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TRANSCRIPCIÓN

Vamos a abrir la palabra del Señor en el primer libro de Reyes, capítulo dos. El título del mensaje de esta hora es: Si este fuera mi último día del padre. No me quiero ir todavía, espero que el Señor me regale 20 años más.  Este título es, pensando en los consejos (son 10 consejos) que yo les diera a mis hijos. Son consejos sencillos, nada fuera de lugar, que vienen de mi alma, de mi corazón. 

1 Reyes 2:1-4 (RV-60): 1Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo: 2Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. 3Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; 4para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel. ¡Que Dios bendiga esta palabra!

Me pongo a pensar y digo: bueno, como como creyente que soy en Cristo Jesús, quiero aclarar mi filosofía de vida. Yo no estoy interesado en que mis hijos sean unos grandes profesionales, eso es bueno y lo deseo, pero no es mi prioridad. Mi filosofía de vida no es que mis hijos tengan los mejores matrimonios, eso es bueno y lo deseo, pero no es mi prioridad. Mi filosofía de vida no es que mis hijos sean exitosos en lo secular, que tengan dinero, que tengan lo que ellos quieran, que se compren el carro del año, esa no es mi filosofía de vida ¡créame!, eso es bueno y se lo deseo, pero no es mi prioridad. Mi prioridad yo la tengo muy bien establecida, y tiene que ver con el primer consejo que le darí a mis hijos.

1. Amen a Dios con todo su corazón.

Esa es mi filosofía de vida y, créame que, no la cambiaría absolutamente por ninguno de los millones de dólares que existan en este mundo. Tengo tan claro que, el dinero va y viene, que se acaba, que la gente se enferma cuando lo tiene. Y cuando usted se va, le queda a aquellas personas que usted menos quisiera que se lo gasten. La Biblia es tan sabia, y nos enseña que nada hemos traído a este mundo y nada nos vamos a llevar. 

Hay personas que se llenan la boca diciendo: mi hijo es aquí, mi hijo tiene esto, mi hijo tiene aquello; mi pregunta es: ¿Y dónde se congrega su hijo? No, es qué fíjese, es que ellos están un poquito apartados; pues mire quédese con todo lo que usted tiene. Créame que: el tiempo vuela, el tiempo vuela, y nosotros estamos aquí de paso. Bien dice la palabra (Job 14:1-2 RV-60): 1El hombre, nacido de mujer, corto de días y hastiado de sinsabores, 2Sale como la flor y es cortado, Y huye como la sombra y no permanece. Tenemos una vida para hacer la diferencia amados míos, y por eso quiero dejar establecido eso, como una filosofía de vida.

Marcos 12:30 (RV-60): 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 

Cuando dice con todo el corazón, eso tiene que ver con los sentimientos y las emociones; y eso se refleja con la adoración. ¡Me encanta cuando veo a una congregación entregada adorando a Dios! Me encanta cuando veo hermanitos hermanitas lindas levantando sus manos exaltando al Señor con toda sinceridad, porque eso habla de lo que tenemos en el corazón. Con toda tu alma, eso habla de amar apasionadamente, y quiero que ponga atención a esto. Lo contrario de amar con toda el alma, lo contrario de ser apasionado; es, ser apático e indiferente, como tanta gente que yo conozco. Muchas personas tienen una apatía con el evangelio que hay que andarlo empujando, y a veces, uno se cansa de tener que estar dando cuerda a los cristianos, porque la cuerda les dura un poquito nada más. ¿Por qué? Porque ven el evangelio con apatía, con indiferencia, el evangelio no es prioridad en sus vidas. Lo que ellos quieren es otra cosa. Amarlo con toda la mente habla de convicciones firmes. Yo voy a la iglesia no porque mi papá sea pastor, yo voy a la iglesia no porque me obligan en la casa; yo voy a la iglesia porque amo a Dios, porque sé quién es Jesús, sé lo que hizo por mí en la cruz del Calvario. Amarlo con todas las fuerzas eso nos habla de esfuerzo, nos habla de sacrificio. Amar a Dios por encima de todas de todas las cosas es, hacer de Dios la máxima prioridad en su vida. (Mateo 6:33 RV-60): Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 

1. Lean su Biblia todos los días.

Josué 1:8 (RV-60): Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tú camino, y todo te saldrá bien. 

¿Por qué hay que leer la palabra del Señor todos los días pastor? Porque en la Biblia vas a encontrar sabiduría, inteligencia, prosperidad, bienestar. Dice: todo te saldrá bien. Porque la Biblia es alimento, es guía, es lámpara, es miel a nuestro paladar, es agua que limpia. Cuando el enemigo ataca, la Biblia, se convierte en un arma poderosa. Cuando llega el desánimo, la palabra de Dios, es nuestra fortaleza. 

Hebreos 4:12 (RV-60): Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. No se puede vivir sin este libro sagrado, ¡Bendito sea Dios y su santa, eterna e infalible palabra!

La Biblia atada en nuestro corazón. La Biblia muy cerca de nuestra alma. La Biblia en nuestros frontales. La Biblia en nuestro diario vivir, la palabra eterna de Dios. Cuando tú la abres y lees un versículo, Dios te habla, Dios examina tu corazón, Dios te dice: “Hijo, eso no estuvo bien”. Te dice: “Estoy orgulloso de ti”.

1. Nunca dejen de congregarse. 

Hebreos 10:25 (RV-60): No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Asistir a la iglesia no es una opción, es un mandato. 

Nunca espere encontrar gente perfecta en la iglesia. Cuando alguien le dice: “Es que en la iglesia hay muchos hipócritas”. Permítame decirle esa persona: “Usted no ha entendido el evangelio, no lo ha entendido”, ¿sabe por qué? Porque la iglesia no es un lugar donde se reúne gente perfecta para hacer cosas perfectas. La iglesia es un lugar donde gente imperfecta se reúne para adorar y agradecer a un Dios perfecto. Asistir a la iglesia no es una opción, es un mandato, haga de la iglesia su segundo hogar. 

Por eso insistimos que trate bien a la gente, porque nosotros queremos que la gente al entrar por las puertas de esta iglesia tenga una experiencia maravillosa. Que encuentren una sonrisa en vez de un viejo amargado o una vieja amargada, como algunas personas que andan regados por ahí. Sonríales a los hermanos, dígale: ¡Qué gusto de verlo! Que la gente quiera venir en busca de ese abrazo, de la plática con sus hermanos. 

La diferencia entre oír, o ver, un sermón por televisión es como ver a su novia por televisión, no es lo mismo ver a su novia por televisión, que estar con ella, ¿verdad?  Los que viven aquí cerca de la ciudad, cerca de Vancouver, y nos están viendo virtualmente; tengan cuidado no vayan a tener un cielo virtual también. La Biblia lo dice: No dejando de congregarnos.

1. Apoyen a la iglesia: sirviendo y dando. 

Hace mucho tiempo dije unas palabras que molestó a muchos, solo lo he repetido dos veces y ahora lo digo nuevamente: Es más espiritual meterse la mano a la bolsa (al bolsillo) y aportar, que levantar las manos mientras adoran. Apoyen económicamente hasta el sacrificio.

Mañana es 17 de junio y cumplo 45 años de haber recibido a Cristo, imagínate, ¡Gloria a Dios por eso!  Yo no conocí un padre terrenal, por eso yo tengo un solo padre. Yo saco mi cabeza por la ventana y hablo con Dios, y le digo: Como tú eres mi papá, y yo no conozco a otro, quiero que sepas que estoy extremadamente agradecido. Entiendo, y sé, lo que significa apoyar la obra del Señor, apoyar la casa de Dios. Yo les digo a ellos (a mis hijos): Si ustedes apoyan la obra, no les va a hacer falta nada.

Otra cosa que quiero que sepa: Sabemos que ofrendamos en adoración. No ofrendamos para que Dios nos dé; pero sabemos que: el que siembran generosamente, generosamente también segará (cosechará), eso lo dice la palabra (2Corintios 9:6 RV-60). Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará (Gálatas 6:7 RV-60). Y eso aplica también para las ofrendas, mantenga la obra del Señor.

1. Aprenda a ahorrar. 

Proverbios 6:6-8 (RV-60): 6Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; 7La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, 8Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. 

Ah yo he vivido tiempos en mi vida, donde no he tenido nada, y ustedes lo saben porque se los he contado todo. Yo conozco las dos cosas, y por la gracia del Señor con el pasar de los años Dios ha sido bondadoso en gran manera. 

Hay que ahorrar porque uno nunca sabe cuándo se puede presentar una emergencia. Hay que planificar porque hay que ser sabio, eso implica ahorrar; y para ahorrar hay que amarrarse bien la tripa. Hay que dejar ciertos gustos a un ladito, para llegar a vivir tranquilamente solo dependiendo de Dios. Para poder bendecir, hay que tener.

Yo quiero animales a ahorrar; y no me venga con esa historia de que: cada día con su propio afán. Mire hermanos, es penoso andar pidiendo dinero prestado, es penoso hermanos. Entonces, para evitar esa situación prepárese.

1. El matrimonio te puede hacer feliz o infeliz. 

Quiero decirles esto a todos los que están solteros aún: el matrimonio te puede hacer feliz o te puede desgraciar la vida. 

Proverbios 19:14 (RV-60): La casa y las riquezas son herencia de los padres; Más de Jehová es la mujer prudente. Y eso lo sabemos todos nosotros, ¿qué quiero decir con esto? Quiero decir que no decida a la ligera, hermano, créame. 

La primera cualidad por encima de todas las cosas es: una persona que ame a Dios, y se lo dice un hombre que tiene más de 60 años. Si usted anda buscando belleza, y encuentra una mujer bella por fuera, pero amargada; usted va a vivir una pesadilla, usted va a sufrir. Busque una mujer que ame al Señor, que quiera estar en las cosas del evangelio, que ame la iglesia, que ame el ministerio, eso es bonito hermano. Un matrimonio te puede hacer feliz porque pueden tener compatibilidad en todo sentido.  

Hace unos días veía la biografía del predicador Jimmy Swaggart, y uno de sus hijos (con todo el respeto que merece todo el mundo) se fijó en una señora que tenía cuatro divorcios. Dice que su papá le habló y le dijo: Mira hijo, ten cuidado. Pero él no hizo caso al papá, y se casó en ella. ¿Sabe cuánto duró el matrimonio? Tres meses. Por eso digo: hay que prestarle mucha atención a esto. La persona con la que usted está saliendo, la persona con la que se va a tomar un café, realmente, ¿vale la pena? 

Recuerde que usted es creyente y debe respetar las cosas del Señor. 

1. Las personas que te rodean te pueden ayudar o te pueden destruir. 

Aprenda a elegir su entorno, hay que tener mucho cuidado. Yo recuerdo mis amistades de juventud, eran mis cuates, pero; ahora con el correr de los años yo me pongo a pensar y digo: mis cuates de maldades. Y, ¿sabes por qué digo así? Porque el día que me convierto al evangelio, que me entrego al Señor, y decido mejor ir a la iglesia los días domingos, en lugar de andar haciendo las cosas que hacíamos el fin de semana, ellos me rechazaron. ¿Usted cree que esos eran mis amigos? No hombre, use la cabeza, que no solo es para peinarla, ni hacer trenza, es para usarla pidiéndole a Dios inteligencia, sabiduría.

Hay amistades que te acercan a Dios, y amistades que te alejan de Dios. Hay amistades que te animan a seguir a Dios, y otros que te sacan del evangelio. Es por eso que tiene que elegir sus amistades.

1. Cuando lleguen las pruebas, aférrese a Dios. 

2 Crónicas 20:9 (RV-60): Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás. Aférrese a Dios. 

Aferrarse significa: ser fuerte. Y yo se lo garantizo, de que le van a llegar pruebas le van a llegar hermano. Porque las pruebas es lo que Dios utiliza para fortalecer nuestra fe. Las pruebas indican verdaderamente de que estamos hechos. 

Hay un montón de gente que anda en la calle porque salieron corriendo cuando le vinieron pruebas.  Las pruebas son las que demuestran de qué estamos hechos. Cuando le venga la prueba aférrese, sea fuerte. 

La idea de aferrarse, en el original, es: de amarrar las cosas bien fuertes, no dejarlas flojas. Nuestra fe debe ser firme. Tomar de la mano con fuerza, eso es aferrarse, agarrar a alguien de la mano fuertemente, mantenernos firmes, ser dueño de algo.

Aferrarnos a Dios cuando lleguen las pruebas, cuando llegue la tribulación, cuando llegue la enfermedad, cuando venga el problema con la esposa, cuando venga el problema con el esposo, cuando venga el problema con los hijos, ¿qué hacemos pastor? Aférrese al Señor, eso es lo único seguro que tenemos. Es lo único, lo demás es pantano, es tierra movediza.

1. Cuando lleguen sus hijos, que conozcan a Dios. 

Bueno, ¿no sé si voy a profetizar o qué? 

Salmo 127:3 (RV-60): He aquí herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

Ojalá y Dios me permita conocer a los hijos de mis hijos, cuando lleguen los hijos, es importante que conozcan a Dios, es nuestra responsabilidad. 

Yo quisiera que el día que mis hijos tengan sus hijos, ellos les cuenten a sus hijos sobre los muchos videos donde yo he predicado por 40 años el evangelio de Cristo. Que pueden decir: “su abuelo era un hombre que amó al Señor, con mil defectos, pero que, para él, el Señor es lo máximo y ha sido lo máximo. Siempre ha elegido a Dios por encima de otra cosa”. 

Yo quiero que hablen a sus hijos porque, nosotros, no solo somos responsables del evangelio en el presente, sino del futuro también. No se puede acabar el evangelio en Canadá, y eso depende de nosotros, y de nuestros hijos. Traiga a su hijo, arrástrelo mientras pueda, ¿sabe por qué hermano? Porque está naciendo una generación renuente al evangelio, bien renuente. 

Usted verá a muchas iglesias que han cambiado hasta su estilo de adoración para poder atraer algunos jóvenes a sus iglesias, otras se han terminado dividiendo. La iglesia vive un tiempo muy difícil, la generación actual vive indiferente al evangelio. Solo el rato que están en la casa del Señor es que reciben ellos del evangelio. Haga lo que sea necesario, pero hable a sus hijos de Dios. 

Nuestro diario caminar es un ejemplo de la presencia de Cristo en nuestra vida. Nuestros hijos en casa han visto que, aún en medio de todas nuestras imperfecciones y limitaciones, siempre queremos estar acá; mire a mi esposa, siempre quiere estar en la casa del Señor. No es que Dios necesite de mí; no, ¡por amor de Dios!, yo soy el que necesito del Señor. Indispensable no hay nadie más que Dios hermanos. 

1. Que tu fe permanezca firme, que no cambie. 

La vida te sorprende de muchas maneras, nadie se casa para divorciarse, nadie. Ninguna mujer se casa para que su marido la abandone. Ningún hombre se casa para que su mujer le sea infiel. Todos caminamos en la vida con el buen deseo de tener salud siempre, pero un día vas al doctor y te da una mala noticia. Si tus circunstancias cambian que no cambie tu fe, manténgase firme, fiel, al Señor. Pase lo que pase, vaya a donde vaya. 

Tenemos una familia que se marchó para otra ciudad hace un par de semanas, y me dicen: Pastor, ya tenemos iglesia. ¡Gloria a Dios! De eso se trata, estemos donde estemos, pase lo que pase. Si cambian situaciones de una manera drástica, sin esperarlo, que te venga un mal, que te venga una pestilencia, que te venga una enfermedad, que te venga una desgracia a tu vida; que no cambie nunca tu fe. Que nuestra fe en Dios permanezca firme, férrea.

No conozco a una persona que se haya aferrado fuertemente a su fe, con convicciones, en medio de turbulencias, en medio de dificultades, en medio de problemas con los hijos, problemas con la suegra, problemas con el vecino, problemas con la ley, problemas de toda índole y que Dios no lo haya sacado de ahí. Si usted se aferra a la fe en el Señor, que no le quepa duda que Dios lo va a sacar de ese problema que usted tiene. 

Estos son los consejos que daría a mis hijos, y se los digo a usted con todo el corazón. Esperando que podamos seguir sirviendo al Señor. Créame: el futuro en el Señor está garantizado.

Vamos a orar: Padre, te alabamos, te bendecimos en este día. De una manera especial Señor, yo quiero darte gracias por mis hijos y darte gracias a ti, Dios de Gloria, por ser nuestro Padre. Gracias porque podemos decir ¡Abba, Padre!, porque podemos clamar al cielo, porque podemos acudir a ti en cada momento de nuestra vida, no solamente en tristezas y decepciones, sino en medio del gozo y la alegría. En este día Padre que celebramos, aquí en la tierra, el día de los padres terrenales, alzamos también nuestra mirada al cielo y te decimos: ¡Bendito sea tu santo nombre, Padre nuestro que estás en los cielos, sea tu nombre Bendito por la eternidad! ¡Que tu nombre reciba gloria, alabanza, porque tuyo es el poder! Tú eres el único Dios soberano, el Dios sabio y eterno, el único Dios de gracia y misericordia que tuvo tanta compasión de nosotros los seres humanos; que envió a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, a entregar su vida para darnos salvación. Señor apreciamos con el alma lo que hiciste a favor nuestro.

Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón y quiere entregarle su vida al Señor en este día, ahí donde está haga esta oración conmigo. Dígale con fe al Señor: Señor Jesús, en este día te entrego mi corazón, te entrego mi vida. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz del calvario. Gracias por derramar tu sangre preciosa por mis pecados. En este día te recibo como mi Señor y mi Salvador personal. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a que crezca en el conocimiento de Dios, su Santa y Bendita palabra.

Padre santo, bendice cada decisión de las personas que están acá, como aquellos que nos ven por las redes sociales. Gracias por tu presencia real con nosotros, y una vez más gracias por los padres en el nombre de Jesús, amén y amén.

Amados míos, que la paz de Cristo le acompañe.