Gracias a Dios en todo tiempo
Octubre 09, 2022 – 1:30PM | Salmos 34:1 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
Busquemos en nuestras Biblias, mis hermanos, el Salmos, capítulo 34, vamos a leer un solo versículo, el versículo 1. He titulado al mensaje de esta de esta hora: Gracias a Dios en todo tiempo. Quiero que leamos todos juntos por favor este pasaje de la escritura.
Salmos 34:1 (RV-60): 1Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. ¡Que Dios bendiga esta palabra!
Muchos estudiosos de la vida del hombre y la mujer, dicen que todos los seres humanos atravesamos por cuatro etapas en la vida; y algunos lo han dividido entre invierno, primavera, verano y otoño. Hay cientos de cosas escritas al respecto. Me gustaría en este día de celebración de Acción de Gracias, hablar de dar gracias a Dios en todas las etapas de nuestra vida.
La vida está llena de contrastes, de altos y bajos, de alegrías y tristezas, de abundancia y escasez. Tiempos de seguridad y tiempos de incertidumbre. Tiempos de paz y tiempo de conflictos. Tiempo de ganar y tiempo de perder. Tiempo de amar y tiempo de llorar. Tiempo de subir a la montaña y tiempo de bajar al valle. Tiempo de nacer y tiempo de morir. En la vida hay cantidad de estaciones y cantidad de tiempos; y en todos los tiempos hay tiempos buenos y hay tiempos malos. Cualquiera que sea la experiencia por la que atravesamos debemos asegurarnos de que esa experiencia le dé propósito y le dé significado a nuestra vida. Hay cosas por las cuales vale la pena vivir y hay otras que no.
Quiero al hablar de las diferentes etapas de nuestra vida que partamos de una premisa fundamental, “Gratitud debe producir alabanza”. Note que no he dicho produce, sino debe producir. Gratitud debe producir adoración. Gratitud debe producir alabanza. No es algo automático porque yo le aseguro que hay muchísima gente que están agradecidos con Dios que no están aquí hoy por la razón que usted quiera. Usted les preguntan y dicen: Si, yo estoy agradecido con el Señor. Sí, pero están comprando tomates ahorita en el súper, pero están recibiendo ahorita el sol en la playa. Sí están agradecidos con Dios pero no manifiestan esa gratitud. Entonces basado en esto, me gustaría que tengamos eso en mente: Gratitud debe producir alabanza.
Entonces quiero que echemos un vistazo a los tiempos de nuestra vida. Yo salí hoy de mi casa, demoré 15 minutitos más o menos de allá para acá y comencé a pensar desde mi niñez hasta ahora a mis 60 años. Y le di gracias a Dios por cada etapa en la vida y estoy más que seguro que todos nosotros estamos agradecidos en extremo con Dios, porque Dios ha estado ahí aún en medio de nuestras dificultades más grandes. Pero agradecido con el Señor. Desde muy chico, seis o siete años, una caída que tuve que yo pensé que era spider-man. En ese entonces yo estaba jugando de spider-man y quise pasarme de una ventana a la otra y no me alcanzó “la cosa esa que sale, la tela de araña” y entonces sí me vine rodando por todas las gradas y caí inconsciente. Tenía una tía que era enfermera y bueno, me atendieron, me llevaron al hospital, etc. Y bueno, así es que me acordé de eso y le di gracias a Dios. Una vez me acuerdo que estuve extremadamente enfermo, pero muy, muy enfermo y ahí estuvo el Señor conmigo. Y bueno, cada circunstancia, cada Situación, ha ido caminando a lo largo de mi vida. Y por eso he llamado al mensaje de ahora: Gracias a Dios en todo tiempo. Y me gustaría que juntos recordemos esos tiempos. Usted recuerda el suyo y que por cada etapa de nuestra vida le demos gracias a Dios. Errores, ¿Quién no ha cometido errores? Somos seres imperfectos todos y vamos a morir cometiendo imperfecciones. Vamos a morir engañando. Vamos a morir fastidiando a otras personas que están en nuestra casa. Vamos a morir comiendo más de la cuenta. ¿Vamos a morir por qué? Porque el pecado está en nosotros.
Hay una pregunta que hacemos siempre en teología, que yo digo que sirve para yo tomarme el cafecito y el pan dulce. Yo no más le pregunto a los estudiantes: ¿Pecamos porque somos pecadores? o ¿Somos pecadores porque pecamos? Vamos a ver a que llegamos. Entonces cuando ya me terminé el café y el pan les digo: no hay respuesta para eso.
Ahora veamos las diferentes etapas de la vida:
- Los días de la juventud. Los tiempos de juventud porque vamos a hablar de dar gracias a Dios en todos los tiempos. Eclesiastés nos habla que hay tiempo para todo.
Eclesiastés 12:1 (RV-60): 1Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
Hermano que tiempo más maravilloso el de la juventud. ¿No es cierto? ¡Increíble! La juventud es un tiempo verdaderamente difícil, es tiempo de cambios, tiempo de exploración. Ya no somos niños, pero tampoco somos adultos. Muchos de los grandes errores que se cometen son en la juventud.
El hijo pródigo, ¿Se acuerda usted verdad? De repente llega al papá y le dice: yo quiero que me des la parte de los bienes que me corresponde. Pero fíjese que no le pidió la parte de los bienes que le corresponde porque quería comprarse un apartamento. No le pidió la parte de los bienes que le corresponde porque quería irse a alguna parte del mundo a estudiar a una universidad. Le pidió la parte de él porque los jóvenes son así, no piensan. Cuando tenemos esa edad simple y sencillamente pensamos en lo que queremos en el instante, en lo que nos causa gratificación instantánea, pero nunca en las consecuencias. Y el chamaco fue, le dieron su platita y se fue y malgastó su dinero perdidamente hasta que se lo acabó absolutamente todo. En la juventud se cree que uno es libre de hacer lo que uno quiera, pero no mide consecuencias. Es un tiempo de ceguera.
En Lamentaciones 3:27 (RV-60) dice: 27Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. Eso de llevar el yugo desde su juventud significa someterse a la disciplina. Esta es una de las cosas más difíciles y más complicadas que hay en el tiempo de la juventud.
La Biblia enseña claramente que el hombre, el muchacho, tiene la necedad atada al corazón. Creemos que sabemos más que nuestros padres y viene esa rebelión guardada. Acuérdese que también nosotros fuimos jóvenes. Claro que algunos hemos dicho: “Pero yo no la he regado tanto como este hermano” Pero los tiempos son distintos. Ahora es una manera diferente de rebelarse.
Ahora una cosa le quiero decir a nuestros queridos jovencitos.
Eclesiastés 11:10 (RV-60) dice: 10Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Son efímeras. Mira, déjame decirte, la juventud pasa así de rápido. Cuando menos lo esperas hermano ya llegaste a 25, llegaste a 35. Después de 40 es un solo toboganazo para abajo. Cuando ya llegas a 50, 55, 60 años, como tengo yo, ya hay cantidad de cosas que tú no puedes hacer. Aunque quieras no se puede. Por eso dice la palabra del Señor que la juventud es vanidad.
Ahora, también dice la palabra de Señor que es bueno que el joven lleve su yugo desde su juventud. Es decir, atienda la disciplina. No nos gusta a los jóvenes que los disciplinen y en estos países es más complicado todavía. Yo ahora, que venía caminando, me estaba acordando que mi abuela me reventaba a garrotes en la espalda, porque ella me decía no vayas y yo iba, no salgas y yo salía. Claro, no conocíamos al Señor en ese entonces y la abuela lo único que conocía eran los garrotes y los palos de escoba nada más. Pero es bueno desde muy temprana edad entender que Dios es un Dios de orden y Dios ha puesto a nuestros padres para que nos disciplinen. Y si no le gusta la disciplina no se preocupe, ya va a crecer usted, va a llegar a su mayoría de edad y entonces vamos a ver si es cierto que usted puede con la vida.
Yo le doy gracias infinitas a Dios por la juventud que tenemos en esta iglesia. Tenemos una niñez y una juventud increíble en esta iglesia. Los jóvenes que están en esta iglesia den gracias a Dios. Porque a lo mejor hay aquí jovencitos que si fuera por parte de ellos no estarían en la iglesia hoy. Ellos preferirían estar jugando videojuegos, preferirían quedarse en su casa y algunos, incluso se quedaron ahí en su casa hoy. Pero denle gracias a Dios por estar en la casa del Señor.
Miren hermanos, digo esto con tristeza y lo digo con muchísimo respeto, por favor, para no ser mal interpretado. Ayer estuve atendiendo un funeral, 27 años el muchacho. Déjenme decirte hermano que en los últimos dos años, yo tengo una lista en mi teléfono, hemos enterrado como 12 jóvenes. Quiero que le ponga atención a estas palabras que te voy a decir: Todos ellos tenían un común denominador: todos ellos estaban apartados de los caminos del Señor, 12 son demasiados. Todos ellos tenían conocimiento este libro bendito (La Biblia). Todos ellos estuvieron sentados en una de estas sillas de esta iglesia. Usted como papá que cree que está bien dejar que su hijito se quede en la casa, espérese unos años. Porque hay personas que llegan a mayores pero no han madurado. Piensan que las cosas que ellos dicen son correctas y que así es la vida.
Un día me puse a orar por sus familias y recapacité en otra cosa más: La manera como fallecieron, es la misma. Porque acuérdese de algo: Los padres, muchas veces, somos los últimos en darnos cuenta en las cosas que andan metidos nuestros hijos; somos los últimos en enterarnos y es triste. Todos ellos, común denominador: “apartados del Evangelio”. Común denominador: “conocían al Señor, conocían la palabra, conocían el evangelio, pero ninguno de ellos venía.”
Gracias a Dios hermano que en nuestro tiempo de juventud permanecimos fieles al Señor. Gracias a Dios que, a pesar de los errores que hemos cometido quizás en el tiempo de juventud, por la gracia y la misericordia del Señor ahora con los años aquí estamos. Hermanos, aquellos que se fueron al mundo y regresaron, Gracias a Dios que están de regreso. Por ese tiempo de juventud, gracias a Dios.
Ahora, recuérdate de una cosa muchacho. Eclesiastés 11:9 (RV-60) dice: 9Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. ¿Qué es lo que pasó con estas personas a las que yo mencioné? ¿Usted cree que puede hacer lo que a usted se le ocurra? ¿Usted cree que puede hacer lo que usted quiera? ¿Usted cree que puede decir lo que quiera? Espérese, porque Dios es parte de la ecuación y tarde o temprano, y en la vida de estos 12 muchachos fue más temprano que tarde. Por ese tiempo de juventud yo le doy gracias a Dios.
- Tiempo de amores.
Ezequiel 16:8 (RV-60) dice: 8Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía.
Hoy en la iglesia estamos atravesando tiempos de amor. Cuantas parejita han surgido de todas las edades. Me alegra mucho eso.
Usted me habrá escuchado decir en este púlpito que la primera decisión más importante en la vida es la de hacer de Dios el centro de nuestra existencia. Me ha escuchado decir que la tercera decisión más importante de nuestra vida es la carrera a la que nos vamos a dedicar. Pero la segunda decisión más importante en la vida es ¿con quién me voy a casar? Y eso es bien importante hermano porque el tiempo del noviazgo, el tiempo de Amores como le llama la escritura acá en este pasaje, es un tiempo donde debemos tenemos sabiduría para no cometer las estupideces más grandes de nuestra vida. Especialmente cuando dos jovencitos a muy temprana edad creen que conocen el amor y no saben ni siquiera ponerse bien los calcetines. ¡Es que yo estoy locamente enamorada de ese chavo! Ni sabe qué es eso la muchacha. El noviazgo es un tiempo bonito pero lleno de mentiras. ¿Por qué razón? Porque las personas se transforman en quienes no son, para lograr el objetivo de conseguir a la muchacha o al muchacho. Es una primera luna de miel donde la miel se acaba rápido y solo te queda la luna nada más; y ahí vas a estar por un buen rato, en la luna. Es delicada la situación, es delicada. Cometemos errores porque no pensamos.
Alguien me preguntaba: ¿Por qué cree usted que personas entran a relaciones que son hasta cierto punto tóxicas o son dañinas? Hay una variedad de razones, pero entre ellas la que más pesa es el miedo a quedarse solos. Hay cosas que se tienen que tomar en consideración. Cuando a mí me preguntan: ¿Pastor y qué son las cosas que debo de pensar yo cuando voy a elegir a un muchacho, si voy a elegir a una muchacha? Mira yo tengo aquí unas que seis u ocho cosillas que va a tomar en consideración:
2.1- Ser cristiano comprometido. Pero escuche, con el calificativo comprometido. Porque cuando alguien dice yo soy Cristiano hoy en día hay que ver. No hombre, si ahora hasta los diablos dicen que son cristianos. Usted entró a un bar y encuentra un par de gente chupando (bebiendo) y dicen: “Yo soy cristianos por la gracia de Dios.” No, hombre, vaya a recibir a Cristo usted y nazca de nuevo. Hoy cualquier persona dice: Yo soy cristiano.
Entonces tiene que ser cristiano comprometido. ¿Qué significa eso? Que tengo valores, que tengo principios, que tengo fe, que yo voy a la casa del Señor. Yo voy domingo al mediodía y en la tarde. Día miércoles asisto yo a mi estudio bíblico, porque soy cristiano, porque esto tiene que hacer un cristiano. ¿Por qué? Porque mire, aquí yo he conocido todo tipo de personas en los 34 largos años en esta iglesia.
Hace poco estaba con unas personas ahí en el Wal-Mart y apareció alguien más y le digo, ¡Hola! ¿Qué tal, cómo está? Y le digo a los hermanos: Esta familia, mire ese muchacho, era de 4 o 5 años cuando venía a la iglesia. ¿Y qué fue lo que pasó? Bueno creció, conoció una muchacha en el mundo y lo perdimos. Ya no viene más a la iglesia. ¿Por qué? Porque prefirió el amor por encima de su fe. Tiene que ser una persona comprometida.
2.2- Ser compatible. Usted no puede andar con una persona solo por lástima. Tienen que ser compatibles. Alguien con quien usted pueda platicar, con quien pueda hablar.
2.3- Ser confiable. Hay gente que es mentirosa y uno no puede confiar en una persona mentirosa. No se puede confiar nunca.
2.4- Ser mentalmente estable. Y a esto yo le prestaría mucha atención, porque hoy los bipolares andan por todos lados. Personas que tienen una cara ahora y otra después.
2.5- Ser interesante. Esto ya esto ya va un poquito más profundo. Si usted está a muy temprana edad de juventud no le va a poner mucha atención a eso, pero es importante ver si esa persona es interesante. ¿Es interesante la persona?
2.6- Que maneje bien sus finanzas.
2.7- Que tenga aspiraciones de superación.
2.8- Que sea la persona de la cual usted se puede sentir orgullosa el resto de su vida.
Ahora quiero darle una estadística que la saqué hoy en la mañana. Incluso tuve que llamar a mi hijo David para que me ayudara porque habían cosas que yo no entendía ya que daba la impresión que se contradecían estas estadísticas. Escuche esto porque es para partir el alma y el corazón. Estadísticas Canadá sobre divorcios, incluyendo aquellas personas que viven en concubinato.
- 2017 – 2.604.723 divorcios.
- 2018 – 2.600.000 divorcios.
- 2019 – 2.678.000 divorcios.
- 2020 – 2.713.000 divorcios
- 2021 – 2.741.000 divorcios.
Entonces usted se puede preguntar, ¿Pero si somos 38 millones solamente? Quiere decir que la mitad de los canadienses se han divorciado. Sí, porque el 45% de la gente que se une, que se casa, se divorcia en Canadá. Yo me pregunto, ¿Tan bruto somos que no podemos escoger bien? Sí, porque nadie se casa para divorciarse. Si nos casamos y nos divorciamos quiere decir que nos equivocamos. ¡Ni que fueran aguacates para decir: me salió malo!
Sabe qué significa que hay cantidad de gente pero cantidad de gente que medio conoce a alguien y toma decisiones con ella. Y no me quiero meter en el estudio de sociológico de esta situación ahora pero en realidad valdría la pena, sería interesante ver por qué se une la gente hoy, a qué edades. Estudiar las edades porque están hablando de 15 años para arriba. Una jovencita de 15 años, con todo el respeto que usted me merece, una señorita de 16 de 17 años; no tiene la capacidad todavía para meterse a un compromiso de una relación matrimonial. No sabe que es el amor. No sabe ni comprar papel higiénico si quiera esa persona.
Tiempo de amores, dice la escritura. Y no quiero hacerles recordar los amores que ha tenido. Gracias a Dios por aquellos que logramos atravesar esa época y seguimos casados. Gracias a Dios. Gracias a Dios por aquellos tiempos tumultuosos por lo que hemos atravesado a lo largo de los años pero aquí estamos.
Me acuerdo que una vez estábamos en una clase de seminario y había una pareja ahí enfrente y me dice el hermano: Nosotros estamos cumpliendo 30 años de casado y a todos los estudiantes le llamó la atención. Pero yo siempre con mis preguntas capciosas le digo a la hermana: ¿Y de los 30 años cuantos felices? Cinco, me dijo. Ahí me dije, trágame tierra. Entonces hubo un silencio sepulcral en toda la clase, y yo ya no hallaba que decir, se me acabaron todas las preguntas en ese momentito. Entonces el hombre la volvió a ver y le dijo: ¿Pero cómo que cinco? Y la señora le dijo: Pues si yo te he aguantado todas tus borracheras, te he aguantado esto y lo otro. Y el hombre le dice: Pero ahora soy cristiano. Y la señora le dice: Pues sí, los últimos cinco años son los que hemos disfrutado. Pero ahí están hombre. Ahí siguen adelante. ¡Qué bueno! ¡Qué bueno los tiempos de amores!
- Tiempo de ser hombre/mujer.
Vamos a leer una porción de la escritura cuando el rey David mandó a llamar a su hijo Salomón. Se cree se cree que cuando murió el rey David Salomón tenía 20 años más o menos y mira lo que le dijo: 1 Reyes 2:2 (RV-60): 2Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre.
¿Qué significa eso? Que esa siguiente etapa en nuestra vida es cuando ya no estamos bajo la protección de nuestros padres. Es cuando ya todos los consejos que nos podían haber dado ya nos lo dieron. Es una etapa de responsabilidad, es un tiempo de casarse, es un tiempo de formar un hogar. Es tiempo de demostrar de lo que estamos hechos. Tiempo de tomar decisiones con las cuales vamos a vivir el resto de nuestros días.
Yo me acordaba que 26 añitos tenía cuando tomé dos decisiones en mi vida, de la más importante, de las más importantes en mi vida una fue la de casarme a los 26 años. La otra fue viajar a Canadá el mismo año 1988. Dos decisiones, dos tiempos de profunda incertidumbre. Casarte, no sabes cómo te va a ir en la feria. Uno no termina de conocer a la esposa, no termina de conocer al esposo, y especialmente que cambiamos todos en el camino, en el transcurso de la vida, las circunstancias nos cambian. Vemos el mundo de una manera distinta. Y luego venimos a Canadá y es una buena decisión. Estamos dejando un ministerio, estamos dejando el trabajo, estamos dejando lo que conocemos y vamos a un país que no sabemos ¿qué pasará? Nunca hemos estado ahí. Esas decisiones, esa situación, yo sé que aquí hay cantidad de hermanitos lindos y señoritas que también lo han experimentado. Se vinieron de México, Colombia, se vinieron de su país y no sabían qué es lo que les esperaba aquí en Canadá. Y agarraron camino y están acá; y todavía batallan con esa incertidumbre de no saber qué va a pasar, no sabemos.
Ese es el tiempo de ser hombre, el tiempo de ser mujer. Y yo sé que la mayoría de nosotros atravesamos por esos tiempos y solamente la gracia de Dios con nosotros hermanos. Gracias a Dios en nuestro tiempo de niñez. Gracias a Dios en nuestro tiempo de juventud. Gracias a Dios por ese tiempo de amores. Gracias a Dios por ese tiempo cuando tuvimos que demostrar que ya era el momento de volar. Y solo Dios con nosotros. ¿Es correcta la decisión que estoy tomando? He conocido este muchacho. ¿Será que es correcto lo que estoy haciendo? ¿Será que es bueno que me vaya a la casa a vivir con este señor? ¿Será que es correcto esto? ¿Será que es correcto lo otro? ¿He hecho bien? ¿Qué puedo hacer? ¡Solamente Dios con nosotros, iglesia! Gracias a Dios que nos guió. Gracias a Dios que le pedimos entendimiento a nuestro bendito Salvador, nuestro bendito Señor.
- Tiempo de aflicción y angustia.
En Jeremías 14:8 (RV-60) dice: 8Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué te has hecho como forastero en la tierra, y como caminante que se retira para pasar la noche?
También el Salmos 37:39 (RV-60) dice: 39Pero la salvación de los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Las pruebas son parte de la vida. La Biblia dice que en el mundo tendréis aflicción, vendrán tiempos de angustia, amados hermanos.
Mira, nosotros agarramos camino del Salvador para acá. Traíamos un gran maletero del Salvador y veníamos para Canadá, vía Los Ángeles. Los boletos, solo de venir a nada más porque veníamos a quedarnos a Canadá. Tampoco teníamos visa canadiense. Nos habían enganchado los canadienses que nos viniéramos y que ellos iban a arreglar todo acá. Llegamos a Los Ángeles sin visa y nos preguntan: ¿Para dónde van? Para Canadá. ¿Y sus visas? No tenemos. Me dijo: ¡Ah no! Ustedes van, pero para El Salvador en el vuelo de más tarde. Nos llevaron y nos metieron las maletas en ese cuartito, mi esposa tenía cinco meses de embarazo en ese momento. Un tiempo de angustia hermanos. Y ahí nos arrodillamos y dijimos: ¿Señor, será que la regamos con esta decisión? Mi hermano es feo, es un tiempo de angustia créame. ¿Qué haces pues? Y los tiempos de angustias son precisamente aquellos tiempos donde usted no puede hacer nada. Y cuando usted hace algo entorpece más las cosas. Fue un tiempo difícil. Luego llegamos, por la gracia y misericordia del Señor llegamos a Seattle. El pastor canadiense de acá, nos fue a recoger a Seattle y cuando estábamos entrando a Canadá el oficial de inmigración dijo que no podíamos entrar, que las cosas no eran como ellos pensaban. Y nos dieron un permiso para poder entrar. ¡Si yo les contara hermanos! Después un oficial de inmigración canadiense nos dijo que no podíamos estar aquí y nos mandó de regreso para Estados Unidos. Y tampoco teníamos visa y dijimos: ¿Y cómo vamos a entrar a Estados Unidos sin visa? Nos dieron un documento donde usted acuerda que va a estar en Estados Unidos ilegal por unas horas. Ilegal, o sea, ni aquí, ni allá. ¡Ah! y en El Salvador ya tenían otro pastor. ¡Solo por la gracia de Dios! Y hubo un oficial de migración que fue tan sarcástico hermanos, pero tan sarcástico, que dijo: No, ustedes no se pueden quedar en Canadá, pero tienen una ventaja: “Cuando tu hijo cumpla 18 años los puede pedir”. Porque ya David había nacido aquí, en ese tiempo que estuvimos pasando por ese momento. ¡Así como lo oye! Cuando su hijo cumpla 18 años los puede pedir. Y habíamos dejado todo, hermanos. Todo, es todo. Por la gracia de Dios lo logramos. Por la misericordia del Señor, solamente por eso. Ese tiempo de aflicción, tiempo de angustia, Dios estuvo con nosotros.
Porque hay una promesa (Salmos 34: 19) que dice: Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.
- Tiempo de la bendición.
En Deuteronomio 28:2-6 (NTV) vamos a leer: 2Si obedeces al SEÑOR tu Dios, recibirás las siguientes bendiciones: 3Tus ciudades y tus campos serán benditos. 4Tus hijos y tus cosechas serán benditos. Las crías de tus rebaños y manadas serán benditas. 5Tus canastas de fruta y tus paneras serán benditas. 6Vayas donde vayas y en todo lo que hagas, serás bendito.
Ahora iglesia déjeme decirle algo. Cualquiera diría que este tiempo de la bendición es el mejor tiempo para adorar a Dios. Créame que no es así, la experiencia me ha enseñado que este es de los tiempos más difíciles para adorar y bendecir a Dios. Es más fácil adorar y bendecir a Dios en la aflicción que en la prosperidad.
Yo conozco familias, cantidad de familias, que llegaron a Canadá con una mano adelante y la otra atrás. ¡Ah! Pero no más comienzan a prosperar. No más comienzan y compran su apartamento y ya se sienten en verdad que pueden, lo primero que hacen es olvidarse de Dios. ¡Se olvidan! Y este es uno de los tiempos por los que atravesamos en la vida, tiempo de bendición, porque te va a llegar la bendición hermano. Te va a llegar la bendición.
Mira, si yo le contara la cantidad de familias en esta iglesia que llegamos aquí sin nada. Mira, yo tengo tan presente viviendo en un edificio en la 12 avenida, cuando llegó una persona con una bandeja de tenedores, cuchillos y platos, porque no teníamos ni eso siquiera. Tengo tan presente ese día, hace 34 largos años. La gente comenzó a llegar con cositas y a bendecirnos con cositas. Mi esposa embarazada y ahí comenzó nuestra vida. Dios te va a bendecir si usted permanece firme, permanece fiel al Señor. Dios te va a bendecir y un día vas a llegar a tener tantas cosas metidas en tu casa que no necesita para nada. Tanta cosa que usted va a decir ¿Y para qué? Es tiempo de bendición.
Acuérdese de Dios en todos los tiempos. De eso estamos hablando, de bendecir a Dios en todos los tiempos por los que atravesamos. Cualquiera que sea el tiempo, bendiga Dios, exalte el nombre de Dios.
- Tiempo de la vejez.
Salmo 71:9 (RV-60) dice: 9No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
El apóstol Pablo cuando llegó a este tiempo le escribió a su hijo en la Fe, Timoteo. Dice la palabra: 2 Timoteo 4:6 (RV-60): 6Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.
Hermanos, yo he visto de todo en la vida. Y este último tiempo, el tiempo de la vejez, yo estoy más que seguro que hay un par de cosas que al llegar a los 70, 75, 80 años, hay cosas que no quisiéramos. No quisiéramos ser carga de nadie, y no quisiéramos llegar llenos de achaques a esa época.
Hay otra cosa que todavía tengo que descifrarlo un poquitín, porque mucho se habla de ser independiente, pero no estoy seguro ¿qué tanto hay entre ser independiente y estar solitario? Son dos cosas distintas. Dichosas aquellas personas que son bendecidas de esa manera.
Mi suegra, bueno, la familia de mi suegra, mi esposa, son gente longevas. Hay una hermana de mi suegra que la acaban de declarar libre de cáncer a los 90 y pico de años. La mamá suya creo que murió a los 101 o 102, o sea, que amenazan las dos señoras. Son gente que no les duele nada. En dos oportunidades tuvimos el virus en la casa. Todos, menos mi esposa, a ella no le dolió ni las uñas siquiera. Lo único que hizo fue comerse la comida que nos llevaban los hermanos a los enfermos. Mi suegra tiene un montón de hermanas y todas andan por 92, 94, 96 y fueron primas de Cristóbal Colón y todavía están ahí. La verdad yo las admiro, las admiro.
Yo les he contado a ustedes de mi querido hermano Walter que le decía a su esposa “la Señora Betty”. Le decía a su esposa la Señora Betty. Tan lindo este hermano me dijo: “Pastor yo tengo una petición para mi Señor. Yo le pido a mi Señor que me lleve antes que a la Señora Betty porque yo no sé qué voy a hacer sin ella”. Eran una pareja lindísima, pero no terminó siendo así como él quería. Mi querida hermana partió a la presencia del Señor antes que él. Mi hermano Walter se quedó y lastimosamente sus últimos días no fueron como él le hubieran gustado que fueran.
Es más yo le cuento algo. Yo conocí una persona cristiana que yo no sé si estaba hablando en serio o qué, pero él decía: mire, el día que a mí me llegue a pasar esto, el día que a mí me dé esta enfermedad, el día que yo me quede postrado en una cama, yo le he dicho a un primo que tengo que prefiero que me dé un balazo, pero yo no quiero sufrir. Y así murió, sufriendo. Y son cosas que al llegar a este tiempo uno le pide a Dios y dice: Señor, por lo menos queremos levantarnos, queremos caminar un rato, pero no queremos ser carga de nadie y tampoco queremos tener esa gran cantidad de achaques que dan.
Hermanos, en todas las etapas de nuestra vida, por la misericordia de Dios estamos aquí. Gracias a Dios porque a pesar de la niñez que hayamos tenido, Él estuvo con nosotros. Gracias a Dios porque en nuestro tiempo de juventud, con los errores que hayamos cometido o las cosas que hayan pasado, aquí estamos en su casa en este día. Gracias a Dios porque aún en tiempo de amores, con todas las regadas en los tiempos de amor y aquellos que fueron novios y aquellas que fueron novias, estamos en la casa del Señor este día. Gracias a Dios porque cuando llegamos a esa edad, donde ya tuvimos que independizarnos de nuestros padres y salir de las plumas de ellos, de las alas de ellos y enfrentar la vida nosotros, a tomar decisiones y decidir ¿qué hacer?, por la gracia de misericordia del Señor aquí estamos en la casa del Señor en este día. Gracias a Dios porque en los tiempos de aflicción, los tiempos de angustia, a pesar que se derramaron lágrimas, a pesar que sufrimos, a pesar que dolió aquí estamos en la casa del Señor en este día. Y por la misericordia del Señor tenemos aquí algunos cuantos que pertenecen a la mejor edad, y otros que van de camino; porque se llega bien rápido, pero aquí estamos, en la casa de Dios. Él es nuestra fortaleza y nuestro amparo, Él es nuestro pronto auxilio en medio de nuestras dificultades. ¡Alabado sea Dios! ¡Bendito sea el Señor! Esta es la casa de Dios y en nuestra casa también. Dios nos ha dado la fuerza en medio de todas las cosas y aquí estamos adorándole, confesándole, adorando a nuestro bendito Señor y Salvador. En este día de Acción de Gracias, bendito sea su Santo nombre por habernos guardado en todas las etapas de nuestra vida.
A muchos de nosotros el diablo ha querido arrebatarnos hermano. Me contó un hermano, que un día le pusieron una pistola en la sien, dispararon y no disparó la pistola. Me dice, pastor yo tendría que estar muerto pero estoy viviendo tiempo extra por la gracia de Dios. El diablo ha querido aniquilarnos a muchos de nosotros pero por la gracia de Dios aquí estamos, por qué más grande el que está en nosotros que el que está en el mundo. ¡Bendito sea Dios!
Inclinen su rostro hermanos. Demos gracias al Señor.
Padre querido, en este día de Acción de Gracias esta iglesia, tu pueblo te adora. Elevamos nuestras manos al cielo para decirte: ¡Alabado sea tu nombre! Gracias porque a pesar de las circunstancias, los fracasos, las cosas feas que nos han pasado en la vida Señor, aquí estamos en tu casa, aquí estamos adorándote. Y es posible, Padre Santo, que algunos estén pasando por una temporada en este momento que no se vea tan bien, que sus finanzas no se vean tan bien, que su salud no se vea bien, que su matrimonio no está bien, que su futuro no está bien, pero en Cristo todas las cosas son posibles. Seguimos clamando y esperando Señor, por un milagro. Seguimos clamando y esperando por una fortaleza que venga del cielo. Señor, he aquí tu pueblo dándote Gracias en este día tan especial.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón, pero quisiera hacerlo ahora. Si hay alguien que dice: Pastor, yo necesito a Dios en mi vida. Yo necesito a Dios en mi corazón. Yo quiero comenzar mi vida aquí en este país con la mano de Dios, con la ayuda de Dios. Si hay alguien que quiere recibir a Cristo en el corazón y comenzar una vida nueva, ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano. Alguna persona que dice: “Pastor yo quiero entregarle mi vida a Dios. Yo quiero comenzar una vida nueva.” ¡Venga a los pies de Cristo Jesús! Hay un hermanito que se le va a acercar con cariño a usted para hablarle de cómo usted puede pedirle perdón al Señor por su falta. y comenzar una vida nueva. Si usted nos ve por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo. A través de una oración de fe dígale al Señor: “Señor, en este día te pido perdón por mis faltas. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz del Calvario. Gracias por poner tu cuerpo, derramar tu sangre preciosa. En este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida.” Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita Palabra.
Padre querido, despídenos con tu paz, con tu bendición. Gracias te damos por tu palabra eterna y gracias por todo lo que has hecho en nuestra vida hasta este día. En el nombre de Jesús oramos, Amén y amén.
¡Bendiciones para todos!
Gracias a Dios en todo tiempo
Octubre 09, 2022 – 1:30PM | Salmos 34:1 | Dr. David Rodríguez
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Busquemos en nuestras Biblias, mis hermanos, el Salmos, capítulo 34, vamos a leer un solo versículo, el versículo 1. He titulado al mensaje de esta de esta hora: Gracias a Dios en todo tiempo. Quiero que leamos todos juntos por favor este pasaje de la escritura.
Salmos 34:1 (RV-60): 1Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. ¡Que Dios bendiga esta palabra!
Muchos estudiosos de la vida del hombre y la mujer, dicen que todos los seres humanos atravesamos por cuatro etapas en la vida; y algunos lo han dividido entre invierno, primavera, verano y otoño. Hay cientos de cosas escritas al respecto. Me gustaría en este día de celebración de Acción de Gracias, hablar de dar gracias a Dios en todas las etapas de nuestra vida.
La vida está llena de contrastes, de altos y bajos, de alegrías y tristezas, de abundancia y escasez. Tiempos de seguridad y tiempos de incertidumbre. Tiempos de paz y tiempo de conflictos. Tiempo de ganar y tiempo de perder. Tiempo de amar y tiempo de llorar. Tiempo de subir a la montaña y tiempo de bajar al valle. Tiempo de nacer y tiempo de morir. En la vida hay cantidad de estaciones y cantidad de tiempos; y en todos los tiempos hay tiempos buenos y hay tiempos malos. Cualquiera que sea la experiencia por la que atravesamos debemos asegurarnos de que esa experiencia le dé propósito y le dé significado a nuestra vida. Hay cosas por las cuales vale la pena vivir y hay otras que no.
Quiero al hablar de las diferentes etapas de nuestra vida que partamos de una premisa fundamental, “Gratitud debe producir alabanza”. Note que no he dicho produce, sino debe producir. Gratitud debe producir adoración. Gratitud debe producir alabanza. No es algo automático porque yo le aseguro que hay muchísima gente que están agradecidos con Dios que no están aquí hoy por la razón que usted quiera. Usted les preguntan y dicen: Si, yo estoy agradecido con el Señor. Sí, pero están comprando tomates ahorita en el súper, pero están recibiendo ahorita el sol en la playa. Sí están agradecidos con Dios pero no manifiestan esa gratitud. Entonces basado en esto, me gustaría que tengamos eso en mente: Gratitud debe producir alabanza.
Entonces quiero que echemos un vistazo a los tiempos de nuestra vida. Yo salí hoy de mi casa, demoré 15 minutitos más o menos de allá para acá y comencé a pensar desde mi niñez hasta ahora a mis 60 años. Y le di gracias a Dios por cada etapa en la vida y estoy más que seguro que todos nosotros estamos agradecidos en extremo con Dios, porque Dios ha estado ahí aún en medio de nuestras dificultades más grandes. Pero agradecido con el Señor. Desde muy chico, seis o siete años, una caída que tuve que yo pensé que era spider-man. En ese entonces yo estaba jugando de spider-man y quise pasarme de una ventana a la otra y no me alcanzó “la cosa esa que sale, la tela de araña” y entonces sí me vine rodando por todas las gradas y caí inconsciente. Tenía una tía que era enfermera y bueno, me atendieron, me llevaron al hospital, etc. Y bueno, así es que me acordé de eso y le di gracias a Dios. Una vez me acuerdo que estuve extremadamente enfermo, pero muy, muy enfermo y ahí estuvo el Señor conmigo. Y bueno, cada circunstancia, cada Situación, ha ido caminando a lo largo de mi vida. Y por eso he llamado al mensaje de ahora: Gracias a Dios en todo tiempo. Y me gustaría que juntos recordemos esos tiempos. Usted recuerda el suyo y que por cada etapa de nuestra vida le demos gracias a Dios. Errores, ¿Quién no ha cometido errores? Somos seres imperfectos todos y vamos a morir cometiendo imperfecciones. Vamos a morir engañando. Vamos a morir fastidiando a otras personas que están en nuestra casa. Vamos a morir comiendo más de la cuenta. ¿Vamos a morir por qué? Porque el pecado está en nosotros.
Hay una pregunta que hacemos siempre en teología, que yo digo que sirve para yo tomarme el cafecito y el pan dulce. Yo no más le pregunto a los estudiantes: ¿Pecamos porque somos pecadores? o ¿Somos pecadores porque pecamos? Vamos a ver a que llegamos. Entonces cuando ya me terminé el café y el pan les digo: no hay respuesta para eso.
Ahora veamos las diferentes etapas de la vida:
- Los días de la juventud. Los tiempos de juventud porque vamos a hablar de dar gracias a Dios en todos los tiempos. Eclesiastés nos habla que hay tiempo para todo.
Eclesiastés 12:1 (RV-60): 1Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
Hermano que tiempo más maravilloso el de la juventud. ¿No es cierto? ¡Increíble! La juventud es un tiempo verdaderamente difícil, es tiempo de cambios, tiempo de exploración. Ya no somos niños, pero tampoco somos adultos. Muchos de los grandes errores que se cometen son en la juventud.
El hijo pródigo, ¿Se acuerda usted verdad? De repente llega al papá y le dice: yo quiero que me des la parte de los bienes que me corresponde. Pero fíjese que no le pidió la parte de los bienes que le corresponde porque quería comprarse un apartamento. No le pidió la parte de los bienes que le corresponde porque quería irse a alguna parte del mundo a estudiar a una universidad. Le pidió la parte de él porque los jóvenes son así, no piensan. Cuando tenemos esa edad simple y sencillamente pensamos en lo que queremos en el instante, en lo que nos causa gratificación instantánea, pero nunca en las consecuencias. Y el chamaco fue, le dieron su platita y se fue y malgastó su dinero perdidamente hasta que se lo acabó absolutamente todo. En la juventud se cree que uno es libre de hacer lo que uno quiera, pero no mide consecuencias. Es un tiempo de ceguera.
En Lamentaciones 3:27 (RV-60) dice: 27Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. Eso de llevar el yugo desde su juventud significa someterse a la disciplina. Esta es una de las cosas más difíciles y más complicadas que hay en el tiempo de la juventud.
La Biblia enseña claramente que el hombre, el muchacho, tiene la necedad atada al corazón. Creemos que sabemos más que nuestros padres y viene esa rebelión guardada. Acuérdese que también nosotros fuimos jóvenes. Claro que algunos hemos dicho: “Pero yo no la he regado tanto como este hermano” Pero los tiempos son distintos. Ahora es una manera diferente de rebelarse.
Ahora una cosa le quiero decir a nuestros queridos jovencitos.
Eclesiastés 11:10 (RV-60) dice: 10Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Son efímeras. Mira, déjame decirte, la juventud pasa así de rápido. Cuando menos lo esperas hermano ya llegaste a 25, llegaste a 35. Después de 40 es un solo toboganazo para abajo. Cuando ya llegas a 50, 55, 60 años, como tengo yo, ya hay cantidad de cosas que tú no puedes hacer. Aunque quieras no se puede. Por eso dice la palabra del Señor que la juventud es vanidad.
Ahora, también dice la palabra de Señor que es bueno que el joven lleve su yugo desde su juventud. Es decir, atienda la disciplina. No nos gusta a los jóvenes que los disciplinen y en estos países es más complicado todavía. Yo ahora, que venía caminando, me estaba acordando que mi abuela me reventaba a garrotes en la espalda, porque ella me decía no vayas y yo iba, no salgas y yo salía. Claro, no conocíamos al Señor en ese entonces y la abuela lo único que conocía eran los garrotes y los palos de escoba nada más. Pero es bueno desde muy temprana edad entender que Dios es un Dios de orden y Dios ha puesto a nuestros padres para que nos disciplinen. Y si no le gusta la disciplina no se preocupe, ya va a crecer usted, va a llegar a su mayoría de edad y entonces vamos a ver si es cierto que usted puede con la vida.
Yo le doy gracias infinitas a Dios por la juventud que tenemos en esta iglesia. Tenemos una niñez y una juventud increíble en esta iglesia. Los jóvenes que están en esta iglesia den gracias a Dios. Porque a lo mejor hay aquí jovencitos que si fuera por parte de ellos no estarían en la iglesia hoy. Ellos preferirían estar jugando videojuegos, preferirían quedarse en su casa y algunos, incluso se quedaron ahí en su casa hoy. Pero denle gracias a Dios por estar en la casa del Señor.
Miren hermanos, digo esto con tristeza y lo digo con muchísimo respeto, por favor, para no ser mal interpretado. Ayer estuve atendiendo un funeral, 27 años el muchacho. Déjenme decirte hermano que en los últimos dos años, yo tengo una lista en mi teléfono, hemos enterrado como 12 jóvenes. Quiero que le ponga atención a estas palabras que te voy a decir: Todos ellos tenían un común denominador: todos ellos estaban apartados de los caminos del Señor, 12 son demasiados. Todos ellos tenían conocimiento este libro bendito (La Biblia). Todos ellos estuvieron sentados en una de estas sillas de esta iglesia. Usted como papá que cree que está bien dejar que su hijito se quede en la casa, espérese unos años. Porque hay personas que llegan a mayores pero no han madurado. Piensan que las cosas que ellos dicen son correctas y que así es la vida.
Un día me puse a orar por sus familias y recapacité en otra cosa más: La manera como fallecieron, es la misma. Porque acuérdese de algo: Los padres, muchas veces, somos los últimos en darnos cuenta en las cosas que andan metidos nuestros hijos; somos los últimos en enterarnos y es triste. Todos ellos, común denominador: “apartados del Evangelio”. Común denominador: “conocían al Señor, conocían la palabra, conocían el evangelio, pero ninguno de ellos venía.”
Gracias a Dios hermano que en nuestro tiempo de juventud permanecimos fieles al Señor. Gracias a Dios que, a pesar de los errores que hemos cometido quizás en el tiempo de juventud, por la gracia y la misericordia del Señor ahora con los años aquí estamos. Hermanos, aquellos que se fueron al mundo y regresaron, Gracias a Dios que están de regreso. Por ese tiempo de juventud, gracias a Dios.
Ahora, recuérdate de una cosa muchacho. Eclesiastés 11:9 (RV-60) dice: 9Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. ¿Qué es lo que pasó con estas personas a las que yo mencioné? ¿Usted cree que puede hacer lo que a usted se le ocurra? ¿Usted cree que puede hacer lo que usted quiera? ¿Usted cree que puede decir lo que quiera? Espérese, porque Dios es parte de la ecuación y tarde o temprano, y en la vida de estos 12 muchachos fue más temprano que tarde. Por ese tiempo de juventud yo le doy gracias a Dios.
- Tiempo de amores.
Ezequiel 16:8 (RV-60) dice: 8Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía.
Hoy en la iglesia estamos atravesando tiempos de amor. Cuantas parejita han surgido de todas las edades. Me alegra mucho eso.
Usted me habrá escuchado decir en este púlpito que la primera decisión más importante en la vida es la de hacer de Dios el centro de nuestra existencia. Me ha escuchado decir que la tercera decisión más importante de nuestra vida es la carrera a la que nos vamos a dedicar. Pero la segunda decisión más importante en la vida es ¿con quién me voy a casar? Y eso es bien importante hermano porque el tiempo del noviazgo, el tiempo de Amores como le llama la escritura acá en este pasaje, es un tiempo donde debemos tenemos sabiduría para no cometer las estupideces más grandes de nuestra vida. Especialmente cuando dos jovencitos a muy temprana edad creen que conocen el amor y no saben ni siquiera ponerse bien los calcetines. ¡Es que yo estoy locamente enamorada de ese chavo! Ni sabe qué es eso la muchacha. El noviazgo es un tiempo bonito pero lleno de mentiras. ¿Por qué razón? Porque las personas se transforman en quienes no son, para lograr el objetivo de conseguir a la muchacha o al muchacho. Es una primera luna de miel donde la miel se acaba rápido y solo te queda la luna nada más; y ahí vas a estar por un buen rato, en la luna. Es delicada la situación, es delicada. Cometemos errores porque no pensamos.
Alguien me preguntaba: ¿Por qué cree usted que personas entran a relaciones que son hasta cierto punto tóxicas o son dañinas? Hay una variedad de razones, pero entre ellas la que más pesa es el miedo a quedarse solos. Hay cosas que se tienen que tomar en consideración. Cuando a mí me preguntan: ¿Pastor y qué son las cosas que debo de pensar yo cuando voy a elegir a un muchacho, si voy a elegir a una muchacha? Mira yo tengo aquí unas que seis u ocho cosillas que va a tomar en consideración:
2.1- Ser cristiano comprometido. Pero escuche, con el calificativo comprometido. Porque cuando alguien dice yo soy Cristiano hoy en día hay que ver. No hombre, si ahora hasta los diablos dicen que son cristianos. Usted entró a un bar y encuentra un par de gente chupando (bebiendo) y dicen: “Yo soy cristianos por la gracia de Dios.” No, hombre, vaya a recibir a Cristo usted y nazca de nuevo. Hoy cualquier persona dice: Yo soy cristiano.
Entonces tiene que ser cristiano comprometido. ¿Qué significa eso? Que tengo valores, que tengo principios, que tengo fe, que yo voy a la casa del Señor. Yo voy domingo al mediodía y en la tarde. Día miércoles asisto yo a mi estudio bíblico, porque soy cristiano, porque esto tiene que hacer un cristiano. ¿Por qué? Porque mire, aquí yo he conocido todo tipo de personas en los 34 largos años en esta iglesia.
Hace poco estaba con unas personas ahí en el Wal-Mart y apareció alguien más y le digo, ¡Hola! ¿Qué tal, cómo está? Y le digo a los hermanos: Esta familia, mire ese muchacho, era de 4 o 5 años cuando venía a la iglesia. ¿Y qué fue lo que pasó? Bueno creció, conoció una muchacha en el mundo y lo perdimos. Ya no viene más a la iglesia. ¿Por qué? Porque prefirió el amor por encima de su fe. Tiene que ser una persona comprometida.
2.2- Ser compatible. Usted no puede andar con una persona solo por lástima. Tienen que ser compatibles. Alguien con quien usted pueda platicar, con quien pueda hablar.
2.3- Ser confiable. Hay gente que es mentirosa y uno no puede confiar en una persona mentirosa. No se puede confiar nunca.
2.4- Ser mentalmente estable. Y a esto yo le prestaría mucha atención, porque hoy los bipolares andan por todos lados. Personas que tienen una cara ahora y otra después.
2.5- Ser interesante. Esto ya esto ya va un poquito más profundo. Si usted está a muy temprana edad de juventud no le va a poner mucha atención a eso, pero es importante ver si esa persona es interesante. ¿Es interesante la persona?
2.6- Que maneje bien sus finanzas.
2.7- Que tenga aspiraciones de superación.
2.8- Que sea la persona de la cual usted se puede sentir orgullosa el resto de su vida.
Ahora quiero darle una estadística que la saqué hoy en la mañana. Incluso tuve que llamar a mi hijo David para que me ayudara porque habían cosas que yo no entendía ya que daba la impresión que se contradecían estas estadísticas. Escuche esto porque es para partir el alma y el corazón. Estadísticas Canadá sobre divorcios, incluyendo aquellas personas que viven en concubinato.
- 2017 – 2.604.723 divorcios.
- 2018 – 2.600.000 divorcios.
- 2019 – 2.678.000 divorcios.
- 2020 – 2.713.000 divorcios
- 2021 – 2.741.000 divorcios.
Entonces usted se puede preguntar, ¿Pero si somos 38 millones solamente? Quiere decir que la mitad de los canadienses se han divorciado. Sí, porque el 45% de la gente que se une, que se casa, se divorcia en Canadá. Yo me pregunto, ¿Tan bruto somos que no podemos escoger bien? Sí, porque nadie se casa para divorciarse. Si nos casamos y nos divorciamos quiere decir que nos equivocamos. ¡Ni que fueran aguacates para decir: me salió malo!
Sabe qué significa que hay cantidad de gente pero cantidad de gente que medio conoce a alguien y toma decisiones con ella. Y no me quiero meter en el estudio de sociológico de esta situación ahora pero en realidad valdría la pena, sería interesante ver por qué se une la gente hoy, a qué edades. Estudiar las edades porque están hablando de 15 años para arriba. Una jovencita de 15 años, con todo el respeto que usted me merece, una señorita de 16 de 17 años; no tiene la capacidad todavía para meterse a un compromiso de una relación matrimonial. No sabe que es el amor. No sabe ni comprar papel higiénico si quiera esa persona.
Tiempo de amores, dice la escritura. Y no quiero hacerles recordar los amores que ha tenido. Gracias a Dios por aquellos que logramos atravesar esa época y seguimos casados. Gracias a Dios. Gracias a Dios por aquellos tiempos tumultuosos por lo que hemos atravesado a lo largo de los años pero aquí estamos.
Me acuerdo que una vez estábamos en una clase de seminario y había una pareja ahí enfrente y me dice el hermano: Nosotros estamos cumpliendo 30 años de casado y a todos los estudiantes le llamó la atención. Pero yo siempre con mis preguntas capciosas le digo a la hermana: ¿Y de los 30 años cuantos felices? Cinco, me dijo. Ahí me dije, trágame tierra. Entonces hubo un silencio sepulcral en toda la clase, y yo ya no hallaba que decir, se me acabaron todas las preguntas en ese momentito. Entonces el hombre la volvió a ver y le dijo: ¿Pero cómo que cinco? Y la señora le dijo: Pues si yo te he aguantado todas tus borracheras, te he aguantado esto y lo otro. Y el hombre le dice: Pero ahora soy cristiano. Y la señora le dice: Pues sí, los últimos cinco años son los que hemos disfrutado. Pero ahí están hombre. Ahí siguen adelante. ¡Qué bueno! ¡Qué bueno los tiempos de amores!
- Tiempo de ser hombre/mujer.
Vamos a leer una porción de la escritura cuando el rey David mandó a llamar a su hijo Salomón. Se cree se cree que cuando murió el rey David Salomón tenía 20 años más o menos y mira lo que le dijo: 1 Reyes 2:2 (RV-60): 2Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre.
¿Qué significa eso? Que esa siguiente etapa en nuestra vida es cuando ya no estamos bajo la protección de nuestros padres. Es cuando ya todos los consejos que nos podían haber dado ya nos lo dieron. Es una etapa de responsabilidad, es un tiempo de casarse, es un tiempo de formar un hogar. Es tiempo de demostrar de lo que estamos hechos. Tiempo de tomar decisiones con las cuales vamos a vivir el resto de nuestros días.
Yo me acordaba que 26 añitos tenía cuando tomé dos decisiones en mi vida, de la más importante, de las más importantes en mi vida una fue la de casarme a los 26 años. La otra fue viajar a Canadá el mismo año 1988. Dos decisiones, dos tiempos de profunda incertidumbre. Casarte, no sabes cómo te va a ir en la feria. Uno no termina de conocer a la esposa, no termina de conocer al esposo, y especialmente que cambiamos todos en el camino, en el transcurso de la vida, las circunstancias nos cambian. Vemos el mundo de una manera distinta. Y luego venimos a Canadá y es una buena decisión. Estamos dejando un ministerio, estamos dejando el trabajo, estamos dejando lo que conocemos y vamos a un país que no sabemos ¿qué pasará? Nunca hemos estado ahí. Esas decisiones, esa situación, yo sé que aquí hay cantidad de hermanitos lindos y señoritas que también lo han experimentado. Se vinieron de México, Colombia, se vinieron de su país y no sabían qué es lo que les esperaba aquí en Canadá. Y agarraron camino y están acá; y todavía batallan con esa incertidumbre de no saber qué va a pasar, no sabemos.
Ese es el tiempo de ser hombre, el tiempo de ser mujer. Y yo sé que la mayoría de nosotros atravesamos por esos tiempos y solamente la gracia de Dios con nosotros hermanos. Gracias a Dios en nuestro tiempo de niñez. Gracias a Dios en nuestro tiempo de juventud. Gracias a Dios por ese tiempo de amores. Gracias a Dios por ese tiempo cuando tuvimos que demostrar que ya era el momento de volar. Y solo Dios con nosotros. ¿Es correcta la decisión que estoy tomando? He conocido este muchacho. ¿Será que es correcto lo que estoy haciendo? ¿Será que es bueno que me vaya a la casa a vivir con este señor? ¿Será que es correcto esto? ¿Será que es correcto lo otro? ¿He hecho bien? ¿Qué puedo hacer? ¡Solamente Dios con nosotros, iglesia! Gracias a Dios que nos guió. Gracias a Dios que le pedimos entendimiento a nuestro bendito Salvador, nuestro bendito Señor.
- Tiempo de aflicción y angustia.
En Jeremías 14:8 (RV-60) dice: 8Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué te has hecho como forastero en la tierra, y como caminante que se retira para pasar la noche?
También el Salmos 37:39 (RV-60) dice: 39Pero la salvación de los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Las pruebas son parte de la vida. La Biblia dice que en el mundo tendréis aflicción, vendrán tiempos de angustia, amados hermanos.
Mira, nosotros agarramos camino del Salvador para acá. Traíamos un gran maletero del Salvador y veníamos para Canadá, vía Los Ángeles. Los boletos, solo de venir a nada más porque veníamos a quedarnos a Canadá. Tampoco teníamos visa canadiense. Nos habían enganchado los canadienses que nos viniéramos y que ellos iban a arreglar todo acá. Llegamos a Los Ángeles sin visa y nos preguntan: ¿Para dónde van? Para Canadá. ¿Y sus visas? No tenemos. Me dijo: ¡Ah no! Ustedes van, pero para El Salvador en el vuelo de más tarde. Nos llevaron y nos metieron las maletas en ese cuartito, mi esposa tenía cinco meses de embarazo en ese momento. Un tiempo de angustia hermanos. Y ahí nos arrodillamos y dijimos: ¿Señor, será que la regamos con esta decisión? Mi hermano es feo, es un tiempo de angustia créame. ¿Qué haces pues? Y los tiempos de angustias son precisamente aquellos tiempos donde usted no puede hacer nada. Y cuando usted hace algo entorpece más las cosas. Fue un tiempo difícil. Luego llegamos, por la gracia y misericordia del Señor llegamos a Seattle. El pastor canadiense de acá, nos fue a recoger a Seattle y cuando estábamos entrando a Canadá el oficial de inmigración dijo que no podíamos entrar, que las cosas no eran como ellos pensaban. Y nos dieron un permiso para poder entrar. ¡Si yo les contara hermanos! Después un oficial de inmigración canadiense nos dijo que no podíamos estar aquí y nos mandó de regreso para Estados Unidos. Y tampoco teníamos visa y dijimos: ¿Y cómo vamos a entrar a Estados Unidos sin visa? Nos dieron un documento donde usted acuerda que va a estar en Estados Unidos ilegal por unas horas. Ilegal, o sea, ni aquí, ni allá. ¡Ah! y en El Salvador ya tenían otro pastor. ¡Solo por la gracia de Dios! Y hubo un oficial de migración que fue tan sarcástico hermanos, pero tan sarcástico, que dijo: No, ustedes no se pueden quedar en Canadá, pero tienen una ventaja: “Cuando tu hijo cumpla 18 años los puede pedir”. Porque ya David había nacido aquí, en ese tiempo que estuvimos pasando por ese momento. ¡Así como lo oye! Cuando su hijo cumpla 18 años los puede pedir. Y habíamos dejado todo, hermanos. Todo, es todo. Por la gracia de Dios lo logramos. Por la misericordia del Señor, solamente por eso. Ese tiempo de aflicción, tiempo de angustia, Dios estuvo con nosotros.
Porque hay una promesa (Salmos 34: 19) que dice: Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.
- Tiempo de la bendición.
En Deuteronomio 28:2-6 (NTV) vamos a leer: 2Si obedeces al SEÑOR tu Dios, recibirás las siguientes bendiciones: 3Tus ciudades y tus campos serán benditos. 4Tus hijos y tus cosechas serán benditos. Las crías de tus rebaños y manadas serán benditas. 5Tus canastas de fruta y tus paneras serán benditas. 6Vayas donde vayas y en todo lo que hagas, serás bendito.
Ahora iglesia déjeme decirle algo. Cualquiera diría que este tiempo de la bendición es el mejor tiempo para adorar a Dios. Créame que no es así, la experiencia me ha enseñado que este es de los tiempos más difíciles para adorar y bendecir a Dios. Es más fácil adorar y bendecir a Dios en la aflicción que en la prosperidad.
Yo conozco familias, cantidad de familias, que llegaron a Canadá con una mano adelante y la otra atrás. ¡Ah! Pero no más comienzan a prosperar. No más comienzan y compran su apartamento y ya se sienten en verdad que pueden, lo primero que hacen es olvidarse de Dios. ¡Se olvidan! Y este es uno de los tiempos por los que atravesamos en la vida, tiempo de bendición, porque te va a llegar la bendición hermano. Te va a llegar la bendición.
Mira, si yo le contara la cantidad de familias en esta iglesia que llegamos aquí sin nada. Mira, yo tengo tan presente viviendo en un edificio en la 12 avenida, cuando llegó una persona con una bandeja de tenedores, cuchillos y platos, porque no teníamos ni eso siquiera. Tengo tan presente ese día, hace 34 largos años. La gente comenzó a llegar con cositas y a bendecirnos con cositas. Mi esposa embarazada y ahí comenzó nuestra vida. Dios te va a bendecir si usted permanece firme, permanece fiel al Señor. Dios te va a bendecir y un día vas a llegar a tener tantas cosas metidas en tu casa que no necesita para nada. Tanta cosa que usted va a decir ¿Y para qué? Es tiempo de bendición.
Acuérdese de Dios en todos los tiempos. De eso estamos hablando, de bendecir a Dios en todos los tiempos por los que atravesamos. Cualquiera que sea el tiempo, bendiga Dios, exalte el nombre de Dios.
- Tiempo de la vejez.
Salmo 71:9 (RV-60) dice: 9No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
El apóstol Pablo cuando llegó a este tiempo le escribió a su hijo en la Fe, Timoteo. Dice la palabra: 2 Timoteo 4:6 (RV-60): 6Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.
Hermanos, yo he visto de todo en la vida. Y este último tiempo, el tiempo de la vejez, yo estoy más que seguro que hay un par de cosas que al llegar a los 70, 75, 80 años, hay cosas que no quisiéramos. No quisiéramos ser carga de nadie, y no quisiéramos llegar llenos de achaques a esa época.
Hay otra cosa que todavía tengo que descifrarlo un poquitín, porque mucho se habla de ser independiente, pero no estoy seguro ¿qué tanto hay entre ser independiente y estar solitario? Son dos cosas distintas. Dichosas aquellas personas que son bendecidas de esa manera.
Mi suegra, bueno, la familia de mi suegra, mi esposa, son gente longevas. Hay una hermana de mi suegra que la acaban de declarar libre de cáncer a los 90 y pico de años. La mamá suya creo que murió a los 101 o 102, o sea, que amenazan las dos señoras. Son gente que no les duele nada. En dos oportunidades tuvimos el virus en la casa. Todos, menos mi esposa, a ella no le dolió ni las uñas siquiera. Lo único que hizo fue comerse la comida que nos llevaban los hermanos a los enfermos. Mi suegra tiene un montón de hermanas y todas andan por 92, 94, 96 y fueron primas de Cristóbal Colón y todavía están ahí. La verdad yo las admiro, las admiro.
Yo les he contado a ustedes de mi querido hermano Walter que le decía a su esposa “la Señora Betty”. Le decía a su esposa la Señora Betty. Tan lindo este hermano me dijo: “Pastor yo tengo una petición para mi Señor. Yo le pido a mi Señor que me lleve antes que a la Señora Betty porque yo no sé qué voy a hacer sin ella”. Eran una pareja lindísima, pero no terminó siendo así como él quería. Mi querida hermana partió a la presencia del Señor antes que él. Mi hermano Walter se quedó y lastimosamente sus últimos días no fueron como él le hubieran gustado que fueran.
Es más yo le cuento algo. Yo conocí una persona cristiana que yo no sé si estaba hablando en serio o qué, pero él decía: mire, el día que a mí me llegue a pasar esto, el día que a mí me dé esta enfermedad, el día que yo me quede postrado en una cama, yo le he dicho a un primo que tengo que prefiero que me dé un balazo, pero yo no quiero sufrir. Y así murió, sufriendo. Y son cosas que al llegar a este tiempo uno le pide a Dios y dice: Señor, por lo menos queremos levantarnos, queremos caminar un rato, pero no queremos ser carga de nadie y tampoco queremos tener esa gran cantidad de achaques que dan.
Hermanos, en todas las etapas de nuestra vida, por la misericordia de Dios estamos aquí. Gracias a Dios porque a pesar de la niñez que hayamos tenido, Él estuvo con nosotros. Gracias a Dios porque en nuestro tiempo de juventud, con los errores que hayamos cometido o las cosas que hayan pasado, aquí estamos en su casa en este día. Gracias a Dios porque aún en tiempo de amores, con todas las regadas en los tiempos de amor y aquellos que fueron novios y aquellas que fueron novias, estamos en la casa del Señor este día. Gracias a Dios porque cuando llegamos a esa edad, donde ya tuvimos que independizarnos de nuestros padres y salir de las plumas de ellos, de las alas de ellos y enfrentar la vida nosotros, a tomar decisiones y decidir ¿qué hacer?, por la gracia de misericordia del Señor aquí estamos en la casa del Señor en este día. Gracias a Dios porque en los tiempos de aflicción, los tiempos de angustia, a pesar que se derramaron lágrimas, a pesar que sufrimos, a pesar que dolió aquí estamos en la casa del Señor en este día. Y por la misericordia del Señor tenemos aquí algunos cuantos que pertenecen a la mejor edad, y otros que van de camino; porque se llega bien rápido, pero aquí estamos, en la casa de Dios. Él es nuestra fortaleza y nuestro amparo, Él es nuestro pronto auxilio en medio de nuestras dificultades. ¡Alabado sea Dios! ¡Bendito sea el Señor! Esta es la casa de Dios y en nuestra casa también. Dios nos ha dado la fuerza en medio de todas las cosas y aquí estamos adorándole, confesándole, adorando a nuestro bendito Señor y Salvador. En este día de Acción de Gracias, bendito sea su Santo nombre por habernos guardado en todas las etapas de nuestra vida.
A muchos de nosotros el diablo ha querido arrebatarnos hermano. Me contó un hermano, que un día le pusieron una pistola en la sien, dispararon y no disparó la pistola. Me dice, pastor yo tendría que estar muerto pero estoy viviendo tiempo extra por la gracia de Dios. El diablo ha querido aniquilarnos a muchos de nosotros pero por la gracia de Dios aquí estamos, por qué más grande el que está en nosotros que el que está en el mundo. ¡Bendito sea Dios!
Inclinen su rostro hermanos. Demos gracias al Señor.
Padre querido, en este día de Acción de Gracias esta iglesia, tu pueblo te adora. Elevamos nuestras manos al cielo para decirte: ¡Alabado sea tu nombre! Gracias porque a pesar de las circunstancias, los fracasos, las cosas feas que nos han pasado en la vida Señor, aquí estamos en tu casa, aquí estamos adorándote. Y es posible, Padre Santo, que algunos estén pasando por una temporada en este momento que no se vea tan bien, que sus finanzas no se vean tan bien, que su salud no se vea bien, que su matrimonio no está bien, que su futuro no está bien, pero en Cristo todas las cosas son posibles. Seguimos clamando y esperando Señor, por un milagro. Seguimos clamando y esperando por una fortaleza que venga del cielo. Señor, he aquí tu pueblo dándote Gracias en este día tan especial.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón, pero quisiera hacerlo ahora. Si hay alguien que dice: Pastor, yo necesito a Dios en mi vida. Yo necesito a Dios en mi corazón. Yo quiero comenzar mi vida aquí en este país con la mano de Dios, con la ayuda de Dios. Si hay alguien que quiere recibir a Cristo en el corazón y comenzar una vida nueva, ahí donde está yo le invito para que se ponga de pie o levante su mano. Alguna persona que dice: “Pastor yo quiero entregarle mi vida a Dios. Yo quiero comenzar una vida nueva.” ¡Venga a los pies de Cristo Jesús! Hay un hermanito que se le va a acercar con cariño a usted para hablarle de cómo usted puede pedirle perdón al Señor por su falta. y comenzar una vida nueva. Si usted nos ve por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo. A través de una oración de fe dígale al Señor: “Señor, en este día te pido perdón por mis faltas. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz del Calvario. Gracias por poner tu cuerpo, derramar tu sangre preciosa. En este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida.” Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita Palabra.
Padre querido, despídenos con tu paz, con tu bendición. Gracias te damos por tu palabra eterna y gracias por todo lo que has hecho en nuestra vida hasta este día. En el nombre de Jesús oramos, Amén y amén.
¡Bendiciones para todos!