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TRANSCRIPCIÓN

Dios les bendiga a todos mis hermanos. Vamos a abrir la palabra de Dios en Proverbios capítulo 19: 2.

Desde la pandemia hemos encontrado que la gente tiene más problemas emocionales. La gente está más estresada, las personas están más ansiosas, y otras están con depresiones. No sé cuántos tienen esas enfermedades, pero una de las cosas que yo estoy seguro es que: aquel que tiene a Dios, lo tiene todo.

Yo quiero hablar de los esos “altos” que el Señor nos pone, de: Los stop de Dios. Yo no sé cuántos de ustedes son personas que andan caminado a la carrera, todo lo hacen corriendo y nunca tienen tiempo. Yo le pregunto: ¿usted necesita hacer un alto?

En mi país, El Salvador, las personas chocan a cada rato porque no respetan las señales de tránsito. La mayoría de las veces por estar con el teléfono. Las estadísticas dicen que, ahora hay una gran paz en todo el país porque no hay delincuentes, pero, los accidentes han subido por encima de todo.

La vida de nosotros tiene que tener un “alto”, tarde o temprano. No toda la vida vamos a estar caminando al ritmo que nos da la gana, porque si somos hijos de Dios tenemos que someternos a la voluntad de Dios. Si somos hijos de Dios no podemos estar caminando de acuerdo a mis caprichos. Si usted no se detiene, Dios lo va a detener.

Dice la palabra del Señor:

Proverbios 19:2 (RV-60): El alma sin ciencia no es buena, Y aquel que se apresura con los pies, peca.

Proverbios 19:2 (LBLA): Tampoco es bueno para una persona carecer de conocimiento, el que se apresura con los pies, peca.

Oremos todos: Padre, te damos las gracias en esta preciosa tarde. Te pido que puedas bendecirnos, que nos hables al corazón, y que nos hagas entender, Señor, que tenemos que reconstruirnos, que tenemos que tener un “alto” Señor, porque seguimos trabajando o haciendo las cosas como estamos caminando muchos moriremos en el camino. Te pido que nos hables al corazón en el nombre de Jesús, amén y amén.

¿Por qué digo que las emociones están cambiando? ¿Por qué las emociones están tomando demasiada posición en la vida de muchas personas?

Hay personas que me dicen: “Pastor yo tengo demasiado estrés”. El que tiene más estrés, no tiene la capacidad para resolver problemas, porque siempre está estresado. Usted tiene que aprender a manejar el estrés; la gente dice que hoy está estresada. Otros dicen que están con ansiedad, y la ansiedad solo tiene un problema: es que usted está preocupado viendo que lo que va a pasar en el futuro. Entonces, ¿por qué tiene ansiedad, si usted le ha confiado su vida a Dios? ¿Por qué no confía en lo que Dios tiene para su vida? Acaso no sabe que su peor enemigo no está fuera de usted, sino dentro de su corazón. El diablo (nuestro enemigo) sabe cuál es su debilidad y ese botón es el que él va a apretar para descompensarlo.

¿Cuántas personas no han pasado por las iglesias y ahora no están? La gente dice que los hermanos en la pandemia se perdieron, yo les digo: no. La iglesia fue purificada, porque se quedaron los que tenían que quedarse; los que estuvieron y ahora no están nunca fueron. Muchas personas hoy tienen demasiadas ocupaciones, le digo algo: mientras usted no se entregue completamente a Dios, usted estará peleando solo con lo que su cuerpo quiere; pero la pregunta es: ¿qué quiere Dios de usted? 

Hace algunos meses yo vi un accidente muy grande que ocurrió en mi país por no respetar un stop (alto). Andaban a alta velocidad y no respetaron la señal, la muchacha murió y el joven está preso. Ella no llevaba el cinturón de seguridad. Yo me pregunto: ¿cuál era el apuro? Mi deseo el día de hoy es que, usted y yo, pongamos un “alto” a lo que estamos haciendo, porque si estamos con vida hay una oportunidad de cambiar su vida.

Hubo un matrimonio, que atendí en consejería, donde la esposa le puso los cuernos al esposo y ambos dicen que: es lo mejor que les pudo pasar. El propio esposo me dijo: “Solo así aprendí pastor, ella no lo hizo porque quiso, yo tuve la culpa. Cada vez que yo venía y usted me daba consejo, yo hacía todo lo contrario. Ya no tenía atenciones, llegaba cansado a la casa (muchas veces ella estaba esperándome con la cena) y dejé pasar infinidad de escenas donde mi esposa tenía detalles conmigo; y yo no me daba cuenta de los bonitos detalles que tenía. Pasaron diez años, y esa falta de reconocimiento de lo que mi mujer estaba haciendo, se volvió una costumbre”.

Así nos sucede a muchos de nosotros en nuestra comunión con Dios. La relación de un matrimonio es exactamente como la relación que tenemos con Dios. ¿Cuál es el verdadero interés? ¿Por qué sigue con esa mujer/hombre? A muchos de nosotros nos sucede como a este matrimonio. Nuestra comunión con Dios se ha vuelto una costumbre. Es costumbre faltarle al respeto al Señor, entramos a la iglesia, pero el corazón no lo traemos, lo que traemos es la cabeza. Otros vienen a la iglesia por miedo, porque piensan que Dios los va a castigar. Déjeme contarle algo: Dios no quiere a nadie obligado en su casa. Él no quiere personas que lo amen por lo que pueda darte, sino por lo que Él es. Usted tiene su carro allá afuera, si Dios se lo quita, ¿usted seguirá siendo feliz?

Si usted tiene un corazón sincero, Dios le dará oportunidades, pero usted debe estar atento. Por eso le digo: ¡Ten cuidado! ¡Detente! Le puse al sermón Los stop de Dios.

¿Cuál es el acróstico de STOP?

S (stop): detenerse, alto.

T (think): pensar.

O (observe): observar.

P (proceed): proceder, avanzar.  

Solo quiero que se acuerde de cuatro cosas: Detente, Piensa, Observe y Proceda.

Si yo le pregunto ahora: ¿cómo está su vida? ¿Cómo va su matrimonio? ¿Cómo están sus hijos? ¿Cómo están sus sueños? ¿Cómo van esos deseos de superación? ¿Cómo van los ánimos? ¿Cómo se levanta por la mañana? ¿Cómo se acuesta en la noche?

Si usted es de los que está listo para seguir avanzando en la vida, déjeme decirle que tenemos que hacer un alto, un stop, porque si no se detiene va a destruir todas las cosas buenas que Dios tiene para su vida. Dios no está buscando destruirlo a usted, Dios no está queriendo que usted deje de disfrutar la vida, al contrario. ¿Pero de qué sirve que usted tenga una gran cantidad de dinero si usted no puede caminar? ¿De qué sirve que usted tenga su esposo(a) e hijos y no sean felices? ¿De qué sirve que estemos en una iglesia si nuestro corazón no está aquí? Y eso es, precisamente, lo que Dios está buscando todos los días, un verdadero corazón. Es a ese a quien Dios quiere bendecir.

Una de las cosas que entendí aquí, es que: este país es precioso, es interesante, pero son muchos los cristianos que se apartan de la presencia del Señor, por querer disfrutas estas cosas que Dios les ha dado. ¡Qué triste saber que los que están acá bendecidos con un carro muy lindo (que nunca tuvieron allá en su país), un apartamento precioso que Dios les ha dado, muchas veces dice: no tengo tiempo para Dios! Dígame, ¿usted no cree usted que es una bendición que estemos todos en la casa de Dios? No cree usted que es una bendición que haya tantas nacionalidades y culturas reunidas en un solo techo, un solo Dios.

Una de las cosas que hemos aprendido en la iglesia es que a la iglesia venimos a servir a Dios, no a servirnos de Dios. Nosotros entendemos que el estar en la iglesia y servirle a Dios es un privilegio. Yo no le estoy haciendo un favor a Dios. Cuando yo digo que le voy a servir a Dios, tengo que analizarme realmente. Porque los ministerios en los que yo sirvo, se pueden convertir en maldición en vez de ser bendición.

¿Cómo está su relación con Dios? ¿Cómo está usted delante de Él? Si no ha habido cambios en su aspecto físico, en su personalidad, entonces, debe analizarse. Yo no quiero criticar a nadie, pero muchas veces digo que hay señores que después de los 60 años quieren andar de pelo largo, ¡hermano! Son etapas de la vida, para las que a usted se le ha hecho un poco tarde; entonces debe analizarse.

¿Por qué razón no soy feliz en mi vida, en mi ministerio? Yo tengo que analizar porque, es muy fácil después culpar a Dios de todas aquellas cosas que no pasan en mi vida, que no entiendo, que no supe cuando estaban sucediendo. Usted no necesita irse a un lago, a un río o manejar largas distancias para hablar con Dios, usted solo necesita arrodillarse en su cuarto y hablar con Él.  

Yo siempre molesto a todos los salvadoreños, que ahora viven en Estados Unidos o en Canadá, que van de vacaciones a su país El Salvador; porque ellos creen que también están de vacaciones del Señor. Ellos dicen en la iglesia: “me pusieron a trabajar y eso que estoy de vacaciones”. ¿Pero cómo que es trabajo? No se dan cuenta que es privilegio servir al Señor.

Usted muchas veces se pelea con Dios, o con el pastor, porque no le gusta el sermón. Yo he aprendido que yo debo decir lo que me dice el Señor. De aquí (púlpito) para acá (señalando hacia el pastor) yo hablo lo que Dios dice, y de aquí (púlpito) para allá (señalando la congregación) usted escucha lo que quiera. Son dos cosas que tiene que tener bien clara usted, la Biblia dice (1Tesalonicenses 5:21): examinadlo todo, y retened lo bueno. Por eso es tan importante que nos detengamos ahora, porque si sigue caminando como hasta ahora, puede sucederle lo que dice la escritura.

Proverbios 14: 15 (RV-60): El simple todo lo cree; más el avisado mira bien sus pasos. Eso es importante, porque no nos vamos a pasar, por eso es que tenemos que tener un alto.

Proverbios 4:23 (RV-60): Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él manda la vida. ¿Qué guarda su corazón, resentimiento o amor? Dependiendo de lo que usted guarde en su corazón, eso es lo que usted es. ¡Qué lindo es ver aquellas personas que sonríen toda la vida y no tienen problemas! Aquí hay personas que han sido amorosas toda la vida, nunca los he visto enojados. Hay personas que siempre han estado dando lo mejor. ¿Qué es lo que está buscando? ¿Qué es lo que está anhelando? El problema es que nuestros corazones, a veces, no están con los sentimientos correctos para con Dios.  

Proverbios 16: 9 (RV-60): El corazón del hombre piensa su camino; más Jehová endereza sus pasos. El Señor quiere que pensemos, que utilizamos el cerebro. Científicos dicen que nosotros dejamos de utilizar un gran porcentaje del cerebro porque no lo estimulamos. ¡Se imagina si lo estimulamos!

Entonces, el hecho es: detenernos y empezar a pensar, a utilizar el cerebro. Porque la mayor parte de las personas cuando se enojan no piensan.

Allá en mi país hubo dos hermanas que se pelearon en un baño de la iglesia por un hombre; una era la esposa y la otra era la amante, ¡imagínese! Me mandaron a llamar, me presenté en el lugar, desapartamos a las dos mujeres. Cuando me pongo a conversar con ellas, la amante sabía que el hombre era casado y me asegura que solo se veían de vez en cuando. La esposa, dice que ella no estaba enamorada de él. Entonces le pregunto: ¿por qué siguen con él? ¿Saben por qué hermanos? Por orgullo, para no caer en boca de nadie.

Hoy yo te estoy diciendo: detente y piensa. Porque el día que Dios vaya a darle una salida a tu problema, no será a tu estilo; sino al estilo de Dios. Para eso, tienes que escuchar la voz de Dios. No tome decisiones sin consultar a Dios.

¿Qué es lo que está buscando Dios? Que usted se detenga y piense, con la cabeza, si lo que está haciendo es correcto. ¿Por qué? Porque el problema de todo esto es que recuerde que toda decisión tiene su consecuencia. La consecuencia, mala o buena, depende de sus decisiones. Por ejemplo, contraer matrimonio es una decisión muy importante, porque van a estar toda la vida juntos. ¿Esa es la persona con la que quiere estar el resto de su vida? Si Dios a usted le puso delante el formar una familia, hágalo; pero piense bien todo antes de hacerlo. Hable con el Señor, no se vaya corriendo porque está guapa, porque esa mujer guapa un día va a ser viejita, y usted tiene que estar claro de eso.

Proverbios 14:15 (RV-60): El simple todo lo cree; más el avisado mira bien sus pasos ¿Qué quiere decir? Observe, hermano, la gente observadora es muy interesante, y lo otro es: espere. ¿Y cuánto tiempo puede esperar? El tiempo suficiente, ¿por qué correr? Los jóvenes hoy en día andan corriendo, como si el mundo se les fuera a acabar. Los que tenemos cuarenta años decimos: apenas empiezo a vivir. Los que tienen cincuenta años dicen: que están en la mejor edad. Usted tiene que detenerse, no se confíe en la edad que tenga y no tome decisiones a la ligera, no son necesarias.

Estas cosas son sencillas, yo no quise tocar las cosas más pecadoras: hermanos que están viviendo doble vida aquí en la iglesia. Vienen a adorar a Dios, y después se van a beber. Vienen a llenarse de pureza, a adorar al Señor; y andan de novio en novio. Deténgase hermano, y observe su posición.

Josué 1:9 (RV-60): Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios está contigo donde quiera que vayas. Si Dios no va con usted no salga. Si Dios no le ha dado la autorización no salga. Si Dios no le ha dicho: compre eso, no lo compre. No se mueva, deje que Dios haga la obra completa.

Hay situaciones que usted va a tener que aprender a esperar, porque esperar también es parte de nuestros requerimientos como cristianos. No todos tenemos paciencia, la mayoría de nosotros queremos avanzar. Hay gente que todo el tiempo está peleando porque no tiene tolerancia, pero esa no es su pelea es la pelea de Dios. Suceden cosas que usted solo tiene que esperar, no haga nada.

Si usted sigue andando como lo hace hasta el día de hoy, sin detenerse, y sin empezar o analizar los pasos; perdóneme, pero va a terminar mal. Es muy importante que nos detengamos a pensar lo que Dios, en el día de hoy, quiere poner en su vida. Todavía es tiempo que podemos ser felices, todavía podemos darle algo diferente a nuestra vida: menos enfermedades, menos presiones, más felicidad. Disfrute el servirle al Señor, disfrute de su país maravilloso, disfrute de su trabajo, de su casa; pero por favor no se olvide de Dios. Miremos a Dios y busquémoslo de corazón. ¡Denle un fuerte aplauso al Señor!

Padre, gracias Señor por esta preciosa tarde. Difícil es, para muchos de nosotros, el poder comprender los caminos de la vida; especialmente Señor, cuando no te tomamos en cuenta. El lugar donde queremos vivir de acuerdo a nuestras costumbres, pero no a tus principios. Difícil es poder comprender y escuchar tu voz cuando nosotros hemos tomado decisiones sin preguntarte. Sé que esta preciosa tarde, Señor, tú estás buscando corazones; no solo de aquellos que no lo tienen sino, de aquellos que ya conocen de Jesús, y no han llevado una vida alegre, no han tenido una vida de bendición, que han estado constantemente peleando con situaciones personales, han estado peleando con situaciones en sus corazones, están batallando en diferentes áreas y no han podido. No somos capaces de reconocer que las cosas están mal en nuestra familia, que las cosas están mal con nuestros hijos, que están mal en el trabajo, pero sé que en esta preciosa tarde las cosas pueden ser mejores. No nos dejes solo Señor. Permite que a esta hora podamos Señor tener ese “alto”, para no destruir nuestro futuro. No queremos vivir en un pasado, ni mucho menos preocuparnos por un presente, pero éste presente lo podemos mejorar y el futuro también puede ser mejor. Señor te pedimos que puedas bendecir los corazones, aquellos que están peleando, que están con necesidades, sus problemas emocionales, y que puedas Señor tocar esos corazones. La solución está frente a usted y se llama: Jesucristo. Si nunca ha invitado a Jesús a su corazón, por favor, la invitación está abierta para que usted pueda venir delante de la presencia del Señor y poder tomar esa decisión tan importante. Tiene que hacer un “alto” para tomar en cuenta a nuestro Señor Jesucristo.

Seguimos orando. Gracias Padre por el mensaje de esta tarde. Gracias Señor por recordarnos que debemos de ser prudentes, de debemos pensar. Gracias Señor porque tú nos guías a través de tu Espíritu Santo. Queremos orar ahora, por aquellos que no le han entregado su vida a Jesús. Si usted está acá, y no ha tomado esta decisión tan importante, esta decisión eterna, le invitamos. Mis hermanos diáconos están caminando por la iglesia para poder orar con usted y por usted, para ayudarle a que tome la mejor decisión. Una decisión que va a cambiar su vida. Si usted no le ha entregado su vida a Jesús, le voy a pedir que haga esta oración conmigo: Señor Jesús yo te recibo hoy, como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Señor me arrepiento. Gracias doy a Dios por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Padre gracias por ese privilegio. Gracias Señor. Si usted hizo esta oración conmigo, le invitamos a que nos acompañe o busque una iglesia cerca de su hogar donde se predique la sana doctrina.

Amado Dios, guárdanos y bendícenos en Cristo Jesús, Amén y amén.

Iglesia que Dios les bendiga a todos.