• Instagram
  • Facebook
  • Youtube
  • Twitter
  • Mail
Tabernaculo El Redentor
  • Inicio
  • Iglesia
    • Nuestra Iglesia
    • Nuevo Visitante
    • Campaña Pro-templo
    • Pastor David
    • Contactar
      • Horarios
  • Sermones
    • Todos los sermones
    • Sermones Mañana
    • Estudios Bíblicos
    • Sermones Noche
    • Sermones – Solo audio
    • Búsqueda de Sermones
    • Sermones con transcripciones
    • Videos
  • En Vivo
  • En Acción
    • TBB en acción
    • Misiones
    • Iglesia El Redentor Guadalajara
  • Noticias
    • Las Últimas Noticias
    • Fotos de TBB
  • Eventos
    • Nuestros Eventos
    • Anuncios
  • Donación
  • Buscar
  • Menú

¿A qué hemos sido llamados?

Noviembre 7, 2025 – 7:00PM | Mateo 28:18 | Pastor Toby Jr.

Descargar Texto: Sermón en PDF

Etiquetas: mateo, noviembre 2025, pastor edgar bertrand jr, transcripcion

TRANSCRIPCIÓN

Vamos a leer palabra del Señor en el Evangelio de Mateo, capítulo 28. La leemos en nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo; y todos decimos, amén. 

Mateo 28: 18-20 (RV 1960): 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Oremos al Señor: Padre, gracias por estos 37 años. ¡Qué privilegio el que tenemos de tener un Dios como tú! Gracias Señor, porque nos tomaste de esos lugares recónditos y nos trajiste acá a esta tierra bendecida para conocer tu nombre y el poder de tus promesas. Gracias por los amigos que están con nosotros y los que verán esto a la distancia. Glorifícate en todo lo que vamos a hablar en esta hora, en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo. Y todos decimos: Amén.

La pregunta de esta hora es: ¿A qué nos enviaron? 

  1. La comisión. 

Una persona que no ha sido comisionada o que no tiene un propósito en la vida, es una persona que no sabe hacia dónde va. Una persona que amanece el día de mañana sin un horario, sin un destino, sin un trabajo, es una persona que carece de sentido.

Hay un libro que se hizo muy popular, escrito por un pastor muy popular llamado Rick Warren, que se llama: Una vida con propósito. Curiosamente en la vida de sus hijos no fue así. Perdió a uno de sus hijos por un suicidio, algo terrible en su casa. Un hombre que conocía la luz, al parecer en su casa había algo que no estaba funcionando; y ese no es Dios, porque Dios funciona. No podemos juzgar al pastor, pero sí podemos orar por él y por su familia. Esto nos lleva al punto que, en la vida debemos tener un sentido de pertenencia. 

Cuando usted visita su país de origen, usted ya no usa su pasaporte de indio (el de su país); usted viaja con el pasaporte canadiense, y lo anda enseñando ¿sí o no? Porque usted ahora tiene sentido de pertenencia. Uno de los honores más grandes que nosotros tenemos, a través de Cristo, es pertenecer a la familia de la fe en Dios. Y cuando usted pertenece a la familia de la fe, o sea, la familia del Señor, usted puede decir como decimos todos: (Filipenses 4:13-RV 1960) Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. ¡Gloria a Dios! Ya tiene sentido de pertenencia, ya sabe cómo es su Señor. 

El Señor en el Nuevo Testamento el Señor dice: (Mateo 5: 13-RV 1960): 13 Vosotros sois la sal de la tierra. Aquí se habla de sabor. ¿Cómo está su vida cristiana? ¿Cómo está su diario vivir? ¿Es usted parte del problema en la empresa o es parte de la solución? ¿Es parte usted del problema en el matrimonio o es parte de la solución? 

Amigo, nosotros le hemos predicado casi por 50 años: A cualquier situación, Jesús es la solución. O sea, que usted tiene el apoyo, el empoderamiento, el respaldo, la comisión, de parte de Dios de convertirse en algo que los hombres no pudieron hacer. Es Él quien transforma su corazón, y junto con su corazón transforma su carácter. No hay cristianos altaneros, no hay cristianos orgullosos, no hay cristianos soberbios. Hay soberbios que creen que son cristianos. Hay altaneros que creen que son cristianos. Hay enojones que creen que son cristianos; pero Dios lo que toca lo deja bien hecho, Dios lo que toca lo transforma.

El Cristo que había hecho milagros y que antes decía: No le digan a nadie; ahora había resucitado y era una evidencia. ¿Quién podía negar lo que había dicho? Las profecías del Antiguo Testamento se habían cumplido, una por una, Él era el Cristo resucitado.  Y hoy te dice: -Les tengo un trabajo-.

Una de las cosas más difíciles en Latinoamérica, en los Estados Unidos y tal vez acá en Canadá, es conseguir un buen trabajo. Hay trabajos que pagan mal, pero hay trabajos que son maravillosos. Y no hay nada más hermoso que ver a una persona que disfrute su trabajo, que le guste lo que hace. 

El Cristo resucitado estaba había encomendado algo, y la pregunta es, ¿por qué hemos dejado de hacerlo? ¿A qué nos mandaron? A ser sal, a ser luz, a glorificar el nombre del Señor, a predicar el evangelio; no nos mandaron a hacer ningún tipo de grupo, ningún tipo de actividades, ningún tipo de clubes; perdónenme pero es así. Nos mandaron a predicar. ¿Y cómo se predica? Con el testimonio. 

   2. El respaldo. 

Usted para ser un predicador no necesita ir al seminario teológico, ¿o vio a algún discípulo pasar por él? Usted ha sido comisionado, y el Señor aparte de la comisión, te da algo que nadie te dio: el respaldo.

Cuando yo me casé, hace 30 años, quería sacar una refrigeradora, en esa tienda de electrodomésticos que en El Salvador se llama la Curazao. Y yo recuerdo que a la hora de casarme ni mi propio papá quiso ser mi fiador. Yo llegué a comprar una refrigeradora porque no teníamos nada, me recuerdo que era color verde, horrorosa, como verde aguacate. Cuando llegué, me encontré con un hermano de la iglesia que gerenciaba esa sucursal y me dice: ¿Tú eres Toby, el hijo del pastor? Sí, mucho gusto, le respondí yo. Enseguida muy amable me pregunta: ¿Qué venís a hacer? Ahí le explico que quería sacar una refrigeradora pero no tenía fiador. Y sabe ¿qué me dijo el licenciado Ramos hace 30 años? Vaya children (así me decía él) te voy a firmar yo. No me vayas a quedar mal. Le hago una pregunta, ¿cómo le puedo pagar ese favor? Han pasado 30 años. 

Cristo nos ha dado su respaldo. Cristo nos ha dejado a su Espíritu Santo. Y si usted dice que no siente nada, probablemente es que no le conoce porque Él no se va y viene, Él permanece, se entristece pero ahí está. Y cada vez que oras, y cada vez que alabas, y cada vez que cantas, y cada vez que lees, hay algo en ti que comienza a quemarte adentro, hay algo que sientes.

La gente pregunta: ¿cómo es posible que en el funeral los hermanos estén cantando alabanzas y los que están al lado con más plata, con un mejor ataúd, con un mejor servicio, están todos tristes? Porque la Biblia dice (Juan 11: 25 RV 1960): Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y nosotros lo creemos. Entonces yo pregunto: ¿Si en la muerte te lo ha dicho, cómo es que en vida no lo puedes disfrutar? Si hay una garantía y un respaldo de parte de Dios, cómo vas a olvidar a ¿qué nos mandaron?

¿Y a qué nos mandaron? A predicar. Predicar es repetir, no es inventar. Para aprender a predicar solo tienes que leer la Biblia. 

Cuando un pastor dice: No sé de qué predicar; le está diciendo que no tiene devocional para con Dios. Si algo le abunda al pastor es la palabra. ¿Por qué? Porque lee la Biblia todo el día. (Salmos 119: 105): Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Una persona que lee la palabra está inspirada.

Todos le hemos pasado mal alguna etapa; pero vea a su vecino como está de gordito, porque Dios ha provisto para todos. Si Dios proveyó para su pueblo en el desierto, lo volverá a hacer. Es que te comisionó, y en la comisión te dio un respaldo. 

Hay mujeres en la casa del Señor. Hábleme de sus esposos. La mujer quiere un hombre que resuelva, que cambie la luz, que corte la grama (césped), ¿verdad? Pero ¿por qué les estoy diciendo esto? Porque muchas personas dicen: -Yo no puedo-. Es que no es lo que usted puede, es lo que Dios hará en usted. Mateo 28: 18 (RV 1960): 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. La pregunta es básica: ¿Habrá algo imposible para Dios? Entonces ¿por qué usted decide creer en otra cosa? Usted cree en su talento, usted cree en su capacidad, usted cree en la suerte, usted cree en la lotería, en todo cree usted menos en Dios. 

Le hago una propuesta sencilla, ¿por qué no le da al Señor una oportunidad hoy? No sé qué situación, buena o mala, está viviendo usted, pero dele una oportunidad. Yo lo he dicho por años ahí en la televisión: Pruebe a Jesús, si no le funciona le devolvemos su pecado. Dele una oportunidad, hermano.

¿Sabes cuántas veces en 30 años hemos querido romper nuestro matrimonio? Es que el matrimonio lejos de Dios es horrible. Yo le digo a la gente, meta a Jesús en la ecuación, sin Jesús no se puede. Porque sin Jesús el hombre, igual que la religión, se enfoca en ver errores. Cuando Cristo está en medio, que nos dice: Al que mucho se le ha perdonado, mucho debe de perdonar; entonces usted se enfoca en las virtudes. 

   3. El amor. 

Por eso la palabra del Señor nos dice en Mateo que cuando nosotros somos comisionados tenemos el respaldo, tenemos el consejo y tenemos el amor de Dios. Amén. El amor de Dios sobrepasa todo entendimiento. ¡Qué lindo poder contar con eso! Hay personas que siempre tienen buenas palabras. Siempre, siempre que usted llega con un problema, le tiene una palabra de fe.

La palabra del Señor en Mateo capítulo 28 explica lo que nosotros conocemos como la gran comisión, que es la misión principal de la iglesia. Eso es todo. Yo los veo todo el día, los monitoreo todo el día. Siempre estoy alimentándome de los pastores, del pastor David acá en Vancouver y le digo: -La iglesia está bien preparada. ¿Qué nos falta? Ir a la calle. Me encantó ver Carlos y a otros hermanos cantando en una plaza. Yo sé que evangelizar aquí es otra cosa, no solo aquí, en el mundo entero. Pero usted no llega ahí en su propia autoridad, llega con y bajo la autoridad de Dios. Y cuando el predicador suelta la palabra del Señor, y que repite los principios bíblicos; el Espíritu Santo hace el resto. Porque usted ha sido comisionado y debe sentir amor por las almas perdidas. 

   4. Autoridad.

Dice la palabra del Señor que aparte de la comisión que se nos ha dado, se nos dio autoridad. 

Si el Señor tiene autoridad sobre la muerte, ¿qué tiene imposible? Nada. Por favor cambie su manera de pensar, pareciera todo pusilánime, el Señor sabe, el Señor hace y el Señor es, no dejó de ser.

   5. Ir. 

Y aquí hablaba el Cristo resucitado diciéndoles: Mateo 28: 19 (RV 1960): 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones. ¿Qué nos falta a la iglesia? Salir.

Hay que recordar cuál ha sido nuestra misión, cuál es nuestra visión. Nuestra misión es encarnar el evangelio de Cristo para que los que no creen sean ganados por medio de nuestras palabras, y de nuestro testimonio. En pocas palabras, morir a uno mismo todos los días. ¿Hace cuánto tiempo no lleva un cafecito a la oficina? ¿Hace cuánto tiempo no lleva un par de panes extra? ¿Hace cuánto tiempo no bendice a alguien?

Quiero mencionar un texto en el cual se fundó nuestra iglesia hace casi 50 años ya. 

Génesis 12: 3 (RV 1960): 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. ¡Qué bonito! Cuando Cristo está en su vida, usted no se cansa de bendecir. Y no hablo de finanzas; hablo de acciones, hablo de palabra, hablo de amabilidad, hablo de resolverle. 

Todos podemos evangelizar, y es que no tiene que memorizar la Biblia, solo tiene que saber qué es lo que se le ha encomendado.

Dice la palabra, que Él nos mandó a ir. ¿Sabe qué es ir? Ir es: salir de la zona de la comodidad. ¿Y a qué hora será el culto? No importa hermano, yo estoy seguro de que si tuviésemos una enfermedad terminal, no escatimaríamos la hora, ni la distancia con tal de ver aquel que puede darnos ese milagro. Pues todos los días es un milagro; si no lo necesita hoy, lo va a necesitar mañana. 

Esta iglesia puede dar mucho testimonio de eso, de ir. Hemos hablado este mediodía con los colegas, acerca de las misiones, sabemos que hay que ir. Amigo, las misiones no van a comenzar por el mundo, comienzan en su casa.

La palabra del Señor dice en Filipenses, si me quiere acompañar el día de hoy para poner un fundamento, capítulo 2.  

Filipenses 2: 9-11 (RV 1960): 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

¿Qué cree que va a hacer con usted el día que usted decida ir? El día que lo encuentre su mamá pasando la aspiradora. Pensará que usted tiene algún problema porque no es normal. Tranquila mamá es que quiero hacer limpieza, voy a lavar mi ropa. ¿Me entiende qué es ir? Ir salir de la zona de comodidad, renunciar a nuestro carácter y permitir que el carácter de Cristo pueda permear nuestra vida y que nosotros podamos irradiar el amor de Dios para todos. Eso no comienza tan lejos. Comienza en su casa, comienza con su pareja, comienza con sus hijos. Es que no lo merecen, tampoco nosotros merecíamos el perdón de Dios. ¿Y cómo nos ganó? Con humildad, con amor, un amor incomparable.

Filipenses 2: 9 (RV 1960): 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Ese es el mensaje que usted lleva. Es que a usted no lo van a escuchar, van a escuchar el evangelio de Cristo.

Colosenses 1: 16-18 (RV 1960): 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia. 

El día de hoy solo recuerde a qué nos mandaron.

Es triste, pero está ocurriendo y muchos edificios que fueron iglesias un día, hoy están cerrados. ¿Y qué fue lo que pasó? ¿Acaso el amor de Dios no alcanzó para ellos? ¿Acaso la misericordia de Dios no estaba ahí por ellos? No, simplemente se olvidaron de la columna vertebral: predicar el evangelio. Pero ¿cuál evangelio? El de Cristo. Tenga cuidado con predicar otra cosa. ¿Nunca ha comprado alguna joya que no era joya? Así mismo sucede con el evangelio, predican cosas que no son el evangelio de Cristo. ¿Sabe cuál es la evidencia que es el evangelio de Cristo? Con el evangelio de Cristo, la gente cambia. 

Yo digo esto mucho en El Salvador: Si tu pastor tiene los mismos gustos de un narcotraficante, ese tipo no es pastor. Si tu pastor quiere las marcas, quiere los autos, quiere los jets, quiere el blin blin; recuerde la palabra (1 Corintios 10: 23): Todo me lícito, pero no todo me edifica. Una persona que ha sido tocada por la palabra del Señor es una persona que renuncia a las cosas vanas. Es bueno si llegan, pero no hacen falta para poder estar parado en un púlpito. Lo que hace falta para estar parado en un púlpito es haber recibido el evangelio de Cristo; y la evidencia del evangelio es la transformación.

Amigo y hermano, el evangelio que se nos ha encomendado tiene tanto poder que hará que toda rodilla se doble delante del Señor. O sea, ahí deje la semilla, no se preocupe, la palabra de Él no regresa vacía. Pero vaya a poner la semilla, vaya y predique. Su labor no es transformar personas, su labor es llevar la semilla. Eso es todo.

Recuerdo cuando estábamos en la escuela nos dejaron un experimento, de poner frijol sobre un algodón con un poquito de humedad, y de repente usted veía como comenzaba a ver crecer el frijol. ¡Qué cosa más linda! A los tres días tenía que llevar usted la plantita y enseñar cómo había crecido. Así es la palabra del Señor. Deje la semilla, no con textos de memoria, no con capacitaciones; sino con amor, con bondad, con mansedumbre, con templanza o con el fruto del Espíritu, que es lo que va a suceder en su vida.

Romanos 10: 14-15 (RV 1960): 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! O sea, que no solo lo van a mandar, no solo lo van a comisionar, no solo lo van a respaldar, sino que lo van a vivificar. 

Siempre el Señor nos sorprende de la manera que ningún hombre imagina. Su labor y mi labor, el día de hoy, es volver a predicar las buenas nuevas. El Señor el día de hoy no solamente nos manda a predicar, sino también nos manda a hacer discípulos. 

Cuando tenía 9, 8, 7 años, en la iglesia donde mi pastor David era el pastor de jóvenes, había dos templos. Y en aquel entonces los programas de radio se transmitían en dos emisoras, Radio América, que era como de información. Y una radio musical que se llamaba La romántica. Resulta ser que ahí se transmitían las predicaciones por la casetera. Cuando los hermanos se quedaban esperando el siguiente culto, yo tomaba esa casetera y retrocedía el tape, mientras comenzaba a hacer sombra, una mímica. En ese entonces los diáconos de la iglesia, viendo al niño de 9, 8 años, se sentaban y se reían. Jamás imaginé en mi vida que a los 23 años el Señor tocaría mi corazón para predicar. Nunca lo imaginé. ¿Y cómo llegó esa semilla? A través de un tape, a través de una predicación. Lo que ustedes hacen a nivel internacional, a través de los medios, no tienen idea de la bendición que es. Porque la semilla está siendo sembrada y las almas se siguen convirtiendo porque ustedes han entendido que la comisión de la iglesia es: Ir, predicar y hacer discípulos. ¿Y cómo se llama eso? Mentoreo. 

Mi hijo mayor está comenzando la vida ministerial, después de ciertas decisiones que tomó, y un buen amigo de la iglesia que es un empresario me dijo: -Mire pastor, piérdale el miedo a invertir plata en su hijo-. Y le digo: ¿A qué se refiere? Me dijo: -Tiene que caminar con él, tiene que volar con él. Cuando lo inviten, llévelo. Cuando vaya a predicar a cualquier pueblo, llévelo. Cuando vaya a comer con otro pastor, llévelo. Comience a mentorearlo-. Y yo le dijo: Se tiene que ganar el puesto. Y el me responde: -No, todo lo contrario; tiene que caminar con usted-. Y lo comenzamos a hacer, y ese mentoreo ya fue despegando. Y si Dios quiere, pues ahí va a seguir. 

El discípulo no se hace desde el púlpito, eso es falso. El discípulo se hace de abajo, ¿cómo está, fulano? ¿Qué tal, están bien en tu casa? Vamos, yo llego por ti. No, yo paso a verte. Mira, tengo esto ¿te interesa? Ese es el discipulado, no es simplemente tirar una palabra. 

El discipulado es uno a uno, pero también y dice la Biblia:

Mateo 28: 19 (RV 1960): 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. ¿Qué es el bautismo? Un testimonio público, una celebración, es una alegría maravillosa.

¿Usted sabe qué es lo que Dios le ha encomendado? Solo repetir lo que usted ha experimentado hoy. Solo tiene que contar lo que ha vivido con el Señor. 

Estábamos comiendo en un lugar y resulta que pedí lo mismo que David Jr. que come bien raro. Hermanos, pero esa carne a mí me encantó. Entonces ahora que ya lo experimenté le voy a decir a mi señora, que soy un gran conocedor de carnes, y vamos a pedir esa carne. Yo solo tengo que contar lo que ya viví. ¿Alguien entiende lo que le digo? 

Amigo y hermano, lo que el Señor nos pide el día de hoy es que recordemos a qué nos mandaron. No nos mandaron a hacer clubes de nada, no nos mandaron a construir absolutamente nada, no nos mandaron a comprar absolutamente nada; nos mandaron a predicar el evangelio de Cristo. Al predicar el evangelio de Cristo vas a contar con el respaldo de Dios, vas a contar con la autoridad que te ha sido encomendada, vas a contar con hermosos pies que anuncian la paz. Vas a contar con la aprobación de Dios. Y dice la Biblia que el que está en paz con Dios, Dios hará que sus enemigos estén en paz con él.

El día de hoy, si no tiene sabor tu vida, recuerda a qué fue que te mandaron. A ir por todo el mundo y predicar el evangelio.

Incline su rostro. Vamos a orar: Bendito sea tu nombre, Dios todopoderoso que siempre nos bendices a través de tu palabra. El día de hoy, el Evangelio de Mateo, nos dice que Jesús se acercó y les habló diciendo: -Toda potestad me es dada en el cielo como en la tierra-. Señor, queremos tomar lo que llamamos la gran comisión, e ir por el mundo y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y enseñándoles que guarden todas las cosas que nos has mandado. Gracias porque en esta misma comisión del Evangelio de Mateo dices: Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Mi amigo y hermano, ¿se ha perdido el brillo en su vida? ¿Se ha perdido el brillo en la familia? ¿Se ha perdido el brillo personal? Quiero pedirle de todo corazón que le dé hoy una oportunidad a esa palabra bendita de Dios, que es la Biblia. El día de hoy retome ese ministerio evangelístico. El día de hoy retome esa sonrisa que solía caracterizarle. El día de hoy vuelva a ser esa persona amable que usted fue en algún momento de la vida. Y alguien dirá: -Pastor, ya he sufrido demasiado-. Recuerde que Cristo sufrió más, por cada uno de nosotros y jamás se negó a obedecer al Padre. El día de hoy vamos a vencer el mal con el bien. 

Para aquellos que están en el templo y los que están a la distancia, queremos hacerle una propuesta, de poder invitar a Cristo a su vida a través de una oración, la oración del penitente. Esa oración alineada con la palabra nos dice que el que confiesa sus pecados alcanza misericordia. Ahí donde usted está, repita conmigo: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Yo creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día. Me arrepiento, Señor. Soy pecador. Perdóname. Salva mi alma hoy para cuando yo muera puedo estar en tu presencia por siempre. En Cristo Jesús te declaro hoy mi Señor y mi Salvador. Y todos decimos amén.

¡Que el Señor les bendiga! 

Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en Linkedin
  • Compartir en Tumblr
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Sermones Cristianos del Misionero David Castañeda - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Un corazón Samaritano
sermones bautistas en espanol No Es La Forma, Es La Fe
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana "¿Y a ti qué?" ¿Qué significa seguir a Cristo?
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana La lujuria: El rey David y Betsabé
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Hágase su voluntad
Sermones Cristianos del Pastor Toby Jr - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Como abrir los cielos a mi favor


¿A qué hemos sido llamados?


Noviembre 7, 2025 – 7:00PM | Mateo 28:18 | Pastor Toby Jr.

Etiquetas: mateo, noviembre 2025, pastor edgar bertrand jr, transcripcion


Descargar Texto: Sermón en PDF

TRANSCRIPCIÓN

Vamos a leer palabra del Señor en el Evangelio de Mateo, capítulo 28. La leemos en nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo; y todos decimos, amén. 

Mateo 28: 18-20 (RV 1960): 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Oremos al Señor: Padre, gracias por estos 37 años. ¡Qué privilegio el que tenemos de tener un Dios como tú! Gracias Señor, porque nos tomaste de esos lugares recónditos y nos trajiste acá a esta tierra bendecida para conocer tu nombre y el poder de tus promesas. Gracias por los amigos que están con nosotros y los que verán esto a la distancia. Glorifícate en todo lo que vamos a hablar en esta hora, en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo. Y todos decimos: Amén.

La pregunta de esta hora es: ¿A qué nos enviaron? 

  1. La comisión. 

Una persona que no ha sido comisionada o que no tiene un propósito en la vida, es una persona que no sabe hacia dónde va. Una persona que amanece el día de mañana sin un horario, sin un destino, sin un trabajo, es una persona que carece de sentido.

Hay un libro que se hizo muy popular, escrito por un pastor muy popular llamado Rick Warren, que se llama: Una vida con propósito. Curiosamente en la vida de sus hijos no fue así. Perdió a uno de sus hijos por un suicidio, algo terrible en su casa. Un hombre que conocía la luz, al parecer en su casa había algo que no estaba funcionando; y ese no es Dios, porque Dios funciona. No podemos juzgar al pastor, pero sí podemos orar por él y por su familia. Esto nos lleva al punto que, en la vida debemos tener un sentido de pertenencia. 

Cuando usted visita su país de origen, usted ya no usa su pasaporte de indio (el de su país); usted viaja con el pasaporte canadiense, y lo anda enseñando ¿sí o no? Porque usted ahora tiene sentido de pertenencia. Uno de los honores más grandes que nosotros tenemos, a través de Cristo, es pertenecer a la familia de la fe en Dios. Y cuando usted pertenece a la familia de la fe, o sea, la familia del Señor, usted puede decir como decimos todos: (Filipenses 4:13-RV 1960) Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. ¡Gloria a Dios! Ya tiene sentido de pertenencia, ya sabe cómo es su Señor. 

El Señor en el Nuevo Testamento el Señor dice: (Mateo 5: 13-RV 1960): 13 Vosotros sois la sal de la tierra. Aquí se habla de sabor. ¿Cómo está su vida cristiana? ¿Cómo está su diario vivir? ¿Es usted parte del problema en la empresa o es parte de la solución? ¿Es parte usted del problema en el matrimonio o es parte de la solución? 

Amigo, nosotros le hemos predicado casi por 50 años: A cualquier situación, Jesús es la solución. O sea, que usted tiene el apoyo, el empoderamiento, el respaldo, la comisión, de parte de Dios de convertirse en algo que los hombres no pudieron hacer. Es Él quien transforma su corazón, y junto con su corazón transforma su carácter. No hay cristianos altaneros, no hay cristianos orgullosos, no hay cristianos soberbios. Hay soberbios que creen que son cristianos. Hay altaneros que creen que son cristianos. Hay enojones que creen que son cristianos; pero Dios lo que toca lo deja bien hecho, Dios lo que toca lo transforma.

El Cristo que había hecho milagros y que antes decía: No le digan a nadie; ahora había resucitado y era una evidencia. ¿Quién podía negar lo que había dicho? Las profecías del Antiguo Testamento se habían cumplido, una por una, Él era el Cristo resucitado.  Y hoy te dice: -Les tengo un trabajo-.

Una de las cosas más difíciles en Latinoamérica, en los Estados Unidos y tal vez acá en Canadá, es conseguir un buen trabajo. Hay trabajos que pagan mal, pero hay trabajos que son maravillosos. Y no hay nada más hermoso que ver a una persona que disfrute su trabajo, que le guste lo que hace. 

El Cristo resucitado estaba había encomendado algo, y la pregunta es, ¿por qué hemos dejado de hacerlo? ¿A qué nos mandaron? A ser sal, a ser luz, a glorificar el nombre del Señor, a predicar el evangelio; no nos mandaron a hacer ningún tipo de grupo, ningún tipo de actividades, ningún tipo de clubes; perdónenme pero es así. Nos mandaron a predicar. ¿Y cómo se predica? Con el testimonio. 

   2. El respaldo. 

Usted para ser un predicador no necesita ir al seminario teológico, ¿o vio a algún discípulo pasar por él? Usted ha sido comisionado, y el Señor aparte de la comisión, te da algo que nadie te dio: el respaldo.

Cuando yo me casé, hace 30 años, quería sacar una refrigeradora, en esa tienda de electrodomésticos que en El Salvador se llama la Curazao. Y yo recuerdo que a la hora de casarme ni mi propio papá quiso ser mi fiador. Yo llegué a comprar una refrigeradora porque no teníamos nada, me recuerdo que era color verde, horrorosa, como verde aguacate. Cuando llegué, me encontré con un hermano de la iglesia que gerenciaba esa sucursal y me dice: ¿Tú eres Toby, el hijo del pastor? Sí, mucho gusto, le respondí yo. Enseguida muy amable me pregunta: ¿Qué venís a hacer? Ahí le explico que quería sacar una refrigeradora pero no tenía fiador. Y sabe ¿qué me dijo el licenciado Ramos hace 30 años? Vaya children (así me decía él) te voy a firmar yo. No me vayas a quedar mal. Le hago una pregunta, ¿cómo le puedo pagar ese favor? Han pasado 30 años. 

Cristo nos ha dado su respaldo. Cristo nos ha dejado a su Espíritu Santo. Y si usted dice que no siente nada, probablemente es que no le conoce porque Él no se va y viene, Él permanece, se entristece pero ahí está. Y cada vez que oras, y cada vez que alabas, y cada vez que cantas, y cada vez que lees, hay algo en ti que comienza a quemarte adentro, hay algo que sientes.

La gente pregunta: ¿cómo es posible que en el funeral los hermanos estén cantando alabanzas y los que están al lado con más plata, con un mejor ataúd, con un mejor servicio, están todos tristes? Porque la Biblia dice (Juan 11: 25 RV 1960): Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y nosotros lo creemos. Entonces yo pregunto: ¿Si en la muerte te lo ha dicho, cómo es que en vida no lo puedes disfrutar? Si hay una garantía y un respaldo de parte de Dios, cómo vas a olvidar a ¿qué nos mandaron?

¿Y a qué nos mandaron? A predicar. Predicar es repetir, no es inventar. Para aprender a predicar solo tienes que leer la Biblia. 

Cuando un pastor dice: No sé de qué predicar; le está diciendo que no tiene devocional para con Dios. Si algo le abunda al pastor es la palabra. ¿Por qué? Porque lee la Biblia todo el día. (Salmos 119: 105): Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Una persona que lee la palabra está inspirada.

Todos le hemos pasado mal alguna etapa; pero vea a su vecino como está de gordito, porque Dios ha provisto para todos. Si Dios proveyó para su pueblo en el desierto, lo volverá a hacer. Es que te comisionó, y en la comisión te dio un respaldo. 

Hay mujeres en la casa del Señor. Hábleme de sus esposos. La mujer quiere un hombre que resuelva, que cambie la luz, que corte la grama (césped), ¿verdad? Pero ¿por qué les estoy diciendo esto? Porque muchas personas dicen: -Yo no puedo-. Es que no es lo que usted puede, es lo que Dios hará en usted. Mateo 28: 18 (RV 1960): 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. La pregunta es básica: ¿Habrá algo imposible para Dios? Entonces ¿por qué usted decide creer en otra cosa? Usted cree en su talento, usted cree en su capacidad, usted cree en la suerte, usted cree en la lotería, en todo cree usted menos en Dios. 

Le hago una propuesta sencilla, ¿por qué no le da al Señor una oportunidad hoy? No sé qué situación, buena o mala, está viviendo usted, pero dele una oportunidad. Yo lo he dicho por años ahí en la televisión: Pruebe a Jesús, si no le funciona le devolvemos su pecado. Dele una oportunidad, hermano.

¿Sabes cuántas veces en 30 años hemos querido romper nuestro matrimonio? Es que el matrimonio lejos de Dios es horrible. Yo le digo a la gente, meta a Jesús en la ecuación, sin Jesús no se puede. Porque sin Jesús el hombre, igual que la religión, se enfoca en ver errores. Cuando Cristo está en medio, que nos dice: Al que mucho se le ha perdonado, mucho debe de perdonar; entonces usted se enfoca en las virtudes. 

   3. El amor. 

Por eso la palabra del Señor nos dice en Mateo que cuando nosotros somos comisionados tenemos el respaldo, tenemos el consejo y tenemos el amor de Dios. Amén. El amor de Dios sobrepasa todo entendimiento. ¡Qué lindo poder contar con eso! Hay personas que siempre tienen buenas palabras. Siempre, siempre que usted llega con un problema, le tiene una palabra de fe.

La palabra del Señor en Mateo capítulo 28 explica lo que nosotros conocemos como la gran comisión, que es la misión principal de la iglesia. Eso es todo. Yo los veo todo el día, los monitoreo todo el día. Siempre estoy alimentándome de los pastores, del pastor David acá en Vancouver y le digo: -La iglesia está bien preparada. ¿Qué nos falta? Ir a la calle. Me encantó ver Carlos y a otros hermanos cantando en una plaza. Yo sé que evangelizar aquí es otra cosa, no solo aquí, en el mundo entero. Pero usted no llega ahí en su propia autoridad, llega con y bajo la autoridad de Dios. Y cuando el predicador suelta la palabra del Señor, y que repite los principios bíblicos; el Espíritu Santo hace el resto. Porque usted ha sido comisionado y debe sentir amor por las almas perdidas. 

   4. Autoridad.

Dice la palabra del Señor que aparte de la comisión que se nos ha dado, se nos dio autoridad. 

Si el Señor tiene autoridad sobre la muerte, ¿qué tiene imposible? Nada. Por favor cambie su manera de pensar, pareciera todo pusilánime, el Señor sabe, el Señor hace y el Señor es, no dejó de ser.

   5. Ir. 

Y aquí hablaba el Cristo resucitado diciéndoles: Mateo 28: 19 (RV 1960): 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones. ¿Qué nos falta a la iglesia? Salir.

Hay que recordar cuál ha sido nuestra misión, cuál es nuestra visión. Nuestra misión es encarnar el evangelio de Cristo para que los que no creen sean ganados por medio de nuestras palabras, y de nuestro testimonio. En pocas palabras, morir a uno mismo todos los días. ¿Hace cuánto tiempo no lleva un cafecito a la oficina? ¿Hace cuánto tiempo no lleva un par de panes extra? ¿Hace cuánto tiempo no bendice a alguien?

Quiero mencionar un texto en el cual se fundó nuestra iglesia hace casi 50 años ya. 

Génesis 12: 3 (RV 1960): 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. ¡Qué bonito! Cuando Cristo está en su vida, usted no se cansa de bendecir. Y no hablo de finanzas; hablo de acciones, hablo de palabra, hablo de amabilidad, hablo de resolverle. 

Todos podemos evangelizar, y es que no tiene que memorizar la Biblia, solo tiene que saber qué es lo que se le ha encomendado.

Dice la palabra, que Él nos mandó a ir. ¿Sabe qué es ir? Ir es: salir de la zona de la comodidad. ¿Y a qué hora será el culto? No importa hermano, yo estoy seguro de que si tuviésemos una enfermedad terminal, no escatimaríamos la hora, ni la distancia con tal de ver aquel que puede darnos ese milagro. Pues todos los días es un milagro; si no lo necesita hoy, lo va a necesitar mañana. 

Esta iglesia puede dar mucho testimonio de eso, de ir. Hemos hablado este mediodía con los colegas, acerca de las misiones, sabemos que hay que ir. Amigo, las misiones no van a comenzar por el mundo, comienzan en su casa.

La palabra del Señor dice en Filipenses, si me quiere acompañar el día de hoy para poner un fundamento, capítulo 2.  

Filipenses 2: 9-11 (RV 1960): 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

¿Qué cree que va a hacer con usted el día que usted decida ir? El día que lo encuentre su mamá pasando la aspiradora. Pensará que usted tiene algún problema porque no es normal. Tranquila mamá es que quiero hacer limpieza, voy a lavar mi ropa. ¿Me entiende qué es ir? Ir salir de la zona de comodidad, renunciar a nuestro carácter y permitir que el carácter de Cristo pueda permear nuestra vida y que nosotros podamos irradiar el amor de Dios para todos. Eso no comienza tan lejos. Comienza en su casa, comienza con su pareja, comienza con sus hijos. Es que no lo merecen, tampoco nosotros merecíamos el perdón de Dios. ¿Y cómo nos ganó? Con humildad, con amor, un amor incomparable.

Filipenses 2: 9 (RV 1960): 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Ese es el mensaje que usted lleva. Es que a usted no lo van a escuchar, van a escuchar el evangelio de Cristo.

Colosenses 1: 16-18 (RV 1960): 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia. 

El día de hoy solo recuerde a qué nos mandaron.

Es triste, pero está ocurriendo y muchos edificios que fueron iglesias un día, hoy están cerrados. ¿Y qué fue lo que pasó? ¿Acaso el amor de Dios no alcanzó para ellos? ¿Acaso la misericordia de Dios no estaba ahí por ellos? No, simplemente se olvidaron de la columna vertebral: predicar el evangelio. Pero ¿cuál evangelio? El de Cristo. Tenga cuidado con predicar otra cosa. ¿Nunca ha comprado alguna joya que no era joya? Así mismo sucede con el evangelio, predican cosas que no son el evangelio de Cristo. ¿Sabe cuál es la evidencia que es el evangelio de Cristo? Con el evangelio de Cristo, la gente cambia. 

Yo digo esto mucho en El Salvador: Si tu pastor tiene los mismos gustos de un narcotraficante, ese tipo no es pastor. Si tu pastor quiere las marcas, quiere los autos, quiere los jets, quiere el blin blin; recuerde la palabra (1 Corintios 10: 23): Todo me lícito, pero no todo me edifica. Una persona que ha sido tocada por la palabra del Señor es una persona que renuncia a las cosas vanas. Es bueno si llegan, pero no hacen falta para poder estar parado en un púlpito. Lo que hace falta para estar parado en un púlpito es haber recibido el evangelio de Cristo; y la evidencia del evangelio es la transformación.

Amigo y hermano, el evangelio que se nos ha encomendado tiene tanto poder que hará que toda rodilla se doble delante del Señor. O sea, ahí deje la semilla, no se preocupe, la palabra de Él no regresa vacía. Pero vaya a poner la semilla, vaya y predique. Su labor no es transformar personas, su labor es llevar la semilla. Eso es todo.

Recuerdo cuando estábamos en la escuela nos dejaron un experimento, de poner frijol sobre un algodón con un poquito de humedad, y de repente usted veía como comenzaba a ver crecer el frijol. ¡Qué cosa más linda! A los tres días tenía que llevar usted la plantita y enseñar cómo había crecido. Así es la palabra del Señor. Deje la semilla, no con textos de memoria, no con capacitaciones; sino con amor, con bondad, con mansedumbre, con templanza o con el fruto del Espíritu, que es lo que va a suceder en su vida.

Romanos 10: 14-15 (RV 1960): 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! O sea, que no solo lo van a mandar, no solo lo van a comisionar, no solo lo van a respaldar, sino que lo van a vivificar. 

Siempre el Señor nos sorprende de la manera que ningún hombre imagina. Su labor y mi labor, el día de hoy, es volver a predicar las buenas nuevas. El Señor el día de hoy no solamente nos manda a predicar, sino también nos manda a hacer discípulos. 

Cuando tenía 9, 8, 7 años, en la iglesia donde mi pastor David era el pastor de jóvenes, había dos templos. Y en aquel entonces los programas de radio se transmitían en dos emisoras, Radio América, que era como de información. Y una radio musical que se llamaba La romántica. Resulta ser que ahí se transmitían las predicaciones por la casetera. Cuando los hermanos se quedaban esperando el siguiente culto, yo tomaba esa casetera y retrocedía el tape, mientras comenzaba a hacer sombra, una mímica. En ese entonces los diáconos de la iglesia, viendo al niño de 9, 8 años, se sentaban y se reían. Jamás imaginé en mi vida que a los 23 años el Señor tocaría mi corazón para predicar. Nunca lo imaginé. ¿Y cómo llegó esa semilla? A través de un tape, a través de una predicación. Lo que ustedes hacen a nivel internacional, a través de los medios, no tienen idea de la bendición que es. Porque la semilla está siendo sembrada y las almas se siguen convirtiendo porque ustedes han entendido que la comisión de la iglesia es: Ir, predicar y hacer discípulos. ¿Y cómo se llama eso? Mentoreo. 

Mi hijo mayor está comenzando la vida ministerial, después de ciertas decisiones que tomó, y un buen amigo de la iglesia que es un empresario me dijo: -Mire pastor, piérdale el miedo a invertir plata en su hijo-. Y le digo: ¿A qué se refiere? Me dijo: -Tiene que caminar con él, tiene que volar con él. Cuando lo inviten, llévelo. Cuando vaya a predicar a cualquier pueblo, llévelo. Cuando vaya a comer con otro pastor, llévelo. Comience a mentorearlo-. Y yo le dijo: Se tiene que ganar el puesto. Y el me responde: -No, todo lo contrario; tiene que caminar con usted-. Y lo comenzamos a hacer, y ese mentoreo ya fue despegando. Y si Dios quiere, pues ahí va a seguir. 

El discípulo no se hace desde el púlpito, eso es falso. El discípulo se hace de abajo, ¿cómo está, fulano? ¿Qué tal, están bien en tu casa? Vamos, yo llego por ti. No, yo paso a verte. Mira, tengo esto ¿te interesa? Ese es el discipulado, no es simplemente tirar una palabra. 

El discipulado es uno a uno, pero también y dice la Biblia:

Mateo 28: 19 (RV 1960): 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. ¿Qué es el bautismo? Un testimonio público, una celebración, es una alegría maravillosa.

¿Usted sabe qué es lo que Dios le ha encomendado? Solo repetir lo que usted ha experimentado hoy. Solo tiene que contar lo que ha vivido con el Señor. 

Estábamos comiendo en un lugar y resulta que pedí lo mismo que David Jr. que come bien raro. Hermanos, pero esa carne a mí me encantó. Entonces ahora que ya lo experimenté le voy a decir a mi señora, que soy un gran conocedor de carnes, y vamos a pedir esa carne. Yo solo tengo que contar lo que ya viví. ¿Alguien entiende lo que le digo? 

Amigo y hermano, lo que el Señor nos pide el día de hoy es que recordemos a qué nos mandaron. No nos mandaron a hacer clubes de nada, no nos mandaron a construir absolutamente nada, no nos mandaron a comprar absolutamente nada; nos mandaron a predicar el evangelio de Cristo. Al predicar el evangelio de Cristo vas a contar con el respaldo de Dios, vas a contar con la autoridad que te ha sido encomendada, vas a contar con hermosos pies que anuncian la paz. Vas a contar con la aprobación de Dios. Y dice la Biblia que el que está en paz con Dios, Dios hará que sus enemigos estén en paz con él.

El día de hoy, si no tiene sabor tu vida, recuerda a qué fue que te mandaron. A ir por todo el mundo y predicar el evangelio.

Incline su rostro. Vamos a orar: Bendito sea tu nombre, Dios todopoderoso que siempre nos bendices a través de tu palabra. El día de hoy, el Evangelio de Mateo, nos dice que Jesús se acercó y les habló diciendo: -Toda potestad me es dada en el cielo como en la tierra-. Señor, queremos tomar lo que llamamos la gran comisión, e ir por el mundo y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y enseñándoles que guarden todas las cosas que nos has mandado. Gracias porque en esta misma comisión del Evangelio de Mateo dices: Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Mi amigo y hermano, ¿se ha perdido el brillo en su vida? ¿Se ha perdido el brillo en la familia? ¿Se ha perdido el brillo personal? Quiero pedirle de todo corazón que le dé hoy una oportunidad a esa palabra bendita de Dios, que es la Biblia. El día de hoy retome ese ministerio evangelístico. El día de hoy retome esa sonrisa que solía caracterizarle. El día de hoy vuelva a ser esa persona amable que usted fue en algún momento de la vida. Y alguien dirá: -Pastor, ya he sufrido demasiado-. Recuerde que Cristo sufrió más, por cada uno de nosotros y jamás se negó a obedecer al Padre. El día de hoy vamos a vencer el mal con el bien. 

Para aquellos que están en el templo y los que están a la distancia, queremos hacerle una propuesta, de poder invitar a Cristo a su vida a través de una oración, la oración del penitente. Esa oración alineada con la palabra nos dice que el que confiesa sus pecados alcanza misericordia. Ahí donde usted está, repita conmigo: Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Yo creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día. Me arrepiento, Señor. Soy pecador. Perdóname. Salva mi alma hoy para cuando yo muera puedo estar en tu presencia por siempre. En Cristo Jesús te declaro hoy mi Señor y mi Salvador. Y todos decimos amén.

¡Que el Señor les bendiga! 

Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Google+
  • Compartir en Linkedin
  • Compartir en Tumblr
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Sermones Cristianos del Misionero David Castañeda - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Un corazón Samaritano
sermones bautistas en espanol No Es La Forma, Es La Fe
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana "¿Y a ti qué?" ¿Qué significa seguir a Cristo?
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana La lujuria: El rey David y Betsabé
Sermones Cristianos del Pastor David Rodriguez - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Hágase su voluntad
Sermones Cristianos del Pastor Toby Jr - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Como abrir los cielos a mi favor

TBB El Redentor

2551 East 49 Ave|Vancouver, BC
V5S 1J6
Tfno: 604.659.4225
Servicios:
Domingos 2pm y 6:30pm
Miércoles 7pm

Enlaces

Pan Diario
La Biblia

Sermones Recientes

  • Sermones Cristianos del Pastor Toby Jr - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia CristianaEl camino equivocadonoviembre 9, 2025 - 6:30 pm
  • Sermones Cristianos del Pastor Toby Jr - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia CristianaLos valientes de Jehovánoviembre 9, 2025 - 2:00 pm
  • Sermones Cristianos del Pastor Toby Jr - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana¿A qué hemos sido llamados?noviembre 7, 2025 - 7:00 pm

Ultimas Noticias

  • Mes del amor y la amistad - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia CristianaPracticando la amistad bíblicafebrero 28, 2025 - 1:30 am
  • 300 valientes - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana300 valientesoctubre 13, 2024 - 4:16 pm
  • Noticias– Iglesia Cristiana - Iglesia Bautista TBB El RedentorAniversario 36 y noche Pro-templo 2024septiembre 24, 2024 - 12:23 am
  • ¡Este 10 de Agosto en TBB!agosto 7, 2024 - 11:47 pm
  • Noticias– Iglesia Cristiana - Iglesia Bautista TBB El RedentorNavidad: Celebrando el Verdadero Regalodiciembre 5, 2023 - 10:52 am

Más visitadas

  • Iglesia
  • Horarios
  • Campaña Pro-templo
  • Pastor David
  • Quién es Dios
  • Misiones
  • Casas de Oración
  • Contactar

Nuestro boletín

¡Suscríbete!
© 2018 · Derechos Reservados · All Rights Reserved · elredentor.com · tel.604.659.4225
  • Instagram
  • Facebook
  • Youtube
  • Twitter
  • Mail
Gracias a Dios Sermones Cristianos - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Sermones Cristianos del Pastor Toby Jr - Iglesia Bautista TBB El Redentor - Iglesia Cristiana Los valientes de Jehová
Desplazarse hacia arriba