Lecciones de Vida: El Valor de Nuestra Fe
sept 16, 2018 – 1:30PM | 1 Pedro 1:3-7 | Dr. David Rodríguez
TRANSCRIPCIÓN
Este día, quiero terminar con esta serie de lecciones de vida.
En la primera lección de vida hablamos de no juzgar a la gente porque nadie tiene sus dedos limpios como para juzgar a otra persona.
En la segunda lección de vida hablamos de la regla de oro, es decir, no hay que hacer a otras personas lo que no me gustaría que me hicieran a mí. Hablamos de misericordia y compasión.
La tercera lección de vida fue la honestidad. Los creyentes debemos ser honestos, personas honestas en todos nuestros negocios, en nuestro caminar, en todo sentido.
En la lección número 4 hablamos del respeto a las personas, a los bienes ajenos, a los padres, a las autoridades.
La lección de vida número 5 fue sobre refrenar su lengua. Dedicamos un buen tiempo a eso.
La lección número 6, acerca de no participar en pecados ajenos. Participar de pecados ajenos es tener compañerismo con personas que no viven conforme a la enseñanza de la Palabra. Usted participa de sus vicios, participa de su mesa, participa con cosas que no van de acuerdo a la escritura.
La lección de vida número 7, fue sobre la humildad, que tan necesaria es, extrema. Tantas personas son pseudo creyentes, pues son muy soberbias, muy orgullosas. Pero bueno, asi son. Luego, la número 8, fue sobre la generosidad, y ahí nos quedamos, en la generosidad. En este mediodía, voy a hablar de la número 9, y en la noche, hablare de la número 10.
En la número 9 voy a hablar, dentro de un instante, acerca del valor de nuestra fe; y en la noche quiero terminar con broche de oro hablando acerca del matrimonio como lección de vida: la elección.
Voy a hablar de siete personas, para aquellos que son solteros; siete personas con las cuales usted no se debe casar. Eso lo vamos ver en la noche, y el mensaje se va a llamar: Matrimonio, elección, separación o resignación.
Entonces, esta noche yo le explico las dos opciones que la gente toma: O se separa, o se resigna. Espero que después de la emoción de la esgrima bíblica, y después del tiempo solemne de la Santa Cena, todavía tengamos emoción para hablar acerca de estas cosas. Así es que con eso estamos terminando, pues han estado preguntando que si ya habíamos terminado la serie. Con eso cerramos con broche de oro esta serie.
Muy bien, vamos a abrir la palabra del Señor, por favor, 1 Pedro, capítulo 1, en nuestras biblias, y vamos a leer a partir del versículo 3 hasta el versículo 7. Dice la palabra del Señor:
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
Padre, al hablar de este tema, yo te ruego que prepares nuestros corazones, Señor. Que no sea un mensaje más. Que podamos reflexionar acerca de esta verdad tan puntal de tus Sagradas Escrituras. Ayúdanos a ser no solamente oidores, sino hacedores de tu palabra. Espíritu Santo, tú eres el único que nos puedes convencer de estas cosas. Manifiestate, háblanos, permite que atesoremos esta palabra. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Estos temas, hermanos, los estoy predicando pensando en el hecho de que si ya no estoy el día de mañana, queden ahí guardados porque son importantes para nuestra vida cristiana. La semana pasada hablé de cinco normas, de cinco reglas para permanecer en la fe, y hablamos de la porción del texto del Apóstol Pablo, que dice: He peleado la buena batalla… Hablamos de una batalla, hablamos de una carrera, hablamos de guardar la fe.
Eso hablamos la semana pasada, y dijimos que es imposible guardar la fe si no contamos con estas cinco normas: constancia. Hablamos de personas que vienen un domingo, fallan cuatro, vienen dos, fallan tres. Constancia. Esa persona está muy cerca de que su fe desaparezca. En segundo lugar, disciplina. Si no tenemos disciplina de leer la palabra, de venir a la iglesia, de orar, de tener nuestro devocional constantemente, nuestra fe desaparece. Hablamos de convicciones férreas. Hacemos lo que hacemos porque creemos en Dios. Hacemos lo que hacemos, damos, servimos lo que servimos porque creemos en Dios. Hable también de enfoque. Que no nos podemos enfocar ni en la vida de la gente, ni en los errores de la gente, porque entonces nosotros vamos a terminar igual que ellos, apartados de la vida del Señor, y en última instancia, hable de esa quinta norma que tiene que ver con el propósito de si estamos en la carrera, ganar la carrera, es decir, llegar al final. Si tenemos fe, guardar la fe hasta el final, no solamente por unos meses, o por unos años, sino hasta que Cristo venga.
Como lección de vida en esta tarde quiero hablar acerca del valor de nuestra fe. Esta porción que hemos leído dice que nuestra fe es más valiosa que el oro. No el oro de la doña Juana, sino más valiosa que el oro.
En Hebreos, Capítulo 11, versículo 1, dice: Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Está la palabra certeza, está la palabra convicción, y nos dice: De lo que no se ve. En la Nueva Traducción Viviente dice: La fe es la confianza, la convicción de lo que no se ve. Certeza, confianza y convicción. La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos. Es lo que nos da certeza de cosas que no podemos ver. La NVI dice: La fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve; lo que implica que este versículo nos enseña dos componentes esenciales de la fe.
Está hablando de la fe bíblica, no de fe secular, pues hay mucha gente que dice: Yo a ese doctor le tengo fe, yo a fulano le tengo fe, a esa señora le tengo fe, a esa curandera le tengo fe. La fe bíblica nos habla de dos componentes esenciales:
Primero: La seguridad, que es certeza de lo que esperamos, y segundo, la convicción de lo invisible. Es por eso que cuando la ciencia, cuando un profesor de filosofía cuando un secularista, o un sociólogo, a cualquier nivel de la ciencia, nos pide que comprobemos la existencia de Dios, la fe, dice el versículo, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. De lo contrario, para qué se requiere la fe, y ese es un problema serio, de verdad.
Todos los que hablan de apologética, toda esa gente anda volteando por las universidades y los colegios enseñando a los estudiantes la existencia de Dios, y terminan en lo mismo. Simple y sencillamente echen un vistazo a nuestro alrededor, y vean el universo y el cielo, la tierra, y nos damos cuenta de la existencia de Dios, pero esta gente quiere una evidencia, quiere que le muestre usted, que le diga: Señoras y señores les presento aquí a Dios. Ya no es fe.
De ahi la importancia de guardar la fe. Ahora mira, quiero decirte esto, y te repito, esto es como si me muriera esta noche, OK? Escúchame esto: Nosotros leemos en la biblia que dice que nuestra fe es más valiosa que el oro, pero hay personas que no vienen a la iglesia más. Me dijo a mí una persona que no venía a la iglesia porque no puede dejar al perro solo.
Pero tiene su Biblia. Ellos piensan que son cristianos. No son cristianos. “Ahí lo vimos por internet, Pastor. Ahí lo escuchamos. ”
Escuchen esto, porque este es el problema que tenemos los cristianos. Aquí está diciendo el versículo que la fe es más valiosa que el oro, pero usted cuida más su carro que su fe, usted cuida más su casa que su fe, usted cuida más su trabajo que su fe, usted cuida más su carrera que su fe, y este versículo está diciendo que la fe es más valiosa que el oro.
Escúchame esto: Dice la Biblia, la Palabra del Señor: De qué le sirve al hombre si ganare todo el mundo y perdiera su alma? Y como se pierde el alma? El alma se pierde cuando se pierde la fe. Ahí se pierde el alma. Escúchame esto hermano, mira te voy a decir algo: Es preferible morir debajo de un puente con la fe puesta en Dios, que morir en un Mercedes Benz sin Dios.
Quiero que piense en este instante en su papá, en su mamá, en sus hermanos, en esos seres por los cuales usted daría la vida. Escuchen esto: Ese ser por el cual usted daría la vida, incluyendo a su madrecita maravillosa y Lindísima, mis respeto para ella. Si se muere sin Cristo, se va a condenar eternamente en el infierno. Me escuchó?
Usted está feliz y contento con esos 100 dolaritos que le pone todos los meses a su mamá como la remesa para donde ella vive. Pero sin Dios, se va a condenar eternamente en el infierno que arde con fuego y azufre. Sabe lo que significa eso mi hermano?
Piense por un instante en ese hijo por el que usted da la vida, si no tiene a Dios en su vida, se va a condenar. Oigame! No una hora, no quince días, no seis meses, se va a condenar por la eternidad en el infierno. Usted lo cree? Si manda 100 pesos para allá, obligue con esos 100 pesos a que esa señora se vaya a meter a una iglesia, por amor de Dios. O estamos equivocados? Mamá, ya compraste la Medicina? Es que tienes la presión alta, mamá. En el infierno, la tenga alta o la tenga baja, se va a condenar eternamente y para siempre.
Esto es delicado, hermanos! Esto es difícil! Y vivimos la vida como que nada. Y nuestros hijos se quedaron en la casa, jugando con juegos videos; y nuestra Mamá? No, ella no es creyente, pero nada, Pastor, yo sé que es buena Persona. Nadie va al infierno por ser malo. Se va al infierno por rechazar a Cristo y por vivir su propia vida.
Yo un día hice un recuento de mis familiares que no eran creyentes, y llegué a un tío que no era cristiano, y fui y busque a ese tío y me senté con él y le hablé y le puse el plan de la salvación. Ayer estaba viendo una fotografía de él, y cuando vi su foto, me dije: Este tío se está quemando en el infierno en este momento, porque él me lo dijo a mí literalmente: Yo no quiero nada con Dios.
Entonces hermano, quiero que piense en eso, por favor. Esa niñita por la cual usted está ahorrando para que vaya a la Universidad; porque quiere que su hija llegue a ser una gran profesional. Pero dice esta biblia, que estamos leyendo, que nuestra fe es más preciosa que el oro. Pero para usted no es la fe, pues usted está ahorrando para que vaya a la Universidad, pero la dejó acostada hoy, y no la estorbo.
Recuerda una cosa, podemos hacer la diferencia mientras nuestros hijos tienen cierta edad, después de eso olvídese. Yo me gozo cuando tenemos allá arriba los jovencitos, me encanta ver a esos niñitos, a esas niñas, más que todo, las niñas. Los niños son más fregones, pero cuando vemos las niñas que están cantando con esa devoción, me digo: Qué barbaridad, Dios! Lo que estás haciendo en los corazones de estos muchachos!
El infierno es tan real hermano como la luz del día. Preocúpese si tiene un hijo, o una hija. Porque imagínense, póngale que usted papá, usted es creyente, y sólo tiene permiso para ver a su hijo el fin de semana nada más porque el resto su hijo vive con la mamá. Usted solamente lo va a ver el fin de semana. Usted se preocupa por los tenis que quiere, y él le dice: Tata quiero unos que valen 180 dólares. Usted le dice: No te preocupes, hijo, aquí estoy yo para comprarlos. Padre, te sentaste con tu hijo y le hablaste de la fe? Le hablaste acerca de su relación con Jesús? Le llevaste la biblia y la abriste y le mostraste un versículo de la Palabra? Porque escuchen esto: Con todo y esos tenis de 180 dólares, se va a condenar eternamente en el infierno, mis queridos y amados hermanos.
Se lo he venido diciendo por tanto tiempo. Mira, ponga el horno cuando llegue a su casa, en su máxima fuerza. Yo pensé traer un horno, y ponerlo en su máxima fuerza, y decirle: Hermano, el infierno es peor que esto. El problema es que mucha gente dice: Pastor, hay tantos temas de qué hablar, porque habla del infierno? Y por que le da miedo? Por que se pone así? Esto es tan real. Esto es delicadisimo, hermano.
Yo le decía a mi hija ahora: Hija, vamos a la iglesia. “No”, dijo. Le dije: Cristo va a venir ahora, qué va a pasar? “Llego en la noche”, me dijo. Esto no es ningún juego.
Cuando hay resistencia al Evangelio, cuando hay oposición al Evangelio, cuando usted habla con su hijo, con su hija, y su hijo, su hija le dice: Papá, hazme un favor, no me vuelvas a hablar de esto, o ya no te quiero ver, usted ya no tiene la culpa. Usted ha estado insistiendo, pero hay resistencia.
Pero, el problema es cuando no se habla al respecto, cuando usted jamás en la vida le ha preguntado a su hijo: Cómo está tu relación con Dios? O le la dicho a su hijo que quiere que venga a la iglesia con usted. De igual manera, su mamá, su hermano, su amigo.
Ni mi carrera, ni mis carros, ni mi casa, ni mis hijos, ni mi familia valen más que la fe, de acuerdo a este texto que acabamos de leer. Lo más importante que tenemos es la fe, y es lo que menos cuidamos.
Los descuidos básicos de los cristianos de no asistir a la iglesia, dejar de estudiar la Biblia, no leer la Palabra de Dios, son porque estamos ocupados en nuestras propias cosas.
Es que es mi trabajo, es que no me queda tiempo, es que tuve que arreglar un mueble, es que tuve que arreglar el carro, es que tengo la defensa caída, es que tengo esto o lo otro. Y entonces, qué hace con esto? Ya que está diciendo aquí que es lo más valioso, que es lo más importante. No es entonces su cuenta en el banco, no es su trabajo. No es pintar, no es ninguna otra cosa. Ah, pero usted es evangélico! Pastor, pero es que tenemos que comer. Si, eso ya lo sabemos que tenemos que comer; por eso es que hay promesas de Dios.
Es por eso que el Señor dice: Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y sabes qué? las demás cosas yo te las voy a añadir, yo voy a poner personas delante de ti cuando tú me seas fiel, cuando tú me ames, cuando tú me sirvas. Yo voy a poner personas delante de ti que te bendigan y te multipliquen lo que tú tienes.
Pero como tú insistes en hacerlo tú solo, como tú insistes en meterles todas las ganas tú mismo. Yo escucho personas hablar, y algunas veces les escucho hablar por diez, quince, veinte, media hora, y yo me pregunto: En todo este tiempo que esta persona ha dicho voy a hacer aquí y voy a hacer allá, y esto y lo otro, dónde está Dios? Esto es tan importante, iglesia! Eso es tan importante como hoy mismo ir a buscar a nuestros hijos… muchachitos que te dicen: yo no quiero ir la iglesia porque no entiendo, no le haga caso. Pregúntele si quieren fríjoles, a ver si no lo entienden.. Tráigalo..
Las clases con los jóvenes;las dan en Inglés También en la escuela dominical al que no entiende se le enseña el Evangelio en inglés .
Hermano es mi responsabilidad y suya también salvar no sólo esta generación que tenemos enfrente de nosotros sino la futura generación.. Esos niños que están allá son nuestra responsabilidad, porque todos somos parte del reino. Tenemos que ir pensando en cómo mejorar la escuela dominical, Viene una nueva generación, todos esos niños, las mujeres embarazadas forman una nueva generación de canadienses.
Yo les conté a ustedes, que , estuve en Abbotsford, hace 25 años predicando en una reunión, que me invitaron unos ex misioneros. No se me olvida nunca, vi cabecitas blancas.. parecía una reunión de la quinta generación. porque todos ellos eran hijos de los que habían estado predicando en tantas partes del mundo .
Revise en youtube, en , internet , en google que Canadá ha sido unos de los países en mandar misioneros al mundo, en los años pasados. Canadá fue una fuerza misionera y cuando yo escuché a esos ancianos, dar ese testimonio. , yo no entendía. nada.. En ese momento, uno de los misioneros dijo:Una de las tristezas más grandes con las que luchamos todos los días, es que nuestros hijos, cuando regresamos del campo misionero, no quieren ir más a una iglesia, porque ahora hay una desconexión con la misma.
Algunos de nuestros hijos no están aquí y nosotros vivimos tan campantes como si no pasara nada .
El infierno es tan real. Nos preocupa que ellos tengan camisas;nos preocupa que tengan zapatos pero nos olvidamos de la riqueza más grande que es la fe.. Y como padres que somos, sacerdotes del hogar.. la Biblia nos responsabiliza a nosotros de ésto. ¿Por qué es tan importante la fe, hermano? Porque sin la fe no somos justificados, dice la Biblia justificados por la fe que tenemos para con Dios.
La justificación del hombre viene por la fe, por la fe somos salvos. Por gracia sois salvos, sin fe es imposible agradar a Dios.
¿Te das cuenta por qué la fe es más valiosa que el oro? Por fe son perdonados nuestros pecados. Por la fe sabemos que Cristo vive en nuestro corazón. Por la fe creemos que al morir estaremos con él. La fe es más valiosa que el oro, la Biblia dice que nuestra fe será probada.
Quiero que echen un vistazo, por favor al versículo 1 Pedro 1:6 “En lo cual vosotros os alegráis, aunque por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que (pongan atención a eso) ser afligidos (¿de qué manera?) en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en tres cosas:alabanza, gloria y honra.
Escucha ésto lo que Dios está diciendo aquí es lo siguiente:que cuando a uno le viene una prueba. no se sorprenda hermano. Usted tiene que decir: “ah ya sabía” , eso es lo que tenemos que decir los creyentes; porque dice la Palabra no os sorprendáis. , cuando le viene una prueba no se sorprenda hermano; porque la Biblia dice van a venir pruebas, porque con la prueba de su fe, es como Dios se da cuenta si verdaderamente hemos confiado en él..
Déjame parafrasear esta porción de la Escritura. ¿Qué espera encontrar Dios en nosotros? Después de la prueba. Dios espera encontrar alabanza, Dios espera encontrar gloria y honra, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando se ha manifestado nuestro Señor Jesucristo en alabanza.
Escucha ésto: entonces cuando te venga la prueba lo que quiere encontrar Dios en usted, es alabanza.
¿Cómo hizo Job cuando le encontró la prueba? Alabanza. Ahora escucha, las pruebas vienen de diferentes formas y de diferentes maneras.
Las pruebas pueden presentarse a usted con una enfermedad, desempleo, conflictos matrimoniales, problemas financieros, duda, desánimo, luchas personales.
Y no todas las pruebas duran lo mismo. Unas son cortas, otras duran para toda la vida como el matrimonio y al igual que las tormentas también vienen con diversos grados de intensidad. Pero Dios dice cuando te venga la prueba, yo quiero encontrar en ti alabanza. Lo llama su médico y le dice que lamenta comunicarle que tiene una enfermedad difícil y que va a comenzar a tratar esa enfermedad. ¿Que quiere escuchar Dios de sus labios? Alabanza. ¡Alabado sea el nombre del Señor!
Dice Dios cuando te venga la prueba , yo quiero encontrar en ti alabanza. Lo llama su médico. lamento decirle que tiene una enfermedad difícil y vamos a comenzar a tratar esa enfermedad. ¿Qué quiere encontrar Dios en nuestros labios? Alabanza. ¡Alabado sea Dios! “Señor, disculpe pero fíjese que ya no lo necesitamos más en el trabajo;así es que agarre sus cositas, ;hasta aquí llegó usted”. ¡Alabado sea Dios! Si usted le dice ésto es capaz que lo emplea otra vez. “Y usted ¿por qué se alegra porque le quito el trabajo?”
Porque la Palabra dice que cuando vengan pruebas quiere encontrar una alabanza. Así que bendito sea Dios “Y mejor me voy porque quiero cantar una canción allá afuera”, dígale. Alabanza.
Yo sé que te van a venir pruebas que te va a hacer llorar. Pero Dios quiere encontrar alabanza. Es por eso que en el Antiguo Testamento la gente rasgaba su ropa, se sentaba sobre cenizas, porque era una manera de decirle: “no me gusta lo que está pasando pero lo acepto. , porque tú eres Dios y tú eres soberano”.
Alabanza , eso quiere encontrar en nuestros labios, cuando venga la prueba, cuando venga la dificultad. Además, gloria.
Hermano, mira, las cosas en la vida, no siempre salen como nosotros queremos que salgan. Unas veces Dios te va a librar de la prueba y otras te va dejar ahí para enseñarte una lección. Muchos siervos de Dios murieron decapitados, azotados, torturados, otros crucificados, no sólo Jesús murió crucificado, otros murieron de esa manera.
Hay muchos creyentes que están resentidos con Dios. ¿Y quién cree que es usted para resentirse con Dios?¡Por amor de Dios!
Otros tienen el concepto de que Dios es Santa Claus. Hermano, cuando usted le oiga a un pastor decir “pídale a Dios lo que quiera y Dios se lo va a dar”; ese pastor le está diciendo una mentira. No es cierto. Unas veces Dios lo libra, otras veces no. Unas veces Dios te da, otras veces te dice “espérate”. Unas veces usted le pide a Dios salud, él dice “no, es tiempo que te mueras”. Pero no quieres morir todavía ¿y entonces pues?, él es Dios. pero en cualquier situación él quiere encontrar la Gloria.
A Dios sea la gloria, a Dios sea la honra, a Dios sea la gloria. Es más fácil hermano, si uno está preparado para cualquier cosa.
Ponga su casa en orden, ponga sus cosas en orden, por cualquier cosa. Si venga lo que venga en nombre de él sea la gloria. , si venga lo que venga en nombre del Señor sea la gloria.
La preocupación de haber hecho las cosas bien, la preocupación de haber agradecido a Dios, la preocupación de haber hecho las cosas como Dios quería que las hiciéramos. Dios quiere encontrar honra, alabanza y gloria. Honra. Aprenda a servir al Señor aún con ese aguijón que tiene en la carne.
Segunda de Corintios 12:7 dice:” Y :para que la grandeza de las revelaciones, no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. ” Todos tenemos un aguijón; siga sirviendo a Dios, aún con ese aguijón que tiene, aún con esa enfermedad que tiene..
Miren hay una hermanita tan linda, yo les he contado a ustedes antes, Hermana de nuestra hermana María Isabel Acevedo. , ella pasó a la presencia del Señor, la hermana de ella es una servidora Del Tabernáculo Central en San Salvador. Los sobrinos me dijeron: “Pastor mi tía tiene un cáncer, por favor ayúdeme a orar por ella”. Muy linda la hermana, se parecían mucho las dos. Voy al Salvador y la encuentro a la hermana con el uniforme de las servidoras con una manta en la cabeza;la vi bien. Y le digo:hermana, me dijeron sus sobrinos que usted tenía cáncer, Y me dijo: “tengo, pastor, tengo cáncer. Pero yo le he dicho a mi Señor, que yo le voy a servir hasta el día que me muera y si quiere que aquí caiga en medio del culto, pues que me recojan y me lleven para atrás:pero yo le voy a servir a mi Señor. Yo siento energía. Durante la semana me cuido para tener energía el día domingo y venir a servir a Dios”.
Eso fue quizás hace unos siete u ocho años. La hermana sigue hoy en el mismo lugar y ya no tiene su mantelito que tenía en la cabeza. Hoy tiene su propio pelo y sigue sirviendo al Señor. Después de todos estos años, dijo la hermana: “yo voy a estar aquí con mi aguijón sirviendo a Dios”.
Porque Dios quiere que cuando te venga la prueba, él quiere encontrar alabanza, quiere encontrar gloria a él, eso es lo que quiere encontrar honra.
Hermanos, la importancia de nuestra fe es que venga lo que venga, pase lo que pase, suceda lo que suceda, siga con su fe viva delante del Señor. Porque te digo, el diablo se propone hacernos la vida “palitos”;muchas veces te viene una situación y te viene otra y te viene un problema y te viene otro y el diablo quiere desbalancear tu vida cristiana; porque tenemos un enemigo. Dice la Palabra que nuestra lucha no es contra carne y sangre, tenemos un enemigo todos los días de nuestra vida.
Me estaban comentando unos hermanos , que habían encontrado hace poco a una familia, que cuando recién llegaron a Canadá , vinieron a la iglesia y les preguntaron qué había pa- sado, que no los habíamos visto, que se han hecho. Y contestaron que la iglesia muy bonita, muy linda la gente, pero nosotros hemos venido a Canadá a trabajar. Ese es el valor que le damos a las cosas. Dios los trae para acá. , tienen la oportunidad de conocerlo. de conocer más del Evangelio, de encontrarse con Cristo pero la gente valora más otras cosas. A usted le pueden ofrecer un mejor trabajo en otro lugar, en otra provincia, en otra ciudad, pero el precio que va a pagar será elevado.
Yo conozco gente que se ha ido a otra parte del mundo porque le van a pagar más, cuando le pregunto en qué iglesia se van a congregar, dicen que no saben, si hay iglesia en ese lugar.
Amados, la Biblia dice no os sorprendáis del fuego de prueba, nunca podrá medir la firmeza de tu fe, a menos que haya pasado por la prueba. En una oportunidad, el Señor Jesucristo le dijo a Pedro: Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como el trigo.
¿Se acuerda usted cómo se zarandeaba el trigo antes para sacar lo sucio del trigo? Pero yo he rogado por ti para que tu fe no te falte.. Se da cuenta de la importancia de la oración, de orar unos por otros. Yo he orado hermano, yo he orado para que tu fe no te falte, cuando te venga la prueba Es que estas cosas no deberían sorprendernos, por eso le pedimos a los pastores, a la congregación que oren por nosotros.
Alguien me preguntó , por internet hace unos días, un pastor, que por cierto hablé con él que si alguna vez le han dado ganas de dejar el ministerio, … y yo le puse No….. quinientas veces. En serio, se lo digo quinientas veces: desánimo, frustración, lo que se le ocurra. Y a veces como nos ponemos meros tontos ¿verdad?… que la gente no aprecia, que la gente piensa que es una obligación, que Dios los pone a uno y piensa que somos empleados, gente que jamás aprecia por tantos y tantos años, que se les pueda servir, se les pueda alimentar, que tenemos la obligación de estar aquí.
La obligación sí la tenemos con Dios verdaderamente. Bueno, pasamos por ese montón de cosas, de desánimo, de frustración, de esto, del otro. Pero cuando voy a la Palabra y te das cuenta que nuestra fe es mucho más valiosa que el oro, no te queda más que seguir alabando el nombre del Señor, que encuentre alabanza, honra y gloria. “Pastor ¿qué pasa si cometo un error?”
El que cae se levanta .. Y lo decía la semana pasada, hay personas que la regaron en su vida. Pero yo le dije a un hermano chaparrito, su peor error no fue haber dejado a su señora, su peor error fue haberse alejado de Dios.
Es por eso que en esta tarde, yo quise hablar acerca de este valor, porque estoy hablando de lecciones de vida, la fe es la más importante. Y escucha hermana, hermana , hermanita linda van a haber momentos donde usted, se va a ver confrontada entre su marido o su fe, es una de las decisiones más difíciles. Por eso en esta tarde cuando hablemos acerca de los siete tipos de personas, con las cuales usted no se debe casar, se va a ver confrontada. ¿Qué hace una mujercita cuando su marido le dice en la mañana: “yo no quiero ir, ve tú”? ¿Qué hace esa mujer? ¿Y qué hace su esposo cuando su mujer, es de esas mujeres que tiene carácter firme, y le dice “yo no voy a la iglesia, ahí son un atajo de hipócritas los que van”? Y el marido le dice a la mujer: “ah, bueno, pues entonces te quedas tú y yo si me voy”. “Sí, porque tú también eres hipócrita”, responde ella.
Así como le dije, porque hay algunas de ellas que hay que hablar de “lejito” porque sino le quiebran un plato en la cabeza. Algunas no parecen ¿verdad? Del agua mansa líbreme Dios, decía mi abuela.
¿Cómo nos confrontamos con esta situación? Una vez una pareja, el hombre cometió un error, le fue infiel a su esposa. Ellos asistían a una iglesia en California y por esa infidelidad dejaron de ir a la iglesia. El hombre se arrepintió delante del Señor, se supone que la señora hizo lo mismo también. Él buscó un pastor. Después que se había recuperado y hablado con un pastor, le dijo “ayúdeme, pasó esto, pasó en mi vida;yo estoy acostumbrado a servir a Dios, asistir a la casa de Dios pero me siento mal, me siento que me falta el aire”. Y el pastor lo agarró por diez meses estudiando la Palabra. Él estaba muy agradecido con este pastor americano. Le dijo al pastor: “cuando usted me diga que ya es tiempo de servir me avisa”.
Pasaron diez meses y el pastor le dijo el hermano: “usted está listo ya para servir.” Se fue a su casa y le contó a su esposa: “el pastor me dijo que ya puedo servir”. La señora se resintió con Dios por la infidelidad de su marido, en estos diez meses no fue nunca a la iglesia. El marido me dice “¿qué hago?” Le dije, si tu esposa no quiere ir a la iglesia, que no vaya, no te vas a quedar para complacer a esa señora, no vale la pena, porque es menester obedecer a Dios antes que a los hombres.
La señora se ha resentido con Dios y ahora es peor porque si él va a la iglesia , ella le dice: a buscar viejas vas. El le contesta: “voy a la iglesia y me llevo a mis hijos”. Ella lo desestabiliza cuando le dice estas cosas y le dice a la esposa: “Bueno si tú crees que voy a buscar ¿por qué tú no vienes conmigo y te das cuenta de que las cosas no son así?”
Hay situaciones que tenemos que enfrentar en la vida, que son complicadas, ¿y que hacemos, o seguimos con la nuestra o qué? Recuerda esto el resto de tus días, la fe del creyente no es negociable, mi hermano, con nada ni con nadie. La fe es el valor más grande que todos tenemos ;lo más grande que Dios nos ha dado porque es un don de Dios. Cuidemos, cuidemosla bajo cualquier circunstancia. Cuando venga el fuego de prueba, agáchese y espérese que pase la tormenta. Cuando viene el tifón, como dicen en mi rancho, usted saque la cabeza y si todavía hay viento vuelve a esconderla.
El Evangelio y Dios es lo mejor que nos pudo haber pasado en la vida.
Incline su rostro, vamos a orar.
Padre te damos gracias por tu Palabra en este día. Te alabamos, te bendecimos y te honramos porque para siempre es tu misericordia. Señor ayúdanos, queremos estar firmes. Ayúdanos a crecer en nuestra fe. Algunos hemos cuidado más nuestro trabajo, que nuestra fe. Hemos cuidado más nuestro ahorros que nuestra fe. Nuestro carro, nuestra casa nuestros bienes má que nuestra fe. Cuando esta Palabra bendita dice que esta fe es más preciosa que el oro, es el valor más grande que podamos tener en medio de las pruebas y las circunstancias de la vida. Ayúdanos a permanecer firmes y permanecer fieles a ti, Señor.
Mientras todos oramos en esta hora, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, esta es una oportunidad para que usted le abra su corazón a Jesús y lo reciba como su Señor y Salvador personal… Mientras todos oramos si usted nunca ha recibido a Cristo pero quisiera hacerlo, yo le invito , ahí donde está, para que se ponga en pie o levante su mano. Alguna persona que dice pastor yo siento la necesidad de Dios en mi vida, en este momento yo necesito tener un encuentro con Dios, ayúdeme. Venga a Jesús a entregarle su vida a Cristo.
No hablamos de cambiar de religión, no hablamos de cambiar de Iglesia, estamos hablando de conocer a Dios de una manera personal, venga a los pies de Cristo, levante su mano, hay consejeros que están alrededor del templo que le van a ayudar a hacer una oración, donde usted le pide perdón a Dios por sus pecados, le dice a Dios que se arrepiente de sus maldades y que quiere comenzar una vida nueva con el Señor. Mientras todos oramos, usted que nunca antes ha recibido a Cristo, usted que nos mira por internet también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale al Señor: “en este día te pido perdón por mis faltas, te pido perdón por mis mis pecados y te invito a venir a mi corazón, a venir a mi alma gracias por lo que hiciste en la cruz, gracias por tu muerte, gracias por el perdón de mis pecados”. Si usted hizo esta oración, queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su bendita Palabra. Señor gracias por tu Palabra despídenos con tu paz y con tu bendición en el nombre de Jesús. Amén.
Lecciones de Vida: El Valor de Nuestra Fe
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Dr. David Rodríguez
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Este día, quiero terminar con esta serie de lecciones de vida.
En la primera lección de vida hablamos de no juzgar a la gente porque nadie tiene sus dedos limpios como para juzgar a otra persona.
En la segunda lección de vida hablamos de la regla de oro, es decir, no hay que hacer a otras personas lo que no me gustaría que me hicieran a mí. Hablamos de misericordia y compasión.
La tercera lección de vida fue la honestidad. Los creyentes debemos ser honestos, personas honestas en todos nuestros negocios, en nuestro caminar, en todo sentido.
En la lección número 4 hablamos del respeto a las personas, a los bienes ajenos, a los padres, a las autoridades.
La lección de vida número 5 fue sobre refrenar su lengua. Dedicamos un buen tiempo a eso.
La lección número 6, acerca de no participar en pecados ajenos. Participar de pecados ajenos es tener compañerismo con personas que no viven conforme a la enseñanza de la Palabra. Usted participa de sus vicios, participa de su mesa, participa con cosas que no van de acuerdo a la escritura.
La lección de vida número 7, fue sobre la humildad, que tan necesaria es, extrema. Tantas personas son pseudo creyentes, pues son muy soberbias, muy orgullosas. Pero bueno, asi son. Luego, la número 8, fue sobre la generosidad, y ahí nos quedamos, en la generosidad. En este mediodía, voy a hablar de la número 9, y en la noche, hablare de la número 10.
En la número 9 voy a hablar, dentro de un instante, acerca del valor de nuestra fe; y en la noche quiero terminar con broche de oro hablando acerca del matrimonio como lección de vida: la elección.
Voy a hablar de siete personas, para aquellos que son solteros; siete personas con las cuales usted no se debe casar. Eso lo vamos ver en la noche, y el mensaje se va a llamar: Matrimonio, elección, separación o resignación.
Entonces, esta noche yo le explico las dos opciones que la gente toma: O se separa, o se resigna. Espero que después de la emoción de la esgrima bíblica, y después del tiempo solemne de la Santa Cena, todavía tengamos emoción para hablar acerca de estas cosas. Así es que con eso estamos terminando, pues han estado preguntando que si ya habíamos terminado la serie. Con eso cerramos con broche de oro esta serie.
Muy bien, vamos a abrir la palabra del Señor, por favor, 1 Pedro, capítulo 1, en nuestras biblias, y vamos a leer a partir del versículo 3 hasta el versículo 7. Dice la palabra del Señor:
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
Padre, al hablar de este tema, yo te ruego que prepares nuestros corazones, Señor. Que no sea un mensaje más. Que podamos reflexionar acerca de esta verdad tan puntal de tus Sagradas Escrituras. Ayúdanos a ser no solamente oidores, sino hacedores de tu palabra. Espíritu Santo, tú eres el único que nos puedes convencer de estas cosas. Manifiestate, háblanos, permite que atesoremos esta palabra. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Estos temas, hermanos, los estoy predicando pensando en el hecho de que si ya no estoy el día de mañana, queden ahí guardados porque son importantes para nuestra vida cristiana. La semana pasada hablé de cinco normas, de cinco reglas para permanecer en la fe, y hablamos de la porción del texto del Apóstol Pablo, que dice: He peleado la buena batalla… Hablamos de una batalla, hablamos de una carrera, hablamos de guardar la fe.
Eso hablamos la semana pasada, y dijimos que es imposible guardar la fe si no contamos con estas cinco normas: constancia. Hablamos de personas que vienen un domingo, fallan cuatro, vienen dos, fallan tres. Constancia. Esa persona está muy cerca de que su fe desaparezca. En segundo lugar, disciplina. Si no tenemos disciplina de leer la palabra, de venir a la iglesia, de orar, de tener nuestro devocional constantemente, nuestra fe desaparece. Hablamos de convicciones férreas. Hacemos lo que hacemos porque creemos en Dios. Hacemos lo que hacemos, damos, servimos lo que servimos porque creemos en Dios. Hable también de enfoque. Que no nos podemos enfocar ni en la vida de la gente, ni en los errores de la gente, porque entonces nosotros vamos a terminar igual que ellos, apartados de la vida del Señor, y en última instancia, hable de esa quinta norma que tiene que ver con el propósito de si estamos en la carrera, ganar la carrera, es decir, llegar al final. Si tenemos fe, guardar la fe hasta el final, no solamente por unos meses, o por unos años, sino hasta que Cristo venga.
Como lección de vida en esta tarde quiero hablar acerca del valor de nuestra fe. Esta porción que hemos leído dice que nuestra fe es más valiosa que el oro. No el oro de la doña Juana, sino más valiosa que el oro.
En Hebreos, Capítulo 11, versículo 1, dice: Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Está la palabra certeza, está la palabra convicción, y nos dice: De lo que no se ve. En la Nueva Traducción Viviente dice: La fe es la confianza, la convicción de lo que no se ve. Certeza, confianza y convicción. La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos. Es lo que nos da certeza de cosas que no podemos ver. La NVI dice: La fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve; lo que implica que este versículo nos enseña dos componentes esenciales de la fe.
Está hablando de la fe bíblica, no de fe secular, pues hay mucha gente que dice: Yo a ese doctor le tengo fe, yo a fulano le tengo fe, a esa señora le tengo fe, a esa curandera le tengo fe. La fe bíblica nos habla de dos componentes esenciales:
Primero: La seguridad, que es certeza de lo que esperamos, y segundo, la convicción de lo invisible. Es por eso que cuando la ciencia, cuando un profesor de filosofía cuando un secularista, o un sociólogo, a cualquier nivel de la ciencia, nos pide que comprobemos la existencia de Dios, la fe, dice el versículo, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. De lo contrario, para qué se requiere la fe, y ese es un problema serio, de verdad.
Todos los que hablan de apologética, toda esa gente anda volteando por las universidades y los colegios enseñando a los estudiantes la existencia de Dios, y terminan en lo mismo. Simple y sencillamente echen un vistazo a nuestro alrededor, y vean el universo y el cielo, la tierra, y nos damos cuenta de la existencia de Dios, pero esta gente quiere una evidencia, quiere que le muestre usted, que le diga: Señoras y señores les presento aquí a Dios. Ya no es fe.
De ahi la importancia de guardar la fe. Ahora mira, quiero decirte esto, y te repito, esto es como si me muriera esta noche, OK? Escúchame esto: Nosotros leemos en la biblia que dice que nuestra fe es más valiosa que el oro, pero hay personas que no vienen a la iglesia más. Me dijo a mí una persona que no venía a la iglesia porque no puede dejar al perro solo.
Pero tiene su Biblia. Ellos piensan que son cristianos. No son cristianos. “Ahí lo vimos por internet, Pastor. Ahí lo escuchamos. ”
Escuchen esto, porque este es el problema que tenemos los cristianos. Aquí está diciendo el versículo que la fe es más valiosa que el oro, pero usted cuida más su carro que su fe, usted cuida más su casa que su fe, usted cuida más su trabajo que su fe, usted cuida más su carrera que su fe, y este versículo está diciendo que la fe es más valiosa que el oro.
Escúchame esto: Dice la Biblia, la Palabra del Señor: De qué le sirve al hombre si ganare todo el mundo y perdiera su alma? Y como se pierde el alma? El alma se pierde cuando se pierde la fe. Ahí se pierde el alma. Escúchame esto hermano, mira te voy a decir algo: Es preferible morir debajo de un puente con la fe puesta en Dios, que morir en un Mercedes Benz sin Dios.
Quiero que piense en este instante en su papá, en su mamá, en sus hermanos, en esos seres por los cuales usted daría la vida. Escuchen esto: Ese ser por el cual usted daría la vida, incluyendo a su madrecita maravillosa y Lindísima, mis respeto para ella. Si se muere sin Cristo, se va a condenar eternamente en el infierno. Me escuchó?
Usted está feliz y contento con esos 100 dolaritos que le pone todos los meses a su mamá como la remesa para donde ella vive. Pero sin Dios, se va a condenar eternamente en el infierno que arde con fuego y azufre. Sabe lo que significa eso mi hermano?
Piense por un instante en ese hijo por el que usted da la vida, si no tiene a Dios en su vida, se va a condenar. Oigame! No una hora, no quince días, no seis meses, se va a condenar por la eternidad en el infierno. Usted lo cree? Si manda 100 pesos para allá, obligue con esos 100 pesos a que esa señora se vaya a meter a una iglesia, por amor de Dios. O estamos equivocados? Mamá, ya compraste la Medicina? Es que tienes la presión alta, mamá. En el infierno, la tenga alta o la tenga baja, se va a condenar eternamente y para siempre.
Esto es delicado, hermanos! Esto es difícil! Y vivimos la vida como que nada. Y nuestros hijos se quedaron en la casa, jugando con juegos videos; y nuestra Mamá? No, ella no es creyente, pero nada, Pastor, yo sé que es buena Persona. Nadie va al infierno por ser malo. Se va al infierno por rechazar a Cristo y por vivir su propia vida.
Yo un día hice un recuento de mis familiares que no eran creyentes, y llegué a un tío que no era cristiano, y fui y busque a ese tío y me senté con él y le hablé y le puse el plan de la salvación. Ayer estaba viendo una fotografía de él, y cuando vi su foto, me dije: Este tío se está quemando en el infierno en este momento, porque él me lo dijo a mí literalmente: Yo no quiero nada con Dios.
Entonces hermano, quiero que piense en eso, por favor. Esa niñita por la cual usted está ahorrando para que vaya a la Universidad; porque quiere que su hija llegue a ser una gran profesional. Pero dice esta biblia, que estamos leyendo, que nuestra fe es más preciosa que el oro. Pero para usted no es la fe, pues usted está ahorrando para que vaya a la Universidad, pero la dejó acostada hoy, y no la estorbo.
Recuerda una cosa, podemos hacer la diferencia mientras nuestros hijos tienen cierta edad, después de eso olvídese. Yo me gozo cuando tenemos allá arriba los jovencitos, me encanta ver a esos niñitos, a esas niñas, más que todo, las niñas. Los niños son más fregones, pero cuando vemos las niñas que están cantando con esa devoción, me digo: Qué barbaridad, Dios! Lo que estás haciendo en los corazones de estos muchachos!
El infierno es tan real hermano como la luz del día. Preocúpese si tiene un hijo, o una hija. Porque imagínense, póngale que usted papá, usted es creyente, y sólo tiene permiso para ver a su hijo el fin de semana nada más porque el resto su hijo vive con la mamá. Usted solamente lo va a ver el fin de semana. Usted se preocupa por los tenis que quiere, y él le dice: Tata quiero unos que valen 180 dólares. Usted le dice: No te preocupes, hijo, aquí estoy yo para comprarlos. Padre, te sentaste con tu hijo y le hablaste de la fe? Le hablaste acerca de su relación con Jesús? Le llevaste la biblia y la abriste y le mostraste un versículo de la Palabra? Porque escuchen esto: Con todo y esos tenis de 180 dólares, se va a condenar eternamente en el infierno, mis queridos y amados hermanos.
Se lo he venido diciendo por tanto tiempo. Mira, ponga el horno cuando llegue a su casa, en su máxima fuerza. Yo pensé traer un horno, y ponerlo en su máxima fuerza, y decirle: Hermano, el infierno es peor que esto. El problema es que mucha gente dice: Pastor, hay tantos temas de qué hablar, porque habla del infierno? Y por que le da miedo? Por que se pone así? Esto es tan real. Esto es delicadisimo, hermano.
Yo le decía a mi hija ahora: Hija, vamos a la iglesia. “No”, dijo. Le dije: Cristo va a venir ahora, qué va a pasar? “Llego en la noche”, me dijo. Esto no es ningún juego.
Cuando hay resistencia al Evangelio, cuando hay oposición al Evangelio, cuando usted habla con su hijo, con su hija, y su hijo, su hija le dice: Papá, hazme un favor, no me vuelvas a hablar de esto, o ya no te quiero ver, usted ya no tiene la culpa. Usted ha estado insistiendo, pero hay resistencia.
Pero, el problema es cuando no se habla al respecto, cuando usted jamás en la vida le ha preguntado a su hijo: Cómo está tu relación con Dios? O le la dicho a su hijo que quiere que venga a la iglesia con usted. De igual manera, su mamá, su hermano, su amigo.
Ni mi carrera, ni mis carros, ni mi casa, ni mis hijos, ni mi familia valen más que la fe, de acuerdo a este texto que acabamos de leer. Lo más importante que tenemos es la fe, y es lo que menos cuidamos.
Los descuidos básicos de los cristianos de no asistir a la iglesia, dejar de estudiar la Biblia, no leer la Palabra de Dios, son porque estamos ocupados en nuestras propias cosas.
Es que es mi trabajo, es que no me queda tiempo, es que tuve que arreglar un mueble, es que tuve que arreglar el carro, es que tengo la defensa caída, es que tengo esto o lo otro. Y entonces, qué hace con esto? Ya que está diciendo aquí que es lo más valioso, que es lo más importante. No es entonces su cuenta en el banco, no es su trabajo. No es pintar, no es ninguna otra cosa. Ah, pero usted es evangélico! Pastor, pero es que tenemos que comer. Si, eso ya lo sabemos que tenemos que comer; por eso es que hay promesas de Dios.
Es por eso que el Señor dice: Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y sabes qué? las demás cosas yo te las voy a añadir, yo voy a poner personas delante de ti cuando tú me seas fiel, cuando tú me ames, cuando tú me sirvas. Yo voy a poner personas delante de ti que te bendigan y te multipliquen lo que tú tienes.
Pero como tú insistes en hacerlo tú solo, como tú insistes en meterles todas las ganas tú mismo. Yo escucho personas hablar, y algunas veces les escucho hablar por diez, quince, veinte, media hora, y yo me pregunto: En todo este tiempo que esta persona ha dicho voy a hacer aquí y voy a hacer allá, y esto y lo otro, dónde está Dios? Esto es tan importante, iglesia! Eso es tan importante como hoy mismo ir a buscar a nuestros hijos… muchachitos que te dicen: yo no quiero ir la iglesia porque no entiendo, no le haga caso. Pregúntele si quieren fríjoles, a ver si no lo entienden.. Tráigalo..
Las clases con los jóvenes;las dan en Inglés También en la escuela dominical al que no entiende se le enseña el Evangelio en inglés .
Hermano es mi responsabilidad y suya también salvar no sólo esta generación que tenemos enfrente de nosotros sino la futura generación.. Esos niños que están allá son nuestra responsabilidad, porque todos somos parte del reino. Tenemos que ir pensando en cómo mejorar la escuela dominical, Viene una nueva generación, todos esos niños, las mujeres embarazadas forman una nueva generación de canadienses.
Yo les conté a ustedes, que , estuve en Abbotsford, hace 25 años predicando en una reunión, que me invitaron unos ex misioneros. No se me olvida nunca, vi cabecitas blancas.. parecía una reunión de la quinta generación. porque todos ellos eran hijos de los que habían estado predicando en tantas partes del mundo .
Revise en youtube, en , internet , en google que Canadá ha sido unos de los países en mandar misioneros al mundo, en los años pasados. Canadá fue una fuerza misionera y cuando yo escuché a esos ancianos, dar ese testimonio. , yo no entendía. nada.. En ese momento, uno de los misioneros dijo:Una de las tristezas más grandes con las que luchamos todos los días, es que nuestros hijos, cuando regresamos del campo misionero, no quieren ir más a una iglesia, porque ahora hay una desconexión con la misma.
Algunos de nuestros hijos no están aquí y nosotros vivimos tan campantes como si no pasara nada .
El infierno es tan real. Nos preocupa que ellos tengan camisas;nos preocupa que tengan zapatos pero nos olvidamos de la riqueza más grande que es la fe.. Y como padres que somos, sacerdotes del hogar.. la Biblia nos responsabiliza a nosotros de ésto. ¿Por qué es tan importante la fe, hermano? Porque sin la fe no somos justificados, dice la Biblia justificados por la fe que tenemos para con Dios.
La justificación del hombre viene por la fe, por la fe somos salvos. Por gracia sois salvos, sin fe es imposible agradar a Dios.
¿Te das cuenta por qué la fe es más valiosa que el oro? Por fe son perdonados nuestros pecados. Por la fe sabemos que Cristo vive en nuestro corazón. Por la fe creemos que al morir estaremos con él. La fe es más valiosa que el oro, la Biblia dice que nuestra fe será probada.
Quiero que echen un vistazo, por favor al versículo 1 Pedro 1:6 “En lo cual vosotros os alegráis, aunque por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que (pongan atención a eso) ser afligidos (¿de qué manera?) en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en tres cosas:alabanza, gloria y honra.
Escucha ésto lo que Dios está diciendo aquí es lo siguiente:que cuando a uno le viene una prueba. no se sorprenda hermano. Usted tiene que decir: “ah ya sabía” , eso es lo que tenemos que decir los creyentes; porque dice la Palabra no os sorprendáis. , cuando le viene una prueba no se sorprenda hermano; porque la Biblia dice van a venir pruebas, porque con la prueba de su fe, es como Dios se da cuenta si verdaderamente hemos confiado en él..
Déjame parafrasear esta porción de la Escritura. ¿Qué espera encontrar Dios en nosotros? Después de la prueba. Dios espera encontrar alabanza, Dios espera encontrar gloria y honra, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando se ha manifestado nuestro Señor Jesucristo en alabanza.
Escucha ésto: entonces cuando te venga la prueba lo que quiere encontrar Dios en usted, es alabanza.
¿Cómo hizo Job cuando le encontró la prueba? Alabanza. Ahora escucha, las pruebas vienen de diferentes formas y de diferentes maneras.
Las pruebas pueden presentarse a usted con una enfermedad, desempleo, conflictos matrimoniales, problemas financieros, duda, desánimo, luchas personales.
Y no todas las pruebas duran lo mismo. Unas son cortas, otras duran para toda la vida como el matrimonio y al igual que las tormentas también vienen con diversos grados de intensidad. Pero Dios dice cuando te venga la prueba, yo quiero encontrar en ti alabanza. Lo llama su médico y le dice que lamenta comunicarle que tiene una enfermedad difícil y que va a comenzar a tratar esa enfermedad. ¿Que quiere escuchar Dios de sus labios? Alabanza. ¡Alabado sea el nombre del Señor!
Dice Dios cuando te venga la prueba , yo quiero encontrar en ti alabanza. Lo llama su médico. lamento decirle que tiene una enfermedad difícil y vamos a comenzar a tratar esa enfermedad. ¿Qué quiere encontrar Dios en nuestros labios? Alabanza. ¡Alabado sea Dios! “Señor, disculpe pero fíjese que ya no lo necesitamos más en el trabajo;así es que agarre sus cositas, ;hasta aquí llegó usted”. ¡Alabado sea Dios! Si usted le dice ésto es capaz que lo emplea otra vez. “Y usted ¿por qué se alegra porque le quito el trabajo?”
Porque la Palabra dice que cuando vengan pruebas quiere encontrar una alabanza. Así que bendito sea Dios “Y mejor me voy porque quiero cantar una canción allá afuera”, dígale. Alabanza.
Yo sé que te van a venir pruebas que te va a hacer llorar. Pero Dios quiere encontrar alabanza. Es por eso que en el Antiguo Testamento la gente rasgaba su ropa, se sentaba sobre cenizas, porque era una manera de decirle: “no me gusta lo que está pasando pero lo acepto. , porque tú eres Dios y tú eres soberano”.
Alabanza , eso quiere encontrar en nuestros labios, cuando venga la prueba, cuando venga la dificultad. Además, gloria.
Hermano, mira, las cosas en la vida, no siempre salen como nosotros queremos que salgan. Unas veces Dios te va a librar de la prueba y otras te va dejar ahí para enseñarte una lección. Muchos siervos de Dios murieron decapitados, azotados, torturados, otros crucificados, no sólo Jesús murió crucificado, otros murieron de esa manera.
Hay muchos creyentes que están resentidos con Dios. ¿Y quién cree que es usted para resentirse con Dios?¡Por amor de Dios!
Otros tienen el concepto de que Dios es Santa Claus. Hermano, cuando usted le oiga a un pastor decir “pídale a Dios lo que quiera y Dios se lo va a dar”; ese pastor le está diciendo una mentira. No es cierto. Unas veces Dios lo libra, otras veces no. Unas veces Dios te da, otras veces te dice “espérate”. Unas veces usted le pide a Dios salud, él dice “no, es tiempo que te mueras”. Pero no quieres morir todavía ¿y entonces pues?, él es Dios. pero en cualquier situación él quiere encontrar la Gloria.
A Dios sea la gloria, a Dios sea la honra, a Dios sea la gloria. Es más fácil hermano, si uno está preparado para cualquier cosa.
Ponga su casa en orden, ponga sus cosas en orden, por cualquier cosa. Si venga lo que venga en nombre de él sea la gloria. , si venga lo que venga en nombre del Señor sea la gloria.
La preocupación de haber hecho las cosas bien, la preocupación de haber agradecido a Dios, la preocupación de haber hecho las cosas como Dios quería que las hiciéramos. Dios quiere encontrar honra, alabanza y gloria. Honra. Aprenda a servir al Señor aún con ese aguijón que tiene en la carne.
Segunda de Corintios 12:7 dice:” Y :para que la grandeza de las revelaciones, no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. ” Todos tenemos un aguijón; siga sirviendo a Dios, aún con ese aguijón que tiene, aún con esa enfermedad que tiene..
Miren hay una hermanita tan linda, yo les he contado a ustedes antes, Hermana de nuestra hermana María Isabel Acevedo. , ella pasó a la presencia del Señor, la hermana de ella es una servidora Del Tabernáculo Central en San Salvador. Los sobrinos me dijeron: “Pastor mi tía tiene un cáncer, por favor ayúdeme a orar por ella”. Muy linda la hermana, se parecían mucho las dos. Voy al Salvador y la encuentro a la hermana con el uniforme de las servidoras con una manta en la cabeza;la vi bien. Y le digo:hermana, me dijeron sus sobrinos que usted tenía cáncer, Y me dijo: “tengo, pastor, tengo cáncer. Pero yo le he dicho a mi Señor, que yo le voy a servir hasta el día que me muera y si quiere que aquí caiga en medio del culto, pues que me recojan y me lleven para atrás:pero yo le voy a servir a mi Señor. Yo siento energía. Durante la semana me cuido para tener energía el día domingo y venir a servir a Dios”.
Eso fue quizás hace unos siete u ocho años. La hermana sigue hoy en el mismo lugar y ya no tiene su mantelito que tenía en la cabeza. Hoy tiene su propio pelo y sigue sirviendo al Señor. Después de todos estos años, dijo la hermana: “yo voy a estar aquí con mi aguijón sirviendo a Dios”.
Porque Dios quiere que cuando te venga la prueba, él quiere encontrar alabanza, quiere encontrar gloria a él, eso es lo que quiere encontrar honra.
Hermanos, la importancia de nuestra fe es que venga lo que venga, pase lo que pase, suceda lo que suceda, siga con su fe viva delante del Señor. Porque te digo, el diablo se propone hacernos la vida “palitos”;muchas veces te viene una situación y te viene otra y te viene un problema y te viene otro y el diablo quiere desbalancear tu vida cristiana; porque tenemos un enemigo. Dice la Palabra que nuestra lucha no es contra carne y sangre, tenemos un enemigo todos los días de nuestra vida.
Me estaban comentando unos hermanos , que habían encontrado hace poco a una familia, que cuando recién llegaron a Canadá , vinieron a la iglesia y les preguntaron qué había pa- sado, que no los habíamos visto, que se han hecho. Y contestaron que la iglesia muy bonita, muy linda la gente, pero nosotros hemos venido a Canadá a trabajar. Ese es el valor que le damos a las cosas. Dios los trae para acá. , tienen la oportunidad de conocerlo. de conocer más del Evangelio, de encontrarse con Cristo pero la gente valora más otras cosas. A usted le pueden ofrecer un mejor trabajo en otro lugar, en otra provincia, en otra ciudad, pero el precio que va a pagar será elevado.
Yo conozco gente que se ha ido a otra parte del mundo porque le van a pagar más, cuando le pregunto en qué iglesia se van a congregar, dicen que no saben, si hay iglesia en ese lugar.
Amados, la Biblia dice no os sorprendáis del fuego de prueba, nunca podrá medir la firmeza de tu fe, a menos que haya pasado por la prueba. En una oportunidad, el Señor Jesucristo le dijo a Pedro: Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como el trigo.
¿Se acuerda usted cómo se zarandeaba el trigo antes para sacar lo sucio del trigo? Pero yo he rogado por ti para que tu fe no te falte.. Se da cuenta de la importancia de la oración, de orar unos por otros. Yo he orado hermano, yo he orado para que tu fe no te falte, cuando te venga la prueba Es que estas cosas no deberían sorprendernos, por eso le pedimos a los pastores, a la congregación que oren por nosotros.
Alguien me preguntó , por internet hace unos días, un pastor, que por cierto hablé con él que si alguna vez le han dado ganas de dejar el ministerio, … y yo le puse No….. quinientas veces. En serio, se lo digo quinientas veces: desánimo, frustración, lo que se le ocurra. Y a veces como nos ponemos meros tontos ¿verdad?… que la gente no aprecia, que la gente piensa que es una obligación, que Dios los pone a uno y piensa que somos empleados, gente que jamás aprecia por tantos y tantos años, que se les pueda servir, se les pueda alimentar, que tenemos la obligación de estar aquí.
La obligación sí la tenemos con Dios verdaderamente. Bueno, pasamos por ese montón de cosas, de desánimo, de frustración, de esto, del otro. Pero cuando voy a la Palabra y te das cuenta que nuestra fe es mucho más valiosa que el oro, no te queda más que seguir alabando el nombre del Señor, que encuentre alabanza, honra y gloria. “Pastor ¿qué pasa si cometo un error?”
El que cae se levanta .. Y lo decía la semana pasada, hay personas que la regaron en su vida. Pero yo le dije a un hermano chaparrito, su peor error no fue haber dejado a su señora, su peor error fue haberse alejado de Dios.
Es por eso que en esta tarde, yo quise hablar acerca de este valor, porque estoy hablando de lecciones de vida, la fe es la más importante. Y escucha hermana, hermana , hermanita linda van a haber momentos donde usted, se va a ver confrontada entre su marido o su fe, es una de las decisiones más difíciles. Por eso en esta tarde cuando hablemos acerca de los siete tipos de personas, con las cuales usted no se debe casar, se va a ver confrontada. ¿Qué hace una mujercita cuando su marido le dice en la mañana: “yo no quiero ir, ve tú”? ¿Qué hace esa mujer? ¿Y qué hace su esposo cuando su mujer, es de esas mujeres que tiene carácter firme, y le dice “yo no voy a la iglesia, ahí son un atajo de hipócritas los que van”? Y el marido le dice a la mujer: “ah, bueno, pues entonces te quedas tú y yo si me voy”. “Sí, porque tú también eres hipócrita”, responde ella.
Así como le dije, porque hay algunas de ellas que hay que hablar de “lejito” porque sino le quiebran un plato en la cabeza. Algunas no parecen ¿verdad? Del agua mansa líbreme Dios, decía mi abuela.
¿Cómo nos confrontamos con esta situación? Una vez una pareja, el hombre cometió un error, le fue infiel a su esposa. Ellos asistían a una iglesia en California y por esa infidelidad dejaron de ir a la iglesia. El hombre se arrepintió delante del Señor, se supone que la señora hizo lo mismo también. Él buscó un pastor. Después que se había recuperado y hablado con un pastor, le dijo “ayúdeme, pasó esto, pasó en mi vida;yo estoy acostumbrado a servir a Dios, asistir a la casa de Dios pero me siento mal, me siento que me falta el aire”. Y el pastor lo agarró por diez meses estudiando la Palabra. Él estaba muy agradecido con este pastor americano. Le dijo al pastor: “cuando usted me diga que ya es tiempo de servir me avisa”.
Pasaron diez meses y el pastor le dijo el hermano: “usted está listo ya para servir.” Se fue a su casa y le contó a su esposa: “el pastor me dijo que ya puedo servir”. La señora se resintió con Dios por la infidelidad de su marido, en estos diez meses no fue nunca a la iglesia. El marido me dice “¿qué hago?” Le dije, si tu esposa no quiere ir a la iglesia, que no vaya, no te vas a quedar para complacer a esa señora, no vale la pena, porque es menester obedecer a Dios antes que a los hombres.
La señora se ha resentido con Dios y ahora es peor porque si él va a la iglesia , ella le dice: a buscar viejas vas. El le contesta: “voy a la iglesia y me llevo a mis hijos”. Ella lo desestabiliza cuando le dice estas cosas y le dice a la esposa: “Bueno si tú crees que voy a buscar ¿por qué tú no vienes conmigo y te das cuenta de que las cosas no son así?”
Hay situaciones que tenemos que enfrentar en la vida, que son complicadas, ¿y que hacemos, o seguimos con la nuestra o qué? Recuerda esto el resto de tus días, la fe del creyente no es negociable, mi hermano, con nada ni con nadie. La fe es el valor más grande que todos tenemos ;lo más grande que Dios nos ha dado porque es un don de Dios. Cuidemos, cuidemosla bajo cualquier circunstancia. Cuando venga el fuego de prueba, agáchese y espérese que pase la tormenta. Cuando viene el tifón, como dicen en mi rancho, usted saque la cabeza y si todavía hay viento vuelve a esconderla.
El Evangelio y Dios es lo mejor que nos pudo haber pasado en la vida.
Incline su rostro, vamos a orar.
Padre te damos gracias por tu Palabra en este día. Te alabamos, te bendecimos y te honramos porque para siempre es tu misericordia. Señor ayúdanos, queremos estar firmes. Ayúdanos a crecer en nuestra fe. Algunos hemos cuidado más nuestro trabajo, que nuestra fe. Hemos cuidado más nuestro ahorros que nuestra fe. Nuestro carro, nuestra casa nuestros bienes má que nuestra fe. Cuando esta Palabra bendita dice que esta fe es más preciosa que el oro, es el valor más grande que podamos tener en medio de las pruebas y las circunstancias de la vida. Ayúdanos a permanecer firmes y permanecer fieles a ti, Señor.
Mientras todos oramos en esta hora, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, esta es una oportunidad para que usted le abra su corazón a Jesús y lo reciba como su Señor y Salvador personal… Mientras todos oramos si usted nunca ha recibido a Cristo pero quisiera hacerlo, yo le invito , ahí donde está, para que se ponga en pie o levante su mano. Alguna persona que dice pastor yo siento la necesidad de Dios en mi vida, en este momento yo necesito tener un encuentro con Dios, ayúdeme. Venga a Jesús a entregarle su vida a Cristo.
No hablamos de cambiar de religión, no hablamos de cambiar de Iglesia, estamos hablando de conocer a Dios de una manera personal, venga a los pies de Cristo, levante su mano, hay consejeros que están alrededor del templo que le van a ayudar a hacer una oración, donde usted le pide perdón a Dios por sus pecados, le dice a Dios que se arrepiente de sus maldades y que quiere comenzar una vida nueva con el Señor. Mientras todos oramos, usted que nunca antes ha recibido a Cristo, usted que nos mira por internet también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe, dígale al Señor: “en este día te pido perdón por mis faltas, te pido perdón por mis mis pecados y te invito a venir a mi corazón, a venir a mi alma gracias por lo que hiciste en la cruz, gracias por tu muerte, gracias por el perdón de mis pecados”. Si usted hizo esta oración, queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su bendita Palabra. Señor gracias por tu Palabra despídenos con tu paz y con tu bendición en el nombre de Jesús. Amén.