Aprendiendo de Jesus
Marzo 3, 2024 – 2:00 PM | Lucas 6:12-16 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
¿Estamos listos para aprender? En 26 días celebramos la muerte de nuestro Señor Jesús, y en 28 días su resurrección. Así es que, me gustaría, en estos próximos días veremos temas que están relacionados a esa a esa semana que llamamos: la semana mayor, semana santa. Una fecha, obviamente, muy especial.
Hablaremos de una serie de situaciones que tienen que ver con el discipulado y los discípulos de Jesús. En esta oportunidad, el mensaje es: Aprendiendo de Jesús.
Lucas 6: 12-16 (RV-60): 12En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: 14a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, 15Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, 16Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor. ¡Que Dios bendiga esta palabra!
Voy a utilizar de una manera indistinta las palabras: discípulo y discipulado. Siempre he dicho que discipular significa: “transmitir vida”. Yo tengo un aprecio muy especial por lo que es el discipulado, a mí me impactó mucho la persona que me discipuló.
Desde ahora hasta el día de resurrección, estaremos predicando acerca de cosas que me gustaría que pudiéramos guardar en el corazón, entenderlas. El propósito del evangelismo es la salvación, para eso se evangeliza, para que la gente se salve. Muchos ministerios coinciden que el propósito del discipulado es: Ser como Jesús, caminar como Jesús, tener la mente de Jesús, tener la conducta de Jesús, hablar como hablaba Jesús, comportarnos como se comportaba Jesús.
Me gustaría presentarles algo más objetivo, más realista, más obtenible, más alcanzable, más específico, más relevante, más medible. Entonces yo escribí lo siguiente: “El enfoque principal del discipulado es, llegar a ser una persona que tiene la disposición y el compromiso de aprender, crecer, someterse y obedecer la palabra”.
Yo sé que tenemos que ser como Jesús, yo sé que tenemos que llegar a la estatura de Cristo, pero, ¿cuánto tiempo nos va a tardar? Si aún de viejos, vamos a seguir con malos pensamientos, vamos a seguir cometiendo burradas. No quiero que nos desanimemos, pero si quiero que piense en que usted debe tener: la disposición y el compromiso, ¿verdad? Porque de buena voluntad no se construye un reino. ¿De qué cosas hay que tener disposición y compromiso? De aprender, de crecer, de someterse y de obedecer la palabra del Señor.
El mensaje se llama: “Aprendiendo de Jesús”, me gustaría ver algunas cosas que los discípulos aprendieron de Jesús. ¿Qué cosas hizo Jesús que transformó la vida de los discípulos?
- Jesús interrumpe la vida de la gente.
Quiero que pongamos atención a esto porque, obviamente, nos vamos a reflejar en esta palabra. Cuando Jesús escoge a sus discípulos les interrumpió su diario vivir. Cuando Dios pone los ojos en usted, Dios interrumpe su vida.
Noé estaba con su familia cuando Dios le dijo: “Noé, hay mucha maldad en este mundo, levántate quiero que construyas un arca”. Dios interrumpe la vida.
Abraham estaba tranquilo en la casa, y la Biblia dice que Dios se le aparece y le dice: “Quiero que te vayas de tu tierra y de tu parentela a un lugar que te voy a mostrar”.
Moisés. Dios le interrumpió la vida Moisés que estaba apacentando a las ovejas de su suegro. Cuando Dios se le presentó en una zarza ardiendo y le dijo: “Voy a librar a mi pueblo, quiero que visites a faraón”.
Jesús interrumpió la vida de cuatro personas, en un momento.
Mateo 4: 18-22 (RV-60): 18Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 19Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. 21Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. 22Y ellos, dejando al instante la barca a su padre, le siguieron.
¿Qué estaban haciendo? Trabajando, estaban ocupados, todos estaban haciendo alguna cosa. ¿Qué estaba haciendo Mateo cuando Jesús le dijo: sígueme? Trabajando, estaba cobrando impuestos. Esas mujeres que seguían a Jesús por todos lados, que le servían de sus bienes y lo atendían, yo le aseguro que era gente ocupada, gente que tenían cosas que hacer. Jesús interrumpe la vida de la gente.
Interrumpió la mía, siendo yo un chamaquillo tenía determinación y objetivos bien precisos. Desde que era bien chamaco (15 años) las personas con las que yo me llevaba eran mayores que yo; no me gustaban los chamaquillos de mi edad por su manera de pensar. Yo quería, a como diera lugar, salir de la casa donde estaba; yo quería salir de ahí. Yo había visto a un tío que siempre andaba bien vestido, de traje el señor, y un carro bien lindo. Entonces yo me dije: Yo así quiero estar. Un día hablando con ese tío me dijo que era gerente de un banco. Entonces dije: eso quiero ser yo, gerente de un banco. Entonces le dije: Tío, ¿usted cree que me puede ayudar para trabajar en un banco? Sí, me dijo, cuando te gradúes. Cuando me gradué lo fui a buscar y me dijo: “cuando haya una oportunidad”. Pasó el tiempo, me tuve q poner a trabajar. Pasó algún tiempo y me dice el tío: Hay una oportunidad en otro banco, yo conozco el gerente, te voy a recomendar. Me dieron el trabajo, era sacar las cajas de dinero de la bóveda, me encantaba mi trabajo. Pero mire, yo pasaba frente a la oficina del gerente y decía: Esta oficina va a ser mía en el nombre de Jesús, yo ya era creyente en ese entonces. Cada vez que yo pasaba frente a la oficina del gerente me decía: esta oficina va a ser mía. El gerente solo me veía que yo pasaba para un lado y para el otro. Pensaba que en cualquier momento me llamaría para pedirme cuentas por las tantas veces que pasaba por allí. ¿verdad? Yo estaba bien determinado. Hasta un día que, estando en el banco, recibí la llamada del pastor general, y me dijo: Mira, se acaba de ir el copastor, así es que, necesito a un copastor y quiero que vengas a trabajar conmigo. ¡Ay hermano! Me le dio vuelta la vida. Y yo le dije: ¿y como para cuándo? Y me dijo: ¿Te parece bien, ayer? ¡Era el pastor! Le pedí un tiempo, me fui a mi casa, toda la familia me dijo que no dejara el banco. Pero yo no tenía paz en el corazón. El Señor interrumpió mi vida, para sus propósitos, claro está. ¿No es Él el Señor?
El propósito del evangelismo es salvación. El propósito del discipulado es tener la disposición y el compromiso de aprender, de crecer, de someterse, de obedecer la palabra del Señor.
Yo le hago unas preguntas desafiantes: ¿Qué estaría haciendo usted en este momento, si no fuera creyente? ¿Dónde estaría? ¿Usted sigue haciendo lo mismo que hacía ante de conocer a Cristo? Yo lo animo a ser discípulo de Jesús. El Señor interrumpe tu vida como lo hizo con estos discípulos. Si su vida no ha sido interrumpida por Jesús, yo le animo a que revise el enfoque del discipulado.
Ser discípulo de Cristo no tiene nada que ver con los años que usted ha estado en una iglesia. Usted puede haber estado en la iglesia 20 años, 30 años, 40 años, y no ser discípulo de Jesús. Usted es simpatizante, nada más, la gente ve el evangelio como si fuera cualquier otro lugar de comunidad. ¿Ha interrumpido Jesús su vida?
El Señor se te aparece y te interrumpe. Alguien dijo por ahí: Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. Y, Dios te dice: Yo tengo otros planes para ti, y cambia los tuyos.
- Jesús enseñó a servir.
Quiero que leamos este pasaje que nos muestra cómo Jesús enseña a los discípulos a servir y qué significa servir.
Lucas 9: 10-17 (RV-60): 10Vuelto los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida. 11Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados. 12Pero el día comenzaba a declinar; y acercando los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto. 13Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud. 14Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta. 15Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos. 16Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. 17 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos. Este es el plan: todo se planifica. Jesús en ese instante estaba enseñándole a los discípulos que hay que servir, que hay que planificar, que hay que ordenar, y así ellos lo hicieron.
Servir a Dios no es para gente desocupada, servir a Dios es para gente ocupada. ¿Cómo encontró Jesús a Pedro? ¿Viendo un partido de fútbol? ¿Jugando golf? Jesús encontró a Pedro trabajando, Jacobo y Juan, los hijos de Zebedeo también estaban trabajando. Servir a Dios hermanos, es un enfoque de ser discípulo de Jesús.
Les repito: El enfoque principal del discipulado es llegar a ser una persona que tiene la disposición y el compromiso de aprender, de crecer, de someterse y obedecer la palabra. El discípulo aprende a dar a César, lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios.
Si usted se siente cansado, no se deprima, todos estamos cansados; pero dice la Biblia que: El Señor da fuerza al cansado, ¿sí o no? Todos estamos cansados y tenemos muchas cosas que hacer, pero entendemos de qué se trata el llamado del Señor a nuestra vida. Aunque estés cansado sirve a Dios, dice la escritura que, si vamos a Él, nos hará descansar. Servicio es hacer, es poner, delante de Dios lo que Dios te ha dado. No es lo mismo conocer a Dios, con el alma y el corazón, que saber de Dios.
- Jesús enseñó a sus discípulos a usar sus bienes para el reino.
Jesús llega al mar, está un montón de barcos ahí enfrente, llega predicando el evangelio. Cada vez que Jesús hablaba, era sabiduría lo que salía de sus labios.
Lucas 5:3 (RV-60): Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. El Señor usó la barca de Pedro para predicar.
Marcos 3:9 (RV-60): Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no lo oprimiesen. Disculpe, ¿cómo dijo? Sí, esta barca quiero que me la tenga siempre lista. ¿Qué les enseñó Jesús a los discípulos? A utilizar lo que tienen, para el reino.
Es que hay un principio: “Todo lo que yo tengo, me lo dio Dios”. Entonces, Dios dice: -¿Puedo usar tu barca? –¡Por supuesto que la puede usar! -Quiero que me la tenga lista todos los días. –Pues claro. La barca de Pedro llegó a ser un instrumento importante en la vida de Jesús, es más, llegó a ser el púlpito de Jesús.
Cuando Jesús iba de Galilea a Jerusalén, pasaba por una aldea llamada Betania. Allí vivían Lázaro, Marta y María. Y allí se hospedaba Jesús. ¿Usted cree que los discípulos se quedaban en la calle? Lázaro ya sabía que cuando llegaba Jesús, no llegaba solo.
Quiero que me diga una cosa: ¿Dónde vivía Jesús? Hemos estado en la casa, en Capernaún, a orillas del mar de Galilea. ¿De quién era la casa? De Pedro, allí le sanó a la suegra, allí se quedó Jesús. Jesús enseñó a sus discípulos a utilizar los bienes, de ellos, para el reino.
Lo que tú tienes es de Dios, Él te lo dio; y si no lo pones al servicio de Dios, existe el riesgo de que lo pierdas. Si usted no honra a Dios con lo que Dios le da, El Señor se lo quita y se lo da a personas que usted no quiere que lo disfruten.
Otro principio fundamental, una enseñanza plena de la escritura: ¿Qué traje a este mundo? Nada. ¿Qué me voy a llevar? Nada. Entonces vamos a usar los bienes que ustedes tienen.
Déjeme decirles algo que la Biblia no dice, pero yo lo creo: Los discípulos no eran personas necesitadas, ¿sabe por qué razón? Porque Pedro, Jacobo, Juan, Andrés, Bartolomé, todos ellos andaban con Jesús; ¿usted cree que Jesús hubiera permitido en el camino una conversación de Tomás, o de Andrés, diciendo: ¡ay hombre cómo lo siento desde que ando con Jesús mi familia no ha comido!, usted cree que Jesús iba a permitir eso? Pedro era un empresario, tenía un bote. Para los discípulos poder andar con Jesús tenían que tener lo suficiente en sus casas. Ahora, a eso agréguele la bendición de Dios.
Cuando una persona dedica su vida para servir al Señor, y lo hace de corazón, el Señor se va a encargar de suplir sus necesidades, esa es palabra de Dios.
- Jesús enseñó a usar sus influencias para el beneficio del reino (de la iglesia).
Esto es bien importante hermano. Yo no sé, en qué posición Dios lo ha puesto a usted en este mundo; pero usted debe pensar ¿cómo beneficiar al reino? Por la gracia del Señor, aquí recibimos personas que dicen: Pastor, donde yo trabajo nos han regalado “tal cosa”, ¿será que la iglesia puede venir a recogerla? Hermanos que no se congregan con nosotros, que siempre están pensando en la iglesia.
Juan 19:38 (RV-60): Después de todo esto, José de Arimatea, que era un discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. Hay un momento en la vida cuando Dios te hace despertar, y este hombre (José) fue a donde Pilato el gobernador, usó sus influencias.
Marcos 15:43 (RV-60): José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Un hombre de influencias para llegar ante el gobernador,
Marcos 15:43 (NTV): José de Arimatea se arriesgó y fue a ver a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Es decir; perdió el miedo, fue y pidió el cuerpo de Jesús. Estoy hablando de utilizar nuestras influencias para beneficio del reino.
Juan 19:39-41 (RV-60): 39También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. 40Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. 41Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Hemos estado ahí, hemos visto la calavera y nos hemos dado cuenta que desde lugar donde está el sepulcro se logra ver la calavera. ¿Qué hizo Nicodemo? Se llevó el cuerpo de Jesús y lo puso en ese lugar. Se requiere de gente de influencia para beneficiar el reino de Dios.
La escritura también dice que habían agarrado preso a Pedro y a Juan, y un ángel los libró. Y cuando se dieron cuenta que andaban libres predicando el evangelio, los atraparon. Dice la escritura que los querían matar; pero, apareció un hombre que era muy apreciado por el pueblo: Gamaliel. Entonces dijo: Si esto es de los hombres, se va a desvanecer; pero, si es de Dios, va a permanecer. No se metan con esta gente. Dice la palabra que libraron a Juan y a Pedro. Use su influencia para beneficio del reino, use su influencia para beneficio de la iglesia, use su influencia para beneficio del Señor, del evangelio.
Estas y muchas cosas más, aprendieron los discípulos de Jesús.
Vamos a orar: Padre querido, te damos gracias por tu bendita palabra. Nos damos cuenta de ese seminario majestuoso que tuvieron los discípulos contigo en aquel entonces. Señor, ¡qué privilegio Padre! Recibir de primera mano instrucciones de Jesús, nuestro Señor, el Señor de señores, el Rey de reyes, este Hijo de Dios que habitó entre nosotros. Permite que podamos ser confrontados con esta palabra Señor y que nos demos cuenta, si en realidad somos verdaderos discípulos o simplemente hemos oído de Dios, y nos gustan las cosas de Dios. Sabemos que tú has venido para que tu nombre sea exaltado, sea glorificado, y nosotros queremos ser verdaderos discípulos tuyos.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, pero quisiera hacerlo hoy, yo quiero invitarle ahí donde está para que usted haga una oración conmigo. Dígale al Señor: Señor Jesús, en este día yo te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre. En este día te entrego mi alma, te entrego mi corazón. Me arrepiento de mis faltas. Si usted hizo esta oración conmigo, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su santa y bendita palabra.
Gracias Señor por tu palabra en este día. Bendice a este pueblo. Llévanos con el bien tuyo, con el gozo del Espíritu Santo, con la paz de Dios, en el nombre de Jesús, Amén y amén.
A las 6:30pm nos miramos mis amados hermanos, para continuar con otra porción similar.
¡Bendiciones!
Aprendiendo de Jesus
Marzo 3, 2024 – 2:00 PM | Lucas 6:12-16 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
¿Estamos listos para aprender? En 26 días celebramos la muerte de nuestro Señor Jesús, y en 28 días su resurrección. Así es que, me gustaría, en estos próximos días veremos temas que están relacionados a esa a esa semana que llamamos: la semana mayor, semana santa. Una fecha, obviamente, muy especial.
Hablaremos de una serie de situaciones que tienen que ver con el discipulado y los discípulos de Jesús. En esta oportunidad, el mensaje es: Aprendiendo de Jesús.
Lucas 6: 12-16 (RV-60): 12En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: 14a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, 15Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, 16Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor. ¡Que Dios bendiga esta palabra!
Voy a utilizar de una manera indistinta las palabras: discípulo y discipulado. Siempre he dicho que discipular significa: “transmitir vida”. Yo tengo un aprecio muy especial por lo que es el discipulado, a mí me impactó mucho la persona que me discipuló.
Desde ahora hasta el día de resurrección, estaremos predicando acerca de cosas que me gustaría que pudiéramos guardar en el corazón, entenderlas. El propósito del evangelismo es la salvación, para eso se evangeliza, para que la gente se salve. Muchos ministerios coinciden que el propósito del discipulado es: Ser como Jesús, caminar como Jesús, tener la mente de Jesús, tener la conducta de Jesús, hablar como hablaba Jesús, comportarnos como se comportaba Jesús.
Me gustaría presentarles algo más objetivo, más realista, más obtenible, más alcanzable, más específico, más relevante, más medible. Entonces yo escribí lo siguiente: “El enfoque principal del discipulado es, llegar a ser una persona que tiene la disposición y el compromiso de aprender, crecer, someterse y obedecer la palabra”.
Yo sé que tenemos que ser como Jesús, yo sé que tenemos que llegar a la estatura de Cristo, pero, ¿cuánto tiempo nos va a tardar? Si aún de viejos, vamos a seguir con malos pensamientos, vamos a seguir cometiendo burradas. No quiero que nos desanimemos, pero si quiero que piense en que usted debe tener: la disposición y el compromiso, ¿verdad? Porque de buena voluntad no se construye un reino. ¿De qué cosas hay que tener disposición y compromiso? De aprender, de crecer, de someterse y de obedecer la palabra del Señor.
El mensaje se llama: “Aprendiendo de Jesús”, me gustaría ver algunas cosas que los discípulos aprendieron de Jesús. ¿Qué cosas hizo Jesús que transformó la vida de los discípulos?
- Jesús interrumpe la vida de la gente.
Quiero que pongamos atención a esto porque, obviamente, nos vamos a reflejar en esta palabra. Cuando Jesús escoge a sus discípulos les interrumpió su diario vivir. Cuando Dios pone los ojos en usted, Dios interrumpe su vida.
Noé estaba con su familia cuando Dios le dijo: “Noé, hay mucha maldad en este mundo, levántate quiero que construyas un arca”. Dios interrumpe la vida.
Abraham estaba tranquilo en la casa, y la Biblia dice que Dios se le aparece y le dice: “Quiero que te vayas de tu tierra y de tu parentela a un lugar que te voy a mostrar”.
Moisés. Dios le interrumpió la vida Moisés que estaba apacentando a las ovejas de su suegro. Cuando Dios se le presentó en una zarza ardiendo y le dijo: “Voy a librar a mi pueblo, quiero que visites a faraón”.
Jesús interrumpió la vida de cuatro personas, en un momento.
Mateo 4: 18-22 (RV-60): 18Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 19Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. 21Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. 22Y ellos, dejando al instante la barca a su padre, le siguieron.
¿Qué estaban haciendo? Trabajando, estaban ocupados, todos estaban haciendo alguna cosa. ¿Qué estaba haciendo Mateo cuando Jesús le dijo: sígueme? Trabajando, estaba cobrando impuestos. Esas mujeres que seguían a Jesús por todos lados, que le servían de sus bienes y lo atendían, yo le aseguro que era gente ocupada, gente que tenían cosas que hacer. Jesús interrumpe la vida de la gente.
Interrumpió la mía, siendo yo un chamaquillo tenía determinación y objetivos bien precisos. Desde que era bien chamaco (15 años) las personas con las que yo me llevaba eran mayores que yo; no me gustaban los chamaquillos de mi edad por su manera de pensar. Yo quería, a como diera lugar, salir de la casa donde estaba; yo quería salir de ahí. Yo había visto a un tío que siempre andaba bien vestido, de traje el señor, y un carro bien lindo. Entonces yo me dije: Yo así quiero estar. Un día hablando con ese tío me dijo que era gerente de un banco. Entonces dije: eso quiero ser yo, gerente de un banco. Entonces le dije: Tío, ¿usted cree que me puede ayudar para trabajar en un banco? Sí, me dijo, cuando te gradúes. Cuando me gradué lo fui a buscar y me dijo: “cuando haya una oportunidad”. Pasó el tiempo, me tuve q poner a trabajar. Pasó algún tiempo y me dice el tío: Hay una oportunidad en otro banco, yo conozco el gerente, te voy a recomendar. Me dieron el trabajo, era sacar las cajas de dinero de la bóveda, me encantaba mi trabajo. Pero mire, yo pasaba frente a la oficina del gerente y decía: Esta oficina va a ser mía en el nombre de Jesús, yo ya era creyente en ese entonces. Cada vez que yo pasaba frente a la oficina del gerente me decía: esta oficina va a ser mía. El gerente solo me veía que yo pasaba para un lado y para el otro. Pensaba que en cualquier momento me llamaría para pedirme cuentas por las tantas veces que pasaba por allí. ¿verdad? Yo estaba bien determinado. Hasta un día que, estando en el banco, recibí la llamada del pastor general, y me dijo: Mira, se acaba de ir el copastor, así es que, necesito a un copastor y quiero que vengas a trabajar conmigo. ¡Ay hermano! Me le dio vuelta la vida. Y yo le dije: ¿y como para cuándo? Y me dijo: ¿Te parece bien, ayer? ¡Era el pastor! Le pedí un tiempo, me fui a mi casa, toda la familia me dijo que no dejara el banco. Pero yo no tenía paz en el corazón. El Señor interrumpió mi vida, para sus propósitos, claro está. ¿No es Él el Señor?
El propósito del evangelismo es salvación. El propósito del discipulado es tener la disposición y el compromiso de aprender, de crecer, de someterse, de obedecer la palabra del Señor.
Yo le hago unas preguntas desafiantes: ¿Qué estaría haciendo usted en este momento, si no fuera creyente? ¿Dónde estaría? ¿Usted sigue haciendo lo mismo que hacía ante de conocer a Cristo? Yo lo animo a ser discípulo de Jesús. El Señor interrumpe tu vida como lo hizo con estos discípulos. Si su vida no ha sido interrumpida por Jesús, yo le animo a que revise el enfoque del discipulado.
Ser discípulo de Cristo no tiene nada que ver con los años que usted ha estado en una iglesia. Usted puede haber estado en la iglesia 20 años, 30 años, 40 años, y no ser discípulo de Jesús. Usted es simpatizante, nada más, la gente ve el evangelio como si fuera cualquier otro lugar de comunidad. ¿Ha interrumpido Jesús su vida?
El Señor se te aparece y te interrumpe. Alguien dijo por ahí: Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. Y, Dios te dice: Yo tengo otros planes para ti, y cambia los tuyos.
- Jesús enseñó a servir.
Quiero que leamos este pasaje que nos muestra cómo Jesús enseña a los discípulos a servir y qué significa servir.
Lucas 9: 10-17 (RV-60): 10Vuelto los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida. 11Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados. 12Pero el día comenzaba a declinar; y acercando los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto. 13Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud. 14Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta. 15Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos. 16Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. 17 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos. Este es el plan: todo se planifica. Jesús en ese instante estaba enseñándole a los discípulos que hay que servir, que hay que planificar, que hay que ordenar, y así ellos lo hicieron.
Servir a Dios no es para gente desocupada, servir a Dios es para gente ocupada. ¿Cómo encontró Jesús a Pedro? ¿Viendo un partido de fútbol? ¿Jugando golf? Jesús encontró a Pedro trabajando, Jacobo y Juan, los hijos de Zebedeo también estaban trabajando. Servir a Dios hermanos, es un enfoque de ser discípulo de Jesús.
Les repito: El enfoque principal del discipulado es llegar a ser una persona que tiene la disposición y el compromiso de aprender, de crecer, de someterse y obedecer la palabra. El discípulo aprende a dar a César, lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios.
Si usted se siente cansado, no se deprima, todos estamos cansados; pero dice la Biblia que: El Señor da fuerza al cansado, ¿sí o no? Todos estamos cansados y tenemos muchas cosas que hacer, pero entendemos de qué se trata el llamado del Señor a nuestra vida. Aunque estés cansado sirve a Dios, dice la escritura que, si vamos a Él, nos hará descansar. Servicio es hacer, es poner, delante de Dios lo que Dios te ha dado. No es lo mismo conocer a Dios, con el alma y el corazón, que saber de Dios.
- Jesús enseñó a sus discípulos a usar sus bienes para el reino.
Jesús llega al mar, está un montón de barcos ahí enfrente, llega predicando el evangelio. Cada vez que Jesús hablaba, era sabiduría lo que salía de sus labios.
Lucas 5:3 (RV-60): Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. El Señor usó la barca de Pedro para predicar.
Marcos 3:9 (RV-60): Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no lo oprimiesen. Disculpe, ¿cómo dijo? Sí, esta barca quiero que me la tenga siempre lista. ¿Qué les enseñó Jesús a los discípulos? A utilizar lo que tienen, para el reino.
Es que hay un principio: “Todo lo que yo tengo, me lo dio Dios”. Entonces, Dios dice: -¿Puedo usar tu barca? –¡Por supuesto que la puede usar! -Quiero que me la tenga lista todos los días. –Pues claro. La barca de Pedro llegó a ser un instrumento importante en la vida de Jesús, es más, llegó a ser el púlpito de Jesús.
Cuando Jesús iba de Galilea a Jerusalén, pasaba por una aldea llamada Betania. Allí vivían Lázaro, Marta y María. Y allí se hospedaba Jesús. ¿Usted cree que los discípulos se quedaban en la calle? Lázaro ya sabía que cuando llegaba Jesús, no llegaba solo.
Quiero que me diga una cosa: ¿Dónde vivía Jesús? Hemos estado en la casa, en Capernaún, a orillas del mar de Galilea. ¿De quién era la casa? De Pedro, allí le sanó a la suegra, allí se quedó Jesús. Jesús enseñó a sus discípulos a utilizar los bienes, de ellos, para el reino.
Lo que tú tienes es de Dios, Él te lo dio; y si no lo pones al servicio de Dios, existe el riesgo de que lo pierdas. Si usted no honra a Dios con lo que Dios le da, El Señor se lo quita y se lo da a personas que usted no quiere que lo disfruten.
Otro principio fundamental, una enseñanza plena de la escritura: ¿Qué traje a este mundo? Nada. ¿Qué me voy a llevar? Nada. Entonces vamos a usar los bienes que ustedes tienen.
Déjeme decirles algo que la Biblia no dice, pero yo lo creo: Los discípulos no eran personas necesitadas, ¿sabe por qué razón? Porque Pedro, Jacobo, Juan, Andrés, Bartolomé, todos ellos andaban con Jesús; ¿usted cree que Jesús hubiera permitido en el camino una conversación de Tomás, o de Andrés, diciendo: ¡ay hombre cómo lo siento desde que ando con Jesús mi familia no ha comido!, usted cree que Jesús iba a permitir eso? Pedro era un empresario, tenía un bote. Para los discípulos poder andar con Jesús tenían que tener lo suficiente en sus casas. Ahora, a eso agréguele la bendición de Dios.
Cuando una persona dedica su vida para servir al Señor, y lo hace de corazón, el Señor se va a encargar de suplir sus necesidades, esa es palabra de Dios.
- Jesús enseñó a usar sus influencias para el beneficio del reino (de la iglesia).
Esto es bien importante hermano. Yo no sé, en qué posición Dios lo ha puesto a usted en este mundo; pero usted debe pensar ¿cómo beneficiar al reino? Por la gracia del Señor, aquí recibimos personas que dicen: Pastor, donde yo trabajo nos han regalado “tal cosa”, ¿será que la iglesia puede venir a recogerla? Hermanos que no se congregan con nosotros, que siempre están pensando en la iglesia.
Juan 19:38 (RV-60): Después de todo esto, José de Arimatea, que era un discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. Hay un momento en la vida cuando Dios te hace despertar, y este hombre (José) fue a donde Pilato el gobernador, usó sus influencias.
Marcos 15:43 (RV-60): José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Un hombre de influencias para llegar ante el gobernador,
Marcos 15:43 (NTV): José de Arimatea se arriesgó y fue a ver a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Es decir; perdió el miedo, fue y pidió el cuerpo de Jesús. Estoy hablando de utilizar nuestras influencias para beneficio del reino.
Juan 19:39-41 (RV-60): 39También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. 40Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. 41Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Hemos estado ahí, hemos visto la calavera y nos hemos dado cuenta que desde lugar donde está el sepulcro se logra ver la calavera. ¿Qué hizo Nicodemo? Se llevó el cuerpo de Jesús y lo puso en ese lugar. Se requiere de gente de influencia para beneficiar el reino de Dios.
La escritura también dice que habían agarrado preso a Pedro y a Juan, y un ángel los libró. Y cuando se dieron cuenta que andaban libres predicando el evangelio, los atraparon. Dice la escritura que los querían matar; pero, apareció un hombre que era muy apreciado por el pueblo: Gamaliel. Entonces dijo: Si esto es de los hombres, se va a desvanecer; pero, si es de Dios, va a permanecer. No se metan con esta gente. Dice la palabra que libraron a Juan y a Pedro. Use su influencia para beneficio del reino, use su influencia para beneficio de la iglesia, use su influencia para beneficio del Señor, del evangelio.
Estas y muchas cosas más, aprendieron los discípulos de Jesús.
Vamos a orar: Padre querido, te damos gracias por tu bendita palabra. Nos damos cuenta de ese seminario majestuoso que tuvieron los discípulos contigo en aquel entonces. Señor, ¡qué privilegio Padre! Recibir de primera mano instrucciones de Jesús, nuestro Señor, el Señor de señores, el Rey de reyes, este Hijo de Dios que habitó entre nosotros. Permite que podamos ser confrontados con esta palabra Señor y que nos demos cuenta, si en realidad somos verdaderos discípulos o simplemente hemos oído de Dios, y nos gustan las cosas de Dios. Sabemos que tú has venido para que tu nombre sea exaltado, sea glorificado, y nosotros queremos ser verdaderos discípulos tuyos.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón, pero quisiera hacerlo hoy, yo quiero invitarle ahí donde está para que usted haga una oración conmigo. Dígale al Señor: Señor Jesús, en este día yo te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre. En este día te entrego mi alma, te entrego mi corazón. Me arrepiento de mis faltas. Si usted hizo esta oración conmigo, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios, de su santa y bendita palabra.
Gracias Señor por tu palabra en este día. Bendice a este pueblo. Llévanos con el bien tuyo, con el gozo del Espíritu Santo, con la paz de Dios, en el nombre de Jesús, Amén y amén.
A las 6:30pm nos miramos mis amados hermanos, para continuar con otra porción similar.
¡Bendiciones!