El efecto del Evangelio
Octubre 27, 2024 – 2:00PM | Gálatas 5: 1-23 | Pastor Dr. Toby Jr.
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TRANSCRIPCIÓN
Póngase de pie, abra la palabra del Señor en Gálatas capítulo 5 y quiero hablarles de: El efecto del Evangelio.
Es imposible que alguien tome aminoácidos y que no tenga un efecto. Es imposible que alguien use anabólicos y que no tenga un efecto. Es imposible que alguien tome café y no tenga un efecto, siempre hay un efecto.
Yo quiero contarles que Gálatas, aparte de llamarles insensatos, había perdido el efecto del Evangelio. Y ¿por qué lo habían perdido? Porque estaban otra vez volviendo a la ley, pretendían agradar a Dios por hacer las cosas según la ley. Había una discusión muy interesante: las cosas en Cristo no se hacen porque sean ley, se hacen porque nacen.
Gálatas 5: 1 (RV 1960): Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Oremos al Señor: Padre, gracias por esta mañana. Gracias por el clima, por la salud, por los problemas, porque tú te glorificas. Señor, tenemos un sueño y queremos construir una casa para ti, un lugar donde podamos adorarte en libertad y con libertad. Regálanos ese milagro. El día de hoy toca el corazón de aquel que está caminando lejos de ti, para que venga al arrepentimiento a través de tu palabra y el convencimiento de pecado en Cristo Jesús, lo pedimos todo, y la iglesia dice: amén.
Pueden sentarse, amigos y hermanos. Regalen una sonrisa a su vecino. Estamos de fiesta: son 36 años, querido, qué bárbaro. Cuando esto comenzó, muchos no habían nacido. Sea en la carne o en el espíritu, pero Dios tiene un propósito. Diga conmigo: Dios tiene un propósito.
Santificación.
Lo primero que produce el evangelio en nosotros, aparte de limpiarnos de pecado, es la santificación.
Y ¿qué es la santificación? Es apartados para la gloria de Dios. No significa que somos perfectos, pero tenemos una meta que es alcanzar la estatura de Cristo que es el varón perfecto. Desde el momento que nacemos de nuevo, aceptamos a Cristo, somos llamados cristianos.
Ahora, la pregunta es: ¿El efecto del evangelio sigue en usted o ya le pasó? No hay cosa más horrible que tomarse una gaseosa (soda) sin gas. Cuando estoy hospedado en un hotel y compro una gaseosa y la abro, la cierro, la abro, la cierro, y la tercera vez que la abro parece un jarabe, ya no parece una gaseosa. ¿Alguien entendió lo que estoy diciendo?
Pregunto: ¿será su vida cristiana así? Ha venido tantas veces a la iglesia, ha asistido a tantas predicaciones, ha escuchado tantos sermones, lo abre, lo cierra, lo abre, lo cierra, y ahora su vida es igual. Es imposible que el evangelio de Cristo haya llegado a tu vida y tu vida sea la misma. Tampoco es posible que el evangelio de Cristo haya llegado a tu vida y vivas amargado todos los días, quejándote, por cosas que no te corresponden.
Dios no te debe nada. Lo que somos y tenemos es por, y para, misericordia de Dios. La iglesia está mal enseñada, no puede estarle exigiendo cosas a su papá. ¿Y de cuándo aquí el pato le dispara la escopeta? Dios tiene un propósito para tu vida: educarte, hacerte pasar por procesos para que entiendas que Él es Dios. Pero la iglesia no quiere entender eso, porque no estamos bajo el efecto del evangelio.
La palabra dice que entre más nos humillan, Dios nos exalta. Marcos 9:35 (RV 1960): Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. La fórmula del Evangelio de Cristo es diferente a la fórmula del mundo.
¿Cuál es el efecto del Evangelio en tu vida?
Todos los que están aquí reunidos debemos estar agradecidos con Dios siempre. La Biblia dice: estad siempre gozosos.
Romanos 8: 28 (RV 1960): Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. ¿Agradecido? Siempre, todo lo que le sucede no es malo, depende de cómo lo quiera ver.
¿Cuántos llamados hay aquí? Entonces, ¿cuál es la cara que tiene? ¿Cuál es el funeral que celebra? -No, pastor, se murió la hermana fulana. -Déjela ir. Dice la palabra (2 Corintios 5: 8b RV 1960): ausentes en el cuerpo y presentes al Señor. Y entonces, ¿cuál es el duelo? Si es una fiesta.
El efecto del cristianismo debe de verse en nuestras vidas, en nuestra actitud. A pesar de que te vituperen, a pesar de que te denigren, a pesar de que te critiquen, tú no le debes nada a nadie. Tú lo haces, lo pones, lo dices, lo predicas para gloria de Dios, vives para la gloria de Dios. Si manejas un autobús, si trabajas en un parqueo, si estás en una fábrica, si pintas casas, si haces fontanería, lo que hagas, debes de hacerlo para la gloria de Dios. ¿Sabes qué va a suceder? Vas a terminar tu día satisfecho. Vas a terminar tu día diciendo: “Yo pude dar la milla extra.
Lo primero que el evangelio hace en la vida del hombre es santificarlo. Te aparta del montón.
¿Por qué la gana de andar circulando con la chismosa? ¿Por qué la gana de andar circulando con los incircuncisos? ¿Qué no hemos leído lo que dice la palabra? 2 Corintios 6: 14 dice que no debemos de unirnos en yugo desigual. Eso no habla solamente del matrimonio, habla de sociedades. ¿Por qué no funciona tu empresa? Porque tú eres medio cristiano y el otro ni conoce de Cristo. Cuando viene el tiempo de los taxes, estás queriendo hacer trampa, y Dios no bendice tramposos, es bien sencillo. Y luego viene a la iglesia a orar para que no se note la trampa. No se puede. Tienes que decirle: -Señor, soy un tramposo arrepentido. Dame un buen socio. Dame alguien que cree en el Señor. Dame la oportunidad de trabajar para alguien donde yo pueda hablar del Señor. Y el Señor se glorificará en todos aquellos que sean instrumentos para su gloria. Nosotros no somos los representantes de Cristo, no somos nada. Hermano, somos sus hijos, y Dios siempre nos tira líneas.
Mi hijo estaba cubriendo el espacio de la predicación mía de las 9 de la mañana hoy, y yo pensando en mi hijo. El día de ayer había escrito un sermón que se llamaba “Dios siempre lo supo”, y se lo compartí no para que lo predicara, sino para que tuviera una guía en caso de que mi hijo no le fluya el cerebro. Por si acaso. Voy a traer a colación una ilustración de hace unos años, que fue verdad. Llegando al aeropuerto de San Salvador, estábamos volando para esta iglesia, apareció un hombre que trabaja en transporte. Ellos son encomenderos, porque eso hacen, llevan encomiendas. La primera clase de cualquier aerolínea está siempre llena de estas personas. Los tipos se meten y entran a la hora que quieren, cambian boletos porque vuelan todas las semanas. Yo venía en un asiento normal, yo era mucho más chamaco, mucho más joven en esa época. Cuando el hombre me vio, me reconoció, y quiso llevarme para clase de negocios. Él estaba pasado de tragos, así que imagínese cómo fue aquella situación. Fue a hablar con la señorita para pasarme a clase de Business, pero ella le dice: -Lo siento mucho, los espacios de business están cerrados. El Señor tiene un asiento, asignado. Regresa el señor y me dice: – ¿Sabe qué, pastor? Como no me lo dieron, tenga mi boleto en primera clase. Yo me voy a ir en su asiento.
Ahora mi pregunta: ¿qué hice para merecerlo? Nada. Así es la salvación de Cristo. Exactamente igual te encontró vagando por la vida, te vio y te dijo: Sígueme. ¿Por qué crees que te aparta, por qué te quiere amargar? ¿Crees que el cristianismo es para robarte el gozo de tu juventud? No hombre, es para que tengas tu mejor juventud. Te aparta de tentaciones porque te santifica, te quita el gusto por lo feo.
Encontramos ahí a un hermano precioso acá en la iglesia que tiene un ministerio de ayudar a la gente de la calle, le admiro. Él me dijo: Estamos en el lugar donde Dios nos llamó pastor, estamos en la calle. Así es la cosa. Nosotros en El Salvador somos de la calle, no somos de escritorio. Hablamos de cuanta droga hay, de lo difícil que es hoy sacar a alguien de la adicción. Pero el Señor te está diciendo hoy, que: el evangelio que Él nos expone a través de su palabra, a través de Cristo, nos santifica y dos nos da esperanza.
Promueve.
El Señor no te aparta para amargarte, te aparta para promoverte, para bendecirte.
Tal vez no te esté muy fácil, pero si el Señor no te forma carácter, ¿cómo vas a manejar el éxito? Eso es muy importante. Yo no entendía la disciplina de mi papá, era duro. Ahora, 36 años más tarde, entendemos. Ahora, ocho años más tarde, yo entiendo. ¿Y por qué era tan duro? ¿Por qué estaba formando carácter? No es que Dios te abandonó, te está formando carácter.
¿Crees qué Dios busca perfección en ti? No, busca fe. Quiere que confíes en el proceso, que confíes en Él, que no te va a dejar avergonzado, que no te va a dejar abandonado.
Gálatas 5:1 (RV 1960): Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud.
Libertad no es libertinaje. Mis hermanas preciosas. Todo me es lícito, pero no todo me conviene. Todo me es lícito, pero no todo me edifica.
El evangelio es tan poderoso en nosotros, que va a hacer que en nosotros haya el querer como el poder. Mire qué lindo es Dios.
Deseo hacer las cosas bien.
Qué dice la palabra que no solo te santifica, no solo te promueve, sino que te da el deseo de querer hacer las cosas bien. A ver ¿quién sale perdiendo aquí, si usted rechaza el evangelio de Cristo?
El evangelio de Cristo, no el de la iglesia. Cada uno piensa e interpreta la palabra a su manera y la palabra no fue para ser interpretada sino para ser obedecida. No es lo que usted cree, es lo que la Biblia dice. El efecto del evangelio es tan lindo, que usted ni siente cuando ha dejado hacer las cosas malas.
Hable con claridad al Señor, dígale: Señor tengo este conflicto. Mi corazón se hiere, mi corazón se resiente, mi corazón duele. Señor, ayúdame por favor. Ese es el rol que tiene el Espíritu Santo, que intercede en y por nosotros.
¿Qué crees que hace la lectura bíblica en tu vida? ¿Qué crees? Te va a ayudar a hacer bien las cosas. Si tienes ganas ese día de cometer una imprudencia, el Proverbio te reprendió ese día. ¿Has pensado meterte en un mal negocio? Y la lectura es sobre: lo que comienza mal nunca va a terminar bien, ¿te cambió tu pensamiento? La relación para con Dios es ganar-ganar.
El efecto del evangelio se ve, el efecto del evangelio se vive y el efecto del evangelio se repite. ¿En quiénes, pastor? En los que abren su corazón.
Como persona natural le digo que yo me he decepcionado, he querido retroceder, he querido tirar la toalla, no he entiendo lo que está pasando; pero cuando leo la palabra y veo las promesas de Dios, me doy cuenta de que, su Espíritu Santo, que entró a mi vida el día que yo invoqué el nombre del Señor y fui salvo, comenzó a operar en mí.
Cuando todo es molestia en tu vida porque tú te mereces todo, porque tú eres el único que está aquí, porque nadie más puede ser salvo, porque nadie se puede equivocar, porque nadie puede pecar, entonces no te gusta. Pero es por gracia, no es por obras. Y Dios tendrá misericordia de quien él quiera tener misericordia.
El evangelio es maravilloso. El evangelio no solo me santifica, el evangelio me promueve, el evangelio me aparta, el evangelio me alegra.
Pone en mí paz.
Diga conmigo: “El evangelio pone en mí paz.” ¿Cuánto vale tener paz? Bueno, allá están dándose duro con Israel.
¿Sabe qué decía mi pastor general y mi mentor? Siempre me preguntaba cuando tenía un problema difícil: “¿Cuánto vale el problema?” Si solucionar el problema es decir: lo siento, es resarcir el daño, es ponerse en paz con otros. ¿Usted cree que Dios lo va a bendecir cuando usted no está en paz ni con su familia? Dios no lo va a bendecir por cantar alabanzas aquí, papá. Honrar a Dios es poner el texto sagrado y filtrar mi vida, mi visión, todo lo que hago conforme a la palabra del Señor. Es una garantía de fiel cumplimiento. ¿Qué le pido yo el día de hoy? Busque la paz.
Esta semana hablamos con el pastor, y son bonitas las cosas que yo aprendo, siempre hay buenas pláticas, buenos temas. Me dice: “Mira, chueco, hay algo aquí; una persona que tiene algo en el corazón no puede ser feliz.” Es verdad, tiene toda la razón. ¿Cuántas cosas no hemos sanado? Y no las hemos sanado, no porque no seamos expertos, no porque no tengamos el tiempo, no porque no tengamos los años de estar en Cristo, simplemente porque no las hablamos.
Dice la palabra del Señor (1Juan 1: 9 RV 1960): Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Aquí hay dos cosas preciosas: Él es fiel y Él es justo. No dice que va a doler, pero yo le digo que sí va a doler. El efecto del evangelio de Cristo, a estas alturas de nuestra vida, debe de haberse anotado.
Gálatas 5: 13, 16-18 (RV 1960): Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. 16Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Mi recomendación del día de hoy: ¿El efecto del evangelio se nota en ti? ¿El efecto del evangelio ha llegado a tu corazón? Si no ha llegado, estás a tiempo. Este sería un buen día para decirle al Señor de todo corazón: “Padre, cámbiame. Aquí estoy confiando en tus promesas y confiando en tu palabra.”
El que tiene oídos para oír, que oiga.
Vamos a orar al Señor: Bendito sea tu nombre Padre y Dios. Gracias por esta porción de tu palabra de Gálatas. Gracias, Señor, por esa nota aclaratoria que no es por obra, sino es por fe. Gracias, Señor, porque nos animas a vivir según el Espíritu, nos ayudas a destacar esas virtudes que el fruto de la habitación de tu Espíritu Santo nos da. Señor, te suplico el día de hoy que si alguno de mis hermanos no ha podido notar el efecto del Espíritu Santo y de tu evangelio en su vida, a través de la santificación, puedan decidirse el día de hoy a entregar su corazón a ti Padre. Gracias porque también tu Espíritu Santo nos promueve, nos anima, pone el querer como el hacer en nosotros. Gracias porque en momentos difíciles de procesos de carácter, nos consuela, nos enseña todas las cosas. Gracias Señor porque ha sido tu Espíritu Santo el que testifica acerca de Jesucristo en nuestras vidas. Hoy queremos tomar el texto de Gálatas 5: 16 y recordar nos exhorta a andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne. El día de hoy Señor, vemos a muchos peleando en este lugar contra nuestra carne creyendo que seguirte es perder la vida, creyendo que seguirte es amargar nuestra existencia; pero hoy suplicamos que tengas de nosotros misericordia.
Mi amigo, si usted está acá sin Cristo, si nunca le ha invitado a ser el Señor y Salvador de su vida; ahí donde está le invito a orar juntos. Invoque el nombre del Señor y diga: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Yo creo que tú eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día. Me arrepiento Señor, soy pecador, perdóname. Salva mi alma hoy, para cuando yo muera pueda estar en tu presencia por siempre. En Cristo Jesús, hoy te declaro mi Señor y mi Salvador. Y la iglesia con gozo dice: Amén.
El señor les bendiga a todos.
El efecto del Evangelio
Octubre 27, 2024 – 2:00PM | Gálatas 5: 1-23 | Pastor Dr. Toby Jr.
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TRANSCRIPCIÓN
Póngase de pie, abra la palabra del Señor en Gálatas capítulo 5 y quiero hablarles de: El efecto del Evangelio.
Es imposible que alguien tome aminoácidos y que no tenga un efecto. Es imposible que alguien use anabólicos y que no tenga un efecto. Es imposible que alguien tome café y no tenga un efecto, siempre hay un efecto.
Yo quiero contarles que Gálatas, aparte de llamarles insensatos, había perdido el efecto del Evangelio. Y ¿por qué lo habían perdido? Porque estaban otra vez volviendo a la ley, pretendían agradar a Dios por hacer las cosas según la ley. Había una discusión muy interesante: las cosas en Cristo no se hacen porque sean ley, se hacen porque nacen.
Gálatas 5: 1 (RV 1960): Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Oremos al Señor: Padre, gracias por esta mañana. Gracias por el clima, por la salud, por los problemas, porque tú te glorificas. Señor, tenemos un sueño y queremos construir una casa para ti, un lugar donde podamos adorarte en libertad y con libertad. Regálanos ese milagro. El día de hoy toca el corazón de aquel que está caminando lejos de ti, para que venga al arrepentimiento a través de tu palabra y el convencimiento de pecado en Cristo Jesús, lo pedimos todo, y la iglesia dice: amén.
Pueden sentarse, amigos y hermanos. Regalen una sonrisa a su vecino. Estamos de fiesta: son 36 años, querido, qué bárbaro. Cuando esto comenzó, muchos no habían nacido. Sea en la carne o en el espíritu, pero Dios tiene un propósito. Diga conmigo: Dios tiene un propósito.
Santificación.
Lo primero que produce el evangelio en nosotros, aparte de limpiarnos de pecado, es la santificación.
Y ¿qué es la santificación? Es apartados para la gloria de Dios. No significa que somos perfectos, pero tenemos una meta que es alcanzar la estatura de Cristo que es el varón perfecto. Desde el momento que nacemos de nuevo, aceptamos a Cristo, somos llamados cristianos.
Ahora, la pregunta es: ¿El efecto del evangelio sigue en usted o ya le pasó? No hay cosa más horrible que tomarse una gaseosa (soda) sin gas. Cuando estoy hospedado en un hotel y compro una gaseosa y la abro, la cierro, la abro, la cierro, y la tercera vez que la abro parece un jarabe, ya no parece una gaseosa. ¿Alguien entendió lo que estoy diciendo?
Pregunto: ¿será su vida cristiana así? Ha venido tantas veces a la iglesia, ha asistido a tantas predicaciones, ha escuchado tantos sermones, lo abre, lo cierra, lo abre, lo cierra, y ahora su vida es igual. Es imposible que el evangelio de Cristo haya llegado a tu vida y tu vida sea la misma. Tampoco es posible que el evangelio de Cristo haya llegado a tu vida y vivas amargado todos los días, quejándote, por cosas que no te corresponden.
Dios no te debe nada. Lo que somos y tenemos es por, y para, misericordia de Dios. La iglesia está mal enseñada, no puede estarle exigiendo cosas a su papá. ¿Y de cuándo aquí el pato le dispara la escopeta? Dios tiene un propósito para tu vida: educarte, hacerte pasar por procesos para que entiendas que Él es Dios. Pero la iglesia no quiere entender eso, porque no estamos bajo el efecto del evangelio.
La palabra dice que entre más nos humillan, Dios nos exalta. Marcos 9:35 (RV 1960): Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. La fórmula del Evangelio de Cristo es diferente a la fórmula del mundo.
¿Cuál es el efecto del Evangelio en tu vida?
Todos los que están aquí reunidos debemos estar agradecidos con Dios siempre. La Biblia dice: estad siempre gozosos.
Romanos 8: 28 (RV 1960): Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. ¿Agradecido? Siempre, todo lo que le sucede no es malo, depende de cómo lo quiera ver.
¿Cuántos llamados hay aquí? Entonces, ¿cuál es la cara que tiene? ¿Cuál es el funeral que celebra? -No, pastor, se murió la hermana fulana. -Déjela ir. Dice la palabra (2 Corintios 5: 8b RV 1960): ausentes en el cuerpo y presentes al Señor. Y entonces, ¿cuál es el duelo? Si es una fiesta.
El efecto del cristianismo debe de verse en nuestras vidas, en nuestra actitud. A pesar de que te vituperen, a pesar de que te denigren, a pesar de que te critiquen, tú no le debes nada a nadie. Tú lo haces, lo pones, lo dices, lo predicas para gloria de Dios, vives para la gloria de Dios. Si manejas un autobús, si trabajas en un parqueo, si estás en una fábrica, si pintas casas, si haces fontanería, lo que hagas, debes de hacerlo para la gloria de Dios. ¿Sabes qué va a suceder? Vas a terminar tu día satisfecho. Vas a terminar tu día diciendo: “Yo pude dar la milla extra.
Lo primero que el evangelio hace en la vida del hombre es santificarlo. Te aparta del montón.
¿Por qué la gana de andar circulando con la chismosa? ¿Por qué la gana de andar circulando con los incircuncisos? ¿Qué no hemos leído lo que dice la palabra? 2 Corintios 6: 14 dice que no debemos de unirnos en yugo desigual. Eso no habla solamente del matrimonio, habla de sociedades. ¿Por qué no funciona tu empresa? Porque tú eres medio cristiano y el otro ni conoce de Cristo. Cuando viene el tiempo de los taxes, estás queriendo hacer trampa, y Dios no bendice tramposos, es bien sencillo. Y luego viene a la iglesia a orar para que no se note la trampa. No se puede. Tienes que decirle: -Señor, soy un tramposo arrepentido. Dame un buen socio. Dame alguien que cree en el Señor. Dame la oportunidad de trabajar para alguien donde yo pueda hablar del Señor. Y el Señor se glorificará en todos aquellos que sean instrumentos para su gloria. Nosotros no somos los representantes de Cristo, no somos nada. Hermano, somos sus hijos, y Dios siempre nos tira líneas.
Mi hijo estaba cubriendo el espacio de la predicación mía de las 9 de la mañana hoy, y yo pensando en mi hijo. El día de ayer había escrito un sermón que se llamaba “Dios siempre lo supo”, y se lo compartí no para que lo predicara, sino para que tuviera una guía en caso de que mi hijo no le fluya el cerebro. Por si acaso. Voy a traer a colación una ilustración de hace unos años, que fue verdad. Llegando al aeropuerto de San Salvador, estábamos volando para esta iglesia, apareció un hombre que trabaja en transporte. Ellos son encomenderos, porque eso hacen, llevan encomiendas. La primera clase de cualquier aerolínea está siempre llena de estas personas. Los tipos se meten y entran a la hora que quieren, cambian boletos porque vuelan todas las semanas. Yo venía en un asiento normal, yo era mucho más chamaco, mucho más joven en esa época. Cuando el hombre me vio, me reconoció, y quiso llevarme para clase de negocios. Él estaba pasado de tragos, así que imagínese cómo fue aquella situación. Fue a hablar con la señorita para pasarme a clase de Business, pero ella le dice: -Lo siento mucho, los espacios de business están cerrados. El Señor tiene un asiento, asignado. Regresa el señor y me dice: – ¿Sabe qué, pastor? Como no me lo dieron, tenga mi boleto en primera clase. Yo me voy a ir en su asiento.
Ahora mi pregunta: ¿qué hice para merecerlo? Nada. Así es la salvación de Cristo. Exactamente igual te encontró vagando por la vida, te vio y te dijo: Sígueme. ¿Por qué crees que te aparta, por qué te quiere amargar? ¿Crees que el cristianismo es para robarte el gozo de tu juventud? No hombre, es para que tengas tu mejor juventud. Te aparta de tentaciones porque te santifica, te quita el gusto por lo feo.
Encontramos ahí a un hermano precioso acá en la iglesia que tiene un ministerio de ayudar a la gente de la calle, le admiro. Él me dijo: Estamos en el lugar donde Dios nos llamó pastor, estamos en la calle. Así es la cosa. Nosotros en El Salvador somos de la calle, no somos de escritorio. Hablamos de cuanta droga hay, de lo difícil que es hoy sacar a alguien de la adicción. Pero el Señor te está diciendo hoy, que: el evangelio que Él nos expone a través de su palabra, a través de Cristo, nos santifica y dos nos da esperanza.
Promueve.
El Señor no te aparta para amargarte, te aparta para promoverte, para bendecirte.
Tal vez no te esté muy fácil, pero si el Señor no te forma carácter, ¿cómo vas a manejar el éxito? Eso es muy importante. Yo no entendía la disciplina de mi papá, era duro. Ahora, 36 años más tarde, entendemos. Ahora, ocho años más tarde, yo entiendo. ¿Y por qué era tan duro? ¿Por qué estaba formando carácter? No es que Dios te abandonó, te está formando carácter.
¿Crees qué Dios busca perfección en ti? No, busca fe. Quiere que confíes en el proceso, que confíes en Él, que no te va a dejar avergonzado, que no te va a dejar abandonado.
Gálatas 5:1 (RV 1960): Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud.
Libertad no es libertinaje. Mis hermanas preciosas. Todo me es lícito, pero no todo me conviene. Todo me es lícito, pero no todo me edifica.
El evangelio es tan poderoso en nosotros, que va a hacer que en nosotros haya el querer como el poder. Mire qué lindo es Dios.
Deseo hacer las cosas bien.
Qué dice la palabra que no solo te santifica, no solo te promueve, sino que te da el deseo de querer hacer las cosas bien. A ver ¿quién sale perdiendo aquí, si usted rechaza el evangelio de Cristo?
El evangelio de Cristo, no el de la iglesia. Cada uno piensa e interpreta la palabra a su manera y la palabra no fue para ser interpretada sino para ser obedecida. No es lo que usted cree, es lo que la Biblia dice. El efecto del evangelio es tan lindo, que usted ni siente cuando ha dejado hacer las cosas malas.
Hable con claridad al Señor, dígale: Señor tengo este conflicto. Mi corazón se hiere, mi corazón se resiente, mi corazón duele. Señor, ayúdame por favor. Ese es el rol que tiene el Espíritu Santo, que intercede en y por nosotros.
¿Qué crees que hace la lectura bíblica en tu vida? ¿Qué crees? Te va a ayudar a hacer bien las cosas. Si tienes ganas ese día de cometer una imprudencia, el Proverbio te reprendió ese día. ¿Has pensado meterte en un mal negocio? Y la lectura es sobre: lo que comienza mal nunca va a terminar bien, ¿te cambió tu pensamiento? La relación para con Dios es ganar-ganar.
El efecto del evangelio se ve, el efecto del evangelio se vive y el efecto del evangelio se repite. ¿En quiénes, pastor? En los que abren su corazón.
Como persona natural le digo que yo me he decepcionado, he querido retroceder, he querido tirar la toalla, no he entiendo lo que está pasando; pero cuando leo la palabra y veo las promesas de Dios, me doy cuenta de que, su Espíritu Santo, que entró a mi vida el día que yo invoqué el nombre del Señor y fui salvo, comenzó a operar en mí.
Cuando todo es molestia en tu vida porque tú te mereces todo, porque tú eres el único que está aquí, porque nadie más puede ser salvo, porque nadie se puede equivocar, porque nadie puede pecar, entonces no te gusta. Pero es por gracia, no es por obras. Y Dios tendrá misericordia de quien él quiera tener misericordia.
El evangelio es maravilloso. El evangelio no solo me santifica, el evangelio me promueve, el evangelio me aparta, el evangelio me alegra.
Pone en mí paz.
Diga conmigo: “El evangelio pone en mí paz.” ¿Cuánto vale tener paz? Bueno, allá están dándose duro con Israel.
¿Sabe qué decía mi pastor general y mi mentor? Siempre me preguntaba cuando tenía un problema difícil: “¿Cuánto vale el problema?” Si solucionar el problema es decir: lo siento, es resarcir el daño, es ponerse en paz con otros. ¿Usted cree que Dios lo va a bendecir cuando usted no está en paz ni con su familia? Dios no lo va a bendecir por cantar alabanzas aquí, papá. Honrar a Dios es poner el texto sagrado y filtrar mi vida, mi visión, todo lo que hago conforme a la palabra del Señor. Es una garantía de fiel cumplimiento. ¿Qué le pido yo el día de hoy? Busque la paz.
Esta semana hablamos con el pastor, y son bonitas las cosas que yo aprendo, siempre hay buenas pláticas, buenos temas. Me dice: “Mira, chueco, hay algo aquí; una persona que tiene algo en el corazón no puede ser feliz.” Es verdad, tiene toda la razón. ¿Cuántas cosas no hemos sanado? Y no las hemos sanado, no porque no seamos expertos, no porque no tengamos el tiempo, no porque no tengamos los años de estar en Cristo, simplemente porque no las hablamos.
Dice la palabra del Señor (1Juan 1: 9 RV 1960): Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Aquí hay dos cosas preciosas: Él es fiel y Él es justo. No dice que va a doler, pero yo le digo que sí va a doler. El efecto del evangelio de Cristo, a estas alturas de nuestra vida, debe de haberse anotado.
Gálatas 5: 13, 16-18 (RV 1960): Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. 16Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Mi recomendación del día de hoy: ¿El efecto del evangelio se nota en ti? ¿El efecto del evangelio ha llegado a tu corazón? Si no ha llegado, estás a tiempo. Este sería un buen día para decirle al Señor de todo corazón: “Padre, cámbiame. Aquí estoy confiando en tus promesas y confiando en tu palabra.”
El que tiene oídos para oír, que oiga.
Vamos a orar al Señor: Bendito sea tu nombre Padre y Dios. Gracias por esta porción de tu palabra de Gálatas. Gracias, Señor, por esa nota aclaratoria que no es por obra, sino es por fe. Gracias, Señor, porque nos animas a vivir según el Espíritu, nos ayudas a destacar esas virtudes que el fruto de la habitación de tu Espíritu Santo nos da. Señor, te suplico el día de hoy que si alguno de mis hermanos no ha podido notar el efecto del Espíritu Santo y de tu evangelio en su vida, a través de la santificación, puedan decidirse el día de hoy a entregar su corazón a ti Padre. Gracias porque también tu Espíritu Santo nos promueve, nos anima, pone el querer como el hacer en nosotros. Gracias porque en momentos difíciles de procesos de carácter, nos consuela, nos enseña todas las cosas. Gracias Señor porque ha sido tu Espíritu Santo el que testifica acerca de Jesucristo en nuestras vidas. Hoy queremos tomar el texto de Gálatas 5: 16 y recordar nos exhorta a andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne. El día de hoy Señor, vemos a muchos peleando en este lugar contra nuestra carne creyendo que seguirte es perder la vida, creyendo que seguirte es amargar nuestra existencia; pero hoy suplicamos que tengas de nosotros misericordia.
Mi amigo, si usted está acá sin Cristo, si nunca le ha invitado a ser el Señor y Salvador de su vida; ahí donde está le invito a orar juntos. Invoque el nombre del Señor y diga: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Yo creo que tú eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día. Me arrepiento Señor, soy pecador, perdóname. Salva mi alma hoy, para cuando yo muera pueda estar en tu presencia por siempre. En Cristo Jesús, hoy te declaro mi Señor y mi Salvador. Y la iglesia con gozo dice: Amén.
El señor les bendiga a todos.
