No le tenga miedo a la felicidad
Octubre 02, 2022 – 1:30PM | Juan 2:1-11 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Quiero predicar de un tema que he considerado necesario, quiero hablar acerca de la felicidad. Es importante escuchar todo el mensaje porque se presta para malos entendidos. La felicidad la podemos medir de diferentes formas, una de ellas es de acuerdo al mundo, pero en el aspecto bíblico es diferente. A veces medir la felicidad es un poquito complicado, para eso es la noche de hoy.
Busquemos la palabra del Señor en el evangelio de Juan, capítulo 2, del versículo 1 al versículo 11. Este pasaje de la escritura que es bastante conocido. Vamos a leer la palabra y vamos a estar relajados, tranquilos, poner atención para que Dios le hable a su corazón.
Juan 2: 1-11 (RV-60): 1Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. 2Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. 3Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. 4Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. 5Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. 6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales había dos o tres cántaros. 7Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora. 11Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Vamos a orar: Padre quiero suplicarte que tu palabra llegue a lo profundo de nuestros corazones, que nos haga reflexionar en esta hora. Gracias te damos Padre Santo por el gozo inefable que has puesto en nuestros corazones. Bendice esta palabra, te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Las bodas representan alegría, fiesta, regocijo, felicidad. Una boda no es símbolo de tristeza, miedo o dolor. En una boda, aunque se derramen algunas lágrimas, son lágrimas de gozo, de contentamiento, son lágrimas de felicidad. Esto era una fiesta y Jesús fue a la fiesta, de hecho fue con su mamá y con sus discípulos. Las fiestas usualmente duraban unos siete días, más o menos, y Jesús disfrutó de este tiempo en la boda. También nos dice la Biblia que Mateo hizo un gran banquete en su casa y que el invitado especial era Jesús, también disfrutó de esta fiesta. Jesús era invitado por la gente para que fuera a su casa, para comer, para compartir con Él. Nunca dijo Jesús: “No, yo no puedo ir porque la verdad que yo no he nacido para ser feliz, porque la verdad que lo mío es la cruz, lo mío es el sufrimiento.” Jesús nunca dijo esas cosas, al contrario, Jesús dijo a sus discípulos en una oportunidad: (Juan 15, RV-60) 11Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros.
El mensaje de esta tarde se llama No tenga miedo a la felicidad.
La palabra felicidad, como tal, no aparece en la Biblia. La palabra que más se acerca a la felicidad la palabra “macarios” que significa: bendito, bienaventurado, dichoso. Es probable que algunas personas levanten su mano, si yo hago esta pregunta: ¿Quién es feliz? (Sobre todo si su esposa lo está mirando o está a su lado.) Quiero hacer un análisis, relajadamente y en todo sentido, de lo que significa “felicidad”.
No es fácil definir, ni medir la felicidad porque depende de muchísimos factores; pero me refiero a una sensación de bienestar, me refiero al hecho de disfrutar de la vida, me refiero a gozar los momentos que nos ofrece la vida. Quiero que sepa que no me estoy refiriendo a una felicidad externa. No me quiero referir a lo que no tenemos en la vida, lo cual es una confusión (eso va a ser en otro mensaje). Tampoco quiero referirme a la búsqueda de estatus. Y se lo digo porque con 60 años encima yo pienso y veo la vida de una manera distinta; la pienso de una manera distinta, la juzgo de una manera diferente. Yo pasé de esa época de creer que la felicidad está en tener cosas; muchos llegan a tener todo lo que desean comprar pero tienen un corazón vacío. Dicen los que saben que nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta gente como hay hoy en día, pero lo curioso es esto: mientras más gente tenemos alrededor, mayor soledad hay en la vida de una infinidad de personas.
Entonces cuando hablamos de este tema tenemos que abarcar todos los aspectos y llegar al centro, al corazón de la situación. Ser feliz no es un estatus, no significa tener una gran cantidad de seguidores en las redes sociales. No quiero hablar de factores externos, porque cuando se acaban los factores externos se acaba la felicidad, y esa no es la verdadera felicidad.
Se han hecho estudios y dicen los expertos que las personas felices comparten las siguientes cualidades:
-Son personas que disfrutan el momento.
-No se enfocan en lo que no pueden controlar. (Porque si usted quiere controlar a alguien, jamás va a ser feliz. Usted quiere controlar a su marido, quiere controlar a su mujer, quiere controlar a su hijo, a su hija, pues nunca va a poder ser feliz.).
-Son personas que tienen una mentalidad de crecimiento, siempre están aprendiendo, no tienen una mente fija. (La mentalidad de crecimiento le gustan los desafíos. La mente fija no, vive igual todos los días.)
-Se relacionan con otras personas que son felices también.
-Tienen sueños, tienen aspiraciones.
-Tienen tiempo para ellos mismos. (Dicen, el martes en la mañana es es para mí, yo voy a hacer lo que yo quiero hacer: Ir a un spa, masaje, etc.
-También son personas que gastan dinero en experiencias, no en cosas materiales. (Una persona feliz disfruta más un viaje a Grecia, que comprarse un carrito. (Si usted no está de acuerdo, el mensaje de la noche se llama “Yo no estoy de acuerdo”, entonces ahí le espero.)
-Son generosos.
-Tienen una actitud positiva.
He leído en cantidad de artículos o libros que dicen: Que la felicidad se puede planificar. Lo que pasa es que las cosas no siempre van a salir como usted quiere que salgan. Usted puede estudiar la carrera que a usted le gusta, porque no hay cosa más desgraciada, que trabajar en algo que usted odia. Pero nadie está obligado a permanecer en un trabajo que no disfruta. Estoy hablando de vivir las experiencias, de aceptar lo que se puede aceptar. Pero también la razón por la que mucha gente se separa, es porque no están dispuestos a seguir aguantando a una persona el resto de sus días. Ahora, yo no estoy diciendo que esa sea la clave, de ninguna manera.
Quiero, por favor, que entienda muy bien estas cosas que voy a explicar ahora: El evangelio no es sinónimo de tristeza. ¡Entiendan eso! ¿No se ha dado cuenta usted que cuando invita a una persona a venir a la iglesia muchas veces nos dicen que no porque dice: No, porque me voy a sentir triste? Si voy a la iglesia ya tengo que dejar de hacer esto. Es que si voy a la iglesia, tengo que dejar de hacer aquello. El evangelio no es tristeza.
Jeremías 31:13 (RV-60) dice: 13Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor. ¡Ese es el evangelio! Si usted le pone atención nos está hablando de danza, nos está hablando de cambiar el lloro por gozo, está hablando de consuelo, está hablando de alegría en el dolor. A veces hermano hacemos a un lado todas estas cosas. Nos da la impresión de que el mensaje cristiano es un mensaje fatalista, que es un mensaje de agonía, que es un mensaje de sufrimiento. Déjeme decirle que hay verdades bíblicas que no suprimen, que no anulan, que no prohíben, la posibilidad de vivir feliz. Por eso el mensaje se llama: No tenga miedo a la felicidad.
Le explico algunas cosas. En los púlpitos escuchamos las siguientes expresiones: “Hay que tomar la cruz cada día, hay que negarse a uno mismo.” “El sufrimiento es parte de la Vida Cristiana.” “Todo lo que el hombre sembrare eso también segará.” “Como soportar las pruebas”; todo eso es cierto, pero eso no impide que disfrutemos de la vida, eso no impide que tengamos contentamiento, eso no impide que gocemos los buenos momentos, eso no impide tener un tiempo de diversión, eso no impide pasarla bien un rato, eso no impide tener un tiempo alegre. Por eso el mensaje se llama: No tenga miedo a la felicidad.
¿Cuántos padres queremos que la vida de nuestros hijos sea desgraciada? ¿Qué queremos nosotros? Ah, ¿Y Dios qué es? Dios es un padre. Pero a veces hermano me da la impresión que el evangelio es símbolo de sufrimiento, el evangelio es símbolo de lágrimas, el evangelio es símbolo de dolor, es símbolo de fatalismo, es símbolo de prueba. Venga el evangelio, ¡a sufrir se ha dicho! No, no se trata de eso, de ninguna manera. Dios es Padre y quiere que nosotros, sus hijos, estemos bien. Ahora el problema, si le queremos llamar problema, es el hecho de que parte de la felicidad tiene que ver con la calidad de las decisiones que tomamos en la vida. Si usted toma malas decisiones en la vida, pues paga consecuencias, mi hermano. Usted se va a un bailecito, conoce un muchachote guapo, el muchachote intercambia teléfono con usted, y se va con el chamaco y pasa una noche con él. Se embaraza y el resto de su vida, una vida desgraciada. Claro, no era el plan divino, no era el plan de Dios. Si queremos en realidad poder disfrutar, de estas cosas que le voy a mencionar dentro de un rato, es bien importante que aprendamos a tomar decisiones basadas en nuestros principios y valores cristianos.
En el mundo y la carne hay un concepto equivocado, creen que ir al mundo es para gozar la vida. No es cierto hermano, usted la va a gozar un ratito, pero va a pagar las consecuencias el resto de sus días. Hay gente que me dice a mí: “Sí, pero lo bailado no me lo quita nadie”. La cosa no es lo bailado, sino ¿cuánto bailaste? Otra cosa que usted debe preguntarse: ¿Cuánto has llorado? Llevas 15 años llorando, llevas 20 años llorando. Entonces cuando ponen las dos cosas en la balanza te das cuenta y te preguntas si valió la pena, claro que no hombre. Ay personas que se consuelan después de haberse equivocado en la vida, diciendo: “si eso no hubiese pasado, no tendría a mi hijo(a)”, eso lo dice todo el mundo y es la justificación más grande que hay. El mundo y la carne producen muerte. Jesucristo da vida y vida en abundancia.
Juan 16: 33, RV-60): 33Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción. ¡Ah, bueno! se lo está diciendo el Señor. La Biblia dice que Satanás, el diablo, es el príncipe de este mundo. Entonces no me venga a decir que usted la puede gozar en el mundo, cuando el príncipe del mundo es el diablo. Si la palabra del Señor está diciendo que en el mundo hay aflicción, que en el mundo hay tristeza, y en el mundo se pagan las cosas muy caras.
2 Corintios 7: 10 (RV-60): 10Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. Recuerde hermano que la “tristeza del mundo” produce muerte. Es que después de que usted la riega no puede con su conciencia hombre. ¡Eso produce el mundo! Y quiero decir algo más: personas que aman el mundo, personas que les encanta el mundo, personas que sienten atracción por las cosas del mundo, comienzan a morir espiritualmente.
1 Juan 2: 15 (RV-60): 15No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. SI alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. ¿Sabe por qué sucede esto? Porque usted está lejos de Jesús. Toda persona que disfruta estar en el mundo, que disfruta unirse a otras personas y fregar, chistar, chismear y hacer de todo; es por la lejanía que tiene de Jesús, es por la distancia que hay. Entonces poco a poco comienza a morir, sigue muriendo y va a llegar el momento que de repente ya no lo vemos aquí. Luego dos domingos más, que no lo vemos aquí. Después, a la vuelta de un tiempo, ya no lo vemos más. Y es porque se siguen al mundo.
Gálatas 5:19 (Traducción del Lenguaje Actual): 19Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos. ¿Qué quiero decir con esto? Que el mundo no produce felicidad. El mundo te puede producir un momento de fregadera (relajos, diversión), el mundo no trae nada bueno, por eso dice Dios: “No améis al mundo.”
Quiero que entienda hermano que Dios nos manda a tener una vida de contentamiento, una vida de satisfacción. Dios no le dice a nadie: “vaya y sufra.” Fueron aquellos tiempos donde personas se alejaban y se mutilaban ellos mismos, porque ellos creían que había que golpearse para poder purificarse. Jesús en ningún momento nos manda a hacer nada de eso.
Hay un término que transformó mi vida, es el hecho de que Dios es un padre. Como yo no conocí al mío, me puse a estudiar todo eso y descubrí que es un padre amoroso. Nosotros queremos a nuestros hijos, somos capaces de hacer cualquier cosa por ellos ¿no es cierto? Es instinto natural. Entonces, ¿usted cree que Dios se goza de ver a un hijo viviendo una vida desgraciada? Claro que no, de ninguna manera. Usted tiene a su hija que su marido la maltrata, que le habla feo, que nada de lo que ella hace a él le agrada; siempre le exige. Usted viendo esto, ¿no cree usted que siente dolor en su corazón por eso? Por supuesto que sí. Porque lo que le hagan a su hija, no importa la edad que tenga, es como que se lo están haciendo usted. Dios es un Padre y quiere lo mejor para nosotros.
Isaías 61: 1, 3 (RV-60): 1El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel. 3A ordenar que a los afligidos de Sion se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Hermano, buenas noticias, eso es el evangelio de Jesucristo, esa es la palabra del Señor. Es por eso que yo no creo en un evangelio fatalista, yo no creo en el evangelio de sufrimiento. Dios quiere que usted sea feliz, por eso el mensaje se llama: No tenga miedo a la felicidad. Eso es lo que hace el evangelio, sanar. Usted está quebrantado en el corazón, por la razón que sea, el evangelio ayuda con eso. Jesucristo te sana el corazón. Dios nos manda a tener una vida de contentamiento y de satisfacción; pero muchos pensamos que el Señor te dice: “tome su cruz, venga y llore todos los días.”
Deuteronomio 24: 5, (RV-60): 5Cuando alguno fuere recién casado no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó. ¿Qué le parece a usted? Eso debería suceder aquí y repetirse cada cinco años. ¿Imagínate cuánto uniría esto a las parejas? Este pensamiento, es pensamiento de Dios, que ha cambiado nuestro lamento en fiesta.
Salmos 30: 11, (RV-60): 11Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Cuando yo vine al evangelio vine con tristeza en el corazón, 17 de junio de 1979. Yo experimenté algo nuevo a mis 17 añitos. Mi vida era un desastre, un desastre emocional. Había soledad, tristeza de no haber tenido papá, de que mi mamá no estaba conmigo, que yo no tenía nada. Y muchas más cosas, lo que se puede imaginar a usted. Para mí este versículo se hizo realidad: Dios cambió mi lamento en baile. Dios transformó mi vida. Dios trajo paz a mi alma. Dios trajo felicidad.
El día de ayer conocí al pastor nuevo (canadiense) y me dice: “Siento mucho lo que te pasó.” Yo le dije: estoy bien, estoy vivo, estoy agradecido; por lo menos por el día de hoy. Si mañana el Señor quiere otra cosa, estoy listo, pero por hoy estoy agradecido, tengo vida, los puedo ver a ustedes, puedo ver la gracia y la misericordia de Dios cada día, hay gratitud en mi corazón, esto hace Dios.
Habacuc 3: 18 (RV-60): 18Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Es muy probable que usted no sea dueño de su circunstancias, es probable que hayan situaciones a su alrededor que no pueda manejar, que usted no pueda controlar. Lo que está fuera de su control, tiene que estar en la mano de Dios. Usted alégrese, goce la salvación, goce el día, goce el momento, goce el instante.
Hay una fotografía que me encantó, no estoy seguro si fue el príncipe William que había venido aquí a Vancouver, y estaba muy cerca del Stanley Park. Había una multitud de gente viendo al príncipe, todos con sus teléfonos tomando foto. Pero en medio de esa multitud había una señora como de 80 años, sin cámara, solamente apreciando. La señora se veía emocionada viendo al príncipe. Decía la parte inferior de la fotografía: “Esta señora si sabe apreciar el momento.”
Yo pienso que la vida es así, las cosas no te van a salir como tú quieres, te vas a casar sí, pero a la vuelta de unos años a lo mejor pierdes a tu esposo(a), tú no planificaste eso; son situaciones. Te quiero decir con esto: que los creyentes no estamos exentos de pruebas, no estamos exentos de sufrimiento, estas cosas pasan. Todos planificamos lo mejor para nuestros hijos y te pasas planificando todo, y de repente tú dices: ¿y esto de donde salió? ¿Quién le enseñó estas cosas a este(a) muchacho(a) por amor de Dios? La vida es así, pero Dios te dice: “Con todo yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación.”
Una vida de gozo, una vida de alegría, de paz, de tranquilidad; es una vida de reglas, de principios y de valores.
Deuteronomio 4:40, (RV-60): 40Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre. Esto es lo que a Dios, el Padre, le interesa. A los jóvenes, los que están hartos con las reglas de la casa, que están hartos con su papá y su mamá; ustedes piensan que su papá es demasiado pesado, demasiado fuerte con usted. No es eso, entienda, por amor de Dios. Ahí tienes la respuesta en ese versículo: para que te vaya bien criatura de Dios.
Deuteronomio 5:16, (RV-60): 16Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Ahí tienes un Padre que te da consejos, que te da mandamientos, que te pone reglas y que te dice cómo hay que vivir para que te vaya bien.
Cuando no hay leyes, cuando no hay reglas; es una anarquía, es una falta de gobierno. La falta de reglas también significa caos, confusión, desorden, perturbación. Lo va a agradecer un día jovencito(a), cada “No” lo va a agradecer. Dios es un Padre y quiere ver a sus hijos bien, los quiere ver felices, satisfechos, contentos, con paz en el corazón, con satisfacción en el alma; que puedan gozar la vida y disfrutar el momento.
Deuteronomio 6:18, (RV-60): 18Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres. Ninguna de estas reglas es para oprimirte, ninguna de estas reglas es para desgraciarte la vida; todas estas reglas son para que te vaya bien. Pero la gente termina haciendo lo que se le ronca su santísima gana. Dios te exige estas cosas.
La paz es parte de la felicidad, Dios te da un consejo tan lindo si quieres vivir en paz y tranquilidad.
1 Pedro 3: 10, (RV-60): 10Porque: el que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño. Debe achicharrársele la lengua, deje de ser chismoso(a). Si usted quiere una vida de gozo, de alegría, de satisfacción: no juzgue para no ser juzgado. ¿Escuchó? No ponga discordia entre hermanos, trate a los demás como quisiera que lo traten a usted. Sea honesto, respete a las personas y los bienes de las personas, refrene su lengua, no se meta en lo que no le incumba. Sea humilde, ame a su prójimo y no haga leña del árbol caído. ¿Qué más quieres? Pero ¿cómo puede ser feliz si usted siempre está metiendo discordia, cizaña, entre otras personas?
En una vida de satisfacción El Secreto no se encuentra en un balance, porque la Biblia no nos manda a amar a Dios de la misma manera como amamos al mundo. Señores, no me vengan con esa historia.
Dios no habla de balance. El Señor nos dice (Mateo 23:37, RV-60): Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con todo el alma, con toda la fuerza y con toda la mente. La palabra del Señor también nos dice (Mateo 6:33, RV- 60): Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. No nos dice que lo hagamos de una manera balanceada, no señor. Te estoy hablando de principios divinos, hermanos el mundo no es bueno, se lo repito una vez más. Usted siente atracción, le gusta, le llama verdad y quiere estar metido en el mundo, ¿sabe por qué? Porque el amor del Padre no está en usted, lo dice la escritura. Si esto le sucede, usted lo que tiene es una religión, nada más. Lo suyo es culto domingo al mediodía y se acabó. Verdadera relación con el Padre, con Jesús, anhelo, deseo, ganas: No hay.
Cuidado con esa atracción, desgraciada, que tiene el mundo para muchos cristianos; aquellos que ya se convirtieron al evangelio, que ya conocen al Señor pero siguen insistiendo. Aquellos que aún sienten que el mundo los atrae, que los llaman. A Dios hay que buscar primero, la mirada tiene que estar puesta en las cosas de arriba, lo dice Dios hermano, si quieres que te vaya bien. No te vengas a quejar, no te vengas a quejar con tu entorno, no te quejes de que las cosas no están como tú quieres. Que no llegue el día en que digas: “Es que la verdad, no estoy satisfecho con mi vida.” Piense por un instante, ¿está satisfecho usted con su entorno? ¿Tiene el trabajo que le gustaría tener? ¿Cómo usted quisiera que fuera la situación en su casa? ¿Cómo usted quisiera que fuera su relación con su esposa(o)? ¿Lo que usted gana es suficiente para seguir adelante? ¿Usted aspira a cosas que no puede tener? Piense por un momento este tipo de cosas. Ahora Dios te dice: “Busca primeramente el reino de Dios. Busca el reino primero.”
Jeremías 17: 7, (RV-60): 7Bendito varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Ese bendito es la palabra macarios, que significa feliz.
Salmos 23: 1, (RV-60): 1Jehová es mi pastor, nada me faltará. 2En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando. 6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Yo siempre he dicho el más alto nivel espiritual lo tiene aquella persona que alcanza a decir: “Tengo a Cristo, no me falta nada.” ¿Te das cuenta? Yo entiendo el deseo de muchas personas, porque yo lo viví, yo sé lo que es el deseo de querer tener un carro nuevo, para ver cómo huele. Yo sé lo que significa para muchas personas tener un carro nuevecito, aunque no tengan para comer. Pero recuerde que al final del día, nada trajimos a este mundo y nada nos vamos a llevar.
En el Señor encontramos descanso, reposo, me pastoreará. Usted puede tener a Dios dándole ánimo. No voy a andar perdido, porque él me guiará. No temeré porque Dios estará conmigo. Me corregirá, porque todos necesitamos corrección. Me infundirán aliento, me animarás. Aunque tenga dificultades, problemas, siempre tengo un banquete delante de tu presencia. Mis enemigos no me quitarán el hambre. Me gozaré delante de tu presencia. Tengo más de lo necesario. Todos los días de mi vida me seguirán el bien, la bondad y la misericordia de Jehová; hermanos, ¡Esa es la verdadera felicidad, el verdadero gozo, de acuerdo a nuestro Señor Jesucristo!
Salmos 16:11, (RV-60): 11Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.
Este Salmos, te muestra dónde está la plenitud del gozo. Esto solamente es para personas que han crecido en la fe. Usted piensa que el gozo está en una fiesta, en una reunión de amigos tomando. ¿Quiere saber dónde está el verdadero gozo? El verdadero gozo, está en la presencia de Jehová. Usted no logra captarlo, porque no sabe lo que significa abrir esta bendita palabra (La Biblia). Cuando lees un texto de la escritura y siente que Dios le habla al corazón. Luego reflexionas. Le cantas a Dios. Y sientes la presencia de Dios en tu vida, en ese mismo instante. Derramas unas lágrimas de gozo, y en ese momento tu alma comienza a alabar a Jehová. ¡Qué indigno soy! Y aun así, tu gracia y tu misericordia, me alcanzaron. Yo no he hecho nada bueno en esta vida para que tú pusieras tus ojos sobre mí Señor, pero esa es tu gracia, esa es tu misericordia que me alcanzó. Ese es el gran amor que tú tienes por mí. ¡En la presencia de Dios hay plenitud de gozo! No está en esa reunión de amigos chupando (bebiendo), no está en esta reunión de otras personas hablando de la gente. La plenitud del gozo está en la presencia de Jehová.
¿Por qué no la siente usted? Yo sé que algunas personas, y me han comentado sus experiencias, han pasado tiempos maravillosos delante de Dios. Hermano, esos son tiempos inolvidables. Yo me acuerdo que una vez el pastor general (Toby), él no era mucho de alabanzas, ni cánticos. Pero un día él me dijo: “David, hoy tuve una experiencia inolvidable con Dios.” Dice que le comenzó a cantar, y le comenzó a cantar, y le comenzó a cantar al Señor y nunca antes le había pasado algo así tan especial.
La palabra plenitud no te está hablando de un gozo normal, te está hablando que tienes un gozo tal, que no te hace falta nada.
Hubo una persona, que le dijo al pastor: “El día que yo muera, quiero que me pongan una cucharita en el féretro.” Así fue, el día que le llegó su hora. Las personas se acercaban al féretro a ver a la hermanita en Cristo y veían también la cucharita. Y todo el mundo se preguntaba: ¿Por qué una cuchara, y por qué una cuchara y por qué una cuchara? A la hora que el pastor dio el mensaje, dio la explicación de la cuchara. Nuestra hermana siempre amó los postres, ella siempre decía que el postre es lo mejor de la comida. Ella dijo: “Quiero el día que yo muera, que me pongan una cuchara en mi féretro, porque el día que muera, viene lo mejor.”
Pero eso es, saber que viene lo mejor. La felicidad está en Cristo. Nadie en este mundo te puede dar la felicidad, que Dios te pueda dar. La felicidad de Dios es plena, es para siempre. Nadie te la puede quitar, porque está dentro de nuestro corazón. El Espíritu Santo de Dios, habita por la Fe, en nuestros corazones.
Incline su rostro, demos gracias al Señor:
Padre nos gozamos de tu presencia en esta hora. Te damos Honra, te damos Gloria. Gracias por ser nuestro Dios, por ser nuestro Padre celestial que nos ama tanto. Gracias Señor porque te preocupas por nosotros y porque esta palabra tuya está llena de tantos consejos que nos instan a vivir una vida delante de ti, Padre Santo. Padre, te damos gracias de todo corazón, te damos gracias por tus bondades, te damos gracias por habernos guiado; y te pedimos perdón Señor por nuestras rebeliones, por nuestras provocaciones, por las veces que nos hemos apartado de tus caminos. Nos podemos en tus manos Dios de Gloria, Dios de Gracia nos ponemos en tus manos. Mientras, todos oramos.
Si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, si nunca antes usted ha hablado con Dios y le ha dicho: “Dios mío, te pido perdón por mis pecados. Reconozco que he fallado. Reconozco que te he ofendido, pero en este día Señor, yo quiero recibirte como mi Señor y mi Dios, en mi corazón.” Si hay alguna persona que dice: “Pastor yo necesito a Dios. Yo quiero invitar a Jesucristo a ser el Señor de mi vida.” Si hay alguien que quiere recibir a Cristo en el corazón, ahí donde está, yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano. ¿Alguna persona que dice Pastor: “Yo necesito al Señor”? Venga los pies de Cristo. ¿Alguna persona que diga: “Quiero que oren por mí, yo quiero entregarle mi corazón al Señor”?
Usted que nos mira por redes sociales, puede hacer lo mismo a través de una oración de fe. Dígale al Señor: “Señor en este día te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre por mis pecados. En este día te recibo como el Señor y Salvador de mi vida.” Si usted hizo esta oración, nosotros queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su Santa Palabra. Si usted está aquí y nos visita por la primera vez, alguien se va a acercar a usted con mucho cariño y respeto, para ofrecerle ayuda si usted necesita entregar su vida al Señor y comenzar una vida nueva.
Padre despídenos con tu paz y con tu bendición, en el nombre de Jesús oramos; amén y amén.
¡Amados míos que la paz de Cristo les acompañe! Bendiciones
No le tenga miedo a la felicidad
Octubre 02, 2022 – 1:30PM | Juan 2:1-11 | Dr. David Rodríguez
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Quiero predicar de un tema que he considerado necesario, quiero hablar acerca de la felicidad. Es importante escuchar todo el mensaje porque se presta para malos entendidos. La felicidad la podemos medir de diferentes formas, una de ellas es de acuerdo al mundo, pero en el aspecto bíblico es diferente. A veces medir la felicidad es un poquito complicado, para eso es la noche de hoy.
Busquemos la palabra del Señor en el evangelio de Juan, capítulo 2, del versículo 1 al versículo 11. Este pasaje de la escritura que es bastante conocido. Vamos a leer la palabra y vamos a estar relajados, tranquilos, poner atención para que Dios le hable a su corazón.
Juan 2: 1-11 (RV-60): 1Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. 2Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. 3Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. 4Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. 5Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. 6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales había dos o tres cántaros. 7Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora. 11Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Vamos a orar: Padre quiero suplicarte que tu palabra llegue a lo profundo de nuestros corazones, que nos haga reflexionar en esta hora. Gracias te damos Padre Santo por el gozo inefable que has puesto en nuestros corazones. Bendice esta palabra, te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Las bodas representan alegría, fiesta, regocijo, felicidad. Una boda no es símbolo de tristeza, miedo o dolor. En una boda, aunque se derramen algunas lágrimas, son lágrimas de gozo, de contentamiento, son lágrimas de felicidad. Esto era una fiesta y Jesús fue a la fiesta, de hecho fue con su mamá y con sus discípulos. Las fiestas usualmente duraban unos siete días, más o menos, y Jesús disfrutó de este tiempo en la boda. También nos dice la Biblia que Mateo hizo un gran banquete en su casa y que el invitado especial era Jesús, también disfrutó de esta fiesta. Jesús era invitado por la gente para que fuera a su casa, para comer, para compartir con Él. Nunca dijo Jesús: “No, yo no puedo ir porque la verdad que yo no he nacido para ser feliz, porque la verdad que lo mío es la cruz, lo mío es el sufrimiento.” Jesús nunca dijo esas cosas, al contrario, Jesús dijo a sus discípulos en una oportunidad: (Juan 15, RV-60) 11Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros.
El mensaje de esta tarde se llama No tenga miedo a la felicidad.
La palabra felicidad, como tal, no aparece en la Biblia. La palabra que más se acerca a la felicidad la palabra “macarios” que significa: bendito, bienaventurado, dichoso. Es probable que algunas personas levanten su mano, si yo hago esta pregunta: ¿Quién es feliz? (Sobre todo si su esposa lo está mirando o está a su lado.) Quiero hacer un análisis, relajadamente y en todo sentido, de lo que significa “felicidad”.
No es fácil definir, ni medir la felicidad porque depende de muchísimos factores; pero me refiero a una sensación de bienestar, me refiero al hecho de disfrutar de la vida, me refiero a gozar los momentos que nos ofrece la vida. Quiero que sepa que no me estoy refiriendo a una felicidad externa. No me quiero referir a lo que no tenemos en la vida, lo cual es una confusión (eso va a ser en otro mensaje). Tampoco quiero referirme a la búsqueda de estatus. Y se lo digo porque con 60 años encima yo pienso y veo la vida de una manera distinta; la pienso de una manera distinta, la juzgo de una manera diferente. Yo pasé de esa época de creer que la felicidad está en tener cosas; muchos llegan a tener todo lo que desean comprar pero tienen un corazón vacío. Dicen los que saben que nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta gente como hay hoy en día, pero lo curioso es esto: mientras más gente tenemos alrededor, mayor soledad hay en la vida de una infinidad de personas.
Entonces cuando hablamos de este tema tenemos que abarcar todos los aspectos y llegar al centro, al corazón de la situación. Ser feliz no es un estatus, no significa tener una gran cantidad de seguidores en las redes sociales. No quiero hablar de factores externos, porque cuando se acaban los factores externos se acaba la felicidad, y esa no es la verdadera felicidad.
Se han hecho estudios y dicen los expertos que las personas felices comparten las siguientes cualidades:
-Son personas que disfrutan el momento.
-No se enfocan en lo que no pueden controlar. (Porque si usted quiere controlar a alguien, jamás va a ser feliz. Usted quiere controlar a su marido, quiere controlar a su mujer, quiere controlar a su hijo, a su hija, pues nunca va a poder ser feliz.).
-Son personas que tienen una mentalidad de crecimiento, siempre están aprendiendo, no tienen una mente fija. (La mentalidad de crecimiento le gustan los desafíos. La mente fija no, vive igual todos los días.)
-Se relacionan con otras personas que son felices también.
-Tienen sueños, tienen aspiraciones.
-Tienen tiempo para ellos mismos. (Dicen, el martes en la mañana es es para mí, yo voy a hacer lo que yo quiero hacer: Ir a un spa, masaje, etc.
-También son personas que gastan dinero en experiencias, no en cosas materiales. (Una persona feliz disfruta más un viaje a Grecia, que comprarse un carrito. (Si usted no está de acuerdo, el mensaje de la noche se llama “Yo no estoy de acuerdo”, entonces ahí le espero.)
-Son generosos.
-Tienen una actitud positiva.
He leído en cantidad de artículos o libros que dicen: Que la felicidad se puede planificar. Lo que pasa es que las cosas no siempre van a salir como usted quiere que salgan. Usted puede estudiar la carrera que a usted le gusta, porque no hay cosa más desgraciada, que trabajar en algo que usted odia. Pero nadie está obligado a permanecer en un trabajo que no disfruta. Estoy hablando de vivir las experiencias, de aceptar lo que se puede aceptar. Pero también la razón por la que mucha gente se separa, es porque no están dispuestos a seguir aguantando a una persona el resto de sus días. Ahora, yo no estoy diciendo que esa sea la clave, de ninguna manera.
Quiero, por favor, que entienda muy bien estas cosas que voy a explicar ahora: El evangelio no es sinónimo de tristeza. ¡Entiendan eso! ¿No se ha dado cuenta usted que cuando invita a una persona a venir a la iglesia muchas veces nos dicen que no porque dice: No, porque me voy a sentir triste? Si voy a la iglesia ya tengo que dejar de hacer esto. Es que si voy a la iglesia, tengo que dejar de hacer aquello. El evangelio no es tristeza.
Jeremías 31:13 (RV-60) dice: 13Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor. ¡Ese es el evangelio! Si usted le pone atención nos está hablando de danza, nos está hablando de cambiar el lloro por gozo, está hablando de consuelo, está hablando de alegría en el dolor. A veces hermano hacemos a un lado todas estas cosas. Nos da la impresión de que el mensaje cristiano es un mensaje fatalista, que es un mensaje de agonía, que es un mensaje de sufrimiento. Déjeme decirle que hay verdades bíblicas que no suprimen, que no anulan, que no prohíben, la posibilidad de vivir feliz. Por eso el mensaje se llama: No tenga miedo a la felicidad.
Le explico algunas cosas. En los púlpitos escuchamos las siguientes expresiones: “Hay que tomar la cruz cada día, hay que negarse a uno mismo.” “El sufrimiento es parte de la Vida Cristiana.” “Todo lo que el hombre sembrare eso también segará.” “Como soportar las pruebas”; todo eso es cierto, pero eso no impide que disfrutemos de la vida, eso no impide que tengamos contentamiento, eso no impide que gocemos los buenos momentos, eso no impide tener un tiempo de diversión, eso no impide pasarla bien un rato, eso no impide tener un tiempo alegre. Por eso el mensaje se llama: No tenga miedo a la felicidad.
¿Cuántos padres queremos que la vida de nuestros hijos sea desgraciada? ¿Qué queremos nosotros? Ah, ¿Y Dios qué es? Dios es un padre. Pero a veces hermano me da la impresión que el evangelio es símbolo de sufrimiento, el evangelio es símbolo de lágrimas, el evangelio es símbolo de dolor, es símbolo de fatalismo, es símbolo de prueba. Venga el evangelio, ¡a sufrir se ha dicho! No, no se trata de eso, de ninguna manera. Dios es Padre y quiere que nosotros, sus hijos, estemos bien. Ahora el problema, si le queremos llamar problema, es el hecho de que parte de la felicidad tiene que ver con la calidad de las decisiones que tomamos en la vida. Si usted toma malas decisiones en la vida, pues paga consecuencias, mi hermano. Usted se va a un bailecito, conoce un muchachote guapo, el muchachote intercambia teléfono con usted, y se va con el chamaco y pasa una noche con él. Se embaraza y el resto de su vida, una vida desgraciada. Claro, no era el plan divino, no era el plan de Dios. Si queremos en realidad poder disfrutar, de estas cosas que le voy a mencionar dentro de un rato, es bien importante que aprendamos a tomar decisiones basadas en nuestros principios y valores cristianos.
En el mundo y la carne hay un concepto equivocado, creen que ir al mundo es para gozar la vida. No es cierto hermano, usted la va a gozar un ratito, pero va a pagar las consecuencias el resto de sus días. Hay gente que me dice a mí: “Sí, pero lo bailado no me lo quita nadie”. La cosa no es lo bailado, sino ¿cuánto bailaste? Otra cosa que usted debe preguntarse: ¿Cuánto has llorado? Llevas 15 años llorando, llevas 20 años llorando. Entonces cuando ponen las dos cosas en la balanza te das cuenta y te preguntas si valió la pena, claro que no hombre. Ay personas que se consuelan después de haberse equivocado en la vida, diciendo: “si eso no hubiese pasado, no tendría a mi hijo(a)”, eso lo dice todo el mundo y es la justificación más grande que hay. El mundo y la carne producen muerte. Jesucristo da vida y vida en abundancia.
Juan 16: 33, RV-60): 33Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción. ¡Ah, bueno! se lo está diciendo el Señor. La Biblia dice que Satanás, el diablo, es el príncipe de este mundo. Entonces no me venga a decir que usted la puede gozar en el mundo, cuando el príncipe del mundo es el diablo. Si la palabra del Señor está diciendo que en el mundo hay aflicción, que en el mundo hay tristeza, y en el mundo se pagan las cosas muy caras.
2 Corintios 7: 10 (RV-60): 10Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. Recuerde hermano que la “tristeza del mundo” produce muerte. Es que después de que usted la riega no puede con su conciencia hombre. ¡Eso produce el mundo! Y quiero decir algo más: personas que aman el mundo, personas que les encanta el mundo, personas que sienten atracción por las cosas del mundo, comienzan a morir espiritualmente.
1 Juan 2: 15 (RV-60): 15No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. SI alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. ¿Sabe por qué sucede esto? Porque usted está lejos de Jesús. Toda persona que disfruta estar en el mundo, que disfruta unirse a otras personas y fregar, chistar, chismear y hacer de todo; es por la lejanía que tiene de Jesús, es por la distancia que hay. Entonces poco a poco comienza a morir, sigue muriendo y va a llegar el momento que de repente ya no lo vemos aquí. Luego dos domingos más, que no lo vemos aquí. Después, a la vuelta de un tiempo, ya no lo vemos más. Y es porque se siguen al mundo.
Gálatas 5:19 (Traducción del Lenguaje Actual): 19Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos. ¿Qué quiero decir con esto? Que el mundo no produce felicidad. El mundo te puede producir un momento de fregadera (relajos, diversión), el mundo no trae nada bueno, por eso dice Dios: “No améis al mundo.”
Quiero que entienda hermano que Dios nos manda a tener una vida de contentamiento, una vida de satisfacción. Dios no le dice a nadie: “vaya y sufra.” Fueron aquellos tiempos donde personas se alejaban y se mutilaban ellos mismos, porque ellos creían que había que golpearse para poder purificarse. Jesús en ningún momento nos manda a hacer nada de eso.
Hay un término que transformó mi vida, es el hecho de que Dios es un padre. Como yo no conocí al mío, me puse a estudiar todo eso y descubrí que es un padre amoroso. Nosotros queremos a nuestros hijos, somos capaces de hacer cualquier cosa por ellos ¿no es cierto? Es instinto natural. Entonces, ¿usted cree que Dios se goza de ver a un hijo viviendo una vida desgraciada? Claro que no, de ninguna manera. Usted tiene a su hija que su marido la maltrata, que le habla feo, que nada de lo que ella hace a él le agrada; siempre le exige. Usted viendo esto, ¿no cree usted que siente dolor en su corazón por eso? Por supuesto que sí. Porque lo que le hagan a su hija, no importa la edad que tenga, es como que se lo están haciendo usted. Dios es un Padre y quiere lo mejor para nosotros.
Isaías 61: 1, 3 (RV-60): 1El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel. 3A ordenar que a los afligidos de Sion se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Hermano, buenas noticias, eso es el evangelio de Jesucristo, esa es la palabra del Señor. Es por eso que yo no creo en un evangelio fatalista, yo no creo en el evangelio de sufrimiento. Dios quiere que usted sea feliz, por eso el mensaje se llama: No tenga miedo a la felicidad. Eso es lo que hace el evangelio, sanar. Usted está quebrantado en el corazón, por la razón que sea, el evangelio ayuda con eso. Jesucristo te sana el corazón. Dios nos manda a tener una vida de contentamiento y de satisfacción; pero muchos pensamos que el Señor te dice: “tome su cruz, venga y llore todos los días.”
Deuteronomio 24: 5, (RV-60): 5Cuando alguno fuere recién casado no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó. ¿Qué le parece a usted? Eso debería suceder aquí y repetirse cada cinco años. ¿Imagínate cuánto uniría esto a las parejas? Este pensamiento, es pensamiento de Dios, que ha cambiado nuestro lamento en fiesta.
Salmos 30: 11, (RV-60): 11Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Cuando yo vine al evangelio vine con tristeza en el corazón, 17 de junio de 1979. Yo experimenté algo nuevo a mis 17 añitos. Mi vida era un desastre, un desastre emocional. Había soledad, tristeza de no haber tenido papá, de que mi mamá no estaba conmigo, que yo no tenía nada. Y muchas más cosas, lo que se puede imaginar a usted. Para mí este versículo se hizo realidad: Dios cambió mi lamento en baile. Dios transformó mi vida. Dios trajo paz a mi alma. Dios trajo felicidad.
El día de ayer conocí al pastor nuevo (canadiense) y me dice: “Siento mucho lo que te pasó.” Yo le dije: estoy bien, estoy vivo, estoy agradecido; por lo menos por el día de hoy. Si mañana el Señor quiere otra cosa, estoy listo, pero por hoy estoy agradecido, tengo vida, los puedo ver a ustedes, puedo ver la gracia y la misericordia de Dios cada día, hay gratitud en mi corazón, esto hace Dios.
Habacuc 3: 18 (RV-60): 18Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Es muy probable que usted no sea dueño de su circunstancias, es probable que hayan situaciones a su alrededor que no pueda manejar, que usted no pueda controlar. Lo que está fuera de su control, tiene que estar en la mano de Dios. Usted alégrese, goce la salvación, goce el día, goce el momento, goce el instante.
Hay una fotografía que me encantó, no estoy seguro si fue el príncipe William que había venido aquí a Vancouver, y estaba muy cerca del Stanley Park. Había una multitud de gente viendo al príncipe, todos con sus teléfonos tomando foto. Pero en medio de esa multitud había una señora como de 80 años, sin cámara, solamente apreciando. La señora se veía emocionada viendo al príncipe. Decía la parte inferior de la fotografía: “Esta señora si sabe apreciar el momento.”
Yo pienso que la vida es así, las cosas no te van a salir como tú quieres, te vas a casar sí, pero a la vuelta de unos años a lo mejor pierdes a tu esposo(a), tú no planificaste eso; son situaciones. Te quiero decir con esto: que los creyentes no estamos exentos de pruebas, no estamos exentos de sufrimiento, estas cosas pasan. Todos planificamos lo mejor para nuestros hijos y te pasas planificando todo, y de repente tú dices: ¿y esto de donde salió? ¿Quién le enseñó estas cosas a este(a) muchacho(a) por amor de Dios? La vida es así, pero Dios te dice: “Con todo yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación.”
Una vida de gozo, una vida de alegría, de paz, de tranquilidad; es una vida de reglas, de principios y de valores.
Deuteronomio 4:40, (RV-60): 40Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre. Esto es lo que a Dios, el Padre, le interesa. A los jóvenes, los que están hartos con las reglas de la casa, que están hartos con su papá y su mamá; ustedes piensan que su papá es demasiado pesado, demasiado fuerte con usted. No es eso, entienda, por amor de Dios. Ahí tienes la respuesta en ese versículo: para que te vaya bien criatura de Dios.
Deuteronomio 5:16, (RV-60): 16Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Ahí tienes un Padre que te da consejos, que te da mandamientos, que te pone reglas y que te dice cómo hay que vivir para que te vaya bien.
Cuando no hay leyes, cuando no hay reglas; es una anarquía, es una falta de gobierno. La falta de reglas también significa caos, confusión, desorden, perturbación. Lo va a agradecer un día jovencito(a), cada “No” lo va a agradecer. Dios es un Padre y quiere ver a sus hijos bien, los quiere ver felices, satisfechos, contentos, con paz en el corazón, con satisfacción en el alma; que puedan gozar la vida y disfrutar el momento.
Deuteronomio 6:18, (RV-60): 18Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres. Ninguna de estas reglas es para oprimirte, ninguna de estas reglas es para desgraciarte la vida; todas estas reglas son para que te vaya bien. Pero la gente termina haciendo lo que se le ronca su santísima gana. Dios te exige estas cosas.
La paz es parte de la felicidad, Dios te da un consejo tan lindo si quieres vivir en paz y tranquilidad.
1 Pedro 3: 10, (RV-60): 10Porque: el que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño. Debe achicharrársele la lengua, deje de ser chismoso(a). Si usted quiere una vida de gozo, de alegría, de satisfacción: no juzgue para no ser juzgado. ¿Escuchó? No ponga discordia entre hermanos, trate a los demás como quisiera que lo traten a usted. Sea honesto, respete a las personas y los bienes de las personas, refrene su lengua, no se meta en lo que no le incumba. Sea humilde, ame a su prójimo y no haga leña del árbol caído. ¿Qué más quieres? Pero ¿cómo puede ser feliz si usted siempre está metiendo discordia, cizaña, entre otras personas?
En una vida de satisfacción El Secreto no se encuentra en un balance, porque la Biblia no nos manda a amar a Dios de la misma manera como amamos al mundo. Señores, no me vengan con esa historia.
Dios no habla de balance. El Señor nos dice (Mateo 23:37, RV-60): Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con todo el alma, con toda la fuerza y con toda la mente. La palabra del Señor también nos dice (Mateo 6:33, RV- 60): Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. No nos dice que lo hagamos de una manera balanceada, no señor. Te estoy hablando de principios divinos, hermanos el mundo no es bueno, se lo repito una vez más. Usted siente atracción, le gusta, le llama verdad y quiere estar metido en el mundo, ¿sabe por qué? Porque el amor del Padre no está en usted, lo dice la escritura. Si esto le sucede, usted lo que tiene es una religión, nada más. Lo suyo es culto domingo al mediodía y se acabó. Verdadera relación con el Padre, con Jesús, anhelo, deseo, ganas: No hay.
Cuidado con esa atracción, desgraciada, que tiene el mundo para muchos cristianos; aquellos que ya se convirtieron al evangelio, que ya conocen al Señor pero siguen insistiendo. Aquellos que aún sienten que el mundo los atrae, que los llaman. A Dios hay que buscar primero, la mirada tiene que estar puesta en las cosas de arriba, lo dice Dios hermano, si quieres que te vaya bien. No te vengas a quejar, no te vengas a quejar con tu entorno, no te quejes de que las cosas no están como tú quieres. Que no llegue el día en que digas: “Es que la verdad, no estoy satisfecho con mi vida.” Piense por un instante, ¿está satisfecho usted con su entorno? ¿Tiene el trabajo que le gustaría tener? ¿Cómo usted quisiera que fuera la situación en su casa? ¿Cómo usted quisiera que fuera su relación con su esposa(o)? ¿Lo que usted gana es suficiente para seguir adelante? ¿Usted aspira a cosas que no puede tener? Piense por un momento este tipo de cosas. Ahora Dios te dice: “Busca primeramente el reino de Dios. Busca el reino primero.”
Jeremías 17: 7, (RV-60): 7Bendito varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Ese bendito es la palabra macarios, que significa feliz.
Salmos 23: 1, (RV-60): 1Jehová es mi pastor, nada me faltará. 2En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando. 6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Yo siempre he dicho el más alto nivel espiritual lo tiene aquella persona que alcanza a decir: “Tengo a Cristo, no me falta nada.” ¿Te das cuenta? Yo entiendo el deseo de muchas personas, porque yo lo viví, yo sé lo que es el deseo de querer tener un carro nuevo, para ver cómo huele. Yo sé lo que significa para muchas personas tener un carro nuevecito, aunque no tengan para comer. Pero recuerde que al final del día, nada trajimos a este mundo y nada nos vamos a llevar.
En el Señor encontramos descanso, reposo, me pastoreará. Usted puede tener a Dios dándole ánimo. No voy a andar perdido, porque él me guiará. No temeré porque Dios estará conmigo. Me corregirá, porque todos necesitamos corrección. Me infundirán aliento, me animarás. Aunque tenga dificultades, problemas, siempre tengo un banquete delante de tu presencia. Mis enemigos no me quitarán el hambre. Me gozaré delante de tu presencia. Tengo más de lo necesario. Todos los días de mi vida me seguirán el bien, la bondad y la misericordia de Jehová; hermanos, ¡Esa es la verdadera felicidad, el verdadero gozo, de acuerdo a nuestro Señor Jesucristo!
Salmos 16:11, (RV-60): 11Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.
Este Salmos, te muestra dónde está la plenitud del gozo. Esto solamente es para personas que han crecido en la fe. Usted piensa que el gozo está en una fiesta, en una reunión de amigos tomando. ¿Quiere saber dónde está el verdadero gozo? El verdadero gozo, está en la presencia de Jehová. Usted no logra captarlo, porque no sabe lo que significa abrir esta bendita palabra (La Biblia). Cuando lees un texto de la escritura y siente que Dios le habla al corazón. Luego reflexionas. Le cantas a Dios. Y sientes la presencia de Dios en tu vida, en ese mismo instante. Derramas unas lágrimas de gozo, y en ese momento tu alma comienza a alabar a Jehová. ¡Qué indigno soy! Y aun así, tu gracia y tu misericordia, me alcanzaron. Yo no he hecho nada bueno en esta vida para que tú pusieras tus ojos sobre mí Señor, pero esa es tu gracia, esa es tu misericordia que me alcanzó. Ese es el gran amor que tú tienes por mí. ¡En la presencia de Dios hay plenitud de gozo! No está en esa reunión de amigos chupando (bebiendo), no está en esta reunión de otras personas hablando de la gente. La plenitud del gozo está en la presencia de Jehová.
¿Por qué no la siente usted? Yo sé que algunas personas, y me han comentado sus experiencias, han pasado tiempos maravillosos delante de Dios. Hermano, esos son tiempos inolvidables. Yo me acuerdo que una vez el pastor general (Toby), él no era mucho de alabanzas, ni cánticos. Pero un día él me dijo: “David, hoy tuve una experiencia inolvidable con Dios.” Dice que le comenzó a cantar, y le comenzó a cantar, y le comenzó a cantar al Señor y nunca antes le había pasado algo así tan especial.
La palabra plenitud no te está hablando de un gozo normal, te está hablando que tienes un gozo tal, que no te hace falta nada.
Hubo una persona, que le dijo al pastor: “El día que yo muera, quiero que me pongan una cucharita en el féretro.” Así fue, el día que le llegó su hora. Las personas se acercaban al féretro a ver a la hermanita en Cristo y veían también la cucharita. Y todo el mundo se preguntaba: ¿Por qué una cuchara, y por qué una cuchara y por qué una cuchara? A la hora que el pastor dio el mensaje, dio la explicación de la cuchara. Nuestra hermana siempre amó los postres, ella siempre decía que el postre es lo mejor de la comida. Ella dijo: “Quiero el día que yo muera, que me pongan una cuchara en mi féretro, porque el día que muera, viene lo mejor.”
Pero eso es, saber que viene lo mejor. La felicidad está en Cristo. Nadie en este mundo te puede dar la felicidad, que Dios te pueda dar. La felicidad de Dios es plena, es para siempre. Nadie te la puede quitar, porque está dentro de nuestro corazón. El Espíritu Santo de Dios, habita por la Fe, en nuestros corazones.
Incline su rostro, demos gracias al Señor:
Padre nos gozamos de tu presencia en esta hora. Te damos Honra, te damos Gloria. Gracias por ser nuestro Dios, por ser nuestro Padre celestial que nos ama tanto. Gracias Señor porque te preocupas por nosotros y porque esta palabra tuya está llena de tantos consejos que nos instan a vivir una vida delante de ti, Padre Santo. Padre, te damos gracias de todo corazón, te damos gracias por tus bondades, te damos gracias por habernos guiado; y te pedimos perdón Señor por nuestras rebeliones, por nuestras provocaciones, por las veces que nos hemos apartado de tus caminos. Nos podemos en tus manos Dios de Gloria, Dios de Gracia nos ponemos en tus manos. Mientras, todos oramos.
Si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, si nunca antes usted ha hablado con Dios y le ha dicho: “Dios mío, te pido perdón por mis pecados. Reconozco que he fallado. Reconozco que te he ofendido, pero en este día Señor, yo quiero recibirte como mi Señor y mi Dios, en mi corazón.” Si hay alguna persona que dice: “Pastor yo necesito a Dios. Yo quiero invitar a Jesucristo a ser el Señor de mi vida.” Si hay alguien que quiere recibir a Cristo en el corazón, ahí donde está, yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano. ¿Alguna persona que dice Pastor: “Yo necesito al Señor”? Venga los pies de Cristo. ¿Alguna persona que diga: “Quiero que oren por mí, yo quiero entregarle mi corazón al Señor”?
Usted que nos mira por redes sociales, puede hacer lo mismo a través de una oración de fe. Dígale al Señor: “Señor en este día te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre por mis pecados. En este día te recibo como el Señor y Salvador de mi vida.” Si usted hizo esta oración, nosotros queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su Santa Palabra. Si usted está aquí y nos visita por la primera vez, alguien se va a acercar a usted con mucho cariño y respeto, para ofrecerle ayuda si usted necesita entregar su vida al Señor y comenzar una vida nueva.
Padre despídenos con tu paz y con tu bendición, en el nombre de Jesús oramos; amén y amén.
¡Amados míos que la paz de Cristo les acompañe! Bendiciones