Radiografia de una Caida
Noviembre 10, 2024 – 2:00PM | Jueces 2:11-13 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Libro de los Jueces, capítulo 2, en nuestras Biblias. He titulado este mensaje: Radiografía de una caída, les voy a ir explicando en el camino.
Jueces 2: 11-13 (RV-60): 11Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. 12Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. 13Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Quiero que notemos que en el versículo 12 comienza diciendo: Dejaron a Jehová, y el versículo 13: Y dejaron a Jehová.
Radiografía de una caída. Vamos a pedir al Señor que nos bendiga: Señor, al hablar de tu palabra, pido al Espíritu Santo que nos ayude, que nos bendiga con esta palabra; de tal manera que podamos atesorarla en nuestros corazones. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Una radiografía es una imagen del interior del cuerpo. Los rayos x son una herramienta extremadamente buena, que sirve para diagnosticar y en ocasiones prevenir enfermedades.
Quiero hablar en esta tarde de un tema, que es muy frecuente en los cristianos, se trata de una actitud negativa de muchos cristianos ante una situación determinada. Quiero hablar del proceso de una caída, por supuesto de una caída espiritual. Quiero que analicemos que las caídas espirituales casi siempre tienen el mismo patrón desde los tiempos del Antiguo Testamento. Lo que le pasó al pueblo de Israel también les ha pasado a miles, de miles, de creyente. Y déjeme decirle que, lastimosamente nos puede pasar también a nosotros.
Los pastores somos expertos en radiografías espirituales porque a eso nos dedicamos. Simple y sencillamente escuchamos a una persona y sabemos lo que hay en el corazón, sabemos en qué dirección camina. Es por eso, que no toda la gente le gusta escuchar lo que un pastor le tiene que decir, otros evaden hablar con el pastor porque, saben que si hablan con el pastor le va a poner los rayos x espirituales. Y, a la vuelta de un rato vamos a saber cómo son las cosas.
Quiero llevarle paso a paso con relación a esta Radiografía de una caída.
Llega un problema a su vida.
Un problema, una situación, que lo incomoda, que lo saca de su zona de confort, una preocupación, una aflicción que le molesta. Es probable que lo que está pasando, quizás no le está pasando directamente a usted, pero le pasa a un hijo, le pasa a una hija, le pasa a su madre, le pasa a alguien muy cercano a usted.
Quiero que entienda algo: Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, Dios no le manda dinero. Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, Dios no le manda felicidad, ni le mando un novio. Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, entiéndalo, Dios le manda una prueba y una aflicción. ¿Me escuchó? Se lo voy a demostrar.
Deuteronomio 8: 2 (RV-60): Y te acordarás de todo el camino por dónde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, lo que le manda es un problema, lo que le manda es una aflicción.
Resulta que a la persona que le vino el problema, que le vino la aflicción, no tiene la madurez espiritual suficiente como para darse cuenta de que Dios lo está probando. Y, ¿qué pasa cuando no tenemos esa suficiente madurez espiritual? Sucede que nos hacemos las preguntas equivocadas, porque, en lugar de decir: ¡Ay Dios mío! ¿Y por qué me pasa esto a mí? Usted lo que debería decir es: Dios mío, ¿qué quieres de mí con esta situación? Lo que pensamos es que, este es un ataque de los hermanos, porque desconocemos e ignoramos la Biblia. Entonces, usted recibe ese problema en la carne y comienza a decir: Y eso que yo le sirvo a Dios, que voy a la iglesia y que yo ofrendo, y que doy. Pero además de eso, comienzo a buscar culpables; aún, cuando la Biblia nos dice claramente que nuestra lucha no es contra carne y sangre. Su pleito no es con una persona, no es con un hermano, no es con una hermana; su pleito es, simple y sencillamente contra los demonios. La palabra dice Efesios 6:12 (NTV): Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Cuando un creyente no sabe discernir sus pruebas y aflicciones, ¿sabe qué pasa?, actúa en la carne. No se pregunta: ¿Dios mío qué quieres de mí? Señor, ¿qué quieres lograr con esta situación? ¿Te he ofendido en algo Señor, dije algo que no debía decir? ¿Ofendí a algún hermano? ¡Dime qué es lo que he hecho para que me haya venido esta prueba tan complicada!
Decido alejarme de la iglesia por un tiempo.
Te llega el problema, no lo tomas de la manera espiritual y decides alejarte de la iglesia por un tiempo. ¡Eso es un error! Y ese error lo han cometido miles, de miles, de cristianos. ¿Por qué es un error pastor? Es un error porque cuando yo me separo de la iglesia le estoy dando la oportunidad al enemigo para que me hable al oído. Le comienzo a dar vuelta y vuelta al asunto, y el diablo comienza a hablarme y me comienza a decir todas las cosas que hacen los hermanos y que a ellos no les pasa nada, mientras que a usted los problemas que le vienen son tremendos. Después, usted piensa que no es justo lo que le está pasando a usted. Ya no solo es que te llega el problema y lo tomas de la manera equivocada, sino que también tomas la actitud equivocada y decides apartarte de la iglesia por un rato.
Entienda algo mi hermano, la mayoría de estas cosas suceden con gente de la iglesia la mayor cantidad del tiempo.
Te aparecen otras personas que estuvieron en la misma situación.
¿Qué pasa cuando yo me aparto? ¿Qué pasa cuando ya no quiero ir a la iglesia para no encontrarme con tal hermano, o porque me ofendió tal persona, o porque ya no me siento bien estando ahí? ¿Sabes qué sucede? Te aparecen otras personas que estuvieron en la misma situación, te invitan a un café y comienzan a apoyarte en tu mala elección. ¿Sabes quién te lo manda? ¡Satanás! Hay gente que luce seria, hay personas que lucen como que tienen los cinco sentidos en su lugar, pero le falta diez para el peso. ¿Por qué digo esto? Desde el principio hasta el final de la Biblia Dios dice que: el que se aleja de Jehová Dios no es una persona sabia.
Te resumo: llega a tu vida una situación que no te gusta, que te incomoda, que te saca de tu zona de confort. No tienes la madurez espiritual para entender que Dios te está probando, Él quiere saber qué hay en tu corazón y por eso te manda una aflicción. Decides alejarte de la iglesia por un tiempo. Te aparecen otras personas que estuvieron en la misma situación.
Te entra la necedad.
Después que las personas te tratan de explicar cómo son las cosas, y crees que tienes la razón, que lo que está haciendo usted es lo correcto; entonces a usted se le quitan las ganas de leer la Biblia, ya no ora, comienza a decir que para qué, que todo eso no tiene ningún sentido, que lo mismo les pasa a los cristianos como a los que no son cristianos. Estas personas necias, comienzan a decir que: la gente de la calle es más sincera que las de la iglesia. Pero ¿sabe por qué piensa de esa manera y hablan de esa manera? Porque es la radiografía de una caída.
Después de eso, pasas de ser una persona en medio de una prueba a ser una víctima. Es que no eres más que una persona que estaba en medio de una prueba, una persona que no logró percibir que Dios lo estaba probando. Es que lo que me está pasando es fuerte, es que nadie entiende lo que yo estoy viviendo. Y es que el enfoque no está en la prueba, sino que, está en usted mismo, porque usted trata de justificarse y de dar razones por las que usted se ha alejado de Dios.
Te olvidas de Dios.
Esta es la más complicada, y por eso quiero explicar bien este punto. Olvidarse de Dios hermano, no significa que usted ya no piensa en Él, no significa que usted ya no dice: “Dios mío”.
¿Qué significa olvidarse de Dios? Olvidarse de Dios significa que ya no lo honra, que ya no le sirve, que ya no lo adora, que ya no lo respeta, que ya no le obedece, que ya no es prioridad para usted; que usted ahora es más importante que Dios mismo y que ya no le tiene temor. Olvidarse de Dios significa que ahora el mundo es mejor para usted, que mira a Dios y a la iglesia con indiferencia, no valorar todo lo que Él ha hecho por usted. Olvidarse de Dios es no tener un corazón agradecido, que sus valores han cambiado. Antes, cuando llegaba el domingo todos se levantaban muy alegres porque irían a la casa del Señor; hoy no, hoy la prioridad son los amigos para disfrutar, sin mencionar a Dios. Olvidarse de Dios significa que la persona ha perdido su primer amor.
¿Qué fue lo que pasó con el pueblo de Israel? Jueces 2: 11(RV-60): 11Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.
Comienza diciendo que hicieron lo malo ante los ojos de Jehová. ¿Qué significa eso? Significa que lo que Dios había dicho que ya no se hiciera, el pueblo lo hizo. ¿Qué anda haciendo usted metido en esos lugares que a Dios no le agradan? Hay tantos pasajes de la escritura que le hacen saber que los creyentes no caben en cualquier lugar: ¿Qué relación tiene la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6:14). Cuando usted se comporta como se comportan todos, entonces en lugar de exaltar a Dios lo minimiza.
El versículo también dice que: sirvieron a los baales. Yo escribí varias cosas sobre esto. En la Biblia se mencionan varios dioses falsos, por ejemplo: baal, astoret, dagón, moloc y otros, que se asocian a naciones paganas. Dios le está diciendo al pueblo de Israel: ustedes dejaron de adorarme a mí y se fueron a adorar a esos otros dioses. En la actualidad, querida iglesia, esos dioses ya no existen, ya no se adoran; pero hay dioses modernos.
¿Por qué digo que son dioses? Porque tienen poder significativo sobre las vidas y valores de las personas. Estos dioses modernos ya no son entidades en sí misma, pero sí actúan como una fuerza influyente, ¿por qué? Porque influyen muchísimo en usted.
El dinero y el materialismo. ¿No conoce usted personas que no asisten a la iglesia porque trabajan el domingo? ¿No cree que Jehová Dios es todopoderoso para proveerle lo que Él ha prometido en esta bendita palabra? (Salmos 23:6) Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. (Salmos 37:25) Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. ¿Usted cree que Dios no tiene el poder para bendecirlo de esa manera cuando una persona pone a Dios por encima de cualquier cosa? El dinero y el materialismo le van a absorber las prioridades y el tiempo de las personas, hasta que llegas al momento que no tienes tiempo para Dios. Estados Unidos ha tenido presidentes que han hecho tiempo para ir a una iglesia, para adorar al Rey de reyes y Señor de señores. Usted no entiende que esos doscientos pesos que se va a ganar el domingo le van a servir para comprar medicina cuando ya no pueda con su espalda, ¿por qué? Porque no honró a Dios, porque pensó que todo era hacer, y hacer, y hacer, y tener, y tener, y tener … el día que te mueras no te vas a llevar nada, y lo que vas a dejar es pleito entre tus hijos.
La fama y aprobación social, es decir popularidad, lograr reconocimiento en la era de las redes sociales. ¡Qué cosas! Solo buscan aprobación, fama, que todos se den cuenta quién soy yo.
La vida es demasiado corta como para estar con ese tipo de situaciones; pero ese deseo de fama, de aceptación, lo aleja de Dios. Si Dios le ha regalado todas esas cosas disfrútela usted con su familia, pero ¿cuál es ese deseo que el mundo entero se dé cuenta de lo que tiene? Esos son los dioses modernos.
El éxito. Yo entiendo que todos queramos vivir mejor, tener mejores cosas, pero mucho cuidado cuando el éxito es el que nos maneja; porque pagamos un precio extremadamente alto.
El entretenimiento y el placer. La iglesia hace una actividad usted no viene, pero que no se aparezcan los Ángeles azules, que allá va usted a bailar con ellos.
Cuerpo y apariencia física. Yo estoy a favor de que nos cuidemos por cuestión de salud, estoy a favor de hacer ejercicio, eso le cae bien a cualquier persona, claro que sí. Pero hay cantidad de gente que se anda inyectando cosas en su cuerpo para luego lucir, eso es pura vanidad. La mujer debe guardar su cuerpo para su marido nada más. Hay mujeres, que tienen obsesión con andar enseñando el trasero por otros lados, es obsesión. Eso es parte de los dioses que tenemos.
La Biblia advierte sobre el peligro de poner algo por encima de Dios. Así que, aunque los dioses han cambiado de nombre, la fuerzas que compiten por el corazón humano, siguen siendo muy similares.
Estos últimos versículos para mí son lo peor.
Jueces 2: 12-13 (RV-60): 12Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. 13Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.
Usted me ha escuchado decir en este púlpito que: si hay algo a lo que yo le tengo miedo es: a la estupidez de apartarme de Dios. A cualquiera le puede pasar hermano, ¿por qué? Porque es una semilla que te mete el diablo en la cabeza. De repente usted tiene problema con un hermano y para evitar situaciones yo mejor no voy más a la iglesia. Eso le puede suceder a cualquier persona. Por eso digo: ¡Gloria a Dios por aquella cantidad de personas que han atravesado aflicción tras aflicción, prueba tras prueba, y ahí están!
Cientos de personas han abandonado a Dios porque ya no lo adoran, ya no lo honran, ya no le tienen temor, ya no lo obedecen, es un cero a la izquierda Dios y su iglesia; y ahora viven sus vidas como si nunca hubiesen conocido a Dios.
Y, ¿sabes qué pasa? Después de la necedad sigue otra cosa que es peor todavía: ceguera. ¿Usted sabe cuál es la ceguera? Cuando todo el mundo ve cosas que usted no logra ver, y te lo dicen; pero usted cree que es más sabio que siete que saben aconsejar.
Proverbios 15:14 (RV-60): El corazón entendido busca la sabiduría; más la boca de los necios se alimenta de necedades. Trate de hablar usted con un necio, trate; y dígame si no cree él que siempre tiene la razón. El mundo está equivocado, todo el mundo menos ellos.
La ceguera es lo peor que le puede pasar a alguien, lo peor, y te voy a decir por qué razón.
Deuteronomio 8:19 (RV-60): Más si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.
¿Por qué es tan drástico Dios? ¿Por qué casi te obliga a que te acuerdes de él? Son tantos los versículos que te lo dicen claramente: que te sacó de Egipto, que te sacó de casa de servidumbre, que te sacó del pecado en que vivías. ¿Quién te sacó del pecado en el que vivías? ¿Quién transformó tu corazón? ¿Quién transformó tu vida? ¿Quién transformó tu familia? ¿Quién te ha dado lo que tienes? ¡Por amor de Dios, todo lo que tenemos viene de Él! No solamente eso hermano, nos ha lavado, nos ha transformado, nos ha perdonado, nos ha santificado. Dice la escritura que nos ha puesto en lugares celestiales. El día que terminemos nuestra vida aquí nos vamos a la gloria.
Yo dije que esto es delicado porque, mucha gente ya se murió. No estoy hablando de una muerte física, estoy hablando de una muerte es espiritual.
Cuando hay funerales, acá en la iglesia, veo gente que conozco desde hace 35 años, personas que hace mucho tiempo asistían a la iglesia, que servían aquí en la iglesia; usted habla con uno de ellos y le pregunta: ¿dónde te congregas? No, ya no me congrego en ninguna iglesia. Ahora tengo mi negocito; y se lo hablan con una soberbia como diciendo: ahora yo soy Dios y me sirvo a mí mismo. ¿Qué pasó? Por cuanto se olvidó de Jehová se murió, espiritualmente. No hay nada que lo pueda revivir, solo un milagro del cielo, solo un arrepentimiento genuino, un arrepentimiento real, verdadero, nada más. Se murieron, por eso viven como viven, hacen lo que hacen. Lo más triste es que pueden ser nuestros hijos, pero peor aún es que usted lo justifica; se murieron espiritualmente hablando. Quiera Dios que esas personas vuelvan a Dios y busquen a Dios, mientras pueda ser hallado.
Esta es la Radiografía de una caída, de personas que un día las vimos en el seno de la casa de Dios sirviendo, pero les vino el problema y no tenían la madurez espiritual suficiente para reconocer que Dios estaba probando su corazón. Te puso gente a tu alrededor que te instaron a irte para el mundo, y te fuiste, comenzaste a hacer lo malo y lo hiciste. Ahora, tú estás enfocado en ti mismo y piensas que tú eres la víctima. Luego decides tomarte un tiempo y dejar de asistir a la iglesia, sin saber que lo que le estás permitiendo es tiempo al diablo para que te hable al oído.
Y Dios te da un tiempo y te suelta la pita, y te da un tiempo; pero cuando usted decide olvidarse por completo de Dios, entonces Dios dice: ¿ya se te olvidó de dónde te saqué? ¿Ya se te olvidó todas las promesas que me hiciste en el camino? ¿Ya se te olvidó cuando venías nadando el río para pasar al norte de América? ¿Ya se te olvidó cómo hice yo para alimentarte cuando no tenías ni cinco centavos? ¿Ya se te olvidó cómo abrí las puertas de una familia para que te tuvieran en esa casa los días que tú no podías pagar, ni tenías donde dormir? ¿Ya se te olvidó cómo te conseguí un trabajo? ¿Ya se te olvidó cómo concebiste familia? ¿Ya se te olvidó cómo he bendecido a tus hijos? ¿Ya se te olvidó cómo te he prosperado? ¿Te olvidaste?
Deuteronomio 8:19 (RV-60): Más si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. De cierto moriréis.
Mis queridos y amados hermanos que Dios nos ayude a mantenernos firmes. Que podamos entender cuando llegue la prueba, cuando llegue la aflicción, que la vamos a soportar en el nombre de Jehová, Dios de los ejércitos porque Él pelea nuestras batallas. (Éxodo 14:14) Jehová peleará por vosotros y vosotros estaréis tranquilos. ¡Gloria a Dios!
Oremos: Padre, te agradecemos la manera como nos has sostenido a través de los años. Señor, hay muchos hermanos en esta tu casa que hemos atravesado cien batallas, pero siempre reconocimos que tú estabas con nosotros. Te hemos dado honra, te hemos dado gloria, no nos hemos olvidado de ti, ni queremos olvidarnos jamás. Reconocemos que tú eres digno de toda alabanza, que tú eres digno de toda adoración, y que aún en medio de la prueba tú estás con nosotros. Tú has prometido en tu palabra que cuando hay necesidad nos ayudas. Que cuando caemos nos levantas, porque siete veces cae el justo y vuelve a levantarse. Hemos sentido tu amor, tu presencia, entre nosotros. Es el deseo nuestro, Padre, de nunca apartarnos de tus caminos. Oramos por aquellas personas que se olvidaron de Jehová. Oramos por esta gente que un día tenía su mirada puesta en ti y que ahora se han olvidado. Oramos para que vuelvan Señor, para que busquen a Jehová mientras pueda ser hallado.
Mientras todos oramos, si usted nunca ha recibido a Cristo en su corazón, pero me dice: Pastor, yo siento la necesidad de Dios en mi vida. Yo siento la necesidad de Cristo en mi alma. Me siento tan lejos, me siento tan solo, tan abandonado. Invite a Jesús a venir a su corazón a través de esta oración: Señor Jesús, en este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida, te entrego mi alma, te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, por poner tu cuerpo y derramar tu sangre. En este día te entrego mi corazón. Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor, despídenos con tu paz y con tu bendición, en el nombre de Jesús, amén.
Radiografia de una Caida
Noviembre 10, 2024 – 2:00PM | Jueces 2:11-13 | Dr. David Rodríguez
Etiquetas: jueces, noviembre 2024, pastor david rodriguez, transcripcion
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TRANSCRIPCIÓN
Libro de los Jueces, capítulo 2, en nuestras Biblias. He titulado este mensaje: Radiografía de una caída, les voy a ir explicando en el camino.
Jueces 2: 11-13 (RV-60): 11Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. 12Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. 13Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Quiero que notemos que en el versículo 12 comienza diciendo: Dejaron a Jehová, y el versículo 13: Y dejaron a Jehová.
Radiografía de una caída. Vamos a pedir al Señor que nos bendiga: Señor, al hablar de tu palabra, pido al Espíritu Santo que nos ayude, que nos bendiga con esta palabra; de tal manera que podamos atesorarla en nuestros corazones. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Una radiografía es una imagen del interior del cuerpo. Los rayos x son una herramienta extremadamente buena, que sirve para diagnosticar y en ocasiones prevenir enfermedades.
Quiero hablar en esta tarde de un tema, que es muy frecuente en los cristianos, se trata de una actitud negativa de muchos cristianos ante una situación determinada. Quiero hablar del proceso de una caída, por supuesto de una caída espiritual. Quiero que analicemos que las caídas espirituales casi siempre tienen el mismo patrón desde los tiempos del Antiguo Testamento. Lo que le pasó al pueblo de Israel también les ha pasado a miles, de miles, de creyente. Y déjeme decirle que, lastimosamente nos puede pasar también a nosotros.
Los pastores somos expertos en radiografías espirituales porque a eso nos dedicamos. Simple y sencillamente escuchamos a una persona y sabemos lo que hay en el corazón, sabemos en qué dirección camina. Es por eso, que no toda la gente le gusta escuchar lo que un pastor le tiene que decir, otros evaden hablar con el pastor porque, saben que si hablan con el pastor le va a poner los rayos x espirituales. Y, a la vuelta de un rato vamos a saber cómo son las cosas.
Quiero llevarle paso a paso con relación a esta Radiografía de una caída.
Llega un problema a su vida.
Un problema, una situación, que lo incomoda, que lo saca de su zona de confort, una preocupación, una aflicción que le molesta. Es probable que lo que está pasando, quizás no le está pasando directamente a usted, pero le pasa a un hijo, le pasa a una hija, le pasa a su madre, le pasa a alguien muy cercano a usted.
Quiero que entienda algo: Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, Dios no le manda dinero. Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, Dios no le manda felicidad, ni le mando un novio. Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, entiéndalo, Dios le manda una prueba y una aflicción. ¿Me escuchó? Se lo voy a demostrar.
Deuteronomio 8: 2 (RV-60): Y te acordarás de todo el camino por dónde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Cuando Dios quiere saber qué hay en su corazón, lo que le manda es un problema, lo que le manda es una aflicción.
Resulta que a la persona que le vino el problema, que le vino la aflicción, no tiene la madurez espiritual suficiente como para darse cuenta de que Dios lo está probando. Y, ¿qué pasa cuando no tenemos esa suficiente madurez espiritual? Sucede que nos hacemos las preguntas equivocadas, porque, en lugar de decir: ¡Ay Dios mío! ¿Y por qué me pasa esto a mí? Usted lo que debería decir es: Dios mío, ¿qué quieres de mí con esta situación? Lo que pensamos es que, este es un ataque de los hermanos, porque desconocemos e ignoramos la Biblia. Entonces, usted recibe ese problema en la carne y comienza a decir: Y eso que yo le sirvo a Dios, que voy a la iglesia y que yo ofrendo, y que doy. Pero además de eso, comienzo a buscar culpables; aún, cuando la Biblia nos dice claramente que nuestra lucha no es contra carne y sangre. Su pleito no es con una persona, no es con un hermano, no es con una hermana; su pleito es, simple y sencillamente contra los demonios. La palabra dice Efesios 6:12 (NTV): Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Cuando un creyente no sabe discernir sus pruebas y aflicciones, ¿sabe qué pasa?, actúa en la carne. No se pregunta: ¿Dios mío qué quieres de mí? Señor, ¿qué quieres lograr con esta situación? ¿Te he ofendido en algo Señor, dije algo que no debía decir? ¿Ofendí a algún hermano? ¡Dime qué es lo que he hecho para que me haya venido esta prueba tan complicada!
Decido alejarme de la iglesia por un tiempo.
Te llega el problema, no lo tomas de la manera espiritual y decides alejarte de la iglesia por un tiempo. ¡Eso es un error! Y ese error lo han cometido miles, de miles, de cristianos. ¿Por qué es un error pastor? Es un error porque cuando yo me separo de la iglesia le estoy dando la oportunidad al enemigo para que me hable al oído. Le comienzo a dar vuelta y vuelta al asunto, y el diablo comienza a hablarme y me comienza a decir todas las cosas que hacen los hermanos y que a ellos no les pasa nada, mientras que a usted los problemas que le vienen son tremendos. Después, usted piensa que no es justo lo que le está pasando a usted. Ya no solo es que te llega el problema y lo tomas de la manera equivocada, sino que también tomas la actitud equivocada y decides apartarte de la iglesia por un rato.
Entienda algo mi hermano, la mayoría de estas cosas suceden con gente de la iglesia la mayor cantidad del tiempo.
Te aparecen otras personas que estuvieron en la misma situación.
¿Qué pasa cuando yo me aparto? ¿Qué pasa cuando ya no quiero ir a la iglesia para no encontrarme con tal hermano, o porque me ofendió tal persona, o porque ya no me siento bien estando ahí? ¿Sabes qué sucede? Te aparecen otras personas que estuvieron en la misma situación, te invitan a un café y comienzan a apoyarte en tu mala elección. ¿Sabes quién te lo manda? ¡Satanás! Hay gente que luce seria, hay personas que lucen como que tienen los cinco sentidos en su lugar, pero le falta diez para el peso. ¿Por qué digo esto? Desde el principio hasta el final de la Biblia Dios dice que: el que se aleja de Jehová Dios no es una persona sabia.
Te resumo: llega a tu vida una situación que no te gusta, que te incomoda, que te saca de tu zona de confort. No tienes la madurez espiritual para entender que Dios te está probando, Él quiere saber qué hay en tu corazón y por eso te manda una aflicción. Decides alejarte de la iglesia por un tiempo. Te aparecen otras personas que estuvieron en la misma situación.
Te entra la necedad.
Después que las personas te tratan de explicar cómo son las cosas, y crees que tienes la razón, que lo que está haciendo usted es lo correcto; entonces a usted se le quitan las ganas de leer la Biblia, ya no ora, comienza a decir que para qué, que todo eso no tiene ningún sentido, que lo mismo les pasa a los cristianos como a los que no son cristianos. Estas personas necias, comienzan a decir que: la gente de la calle es más sincera que las de la iglesia. Pero ¿sabe por qué piensa de esa manera y hablan de esa manera? Porque es la radiografía de una caída.
Después de eso, pasas de ser una persona en medio de una prueba a ser una víctima. Es que no eres más que una persona que estaba en medio de una prueba, una persona que no logró percibir que Dios lo estaba probando. Es que lo que me está pasando es fuerte, es que nadie entiende lo que yo estoy viviendo. Y es que el enfoque no está en la prueba, sino que, está en usted mismo, porque usted trata de justificarse y de dar razones por las que usted se ha alejado de Dios.
Te olvidas de Dios.
Esta es la más complicada, y por eso quiero explicar bien este punto. Olvidarse de Dios hermano, no significa que usted ya no piensa en Él, no significa que usted ya no dice: “Dios mío”.
¿Qué significa olvidarse de Dios? Olvidarse de Dios significa que ya no lo honra, que ya no le sirve, que ya no lo adora, que ya no lo respeta, que ya no le obedece, que ya no es prioridad para usted; que usted ahora es más importante que Dios mismo y que ya no le tiene temor. Olvidarse de Dios significa que ahora el mundo es mejor para usted, que mira a Dios y a la iglesia con indiferencia, no valorar todo lo que Él ha hecho por usted. Olvidarse de Dios es no tener un corazón agradecido, que sus valores han cambiado. Antes, cuando llegaba el domingo todos se levantaban muy alegres porque irían a la casa del Señor; hoy no, hoy la prioridad son los amigos para disfrutar, sin mencionar a Dios. Olvidarse de Dios significa que la persona ha perdido su primer amor.
¿Qué fue lo que pasó con el pueblo de Israel? Jueces 2: 11(RV-60): 11Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.
Comienza diciendo que hicieron lo malo ante los ojos de Jehová. ¿Qué significa eso? Significa que lo que Dios había dicho que ya no se hiciera, el pueblo lo hizo. ¿Qué anda haciendo usted metido en esos lugares que a Dios no le agradan? Hay tantos pasajes de la escritura que le hacen saber que los creyentes no caben en cualquier lugar: ¿Qué relación tiene la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6:14). Cuando usted se comporta como se comportan todos, entonces en lugar de exaltar a Dios lo minimiza.
El versículo también dice que: sirvieron a los baales. Yo escribí varias cosas sobre esto. En la Biblia se mencionan varios dioses falsos, por ejemplo: baal, astoret, dagón, moloc y otros, que se asocian a naciones paganas. Dios le está diciendo al pueblo de Israel: ustedes dejaron de adorarme a mí y se fueron a adorar a esos otros dioses. En la actualidad, querida iglesia, esos dioses ya no existen, ya no se adoran; pero hay dioses modernos.
¿Por qué digo que son dioses? Porque tienen poder significativo sobre las vidas y valores de las personas. Estos dioses modernos ya no son entidades en sí misma, pero sí actúan como una fuerza influyente, ¿por qué? Porque influyen muchísimo en usted.
El dinero y el materialismo. ¿No conoce usted personas que no asisten a la iglesia porque trabajan el domingo? ¿No cree que Jehová Dios es todopoderoso para proveerle lo que Él ha prometido en esta bendita palabra? (Salmos 23:6) Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. (Salmos 37:25) Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. ¿Usted cree que Dios no tiene el poder para bendecirlo de esa manera cuando una persona pone a Dios por encima de cualquier cosa? El dinero y el materialismo le van a absorber las prioridades y el tiempo de las personas, hasta que llegas al momento que no tienes tiempo para Dios. Estados Unidos ha tenido presidentes que han hecho tiempo para ir a una iglesia, para adorar al Rey de reyes y Señor de señores. Usted no entiende que esos doscientos pesos que se va a ganar el domingo le van a servir para comprar medicina cuando ya no pueda con su espalda, ¿por qué? Porque no honró a Dios, porque pensó que todo era hacer, y hacer, y hacer, y tener, y tener, y tener … el día que te mueras no te vas a llevar nada, y lo que vas a dejar es pleito entre tus hijos.
La fama y aprobación social, es decir popularidad, lograr reconocimiento en la era de las redes sociales. ¡Qué cosas! Solo buscan aprobación, fama, que todos se den cuenta quién soy yo.
La vida es demasiado corta como para estar con ese tipo de situaciones; pero ese deseo de fama, de aceptación, lo aleja de Dios. Si Dios le ha regalado todas esas cosas disfrútela usted con su familia, pero ¿cuál es ese deseo que el mundo entero se dé cuenta de lo que tiene? Esos son los dioses modernos.
El éxito. Yo entiendo que todos queramos vivir mejor, tener mejores cosas, pero mucho cuidado cuando el éxito es el que nos maneja; porque pagamos un precio extremadamente alto.
El entretenimiento y el placer. La iglesia hace una actividad usted no viene, pero que no se aparezcan los Ángeles azules, que allá va usted a bailar con ellos.
Cuerpo y apariencia física. Yo estoy a favor de que nos cuidemos por cuestión de salud, estoy a favor de hacer ejercicio, eso le cae bien a cualquier persona, claro que sí. Pero hay cantidad de gente que se anda inyectando cosas en su cuerpo para luego lucir, eso es pura vanidad. La mujer debe guardar su cuerpo para su marido nada más. Hay mujeres, que tienen obsesión con andar enseñando el trasero por otros lados, es obsesión. Eso es parte de los dioses que tenemos.
La Biblia advierte sobre el peligro de poner algo por encima de Dios. Así que, aunque los dioses han cambiado de nombre, la fuerzas que compiten por el corazón humano, siguen siendo muy similares.
Estos últimos versículos para mí son lo peor.
Jueces 2: 12-13 (RV-60): 12Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. 13Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.
Usted me ha escuchado decir en este púlpito que: si hay algo a lo que yo le tengo miedo es: a la estupidez de apartarme de Dios. A cualquiera le puede pasar hermano, ¿por qué? Porque es una semilla que te mete el diablo en la cabeza. De repente usted tiene problema con un hermano y para evitar situaciones yo mejor no voy más a la iglesia. Eso le puede suceder a cualquier persona. Por eso digo: ¡Gloria a Dios por aquella cantidad de personas que han atravesado aflicción tras aflicción, prueba tras prueba, y ahí están!
Cientos de personas han abandonado a Dios porque ya no lo adoran, ya no lo honran, ya no le tienen temor, ya no lo obedecen, es un cero a la izquierda Dios y su iglesia; y ahora viven sus vidas como si nunca hubiesen conocido a Dios.
Y, ¿sabes qué pasa? Después de la necedad sigue otra cosa que es peor todavía: ceguera. ¿Usted sabe cuál es la ceguera? Cuando todo el mundo ve cosas que usted no logra ver, y te lo dicen; pero usted cree que es más sabio que siete que saben aconsejar.
Proverbios 15:14 (RV-60): El corazón entendido busca la sabiduría; más la boca de los necios se alimenta de necedades. Trate de hablar usted con un necio, trate; y dígame si no cree él que siempre tiene la razón. El mundo está equivocado, todo el mundo menos ellos.
La ceguera es lo peor que le puede pasar a alguien, lo peor, y te voy a decir por qué razón.
Deuteronomio 8:19 (RV-60): Más si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.
¿Por qué es tan drástico Dios? ¿Por qué casi te obliga a que te acuerdes de él? Son tantos los versículos que te lo dicen claramente: que te sacó de Egipto, que te sacó de casa de servidumbre, que te sacó del pecado en que vivías. ¿Quién te sacó del pecado en el que vivías? ¿Quién transformó tu corazón? ¿Quién transformó tu vida? ¿Quién transformó tu familia? ¿Quién te ha dado lo que tienes? ¡Por amor de Dios, todo lo que tenemos viene de Él! No solamente eso hermano, nos ha lavado, nos ha transformado, nos ha perdonado, nos ha santificado. Dice la escritura que nos ha puesto en lugares celestiales. El día que terminemos nuestra vida aquí nos vamos a la gloria.
Yo dije que esto es delicado porque, mucha gente ya se murió. No estoy hablando de una muerte física, estoy hablando de una muerte es espiritual.
Cuando hay funerales, acá en la iglesia, veo gente que conozco desde hace 35 años, personas que hace mucho tiempo asistían a la iglesia, que servían aquí en la iglesia; usted habla con uno de ellos y le pregunta: ¿dónde te congregas? No, ya no me congrego en ninguna iglesia. Ahora tengo mi negocito; y se lo hablan con una soberbia como diciendo: ahora yo soy Dios y me sirvo a mí mismo. ¿Qué pasó? Por cuanto se olvidó de Jehová se murió, espiritualmente. No hay nada que lo pueda revivir, solo un milagro del cielo, solo un arrepentimiento genuino, un arrepentimiento real, verdadero, nada más. Se murieron, por eso viven como viven, hacen lo que hacen. Lo más triste es que pueden ser nuestros hijos, pero peor aún es que usted lo justifica; se murieron espiritualmente hablando. Quiera Dios que esas personas vuelvan a Dios y busquen a Dios, mientras pueda ser hallado.
Esta es la Radiografía de una caída, de personas que un día las vimos en el seno de la casa de Dios sirviendo, pero les vino el problema y no tenían la madurez espiritual suficiente para reconocer que Dios estaba probando su corazón. Te puso gente a tu alrededor que te instaron a irte para el mundo, y te fuiste, comenzaste a hacer lo malo y lo hiciste. Ahora, tú estás enfocado en ti mismo y piensas que tú eres la víctima. Luego decides tomarte un tiempo y dejar de asistir a la iglesia, sin saber que lo que le estás permitiendo es tiempo al diablo para que te hable al oído.
Y Dios te da un tiempo y te suelta la pita, y te da un tiempo; pero cuando usted decide olvidarse por completo de Dios, entonces Dios dice: ¿ya se te olvidó de dónde te saqué? ¿Ya se te olvidó todas las promesas que me hiciste en el camino? ¿Ya se te olvidó cuando venías nadando el río para pasar al norte de América? ¿Ya se te olvidó cómo hice yo para alimentarte cuando no tenías ni cinco centavos? ¿Ya se te olvidó cómo abrí las puertas de una familia para que te tuvieran en esa casa los días que tú no podías pagar, ni tenías donde dormir? ¿Ya se te olvidó cómo te conseguí un trabajo? ¿Ya se te olvidó cómo concebiste familia? ¿Ya se te olvidó cómo he bendecido a tus hijos? ¿Ya se te olvidó cómo te he prosperado? ¿Te olvidaste?
Deuteronomio 8:19 (RV-60): Más si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. De cierto moriréis.
Mis queridos y amados hermanos que Dios nos ayude a mantenernos firmes. Que podamos entender cuando llegue la prueba, cuando llegue la aflicción, que la vamos a soportar en el nombre de Jehová, Dios de los ejércitos porque Él pelea nuestras batallas. (Éxodo 14:14) Jehová peleará por vosotros y vosotros estaréis tranquilos. ¡Gloria a Dios!
Oremos: Padre, te agradecemos la manera como nos has sostenido a través de los años. Señor, hay muchos hermanos en esta tu casa que hemos atravesado cien batallas, pero siempre reconocimos que tú estabas con nosotros. Te hemos dado honra, te hemos dado gloria, no nos hemos olvidado de ti, ni queremos olvidarnos jamás. Reconocemos que tú eres digno de toda alabanza, que tú eres digno de toda adoración, y que aún en medio de la prueba tú estás con nosotros. Tú has prometido en tu palabra que cuando hay necesidad nos ayudas. Que cuando caemos nos levantas, porque siete veces cae el justo y vuelve a levantarse. Hemos sentido tu amor, tu presencia, entre nosotros. Es el deseo nuestro, Padre, de nunca apartarnos de tus caminos. Oramos por aquellas personas que se olvidaron de Jehová. Oramos por esta gente que un día tenía su mirada puesta en ti y que ahora se han olvidado. Oramos para que vuelvan Señor, para que busquen a Jehová mientras pueda ser hallado.
Mientras todos oramos, si usted nunca ha recibido a Cristo en su corazón, pero me dice: Pastor, yo siento la necesidad de Dios en mi vida. Yo siento la necesidad de Cristo en mi alma. Me siento tan lejos, me siento tan solo, tan abandonado. Invite a Jesús a venir a su corazón a través de esta oración: Señor Jesús, en este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida, te entrego mi alma, te doy gracias por lo que hiciste en la cruz, por poner tu cuerpo y derramar tu sangre. En este día te entrego mi corazón. Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.
Señor, despídenos con tu paz y con tu bendición, en el nombre de Jesús, amén.