Trabajados y Cansados
mayo 22, 2022 – 1:30PM | Mateo 11:28 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
En esta tarde yo quisiera traer un mensaje de consuelo, que a veces es necesario. Vamos a estudiar Mateo 11: 28 (RV-60), Jesús dijo: 28Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
En la Nueva Traducción Viviente (NTV) Mateo 11:28, el mismo versículo, dice: 28Luego dijo Jesús: vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.
A veces tenemos a una persona al lado nuestro que lo vemos contento, alegre, cantando, pero no sabemos ¿qué es lo que está pasando en su corazón? Así es que, en este momento vamos a orar. Vamos a poner este mensaje en la mano del Señor, de una manera, en silencio donde usted está, interceda por las personas que están al lado suyo.
Caras vemos, corazones no sabemos. ¿Quién sabe la angustia, la tribulación por la que una persona está pasando? ¿Quién sabe aquel que perdió el trabajo y le quedan nueve días para pagar la renta y qué cosas tiene que dejar de hacer para poder salir adelante con ese compromiso? Estas familias que están en el hospital ahorita con sus seres queridos porque están muy graves, no sabemos.
Oremos: Padre al leer esta palabra maravillosa que es una invitación tuya, de acercarnos a ti, todos los cansados, todos los trabajados, aquellas personas que han llegado al punto del cansancio emocional, exhaustos; Señor yo te pido que nos hables al corazón. Háblanos, bendice en nuestras vidas y oramos por todos aquellos que están pasando momentos difíciles. Ten misericordia mi Señor Jesús. Trae paz a nuestros corazones, sana las heridas, bendice a cada persona. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
En esta oportunidad quiero predicar a personas que están cansadas, personas que por mucho tiempo han llevado cargas muy pesadas. He platicado con varios hermanos últimamente que viven con personas enfermas, y usualmente nosotros oramos por los enfermos y nos olvidamos de las personas que viven en esa casa, que también llevan una carga bastante pesada. Quiero predicar a personas que están desanimadas.
El mensaje se llama “Cansado y desanimado, al borde de tirar la toalla”.
Quiero predicar a personas que se sienten abatidos al punto de la depresión. Las personas que han caído en un estado de derrotismo. A personas cansadas de batallar con su entorno y por más que se esfuerzan no ven resultados y tampoco sienten la ayuda de nadie a su alrededor. El Señor Jesús dijo: “venid a mí todos los trabajados y cansados”.
El predicador inglés Charles Spurgeon, Pastor del Tabernáculo Metropolitano en London, en el Reino Unido, en uno de sus libros él dice que la palabra trabajado en este versículo se usa para describir un bote, una lancha o un barco, que está a punto de hundirse.
He escuchado a personas que me dicen: “Pastor siento que me hundo, siento que me ahogo, siento una profunda tristeza”, me dijo un hermano querido en Cristo; un hombre de mucha fe. Porque hay que entender esto: el hecho que seamos cristianos por tantos años, el hecho que conozcamos a Dios por tantos años; no significa que no tengamos momentos de tristeza, momentos de debilidad, momentos de cansancio o desánimo.
Una hermana en Cristo me dijo: “Pastor yo siempre he sido una mujer fuerte, pero en estos momentos he tocado fondo; siento que me desmorono, me siento débil, me siento vulnerable en mi fe”.
Me decía otro hermano: “Me siento irritable, sin esperanza, cansado y con rabia por la impotencia; porque no hay nada que yo pueda hacer en la situación que me encuentro”.
Un hermano me dice: “soy el mayor de cuatro hermanos, perdí a mis padres hace muchos años. A mí me ha tocado ser padre y madre con mis tres hermanos. Hemos pasado tiempos difíciles pero los hemos superado. Ahora, ya viejo, me siento solo y abandonado”. Y menciona cuantos años tiene en su fe.
Otro hermano dice: “soy creyente desde hace muchos años, no sé lo que me pasa creo que es una batalla espiritual. He perdido el interés, tengo apatía por todo, he perdido hasta el apetito, ¿pueden orar por mí, por favor?
A veces nosotros pensamos que el hecho de que seamos personas de fe, no vamos a atravesar por situaciones como estas. Es cierto que la Biblia nos manda a exhortar, a corregir a las congregaciones, pero también Dios, es un Dios de consuelo en momentos complicados, en momentos difíciles. Cuando se habla de eso, hay todo tipo de personas, hay gente que se queja de todo; pero hay personas también que sufren en silencio. Hay personas también que no están acostumbrados a llorar, o no quieren que sus hijos los vean llorar, y deciden ir a dar un paseo y derramar lágrimas ellos solos, o allá en su intimidad.
En la Biblia encontramos varios ejemplos de personas que estaban cansados, desgastados emocionalmente. No somos Superman, ni el Hombre Araña, ni el Capitán América. (Todos ellos estaban el día de los Oscar y ninguno puedo salvar al comediante).
David. Fíjate que la Biblia dice que David era el hombre conforme al corazón de Dios. El rey David era un hombre fuerte. El rey David acabó con el gigante Goliat, sin embargo cuando se le murió su hijo, dice en la escritura, pasó la noche acostado en tierra. Los ancianos de su casa fueron a él para hacerlo levantar de la tierra, más él no quiso. Dice la escritura que no comió pan, que no quería oír la voz de nadie y que se la pasaba llorando. El rey David, sí, ese gran hombre de fe.
Es que a veces amados míos, nos gana las emociones. Aunque seamos hombres de fe, aunque usted sea una mujer de fe, pero el cansancio emocional es tan grande que te puede doblegar en un momento. Porque vemos a ese David frente a ese gran gigantón decirle: “Tú vienes a mí con espada y con tantas cosas. Yo vengo en el nombre de Jehová, Dios de los Ejércitos, a quien tú has provocado”. Y ahora lo vemos cansado. Salmos 38: 4 (RV-60) (David dijo): Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí. Eso le ocurrió a David y no fue el único.
Elías. ¿Sabe que dijo el profeta Elías? En 1ero de Reyes 19: 4 (RV-60) Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Si amados míos, el gran profeta.
Ahora, dígame una cosa: ¿cómo murió Elías? No murió. Fue uno de los grandes profetas, fue trasladado el cielo en un carro de fuego. Y ese es el mismo que tenemos aquí diciendo: “Señor, ¿sabes qué: por qué no me matas mejor?”. Porque había huido de una mujer que lo quería matar, porque había caminado muchísimo tiempo por el desierto, porque tenía hambre, porque estaba cansado, porque estaba exhausto.
Jonás. Mire lo que dijo en Jonás 4: 3 (Rv-60) Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
Job. Si, por supuesto que dijo (Job 1:21): Jehová dio, Jehová quitó. (Job 2:10) Reprendió a su mujer: Como cualquier mujer fatua, has habado. Si mis amados pero en Job 3: 11 (RV-60), mire la queja de Job: ¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre?
Jeremías. El profeta a quien Dios le dijo: “Que antes de que naciera, lo había dado por profeta a las naciones”. En Jeremías 20: 14-18 (NVI): 14Maldito el día en que nací; el día que mi madre me dio a luz no sea bendito. 15¡Maldito el hombre que alegró a mi padre cuando le dijo: “Te ha nacido un hijo varón”! 16¡Que sea tal hombre como las ciudades que el Señor destruyó sin compasión. y alaridos de guerra al mediodía! 17¿Por qué Dios no me dejó morir en el seno de mi madre? Así ella habría sido mi tumba, y yo jamás habría salido de su vientre. 18¿Por qué tuve que salir del vientre solo para ver problemas y aflicción, y para terminar mis días en vergüenza? Dígame usted, ¿si mi querido profeta no estaba pasando por un momento terrible?
Y muchas personas tienen miedo de hacerse una pregunta, tienen miedo de hacerse la pregunta: ¿Será que Jesús pasó un momento de depresión?
Recordemos que Jesús fue cien por ciento Dios, pero también cien por ciento hombre. Tuvo hambre, tuvo sed, durmió. Mateo 26: 38 (Rv-60) Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte, quedaos aquí, y velad conmigo.
Hay una porción de la escritura, que no sabemos cuándo sucedió, que la mención del escritor del libro de Hebreos. Dice Hebreos 5:7 (RV-60): Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Estando en la cruz él clamó: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado desamparado, me has dejado solo?
Es decir, podremos ser los grandes gigantes en la fe, pero hay momentos de difíciles hermano. Podemos ser los grandes hombres que hacemos y deshacemos cualquier cosa; pero también somos seres humanos emocionales. Que las cargas en realidad, a veces te terminan tirando al piso.
¿Y cuáles son entonces las causas del cansancio emocional y el desánimo?
A veces: enfermedades, problemas en el trabajo, en el matrimonio, con los hijos, problemas económicos. Te quitan el trabajo y te habla tu mamá para pedirte dinero. La mujer te amenaza con dejarte. Saliste a la calle para tomar un poco de aire fresco, vienes con las llaves en las manos y el carro no está afuera. Lo reportas a la policía, la policía te dice: no se lo robaron, aquí dice el reporte que lo trajeron porque hace cinco meses que no lo pagas.
Jesús dijo: “Venid a mí.”
Cuando muchas cosas malas están pasando en tu vida. Cuando te llega una, y te viene otra, te viene otra, y te viene otra. Cuando tú dices: “Ay, menos mal que ya voy a recibir ese dinerito y voy a salir adelante”. Te llega la carta a la casa; ¡ay al fin me llegó el cheque! Lo abres, el gobierno te dice: “lamentamos decirles que nos hemos quedado con el dinero porque usted hace como diez años que no nos paga (tal cosa).
Muchas cosas pasando al mismo tiempo que te hacen preguntarte: ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Será que estoy cosechando lo que he sembrado? ¡Pero si yo me he puesto a cuentas contigo Señor! ¿Por qué salgo de una y entro en otra, por qué Señor? ¿Qué hago ahora, estoy en una situación tan complicada?
Jesús dijo: “Venid a mí.”
Un futuro incierto (En Canadá). Especialmente, aquellas personas que están nuevas en este país.
Hace 15años vivimos tiempos de incertidumbre en esta iglesia. Hermanos, igual que siempre, cantidad de gente nueva entrando a Canadá. Personas que aplicaban para refugio, y resulta que teníamos una gran cantidad de familias aquí en la iglesia. Se armó una guerra, no me acuerdo donde fue, creo que fue en Afganistán. Entonces inmigración tomó los folios (expedientes-documentos) de todas las personas latinas que teníamos aquí en la iglesia, los pusieron a un ladito en cajas y comenzaron a dar refugio a las personas que venían del Medio Oriente. Pasaron seis largos años que la gente no recibió ni una sola noticia de parte de inmigración. La primera familia recibió su carta después de seis años diciendo: que no habían sido aceptados. La siguiente semana dos familias más, y las siguientes semanas tres familias más, y la siguiente semana cuatro familias más, perdimos a 105 personas, hicimos la cuenta con unos hermanos. Miren llegamos a un momento de incertidumbre en la iglesia, que venía la gente al culto y la pregunta en lugar de decirle: ¿cómo estuvo la semana? Preguntábamos: ¿no ha llegado la carta? Mira qué terrible hermano. Las personas lloraban en las bancas de la iglesia, el día que recibían la carta diciendo que no calificaban, que no habían sido aceptadas, que tenían que regresar a su país. Incluyendo co-pastores de esta iglesia, que tuvieron que regresarse.
Entonces esto crea un desgaste terrible. Por años hemos visto personas desesperarse, por el futuro incierto en este país. Hay que vivirlo para saber qué triste es cuando alguien viene y te dice: “pastor yo vendí todo para venir, porque unos vecinos me dijeron que aquí era el paraíso; que se recogían los billetes con la escoba.” (Pero es que algunos no nos alcanza ni para comprar la escoba, eso no se lo dijeron).
A nosotros todas las semanas, las personas nos escriben para saber: ¿cómo les podemos ayudar nosotros para ellos venir, cómo hacer aquí, cómo hacer allá? Pero también hemos visto milagros. Porque una cosa si sabemos, “cuando es la voluntad del Señor no hay quien se oponga; que no te quepa duda.” Tenemos familias que entraron delante del juez. El juez vio a uno de los niños y dijo: “ay, que niño más bonito, ¿Cómo te llamas? ¿Cómo aquí? ¿Cómo allá? Bienvenidos a Canadá”. Ahí se acabó todo y los abogados no hablaron ni pío. ¿Quién le va a decir algo al juez ahí?
¿Qué hacer pastor con esa situación del futuro incierto? Pues esperar en Dios hermano.
Jesús dijo (Mateo 6:33) (Rv-60): Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas no serán añadidas. (Mateo 6:34) (Rv-60): Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta cada día su propio mal. Yo le vengo diciendo: “Dios conoce las intenciones del corazón.” “Dios mira el corazón.” Usted es una familia cristiana, usted conoce al Señor, usted llega a Canadá, usted busca una iglesia y se congrega en la iglesia. Dios honra a los que le honran. Pero yo conozco personas que tienen dos años aquí que usted les pregunta: ¿Cómo estás? Luego te dicen: Yo soy creyente por la gracia de Dios. ¿Dónde te congregas? Fíjese que no he encontrado iglesia. ¿Durante dos años?
Jesús dijo: “Venid a mí.”
Desgaste emocional en casa. Las parejas tenemos desacuerdos, todas. Pero cuando los pleitos, los gritos, las ofensas, los maltratos y las indiferencias son todos los días; eso cansa y desanima. Por más que la mujer le diga: ¿Hoy no me has dicho “amorcito”? Está bien “amorcito”
En las últimas décadas se le ha hecho más fácil a la gente tirar la toalla que seguir luchando. Esto cansa, eso no es vida. La Biblia dice: Que la paz, nos ha llamado el Señor. Cuando en la casa todo es crítica, cuando la casa todos son ataques continuos. Cuando los hijos están metidos en vicios y no quieren trabajar, no quieren estudiar, no quieren venir a la casa del Señor, no obedecen; usted no sabe que hacer con ellos.
Hay unos hermanos, de otra iglesia, que vienen de vez en cuando y hace poco me mandaron una fotografía de sus bebés. Si mal no recuerdo a su bebé lo presentamos aquí en esta iglesia, con tremendos cachetones. Me dice el hermano en un Whats´App: ¿Te acuerdas cuando mi hijo estaba pequeñito, me lo quería comer? Y hoy tiene casi 30 años y me arrepiento de no habérmelo comido.
Eso cansa hermanos, y tenemos una responsabilidad todos como cristianos que somos. No dejar que el diablo nos gane en la batalla. Porque hay familias, que me cuentan, que antes de salir para el culto, hay relajo en la casa. (tú nunca está lista, que tú nunca tal cosa. Y sale la mujer: como quieres que esté lista si tú no me ayudas solo tragas y tragas.) Pastor, íbamos para la iglesia que el pleito se puso tan grande, que no fuimos.
Desgaste emocional por fatiga. Personas que trabajan tanto, tanto y nunca les alcanza. Trabajos de largas horas, y sobre todo en un trabajo que a usted no le guste.
Había un hermano de México, no sé si era ingeniero o arquitecto, aquí estaba trabajando en la construcción (con una máquina) Cada domingo me venía a saludar, buena gente muchacho peloncito, me decía: “Pastor perdóneme, pero yo maldigo mi trabajo, todos los días pastor, me levanto a las cuatro de la madrugada”. Pero eso es lo que te da de comer, es lo que te hace pagar la renta. “Pues sí, ¿por qué usted cree que estoy trabajando?
Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Hay personas que me dicen: “Pastor tengo tres trabajos”. Si usted me viene a decir que tiene tres trabajos, bueno al menos que los esté administrando usted desde su casa, y usted esté tranquilito. Pero no lo puedo felicitar por eso. Usted cree que si usted horna a Dios con su trabajo (en sus días de trabajo), el día del Señor, se los dedica para Señor, Él va a renovar sus fuerzas y le va abrir oportunidades. Créame, no lo dio yo, lo dice la palabra. Honre a Dios, desde ahora hasta que Cristo lo llame.
¿Sabe que estaba pensando hace unos días? Yo tengo 33 años en esta iglesia, esta iglesia no es la misma de hace 30 años. Antes usamos vehículos para ir a recoger a personas que no tenían carro. ¿Y hoy? Zapatos de marcas, Mercedes Benz, vaya a ver los carros que están allá afuera. Ahora, no todo el mundo toma el consejo. Los hay tan bobos, que como el consejo es gratis, no lo toma. Porque no es posible que el haya ido tan bien a algunas personas que están aquí en este en este día. Hace años que nos sentamos a hablar yo les dije: “lo que tienes que hacer es esto, esto, esto y esto.” Y les ha ido tan, pero tan bien; que sus vidas han cambiado por completo. Yo nunca he cobrado cinco centavos por esos consejos. Pero, ¿sabes qué? Usted se va a cualquier cuate que viene aquí a dar dos tres consejos financieros, que le van a cobrar miles y miles de pesos, y a esos sí siguen. Aquí tiene más de treinta años escuchando los mismos consejos, del mejor consejero del mundo (Dios) y la gente hace lo que se le ronca a su santa gana; y siguen igual.
Desgaste emocional por cambios significativos en la vida. Te meten en un desierto. Un divorcio, una persona en prisión como ha sucedido. Pérdida de un ser querido, una larga enfermedad, desempleo, depresión. Tener un bebé, parece mentira pero esto, puede ocasionar un desgaste emocional increíble de algunas personas. Hartos de resolver problemas todo el tiempo, descuidos espirituales, decepción, traición, engaño, problemas que se extienden demasiado. También podemos cansarnos y desanimarnos. Hermanos cuando nos cansamos de tanto dar y de no recibir nada a cambio. Nadie aprecia lo que usted hace.
¿Cómo podemos encontrar las fuerzas para seguir adelante?
Hermano, Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados.” Él está diciendo lo que hay que hacer. (Vaya a Jesús) No te dice: busca al pastor, busca al psiquiatra, busca al consejero. Jesús te dice: Venga a mí, que yo os haré descansar. ¡Que rico hermanos!
¿Cuántos de lo que estamos acá disfrutamos descansar un rato?
La iglesia de Guadalajara, ahora tiene dos cultos, uno a las 11am y el otro inicia a las 3pm. El domingo pasado, cuando yo estaba allá, le dije al pastor: “yo necesito un ratito para ir a descansar. Voy al hotel, descanso y regreso; aquí voy a estar no te preocupes.” Y comienzo a hacer la cita del PCR. ¿A qué hora cree que me la dieron? A las 2 de la tarde, ¡pero es rico descansar!
El Señor te dice: “Yo te voy a hacer descansar”. Pero estamos hablando de ese cansancio que te ha drenado toda tu energía. ¡Atención! Cuando ya no salen palabras bonitas de la boca, cuando no se puede hablar tranquilamente porque sale un grito, porque ya llegamos al máximo nivel, ya cayó la gota que derramó la copa.
Pero mira estos versículos:
Salmos 46: 1 (RV-60) Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. ¡Qué rico, qué rico! Porque usted puede pasar diciendo: “Socorro, auxilio y no hay nadie por ahí. Pero Él dice que es el pronto auxilio, ahí está, a la par suya en la tribulación.
Nahúm 1: 7 (RV-60) Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Salmos 55: 22 (RV-60) Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
¡Bendito sea el nombre del Señor! Cuando ya no podemos con nuestra carga, cuando llegamos al punto máximo; ¿no te dice tira la toalla? No, no dice eso. Dice: echa sobre Jehová tu carga y él te sustentará. Él va a hacer un milagro en tu corazón. Él va a hacer un milagro en tu vida, a tal grado qué te vas a ir a acostar esperando en Jehová, buscando su rostro, buscando del Señor su misericordia. Y a la vuelta de un día, a los dos días ya te habrá pasado la situación que tienes en tu casa. Ya no vas a sentir lo mismo, a eso me refiero, usted.
Digo eso, porque en la relación de mi esposa y mi persona, yo no puedo pedirle a Dios que cambie a mi esposa. Pero yo le puedo pedir a Dios que me cambie a mí. Eso sí puedo trabajarlo yo. Que cambia mi esposa no, ya pasaron 35 años. Yo puedo pedirle a Dios que me cambie, y cuando ella me diga algo que yo tome las cosas con toda la tranquilidad del mundo, que no me moleste, que le dé la razón, que yo aprenda escoger mis batallas. A darme cuenta que la paz de mi corazón es muchísimo más importante que ganar una batalla en la casa. Esto si lo puedo trabajar yo, y confiando en el Señor que los próximos 35 años los trabaje ella, ¿verdad? Y Dios se manifiesta de esa manera, porque éste puede el momento de decir: ¡Ay si hubiera sido en otros tiempos, yo saco la caja de lustre! Sí pero, ¿te das cuenta como el Señor puede trabajar contigo? Y ahí vas a ver la misericordia del Señor. Echa sobre Jehová tu carga, él te sustentará.
Salmos 40: 29 (RV-690) El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Yo se lo decía un hermanito hace poco. “Pastor, dice, estoy cansado, siento que ya no puedo”. Le dije: “Mire, no le pida a Dios que le quite las cargas, porque Dios tiene una manera tan especial de trabajar amigo, que usted le pide no me ponga más cajas y éste pone tres más encima.” Pero cuando usted le dice: “bueno, ¿sabes qué?, ponga todas las cajas que quiera pero dame la fuerza que necesito.” Ahí cambia el asunto, ahí cambia la cosa.
Salmos 147: 3 (RV-60) El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. Dios sana, ahí está su respuesta si usted tiene su corazón quebrantado.
Dios da nueva vida. Esa persona que dice: “Es que yo no puedo perdonar a fulano, es que yo lo odio.” Se sorprenderá como Dios hace la obra en su corazón y en su vida, y usted puede llegar a amar incluso aquella persona que tanto le ha dañado, amarle en el nombre del Señor.
Jesucristo, es la única persona que te puede hacer descansar, nadie más. Por eso es que él dijo: “Venir a mí todos lo que están desgastados. Todos los que están cansados. Todas aquellas personas que ya no pueden más con sus cargas”. Aquellas personas que dicen: “¡Solo yo le echo gana pastor, es que solo a mí me toca, es que a mí nadie me ayuda, es que solo yo, ya me cansé pastor, ya me harté!” ,
Jóvenes, presten atención a estos mensajes, porque el problema es que si no le prestamos atención con el correr del tiempo, de tanto irnos dañando y diciéndonos cosas; llega un día que nos hartamos. Y repito, las últimas décadas la gente prefiere tirar la toalla que resolver situaciones; cuando Jesús te está diciendo: “Venga a mí todo el que está trabajado, todo el que está cansado, y yo te voy a hacer descansar”.
Vamos a orar, démosle gracias al Señor.
Padre te damos gracias por tu palabra. Tu palabra dice que cuando los justos claman Jehová oye y los libra de todas sus angustias. Que Jehová está cercano a los quebrantados de corazón. Que Jehová ayuda a los contritos de Espíritu. Que muchas son las aflicciones del justo, pero que de todas ellas le librará Jehová. Padre yo te pido nuevas fuerzas. Nuevas fuerzas para el cansado. Nuevas fuerzas para el desanimado. Nuevas fuerzas para aquellas personas que están a punto de tirar la toalla, para aquellas personas que tienen un cansancio emocional y han estado pensando en cosas, y tienen decisiones que tomar en su vida, que no son del agrado de Dios. Padre tu palabra es clara: “Venid a mí”. Tu palabra es clara: “Más buscad primeramente el reino de Dios”. Tu palabra es clara: “Tú nos harás descansar”. Tu palabra es clara Señor: “En Cristo vamos a recibir la fortaleza y las fuerzas que necesitamos”.
Mientras todos oramos, en esta tarde, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, y quisiera hacerlo hoy. Si usted me dice: “Pastor yo siento la necesidad de Dios en mi vida, yo necesito a Jesús en mi alma, en mi corazón”. No estamos hablando de cambiar de religión, ni de cambiar de iglesia; estamos hablando de comenzar una relación personal con Jesús. Dios le ama. Dios tiene un plan particular para usted, especial para usted. La Biblia dice que Jesús fue a la cruz a morir por usted y por mí, que entregó su vida, derramó su sangre para el perdón de nuestros pecados. Sepa que en este día usted no está aquí por casualidad, usted está aquí porque Dios le ha traído y tiene un plan maravilloso para usted. Si hay alguna persona que dice: “Pastor yo quiero entregarle mi vida a Jesucristo, yo quiero recibir al Señor en mi corazón.” Si hay alguien, ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano y vamos a orar por usted. Alguien se va a acercar a usted, con todo cariño, para orar por usted. Si hay alguna persona, no tenga temor, no tenga pena, Dios le ama, Dios quiere salvarle y quiere perdonar sus pecados.
Usted que nos mira por las redes sociales, también usted, puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale al Señor: Señor en este día te pido perdón por mis faltas. Reconozco que soy pecador y me arrepiento de mis pecados. En este día te entrego mi corazón, te entrego mi alma, te entrego mi vida. Si usted hizo esta oración yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su Santa y Bendita palabra.
Padre querido, despídenos con tu paz y bendición, en el nombre de Jesús te lo pedimos, amén y amén.
Amados mío que la paz de Cristo les acompañe.
Trabajados y Cansados
mayo 22, 2022 – 1:30PM | Mateo 11:28 | Dr. David Rodríguez
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En esta tarde yo quisiera traer un mensaje de consuelo, que a veces es necesario. Vamos a estudiar Mateo 11: 28 (RV-60), Jesús dijo: 28Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
En la Nueva Traducción Viviente (NTV) Mateo 11:28, el mismo versículo, dice: 28Luego dijo Jesús: vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.
A veces tenemos a una persona al lado nuestro que lo vemos contento, alegre, cantando, pero no sabemos ¿qué es lo que está pasando en su corazón? Así es que, en este momento vamos a orar. Vamos a poner este mensaje en la mano del Señor, de una manera, en silencio donde usted está, interceda por las personas que están al lado suyo.
Caras vemos, corazones no sabemos. ¿Quién sabe la angustia, la tribulación por la que una persona está pasando? ¿Quién sabe aquel que perdió el trabajo y le quedan nueve días para pagar la renta y qué cosas tiene que dejar de hacer para poder salir adelante con ese compromiso? Estas familias que están en el hospital ahorita con sus seres queridos porque están muy graves, no sabemos.
Oremos: Padre al leer esta palabra maravillosa que es una invitación tuya, de acercarnos a ti, todos los cansados, todos los trabajados, aquellas personas que han llegado al punto del cansancio emocional, exhaustos; Señor yo te pido que nos hables al corazón. Háblanos, bendice en nuestras vidas y oramos por todos aquellos que están pasando momentos difíciles. Ten misericordia mi Señor Jesús. Trae paz a nuestros corazones, sana las heridas, bendice a cada persona. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
En esta oportunidad quiero predicar a personas que están cansadas, personas que por mucho tiempo han llevado cargas muy pesadas. He platicado con varios hermanos últimamente que viven con personas enfermas, y usualmente nosotros oramos por los enfermos y nos olvidamos de las personas que viven en esa casa, que también llevan una carga bastante pesada. Quiero predicar a personas que están desanimadas.
El mensaje se llama “Cansado y desanimado, al borde de tirar la toalla”.
Quiero predicar a personas que se sienten abatidos al punto de la depresión. Las personas que han caído en un estado de derrotismo. A personas cansadas de batallar con su entorno y por más que se esfuerzan no ven resultados y tampoco sienten la ayuda de nadie a su alrededor. El Señor Jesús dijo: “venid a mí todos los trabajados y cansados”.
El predicador inglés Charles Spurgeon, Pastor del Tabernáculo Metropolitano en London, en el Reino Unido, en uno de sus libros él dice que la palabra trabajado en este versículo se usa para describir un bote, una lancha o un barco, que está a punto de hundirse.
He escuchado a personas que me dicen: “Pastor siento que me hundo, siento que me ahogo, siento una profunda tristeza”, me dijo un hermano querido en Cristo; un hombre de mucha fe. Porque hay que entender esto: el hecho que seamos cristianos por tantos años, el hecho que conozcamos a Dios por tantos años; no significa que no tengamos momentos de tristeza, momentos de debilidad, momentos de cansancio o desánimo.
Una hermana en Cristo me dijo: “Pastor yo siempre he sido una mujer fuerte, pero en estos momentos he tocado fondo; siento que me desmorono, me siento débil, me siento vulnerable en mi fe”.
Me decía otro hermano: “Me siento irritable, sin esperanza, cansado y con rabia por la impotencia; porque no hay nada que yo pueda hacer en la situación que me encuentro”.
Un hermano me dice: “soy el mayor de cuatro hermanos, perdí a mis padres hace muchos años. A mí me ha tocado ser padre y madre con mis tres hermanos. Hemos pasado tiempos difíciles pero los hemos superado. Ahora, ya viejo, me siento solo y abandonado”. Y menciona cuantos años tiene en su fe.
Otro hermano dice: “soy creyente desde hace muchos años, no sé lo que me pasa creo que es una batalla espiritual. He perdido el interés, tengo apatía por todo, he perdido hasta el apetito, ¿pueden orar por mí, por favor?
A veces nosotros pensamos que el hecho de que seamos personas de fe, no vamos a atravesar por situaciones como estas. Es cierto que la Biblia nos manda a exhortar, a corregir a las congregaciones, pero también Dios, es un Dios de consuelo en momentos complicados, en momentos difíciles. Cuando se habla de eso, hay todo tipo de personas, hay gente que se queja de todo; pero hay personas también que sufren en silencio. Hay personas también que no están acostumbrados a llorar, o no quieren que sus hijos los vean llorar, y deciden ir a dar un paseo y derramar lágrimas ellos solos, o allá en su intimidad.
En la Biblia encontramos varios ejemplos de personas que estaban cansados, desgastados emocionalmente. No somos Superman, ni el Hombre Araña, ni el Capitán América. (Todos ellos estaban el día de los Oscar y ninguno puedo salvar al comediante).
David. Fíjate que la Biblia dice que David era el hombre conforme al corazón de Dios. El rey David era un hombre fuerte. El rey David acabó con el gigante Goliat, sin embargo cuando se le murió su hijo, dice en la escritura, pasó la noche acostado en tierra. Los ancianos de su casa fueron a él para hacerlo levantar de la tierra, más él no quiso. Dice la escritura que no comió pan, que no quería oír la voz de nadie y que se la pasaba llorando. El rey David, sí, ese gran hombre de fe.
Es que a veces amados míos, nos gana las emociones. Aunque seamos hombres de fe, aunque usted sea una mujer de fe, pero el cansancio emocional es tan grande que te puede doblegar en un momento. Porque vemos a ese David frente a ese gran gigantón decirle: “Tú vienes a mí con espada y con tantas cosas. Yo vengo en el nombre de Jehová, Dios de los Ejércitos, a quien tú has provocado”. Y ahora lo vemos cansado. Salmos 38: 4 (RV-60) (David dijo): Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí. Eso le ocurrió a David y no fue el único.
Elías. ¿Sabe que dijo el profeta Elías? En 1ero de Reyes 19: 4 (RV-60) Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Si amados míos, el gran profeta.
Ahora, dígame una cosa: ¿cómo murió Elías? No murió. Fue uno de los grandes profetas, fue trasladado el cielo en un carro de fuego. Y ese es el mismo que tenemos aquí diciendo: “Señor, ¿sabes qué: por qué no me matas mejor?”. Porque había huido de una mujer que lo quería matar, porque había caminado muchísimo tiempo por el desierto, porque tenía hambre, porque estaba cansado, porque estaba exhausto.
Jonás. Mire lo que dijo en Jonás 4: 3 (Rv-60) Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
Job. Si, por supuesto que dijo (Job 1:21): Jehová dio, Jehová quitó. (Job 2:10) Reprendió a su mujer: Como cualquier mujer fatua, has habado. Si mis amados pero en Job 3: 11 (RV-60), mire la queja de Job: ¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre?
Jeremías. El profeta a quien Dios le dijo: “Que antes de que naciera, lo había dado por profeta a las naciones”. En Jeremías 20: 14-18 (NVI): 14Maldito el día en que nací; el día que mi madre me dio a luz no sea bendito. 15¡Maldito el hombre que alegró a mi padre cuando le dijo: “Te ha nacido un hijo varón”! 16¡Que sea tal hombre como las ciudades que el Señor destruyó sin compasión. y alaridos de guerra al mediodía! 17¿Por qué Dios no me dejó morir en el seno de mi madre? Así ella habría sido mi tumba, y yo jamás habría salido de su vientre. 18¿Por qué tuve que salir del vientre solo para ver problemas y aflicción, y para terminar mis días en vergüenza? Dígame usted, ¿si mi querido profeta no estaba pasando por un momento terrible?
Y muchas personas tienen miedo de hacerse una pregunta, tienen miedo de hacerse la pregunta: ¿Será que Jesús pasó un momento de depresión?
Recordemos que Jesús fue cien por ciento Dios, pero también cien por ciento hombre. Tuvo hambre, tuvo sed, durmió. Mateo 26: 38 (Rv-60) Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte, quedaos aquí, y velad conmigo.
Hay una porción de la escritura, que no sabemos cuándo sucedió, que la mención del escritor del libro de Hebreos. Dice Hebreos 5:7 (RV-60): Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Estando en la cruz él clamó: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado desamparado, me has dejado solo?
Es decir, podremos ser los grandes gigantes en la fe, pero hay momentos de difíciles hermano. Podemos ser los grandes hombres que hacemos y deshacemos cualquier cosa; pero también somos seres humanos emocionales. Que las cargas en realidad, a veces te terminan tirando al piso.
¿Y cuáles son entonces las causas del cansancio emocional y el desánimo?
A veces: enfermedades, problemas en el trabajo, en el matrimonio, con los hijos, problemas económicos. Te quitan el trabajo y te habla tu mamá para pedirte dinero. La mujer te amenaza con dejarte. Saliste a la calle para tomar un poco de aire fresco, vienes con las llaves en las manos y el carro no está afuera. Lo reportas a la policía, la policía te dice: no se lo robaron, aquí dice el reporte que lo trajeron porque hace cinco meses que no lo pagas.
Jesús dijo: “Venid a mí.”
Cuando muchas cosas malas están pasando en tu vida. Cuando te llega una, y te viene otra, te viene otra, y te viene otra. Cuando tú dices: “Ay, menos mal que ya voy a recibir ese dinerito y voy a salir adelante”. Te llega la carta a la casa; ¡ay al fin me llegó el cheque! Lo abres, el gobierno te dice: “lamentamos decirles que nos hemos quedado con el dinero porque usted hace como diez años que no nos paga (tal cosa).
Muchas cosas pasando al mismo tiempo que te hacen preguntarte: ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Será que estoy cosechando lo que he sembrado? ¡Pero si yo me he puesto a cuentas contigo Señor! ¿Por qué salgo de una y entro en otra, por qué Señor? ¿Qué hago ahora, estoy en una situación tan complicada?
Jesús dijo: “Venid a mí.”
Un futuro incierto (En Canadá). Especialmente, aquellas personas que están nuevas en este país.
Hace 15años vivimos tiempos de incertidumbre en esta iglesia. Hermanos, igual que siempre, cantidad de gente nueva entrando a Canadá. Personas que aplicaban para refugio, y resulta que teníamos una gran cantidad de familias aquí en la iglesia. Se armó una guerra, no me acuerdo donde fue, creo que fue en Afganistán. Entonces inmigración tomó los folios (expedientes-documentos) de todas las personas latinas que teníamos aquí en la iglesia, los pusieron a un ladito en cajas y comenzaron a dar refugio a las personas que venían del Medio Oriente. Pasaron seis largos años que la gente no recibió ni una sola noticia de parte de inmigración. La primera familia recibió su carta después de seis años diciendo: que no habían sido aceptados. La siguiente semana dos familias más, y las siguientes semanas tres familias más, y la siguiente semana cuatro familias más, perdimos a 105 personas, hicimos la cuenta con unos hermanos. Miren llegamos a un momento de incertidumbre en la iglesia, que venía la gente al culto y la pregunta en lugar de decirle: ¿cómo estuvo la semana? Preguntábamos: ¿no ha llegado la carta? Mira qué terrible hermano. Las personas lloraban en las bancas de la iglesia, el día que recibían la carta diciendo que no calificaban, que no habían sido aceptadas, que tenían que regresar a su país. Incluyendo co-pastores de esta iglesia, que tuvieron que regresarse.
Entonces esto crea un desgaste terrible. Por años hemos visto personas desesperarse, por el futuro incierto en este país. Hay que vivirlo para saber qué triste es cuando alguien viene y te dice: “pastor yo vendí todo para venir, porque unos vecinos me dijeron que aquí era el paraíso; que se recogían los billetes con la escoba.” (Pero es que algunos no nos alcanza ni para comprar la escoba, eso no se lo dijeron).
A nosotros todas las semanas, las personas nos escriben para saber: ¿cómo les podemos ayudar nosotros para ellos venir, cómo hacer aquí, cómo hacer allá? Pero también hemos visto milagros. Porque una cosa si sabemos, “cuando es la voluntad del Señor no hay quien se oponga; que no te quepa duda.” Tenemos familias que entraron delante del juez. El juez vio a uno de los niños y dijo: “ay, que niño más bonito, ¿Cómo te llamas? ¿Cómo aquí? ¿Cómo allá? Bienvenidos a Canadá”. Ahí se acabó todo y los abogados no hablaron ni pío. ¿Quién le va a decir algo al juez ahí?
¿Qué hacer pastor con esa situación del futuro incierto? Pues esperar en Dios hermano.
Jesús dijo (Mateo 6:33) (Rv-60): Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas no serán añadidas. (Mateo 6:34) (Rv-60): Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta cada día su propio mal. Yo le vengo diciendo: “Dios conoce las intenciones del corazón.” “Dios mira el corazón.” Usted es una familia cristiana, usted conoce al Señor, usted llega a Canadá, usted busca una iglesia y se congrega en la iglesia. Dios honra a los que le honran. Pero yo conozco personas que tienen dos años aquí que usted les pregunta: ¿Cómo estás? Luego te dicen: Yo soy creyente por la gracia de Dios. ¿Dónde te congregas? Fíjese que no he encontrado iglesia. ¿Durante dos años?
Jesús dijo: “Venid a mí.”
Desgaste emocional en casa. Las parejas tenemos desacuerdos, todas. Pero cuando los pleitos, los gritos, las ofensas, los maltratos y las indiferencias son todos los días; eso cansa y desanima. Por más que la mujer le diga: ¿Hoy no me has dicho “amorcito”? Está bien “amorcito”
En las últimas décadas se le ha hecho más fácil a la gente tirar la toalla que seguir luchando. Esto cansa, eso no es vida. La Biblia dice: Que la paz, nos ha llamado el Señor. Cuando en la casa todo es crítica, cuando la casa todos son ataques continuos. Cuando los hijos están metidos en vicios y no quieren trabajar, no quieren estudiar, no quieren venir a la casa del Señor, no obedecen; usted no sabe que hacer con ellos.
Hay unos hermanos, de otra iglesia, que vienen de vez en cuando y hace poco me mandaron una fotografía de sus bebés. Si mal no recuerdo a su bebé lo presentamos aquí en esta iglesia, con tremendos cachetones. Me dice el hermano en un Whats´App: ¿Te acuerdas cuando mi hijo estaba pequeñito, me lo quería comer? Y hoy tiene casi 30 años y me arrepiento de no habérmelo comido.
Eso cansa hermanos, y tenemos una responsabilidad todos como cristianos que somos. No dejar que el diablo nos gane en la batalla. Porque hay familias, que me cuentan, que antes de salir para el culto, hay relajo en la casa. (tú nunca está lista, que tú nunca tal cosa. Y sale la mujer: como quieres que esté lista si tú no me ayudas solo tragas y tragas.) Pastor, íbamos para la iglesia que el pleito se puso tan grande, que no fuimos.
Desgaste emocional por fatiga. Personas que trabajan tanto, tanto y nunca les alcanza. Trabajos de largas horas, y sobre todo en un trabajo que a usted no le guste.
Había un hermano de México, no sé si era ingeniero o arquitecto, aquí estaba trabajando en la construcción (con una máquina) Cada domingo me venía a saludar, buena gente muchacho peloncito, me decía: “Pastor perdóneme, pero yo maldigo mi trabajo, todos los días pastor, me levanto a las cuatro de la madrugada”. Pero eso es lo que te da de comer, es lo que te hace pagar la renta. “Pues sí, ¿por qué usted cree que estoy trabajando?
Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Hay personas que me dicen: “Pastor tengo tres trabajos”. Si usted me viene a decir que tiene tres trabajos, bueno al menos que los esté administrando usted desde su casa, y usted esté tranquilito. Pero no lo puedo felicitar por eso. Usted cree que si usted horna a Dios con su trabajo (en sus días de trabajo), el día del Señor, se los dedica para Señor, Él va a renovar sus fuerzas y le va abrir oportunidades. Créame, no lo dio yo, lo dice la palabra. Honre a Dios, desde ahora hasta que Cristo lo llame.
¿Sabe que estaba pensando hace unos días? Yo tengo 33 años en esta iglesia, esta iglesia no es la misma de hace 30 años. Antes usamos vehículos para ir a recoger a personas que no tenían carro. ¿Y hoy? Zapatos de marcas, Mercedes Benz, vaya a ver los carros que están allá afuera. Ahora, no todo el mundo toma el consejo. Los hay tan bobos, que como el consejo es gratis, no lo toma. Porque no es posible que el haya ido tan bien a algunas personas que están aquí en este en este día. Hace años que nos sentamos a hablar yo les dije: “lo que tienes que hacer es esto, esto, esto y esto.” Y les ha ido tan, pero tan bien; que sus vidas han cambiado por completo. Yo nunca he cobrado cinco centavos por esos consejos. Pero, ¿sabes qué? Usted se va a cualquier cuate que viene aquí a dar dos tres consejos financieros, que le van a cobrar miles y miles de pesos, y a esos sí siguen. Aquí tiene más de treinta años escuchando los mismos consejos, del mejor consejero del mundo (Dios) y la gente hace lo que se le ronca a su santa gana; y siguen igual.
Desgaste emocional por cambios significativos en la vida. Te meten en un desierto. Un divorcio, una persona en prisión como ha sucedido. Pérdida de un ser querido, una larga enfermedad, desempleo, depresión. Tener un bebé, parece mentira pero esto, puede ocasionar un desgaste emocional increíble de algunas personas. Hartos de resolver problemas todo el tiempo, descuidos espirituales, decepción, traición, engaño, problemas que se extienden demasiado. También podemos cansarnos y desanimarnos. Hermanos cuando nos cansamos de tanto dar y de no recibir nada a cambio. Nadie aprecia lo que usted hace.
¿Cómo podemos encontrar las fuerzas para seguir adelante?
Hermano, Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados.” Él está diciendo lo que hay que hacer. (Vaya a Jesús) No te dice: busca al pastor, busca al psiquiatra, busca al consejero. Jesús te dice: Venga a mí, que yo os haré descansar. ¡Que rico hermanos!
¿Cuántos de lo que estamos acá disfrutamos descansar un rato?
La iglesia de Guadalajara, ahora tiene dos cultos, uno a las 11am y el otro inicia a las 3pm. El domingo pasado, cuando yo estaba allá, le dije al pastor: “yo necesito un ratito para ir a descansar. Voy al hotel, descanso y regreso; aquí voy a estar no te preocupes.” Y comienzo a hacer la cita del PCR. ¿A qué hora cree que me la dieron? A las 2 de la tarde, ¡pero es rico descansar!
El Señor te dice: “Yo te voy a hacer descansar”. Pero estamos hablando de ese cansancio que te ha drenado toda tu energía. ¡Atención! Cuando ya no salen palabras bonitas de la boca, cuando no se puede hablar tranquilamente porque sale un grito, porque ya llegamos al máximo nivel, ya cayó la gota que derramó la copa.
Pero mira estos versículos:
Salmos 46: 1 (RV-60) Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. ¡Qué rico, qué rico! Porque usted puede pasar diciendo: “Socorro, auxilio y no hay nadie por ahí. Pero Él dice que es el pronto auxilio, ahí está, a la par suya en la tribulación.
Nahúm 1: 7 (RV-60) Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Salmos 55: 22 (RV-60) Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
¡Bendito sea el nombre del Señor! Cuando ya no podemos con nuestra carga, cuando llegamos al punto máximo; ¿no te dice tira la toalla? No, no dice eso. Dice: echa sobre Jehová tu carga y él te sustentará. Él va a hacer un milagro en tu corazón. Él va a hacer un milagro en tu vida, a tal grado qué te vas a ir a acostar esperando en Jehová, buscando su rostro, buscando del Señor su misericordia. Y a la vuelta de un día, a los dos días ya te habrá pasado la situación que tienes en tu casa. Ya no vas a sentir lo mismo, a eso me refiero, usted.
Digo eso, porque en la relación de mi esposa y mi persona, yo no puedo pedirle a Dios que cambie a mi esposa. Pero yo le puedo pedir a Dios que me cambie a mí. Eso sí puedo trabajarlo yo. Que cambia mi esposa no, ya pasaron 35 años. Yo puedo pedirle a Dios que me cambie, y cuando ella me diga algo que yo tome las cosas con toda la tranquilidad del mundo, que no me moleste, que le dé la razón, que yo aprenda escoger mis batallas. A darme cuenta que la paz de mi corazón es muchísimo más importante que ganar una batalla en la casa. Esto si lo puedo trabajar yo, y confiando en el Señor que los próximos 35 años los trabaje ella, ¿verdad? Y Dios se manifiesta de esa manera, porque éste puede el momento de decir: ¡Ay si hubiera sido en otros tiempos, yo saco la caja de lustre! Sí pero, ¿te das cuenta como el Señor puede trabajar contigo? Y ahí vas a ver la misericordia del Señor. Echa sobre Jehová tu carga, él te sustentará.
Salmos 40: 29 (RV-690) El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Yo se lo decía un hermanito hace poco. “Pastor, dice, estoy cansado, siento que ya no puedo”. Le dije: “Mire, no le pida a Dios que le quite las cargas, porque Dios tiene una manera tan especial de trabajar amigo, que usted le pide no me ponga más cajas y éste pone tres más encima.” Pero cuando usted le dice: “bueno, ¿sabes qué?, ponga todas las cajas que quiera pero dame la fuerza que necesito.” Ahí cambia el asunto, ahí cambia la cosa.
Salmos 147: 3 (RV-60) El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. Dios sana, ahí está su respuesta si usted tiene su corazón quebrantado.
Dios da nueva vida. Esa persona que dice: “Es que yo no puedo perdonar a fulano, es que yo lo odio.” Se sorprenderá como Dios hace la obra en su corazón y en su vida, y usted puede llegar a amar incluso aquella persona que tanto le ha dañado, amarle en el nombre del Señor.
Jesucristo, es la única persona que te puede hacer descansar, nadie más. Por eso es que él dijo: “Venir a mí todos lo que están desgastados. Todos los que están cansados. Todas aquellas personas que ya no pueden más con sus cargas”. Aquellas personas que dicen: “¡Solo yo le echo gana pastor, es que solo a mí me toca, es que a mí nadie me ayuda, es que solo yo, ya me cansé pastor, ya me harté!” ,
Jóvenes, presten atención a estos mensajes, porque el problema es que si no le prestamos atención con el correr del tiempo, de tanto irnos dañando y diciéndonos cosas; llega un día que nos hartamos. Y repito, las últimas décadas la gente prefiere tirar la toalla que resolver situaciones; cuando Jesús te está diciendo: “Venga a mí todo el que está trabajado, todo el que está cansado, y yo te voy a hacer descansar”.
Vamos a orar, démosle gracias al Señor.
Padre te damos gracias por tu palabra. Tu palabra dice que cuando los justos claman Jehová oye y los libra de todas sus angustias. Que Jehová está cercano a los quebrantados de corazón. Que Jehová ayuda a los contritos de Espíritu. Que muchas son las aflicciones del justo, pero que de todas ellas le librará Jehová. Padre yo te pido nuevas fuerzas. Nuevas fuerzas para el cansado. Nuevas fuerzas para el desanimado. Nuevas fuerzas para aquellas personas que están a punto de tirar la toalla, para aquellas personas que tienen un cansancio emocional y han estado pensando en cosas, y tienen decisiones que tomar en su vida, que no son del agrado de Dios. Padre tu palabra es clara: “Venid a mí”. Tu palabra es clara: “Más buscad primeramente el reino de Dios”. Tu palabra es clara: “Tú nos harás descansar”. Tu palabra es clara Señor: “En Cristo vamos a recibir la fortaleza y las fuerzas que necesitamos”.
Mientras todos oramos, en esta tarde, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, y quisiera hacerlo hoy. Si usted me dice: “Pastor yo siento la necesidad de Dios en mi vida, yo necesito a Jesús en mi alma, en mi corazón”. No estamos hablando de cambiar de religión, ni de cambiar de iglesia; estamos hablando de comenzar una relación personal con Jesús. Dios le ama. Dios tiene un plan particular para usted, especial para usted. La Biblia dice que Jesús fue a la cruz a morir por usted y por mí, que entregó su vida, derramó su sangre para el perdón de nuestros pecados. Sepa que en este día usted no está aquí por casualidad, usted está aquí porque Dios le ha traído y tiene un plan maravilloso para usted. Si hay alguna persona que dice: “Pastor yo quiero entregarle mi vida a Jesucristo, yo quiero recibir al Señor en mi corazón.” Si hay alguien, ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano y vamos a orar por usted. Alguien se va a acercar a usted, con todo cariño, para orar por usted. Si hay alguna persona, no tenga temor, no tenga pena, Dios le ama, Dios quiere salvarle y quiere perdonar sus pecados.
Usted que nos mira por las redes sociales, también usted, puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale al Señor: Señor en este día te pido perdón por mis faltas. Reconozco que soy pecador y me arrepiento de mis pecados. En este día te entrego mi corazón, te entrego mi alma, te entrego mi vida. Si usted hizo esta oración yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su Santa y Bendita palabra.
Padre querido, despídenos con tu paz y bendición, en el nombre de Jesús te lo pedimos, amén y amén.
Amados mío que la paz de Cristo les acompañe.