Los nunca de Dios (Parte Il)
Enero 08, 2023 – 6:00PM | Proverbios 3:28 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
- Nunca sea insensible a la necesidad de su prójimo.
Proverbios 3: 28 (NVI): Nunca digas a tu prójimo: Vuelve más tarde; te ayudaré mañana, si hoy tienes con qué ayudarlo. Nunca haga eso, lo dice la escritura, yo quisiera acompañar este versículo con un versículo más de la palabra.
Proverbios 3:3 (RV-60): Nunca se aparten de ti dos cosas la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón.
Proverbios 3:3 (NVI): Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Está hablando como si fuera un collar que tiene la persona, y en ese collar usted tiene misericordia, verdad, misericordia, verdad, misericordia y verdad.
Volviendo a Proverbios 3: 28, yo viví situaciones como esta hace muchísimos años. Yo no era creyente, y me molestaba mucho la insensibilidad con otras personas. Por ejemplo, había personas que debían pagar el salario a sus trabajadores (que eran jóvenes) y les decían: “hoy no, mañana temprano”. Los jóvenes llegaban temprano al otro día para recoger su sueldo y estas personas (los señores) como estaban desayunando les decían: “ahora no, que vengan más tarde”. No hay que retenerle el salario a nadie, jamás de la vida. Eso no se hace, Dios nos está diciendo en este pasaje que no podemos ser insensibles. Y de eso se trata, nunca sea Insensible a la necesidad de su prójimo. Luego nos habla de la palabra verdad, ¿por qué pone la palabra verdad? Porque si usted le dice: hoy no, mañana sí; esa es una manera de mentirle. No le mienta, hable con la verdad. Esto es una situación delicada.
Déjeme decirle algo, cuando se trata de tener misericordia de la gente, cuando se trata de ayudar a las personas, siempre vamos a atravesar un riesgo. Nosotros como iglesia hemos atravesado por situaciones increíbles. En una oportunidad vinieron personas, a nosotros, con necesidad de un lugarcito para dormir. Nosotros les pedimos a familias de la iglesia que por favor nos ayudaran, fueron a casa de una familia de la iglesia. El siguiente día cuando se levantaron los hermanos, de la iglesia, ya se habían ido las personas y se habían llevado todo lo de la casa. Les llevaron un montón de cuestiones electrónicas y todo lo que pudieron llevarse. Sin embargo, esta familia de la iglesia, a la que le pasó esto, a la vuelta de un tiempo cuando se presentó otra vez la necesidad y ellos dijeron: “No hay problemas pastor, cuente con nosotros”. Nosotros como cristianos no podemos decir: ¡Ah no! Yo no le ayudo a la gente, porque después quedan mal. Siempre habrá un riesgo, y hay que correr el riesgo; porque lo estamos haciendo en el nombre del Señor.
Hay una línea bien fina entre una necesidad real y la gente aprovechada. ¿Entiendo lo que digo verdad? Hay personas que andan buscando gente que ni conocen para aprovecharse de ellos. Todos pasamos por situaciones difíciles; pero la palabra dice claramente: Proverbios 3: 28: Nunca digas a tu prójimo: Vuelve más tarde; te ayudaré mañana, si hoy tienes con qué ayudarlo.
Siempre debemos hablar con la verdad y tener misericordia de la gente necesitada. La Biblia dice: al que te pida dale, eso dice la palabra. No le mintamos a la gente, cuando una iglesia crece en conocimiento, cuando una iglesia crece en sabiduría, todos conocemos cómo son las cosas y cómo debemos comportarnos delante de otras personas. Recuerde, no sea insensible.
- Nunca se rinda.
Deuteronomio 31:8 (NVI): El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.
Hermanos, Dios nunca se rinde. En este año 2023 el lema de todos los Tabernáculos en el mundo es: “No te rindas.”
Muchas veces la vida es difícil y todos tenemos dificultades de acuerdo a las circunstancias, al mundo en el que vivimos, a la situación en la que nos movemos y el desánimo llega a la vida, a todos los niveles. ¿Cuántas veces queremos tirar la toalla? ¿Cuántas veces nos frustramos y nos amargamos? Cuando uno atraviesa por amargura, usualmente se desanima y quiere tirar la toalla. Cuando no vemos resultados queremos tirar la toalla, cuando vemos que somos impotentes ante determinadas circunstancias de la vida, queremos tirar la toalla, nos queremos rendir.
En la Biblia encontramos a grandes hombres de Dios que se desanimaron. El caso de Elías, que se desanimó. Moisés quería tirar la toalla, en fin, somos seres humanos ¿verdad? Y podemos llegar a desanimarnos.
Una persona se rinde, cuando un día cometió un error, y nunca tomó la decisión de levantarse. Yo creo que Dios es un Dios de oportunidades. Yo creo que errores, los hemos cometido todos en algún momento de la vida. Yo creo que si hay un matrimonio que se está desmoronando hay que tratar de salvarlo; lo aprendí hace mucho tiempo. Aprendí que del que se está ahogando, hay que salvar aunque sea el sombrero; pero algo hay que salvar. El Señor está diciendo que Él va delante de ti, Él estará contigo, nunca te dejará. Cometemos errores pero el Señor está ahí, Dios no desecha a sus hijos, acuérdate que Él es un Padre. Nosotros queremos ver que nuestros hijos se levanten y sigan caminando.
Una persona se rinde cuando se cansa de luchar. Una persona se rinde cuando las cosas no salen como esperaba que salieran. Una persona se rinde cuando no ve la luz al final del túnel. Una persona se rinde cuando ha caído y ha fallado. Dios dice: ¡Sean fuertes y valientes, no temas ni te desanimes, yo nunca los voy a dejar.
Hermano si usted está pensando en tirar la toalla, no lo haga hombre. Busque ayuda. Usted no es un fracaso, de ninguna manera; simple y sencillamente pasó por una situación, por un evento en su vida. No podemos ser un fracaso los cristianos porque, la Biblia dice que Dios nos lleva de triunfo en triunfo. Pasamos por situaciones pero, ¿quién no pasa por situaciones? ¿Quién no? Así es que, levántese, pídale Perdón al Señor, apártese. (Proverbios 28:13) El que encubre sus pecados no prosperará, Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. ¡Póngase a cuentas con Dios! Eso es lo más importante: “Póngase a cuenta con Dios.” A medida que va pasando el tiempo, Dios se va a encargar de poner las cosas en su lugar, así es que, nunca se rinda.
- Nunca me acordaré de tus pecados.
Hebreos 8:12 (RV-60) Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades (maldades). Esta es una promesa hermano.
A nosotros, los seres humanos, se nos hace extremadamente difícil olvidar los errores de la gente. En el matrimonio, las esposas, aunque lleguen a edades seniles, se acuerdan de todo. A una esposa no le puede fallar su marido porque no se le va olvidar jamás.
Pero hay una cosa curiosa, nosotros nos recordamos de los males que hacen otras personas; pero fíjate, que si son nuestros hijos tratamos de cubrirlos. Esa es la única forma de entender este versículo, cuando Dios dice: “Nunca más me acordaré de tus pecados.” Es que Dios es un Padre, ¿usted no va a andar hablando con la gente de las cosas que hizo su hijo? Esto es importantísimo, es el Señor el que te está diciendo: “Nunca me acordaré de tus pecados.”
Fíjate que en el ser humano, por naturaleza, nosotros nos acordamos de los errores de la gente por un lado y luego hay algo con lo que batallamos siempre, que se llama: “La culpa.” Usted puede entender que Dios ya lo perdonó, pero la culpa no se le quita. A tal grado, que si usted le confiesa a Dios un pecado, y se lo confiesa con todo el corazón, con toda el alma. Dios le perdona ese pecado ¿sí o no? La culpa le queda ahí y es lo que lo hace sentir de esa manera. Dios en su infinita misericordia, no se acordará nunca más de esas cosas, nunca se acordará de nuestros pecados y esto es un alivio en realidad.
- Nunca apartaré de ti, mi misericordia.
Lamentaciones 3: 22 (RV-60)) Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
La Biblia dice que las misericordias de Jehová son nuevas cada día. Contrario a la justicia, la misericordia es la compasión de Dios. Porque mira ¿qué es lo que nosotros merecemos? Ser consumidos, son tantos errores, tantos pecados. La Biblia dice que la única manera por la cual no hemos sido consumidos es por la misericordia de Dios.
Hay una mujer que va donde está el rey y le dice: “He venido a pedir misericordia por mi hijo.” Y el rey le dijo: “Su hijo ha cometido un grave error y la ley dice…” La mujer le interrumpió y le dijo: “Sí señor, yo sé lo que dice la justicia, sé lo que le corresponde, pero lo que yo pido es misericordia.” Es que misericordia es compasión.
Uno de los aspectos bíblicos de la escritura, cuando dice que Dios nos escogió, que Dios nos predestinó, que Dios nos apartó desde antes de la fundación del mundo; eso quiere decir que Dios no guardó, nos cuidó hasta el momento que llegamos a conocerle. ¿Qué tantas cosas pasaron antes hermano? ¿De cuántas cosas nos guardó Dios, por su misericordia? ¿Cuántos no le hemos pedido perdón al Señor por aquellas cosas que hicimos aún antes de conocerlo?
Y esta promesa divina: “Nunca apartaré de ti mi misericordia.” Eso quiere decir misericordia inagotable. Si la vas a necesitar mañana, ahí va a estar la misericordia del Señor. Si la vas a necesitar el próximo año, ahí va a estar la misericordia del Señor.
A la gente se le acaba la misericordia, se le acaba la gracia; pero a Dios no. Y como lo decíamos ahorita: “te pueden echar de la casa, te pueden echar del trabajo, te pueden quitar lo que tú tienes, pero Dios siempre va a estar ahí. La misericordia de Jehová es nueva cada día.”
La Biblia también dice: Que la misericordia de Jehová es mejor que la vida. ¿Te puedes imaginar la importancia de la misericordia de Dios? Si tuviéramos que ir a juicio, ¿qué cree que nos sucedería? Que Dios nos aplastara. Pero, ¿por qué no hemos sido consumidos? Por la misericordia de Jehová, y esa misericordia es inagotable, siempre está ahí.
- Dios nunca llega tarde.
Juan 11: 39 Dijo Jesús: 39Quitad la piedra. Martha, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. ¿Se acuerda de esta historia, de Lázaro? Cuando mandaron a llamar a Jesús, y el Señor estaba ocupado, se quedó un par de días más donde estaba. Al llegar el Señor dice: ¿Dónde tienen a Lázaro?
Imagínate, yo he escuchado algunos que dicen que Jesús era latino, porque lo mandaron a llamar y llegó cuatro días más tarde. Cualquiera diría que Jesús llegó tarde, no es cierto. Yo le dije la semana pasada: Dios no tiene reloj. Muchos de nosotros quisiéramos mandarle un reloj al Señor, como regalo de navidad, ¿verdad? Nuestro Dios no tiene reloj, pero nunca llega tarde.
Dios nunca llega tarde, y es muy probable que el milagro que usted está esperando no ocurra; pero no porque Dios llegó tarde, sino porque la voluntad de Dios así lo quiso. Esto se conoce como la soberanía de Dios.
Hace poco platicaba con una persona que me dijo: “mis hermanos son creyentes, pero están molestos con Dios.” Déjeme decirle algo hermano: “una persona que se enoja con Dios, no conoce a Dios, no lo conoce.” Ningún ser humano se puede enojar con Dios, no se debería de enojar con Dios. ¿Por qué? Porque Dios es soberano, a Dios no lo mueven nuestras lágrimas, a Dios no lo mueve tu necesidad, a Dios lo mueve la fe. Y aun teniendo fe, hay que esperar en su voluntad.
Como seres humanos tratamos la manera de huir de todo aquello que produce sufrimiento. Nadie quiere sufrir, nadie; huimos de eso, le huimos al sufrimiento y le huimos al proceso de sufrimiento. Curiosa e interesantemente la mayoría de veces Dios se glorifica en ese proceso. Y tiene un plan que usted; a lo mejor no lo entiende porque no hemos sido llamados a entender a Dios, hemos sido llamados a aceptar su voluntad.
El domingo pasado en la noche, yo escuché a varias personas de nuestra congregación dando testimonio, diciendo que son sobrevivientes de cáncer, por la gracia y la misericordia de Dios. Pero no todas las batallas las hemos ganado ¿me explico? Y no se trata de que una persona haya tenido menos fe, y mucho menos que Dios llegó tarde. Dios va a llegar a la hora que Él quiera llegar. Y es más es muy probable que Dios esté ahí, pero la voluntad del Señor sea otra. Entonces cuando hay personas que están enfermas en el hospital, o les han dicho mire usted tiene este problema; yo le digo a la persona: “mire hermano, usted debe tener fe de que Dios lo va a sanar, hasta el último segundo de su vida, pídale a Dios.” Le recomiendo que no le diga que se lo lleve porque por experiencia las personas que le piden a Dios que lo lleven los deja más tiempo aquí.
Así es que, simplemente es la voluntad de Dios. Estamos pidiendo, estamos clamando, estamos rogando por el Señor. Estamos listos para lo que sea Señor, que se haga tu voluntad aquí en la tierra como se hace en el cielo. Que no le quepa duda que Dios siempre llega a tiempo, de que su voluntad se va a hacer, que no le quepa duda.
Por eso en medio de la prueba, en medio de la tristeza, en medio del dolor, lo que hay que hacer es aprender a pedir en ese proceso. ¿Y qué es lo mejor que podemos pedir? Fortaleza, fuerzas. Repito: queremos huir de eso, no queremos pasar por ningún sufrimiento, y Dios nos dice: Es necesario hijo. No le pida a Dios que le quite las cargas, porque le pone más, pídale a Dios que le dé fuerzas para llevarlas, eso es lo mejor: pedirle fuerzas al Señor. Asegúrese de que en medio del proceso, aún con lágrimas, aún con tristeza, usted glorifique el nombre de Dios, exalte el nombre de Dios. (Señor me duele lo que estoy pasando, pero te doy honra y gloria Señor. Yo quisiera estar en esta cama en lugar de mi hijo, pero reconozco que tú eres Dios y por eso te pido que lo levantes. Señor sé que me va a doler el corazón, siento que me voy a morir si algo le pasa a esta criatura; pero quiero que sepas que reconozco tu soberanía, reconozco y acepto tu voluntad. Te exalto y te glorifico Señor, de todo corazón.) ¡Dios mío! Exáltelo, exalte al Señor.
No le reclame a Dios hermano, no. Recuerde y entienda que Dios se glorifica en los procesos, Dios se glorifica en el tiempo del sufrimiento; y mientras más se queja más larga se hace la prueba. Entonces alábelo, glorifique a Dios, exalte su nombre: Tú eres bueno Señor, me duele esto pero tú eres bueno, te doy gracias por lo que has hecho en mi vida. Gracias Señor, gracias de todo corazón, te alabo, te bendigo, te exalto Padre. Hable con Dios y pregúntele: ¿Qué me quieres enseñar en todo esto Señor? Yo estoy aquí, estoy dispuesto a lo que tú digas, a lo que tú quieras Padre.
Dios nunca, nunca, llega tarde a nuestra situación. Si Dios quiere hacer milagro va a hacer el milagro; y si Dios quiere otra cosa, también va a suceder lo que Dios quiera. El creyente ha sido llamado a aceptar su voluntad, simple y sencillamente.
Yo recuerdo haber leído, hace muchísimos años, un artículo de Ruth, creo que se llamaba, la esposa de Billy Graham. Ella menciona, que creció en el ámbito de la iglesia, que tuvo muchos pretendientes, pero que había uno que le encantaba. Se le habían presentado otros pero no, ella quería el otro. Con el que ella quería nunca se dieron las cosas; los padres nunca quisieron. A tal grado se opusieron sus padres que dice que se movieron de un lugar a otro, ella se reveló contra los papás y contra Dios; porque ella estaba enamorada de ese joven. Dice ella, que pasó el tiempo y poco a poco se le fue pasando la rebelión que sentía. Luego conoció a Billy; ella dice ahora: “le doy infinitas gracias a Dios, por no haberme escuchado.” ¿Imagínate? Dios nunca llega tarde, Dios sabe lo que hace. Tenga paciencia, espere en Dios, espere en el Señor. Dios nunca llega tarde Dios.
Estos son los nunca de Dios amados míos, espero que nos puedan bendecir:
- Nunca deje de leer la Biblia
- Nunca se aparte del evangelio de Dios.
- Nunca deje de servir a Dios.
- Nunca te dejaré, dice Dios.
- Nunca te hará falta la provisión.
- Nunca sea insensible a la necesidad de su prójimo.
- Nunca se rinda.
- Nunca me acordaré de tus pecados.
- Nunca apartaré de ti mi misericordia.
- Dios nunca llega tarde.
Demos gracias a Dios:
Padre te damos gracias en esta tarde por tu palabra bendita. Señor, al estudiar estos “Nunca” vemos la importancia que tú mencionas en esta palabra. Que tú eres un Dios de amor, un Dios de compromiso, que lo que tú prometes lo cumples Señor. Este es el sello de nuestra bendición, la seguridad que tenemos de que estas cosas son ciertas, son reales. Estas promesas que hemos estudiado nos indican Señor la veracidad de ellas. No nos dicen que a lo mejor, qué tal vez, que quizás; nos dice nunca te voy a dejar, nunca apartaré de ti mi misericordia. Gracias Señor por amarnos tanto. Gracias por esta palabra maravillosa que nos sustenta, que nos anima. Ayúdanos, especialmente aquellas personas que están atravesando por desánimos en la vida, por problemas de toda índole. Señor bendícenos, guarda nuestros corazones, ayúdanos.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, yo quiero invitarle a recibir a Jesús como el Señor y Salvador de su vida. ¿Hay alguna persona que nunca ha recibido a Cristo? ¿Alguien que tenga necesidad de Dios en esta hora, alguien que necesite al Señor en su corazón, alguien que necesite que oremos por él?
Si usted quiere entregarle su corazón a Jesús, ahí donde está, levante su mano o póngase de pie y déjenos orar por usted. Habrá una persona que se va a acercar a usted para ayudarle a hacer esa oración al Señor: Señor te pido perdón por mis pecados. Te entrego mi vida, te entrego mi corazón. Quiero comenzar una vida nueva en este día. Usted que nos ve o nos escucha por las redes sociales, usted también puede recibir a Cristo como el Señor y Salvador de su vida. Dígale a Dios de esta manera: Señor en este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida. Te doy gracias Señor por lo que hiciste en la cruz del Calvario. En este día te recibo como mi Señor y mi Salvador. Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita palabra.
Señor te damos gracias por habernos permitido estar en tu casa. Ahora pedimos que bendigas nuestra entrada, nuestra salida. Que nos bendigas al acostarnos y a levantarnos. Señor las cosas que vamos a emprender en esta semana que lleven el sello de tu bendición, bendice a tu pueblo Padre Santo; y permite que siempre haya en nuestros labios una palabra de alabanza hacia ti, en el nombre de Jesús amén y amén.
Bueno amados que la paz de Cristo les acompañe, que Dios me los bendiga.
Los nunca de Dios (Parte lI)
Enero 08, 2023 – 6:00PM | Proverbios 3:28 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
- Nunca sea insensible a la necesidad de su prójimo.
Proverbios 3: 28 (NVI): Nunca digas a tu prójimo: Vuelve más tarde; te ayudaré mañana, si hoy tienes con qué ayudarlo. Nunca haga eso, lo dice la escritura, yo quisiera acompañar este versículo con un versículo más de la palabra.
Proverbios 3:3 (RV-60): Nunca se aparten de ti dos cosas la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón.
Proverbios 3:3 (NVI): Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Está hablando como si fuera un collar que tiene la persona, y en ese collar usted tiene misericordia, verdad, misericordia, verdad, misericordia y verdad.
Volviendo a Proverbios 3: 28, yo viví situaciones como esta hace muchísimos años. Yo no era creyente, y me molestaba mucho la insensibilidad con otras personas. Por ejemplo, había personas que debían pagar el salario a sus trabajadores (que eran jóvenes) y les decían: “hoy no, mañana temprano”. Los jóvenes llegaban temprano al otro día para recoger su sueldo y estas personas (los señores) como estaban desayunando les decían: “ahora no, que vengan más tarde”. No hay que retenerle el salario a nadie, jamás de la vida. Eso no se hace, Dios nos está diciendo en este pasaje que no podemos ser insensibles. Y de eso se trata, nunca sea Insensible a la necesidad de su prójimo. Luego nos habla de la palabra verdad, ¿por qué pone la palabra verdad? Porque si usted le dice: hoy no, mañana sí; esa es una manera de mentirle. No le mienta, hable con la verdad. Esto es una situación delicada.
Déjeme decirle algo, cuando se trata de tener misericordia de la gente, cuando se trata de ayudar a las personas, siempre vamos a atravesar un riesgo. Nosotros como iglesia hemos atravesado por situaciones increíbles. En una oportunidad vinieron personas, a nosotros, con necesidad de un lugarcito para dormir. Nosotros les pedimos a familias de la iglesia que por favor nos ayudaran, fueron a casa de una familia de la iglesia. El siguiente día cuando se levantaron los hermanos, de la iglesia, ya se habían ido las personas y se habían llevado todo lo de la casa. Les llevaron un montón de cuestiones electrónicas y todo lo que pudieron llevarse. Sin embargo, esta familia de la iglesia, a la que le pasó esto, a la vuelta de un tiempo cuando se presentó otra vez la necesidad y ellos dijeron: “No hay problemas pastor, cuente con nosotros”. Nosotros como cristianos no podemos decir: ¡Ah no! Yo no le ayudo a la gente, porque después quedan mal. Siempre habrá un riesgo, y hay que correr el riesgo; porque lo estamos haciendo en el nombre del Señor.
Hay una línea bien fina entre una necesidad real y la gente aprovechada. ¿Entiendo lo que digo verdad? Hay personas que andan buscando gente que ni conocen para aprovecharse de ellos. Todos pasamos por situaciones difíciles; pero la palabra dice claramente: Proverbios 3: 28: Nunca digas a tu prójimo: Vuelve más tarde; te ayudaré mañana, si hoy tienes con qué ayudarlo.
Siempre debemos hablar con la verdad y tener misericordia de la gente necesitada. La Biblia dice: al que te pida dale, eso dice la palabra. No le mintamos a la gente, cuando una iglesia crece en conocimiento, cuando una iglesia crece en sabiduría, todos conocemos cómo son las cosas y cómo debemos comportarnos delante de otras personas. Recuerde, no sea insensible.
- Nunca se rinda.
Deuteronomio 31:8 (NVI): El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.
Hermanos, Dios nunca se rinde. En este año 2023 el lema de todos los Tabernáculos en el mundo es: “No te rindas.”
Muchas veces la vida es difícil y todos tenemos dificultades de acuerdo a las circunstancias, al mundo en el que vivimos, a la situación en la que nos movemos y el desánimo llega a la vida, a todos los niveles. ¿Cuántas veces queremos tirar la toalla? ¿Cuántas veces nos frustramos y nos amargamos? Cuando uno atraviesa por amargura, usualmente se desanima y quiere tirar la toalla. Cuando no vemos resultados queremos tirar la toalla, cuando vemos que somos impotentes ante determinadas circunstancias de la vida, queremos tirar la toalla, nos queremos rendir.
En la Biblia encontramos a grandes hombres de Dios que se desanimaron. El caso de Elías, que se desanimó. Moisés quería tirar la toalla, en fin, somos seres humanos ¿verdad? Y podemos llegar a desanimarnos.
Una persona se rinde, cuando un día cometió un error, y nunca tomó la decisión de levantarse. Yo creo que Dios es un Dios de oportunidades. Yo creo que errores, los hemos cometido todos en algún momento de la vida. Yo creo que si hay un matrimonio que se está desmoronando hay que tratar de salvarlo; lo aprendí hace mucho tiempo. Aprendí que del que se está ahogando, hay que salvar aunque sea el sombrero; pero algo hay que salvar. El Señor está diciendo que Él va delante de ti, Él estará contigo, nunca te dejará. Cometemos errores pero el Señor está ahí, Dios no desecha a sus hijos, acuérdate que Él es un Padre. Nosotros queremos ver que nuestros hijos se levanten y sigan caminando.
Una persona se rinde cuando se cansa de luchar. Una persona se rinde cuando las cosas no salen como esperaba que salieran. Una persona se rinde cuando no ve la luz al final del túnel. Una persona se rinde cuando ha caído y ha fallado. Dios dice: ¡Sean fuertes y valientes, no temas ni te desanimes, yo nunca los voy a dejar.
Hermano si usted está pensando en tirar la toalla, no lo haga hombre. Busque ayuda. Usted no es un fracaso, de ninguna manera; simple y sencillamente pasó por una situación, por un evento en su vida. No podemos ser un fracaso los cristianos porque, la Biblia dice que Dios nos lleva de triunfo en triunfo. Pasamos por situaciones pero, ¿quién no pasa por situaciones? ¿Quién no? Así es que, levántese, pídale Perdón al Señor, apártese. (Proverbios 28:13) El que encubre sus pecados no prosperará, Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. ¡Póngase a cuentas con Dios! Eso es lo más importante: “Póngase a cuenta con Dios.” A medida que va pasando el tiempo, Dios se va a encargar de poner las cosas en su lugar, así es que, nunca se rinda.
- Nunca me acordaré de tus pecados.
Hebreos 8:12 (RV-60) Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades (maldades). Esta es una promesa hermano.
A nosotros, los seres humanos, se nos hace extremadamente difícil olvidar los errores de la gente. En el matrimonio, las esposas, aunque lleguen a edades seniles, se acuerdan de todo. A una esposa no le puede fallar su marido porque no se le va olvidar jamás.
Pero hay una cosa curiosa, nosotros nos recordamos de los males que hacen otras personas; pero fíjate, que si son nuestros hijos tratamos de cubrirlos. Esa es la única forma de entender este versículo, cuando Dios dice: “Nunca más me acordaré de tus pecados.” Es que Dios es un Padre, ¿usted no va a andar hablando con la gente de las cosas que hizo su hijo? Esto es importantísimo, es el Señor el que te está diciendo: “Nunca me acordaré de tus pecados.”
Fíjate que en el ser humano, por naturaleza, nosotros nos acordamos de los errores de la gente por un lado y luego hay algo con lo que batallamos siempre, que se llama: “La culpa.” Usted puede entender que Dios ya lo perdonó, pero la culpa no se le quita. A tal grado, que si usted le confiesa a Dios un pecado, y se lo confiesa con todo el corazón, con toda el alma. Dios le perdona ese pecado ¿sí o no? La culpa le queda ahí y es lo que lo hace sentir de esa manera. Dios en su infinita misericordia, no se acordará nunca más de esas cosas, nunca se acordará de nuestros pecados y esto es un alivio en realidad.
- Nunca apartaré de ti, mi misericordia.
Lamentaciones 3: 22 (RV-60)) Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
La Biblia dice que las misericordias de Jehová son nuevas cada día. Contrario a la justicia, la misericordia es la compasión de Dios. Porque mira ¿qué es lo que nosotros merecemos? Ser consumidos, son tantos errores, tantos pecados. La Biblia dice que la única manera por la cual no hemos sido consumidos es por la misericordia de Dios.
Hay una mujer que va donde está el rey y le dice: “He venido a pedir misericordia por mi hijo.” Y el rey le dijo: “Su hijo ha cometido un grave error y la ley dice…” La mujer le interrumpió y le dijo: “Sí señor, yo sé lo que dice la justicia, sé lo que le corresponde, pero lo que yo pido es misericordia.” Es que misericordia es compasión.
Uno de los aspectos bíblicos de la escritura, cuando dice que Dios nos escogió, que Dios nos predestinó, que Dios nos apartó desde antes de la fundación del mundo; eso quiere decir que Dios no guardó, nos cuidó hasta el momento que llegamos a conocerle. ¿Qué tantas cosas pasaron antes hermano? ¿De cuántas cosas nos guardó Dios, por su misericordia? ¿Cuántos no le hemos pedido perdón al Señor por aquellas cosas que hicimos aún antes de conocerlo?
Y esta promesa divina: “Nunca apartaré de ti mi misericordia.” Eso quiere decir misericordia inagotable. Si la vas a necesitar mañana, ahí va a estar la misericordia del Señor. Si la vas a necesitar el próximo año, ahí va a estar la misericordia del Señor.
A la gente se le acaba la misericordia, se le acaba la gracia; pero a Dios no. Y como lo decíamos ahorita: “te pueden echar de la casa, te pueden echar del trabajo, te pueden quitar lo que tú tienes, pero Dios siempre va a estar ahí. La misericordia de Jehová es nueva cada día.”
La Biblia también dice: Que la misericordia de Jehová es mejor que la vida. ¿Te puedes imaginar la importancia de la misericordia de Dios? Si tuviéramos que ir a juicio, ¿qué cree que nos sucedería? Que Dios nos aplastara. Pero, ¿por qué no hemos sido consumidos? Por la misericordia de Jehová, y esa misericordia es inagotable, siempre está ahí.
- Dios nunca llega tarde.
Juan 11: 39 Dijo Jesús: 39Quitad la piedra. Martha, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. ¿Se acuerda de esta historia, de Lázaro? Cuando mandaron a llamar a Jesús, y el Señor estaba ocupado, se quedó un par de días más donde estaba. Al llegar el Señor dice: ¿Dónde tienen a Lázaro?
Imagínate, yo he escuchado algunos que dicen que Jesús era latino, porque lo mandaron a llamar y llegó cuatro días más tarde. Cualquiera diría que Jesús llegó tarde, no es cierto. Yo le dije la semana pasada: Dios no tiene reloj. Muchos de nosotros quisiéramos mandarle un reloj al Señor, como regalo de navidad, ¿verdad? Nuestro Dios no tiene reloj, pero nunca llega tarde.
Dios nunca llega tarde, y es muy probable que el milagro que usted está esperando no ocurra; pero no porque Dios llegó tarde, sino porque la voluntad de Dios así lo quiso. Esto se conoce como la soberanía de Dios.
Hace poco platicaba con una persona que me dijo: “mis hermanos son creyentes, pero están molestos con Dios.” Déjeme decirle algo hermano: “una persona que se enoja con Dios, no conoce a Dios, no lo conoce.” Ningún ser humano se puede enojar con Dios, no se debería de enojar con Dios. ¿Por qué? Porque Dios es soberano, a Dios no lo mueven nuestras lágrimas, a Dios no lo mueve tu necesidad, a Dios lo mueve la fe. Y aun teniendo fe, hay que esperar en su voluntad.
Como seres humanos tratamos la manera de huir de todo aquello que produce sufrimiento. Nadie quiere sufrir, nadie; huimos de eso, le huimos al sufrimiento y le huimos al proceso de sufrimiento. Curiosa e interesantemente la mayoría de veces Dios se glorifica en ese proceso. Y tiene un plan que usted; a lo mejor no lo entiende porque no hemos sido llamados a entender a Dios, hemos sido llamados a aceptar su voluntad.
El domingo pasado en la noche, yo escuché a varias personas de nuestra congregación dando testimonio, diciendo que son sobrevivientes de cáncer, por la gracia y la misericordia de Dios. Pero no todas las batallas las hemos ganado ¿me explico? Y no se trata de que una persona haya tenido menos fe, y mucho menos que Dios llegó tarde. Dios va a llegar a la hora que Él quiera llegar. Y es más es muy probable que Dios esté ahí, pero la voluntad del Señor sea otra. Entonces cuando hay personas que están enfermas en el hospital, o les han dicho mire usted tiene este problema; yo le digo a la persona: “mire hermano, usted debe tener fe de que Dios lo va a sanar, hasta el último segundo de su vida, pídale a Dios.” Le recomiendo que no le diga que se lo lleve porque por experiencia las personas que le piden a Dios que lo lleven los deja más tiempo aquí.
Así es que, simplemente es la voluntad de Dios. Estamos pidiendo, estamos clamando, estamos rogando por el Señor. Estamos listos para lo que sea Señor, que se haga tu voluntad aquí en la tierra como se hace en el cielo. Que no le quepa duda que Dios siempre llega a tiempo, de que su voluntad se va a hacer, que no le quepa duda.
Por eso en medio de la prueba, en medio de la tristeza, en medio del dolor, lo que hay que hacer es aprender a pedir en ese proceso. ¿Y qué es lo mejor que podemos pedir? Fortaleza, fuerzas. Repito: queremos huir de eso, no queremos pasar por ningún sufrimiento, y Dios nos dice: Es necesario hijo. No le pida a Dios que le quite las cargas, porque le pone más, pídale a Dios que le dé fuerzas para llevarlas, eso es lo mejor: pedirle fuerzas al Señor. Asegúrese de que en medio del proceso, aún con lágrimas, aún con tristeza, usted glorifique el nombre de Dios, exalte el nombre de Dios. (Señor me duele lo que estoy pasando, pero te doy honra y gloria Señor. Yo quisiera estar en esta cama en lugar de mi hijo, pero reconozco que tú eres Dios y por eso te pido que lo levantes. Señor sé que me va a doler el corazón, siento que me voy a morir si algo le pasa a esta criatura; pero quiero que sepas que reconozco tu soberanía, reconozco y acepto tu voluntad. Te exalto y te glorifico Señor, de todo corazón.) ¡Dios mío! Exáltelo, exalte al Señor.
No le reclame a Dios hermano, no. Recuerde y entienda que Dios se glorifica en los procesos, Dios se glorifica en el tiempo del sufrimiento; y mientras más se queja más larga se hace la prueba. Entonces alábelo, glorifique a Dios, exalte su nombre: Tú eres bueno Señor, me duele esto pero tú eres bueno, te doy gracias por lo que has hecho en mi vida. Gracias Señor, gracias de todo corazón, te alabo, te bendigo, te exalto Padre. Hable con Dios y pregúntele: ¿Qué me quieres enseñar en todo esto Señor? Yo estoy aquí, estoy dispuesto a lo que tú digas, a lo que tú quieras Padre.
Dios nunca, nunca, llega tarde a nuestra situación. Si Dios quiere hacer milagro va a hacer el milagro; y si Dios quiere otra cosa, también va a suceder lo que Dios quiera. El creyente ha sido llamado a aceptar su voluntad, simple y sencillamente.
Yo recuerdo haber leído, hace muchísimos años, un artículo de Ruth, creo que se llamaba, la esposa de Billy Graham. Ella menciona, que creció en el ámbito de la iglesia, que tuvo muchos pretendientes, pero que había uno que le encantaba. Se le habían presentado otros pero no, ella quería el otro. Con el que ella quería nunca se dieron las cosas; los padres nunca quisieron. A tal grado se opusieron sus padres que dice que se movieron de un lugar a otro, ella se reveló contra los papás y contra Dios; porque ella estaba enamorada de ese joven. Dice ella, que pasó el tiempo y poco a poco se le fue pasando la rebelión que sentía. Luego conoció a Billy; ella dice ahora: “le doy infinitas gracias a Dios, por no haberme escuchado.” ¿Imagínate? Dios nunca llega tarde, Dios sabe lo que hace. Tenga paciencia, espere en Dios, espere en el Señor. Dios nunca llega tarde Dios.
Estos son los nunca de Dios amados míos, espero que nos puedan bendecir:
- Nunca deje de leer la Biblia
- Nunca se aparte del evangelio de Dios.
- Nunca deje de servir a Dios.
- Nunca te dejaré, dice Dios.
- Nunca te hará falta la provisión.
- Nunca sea insensible a la necesidad de su prójimo.
- Nunca se rinda.
- Nunca me acordaré de tus pecados.
- Nunca apartaré de ti mi misericordia.
- Dios nunca llega tarde.
Demos gracias a Dios:
Padre te damos gracias en esta tarde por tu palabra bendita. Señor, al estudiar estos “Nunca” vemos la importancia que tú mencionas en esta palabra. Que tú eres un Dios de amor, un Dios de compromiso, que lo que tú prometes lo cumples Señor. Este es el sello de nuestra bendición, la seguridad que tenemos de que estas cosas son ciertas, son reales. Estas promesas que hemos estudiado nos indican Señor la veracidad de ellas. No nos dicen que a lo mejor, qué tal vez, que quizás; nos dice nunca te voy a dejar, nunca apartaré de ti mi misericordia. Gracias Señor por amarnos tanto. Gracias por esta palabra maravillosa que nos sustenta, que nos anima. Ayúdanos, especialmente aquellas personas que están atravesando por desánimos en la vida, por problemas de toda índole. Señor bendícenos, guarda nuestros corazones, ayúdanos.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, yo quiero invitarle a recibir a Jesús como el Señor y Salvador de su vida. ¿Hay alguna persona que nunca ha recibido a Cristo? ¿Alguien que tenga necesidad de Dios en esta hora, alguien que necesite al Señor en su corazón, alguien que necesite que oremos por él?
Si usted quiere entregarle su corazón a Jesús, ahí donde está, levante su mano o póngase de pie y déjenos orar por usted. Habrá una persona que se va a acercar a usted para ayudarle a hacer esa oración al Señor: Señor te pido perdón por mis pecados. Te entrego mi vida, te entrego mi corazón. Quiero comenzar una vida nueva en este día. Usted que nos ve o nos escucha por las redes sociales, usted también puede recibir a Cristo como el Señor y Salvador de su vida. Dígale a Dios de esta manera: Señor en este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida. Te doy gracias Señor por lo que hiciste en la cruz del Calvario. En este día te recibo como mi Señor y mi Salvador. Si usted hizo esta oración queremos animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su Santa y Bendita palabra.
Señor te damos gracias por habernos permitido estar en tu casa. Ahora pedimos que bendigas nuestra entrada, nuestra salida. Que nos bendigas al acostarnos y a levantarnos. Señor las cosas que vamos a emprender en esta semana que lleven el sello de tu bendición, bendice a tu pueblo Padre Santo; y permite que siempre haya en nuestros labios una palabra de alabanza hacia ti, en el nombre de Jesús amén y amén.
Bueno amados que la paz de Cristo les acompañe, que Dios me los bendiga.