te habla de David, el dulce cantor de Israel, el hombre conforme al corazón de Dios; pero también te dice que hizo maldades; esa es la palabra del Señor.
Marcos 6: 17-28 (RV-60): 17 Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. 18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. 19 Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. 21 Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, 22 entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. 23 Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino. 24 Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. 25 Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 26 Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. 27 Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. 28 El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.
Herodías, una madre muy mala, estaba enojada con la verdad, enojada con la reprensión, enojada con la corrección, ¿por qué? Porque no andaba bien. Esto pasa en las iglesias también. Hay mujercitas que no le gusta que se le diga nada, ¿sabe por qué? Porque saben que no andan bien. Cuando hablamos mal de las suegras, si usted es una buena suegra debería sentirse feliz; pero si usted le encanta meterse en la vida de su nuera sin lugar a dudas que se va a molestar cada vez que yo mencione la palabra suegra; ni la mía se enoja, yo molesto con mi suegra, pero es una buena suegra. Es que las personas que andan mal, no les gustan que les digan las verdades. Cuando yo hablo aquí de grupos que se reúnen para ir a chupar (beber), se enojan y ahí comienzan a mandarse textos entre uno y otro. ¿Qué quiere que haga yo? ¿Que deje de predicarle esto?
Esta señora, Herodías, estaba mal pues no andaba haciendo cosas buenas. Tenía un mal corazón, porque para pedir la cabeza de un siervo de Dios tenía que tener un mal corazón. Y es que hay personas que no dan nada por el evangelio, no dan nada por la iglesia. Hablan mal de las iglesias como si estuvieran hablando de sus zapatos. Hablan mal de los pastores como si estuvieran hablando de sus chanclas. Es más sabio quedarse calladito y hacerse a un lado, es más sabio eso, ¿por qué? Porque hay gente que habla cosas que no saben ni lo que dicen, y esto es delicado, porque criticar es fácil. Cuando comienzan a criticar a alguien delante de mí, yo digo: ¿por qué mejor no van ustedes y hacen lo mismo o hagan algo mucho mejor de lo que se ha hecho acá por 34 años? ¿No cree usted que, si hacemos las cosas de esta manera, es porque ya pasamos por alguna situación cuarenta veces, y esta es la mejor forma de solucionarlo? Hay personas que ignoran fundamentos bíblicos, ignoran principios básicos fundamentales de las escrituras, el verdadero significado de la iglesia. Y aquí, en la escritura, tenemos a una persona lastimosamente mala.
Había una familia que cuando terminaba el servicio del mediodía se iban a su casa y la señora comenzaba a decir: “A mí no me gusta que el pastor dijo tal cosa, a mí no me gustó que el pastor dijo tal otra, a mí no me gustó aquí, a mí no me gusta”. Y eso lo hacía todos los domingos de la vida, todos los domingos. Un día el chamaco, el menor que ya era grandulón, cuando la señora dijo vámonos para la iglesia, dijo el chamaco: yo no quiero. ¿Cómo que no quieres?, le dijo a la señora. ¿Y por qué no quieres ir? Y el chamaco le dijo: ni tú deberías ir, ¿si yo no sé por qué vas a la iglesia, si tú criticas todo? Criticas al pastor, criticas a los maestros, criticas a los que están en la entrada. Nada te gusta. No sé por qué vas. ¡Se da cuenta cómo se puede dañar el corazón de una familia! Estas cosas pasan. Si hay alguna cosa que a usted no le parece, mire hermana, con su esposo coméntelo pero que sus hijos no escuchen para guardar el corazón de ellos.
Ahora, yo como Pastor no le puedo poner atención a cada persona de esta iglesia porque todo el mundo atraviesa por diferentes ciclos. Por ejemplo, madres primerizas tienen un ciclo porque tienen al becerro de oro allá en la escuela dominical. ¡Ay! ¡Ay! Cuidadito si pega un grito el niño. Yo tengo madres que se han ido de la iglesia porque no se les permiten sus bebés en el santuario. ¿En 34 años cree que lo hemos permitido? No. ¿Se quiere ir? Váyase, pero no vamos a hacer un relajo aquí adentro. Nosotros aquí venimos a escuchar la Palabra del Señor, mientras personas que han sido adiestradas, capacitadas, están cuidando a sus hijos. Pero son ciclos. Cuando le nace el tercero regresan. Ya le dicen: si gritan ni me llame. Ahora, si le ponemos atención desde la primera vez no existiríamos como iglesia, no existiríamos; porque hay personas que pueden pasar cuarenta largos años sentados en una silla de esta iglesia y nunca aprender nada. Y salen de la casa del Señor, de la iglesia, y siguen hablando de la misma manera como si nunca hubieran conocido a Dios. Es que la iglesia aquí, es que la iglesia allá. Hay gente que piensa que la iglesia es la correccional, que nosotros estamos aquí para resolverles los problemas a sus hijos. ¡Eso es su problema, no el de la iglesia!
- La mejor enseñanza.
Tito 2:7(RV-60): 7presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad.
Es que hermano, usted ya escuchó mil veces que las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. Los hijos se fijan en todo, no me venga con esa historia de: Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. ¡No sea iluso hombre! Los hijos ven cosas, ellos van a querer repetirlo y nunca le van a decir.
Mi madre fumando me dijo a mí que me iba a matar el día que fumara ¿y adivina qué? Aun así aprendí, con la amenaza de que me iba a matar. Un día me fui a una montañita con mis primos que habían venido de Estados Unidos y habían traído cigarros desde allá, por poco me ahogo, una sola vez lo probé. Nunca más en mis 61 años de edad.
Los hijos se fijan en sus malas palabras. ¿Y después va a venir a regañar a sus hijos porque son malcriados? ¡No friegue usted! Sus malas actitudes, los gritos a su esposa, las cosas feas que habla usted de su marido. ¿Usted cree que no se fijan los chamacos? Por supuesto que se fijan. ¿Y sabe qué es lo triste del asunto? Es que cuando ellos se casan las historias se repiten, las historias se repiten. Hijos consentidos o malcriados, llegan a viejos y malcriados. Hijo consentido no tienen compostura. ¿Por qué? Porque se convierten en personas inmaduras el resto de sus días, pero quiere que el mundo se ponga sus pies.
2 Timoteo 1:5 (RV-60): 5 Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
Recapitulando los Consejos de la Biblia, a las madres:
1- Prepárese para el nido vacío.
2- Cuidado con la preferencia con los hijos.
3- No es bueno que las madres anden desnudas en casa.
4- Esposa o amante.
5- No consienta a sus hijos.
6- Madres, nunca pierdan la fe.
7- Las madres deben instruir a sus hijos.
8- Corregir a sus hijos.
9- Cuando los hijos son más sabios que la madre.
10- Herodías fue una mala madre
11- La mejor enseñanza es el ejemplo.
Vamos a orar:
Padre querido, te damos gracias por nuestras madres una vez más. Agradecidos Señor entendemos su sacrificio, entendemos su devoción, entendemos sus labores, sus cuidados y; por cada una de ellas te damos gracias. Señor, las cosas que hemos estudiado tienen que llegar a nuestro corazón y evitar cualquier situación que vaya en contra de lo que tu palabra preciosa nos habla. Bendice a las madrecitas.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador. Si nunca antes usted le ha dicho a Dios: ¡Señor yo tengo necesidad de ti, he cometido tantos pecados y tantos errores, te he ofendido tanto! Señor en este día yo te pido perdón por mis pecados. Si hay alguien que quiere recibir a Cristo como Señor y Salvador ahí donde está, la invitación es para usted. Yo le invito que ahí donde está se ponga de pie o levante su mano, déjenos orar por usted. Habrá alguien que se va a acercar para ayudarle con esta decisión que es tan, pero tan importante. Si usted quiere entregarle su corazón al Señor comience hoy.
Usted que nos ve por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe dígale: “Señor en este día te pido perdón por mis faltas. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, por poner tu cuerpo y derramar tu sangre preciosa. En este día te recibo como mi Señor y mi Salvador personal”. Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su Santa Palabra.
Señor gracias por tu palabra. Que la atesoremos en nuestros corazones, Padre Santo. En el nombre de Jesús, amén y amén.
Consejos de la Biblia a las madres II
May 21, 2023 – 1:30PM | Deuteronomio 5:15 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
La semana pasada celebramos el día de las madres y vimos consejos para ellas. El sermón de este mediodía es la continuación del sermón del domingo pasado del día de las madres. Vamos a abrir la palabra del Señor en el libro de Deuteronomio.
Deuteronomio 5:16 (RV-60): 16Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Comenzamos, el domingo pasado, estudiando los Consejos de Dios a las madres (I), hoy continuaremos con el mismo tema: Consejos de la Biblia a las madres (II). Quiero que sepa que la Biblia es imparcial cuando se trata de dar consejos. Yo entiendo que la inmensa mayoría de las madres son buenas, pero no todas son buenas.
Entonces, la semana pasada estudiamos los siguientes consejos:
- Prepárese para el nido vacío. Génesis 2:24 (RV-60): 24Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
- Cuidado con la preferencia por los hijos. Génesis 25:27-28(RV-60): 27Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. 28Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; más Rebeca amaba a Jacob.
- La desnudez de la mamá. Levítico 18:6-7 (RV-60): 6Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová. 7La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez.
- Esposa o amante. Hebreos 13:4 (RV-60): 4Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adultos los juzgará Dios.
- Madres no consientan a sus hijos. Proverbios 29:15 (RV-60): 15La vara y la corrección dan sabiduría; Más el muchacho consentido avergonzará a su madre.
- Madre nunca pierda la fe. ¡Nunca!
En esta oportunidad, vamos a estudiar otros consejos más.
- Madre, debe instruir a sus hijos.
Proverbios 1:8 (RV-60): 8Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre.
La dirección tiene que ver con instrucción, tiene que ver con enseñanza, tiene que ver con guía. La madre tiene una gran influencia sobre los hijos; ellos estuvieron en su vientre, y esa relación emocional que se posee es diferente comparada con la de un papá. Entonces se trata de que las madres utilicen esa influencia para instruir, para enseñar, para guiar a los hijos.
Hay muchas cosas que se pueden enseñar. Ahora, todo esto requiere tiempo. Se trata de dejar la novela a un lado, posponer aquellos compromisos; y yo entiendo que vivimos tiempos complicados. Se viene del trabajo cansado, hay que hacer cosas en la casa; se da el caso de familias donde el papá tiene que trabajar, la mamá tiene que trabajar y cuesta mucho, es difícil. Usualmente, en el sistema general, lo que sucede es que el hombre trabaja y la madre se queda con los hijos, batallando con los muchachos. Esto no te es difícil, pero hay metodologías, hay formas de poder enseñar a los hijos.
La iglesia le ayuda a usted un poco, con la instrucción a sus hijos, pero la Biblia no responsabiliza a la iglesia para la instrucción de los muchachos, responsabiliza a los padres. Hay que aprender mamá, no solamente se trata de estar buscando cosas en Facebook que no que no le ayudan, tiene que buscar la manera de ¿cómo hacer para educar a mi hijo? Yo puedo percibir que mi hijo tiene este problema, ¿cómo puedo ayudarle?, ¿qué es lo que puedo hacer? Pero hay cosas que son fundamentales, que son básicas, por ejemplo: ¿Qué cosas debería una madre enseñar a sus hijos?
La primera: Que conozcan a Dios. No que sepan de Dios, porque de Dios sabe todo el mundo, es que lo conozcan de una manera personal, que ellos puedan decir: yo conozco al Señor, yo conozco a Dios. Y ese puede ser un trabajo de la madre, enseñarle a su hijo, enseñarle a su hija, que conozcan a Dios, que amen a Dios por encima de todas las cosas. Imagínate qué lindo sería saber que nuestros hijos crecen con temor de Dios, crecen con el conocimiento de Dios. Enséñales a sus hijos que amen la Bendita Palabra del Señor. Que amen la iglesia, que es la casa de Dios. Que tengan temor del Señor.
Deuteronomio 4:9 (RV-60): 9Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Deuteronomio 6:6-9 (RV-60): 6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y la repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. ¿Sabe qué está diciendo? Que hay que meterles la palabra hasta por las narices a los hijos, eso es lo que está diciendo.
Esas son las cosas que la palabra de Dios nos enseña. Podemos enseñar a nuestros hijos cantidad de cosas, por ejemplo:
Los valores, se aprenden en casa. Estábamos escuchando sobre los mandamientos en la casa de oración los días viernes. Los mandamientos se aprenden en casa, el no robar se aprende en casa; si sus niños llevan una chaqueta a su casa y usted sabe que no es de él, pues le pregunta ¿de quién es? Te dicen: ¡Ah no, pero estaba tirada, no es de nadie! ¿Cómo que no es de nadie? Pues vamos, agarre camino, vaya y busque al dueño. Esa experiencia le debe quedar marcada en el corazón, marcada en la mente a su hijo. Saber que lo que es ajeno no se toca. Son valores, se aprenden en casa.
Hay que enseñar a los hijos tantas y tantas cosas. A ser responsables, por ejemplo. Yo sé que una de las cosas que hemos fallado muchísimo, y que para algunos es tarde ya, es el hecho de enseñar a los hijos a ser ordenados. Es más fácil para un padre comprar un rótulo, en una tienda de un dólar, que diga: “zona de desastre” y pegarla en la puerta, porque ya no hay más nada que podamos hacer. ¿Por qué no quieren algunos hijos que lleguen visitas a la casa? Porque pueden ver su cuarto desordenado, y esas son cosas que se enseñan desde muy temprana edad.
Debemos enseñar a los hijos a escoger a sus amistades. Casi siempre, esto es por regla general, cuando un muchacho aprende a fumar marihuana es porque anda con un marihuano; es que eso es bíblico. (Proverbios 13:20) 20El que con sabios, sabio será; Más el que se junta con necios será quebrantado. Pero entonces si usted le dice: “a mí no me gusta que andes con Toñito”. Esa es de las cosas más equivocadas que usted les puede decir a sus hijos. ¿Por qué? Por una sencilla razón, porque (Proverbios 22:15) dice: 15La necedad está ligada en el corazón del muchacho; ¿Entonces qué pasa? Usted le dice: no; y ¿qué dice el niño?: Sí. Dígale a unos cuántos jóvenes, a mí no me gusta esa muchacha por tu novia, y usted la agarra contra la muchacha y se pone más necio el chamaco. Usted tiene que dar consejo acerca de situaciones; ejemplo: Mire hijo, si usted ve alguno de sus amigos hacer (determinada cosa) aléjese de él. No le diga: ese muchacho no me gusta, esa fulana no me gusta. ¿Por qué? Porque por naturaleza somos rebeldes. Si usted tiene una amiguita hijo y esa amiguita de buenas a primera le está diciendo vente al cuarto conmigo, ¡Tenga mucho cuidado hijo!
Yo fui bien duro con mis hijos. Mis hijos jamás en la vida se fueron a dormir a la casa de nadie. David, el mayor, creo que cuando tenía 18 años por primera vez fue a dormir a la casa del hermano Tony Castro, con sus hijos. ¡Y a mí que! Los hermanos de la iglesia me decían: ¿pero por qué usted está tan cuadrado? Sí, soy cuadrado ¿y qué? Ahora ya pasaron los años y uno escucha historias. “Es qué lo que pasa es que nos quedamos en la casa del primo y llegó el amiguito del primo, y entonces me comenzó a tocar”. Ahora, ya que pasaron los años uno comienza a escuchar cosas y uno dice: ¡Gracias a Dios! Y hay personas que dicen: no, cómo va a creer, si es en la casa de mi hermano. ¿Y quién es su hermano? Por amor de Dios, los padres somos los últimos en darnos cuenta que andan haciendo nuestros hijos, por amor de Dios. Le digo más, si Dios se los dio, es para que se preocupe por ellos hasta que sean adultos; después que vayan a dormir donde prefieran, pero las enseñanzas ya se les dio usted. Mi responsabilidad ya la cumplí. Enseñe a sus hijos a escoger buenas amistades.
- Hay que corregir.
Proverbios 29:17: 17Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.
Mire usted, dos cosas en este versículo: descanso y alegría. Hay madres que llegaron a la mayoría de edad y no tienen paz en su corazón. Son las cuatro de la mañana con los ojos pelados y preguntándose: ¿Dónde estará Toño ahorita? ¡Ay Señor, protege a mi hija que se desgraciado no la vaya a tocar! Y ya está más trasteada que otra cosa la muchacha, si tiene años que no llega a dormir temprano. La Biblia habla de corregir y esto te va a dar dos cosas: descanso y alegría, que son dos cosas de mucho valor. La alegría tiene que ver con la paz, la tranquilidad del alma, la felicidad, el contentamiento, la plenitud.
No le celebre a sus hijos los malos hábitos. Una de las cosas con las que los hijos batallan muchísimo y con los que se puede corregir hoy en día es con las salidas, porque los hijos ya no piden permiso para salir. ¡Voy a ir con fulano! ¿Y a quién le pidió permiso? Ya el chamaco hace planes y usted le pregunta el día siguiente: ¿A qué hora viniste? Temprano, dicen. ¡Claro, temprano, si acaba de llegar!
Cumpla sus castigos. No amenace a su hijo con castigarlo con una salida, si no lo va a castigar. Me acuerdo que el hermano Toby, el papá, cada vez que nos veíamos, ya sea en El Salvador o en otro lugar o acá, la pregunta de siempre era: ¿Por cuánto tiempo está castigada la Marcela? ¿Por cuánto tiempo está castigado el David? ¿Cuánto han castigado al Thimy? Porque mi esposa decía castigado tres meses. Y eso no se debe hacer. Eso quebranta el corazón del muchacho. Usted no puede hacer eso. Y luego cometo otro error, otros tres meses de castigo. Yo un día le dije a mi esposa, si yo no me voy porque no tengo dónde irme pues. Y gracias a Dios que a mí no me castigan no porque estaría castigado de por vida. Pero si usted sabe que a sus hijos les encanta salir y que planifican, porque ellos no piden permiso, castíguelo con una salida y cúmplalo. Cúmplalo, porque si no lo cumple van a jugar con usted. Usted no es mamá, es juguete de ellos y para colmos los conscientes. Ellos saben lo que le tienen, de qué manera tratarla para que usted los deje ir y a veces tiene que negociar. Hay que negociar las cosas, un cuarto limpio, recoger el popó de los animales. En nuestro caso, por ejemplo, mi esposa a uno de mis hijos, él no puede ir ni a la esquina, si primero no camina al perro. Son situaciones, pero son cuestiones que se pueden negociar en el lugar.
- Cuando los hijos son más sabios que la madre.
Algunos puntos que nos van a ser de mucha satisfacción a algunas personas. Quiero que le ponga atención a lo que vamos a explicar. Leamos:
1 Reyes 15: 9-13 (RV-60): 9En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá. 10Y reinó cuarenta y un años en Jerusalén; el nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom. 11Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. 12Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho. 13También privó a su madre Maaca de ser reina madre, porque había hecho un ídolo de Asera. Además deshizo Asa el ídolo de su madre, y lo quemó junto al torrente de Cedrón.
2 Crónicas 15:16 (RV-60): 16Y aún a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.
Recordemos que estaba divido en Israel (norte) con 10 tribus y Judá (sur) con 2 tribus. Hay algunos estudiosos que piensan que no es la madre sino la abuela; pero lo que me quiero referir en este caso es que es extraordinario de la excepción a la regla. ¿Cuándo es que un hijo o una hija no debe someterse a las creencias a las tradiciones a los rituales a la cultura o a las prácticas de una madre? Había un joven acá con nosotros en la iglesia que él no recibía a Cristo porque resulta que antes de morir su madre le dijo nunca vayas a cambiar de religión. Y me dice: Nosotros somos católicos, pastor. Me dijo, yo escucho de recibir a Cristo y me dan ganas de recibirlo, pero yo tengo que cumplir el último deseo de mi madre que yo no debería de cambiar de religión. Y le digo, en primer lugar: nosotros no somos una religión, somos una fe en Jesucristo, por la religión la gente llega al punto hasta de matar incluso. Entonces en este caso hay una pregunta que debe hacerse todo hijo: ¿Debo yo morir en la religión de mis padres? ¡Ay es que mi madrecita santa! ¡Ay es que mi abuela santa! Aquí tiene usted un caso bien claro, es más, no la hizo reina, le quitó el privilegio y le dijo: yo no puedo ponerte como reina madre en este reino simple y sencillamente porque eres idólatra, porque hay un solo Dios en los cielos y ese es Jehová. Y mire hermano así comienza la cosa, porque si este rey hubiera puesto a su mamá como la madre reina, la señora comienza una nueva secta, la señora comienza la idolatría.
Hay personas que se han convertido al evangelio aquí en nuestra iglesia, y el temor más grande de ellos es: regresar a su país y contarles a sus padres lo que hicieron. Hay personas que me han dicho: mi mamá me mata si se da cuenta que ahora soy evangélico. Y le digo: ¿No será que el Señor te rescató a ti, no será que el Señor te levantó de las tinieblas, te trajo a la luz admirable de Jesucristo para que tú le testifiques a tu familia? Las consecuencias en las manos de Dios. Pero no venga usted a decir que si su mamá practica cualquier religión usted tiene que seguir los mismos preceptos. Hay ciertas cosas que no son así mis amados.
Hay cierta cultura de nuestros países que es triste en realidad; por ejemplo: ¡mi madre aguantó tanto a mi padre! Un hombre borracho, que le daba un dinero el día que le pagaban y a la vuelta de tres días se lo estaba quitando otra vez. Mi madre cuenta cómo mi padre apagaba los cigarrillos en el pecho de ella. Yo le digo: mamá, ¿por qué no lo dejó? No, es que a uno le han enseñado sus padres que uno tiene que aguantarse. ¿Dónde encuentra usted esto acá (en la palabra de Dios)? Si la palabra del Señor dice que a paz nos ha llamado el Señor. Si Dios nos habla de ser bienaventurado. Dios nos habla de estar con nosotros, que el bien y la misericordia de Jehová nos seguirán todos los días de nuestra vida. Eso es lo que nos enseña la escritura. ¡Oh! Pero es que los preceptos. “Porque mi abuela, mi bisabuela, no sé quién vivió con su marido por 80 años”; sí, pero de los ochenta, ¿cuántos felices?
Al fin y al cabo, de que nos equivocamos, nos equivocamos, ¿o habrá alguien aquí que no se haya equivocado? De que cometemos errores, los cometemos, pero eso no significa que vamos a tener que estar aguantando situaciones el resto de nuestros días.
Si su mamá, si su abuela, practican cualquier tipo de religión, adoran cualquier ídolo que no sea Jehová el Dios de Israel, usted no tiene porqué seguir lo que ellos están haciendo. Mi abuela tenía santos y figuras de santos, en todas las esquinas de la casa. Había velas encendidas en todos lados, llevaba beatas a la casa para hacer rezos, practicaban novenario, practicaban cantidad de cosas. Nosotros éramos ignorantes, vivíamos en la ignorancia, vivíamos en las tinieblas; pero de ahí nos rescató Dios. ¡Aún a mi abuela! Mi abuela conoció a Jesucristo, le entregó su vida. Ella acostumbraba a viajar a México, lo hizo quizás por unos 20 años consecutivos, con el cura del pueblo; católica hasta decir ya no. Mi abuela fumaba un cigarro tras otro. El día que la invitaron para ir a la iglesia, ese día dijo: No, no puedo ir porque me van a dar ganas de fumar. Y le dijo la amiga (¡Gloria a Dios por esa amiga!) No importa, véngase. ¿Sabe qué le dijo? Si le dan ganas de fumar se sale y se echa el cigarro ahí afuera. Y mi abuela dijo: si es así, entonces voy. Agarró sus dos cajetillas, la metió en su cartera y se fue para el culto el día domingo. Entró al servicio, entró a la iglesia, escuchó las alabanzas, escuchó la predicación, escuchó la Palabra del Señor, salió del culto, agarró las dos cajetillas y las tiró a la basura; y nunca más en la vida se volvió a formar un cigarrillo a partir de ese día. La conversión de mi abuela cambió todas las cosas. Fue a quitar los santos y a partir de ahí tuvimos casa de oración. Yo siempre dije que yo tenía la impresión que Dios estaba en la oscuridad porque siempre andaba comprando lámparas para la casa de adoración. Y lámparas por aquí, lámparas por allá. Pero se convirtió el evangelio. Entonces, que se conviertan ellos al Dios verdadero, no nosotros a los ídolos.
- Herodías fue una madre mala.
Quiero hablar de una señora, una madre que fue muy mala; y vamos a ver el trasfondo. Lo lindo e que la Biblia es imparcial. La Biblia no te dice y todos los reyes fueron lindas personas, te dice que hubo reyes que fueron malos. Te habla de David, el dulce cantor de Israel, el hombre conforme al corazón de Dios; pero también te dice que hizo maldades; esa es la palabra del Señor.
Marcos 6: 17-28 (RV-60): 17 Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. 18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. 19 Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. 21 Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, 22 entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. 23 Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino. 24 Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. 25 Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 26 Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. 27 Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. 28 El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.
Herodías, una madre muy mala, estaba enojada con la verdad, enojada con la reprensión, enojada con la corrección, ¿por qué? Porque no andaba bien. Esto pasa en las iglesias también. Hay mujercitas que no le gusta que se le diga nada, ¿sabe por qué? Porque saben que no andan bien. Cuando hablamos mal de las suegras, si usted es una buena suegra debería sentirse feliz; pero si usted le encanta meterse en la vida de su nuera sin lugar a dudas que se va a molestar cada vez que yo mencione la palabra suegra; ni la mía se enoja, yo molesto con mi suegra, pero es una buena suegra. Es que las personas que andan mal, no les gustan que les digan las verdades. Cuando yo hablo aquí de grupos que se reúnen para ir a chupar (beber), se enojan y ahí comienzan a mandarse textos entre uno y otro. ¿Qué quiere que haga yo? ¿Que deje de predicarle esto?
Esta señora, Herodías, estaba mal pues no andaba haciendo cosas buenas. Tenía un mal corazón, porque para pedir la cabeza de un siervo de Dios tenía que tener un mal corazón. Y es que hay personas que no dan nada por el evangelio, no dan nada por la iglesia. Hablan mal de las iglesias como si estuvieran hablando de sus zapatos. Hablan mal de los pastores como si estuvieran hablando de sus chanclas. Es más sabio quedarse calladito y hacerse a un lado, es más sabio eso, ¿por qué? Porque hay gente que habla cosas que no saben ni lo que dicen, y esto es delicado, porque criticar es fácil. Cuando comienzan a criticar a alguien delante de mí, yo digo: ¿por qué mejor no van ustedes y hacen lo mismo o hagan algo mucho mejor de lo que se ha hecho acá por 34 años? ¿No cree usted que, si hacemos las cosas de esta manera, es porque ya pasamos por alguna situación cuarenta veces, y esta es la mejor forma de solucionarlo? Hay personas que ignoran fundamentos bíblicos, ignoran principios básicos fundamentales de las escrituras, el verdadero significado de la iglesia. Y aquí, en la escritura, tenemos a una persona lastimosamente mala.
Había una familia que cuando terminaba el servicio del mediodía se iban a su casa y la señora comenzaba a decir: “A mí no me gusta que el pastor dijo tal cosa, a mí no me gustó que el pastor dijo tal otra, a mí no me gustó aquí, a mí no me gusta”. Y eso lo hacía todos los domingos de la vida, todos los domingos. Un día el chamaco, el menor que ya era grandulón, cuando la señora dijo vámonos para la iglesia, dijo el chamaco: yo no quiero. ¿Cómo que no quieres?, le dijo a la señora. ¿Y por qué no quieres ir? Y el chamaco le dijo: ni tú deberías ir, ¿si yo no sé por qué vas a la iglesia, si tú criticas todo? Criticas al pastor, criticas a los maestros, criticas a los que están en la entrada. Nada te gusta. No sé por qué vas. ¡Se da cuenta cómo se puede dañar el corazón de una familia! Estas cosas pasan. Si hay alguna cosa que a usted no le parece, mire hermana, con su esposo coméntelo pero que sus hijos no escuchen para guardar el corazón de ellos.
Ahora, yo como Pastor no le puedo poner atención a cada persona de esta iglesia porque todo el mundo atraviesa por diferentes ciclos. Por ejemplo, madres primerizas tienen un ciclo porque tienen al becerro de oro allá en la escuela dominical. ¡Ay! ¡Ay! Cuidadito si pega un grito el niño. Yo tengo madres que se han ido de la iglesia porque no se les permiten sus bebés en el santuario. ¿En 34 años cree que lo hemos permitido? No. ¿Se quiere ir? Váyase, pero no vamos a hacer un relajo aquí adentro. Nosotros aquí venimos a escuchar la Palabra del Señor, mientras personas que han sido adiestradas, capacitadas, están cuidando a sus hijos. Pero son ciclos. Cuando le nace el tercero regresan. Ya le dicen: si gritan ni me llame. Ahora, si le ponemos atención desde la primera vez no existiríamos como iglesia, no existiríamos; porque hay personas que pueden pasar cuarenta largos años sentados en una silla de esta iglesia y nunca aprender nada. Y salen de la casa del Señor, de la iglesia, y siguen hablando de la misma manera como si nunca hubieran conocido a Dios. Es que la iglesia aquí, es que la iglesia allá. Hay gente que piensa que la iglesia es la correccional, que nosotros estamos aquí para resolverles los problemas a sus hijos. ¡Eso es su problema, no el de la iglesia!
- La mejor enseñanza.
Tito 2:7(RV-60): 7presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad.
Es que hermano, usted ya escuchó mil veces que las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. Los hijos se fijan en todo, no me venga con esa historia de: Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. ¡No sea iluso hombre! Los hijos ven cosas, ellos van a querer repetirlo y nunca le van a decir.
Mi madre fumando me dijo a mí que me iba a matar el día que fumara ¿y adivina qué? Aun así aprendí, con la amenaza de que me iba a matar. Un día me fui a una montañita con mis primos que habían venido de Estados Unidos y habían traído cigarros desde allá, por poco me ahogo, una sola vez lo probé. Nunca más en mis 61 años de edad.
Los hijos se fijan en sus malas palabras. ¿Y después va a venir a regañar a sus hijos porque son malcriados? ¡No friegue usted! Sus malas actitudes, los gritos a su esposa, las cosas feas que habla usted de su marido. ¿Usted cree que no se fijan los chamacos? Por supuesto que se fijan. ¿Y sabe qué es lo triste del asunto? Es que cuando ellos se casan las historias se repiten, las historias se repiten. Hijos consentidos o malcriados, llegan a viejos y malcriados. Hijo consentido no tienen compostura. ¿Por qué? Porque se convierten en personas inmaduras el resto de sus días, pero quiere que el mundo se ponga sus pies.
2 Timoteo 1:5 (RV-60): 5 Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
Recapitulando los Consejos de la Biblia, a las madres:
1- Prepárese para el nido vacío.
2- Cuidado con la preferencia con los hijos.
3- No es bueno que las madres anden desnudas en casa.
4- Esposa o amante.
5- No consienta a sus hijos.
6- Madres, nunca pierdan la fe.
7- Las madres deben instruir a sus hijos.
8- Corregir a sus hijos.
9- Cuando los hijos son más sabios que la madre.
10- Herodías fue una mala madre
11- La mejor enseñanza es el ejemplo.
Vamos a orar:
Padre querido, te damos gracias por nuestras madres una vez más. Agradecidos Señor entendemos su sacrificio, entendemos su devoción, entendemos sus labores, sus cuidados y; por cada una de ellas te damos gracias. Señor, las cosas que hemos estudiado tienen que llegar a nuestro corazón y evitar cualquier situación que vaya en contra de lo que tu palabra preciosa nos habla. Bendice a las madrecitas.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador. Si nunca antes usted le ha dicho a Dios: ¡Señor yo tengo necesidad de ti, he cometido tantos pecados y tantos errores, te he ofendido tanto! Señor en este día yo te pido perdón por mis pecados. Si hay alguien que quiere recibir a Cristo como Señor y Salvador ahí donde está, la invitación es para usted. Yo le invito que ahí donde está se ponga de pie o levante su mano, déjenos orar por usted. Habrá alguien que se va a acercar para ayudarle con esta decisión que es tan, pero tan importante. Si usted quiere entregarle su corazón al Señor comience hoy.
Usted que nos ve por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe dígale: “Señor en este día te pido perdón por mis faltas. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, por poner tu cuerpo y derramar tu sangre preciosa. En este día te recibo como mi Señor y mi Salvador personal”. Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su Santa Palabra.
Señor gracias por tu palabra. Que la atesoremos en nuestros corazones, Padre Santo. En el nombre de Jesús, amén y amén.