Ten Animo
Septiembre 04, 2022 – 1:30PM | Mateo 9:2 | Pastor Emerson
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TRANSCRIPCIÓN
¿Cuántos de los que estamos acá, reunidos en esta hora, hemos pasado por un desánimo? (el pastor levanta su mano).
Abran sus Biblias, por favor, en el Evangelio de Mateo 9: 2 (RV-60): Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
Amado Padre te damos gracias, Señor, por darnos la oportunidad de estar en tus atrios. Pedirte Señor que quites toda distracción, que seas tú Señor preparando el corazón de cada uno de los que vamos a recibir esta palabra, Señor. Que la podamos atesorar y ponerla en práctica cuando el desánimo llegue a nuestra vida. Te doy gracias por todos los que hicieron el esfuerzo de venir este día, ha sido un fin de semana largo, es un día que está lloviendo; y a pesar de todo hemos venido a buscar de ti Señor, gracias. En Cristo Jesús, amén y amén.
En estos tiempos es muy, pero muy fácil caer en el desánimo. Estamos viviendo en un mundo que va a una velocidad demasiado rápida. Usted mira las noticias internacionales: pestes por un lado, guerras por otro; si mira las noticias internas del país que se habla de asesinatos, lugares donde usted no puede transitar.
A veces nos llegan aquellas malas noticias a la vida, llega una carta, ha llegado una llamada telefónica; y es para decirte que los resultados del examen que te hicieron no son buenos. Y como seres humanos, somos movidos por las emociones y, fácilmente caemos en el desánimo.
Hay algunas frases que suelen decirse cuando una persona está pasando por desánimo. Yo estuve preguntando a varios hermanos, de la iglesia, de diferentes países, me dijeron frases como estas (espero no ofender a nadie): “Estoy de bajón. Estoy con los ánimos por el suelo o por el piso. Ando hecho paste. Ando hecho leña. Estoy en la olla. Tengo las baterías bajas. Estoy bajo de nota. Estoy bajo de nota porque me llegó una mala noticia.”
Me sorprendo, cada vez que voy a la palabra del Señor, de ver como Dios tiene cuidado de sus hijos. Me sorprende de ver ese amor, esa ternura, ese cuidado del Padre para su creación o para sus hijos. Es tanto su amor, que conociendo al ser humano, sabiendo que somos movidos por las emociones; siempre nos deja en su palabra consejos sabios. ¿Se siente desanimado? ¿Se siente ansioso? ¿Se siente sin respuesta? Vaya la palabra del Señor que Dios le va a hablar a usted, porque es: “Una palabra viva, una palabra eficaz, una palabra que penetra hasta lo más profundo del ser.”
Por lo general, cuando las personas sienten decaimiento en su estado de ánimo, muchos buscan la manera de levantarlo. ¿Sabía usted que los psicólogos enseñan que una persona (no cristiana) debe evitar aislarse para no caer en desánimo? También los psicólogos dicen que se debe respetar las horas de descanso y de sueño, haz ejercicio, cambia tus pensamientos a través del lenguaje (o sea palabras aliento, que todo va a estar bien, palabras de prosperidad, entre otras cosas.) Otro consejo es que pase riendo, que escuche música para levantar el ánimo. Hermanos, con todo el respeto a los psicólogos, hay cosas en la vida que no puede hacerlo ni un psicólogo, ni un médico, ni un profesional; cosas que solamente Dios puede hacerlo con sus hijos. Lo que Cristo hace en nosotros, hermano, es algo que perdura.
Mantener un buen ánimo es decisión de cada uno de nosotros. No es que usted va a ser una persona que va a lograr un buen ánimo porque se le contagió del que está a su lado, porque el de su lado irradia energía positiva, perdóneme hermano. El ánimo de cada uno de nosotros no depende de su vecino, de su compañero de trabajo. Solo depende de usted.
El buen ánimo, depende de uno mismo, depende de creer en las promesas de Dios. Mantenernos de buena ánimo es decisión de cada, somos nosotros mismos los que decidimos eso.
Santiago 1: 8 (RV-60): El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. ¿Cuántas veces usted se ha encontrado con personas que cuando está al llegar diciembre comienza a hacer proyectos para el próximo año, que va a estudiar inglés, que estudiará tal carrera o que se propone ser mejor persona? Y cuando miran hacia atrás, se dan cuenta que iniciaron ese proyecto pero no lo terminaron. ¿Qué feo es hablar con personas, inconstantes, que están alegres y al momento están enojados? Uno no sabe qué hacer, ¿si reír o llorar?
Hay personas que tienen siempre el ánimo por el suelo, o mal ánimo, personas que todo les afecta. Se siente mal si está lloviendo, ¡Ay, comenzó a llover en Vancouver! Hermano por qué se entristece si aquí siempre está lloviendo, ya deberíamos estar acostumbrados. Se entristecen en el trabajo, con los vecinos, les afectan las malas noticias; siempre lo ven todo por el lado negativo. Pero una persona que ha creído en la palabra del Señor, debe ver las cosas siempre por el lado positivo. Por eso me encanta cuando el Señor le dijo al paralítico: “Ten ánimo”. Es nuestra responsabilidad animarnos, si está lloviendo es porque el Señor quiere que llueva, y yo voy a gozar la lluvia. Si está muy soleado, pues gloria a Dios porque ya salió el sol. El cristiano debe verle siempre a las cosas el lado positivo.
La historia contada por Jesús, sobre la mujer del flujo de sangre, ella tuvo Fe en Dios y supo esperar. Mateo 9: 22 (RV-60): Pero Jesús volviéndose y mirándola dijo: Ten ánimo, hija tu fe te ha salvado; y la mujer fue salva desde aquella hora. ¿Cuál es el problema que usted está atravesando en esta hora?
Esta mujer pasó 12 años con este problema, ¿cuántos años lleva usted sin recibir la respuesta de parte de Dios? ¡Hermano tenga ánimo!
La palabra ánimo, según el griego es tharros, significa animarse o alentarse. Otros comentaristas dicen que es tener fuerza, es tener aliento, es ser una persona de valor. Cada vez que usted se encuentre decaído, cada vez que usted ya no pueda seguir adelante; cada vez que su mente o el enemigo le diga: ¿Para qué vas a la iglesia, si ya llevas cinco años sin esa respuesta de tu familia? ¿Si ya tienes tres años pidiendo papeles aquí en Canadá y no te los dan? Recuerde: “Tenga ánimo, Aliéntese.” Vaya a la palabra del Señor, recuerde todas las promesas del Señor. Es decisión de cada uno de nosotros, es decisión suya si usted quiere vivir todo el tiempo desanimado. Dios ya le mandó el consejo y te dijo: “Hijo, ten ánimo.”
Doce años había pasado esta mujer (con el flujo de sangre), doce años que había gastado todo, doce años que había acudido a médicos o personas que la pudieran curar y no había una respuesta. Mi hermano, es responsabilidad de cada uno de nosotros el poder estar animado o desanimado; porque Dios ahí está, Dios no nos ha abandonado.
Una persona, cristiana, que cae en desánimo olvida lo más importante, olvida las promesas de Dios. Es mi intención que usted pueda reaccionar el día que le llegue el desánimo. Es nuestra responsabilidad levantarnos del suelo y vivir en estas benditas promesas, porque esto es lo que nos sostiene: “La palabra del Señor.” Él prometió estar con nosotros siempre. No esperes que le llamen por teléfono para que usted se sienta animado, no esté esperando que le llegue una carta o una visita hermano; no. El Señor nos manda a que tengamos ánimo, porque las personas de doble ánimo son inconstantes en todo.
Mateo 28: 20 (RV60): enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Él va a estar con nosotros siempre; y si la palabra lo dice ¿qué debo de hacer yo? Creerlo, lo sienta o no lo sienta, porque él dijo: “yo estoy con vosotros, con la iglesia de El Redentor, todos los días hasta el fin del mundo”. No dijo hasta el fin del culto, el fin de semana o el fin del mes: dijo hasta el fin del mundo. Va a llegar el desánimo hermanos, pero usted debe recordar que el Señor, estará siempre con nosotros.
Les voy a contar algo: Para mi esposa y para mí, no ha sido fácil la noticia de que hay a operar a nuestra hija, es muy difícil, yo creo que a ningún papá no le gustaría. Si cuando se caen uno se aflige, ¡imagínese que le digan que la van a operar! ¿Sabe qué he hecho, que me ha mantenido firme hasta este día? Las promesas del Señor. Yo sigo clamando hasta el último segundo que la vayan a meter a la sala de operación, mi fe está ahí. Si entrando a la sala de operación llega el doctor y dice: “Mire ya pasaron dos horas y todo salió bien”, es porque Dios así lo decidió. Yo he creído en las promesas del Señor y eso me mantiene a mí con fuerzas, y eso me sostiene, ¡Que el Señor está conmigo!
Como personas de buen ánimo debemos de recordar todas las situaciones de donde el Señor nos ha sacado. ¡Debemos agradecer a Dios! Es importante recordar todo lo que Dios hace en su pueblo.
¿Cuántos, en más de una batalla, nos hemos desanimado? ¿Qué debo hacer cuando no encuentro fuerzas para seguir? ¿Qué debe hacer un cristiano cuando ya no encuentra de dónde tomar fuerzas para seguir en el día a día? Un cristiano debe buscar a Jesús.
Hebreos 12: 3 (RV-60): Considerar a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Hebreos 12: 3 (Traducción del Lenguaje Actual): Piensen en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora lo odió y lo hizo sufrir, pero él siguió adelante. Por eso, ustedes no deben rendirse, ni desanimarse.
Hermano cada vez que usted vaya a caer en depresión, en el desánimo, vea a Cristo; vaya a la cruz. El Señor fue maltratado, si a Él le dijeron cosas que lo lastimaron y él nunca se rindió.
Si las cosas en su familia no están saliendo como usted esperaba, no pierda el ánimo. Si en el trabajo las cosas no están saliendo bien, no pierdas las fuerzas. Si en la enfermedad ya no quiere seguir adelante, porque no hay mejoría, no pierda el ánimo. El Señor es experto en calmar las tempestades. El Señor es experto en vencer gigantes. ¿Qué es lo que a usted lo ha agobiado? ¿Qué es lo que a usted lo ha llevado al desánimo de no querer servir, ni querer seguir a Cristo? ¿Qué es?
Veamos otra ilustración que nos deja el Señor en su palabra, en el evangelio de Mateo. Mateo 14: 27 (RV-60): Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
¿Cuántas tormentas llegan a la vida que a uno lo desestabilizan? ¿Cuántas situaciones usted ha pasado donde ha querido bajarse del barco porque ya no puede más? S
Lastimosamente hay personas que no enseñan bien el evangelio de Cristo y muchos dijeron: “cuando usted reciba Cristo todos sus problemas se van a resolver.” Mucha gente que ha recibido a Cristo, se ha acercado a Dios creyendo en esas falsas esperanzas. El primer objetivo de Dios es que nos acerquemos a Cristo para perdón de pecados, para ser reconciliado con el Padre, ser justificados, y que vivamos una vida santa. Entonces, ¿Dónde queda la sanidad? ¿Dónde queda la prosperidad? Eso queda en tercer, cuarto, quinto o sexto plano; porque todo eso, son agregados de las bendiciones de Dios.
Mateo 14: 30 (RV-60): Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse dio voces diciendo: ¡Señor, sálvame! El desánimo lo que le produce es: “que usted quita la vista de Dios.” Usted está tan desanimado que ya no quiere seguir. Usted puede haber sido un excelente cristiano, un buen servidor, misionero; pero si usted pierde la mirada o quita la mirada de Cristo, del objetivo principal, del blanco perfecto; usted se va a salir del camino y se va a perder.
Yo espero que todos los que estamos acá en esta tarde estemos agradecidos con Dios, por haber enviado a Jesucristo, que ya fue a la cruz por nosotros y debemos dar gracias a Dios por ello. Iglesia, ponga su mirada en Jesús, traiga a la memoria la bendita palabra del Señor.
Los problemas nos van a desubicar, claro que sí, pero es nuestra responsabilidad volver a ubicarnos; es responsabilidad de nosotros recordar la palabra dejada por Dios.
Deuteronomio 31:6 (RV-60): Esforzados y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. ¿A qué nos manda Dios?
Salmos 92: 10 (RV-60): Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco.
Hermanos, ¿yo no sé cuántos de los que estamos aquí han podido ver un búfalo, aunque sea en la tele? No sé si usted sabe que existen diferentes especies clases de búfalos, viven en diferentes países. ¡Es algo impresionante! Pero hay algo que a mí me llamó la atención, yo quería saber, ¿por qué el Señor nos dijo en su palabra que iba a aumentar nuestras fuerzas como las del búfalo? Porque el Señor no dice nada en su palabra por gusto. Hermanos descubrí algo muy interesante sobre los búfalos, cuando son atacados, en África, (por depredadores, ya sean manadas de perros o leones) y los depredador, aparecen otros búfalos para ayudar al caído. Y el pobre animal que ha sido librado de la muerte, se levanta y se incorpora a su manada; ¡Es impresionante el búfalo mi hermano!
La palabra del Señor ha sido dejada para cuando llegue un problema a su vida, llegue otro problema a su vida; cuando usted sienta que ya no puede ni caminar, o no tenga ánimos de levantarse el día lunes para ir a trabajar; recuerde que el Señor aumentará sus fuerzas como las del búfalo. Usted puede preguntarse: ¿de dónde sacaré fuerzas? Las fuerzas no vienen de usted, vienen de lo alto, vienen de Jesucristo, que ha dicho: “Aumentaré tus fuerzas como las del búfalo.”
En los momentos de desánimo muchos hemos sentido el abandono de Dios.
Isaías 49: 15 (RV-60): ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ella olvide, yo nunca me olvidaré de ti. ¿Cuántas madres hay acá? ¿Usted cree que se olvidaría de su hijo? ¡Si cuando se portan mal las únicas que lo andan defendiendo con las mamás! “Yo nunca me olvidaré de ti”, dijo Dios.
Iglesia si usted quiere vivir con los ánimos por el suelo, esa es su decisión; pero si usted toma la palabra cuando llegue el problema y recuerda las promesas del Señor; usted seguro vivirá de una manera que no sea de doble ánimo, sino que creerá que todo lo que el Señor ha hecho, y todo lo que hará, es por el bien de nosotros.
Vamos a darle un fuerte aplauso al Señor.
Amado Padre, te damos gracias Señor por esta palabra. Tú le dijiste al paralítico “Ten ánimo”, porque lo primero que querías hacer con él era perdonar sus pecados, y luego que se levantara de esa cama. El objetivo principal de Dios con el pueblo, con el mundo, es que primeramente seamos perdonados de nuestros pecados. Dios sabe que usted es una persona que tiene emociones, Él nos creó y sabe que usted ha llorado, que usted ha perdido las fuerzas muchas veces, Dios lo sabe. ¿Sabe por qué está usted en esta hora acá y lo tiene a usted en casa escuchando este mensaje? Para que usted cobre ánimos, para que usted tome la palabra y recuerde que Él aumentará sus fuerzas, y las mías, como la del búfalo. Los problemas te querrán quitar la paz y el gozo, pero no pierde el ánimo, porque si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
Señor en este minuto quiero tomarlo para poder orar por todos aquellos Señor que hemos pasado por pruebas difíciles, por los que todavía estamos en ellas. Señor te agradezco por tu bendita palabra que nos anima, nos alienta. Tu palabra dice: “Mira que te mando que te esfuerces, que tengas ánimo, que seas valiente.” Gracias Señor porque nos permites estar acá para para recobrar las fuerzas y seguir adelante. Sabemos Señor que todo lo que tenemos es gracias a ti, que las fuerzas vienen de ti. En este momento quiero orar por mis hermanos que están acá, que han venido con un problema, alguna crisis, alguna enfermedad, ¿qué sé yo?, tu iglesia quiere orar por ellos. Señor ayúdanos, ¿a quién vamos a acudir Padre eterno? ¿A quién vamos a pedirle que nos ayude a resolver los problemas, Señor, si solo tú eres el único que tiene palabras de vida eterna? Tú sabes Señor que muchas veces hemos querido tirar la toalla, no hemos querido seguir adelante y hemos dejado todo a un lado; pero Padre tú renuevas nuestras fuerzas como las del búfalo, auméntalas Señor, por favor. Señor no queremos irnos sin poner toda nuestra carga delante de ti, nuestros problemas, aflicciones, todo lo que usted tenga hermano póngalo delante de Dios porque Él si lo puede todo. Él quiere que usted tenga las fuerzas de seguir adelante, porque Él quiere verte terminando la carrera no rindiéndote.
Si hay alguien hoy acá, en la iglesia, que no le ha entregado su vida a Cristo, éste es el momento. Jesús le dijo al paralítico: “Ten ánimo, tus pecados te son perdonados”, Cristo quiere perdonar tus faltas, quiere reconciliarte con el Padre. Ponte de pie ahí donde estás y entrégale tu vida a Jesús. Los hermanos diáconos están en los pasillos para poder orar contigo y por ti, para que le puedas entregar tu vida a Cristo. Jesús quiere animarte y ayudarte a salir adelante, no te vayas igual que como viniste, entrégale tu vida al Señor y date una oportunidad. Usted que está en casita, si no le he entregado su vida a Jesús y desea hacerlo, haga esta oración conmigo: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Señor me arrepiento, y te doy gracias por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Amado padre llévanos con bien hasta nuestros hogares y aquellos que nos vamos a quedar, para el culto de las seis de la tarde, que sea de bendición también por el expositor. Gracias por recordarnos que debemos de animarnos en ti y creer tus promesas, por Cristo Jesús hemos orado, amén y amén.
Iglesia, que Dios les bendiga. Recuerda a las seis de tarde les esperamos con palabra de Dios, bendiciones a todos.
Ten Animo
Septiembre 04, 2022 – 1:30PM | Mateo 9:2 | Pastor Emerson
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TRANSCRIPCIÓN
¿Cuántos de los que estamos acá, reunidos en esta hora, hemos pasado por un desánimo? (el pastor levanta su mano).
Abran sus Biblias, por favor, en el Evangelio de Mateo 9: 2 (RV-60): Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
Amado Padre te damos gracias, Señor, por darnos la oportunidad de estar en tus atrios. Pedirte Señor que quites toda distracción, que seas tú Señor preparando el corazón de cada uno de los que vamos a recibir esta palabra, Señor. Que la podamos atesorar y ponerla en práctica cuando el desánimo llegue a nuestra vida. Te doy gracias por todos los que hicieron el esfuerzo de venir este día, ha sido un fin de semana largo, es un día que está lloviendo; y a pesar de todo hemos venido a buscar de ti Señor, gracias. En Cristo Jesús, amén y amén.
En estos tiempos es muy, pero muy fácil caer en el desánimo. Estamos viviendo en un mundo que va a una velocidad demasiado rápida. Usted mira las noticias internacionales: pestes por un lado, guerras por otro; si mira las noticias internas del país que se habla de asesinatos, lugares donde usted no puede transitar.
A veces nos llegan aquellas malas noticias a la vida, llega una carta, ha llegado una llamada telefónica; y es para decirte que los resultados del examen que te hicieron no son buenos. Y como seres humanos, somos movidos por las emociones y, fácilmente caemos en el desánimo.
Hay algunas frases que suelen decirse cuando una persona está pasando por desánimo. Yo estuve preguntando a varios hermanos, de la iglesia, de diferentes países, me dijeron frases como estas (espero no ofender a nadie): “Estoy de bajón. Estoy con los ánimos por el suelo o por el piso. Ando hecho paste. Ando hecho leña. Estoy en la olla. Tengo las baterías bajas. Estoy bajo de nota. Estoy bajo de nota porque me llegó una mala noticia.”
Me sorprendo, cada vez que voy a la palabra del Señor, de ver como Dios tiene cuidado de sus hijos. Me sorprende de ver ese amor, esa ternura, ese cuidado del Padre para su creación o para sus hijos. Es tanto su amor, que conociendo al ser humano, sabiendo que somos movidos por las emociones; siempre nos deja en su palabra consejos sabios. ¿Se siente desanimado? ¿Se siente ansioso? ¿Se siente sin respuesta? Vaya la palabra del Señor que Dios le va a hablar a usted, porque es: “Una palabra viva, una palabra eficaz, una palabra que penetra hasta lo más profundo del ser.”
Por lo general, cuando las personas sienten decaimiento en su estado de ánimo, muchos buscan la manera de levantarlo. ¿Sabía usted que los psicólogos enseñan que una persona (no cristiana) debe evitar aislarse para no caer en desánimo? También los psicólogos dicen que se debe respetar las horas de descanso y de sueño, haz ejercicio, cambia tus pensamientos a través del lenguaje (o sea palabras aliento, que todo va a estar bien, palabras de prosperidad, entre otras cosas.) Otro consejo es que pase riendo, que escuche música para levantar el ánimo. Hermanos, con todo el respeto a los psicólogos, hay cosas en la vida que no puede hacerlo ni un psicólogo, ni un médico, ni un profesional; cosas que solamente Dios puede hacerlo con sus hijos. Lo que Cristo hace en nosotros, hermano, es algo que perdura.
Mantener un buen ánimo es decisión de cada uno de nosotros. No es que usted va a ser una persona que va a lograr un buen ánimo porque se le contagió del que está a su lado, porque el de su lado irradia energía positiva, perdóneme hermano. El ánimo de cada uno de nosotros no depende de su vecino, de su compañero de trabajo. Solo depende de usted.
El buen ánimo, depende de uno mismo, depende de creer en las promesas de Dios. Mantenernos de buena ánimo es decisión de cada, somos nosotros mismos los que decidimos eso.
Santiago 1: 8 (RV-60): El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. ¿Cuántas veces usted se ha encontrado con personas que cuando está al llegar diciembre comienza a hacer proyectos para el próximo año, que va a estudiar inglés, que estudiará tal carrera o que se propone ser mejor persona? Y cuando miran hacia atrás, se dan cuenta que iniciaron ese proyecto pero no lo terminaron. ¿Qué feo es hablar con personas, inconstantes, que están alegres y al momento están enojados? Uno no sabe qué hacer, ¿si reír o llorar?
Hay personas que tienen siempre el ánimo por el suelo, o mal ánimo, personas que todo les afecta. Se siente mal si está lloviendo, ¡Ay, comenzó a llover en Vancouver! Hermano por qué se entristece si aquí siempre está lloviendo, ya deberíamos estar acostumbrados. Se entristecen en el trabajo, con los vecinos, les afectan las malas noticias; siempre lo ven todo por el lado negativo. Pero una persona que ha creído en la palabra del Señor, debe ver las cosas siempre por el lado positivo. Por eso me encanta cuando el Señor le dijo al paralítico: “Ten ánimo”. Es nuestra responsabilidad animarnos, si está lloviendo es porque el Señor quiere que llueva, y yo voy a gozar la lluvia. Si está muy soleado, pues gloria a Dios porque ya salió el sol. El cristiano debe verle siempre a las cosas el lado positivo.
La historia contada por Jesús, sobre la mujer del flujo de sangre, ella tuvo Fe en Dios y supo esperar. Mateo 9: 22 (RV-60): Pero Jesús volviéndose y mirándola dijo: Ten ánimo, hija tu fe te ha salvado; y la mujer fue salva desde aquella hora. ¿Cuál es el problema que usted está atravesando en esta hora?
Esta mujer pasó 12 años con este problema, ¿cuántos años lleva usted sin recibir la respuesta de parte de Dios? ¡Hermano tenga ánimo!
La palabra ánimo, según el griego es tharros, significa animarse o alentarse. Otros comentaristas dicen que es tener fuerza, es tener aliento, es ser una persona de valor. Cada vez que usted se encuentre decaído, cada vez que usted ya no pueda seguir adelante; cada vez que su mente o el enemigo le diga: ¿Para qué vas a la iglesia, si ya llevas cinco años sin esa respuesta de tu familia? ¿Si ya tienes tres años pidiendo papeles aquí en Canadá y no te los dan? Recuerde: “Tenga ánimo, Aliéntese.” Vaya a la palabra del Señor, recuerde todas las promesas del Señor. Es decisión de cada uno de nosotros, es decisión suya si usted quiere vivir todo el tiempo desanimado. Dios ya le mandó el consejo y te dijo: “Hijo, ten ánimo.”
Doce años había pasado esta mujer (con el flujo de sangre), doce años que había gastado todo, doce años que había acudido a médicos o personas que la pudieran curar y no había una respuesta. Mi hermano, es responsabilidad de cada uno de nosotros el poder estar animado o desanimado; porque Dios ahí está, Dios no nos ha abandonado.
Una persona, cristiana, que cae en desánimo olvida lo más importante, olvida las promesas de Dios. Es mi intención que usted pueda reaccionar el día que le llegue el desánimo. Es nuestra responsabilidad levantarnos del suelo y vivir en estas benditas promesas, porque esto es lo que nos sostiene: “La palabra del Señor.” Él prometió estar con nosotros siempre. No esperes que le llamen por teléfono para que usted se sienta animado, no esté esperando que le llegue una carta o una visita hermano; no. El Señor nos manda a que tengamos ánimo, porque las personas de doble ánimo son inconstantes en todo.
Mateo 28: 20 (RV60): enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Él va a estar con nosotros siempre; y si la palabra lo dice ¿qué debo de hacer yo? Creerlo, lo sienta o no lo sienta, porque él dijo: “yo estoy con vosotros, con la iglesia de El Redentor, todos los días hasta el fin del mundo”. No dijo hasta el fin del culto, el fin de semana o el fin del mes: dijo hasta el fin del mundo. Va a llegar el desánimo hermanos, pero usted debe recordar que el Señor, estará siempre con nosotros.
Les voy a contar algo: Para mi esposa y para mí, no ha sido fácil la noticia de que hay a operar a nuestra hija, es muy difícil, yo creo que a ningún papá no le gustaría. Si cuando se caen uno se aflige, ¡imagínese que le digan que la van a operar! ¿Sabe qué he hecho, que me ha mantenido firme hasta este día? Las promesas del Señor. Yo sigo clamando hasta el último segundo que la vayan a meter a la sala de operación, mi fe está ahí. Si entrando a la sala de operación llega el doctor y dice: “Mire ya pasaron dos horas y todo salió bien”, es porque Dios así lo decidió. Yo he creído en las promesas del Señor y eso me mantiene a mí con fuerzas, y eso me sostiene, ¡Que el Señor está conmigo!
Como personas de buen ánimo debemos de recordar todas las situaciones de donde el Señor nos ha sacado. ¡Debemos agradecer a Dios! Es importante recordar todo lo que Dios hace en su pueblo.
¿Cuántos, en más de una batalla, nos hemos desanimado? ¿Qué debo hacer cuando no encuentro fuerzas para seguir? ¿Qué debe hacer un cristiano cuando ya no encuentra de dónde tomar fuerzas para seguir en el día a día? Un cristiano debe buscar a Jesús.
Hebreos 12: 3 (RV-60): Considerar a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Hebreos 12: 3 (Traducción del Lenguaje Actual): Piensen en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora lo odió y lo hizo sufrir, pero él siguió adelante. Por eso, ustedes no deben rendirse, ni desanimarse.
Hermano cada vez que usted vaya a caer en depresión, en el desánimo, vea a Cristo; vaya a la cruz. El Señor fue maltratado, si a Él le dijeron cosas que lo lastimaron y él nunca se rindió.
Si las cosas en su familia no están saliendo como usted esperaba, no pierda el ánimo. Si en el trabajo las cosas no están saliendo bien, no pierdas las fuerzas. Si en la enfermedad ya no quiere seguir adelante, porque no hay mejoría, no pierda el ánimo. El Señor es experto en calmar las tempestades. El Señor es experto en vencer gigantes. ¿Qué es lo que a usted lo ha agobiado? ¿Qué es lo que a usted lo ha llevado al desánimo de no querer servir, ni querer seguir a Cristo? ¿Qué es?
Veamos otra ilustración que nos deja el Señor en su palabra, en el evangelio de Mateo. Mateo 14: 27 (RV-60): Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
¿Cuántas tormentas llegan a la vida que a uno lo desestabilizan? ¿Cuántas situaciones usted ha pasado donde ha querido bajarse del barco porque ya no puede más? S
Lastimosamente hay personas que no enseñan bien el evangelio de Cristo y muchos dijeron: “cuando usted reciba Cristo todos sus problemas se van a resolver.” Mucha gente que ha recibido a Cristo, se ha acercado a Dios creyendo en esas falsas esperanzas. El primer objetivo de Dios es que nos acerquemos a Cristo para perdón de pecados, para ser reconciliado con el Padre, ser justificados, y que vivamos una vida santa. Entonces, ¿Dónde queda la sanidad? ¿Dónde queda la prosperidad? Eso queda en tercer, cuarto, quinto o sexto plano; porque todo eso, son agregados de las bendiciones de Dios.
Mateo 14: 30 (RV-60): Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse dio voces diciendo: ¡Señor, sálvame! El desánimo lo que le produce es: “que usted quita la vista de Dios.” Usted está tan desanimado que ya no quiere seguir. Usted puede haber sido un excelente cristiano, un buen servidor, misionero; pero si usted pierde la mirada o quita la mirada de Cristo, del objetivo principal, del blanco perfecto; usted se va a salir del camino y se va a perder.
Yo espero que todos los que estamos acá en esta tarde estemos agradecidos con Dios, por haber enviado a Jesucristo, que ya fue a la cruz por nosotros y debemos dar gracias a Dios por ello. Iglesia, ponga su mirada en Jesús, traiga a la memoria la bendita palabra del Señor.
Los problemas nos van a desubicar, claro que sí, pero es nuestra responsabilidad volver a ubicarnos; es responsabilidad de nosotros recordar la palabra dejada por Dios.
Deuteronomio 31:6 (RV-60): Esforzados y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. ¿A qué nos manda Dios?
Salmos 92: 10 (RV-60): Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco.
Hermanos, ¿yo no sé cuántos de los que estamos aquí han podido ver un búfalo, aunque sea en la tele? No sé si usted sabe que existen diferentes especies clases de búfalos, viven en diferentes países. ¡Es algo impresionante! Pero hay algo que a mí me llamó la atención, yo quería saber, ¿por qué el Señor nos dijo en su palabra que iba a aumentar nuestras fuerzas como las del búfalo? Porque el Señor no dice nada en su palabra por gusto. Hermanos descubrí algo muy interesante sobre los búfalos, cuando son atacados, en África, (por depredadores, ya sean manadas de perros o leones) y los depredador, aparecen otros búfalos para ayudar al caído. Y el pobre animal que ha sido librado de la muerte, se levanta y se incorpora a su manada; ¡Es impresionante el búfalo mi hermano!
La palabra del Señor ha sido dejada para cuando llegue un problema a su vida, llegue otro problema a su vida; cuando usted sienta que ya no puede ni caminar, o no tenga ánimos de levantarse el día lunes para ir a trabajar; recuerde que el Señor aumentará sus fuerzas como las del búfalo. Usted puede preguntarse: ¿de dónde sacaré fuerzas? Las fuerzas no vienen de usted, vienen de lo alto, vienen de Jesucristo, que ha dicho: “Aumentaré tus fuerzas como las del búfalo.”
En los momentos de desánimo muchos hemos sentido el abandono de Dios.
Isaías 49: 15 (RV-60): ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ella olvide, yo nunca me olvidaré de ti. ¿Cuántas madres hay acá? ¿Usted cree que se olvidaría de su hijo? ¡Si cuando se portan mal las únicas que lo andan defendiendo con las mamás! “Yo nunca me olvidaré de ti”, dijo Dios.
Iglesia si usted quiere vivir con los ánimos por el suelo, esa es su decisión; pero si usted toma la palabra cuando llegue el problema y recuerda las promesas del Señor; usted seguro vivirá de una manera que no sea de doble ánimo, sino que creerá que todo lo que el Señor ha hecho, y todo lo que hará, es por el bien de nosotros.
Vamos a darle un fuerte aplauso al Señor.
Amado Padre, te damos gracias Señor por esta palabra. Tú le dijiste al paralítico “Ten ánimo”, porque lo primero que querías hacer con él era perdonar sus pecados, y luego que se levantara de esa cama. El objetivo principal de Dios con el pueblo, con el mundo, es que primeramente seamos perdonados de nuestros pecados. Dios sabe que usted es una persona que tiene emociones, Él nos creó y sabe que usted ha llorado, que usted ha perdido las fuerzas muchas veces, Dios lo sabe. ¿Sabe por qué está usted en esta hora acá y lo tiene a usted en casa escuchando este mensaje? Para que usted cobre ánimos, para que usted tome la palabra y recuerde que Él aumentará sus fuerzas, y las mías, como la del búfalo. Los problemas te querrán quitar la paz y el gozo, pero no pierde el ánimo, porque si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
Señor en este minuto quiero tomarlo para poder orar por todos aquellos Señor que hemos pasado por pruebas difíciles, por los que todavía estamos en ellas. Señor te agradezco por tu bendita palabra que nos anima, nos alienta. Tu palabra dice: “Mira que te mando que te esfuerces, que tengas ánimo, que seas valiente.” Gracias Señor porque nos permites estar acá para para recobrar las fuerzas y seguir adelante. Sabemos Señor que todo lo que tenemos es gracias a ti, que las fuerzas vienen de ti. En este momento quiero orar por mis hermanos que están acá, que han venido con un problema, alguna crisis, alguna enfermedad, ¿qué sé yo?, tu iglesia quiere orar por ellos. Señor ayúdanos, ¿a quién vamos a acudir Padre eterno? ¿A quién vamos a pedirle que nos ayude a resolver los problemas, Señor, si solo tú eres el único que tiene palabras de vida eterna? Tú sabes Señor que muchas veces hemos querido tirar la toalla, no hemos querido seguir adelante y hemos dejado todo a un lado; pero Padre tú renuevas nuestras fuerzas como las del búfalo, auméntalas Señor, por favor. Señor no queremos irnos sin poner toda nuestra carga delante de ti, nuestros problemas, aflicciones, todo lo que usted tenga hermano póngalo delante de Dios porque Él si lo puede todo. Él quiere que usted tenga las fuerzas de seguir adelante, porque Él quiere verte terminando la carrera no rindiéndote.
Si hay alguien hoy acá, en la iglesia, que no le ha entregado su vida a Cristo, éste es el momento. Jesús le dijo al paralítico: “Ten ánimo, tus pecados te son perdonados”, Cristo quiere perdonar tus faltas, quiere reconciliarte con el Padre. Ponte de pie ahí donde estás y entrégale tu vida a Jesús. Los hermanos diáconos están en los pasillos para poder orar contigo y por ti, para que le puedas entregar tu vida a Cristo. Jesús quiere animarte y ayudarte a salir adelante, no te vayas igual que como viniste, entrégale tu vida al Señor y date una oportunidad. Usted que está en casita, si no le he entregado su vida a Jesús y desea hacerlo, haga esta oración conmigo: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Señor me arrepiento, y te doy gracias por enviar a Jesús a morir en mi lugar. Amado padre llévanos con bien hasta nuestros hogares y aquellos que nos vamos a quedar, para el culto de las seis de la tarde, que sea de bendición también por el expositor. Gracias por recordarnos que debemos de animarnos en ti y creer tus promesas, por Cristo Jesús hemos orado, amén y amén.
Iglesia, que Dios les bendiga. Recuerda a las seis de tarde les esperamos con palabra de Dios, bendiciones a todos.