El Libro de la Vida
Mayo 08, 2022 – 1:30PM | Apocalipsis 20:12-15 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
El mensaje de la palabra no tiene nada que ver con el día de la madre, pero sí tiene que ver con la eternidad y yo estoy comprometido a decirle lo que dice la Biblia. Lo que la Palabra enseña acerca de la eternidad. Es algo que tiene que tomarse con toda la seriedad mundo. Si en su casa hay un incendio, si su casa se está quemando y yo le digo: “No se preocupen, todo va a estar bien”. Y se sigue quemando, y yo le digo: “no se preocupe todo va a estar bien”. Yo creo que no estoy tomando las cosas con la seriedad necesaria. Si usted me dice: “pastor yo tengo cáncer”. Y yo le digo: “Ah, no se preocupe. ¿Para qué va a ir al médico si todo va a estar bien? No estamos tomando las cosas con la seriedad necesaria.
Quisiera en esta en esta tarde hablar de un tema que es extremadamente serio. Le pido que no piense en nadie más que en usted mismo. Porque yo quiero hablar en esta tarde de un “libro” que no se vende en ninguna librería. Quiero hablarle de un “libro” que no encuentra en ninguna biblioteca. De un “libro” que no se vende en Amazon. Este libro le pertenece a Dios. Es el libro de Dios, y la Biblia le llama a este libro: “El libro de la Vida”.
Vamos a ir despacio, pero quiero dejarlo claro, es importante entender que esto que vamos a hablar en esta hora, no es algo que el pastor se ha inventado, no es algo que yo pienso. Es algo que Dios nos habla en su Bendita y Santa palabra.
Quisiera que abran sus Biblias en Apocalipsis 20: 12 (RV-60) 12Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. (Usted se preguntará, ¿qué pasa con la gente que muere en el mar? ¿Qué pasa con la gente que se la tragó un tiburón? ¿Qué pasa con aquella gente que murió en el Titanic? ¿Qué pasa con aquellas personas que los aviones que se han estrellado y nunca más han encontrado los cuerpos de esas personas? No se preocupe porque dice Dios responde eso en su palabra) 13Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades (el infierno) entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. (Escuchen, no por familia fueron juzgados, cada uno por nombre, cada uno según sus obras). 14Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
En este “Libro de la Vida”, están escritos los nombres de todas las personas que han recibido a Jesucristo como Señor y Salvador personal. Todas aquellas personas que dieron ese primer paso de fe, que es el inicio para crear una relación personal con nuestro Señor Jesucristo. En este libro, se encuentran las personas que nos hemos arrepentido de nuestros pecados, aquellos que le hemos pedido perdón a nuestro Señor Jesucristo. En ese libro se encuentran los nombres de todas aquellas personas que hemos sido lavados con la sangre del Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. En ese “Libro de la vida” se encuentra el nombre de todos aquellos que hemos nacido de nuevo, de todos aquellos que tratamos de vivir una vida de obediencia a Dios, de todos aquellos que permanecemos firmes en nuestra fe, hasta que Cristo nos llame a su presencia; o venga como Él lo ha prometido.
Nuestro texto (Apocalipsis 20: 12) Vi a los muertos grandes y pequeños de pie ante Dios.
¿Qué significa eso? Escuchen: todos los muertos van a resucitar un día.
Quiero que usted se lleve en la cabeza: el pastor nos habló lo que dice la Biblia, yo lo que estoy haciendo nada más, es diciendo lo que dice aquí en la Biblia. Nosotros no nacimos para vivir en esta tierra eternamente, en esta tierra estamos de paso. Si usted se ha enamorado de esta tierra, ese ya es su asunto. Aquí, los buenos días hermanos son 80 o 90 años. Ya los 90, difícilmente la gente quiere seguir viviendo, por tanto achaque.
Hemos sido creados para la eternidad. Y esta Biblia, el libro sagrado, el libro eterno de Dios nos dice que solamente hay dos lugares, usted lo va a pasar: en el cielo con Dios o en el infierno (lago de fuego).
Mira todos los que estamos acá, todas las personas que han nacido tienen su nombre escrito en el “Libro de la vida”. Si usted es el tipo de persona que dice: “yo creo en Dios, yo creo en la biblia, yo creo en el cielo pero yo no creo en el infierno”. Permítame decirle usted no cree en nada. Es que la Biblia no es para decir: “Esta página si me gusta esta página no. Esto si lo creo, esto no.” Lo cree todo o no cree nada, así es la cosa.
Todos los muertos vamos a resucitar un día, unos para salvación y otros para condenación. Dice la escritura en Juan 5:28-29 (RV-60): No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz (La voz de Dios) 29y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. En otras traducciones lo dice de una manera distinta y esto ha confundido a mucha gente. Es por eso que todo el mundo trata de decir que es bueno. Lo que aquí se está hablando quiere decir: aquellas personas que le entregaron su vida a Dios, aquellas personas que reconocieron que son pecadores, aquellas personas que le entregaron su vida al Señor Jesucristo, aquellas personas que tuvieron una relación personal con Dios, que crecieron en la fe, que sirvieron a Dios, que amaron a Dios, y que permanecieron hasta que Cristo nos llamó, a eso se refiere: los hicieron lo bueno, los que se arrepintieron, esos van a salir a resurrección de vida.
¿Qué quiere decir los muertos grandes y pequeños estarán delante de él, los pobres y los ricos? Delante del Señor en ese día se van a levantar, desde un pobre desdichado que dormía en las calles, hasta el rey de Inglaterra. Los gobernantes de las naciones se van a levantar, millonarios y multimillonarios se van a levantar delante de Dios. Papas, cardenales, obispos, arzobispos, príncipes de los califas, de Bagdad, los majarás de la india, los grandes y pequeños deportistas, artistas de cine, cantantes de todas las generaciones; que simplemente por cantar y tener fama creen que son los dueños de la eternidad y de la espiritualidad. (Y dicen cada estupidez cada vez que se presentan en sus espectáculos, por la fama y por los millones de seguidores que tienen: “Dios no existe a Dios lo ha creado la gente ja ja ja.” Y la gente le sigue, pobrecitos.) Esta gente se va a levantar delante de Dios, porque delante de Dios en ese día del juicio, se van a levantar grandes y pequeños. Cada hombre que jamás haya caminado por las calles de Babilonia antigua. Los pescadores del Puerto de Corinto donde el apóstol Pablo predicó en sus tiempos; como también los jugadores de Las Vegas en nuestros días.
Y los libros fueron abiertos, y el otro libro fue abierto, “El libro de la vida.”
En cierta oportunidad Jesús reunió a sus discípulos y les dijo: “Señores, hay que ir a predicar el evangelio, y tenga mucho cuidado, porque cada vez que se predica el evangelio los demonios se oponen a la predicación del evangelio. La actividad demoníaca se hace mayor. Así es que vayan, toda autoridad les ha sido dada. Y fueron, y cuando regresaron, venían felices de la vida. Le dijeron (Lucas 10:17. RV-60): 17Señor, hasta los demonios nos obedecen, los demonios se sujetan a nosotros en tu nombre. Dice Lucas en este capítulo que volvieron con gozo. Pero el versículo siguiente: 18Jesús les dijo: yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Es que este evangelio es glorioso y eterno, este evangelio es un evangelio de poder. Usted puede escuchar cualquier charla en este mundo, usted puede escuchar cualquier predicador que se para detrás de un púlpito a decirle: “hay un campeón dentro de usted, a sacar lo más positivo de su vida”, pero el poder verdaderamente se encuentra en la palabra eterna de este libro sagrado. ¡Esto es poder hermano! Cuando se predica este libro sagrado, que no le quepa la menor duda, que las fuerzas del enemigo comienzan a salir corriendo por todos lados, Jesús lo dijo (Lucas 10:18): 18Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. ¡Qué belleza, que lindo!
Entonces yo quiero que en este mensaje usted piense y se pregunte: ¿Está mi nombre escrito en el Libro de la vida?
Hoy en día, hasta el más vil pecador que dice ser cristiano dice que va para el cielo. “Yo soy cristiana” ¡Oh sí! ¿Y anda bailando y chupando (bebiendo) delante de toda la gente? ¿Y viviendo su vida como usted quiere vivirla? ¿Haciendo cosas que desagrada al Señor?
Hay un versículo que dice (Mateo 7:22): Muchos me dirán en aquel día Señor, Señor. Escuche el mensaje de esta tarde, porque hay lugares donde un cristiano no cabe. Hay acciones, hay una forma de vivir que no es de una persona que ha creído en el Señor Jesucristo. Hay relaciones que no son aprobadas por la bendita palabra de Dios. Entonces no crea que por el simple hecho de asistir a una iglesia, usted ya va para la Gloria. Judas pasó tres años y medio a la par del Señor Jesucristo, fue su tesorero; y sin embargo terminó siendo el hombre de perdición.
Entonces yo quiero decirles, con el corazón en la mano, en esta tarde que usted no puede jugar con la eternidad, esto es algo serio mi hermano. La palabra es sagrada, esta palabra es bendita y la Biblia dice: No os engañéis, Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre sembrare, eso también va a cosechar. El que siembre para corrupción, va a segar corrupción.
Alégrense de que sus nombres están escritos en “El libros de la vida”, escritos en los cielos.
Pablo, hablando de unas compañeras en la fe, dijo (Filipenses: 4: 3) Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Déjeme decirle algo, esta palabra a mí me confronta hermanos, y crea sentimientos mezclados en mi alma. Porque yo pienso en gente linda, pienso en gente a mí alrededor, pienso en personas, amistades.
Este último viaje que hice a El Salvador, les comentaba hace unos días, me encontré con amigos de hace 35 años que no nos veíamos. Algunos están iguales, pero me encontré con algunos que no se congregan; que no tienen una relación con Jesús, que viven vidas como si nunca hubieran conocido al Señor. Pero déjeme decirles algo: “Se consideran más sabios que siete personas que sepan aconsejar”. “Es que mira David, tú sabes…” “Es que mira David, las cosas…” Las cosas son como Dios dice y así se quedan. Lo que piense usted o crea usted, discúlpeme pero, a Dios le importa un bledo. “Es que para mí…” Y dice Dios: “¿De verdad?”
El libro de la vida (Apocalipsis 3: 5) Es importante entender que este mensaje fue escrito a la iglesia de Sardis. 5El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre de el libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que venciere, el que supere las pruebas de la vida, el que sigue fiel en el evangelio a pesar de las circunstancias. Yo no sé, ¿cómo hay gente que quiere apartarse del Señor porque vienen pruebas, porque viene tribulación, porque vienen dificultades? Déjeme decirle, Jesucristo mismo dijo (Juan 16:33): En el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo. El que venciere: las pruebas, la tentación, las dificultades y permanezca firme y fiel al Señor.
Los días miércoles estamos hablando del cielo. Muy pronto vamos a hablar de la diferencia del cielo con la nueva Jerusalén. Una ciudad eterna, la ciudad del gran rey.
Apocalipsis 21: 10 (RV-60): Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios. Ahí está hablando acerca de la ciudad santa de Jerusalén, la Gloria Eterna.
Si la Gloria Eterna es el cielo, si la Gloria Eterna es nuestro destino final, entonces la pregunta es: ¿Quiénes van a entrar a la Gloria Eterna?
Apocalipsis 21: 27 (RV-60): No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en donde en el libro de la vida del Cordero.
¡Gloria a Dios! Dios mío, a mí esto me confronta. Porque yo pienso que los esposos digan: “¡Dios mío! ¿Será que mi esposa está en el libro de la vida, será que mis hijos están? O las esposas se hagan la pregunta.
Para entrar al reino de los cielos, dice la palabra del Señor que hay que nacer de nuevo. Nacer de nuevo significa ser una nueva criatura. Pablo dijo (1Corintios 6:11): y esto erais algunos de vosotros, mas ya habéis sido santificados, justificados en el nombre del Señor Jesús, por el Espíritu de nuestro Dios. El poder transformador del espíritu y aquellas personas que lastimosamente han cedido tanto a la carne, han cedido tanto a los placeres de este mundo, que ya no pueden volver a Dios. Ya llegaron a un punto que saciaron demasiado su carnalidad, hasta el fondo; tanto que han desafiado a Dios en su manera de vivir. Que han desafiado tanto a Dios, conociendo lo que es correcto y lo que no está bien; y no les ha importado. Han seguido viviendo, dándole rienda suelta a su vida. No entrará en ella ninguna cosa inmunda.
La Nueva Traducción Viviente (Apocalipsis 21:27) (NTV) dice: No se permitirá la entrada a ninguna cosa mala ni tampoco a nadie que practique la idolatría y el engaño. Sólo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.
El idólatra es toda aquella persona que quita a Dios de su lugar, del sitio donde Dios tiene que estar y pone otra cosa. La Biblia nos enseña por todos lados que Dios tiene que ser primero, cuando usted quita a Dios del pedestal y pone a sus hijos, eso es idolatría. Cuando usted quita a Dios primero y pone sus negocios; eso es idolatría. Cuando usted quita a Dios primero y pone su casa, eso es idolatría. Cuando pone usted su persona primero que Dios, eso es idolatría.
A un cuate le dije yo hace muchos años: “Casi no lo he visto”. Me dice: “Pastor, es que fíjate que estaba yendo al gimnasio”. Yo no tengo nada en contra de la gente que va al gimnasio al contrario, mejor que vayan al gimnasio estén saludables, pero hay que dar a Dios lo que es de Dios; y a César lo que es del César. Y esa persona, hoy no está, no se congrega en ningún lugar, ¿sabe por qué? Porque quitaste a Dios del lugar donde Dios debía estar, mi hermano. Dios es un Dios celoso. Dios es un Dios que no comparte su Gloria con nadie, con nadie. Él es Dios; fuera de mí no hay Dios, dijo el Señor.
Y luego dice: Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Pastor, pero eso es fanatismo. Pero yo no escribí el libro lo escribió Dios.
¿Ir al cielo le parece fanatismo ¿Ir a la gloria le parece fanatismo? Esto es palabra del Señor, Él nos redimió, nos salvó, nos perdonó, nos limpió, nos ha santificado hermanos. ¿Qué fanatismo va a ser esto? Es palabra del Señor.
Sucede hermanos, que vivimos una vida cristiana floja; y lastimosamente escuchamos por todos lados mensajes diluidos del evangelio, de la palabra del Señor, donde la gente le hace creer que todo está bien, si todo el mundo lo hace, si todo el mundo vive así, si todo el mundo vive de tal forma; no hermano no es así la cosa. Mire esta Biblia nos dice, hasta quiénes deben ser nuestras amistades, hasta eso nos dice. Hay palabras del apóstol Pablo que dice: abandone a esas personas, no se junte con ellos
Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. A ninguna persona le va bien cuando quita a Dios del lugar donde debe de estar y ponen a otra persona.
Los noviazgos de esta iglesia que han quitado a Dios para poner el novio, ya no están aquí y no están en ningún lado. ¿Usted cree qué vivir sin Dios es divertido? No hermano, por eso es que satanás el diablo es el engañador.
Susana Wesley, mamá de Carlos Wesley y de John Wesley, tuvo diecinueve (19) hijos, (escuche esto, Señora primeriza, y aquellas Señoras que tienen a sus hijos en un pedestal más alto que Dios) y jamás faltó un culto de su iglesia. Sus hijos aprendieron a leer en la bendita palabra del Señor. Mire lo que salió de los Wesley, tremendo predicador y tremendo músico, de una mujer que se entregó por completo a Dios.
Hay personas que tienen todas las excusas para no estar aquí. Miren, mi esposa tiene ya veintitrés (23) años de no caminar, hay que darle de comer, hay que bañarla, hay que ayudarla con todas las cosas. Dígame, ¿cuándo entra usted por la puerta de esta iglesia y no la va a ver sentada a ella ahí? ¿Usted cree que yo le tengo que estar dando cuerda a esta Señora para que venga? Más fácil me de cuerda ella a mí. ¿Eres el pastor de la iglesia hijo, ve para allá? Yo le digo: Ok, voy para allá. Si Miriam, mi esposa, me dijera: “Ay hijo, ¿sabes qué? La verdad es que yo no quisiera ir”. Yo le daría toda la razón. Le diría: “está bien hija, quédate” pero ella quiere estar aquí. Con catarro o sin catarro, con fiebre o sin fiebre, con gripe o sin gripe. Le digo: “vas a ir a infectar a todo el mundo”. No, no; “tan pronto termine el culto que me lleven para el cuartito. Yo quiero estar en la casa del Señor. Yo quiero estar en la casa de Dios”, dice ella.
Hemos tenido personas con cáncer en la fase terminal. ¿Sabía usted que hemos tenido en esta iglesia personas sirviendo, con el IV (canalización intravenosa/ trócar) escondida en su saco? Porque salieron del hospital, pidieron permiso para venir a su iglesia. Cuando termina el culto regresan al hospital hermanos.
Y usted que hace dos años no viene a la iglesia dice: “mi nombre está escrito en El Libro de la Vida, aleluya, amén.” Los otros días, hace dos meses, encontré un cuate y le dije: “Hermano, ¿cuándo va a ir al culto?” Me dice: “cuando quiten la restricción, pastor. Pero eso fue hace un año hermano. Fíjate que siempre que intento sacar un puesto para ir a la iglesia tengo problema con ellos.” Yo me quería morir, pero de la risa, pues eso pasó hace dos meses.
Quiero que entienda una cosa, este asunto no es conmigo, esto es con Dios. Porque el día que Dios lo llame, lo va a llamar a usted. Y por más que usted le diga: “mire disculpe, ¿puede pasar al pastor? No, ese déjelo tranquilo que aquí el asunto es con usted. ¿Puedo entrar con mi hijo? Las cosas no son así, cada quién pagará por su pecado. Los hijos van a entrar delante de Dios, hermano.
Entonces pregúntese, ¿usted quiere que su hijo siga en la fregadera? ¿que siga metiendo mujeres a la casa y a usted le vale? ¡Ay, es que este muchacho es tremendo, lleva como ocho niñas metidas ahí en su cuarto! Los dos tienen problemas, su hijo y usted como madre. ¿Acaso no está escuchando esta bendita palabra que le estoy predicando? Sólo podrán entrar los que tenga su nombre escrito en El Libro de la Vida del Cordero. La única tinta que se puede utilizar para que su nombre sea escrito en El Libro de la Vida, no es la tinta de las buenas obras, es la sangre preciosa de Cristo que quita los pecados del mundo. No hay otra, es la sangre de Jesús. Esto es un compromiso serio.
Yo no entiendo como hay iglesias que le pueden decir: “No se preocupe hermano, no se preocupe. Usted puede ir a un culto de las 11 a las 12 y se acabó.” Hermano es la sociedad que vivimos. He hablado con personas que antes se congregaban acá y ahora en iglesias canadienses, nada en contra de eso, ¿pero ir a un culto este domingo de 11 a 12 y hasta el próximo domingo? ¿Así usted quiere la vida eterna? Algunos me han dicho: “Pastor, peor es que no fuéramos” Tiene razón, pero, ¿y el compromiso?
Yo me pongo a pensar, ¿qué tal si Jesús le dice a los discípulos: oigan muchachos quiero que vayamos a trabajar una hora el domingo nada más? El resto de la semana hagan lo que quieran, vivan como quieran, váyase a la fiesta el pueblo. Una horita, ¿cuándo vio usted eso en la Biblia por amor de Dios? ¿Saben que dijo Jesús? “Sígueme”, hermanos la gente dejó sus trabajos por seguir a Jesús. Ahora yo le pregunto: ¿Cómo les fue? ¿Mal? ¿Cuénteme, cómo les fue por haber dejado lo que tenían? No se acuerdan cuando Jesús encuentra Pedro, estaba remendando las redes hermano. Y le dice: “todo lo hemos dejado”. El Señor les dijo: “van a recibir 100 veces más en esta tierra”. A nadie le fue mal. ¿Yo no sé por qué nos cuesta tanto entender esto, no sé por qué?
Una Señora me dijo a mí hace poco: “un domingo yo voy al culto y el otro domingo atiendo a mis hijos en la casa. Otro domingo voy al culto, el otro domingo atiendo mis hijos en la casa. Y así hago.” ¿Sus hijos con creyentes?, le pregunté yo. “Dos de ellos sí”. Le pregunto “¿Y ellos llegan?” “No, porque están en sus iglesias”. Vieja floja, los hijos son prestados. Yo no quiero decirles que no los quieran, ámelos con toda el alma.
Una Señora, una hermanita linda que está enferma ahora, su hija la llamaba todos los domingos por teléfono. La señora se convierte al evangelio, se venía para el culto los domingos. Y un día la regañó su hija y le dijo: “mamá, ¿qué pasa contigo, ya no te encuentro?” Ay, hija me vas a tener que hablar otro día porque los domingos voy para la iglesia. “Yo solamente puedo el domingo”, le dijo la hija. Ah bueno mi hija, entonces mándame una carta, porque yo el domingo voy a mi iglesia.
Déjeme decirle algo, Dios hablándole a usted, no todas las personas están escritas en El Libro de la Vida. Voy un poquito más allá; no todos los que estamos aquí, en este día 8 de mayo del año del Señor 2022, estamos escritos en El Libro dela Vida. ¿Por qué pastor?
Porque para entrar al reino de los cielos hay que nacer de nuevo.
Porque para entrar al reino de los cielos hay que vivir una vida sometida al espíritu de Dios.
Porque aparentar al reino de los cielos, yo debo ofrecerme en sacrificio vivo, santo, agradable a mi Señor.
Porque para entrar al reino de los cielos yo necesito tomar mi cruz todos los días y seguirle.
Los discípulos le dijeron a Jesús: ¿quién va a poder con eso? y Jesús les dijo: “bueno, ¿se quieren ir también ustedes?” Y Pedro dijo: ¿A quién iremos Señor?, si tú tienes palabras de vida eterna. Vale la pena seguirte Señor Jesús.
Apocalipsis 20:15 (RV-60) Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Esto es triste pero es cierto.
Un vecino me pidió que le ayudara con los cables de su carro que no le arrancaba, y fui. Mientras esperábamos un ratito le digo: “¿y usted cree en Dios? ¿cuál es tu creencia acerca de Dios?” Él me dijo: “yo sé que tú eres pastor, no me prediques por favor, yo no creo en esas cosas.” No me prediques por favor, yo no creo en esas cosas. No me prediques, yo no quiero mi nombre en El libro de la Vida.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Esto es muy serio hermanos, y no piense por favor en su suegra, piense en usted mismo. ¿He nacido de nuevo? ¿Qué cosas en mi vida no están bien y no quiero arreglarlas? ¿Qué cosas hago que yo sé que no son correctas y no quiero resolverlas? ¿Qué cosas hago donde yo pongo mi vida cristiana quedar por el piso? ¿Qué cosas hago, donde hago que otras personas vean el evangelio cómo se el evangelio no sirviera, que pisoteen la sangre preciosa del cordero de Dios? ¿Qué cosas hago e insisto en seguirlas haciendo?
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida, dice Dios el eterno, fue lanzado en el lago de fuego. Déjame decirte una palabra más: Dios no se complace en esto, porque Él quiere que todos los hombres se arrepientan y vengan a la Gloria. Pero hay personas que lastimosa y desgraciadamente se sienten más atraídos a la carne, más atraídos al mundo, más atraído a los placeres. Muchos piensan que entregarse a Dios es aburrido. Mira, tomar la cruz, entregarse al Señor, vivir para el Señor no es aburrido, usted no sabe el gozo que se pierde, porque en la vida de fe, hermano, se goza. Hay algo que Dios hace en tu interior, hay una transformación maravillosa que Dios hace en la vida.
Entonces déjenme decirles, con cariño, lo siguiente:
Si su nombre no está escrito en El Libro de la Vida usted todavía vive en tinieblas. Usted vivirá una eternidad alejado de la presencia de Dios. Lo que le espera de acuerdo al libro sagrado, es una eternidad de tormento. Al morir usted será trasladado a un lugar de oscuridad con espíritus de demonios, ¿escuchó esto? Eso dice la palabra.
Si su nombre no está escrito en El Libro de la Vida usted va a sufrir en un lugar de llamas de fuego. Usted irá a un lugar donde va a querer una gota de agua, pero no habrá agua. Usted va a querer respirar aire puro, pero no habrá aire puro. Usted irá a un lugar donde el fuego nunca se apaga, dice la Biblia.
Si su nombre no está escrito en el Libro de la Vida del Cordero usted va a escuchar a millones de personas (escucha esto amado mío) cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, gritar desenfrenadamente; la agonía de este lugar llamado “El lago que arde con fuego y azufre”.
Si su nombre no está escrito en el Libro de la Vida del Cordero, se va a pasar una eternidad escuchando las peores groserías y vulgaridades en contra de Dios, por toda la gente que se encuentra en ese lugar.
Si su nombre no está escrito en este libro, usted va a pasar la eternidad en un abismo sin fin. Estando en el infierno, y ver a sus seres queridos en la misma condición que usted, esto va a agregar agonía a su sufrimiento.
Si su nombre no está escrito en este libro, nunca más va a escuchar un sermón. Nunca más para escuchar a un pastor que le predica el evangelio. Nunca más va a escuchar un mensaje de salvación, porque allí no habrá oración, no habrá biblias. Nunca más se va a cantar un himno, allí no habrá riquezas ni cuenta de banco, ahí nadie se acordará de su nombre; lo único que usted se va a acordar es de todas las oportunidades que tuvo pero que usted rechazó una, y otra, y otra vez a Jesús.
Hay personas que piensan que este púlpito solo es para regaños y meterle miedo a la gente. Crea lo que usted quiera creer. Lo que acabo de leer está aquí (en la Biblia), si usted se quiere buscar otro pastor, por mi está bien. Vaya a buscar a un pastorcito donde quiera que sea, que le predique cosas lindas, que le diga que usted puede ser el próximo empresario en British Columbia. Que le diga a usted que va a multiplicar sus bienes, que usted va a tener riqueza, que se va a comprar un yate y que lo va a acompañar Shakira. Vaya a buscar uno de esos pastorcitos que le van a ofrecer prosperidad. Busque a esos pastorcitos que le van a decir: “por sus llagas fuimos sanados y que todo lo que viene es lo mejor de la vida”. Búsquese a quien quiera, búsqueselo.
La pregunta sigue siendo la misma: ¿Está su nombre escrito en El Libro de la Vida?
¿Se ofende? Hoy en estos tiempos la gente se ofende, es que la gente se ha ofendido siempre. Jesús se lo dijo: ¿Por qué se ofenden? Pero eso no cambia, la verdad sigue siendo la verdad. Lo que está aquí (en la Biblia) sigue siendo El Libro Sagrado, El Libro de Dios, esto es cierto iglesia.
Si su nombre está escrito en este libro sagrado eso quiere decir, que todos sus pecados han sido perdonados para siempre.
Si su nombre ha sido escrito en este Libro de la Vida esto quiere decir que el cielo es nuestro destino final. Esto quiere decir que Dios va a caminar con nosotros todos los días de nuestra vida, y que al momento de morir vamos a entrar al lugar celestial. El Señor Jesús te dirá: “Bien buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el Gozo de tu Señor.”
Si su nombre está escrito en el Libro de la Vida del Cordero eso quiere decir que todos tus pecados han sido perdonados para siempre mi querido y amado hermano. Que usted es un Hijo de Dios, que usted ha sido apartado para Dios, santificado, justificado para la Gloria de Dios, el Padre. Eso quiere decir que usted tiene herencia en los cielos, que usted es Linaje Escogido, Real Sacerdocio, Nación Santa, pueblo adquirido por Dios. Eso quiere decir que usted, en otro tiempo, estaba enemistado con Dios, pero ahora ha alcanzado misericordia, que usted ha sido adoptado con todos los privilegios del Hijo, excepto su divinidad.
Si su nombre está escrito en este Libro de la Vida del Cordero esto quiere decir que usted está libre de toda condenación, porque ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Quiere decir que usted ha sido sellado con el Espíritu Santo de Dios, que usted es templo y morada del Espíritu Santo, que usted es nueva criatura y que usted antes vivía en tinieblas pero ahora ha sido trasladado a la luz admirable de su Hijo Jesucristo.
¿Está su nombre escrito en el Libro de la Vida? Porque, el que no estaba escrito en El libro de la Vida fue lanzado a un lago que arde con fuego y azufre.
Pero en este día hay esperanza. Todavía hay un Cristo de Gloria, que en una cruz te dice que murió por ti. Que es una cruz te dice: “Mira lo que sufrí y como me entregué, para que tú tengas perdón de pecados, salvación y vida eterna.
Si su nombre no está escrito en El Libro de la Vida esta tarde podemos hacer historia. Dice la palabra que hay más gozo en los cielos cuando un pecador se arrepiente, que noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Incline su rostro oremos al Señor:
Padre, yo entiendo que esta palabra es dura, Señor, pero es verdad. Esta palabra es maravillosa, esta palabra me salva, santifica, incomoda a muchas personas Padre Santo. Señor, el mismo Espíritu le dice a nuestro espíritu de que somos tus hijos, y estamos seguros que nuestros nombres están escritos en El Libro de la Vida del Cordero, pero yo te pido en este momento por aquellas personas que están acá con nosotros y aquellos que han de escuchar este mensaje por las redes sociales. Para que nuestros nombres sean escritos tenemos que reconocer que hemos pecado. Para que nuestros nombres sean escritos en El Libro de la Vida tenemos que arrepentirnos de nuestro pecado, pedir al Señor Jesús que tenga misericordia de nosotros, que nos perdone, que nos salve, que nos redima, que nos limpie de nuestras faltas.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón y dice: “yo quisiera dar ese primer paso en este día, yo quisiera entregarle mi vida a Jesús, comenzar una vida nueva y que mi nombre sea escrito en ese libro, El libro de Dios”. Dios le ama, tiene un plan maravilloso para su vida. Dios le quiere salvar, quiere perdonar sus pecados y darle la bendición de la vida eterna. Pero para eso es necesario que usted reconozca que ha faltado delante de Dios y que necesita arrepentirse de sus faltas y clamar a Dios por el perdón de sus pecados. Si hay alguien entre nosotros que dice: “pastor yo quiero recibir a Cristo, yo quiero entregarle mi vida a Jesús”.
Si hay alguien, yo le invito donde está a ponerse de pie o levante su mano. Déjenos orar por usted. Alguna persona que dice: “yo quiero recibir a Cristo en el corazón”. Mientras la iglesia ora por la salvación de las almas, venga a los pies de Jesús, entregue su corazón al Señor en este momento.
Usted que nos mira por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe. Hágalo conmigo. Dígale al Señor: “Señor en este día reconozco que soy pecador y te pido perdón. Reconozco que te he ofendido Señor. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre para el perdón de mis pecados. En este día yo te recibo como mi Señor y mi salvador personal. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su Santa y Bendita palabra.
Padre Santo y querido, gracias porque nuestros nombres están escritos en El Libro de la Vida del Cordero. Te alabamos. Te bendecimos Señor, con toda el alma y esto nos llena de mucha gratitud y de compromiso contigo. En el nombre de Jesús, amen y amen.
El Libro de la Vida
Mayo 08, 2022 – 1:30PM | Apocalipsis 20:12-15 | Dr. David Rodríguez
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TRANSCRIPCIÓN
El mensaje de la palabra no tiene nada que ver con el día de la madre, pero sí tiene que ver con la eternidad y yo estoy comprometido a decirle lo que dice la Biblia. Lo que la Palabra enseña acerca de la eternidad. Es algo que tiene que tomarse con toda la seriedad mundo. Si en su casa hay un incendio, si su casa se está quemando y yo le digo: “No se preocupen, todo va a estar bien”. Y se sigue quemando, y yo le digo: “no se preocupe todo va a estar bien”. Yo creo que no estoy tomando las cosas con la seriedad necesaria. Si usted me dice: “pastor yo tengo cáncer”. Y yo le digo: “Ah, no se preocupe. ¿Para qué va a ir al médico si todo va a estar bien? No estamos tomando las cosas con la seriedad necesaria.
Quisiera en esta en esta tarde hablar de un tema que es extremadamente serio. Le pido que no piense en nadie más que en usted mismo. Porque yo quiero hablar en esta tarde de un “libro” que no se vende en ninguna librería. Quiero hablarle de un “libro” que no encuentra en ninguna biblioteca. De un “libro” que no se vende en Amazon. Este libro le pertenece a Dios. Es el libro de Dios, y la Biblia le llama a este libro: “El libro de la Vida”.
Vamos a ir despacio, pero quiero dejarlo claro, es importante entender que esto que vamos a hablar en esta hora, no es algo que el pastor se ha inventado, no es algo que yo pienso. Es algo que Dios nos habla en su Bendita y Santa palabra.
Quisiera que abran sus Biblias en Apocalipsis 20: 12 (RV-60) 12Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. (Usted se preguntará, ¿qué pasa con la gente que muere en el mar? ¿Qué pasa con la gente que se la tragó un tiburón? ¿Qué pasa con aquella gente que murió en el Titanic? ¿Qué pasa con aquellas personas que los aviones que se han estrellado y nunca más han encontrado los cuerpos de esas personas? No se preocupe porque dice Dios responde eso en su palabra) 13Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades (el infierno) entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. (Escuchen, no por familia fueron juzgados, cada uno por nombre, cada uno según sus obras). 14Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
En este “Libro de la Vida”, están escritos los nombres de todas las personas que han recibido a Jesucristo como Señor y Salvador personal. Todas aquellas personas que dieron ese primer paso de fe, que es el inicio para crear una relación personal con nuestro Señor Jesucristo. En este libro, se encuentran las personas que nos hemos arrepentido de nuestros pecados, aquellos que le hemos pedido perdón a nuestro Señor Jesucristo. En ese libro se encuentran los nombres de todas aquellas personas que hemos sido lavados con la sangre del Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. En ese “Libro de la vida” se encuentra el nombre de todos aquellos que hemos nacido de nuevo, de todos aquellos que tratamos de vivir una vida de obediencia a Dios, de todos aquellos que permanecemos firmes en nuestra fe, hasta que Cristo nos llame a su presencia; o venga como Él lo ha prometido.
Nuestro texto (Apocalipsis 20: 12) Vi a los muertos grandes y pequeños de pie ante Dios.
¿Qué significa eso? Escuchen: todos los muertos van a resucitar un día.
Quiero que usted se lleve en la cabeza: el pastor nos habló lo que dice la Biblia, yo lo que estoy haciendo nada más, es diciendo lo que dice aquí en la Biblia. Nosotros no nacimos para vivir en esta tierra eternamente, en esta tierra estamos de paso. Si usted se ha enamorado de esta tierra, ese ya es su asunto. Aquí, los buenos días hermanos son 80 o 90 años. Ya los 90, difícilmente la gente quiere seguir viviendo, por tanto achaque.
Hemos sido creados para la eternidad. Y esta Biblia, el libro sagrado, el libro eterno de Dios nos dice que solamente hay dos lugares, usted lo va a pasar: en el cielo con Dios o en el infierno (lago de fuego).
Mira todos los que estamos acá, todas las personas que han nacido tienen su nombre escrito en el “Libro de la vida”. Si usted es el tipo de persona que dice: “yo creo en Dios, yo creo en la biblia, yo creo en el cielo pero yo no creo en el infierno”. Permítame decirle usted no cree en nada. Es que la Biblia no es para decir: “Esta página si me gusta esta página no. Esto si lo creo, esto no.” Lo cree todo o no cree nada, así es la cosa.
Todos los muertos vamos a resucitar un día, unos para salvación y otros para condenación. Dice la escritura en Juan 5:28-29 (RV-60): No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz (La voz de Dios) 29y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. En otras traducciones lo dice de una manera distinta y esto ha confundido a mucha gente. Es por eso que todo el mundo trata de decir que es bueno. Lo que aquí se está hablando quiere decir: aquellas personas que le entregaron su vida a Dios, aquellas personas que reconocieron que son pecadores, aquellas personas que le entregaron su vida al Señor Jesucristo, aquellas personas que tuvieron una relación personal con Dios, que crecieron en la fe, que sirvieron a Dios, que amaron a Dios, y que permanecieron hasta que Cristo nos llamó, a eso se refiere: los hicieron lo bueno, los que se arrepintieron, esos van a salir a resurrección de vida.
¿Qué quiere decir los muertos grandes y pequeños estarán delante de él, los pobres y los ricos? Delante del Señor en ese día se van a levantar, desde un pobre desdichado que dormía en las calles, hasta el rey de Inglaterra. Los gobernantes de las naciones se van a levantar, millonarios y multimillonarios se van a levantar delante de Dios. Papas, cardenales, obispos, arzobispos, príncipes de los califas, de Bagdad, los majarás de la india, los grandes y pequeños deportistas, artistas de cine, cantantes de todas las generaciones; que simplemente por cantar y tener fama creen que son los dueños de la eternidad y de la espiritualidad. (Y dicen cada estupidez cada vez que se presentan en sus espectáculos, por la fama y por los millones de seguidores que tienen: “Dios no existe a Dios lo ha creado la gente ja ja ja.” Y la gente le sigue, pobrecitos.) Esta gente se va a levantar delante de Dios, porque delante de Dios en ese día del juicio, se van a levantar grandes y pequeños. Cada hombre que jamás haya caminado por las calles de Babilonia antigua. Los pescadores del Puerto de Corinto donde el apóstol Pablo predicó en sus tiempos; como también los jugadores de Las Vegas en nuestros días.
Y los libros fueron abiertos, y el otro libro fue abierto, “El libro de la vida.”
En cierta oportunidad Jesús reunió a sus discípulos y les dijo: “Señores, hay que ir a predicar el evangelio, y tenga mucho cuidado, porque cada vez que se predica el evangelio los demonios se oponen a la predicación del evangelio. La actividad demoníaca se hace mayor. Así es que vayan, toda autoridad les ha sido dada. Y fueron, y cuando regresaron, venían felices de la vida. Le dijeron (Lucas 10:17. RV-60): 17Señor, hasta los demonios nos obedecen, los demonios se sujetan a nosotros en tu nombre. Dice Lucas en este capítulo que volvieron con gozo. Pero el versículo siguiente: 18Jesús les dijo: yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Es que este evangelio es glorioso y eterno, este evangelio es un evangelio de poder. Usted puede escuchar cualquier charla en este mundo, usted puede escuchar cualquier predicador que se para detrás de un púlpito a decirle: “hay un campeón dentro de usted, a sacar lo más positivo de su vida”, pero el poder verdaderamente se encuentra en la palabra eterna de este libro sagrado. ¡Esto es poder hermano! Cuando se predica este libro sagrado, que no le quepa la menor duda, que las fuerzas del enemigo comienzan a salir corriendo por todos lados, Jesús lo dijo (Lucas 10:18): 18Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. ¡Qué belleza, que lindo!
Entonces yo quiero que en este mensaje usted piense y se pregunte: ¿Está mi nombre escrito en el Libro de la vida?
Hoy en día, hasta el más vil pecador que dice ser cristiano dice que va para el cielo. “Yo soy cristiana” ¡Oh sí! ¿Y anda bailando y chupando (bebiendo) delante de toda la gente? ¿Y viviendo su vida como usted quiere vivirla? ¿Haciendo cosas que desagrada al Señor?
Hay un versículo que dice (Mateo 7:22): Muchos me dirán en aquel día Señor, Señor. Escuche el mensaje de esta tarde, porque hay lugares donde un cristiano no cabe. Hay acciones, hay una forma de vivir que no es de una persona que ha creído en el Señor Jesucristo. Hay relaciones que no son aprobadas por la bendita palabra de Dios. Entonces no crea que por el simple hecho de asistir a una iglesia, usted ya va para la Gloria. Judas pasó tres años y medio a la par del Señor Jesucristo, fue su tesorero; y sin embargo terminó siendo el hombre de perdición.
Entonces yo quiero decirles, con el corazón en la mano, en esta tarde que usted no puede jugar con la eternidad, esto es algo serio mi hermano. La palabra es sagrada, esta palabra es bendita y la Biblia dice: No os engañéis, Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre sembrare, eso también va a cosechar. El que siembre para corrupción, va a segar corrupción.
Alégrense de que sus nombres están escritos en “El libros de la vida”, escritos en los cielos.
Pablo, hablando de unas compañeras en la fe, dijo (Filipenses: 4: 3) Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Déjeme decirle algo, esta palabra a mí me confronta hermanos, y crea sentimientos mezclados en mi alma. Porque yo pienso en gente linda, pienso en gente a mí alrededor, pienso en personas, amistades.
Este último viaje que hice a El Salvador, les comentaba hace unos días, me encontré con amigos de hace 35 años que no nos veíamos. Algunos están iguales, pero me encontré con algunos que no se congregan; que no tienen una relación con Jesús, que viven vidas como si nunca hubieran conocido al Señor. Pero déjeme decirles algo: “Se consideran más sabios que siete personas que sepan aconsejar”. “Es que mira David, tú sabes…” “Es que mira David, las cosas…” Las cosas son como Dios dice y así se quedan. Lo que piense usted o crea usted, discúlpeme pero, a Dios le importa un bledo. “Es que para mí…” Y dice Dios: “¿De verdad?”
El libro de la vida (Apocalipsis 3: 5) Es importante entender que este mensaje fue escrito a la iglesia de Sardis. 5El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre de el libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que venciere, el que supere las pruebas de la vida, el que sigue fiel en el evangelio a pesar de las circunstancias. Yo no sé, ¿cómo hay gente que quiere apartarse del Señor porque vienen pruebas, porque viene tribulación, porque vienen dificultades? Déjeme decirle, Jesucristo mismo dijo (Juan 16:33): En el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo. El que venciere: las pruebas, la tentación, las dificultades y permanezca firme y fiel al Señor.
Los días miércoles estamos hablando del cielo. Muy pronto vamos a hablar de la diferencia del cielo con la nueva Jerusalén. Una ciudad eterna, la ciudad del gran rey.
Apocalipsis 21: 10 (RV-60): Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios. Ahí está hablando acerca de la ciudad santa de Jerusalén, la Gloria Eterna.
Si la Gloria Eterna es el cielo, si la Gloria Eterna es nuestro destino final, entonces la pregunta es: ¿Quiénes van a entrar a la Gloria Eterna?
Apocalipsis 21: 27 (RV-60): No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en donde en el libro de la vida del Cordero.
¡Gloria a Dios! Dios mío, a mí esto me confronta. Porque yo pienso que los esposos digan: “¡Dios mío! ¿Será que mi esposa está en el libro de la vida, será que mis hijos están? O las esposas se hagan la pregunta.
Para entrar al reino de los cielos, dice la palabra del Señor que hay que nacer de nuevo. Nacer de nuevo significa ser una nueva criatura. Pablo dijo (1Corintios 6:11): y esto erais algunos de vosotros, mas ya habéis sido santificados, justificados en el nombre del Señor Jesús, por el Espíritu de nuestro Dios. El poder transformador del espíritu y aquellas personas que lastimosamente han cedido tanto a la carne, han cedido tanto a los placeres de este mundo, que ya no pueden volver a Dios. Ya llegaron a un punto que saciaron demasiado su carnalidad, hasta el fondo; tanto que han desafiado a Dios en su manera de vivir. Que han desafiado tanto a Dios, conociendo lo que es correcto y lo que no está bien; y no les ha importado. Han seguido viviendo, dándole rienda suelta a su vida. No entrará en ella ninguna cosa inmunda.
La Nueva Traducción Viviente (Apocalipsis 21:27) (NTV) dice: No se permitirá la entrada a ninguna cosa mala ni tampoco a nadie que practique la idolatría y el engaño. Sólo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.
El idólatra es toda aquella persona que quita a Dios de su lugar, del sitio donde Dios tiene que estar y pone otra cosa. La Biblia nos enseña por todos lados que Dios tiene que ser primero, cuando usted quita a Dios del pedestal y pone a sus hijos, eso es idolatría. Cuando usted quita a Dios primero y pone sus negocios; eso es idolatría. Cuando usted quita a Dios primero y pone su casa, eso es idolatría. Cuando pone usted su persona primero que Dios, eso es idolatría.
A un cuate le dije yo hace muchos años: “Casi no lo he visto”. Me dice: “Pastor, es que fíjate que estaba yendo al gimnasio”. Yo no tengo nada en contra de la gente que va al gimnasio al contrario, mejor que vayan al gimnasio estén saludables, pero hay que dar a Dios lo que es de Dios; y a César lo que es del César. Y esa persona, hoy no está, no se congrega en ningún lugar, ¿sabe por qué? Porque quitaste a Dios del lugar donde Dios debía estar, mi hermano. Dios es un Dios celoso. Dios es un Dios que no comparte su Gloria con nadie, con nadie. Él es Dios; fuera de mí no hay Dios, dijo el Señor.
Y luego dice: Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Pastor, pero eso es fanatismo. Pero yo no escribí el libro lo escribió Dios.
¿Ir al cielo le parece fanatismo ¿Ir a la gloria le parece fanatismo? Esto es palabra del Señor, Él nos redimió, nos salvó, nos perdonó, nos limpió, nos ha santificado hermanos. ¿Qué fanatismo va a ser esto? Es palabra del Señor.
Sucede hermanos, que vivimos una vida cristiana floja; y lastimosamente escuchamos por todos lados mensajes diluidos del evangelio, de la palabra del Señor, donde la gente le hace creer que todo está bien, si todo el mundo lo hace, si todo el mundo vive así, si todo el mundo vive de tal forma; no hermano no es así la cosa. Mire esta Biblia nos dice, hasta quiénes deben ser nuestras amistades, hasta eso nos dice. Hay palabras del apóstol Pablo que dice: abandone a esas personas, no se junte con ellos
Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. A ninguna persona le va bien cuando quita a Dios del lugar donde debe de estar y ponen a otra persona.
Los noviazgos de esta iglesia que han quitado a Dios para poner el novio, ya no están aquí y no están en ningún lado. ¿Usted cree qué vivir sin Dios es divertido? No hermano, por eso es que satanás el diablo es el engañador.
Susana Wesley, mamá de Carlos Wesley y de John Wesley, tuvo diecinueve (19) hijos, (escuche esto, Señora primeriza, y aquellas Señoras que tienen a sus hijos en un pedestal más alto que Dios) y jamás faltó un culto de su iglesia. Sus hijos aprendieron a leer en la bendita palabra del Señor. Mire lo que salió de los Wesley, tremendo predicador y tremendo músico, de una mujer que se entregó por completo a Dios.
Hay personas que tienen todas las excusas para no estar aquí. Miren, mi esposa tiene ya veintitrés (23) años de no caminar, hay que darle de comer, hay que bañarla, hay que ayudarla con todas las cosas. Dígame, ¿cuándo entra usted por la puerta de esta iglesia y no la va a ver sentada a ella ahí? ¿Usted cree que yo le tengo que estar dando cuerda a esta Señora para que venga? Más fácil me de cuerda ella a mí. ¿Eres el pastor de la iglesia hijo, ve para allá? Yo le digo: Ok, voy para allá. Si Miriam, mi esposa, me dijera: “Ay hijo, ¿sabes qué? La verdad es que yo no quisiera ir”. Yo le daría toda la razón. Le diría: “está bien hija, quédate” pero ella quiere estar aquí. Con catarro o sin catarro, con fiebre o sin fiebre, con gripe o sin gripe. Le digo: “vas a ir a infectar a todo el mundo”. No, no; “tan pronto termine el culto que me lleven para el cuartito. Yo quiero estar en la casa del Señor. Yo quiero estar en la casa de Dios”, dice ella.
Hemos tenido personas con cáncer en la fase terminal. ¿Sabía usted que hemos tenido en esta iglesia personas sirviendo, con el IV (canalización intravenosa/ trócar) escondida en su saco? Porque salieron del hospital, pidieron permiso para venir a su iglesia. Cuando termina el culto regresan al hospital hermanos.
Y usted que hace dos años no viene a la iglesia dice: “mi nombre está escrito en El Libro de la Vida, aleluya, amén.” Los otros días, hace dos meses, encontré un cuate y le dije: “Hermano, ¿cuándo va a ir al culto?” Me dice: “cuando quiten la restricción, pastor. Pero eso fue hace un año hermano. Fíjate que siempre que intento sacar un puesto para ir a la iglesia tengo problema con ellos.” Yo me quería morir, pero de la risa, pues eso pasó hace dos meses.
Quiero que entienda una cosa, este asunto no es conmigo, esto es con Dios. Porque el día que Dios lo llame, lo va a llamar a usted. Y por más que usted le diga: “mire disculpe, ¿puede pasar al pastor? No, ese déjelo tranquilo que aquí el asunto es con usted. ¿Puedo entrar con mi hijo? Las cosas no son así, cada quién pagará por su pecado. Los hijos van a entrar delante de Dios, hermano.
Entonces pregúntese, ¿usted quiere que su hijo siga en la fregadera? ¿que siga metiendo mujeres a la casa y a usted le vale? ¡Ay, es que este muchacho es tremendo, lleva como ocho niñas metidas ahí en su cuarto! Los dos tienen problemas, su hijo y usted como madre. ¿Acaso no está escuchando esta bendita palabra que le estoy predicando? Sólo podrán entrar los que tenga su nombre escrito en El Libro de la Vida del Cordero. La única tinta que se puede utilizar para que su nombre sea escrito en El Libro de la Vida, no es la tinta de las buenas obras, es la sangre preciosa de Cristo que quita los pecados del mundo. No hay otra, es la sangre de Jesús. Esto es un compromiso serio.
Yo no entiendo como hay iglesias que le pueden decir: “No se preocupe hermano, no se preocupe. Usted puede ir a un culto de las 11 a las 12 y se acabó.” Hermano es la sociedad que vivimos. He hablado con personas que antes se congregaban acá y ahora en iglesias canadienses, nada en contra de eso, ¿pero ir a un culto este domingo de 11 a 12 y hasta el próximo domingo? ¿Así usted quiere la vida eterna? Algunos me han dicho: “Pastor, peor es que no fuéramos” Tiene razón, pero, ¿y el compromiso?
Yo me pongo a pensar, ¿qué tal si Jesús le dice a los discípulos: oigan muchachos quiero que vayamos a trabajar una hora el domingo nada más? El resto de la semana hagan lo que quieran, vivan como quieran, váyase a la fiesta el pueblo. Una horita, ¿cuándo vio usted eso en la Biblia por amor de Dios? ¿Saben que dijo Jesús? “Sígueme”, hermanos la gente dejó sus trabajos por seguir a Jesús. Ahora yo le pregunto: ¿Cómo les fue? ¿Mal? ¿Cuénteme, cómo les fue por haber dejado lo que tenían? No se acuerdan cuando Jesús encuentra Pedro, estaba remendando las redes hermano. Y le dice: “todo lo hemos dejado”. El Señor les dijo: “van a recibir 100 veces más en esta tierra”. A nadie le fue mal. ¿Yo no sé por qué nos cuesta tanto entender esto, no sé por qué?
Una Señora me dijo a mí hace poco: “un domingo yo voy al culto y el otro domingo atiendo a mis hijos en la casa. Otro domingo voy al culto, el otro domingo atiendo mis hijos en la casa. Y así hago.” ¿Sus hijos con creyentes?, le pregunté yo. “Dos de ellos sí”. Le pregunto “¿Y ellos llegan?” “No, porque están en sus iglesias”. Vieja floja, los hijos son prestados. Yo no quiero decirles que no los quieran, ámelos con toda el alma.
Una Señora, una hermanita linda que está enferma ahora, su hija la llamaba todos los domingos por teléfono. La señora se convierte al evangelio, se venía para el culto los domingos. Y un día la regañó su hija y le dijo: “mamá, ¿qué pasa contigo, ya no te encuentro?” Ay, hija me vas a tener que hablar otro día porque los domingos voy para la iglesia. “Yo solamente puedo el domingo”, le dijo la hija. Ah bueno mi hija, entonces mándame una carta, porque yo el domingo voy a mi iglesia.
Déjeme decirle algo, Dios hablándole a usted, no todas las personas están escritas en El Libro de la Vida. Voy un poquito más allá; no todos los que estamos aquí, en este día 8 de mayo del año del Señor 2022, estamos escritos en El Libro dela Vida. ¿Por qué pastor?
Porque para entrar al reino de los cielos hay que nacer de nuevo.
Porque para entrar al reino de los cielos hay que vivir una vida sometida al espíritu de Dios.
Porque aparentar al reino de los cielos, yo debo ofrecerme en sacrificio vivo, santo, agradable a mi Señor.
Porque para entrar al reino de los cielos yo necesito tomar mi cruz todos los días y seguirle.
Los discípulos le dijeron a Jesús: ¿quién va a poder con eso? y Jesús les dijo: “bueno, ¿se quieren ir también ustedes?” Y Pedro dijo: ¿A quién iremos Señor?, si tú tienes palabras de vida eterna. Vale la pena seguirte Señor Jesús.
Apocalipsis 20:15 (RV-60) Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Esto es triste pero es cierto.
Un vecino me pidió que le ayudara con los cables de su carro que no le arrancaba, y fui. Mientras esperábamos un ratito le digo: “¿y usted cree en Dios? ¿cuál es tu creencia acerca de Dios?” Él me dijo: “yo sé que tú eres pastor, no me prediques por favor, yo no creo en esas cosas.” No me prediques por favor, yo no creo en esas cosas. No me prediques, yo no quiero mi nombre en El libro de la Vida.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Esto es muy serio hermanos, y no piense por favor en su suegra, piense en usted mismo. ¿He nacido de nuevo? ¿Qué cosas en mi vida no están bien y no quiero arreglarlas? ¿Qué cosas hago que yo sé que no son correctas y no quiero resolverlas? ¿Qué cosas hago donde yo pongo mi vida cristiana quedar por el piso? ¿Qué cosas hago, donde hago que otras personas vean el evangelio cómo se el evangelio no sirviera, que pisoteen la sangre preciosa del cordero de Dios? ¿Qué cosas hago e insisto en seguirlas haciendo?
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida, dice Dios el eterno, fue lanzado en el lago de fuego. Déjame decirte una palabra más: Dios no se complace en esto, porque Él quiere que todos los hombres se arrepientan y vengan a la Gloria. Pero hay personas que lastimosa y desgraciadamente se sienten más atraídos a la carne, más atraídos al mundo, más atraído a los placeres. Muchos piensan que entregarse a Dios es aburrido. Mira, tomar la cruz, entregarse al Señor, vivir para el Señor no es aburrido, usted no sabe el gozo que se pierde, porque en la vida de fe, hermano, se goza. Hay algo que Dios hace en tu interior, hay una transformación maravillosa que Dios hace en la vida.
Entonces déjenme decirles, con cariño, lo siguiente:
Si su nombre no está escrito en El Libro de la Vida usted todavía vive en tinieblas. Usted vivirá una eternidad alejado de la presencia de Dios. Lo que le espera de acuerdo al libro sagrado, es una eternidad de tormento. Al morir usted será trasladado a un lugar de oscuridad con espíritus de demonios, ¿escuchó esto? Eso dice la palabra.
Si su nombre no está escrito en El Libro de la Vida usted va a sufrir en un lugar de llamas de fuego. Usted irá a un lugar donde va a querer una gota de agua, pero no habrá agua. Usted va a querer respirar aire puro, pero no habrá aire puro. Usted irá a un lugar donde el fuego nunca se apaga, dice la Biblia.
Si su nombre no está escrito en el Libro de la Vida del Cordero usted va a escuchar a millones de personas (escucha esto amado mío) cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, gritar desenfrenadamente; la agonía de este lugar llamado “El lago que arde con fuego y azufre”.
Si su nombre no está escrito en el Libro de la Vida del Cordero, se va a pasar una eternidad escuchando las peores groserías y vulgaridades en contra de Dios, por toda la gente que se encuentra en ese lugar.
Si su nombre no está escrito en este libro, usted va a pasar la eternidad en un abismo sin fin. Estando en el infierno, y ver a sus seres queridos en la misma condición que usted, esto va a agregar agonía a su sufrimiento.
Si su nombre no está escrito en este libro, nunca más va a escuchar un sermón. Nunca más para escuchar a un pastor que le predica el evangelio. Nunca más va a escuchar un mensaje de salvación, porque allí no habrá oración, no habrá biblias. Nunca más se va a cantar un himno, allí no habrá riquezas ni cuenta de banco, ahí nadie se acordará de su nombre; lo único que usted se va a acordar es de todas las oportunidades que tuvo pero que usted rechazó una, y otra, y otra vez a Jesús.
Hay personas que piensan que este púlpito solo es para regaños y meterle miedo a la gente. Crea lo que usted quiera creer. Lo que acabo de leer está aquí (en la Biblia), si usted se quiere buscar otro pastor, por mi está bien. Vaya a buscar a un pastorcito donde quiera que sea, que le predique cosas lindas, que le diga que usted puede ser el próximo empresario en British Columbia. Que le diga a usted que va a multiplicar sus bienes, que usted va a tener riqueza, que se va a comprar un yate y que lo va a acompañar Shakira. Vaya a buscar uno de esos pastorcitos que le van a ofrecer prosperidad. Busque a esos pastorcitos que le van a decir: “por sus llagas fuimos sanados y que todo lo que viene es lo mejor de la vida”. Búsquese a quien quiera, búsqueselo.
La pregunta sigue siendo la misma: ¿Está su nombre escrito en El Libro de la Vida?
¿Se ofende? Hoy en estos tiempos la gente se ofende, es que la gente se ha ofendido siempre. Jesús se lo dijo: ¿Por qué se ofenden? Pero eso no cambia, la verdad sigue siendo la verdad. Lo que está aquí (en la Biblia) sigue siendo El Libro Sagrado, El Libro de Dios, esto es cierto iglesia.
Si su nombre está escrito en este libro sagrado eso quiere decir, que todos sus pecados han sido perdonados para siempre.
Si su nombre ha sido escrito en este Libro de la Vida esto quiere decir que el cielo es nuestro destino final. Esto quiere decir que Dios va a caminar con nosotros todos los días de nuestra vida, y que al momento de morir vamos a entrar al lugar celestial. El Señor Jesús te dirá: “Bien buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el Gozo de tu Señor.”
Si su nombre está escrito en el Libro de la Vida del Cordero eso quiere decir que todos tus pecados han sido perdonados para siempre mi querido y amado hermano. Que usted es un Hijo de Dios, que usted ha sido apartado para Dios, santificado, justificado para la Gloria de Dios, el Padre. Eso quiere decir que usted tiene herencia en los cielos, que usted es Linaje Escogido, Real Sacerdocio, Nación Santa, pueblo adquirido por Dios. Eso quiere decir que usted, en otro tiempo, estaba enemistado con Dios, pero ahora ha alcanzado misericordia, que usted ha sido adoptado con todos los privilegios del Hijo, excepto su divinidad.
Si su nombre está escrito en este Libro de la Vida del Cordero esto quiere decir que usted está libre de toda condenación, porque ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Quiere decir que usted ha sido sellado con el Espíritu Santo de Dios, que usted es templo y morada del Espíritu Santo, que usted es nueva criatura y que usted antes vivía en tinieblas pero ahora ha sido trasladado a la luz admirable de su Hijo Jesucristo.
¿Está su nombre escrito en el Libro de la Vida? Porque, el que no estaba escrito en El libro de la Vida fue lanzado a un lago que arde con fuego y azufre.
Pero en este día hay esperanza. Todavía hay un Cristo de Gloria, que en una cruz te dice que murió por ti. Que es una cruz te dice: “Mira lo que sufrí y como me entregué, para que tú tengas perdón de pecados, salvación y vida eterna.
Si su nombre no está escrito en El Libro de la Vida esta tarde podemos hacer historia. Dice la palabra que hay más gozo en los cielos cuando un pecador se arrepiente, que noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Incline su rostro oremos al Señor:
Padre, yo entiendo que esta palabra es dura, Señor, pero es verdad. Esta palabra es maravillosa, esta palabra me salva, santifica, incomoda a muchas personas Padre Santo. Señor, el mismo Espíritu le dice a nuestro espíritu de que somos tus hijos, y estamos seguros que nuestros nombres están escritos en El Libro de la Vida del Cordero, pero yo te pido en este momento por aquellas personas que están acá con nosotros y aquellos que han de escuchar este mensaje por las redes sociales. Para que nuestros nombres sean escritos tenemos que reconocer que hemos pecado. Para que nuestros nombres sean escritos en El Libro de la Vida tenemos que arrepentirnos de nuestro pecado, pedir al Señor Jesús que tenga misericordia de nosotros, que nos perdone, que nos salve, que nos redima, que nos limpie de nuestras faltas.
Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en el corazón y dice: “yo quisiera dar ese primer paso en este día, yo quisiera entregarle mi vida a Jesús, comenzar una vida nueva y que mi nombre sea escrito en ese libro, El libro de Dios”. Dios le ama, tiene un plan maravilloso para su vida. Dios le quiere salvar, quiere perdonar sus pecados y darle la bendición de la vida eterna. Pero para eso es necesario que usted reconozca que ha faltado delante de Dios y que necesita arrepentirse de sus faltas y clamar a Dios por el perdón de sus pecados. Si hay alguien entre nosotros que dice: “pastor yo quiero recibir a Cristo, yo quiero entregarle mi vida a Jesús”.
Si hay alguien, yo le invito donde está a ponerse de pie o levante su mano. Déjenos orar por usted. Alguna persona que dice: “yo quiero recibir a Cristo en el corazón”. Mientras la iglesia ora por la salvación de las almas, venga a los pies de Jesús, entregue su corazón al Señor en este momento.
Usted que nos mira por las redes sociales, también usted puede hacer lo mismo a través de una oración de fe. Hágalo conmigo. Dígale al Señor: “Señor en este día reconozco que soy pecador y te pido perdón. Reconozco que te he ofendido Señor. Te doy gracias por lo que hiciste en la cruz al poner tu cuerpo y derramar tu sangre para el perdón de mis pecados. En este día yo te recibo como mi Señor y mi salvador personal. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y de su Santa y Bendita palabra.
Padre Santo y querido, gracias porque nuestros nombres están escritos en El Libro de la Vida del Cordero. Te alabamos. Te bendecimos Señor, con toda el alma y esto nos llena de mucha gratitud y de compromiso contigo. En el nombre de Jesús, amen y amen.